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La indignación a través de trinos, burlas y memes no se hizo esperar en las redes sociales
y, cómo era de esperarse, no faltaron las participaciones de los grandes medios de
comunicación frente a las declaraciones del ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla. La
reforma tributaria que el ministro de hacienda buscaría implementar recaudaría $23,4
billones, la cual, cómo declaró Credicorp capital en su informe macroeconómico más
reciente, “junto con la venta de ISA, son esenciales para la consolidación fiscal del país”.
Cabe añadir, las otras alternativas para afrontar este reto, para el cual se empezó con una
disponibilidad de liquidez de $32,7 billones para cubrir las necesidades de financiación de
este año estimadas en $121,9 billones, se encuentran entre la vía de desembolsos de la
deuda por unos $90, 5 billones según explicó Germán Machado, asesor del Ministerio de
Hacienda, de acorde al Plan Financiero. Cómo segunda opción, cómo compartió el
viceministro de hacienda, Juan Pablo Zárate, “Colombia tendría que implementar un
riguroso recorte del gasto que impactaría la inversión, si el Congreso no aprueba una
ambiciosa, pero polémica reforma fiscal con la que el Gobierno busca unos $23,4 billones
adicionales”.
Por el lado de los “contribuyentes” a dicho proyecto, hay varios factores aparte del
financiero que incrementan la indignación frente a esta propuesta. Entre estos factores se
encuentran: la desconfianza frente a la administración del gobierno del presidente Iván
Duque Márquez y la ya de por si evidente desconfianza hacia las instituciones del estado.
En primer lugar, la aprobación del ciudadano hacia la administración del presidente Iván
Duque Márquez se ha mantenido en cifras negativas desde que inició su mandato, a
excepción de febrero del 2020, única cifra positiva cómo lo veremos en la siguiente
gráfica: