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MAESTRANTES:
GUSTAVO ADOLFO XICARÁ TAHAY(Coordinador) 9730293
WILLIAM APARICIO ORTÍZ RAMÍREZ 201900068
KARLA MARIELA DE LEÓN LÓPEZ 9730658
KIRLIANT MAGDIEL MAZARIEGOS MIGUEL 201990037
ELIDA PATRICIA MORALES CAAL 201990040
Los ordenamientos jurídicos tienen como pilares fundamentales los principios que
desarrollan, los cuales sirven para dar sustento justo, equitativo y legal.
Como fuente también encontramos las decisiones judiciales, ellas pueden en una
interpretación tradicional, ya que, por un lado, nos puede dar información acerca
de la praxis de los Estados, y, por otro lado, sirve como un medio auxiliar en la
administración de justicia.
Los principios generales del derecho, serán también, una fuente subsidiaria, ya
que establecen un sentido vinculante, según la doctrina de star decisis del
Common law.
se trata del diseño de un sistema del delito del derecho penal internacional, el cual
no solo tiene que pretender validez universal desde el punto de vista de la teoría
de las fuentes, sino, que también debe ser eficiente y comprensible.
Para desarrollar las bases para la elaboración dogmática de la parte general del
derecho penal se deben seguir tres pasos:
Una elaboración dogmática que aporte que aporte las bases para parte general
del derecho penal internacional, se trata de una investigación absolutamente
independiente destinada a la profundización y el perfeccionamiento de los
conocimientos obtenido; se debe elaborar una dogmática sobre la participación en
general, la responsabilidad del superior, la tentativa, los presupuestos subjetivos,
inclusive el error y las causas materiales de la punibilidad relevantes, elementos
que servirán de base para la correcta interpretación de una teoría del delito en el
ámbito del derecho penal internacional.
Criterio personal.
La cooperación de los Estados será imprescindible, toda vez que, para que exista
una unificación de criterios de carácter internacional, debe existir una aceptación
de carácter interno.
El principio Nullum crimen nulla poena sine lege es la esencia del Derecho Penal
al imponer la exigencia de una ley escrita, estricta, previa y cierta que determine el
delito y la pena. De allí se derivan los cuatro corolarios del principio que rigen
igualmente en el Derecho Penal: la prohibición de fundar la represión penal de una
conducta en normas distintas a las contenidas en una ley formal escrita (lex
scripta); la prohibición de aplicar la ley penal a supuestos no previstos por ella,
esto es, la prohibición de la analogía (lex stricta); la prohibición de aplicación
retroactiva y la creación de normas penales retroactivas que fundamenten o
agraven la responsabilidad penal (lex previa); y, la prohibición de crear leyes
penales con contenido indeterminado (lex certa).
El problema está en el modo utilizado por el Estatuto de Roma para definir o dar
los elementos de los delitos. Es decir, en el traspaso del Derecho Internacional al
Derecho Penal Internacional. En el traspaso de previsiones dirigidas a los Estados
a la tipificación de delitos dirigida a individuos, se perdió precisión, lo cual es
exactamente lo opuesto a lo esperado.
No podemos recurrir a mecanismos penales sin aplicar las reglas que rigen.
Entonces si lo debido es la persecución y el castigo de crímenes internacionales
en el ámbito del Derecho Penal Internacional, o la persecución y el castigo de
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad (y otros) en el ámbito de
Derecho Penal
interno, debemos cumplir con dicho mandato de manera legal. La manera legal es
el respeto al principio de legalidad.
Criterio personal
Ello debe ser respetado desde sus principios. Respetando el principio de legalidad
se hace y se aplica el Derecho Penal.
No. 15 LA CORTE PENAL INTERNACIONAL, ¿UN MODELO VÀLIDO EN
EL SIGLO XXI?
