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Proyecto de permacultura La Manigua.

“Permacultura es un modelo de diseño para la creación de medioambientes humanos


sostenibles. La palabra es no sólo de agricultura permanente sino también de cultura
permanente, pues las culturas no pueden sobrevivir mucho tiempo sin una base de agricultura
sostenible y una ética del uso de la tierra”

Bill Mollinson

El proyecto que denominamos La Manigua se basa en desarrollar, a corto plazo, un espacio de


huertos orgánicos biointensivos, pero con la mirada puesta a medio y largo plazo, para crear lo
que se denomina en permacultura bosque comestible, que sirva como ejemplo de co-creación
de espacios para la contemplación de la naturaleza, fomentar la sociabilización y el arte,
acompañados de un área de coworking permacultural.

El aspecto diferenciador es que la intervención en este espacio se realizará bajo los principios
de la Permacultura, una ‘ciencia de la sostenibilidad’ avalada por años de investigación y de
proyectos punteros, desarrollados por agrónomos, ecólogos y agricultores en todo el mundo,
con resultados espectaculares en territorios con necesidad de recuperación integral.

Dentro de un proyecto interdisciplinar como es La Manigua cooperativa de la Cultura, creemos


que tiene que haber un espacio abierto a la permacultura, una ciencia en desarrollo cuyos
pilares son: la cultura del territorio, la sostenibilidad, la ecología, la investigación, la aplicación
de las tecnologías, y las sinergias sociales y el arte.

Un proyecto permacultural es, además, un código abierto: un lugar para el estudio, la


experiencia y la transmisión de conocimientos. De este modo, proyectamos poner en marcha
un laboratorio cultural agrícola sostenible y autogestionable, basado en unos espacios de
cultivo y en un programa abierto de cursos, talleres y encuentros para la formación y el
disfrute de la comunidad.

Objetivos

Sociales: en términos generales ‘CREAR COMUNIDAD’. Atraer hacia La Manigua un público


interesado en agricultura, arte, ecológia, huertos sostenibles y variados, huertos escolares,
medioambiente, alimentación biológica, diseño rural, ordenación del territorio, desarrollo
sostenible, etc. Atraer también a colectivos especialmente vinculados a la tierra y al arte como
medio de comunicación, a colectivos en situación de precariedad, proporcionando alternativas
formativas y de autogestión.

Culturales: será un auténtico servicio extra escolar y pedagógico para todos los centros
educativos de la comunidad. Aportará a la comunidad posibilidades de formación en diversas
materias aplicadas a la horticultura, desde las nuevas tecnologías, a la recuperación de usos y
costumbres tradicionales.

Económicos: se trata de una plataforma experimental de economía sostenible, algo que


funciona con seguridad a nivel investigador y pedagógico, pero la misión final del proyecto es
realizarse en efecto en un modelo viable, sostenible y autogestionado.

Productivos: definir y trabajar de forma común en modelos que puedan conducir a una
comunidad a su autogestión y crecimiento cultural.
Problemas a resolver

Problema 1. Degradación continua de los ecosistemas y condiciones de los hábitats en sitios de


la localidad de Sagua. En el escenario natural del territorio se identifican los mismos problemas
ambientales principales que históricamente afectan a Cuba, tales como: degradación de los
suelos, afectaciones a la cobertura forestal, contaminación, pérdida de la diversidad biológica y
carencia de agua potable. De acuerdo con estos, la actividad socioeconómica local resulta
forzada a buscar soluciones viables de desarrollo y manejo de sus recursos, lo que apunta sin
excusas la búsqueda de mecanismos compatibles con el medio ambiente de forma realista
adecuada a cada localidad. En este sentido, detener y disminuir el efecto de los procesos de
degradación de los suelos y comenzar su recuperación paulatina aplicando el sistema de
monitoreo sobre los mismos, así como implementar la agricultura sostenible como vía para
contribuir a alcanzar la seguridad alimentaria de las comunidades a través de mecanismos
endógenos; constituyen las metas fundamentales para alcanzar un estadio superior en la
protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales, haciendo un uso
eficaz de los recursos financieros y materiales de que dispone la localidad, que es el reto
fundamental del desarrollo endógeno y local encausado al paradigma de la sostenibilidad.

Problema 2. Limitada diversificación y gestión de las comunidades sobre los recursos naturales
que propenden al desarrollo endógeno. Una particularidad de la situación sociocultural cubana
que influye en las proyecciones del sector agrario resulta el trabajo con el Plan Turquino –
Manatí , el cual, según Cardoso (2008), ha permitido impulsar el desarrollo económico y social
en las zonas montañosas del país; fortalecer la repoblación forestal en interés de la defensa, la
flora y la fauna, así como crear las condiciones básicas para el asentamiento de la población en
estas zonas, en la que se puede contar solo el 5.9% de la población total del país. Sin embargo,
la actividad socioeconómica aún no está debidamente orientada al desarrollo sociocultural y
ambiental. Independientemente a esta situación, aún persisten deficiencias en la gestión y
diversificación para el desarrollo endógeno en las diferentes localidades a partir de las
actividades forestales, agropecuarias y turístico-educativas; las mismas limitan la divulgación
de información, el trabajo en redes especializadas, el intercambio de experiencias, la
transferencia de tecnologías y hasta la divulgación de las propias experiencias de las
localidades con respecto a los resultados de su cultura agraria.

Problema 3. Deficiente motivación, promoción del diálogo, participación, negociación y


liderazgo local para el desarrollo sostenible. El enfoque por géneros y grupos etarios
constituye una prioridad del País para fomentar el crecimiento de la población de la montaña y
otras zonas rurales, lo cual contribuye a garantizar el futuro de la actividad forestal,
agropecuaria de montaña y conservacionista de la nación, razón por la cual el Minag, junto a
otras instituciones, fortalecen una red de extensionistas que tendrán la misión educativa y
motivacional por la cultura forestal y ambiental del país. La Onei (2019), expone que la
población cubana manifiesta una tendencia de crecimiento moderada en relación con el resto
de los países latinoamericanos. Después del 2000, alrededor del 75% de los cubanos habitaban
en zonas urbanas y el resto en zonas rurales. La tasa anual de crecimiento por 1000 habitantes
era de 2,3. Todo esto hace suponer que en el 2020 el número de cubanos ascenderá a los 12
millones de personas, el 80% de los cuales vivirá en zonas urbanas. Si al relativo lento
crecimiento de la población y a su creciente envejecimiento se le añade el hecho de que las
tendencias del éxodo del campo a las ciudades continuarán en los próximos 15 a 20 años, es
de prever un déficit de fuerza de trabajo para la actividad agropecuaria, capacitada y no
capacitada, hacia otras ramas de la economía por ofrecer mejores condiciones de trabajo y
mayores salarios. Independientemente del esfuerzo de los gobiernos locales de la provincia de
Pinar del Río, las organizaciones políticas y de masas, así como de diferentes ONG’s por
motivar a los comunitarios en este tipo de actividades, promover el diálogo y en muchos casos
llegar a la negociación, se evidencia poca participación y liderazgo de los habitantes de las
zonas donde un “buen futuro” indica tener la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio y la Tarea Vida.

Problema 4. Falta de preparación y capacitación de técnicos, trabajadores y comunitarios para


el desarrollo agropecuario sustentable.

Objetivo general

Contribuir al desarrollo endógeno sostenible en la localidad de Sagua a partir de la creación de


capacidades en los actores para la gestión agropecuaria, forestal y del turismo desde una Finca
modelo.

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