El Estatuto De Roma
Tras la caída del Muro de Berlín y el umbral de la firma de los acuerdos de Paz de
la ex Yugoslavia y de Ruanda Burundi (Dayton, 1995 y Arusha, 1993), se elabora
el Estatuto de Roma de 1998, base legal para el nacimiento de la Corte Penal
Internacional, entrando en vigencia hasta el 2002, la cual recibió sesenta
ratificaciones. La Corte Penal Internacional instaurada por el Estatuto, siendo el
primer sistema que ha permitido que los culpables tengan claro que sus crímenes
nunca más quedaran en la impunidad.
Norma Penal Nacional Versus Tratado Internacional
Cada Estado tiene competencia para determinar los delitos y penas a castigar y
bienes jurídicos a proteger, delitos que se persiguen a escala global, de
conformidad al artículo 5 del Estatuto de Roma, la C.P.I competente
exclusivamente de 4 tipos de crímenes, el de guerra, genocidio, de lesa
humanidad y crimines de agresión.
Las Pertenencias
Como se ha señalado, algunos Estados no son parte del Estatuto de Roma, sin
que hayan firmado, como China, Estados Unidos, Iraq, Israel, Libia, Qatar y
Yemen, existen otros estados que, si firmaron, pero no lo han ratificado a
posteriori, como Cuba, El Salvador o Nicaragua.
El Procedimiento
La Corte precisa, una reforma entre las cuestiones a revisar, se tienen las
siguientes: 1- la excesiva complejidad, burocracia y lentitud del procedimiento, no
contribuyendo a la justicia efectiva ni seguridad jurídica; 2- el principio de
complementariedad de las actuaciones con los Estados miembros; 3- el principio
de ejecución y resarcimiento de las víctimas y, -4- otras áreas de mejoramiento de
la Corte.
La Comunicación
La Justicia Transnacional
Criterio Personal
El Estado de Guatemala, país que sufrió treinta y seis años de guerra, por
consecuencia de un conflicto armado, en donde impero la violencia que cobro
miles de víctimas, delitos de lesa Humanidad post conflicto armado y hasta hoy se
empieza a ver los frutos de los casos de graves violaciones a los Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario cometidos en el conflicto armado,
por lo que las víctimas han tenido que esperar décadas para que se les haga
justicia.
Años atrás el extinto General Efraín Ríos Montt, desde una curul del Congreso de
la Republica y con su poder de entorpecer toda iniciativa de ley para convertir a
Guatemala en Estado Parte.
El presidente de la república en ese entonces de los años dos mil doce, cuando
tomo posesión del cargo, menciono que apoyaría una iniciativa de ratificar el
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, por lo que los diputados en su
primera sesión de gobierno aprobaron en su primera lectura, la ratificación del
instrumento.
RESUMEN:
combatir crímenes graves que constituyan una amenaza para la paz, la seguridad
ANALISIS CRITICO:
puesto a disposición de todos los países que conforman los Estados Partes, para
proceso ante la jurisdicción internacional, por lo que desde el 17 de julio del año
mil novecientos noventa y ocho, fue disponible para firma en Roma, en la sede de
York en la sede de las Naciones Unidas el 31 diciembre del año dos mil, con esto
lo que es importante señalar que queda ambigua la aceptación que nuestro país
Guatemala haya integrado tal aceptación del Estatuto y adherirse, ratifique, acepte
dilucidar la realidad de todos los aspectos tratados, pues claro esta, que
quedamos allí en un proyecto, una visión a futuro, a pesar de contar con muchos
años de creación; pero es una estructura que al nacer a la vida jurídica se tiene la
firme convicción que pasarìa a formar parte de los mas selectos instrumentos
menos que determine que no existe fundamento razonable para proceder a ella con
cuenta si: a) la información de que dispone constituye fundamento razonable para creer
investigaciones. En una primera parte se encuentran los requisitos para iniciar una
haga la fiscalía de iniciarla o no. Los problemas mas serios se denotan cuando se contrasta
la política criminal con los derechos humanos, en particular con el debido proceso. Los
forma interna.
ANALISIS CRITICO.
Luego de un exhaustivo análisis del presente tema, es evidente que al igual que leyes
internas en cada país, este también contiene una serie de lagunas legales que dejan en la
ambigüedad tal y como se representa en el artículo 53 que a su vez es una base pues
solida, pero a su vez con señalamientos de supuestos en los cuales podrá revisar la
importante de este precepto es que da algunos indicadores de lo que debe extenderse por
interese de la justicia, al señalar que en caso de que no se inicie el enjuiciamiento por este
solo hecho se tomaran en cuenta c)…” todas las circunstancias entre ellas la gravedad del
crimen, los intereses de las víctimas y la edad o enfermedad del presunto autor y su
buscar la justicia internacionalmente hablando, nos indica que en este caso, no procede
de oficio, no iniciar la investigación de oficio sin antes haber revisado tal determinación,
Penal Internacional para determinar cuando se inicia una investigación como parte del
Internacional es competente para conocer de los crímenes que busca investigar, tampoco
que la Fiscalia asume que los requisitos de competencia y admisibilidad de investigar son
Resumen y Analisis:
Dentro del análisis observado del presente articulo, cabe resaltar que algunos de
Asimismo, cabe resaltar que con relación a los logros internacionales en materia
dejar desapercibido los métodos exactos para hacer llegar un caso a la Corte y a
su vez como se puede ello evitar, llenando algun vacio los principios de
promovido por los por los guerrilleros del Ejercito de Liberación del señor,
violación a los derechos de los seres humanos hasta sexualmente sin distinguir
una investigación penal, y como fruto del mismo, se proceso a los principales líder
sociedad, que podrían haber sido muy bien juzgado a nivel internacional para
masa que se cometen contra la población civil”, por su parte el genocidio descrito
nacional, étnico, racial o religioso como tal, en todo caso, la realidad de todos
RECENSION No. 19
Los crímenes internacionales son crímenes graves que sanciona el Derecho internacional
de hoy, no requiera el cobijo y respaldo, muchas veces se encuentra disfrazado de
consignas extremistas o fundamentalitas, de las autoridades o agentes de los Estados.
Dentro de los crímenes de carácter internacional se encuentra el delito de genocidio, en
la Resolución 96 de 1946 acepta reconocer que el genocidio es un crimen de Derecho de
Gentes condenado por el mundo civilizado cuyos principales autores y sus cómplices,
sean, personas privadas, funcionarios o representantes oficiales del Estado deben ser
castigados, obrando por razones raciales, religiosas, políticas u otras.
Dicha conclusión, junto al rechazo final de mencionar al Estado como sujeto activo del
delito que finalmente se ha venido adoptando en la mayoría de los diferentes niveles
normativos junto a la opinión de la doctrina mayoritaria en el sentido de que las personas
jurídicas no pueden ser sujetos de Derecho penal, ha simplificado la problemática de la
participación en nuestra parcela criminal. A ello hay que añadir que ésta no ha quedado
afectada por las cuestiones dogmáticas que se suscitan en los delitos especiales, en el
sentido de que la doctrina mayoritaria al tiempo de abordar la oportunidad de exigir que el
crimen internacional sea cometido por o con la tolerancia del poder político no se exige
que el sujeto activo sea funcionario público.
A partir de aquí haremos las obligadas consideraciones que merece el tema a tratar
siguiendo cronológicamente las diferentes instancias judiciales más representativas que
se han sucedido a lo largo del reciente extinto siglo XX.
Se tiene de ejemplo el Tribunal Internacional de Nuremberg, y atendiendo al Estatuto
para el Tribunal Militar Internacional de los juicios de Nuremberg, no se recoge
consideraciones especificas acerca de la autoría y participación, con excepción de
referencias incidentales como el marco normativo del Tribunal de Nuremberg adopta ya
un criterio que tiende a equiparar cualquier forma de apoyo o participación a la conducta a
propia mano si o de autor en el que basándose en el concepto anglo-americano aplicado
con tal ocasión, trata por igual a autores y a cómplices en el nivel de imputación de
responsabilidad criminal y salvo determinadas excepciones, todas las formas de
participación fueron tratadas por igual pues partícipe sería todo el qué contribuye de
alguna manera a la comisión del delito. La aplicación práctica de esta teoría colmaba las
lagunas de punibilidad generadas por la accesoriedad de la participación de los cómplices
e instigadores.
En cuanto al Complot y la Conspiración a que se refería el párrafo final del mismo artículo
del Estatuto del Tribunal de Nuremberg, ha sido reconocida por la doctrina, más que como
un tipo, o crimen, con autonomía propia, como una extensión de la responsabilidad a los
cómplices y otros partícipes (materiales o intelectuales) de las figuras criminales que
hemos tratado, bajo los siguientes términos: Los dirigentes, los organizadores, los
instigadores y los cómplices que hubieren participado en la formulación o ejecución de un
plan común o de una conspiración para cometer cualquiera de los citados delitos, serán
responsables de todos los actos realizados por cualesquiera personas en ejecución de tal
plan. De tal manera, cualquiera que coopere causalmente a la comisión del delito sería
considerados autor y no partícipe en tanto que ni el estatuto del Estatuto se desprende la
voluntad clara de extender la responsabilidad penal no sólo a los ejecutores principales
sino también a cualquiera que hubiese cometido acción en ejecución de un plan para la
comisión del crimen ya en concepto de líder, organizador, inductor o partícipe en la
planificación criminal o en una conspiración para su comisión.
ANÁLISIS CRÍTICO:
En ese sentido el delito de genocidio entiende que esta extensión de la autoría requiere la
concurrencia de tres elementos siendo éstos, que el sujeto ocupe una posición de garante
respecto de la existencia del grupo, que el sujeto tenga la capacidad de realizar la acción
tendiente a evitar el exterminio del grupo y que dicho sujeto no realice la última acción
posible tendente a la salvación del grupo.
En definitiva y por último podemos concluir que salvo las excepciones apuntadas, el
Tribunal de Nuremberg, que tuvo el dudoso honor de ser el Tribunal constituido para
enjuiciar a los mayores criminales de guerra conocidos hasta la fecha, en consonancia
con la teoría norteamericana de la participación próxima a la difuminación entre autoría y
participación, resolvió hacia un concepto unitario de autor con base en el cual y en
aplicación de la llamada tesis de la unidad, unumfactum, unum delictum, que regía en el
Derecho Romano todos los partícipes responden unitariamente del delito. Y en el marco
de los delitos de omisión, se aplicó una extensión de la incriminación por el mando, es
decir, una incriminación por la obligación de determinados mandos militares que por razón
de su empleo y en tanto que tenían conocimiento de los hechos, podían y debían haber
dispuesto una conducta opuesta al plan genocida o criminal.
del crimen por un grupo de personas que tengan una finalidad común.
RECENSION No. 20
Esta fórmula, más que indicar requisitos heterogéneos, parece utilizar realmente un tipo
de hendíadis para expresar un factor subjetivo sustancialmente unitario. Esta conclusión
es confirmada por el hecho de que, en los ordenamientos de common law, los dos
términos suelen usarse alternativamente para indicar un state of mind reconducible a la
figura del dolo. La decisión de prever conjuntamente la presencia de ambos requisitos se
debe más bien a la precisa consideración de que, para una imputación dolosa, existen
algunos elementos del hecho que sólo pueden ser objeto de representación, mientras que
otros deben ser efectivamente queridos.
ANÁLISIS CRÍTICO
Ahora bien, con referencia al primer criterio de imputación, no parece haber problemas
interpretativos particulares pues tratándose de una hipótesis claramente reconducible a la
figura del denominado dolo directo intencional que es en los pretender que el genocida
quiera la pertenencia de la víctima a un cierto grupo étnico, puesto que sobre esa
pertenencia su voluntad no podría incidir en ningún modo, pudiendo éste sólo
darse cuenta de es decir representarse su existencia.
En cambio, a todas luces resulta que es más problemático establecer con certeza qué
debe entenderse en la expresión consciente de que se va a producir una consecuencia en
el curso normal de los acontecimientos. Desde esa perspectiva, se trata de aclarar cuál es
exactamente el nivel de adhesión psicológica al hecho, úes dicho de un modo más simple,
el problema es determinar si es necesario que el sujeto activo se represente la
consecuencia como un resultado cierto de la propia conducta, o si es suficiente una
previsión en términos de mera posibilidad. Esto último significaría dar ingreso a un criterio
de imputación subjetiva reconducible a la figura del dolo eventual de los ordenamientos.
La posición asumida por la misma Corte Penal Internacional parecería resolver esta
cuestión, al haber expresamente afirmado que el criterio fijado den el artículo 30 del
Estatuto de la Corte Penal Internacional y que se extendería al dolo eventual.
Es por ello que se concluye diciendo que es necesario considerar que los crímenes
internacionales son, generalmente, crímenes de una gravedad y una extensión tales, que
su realización no sería posible sin la colaboración de varios individuos, además en
muchos casos se trata precisamente de crímenes de inspiración ajena, en el sentido de
que quien los realiza no actúa por su propia iniciativa, sino con base en un orden
jerárquico superior o gobernativo.
Héctor Olásolo
Recensión 21
Para ese objetivo, entonces se han distinguido tres variantes en el accionar de las
personas de acuerdo con el plan formulado; en ese sentido existe la variante
básica, la variantes sistemática y la variante amplia.
El primer requisito para que exista la variante amplia es que el sindicado tenga la
intención de formar parte de la Empresa Criminal Común básica o sistemática y
contribuir a la ejecución del plan común. Además de ello también requiere que se
tenga conocimiento que como consecuencia de la ejecución de dicho plan, los
miembros de la Empresa Criminal Común pueden cometer una serie de delitos no
integrales y como segundo requisito, la aceptación de este riesgo como
consecuencia de unirse o de continuar siendo parte de la Empresa Criminal
Común a pesar de dicho conocimiento.
CRÍTICA PERSONAL
Es por ello, que para considerar que se han cometidos crímenes en una Empresa
Criminal Común y que estos pueden ser juzgados como tales para condenar a sus
autores o coautores responsables, es necesario que puedan encuadrarse las
conductas dentro de los presupuestos doctrinariamente establecidos. Dentro de
estos presupuestos se encuentran los de tipo objetivo y subjetivo que considero
que han sido bastante delimitados; con el objeto de poder juzgar adecuadamente
este tipo de delitos.
Recensión 22
Las garantías que debe de contener el derecho penal deben de estar de acuerdo
con las nuevas reformas que se plantean también en el desarrollo de los cambios
sociales que se van dando; en tanto que el derecho evoluciona, la criminalidad
también lo hace y es en el crimen organizado en donde se encuentra también
nuevas formas de actuar. Es por ello por lo que debe de establecerse también
modelos en el derecho penal que estén relacionados con los criterios de
peligrosidad y prevención de las conductas que limiten el actuar punitivo del
Estado, garantizando los derechos de las personas involucradas en los hechos
delictivos.
Las garantías que un Estado debe de ofrecer deben de estar dirigidas a asegurar
la tutela de los derechos de libertad que consisten esencialmente en técnicas de
invalidación o de anulación de los actos prohibidos que las violan; las garantías
sociales, orientadas como están a asegurar la tutela de los derechos sociales,
consisten, en cambio, en técnicas de coerción y/o sanción contra la omisión de las
medidas obligatorias que las satisfacen.
De esta cuenta, los autores consideran que el Estatuto de Roma, es una de las
normas internacionales que pretenden garantizar esos derechos y al mismo
tiempo, aplicar el poder punitivo sobre los infractores a la ley penal en el ámbito
internacional. Para empezar a analizarlo es necesario, comprender su ubicación
en el ordenamiento jurídico.
En ese orden de ideas, es a través de la Carta Magna de cada uno de los países
firmantes que se establece la ubicación que tendrá el Estatuto de Roma. En el
caso de Guatemala, es a través del artículo 46 de la Constitución Política de la
República de Guatemala que se da cabida al derecho internacional a todos los
tratados y convenios en materia de derechos humanos, siendo que lo que
establece el Estatuto de Roma es la aplicación de la ley penal a nivel
internacional, en garantía de la tutela judicial efectiva, se hace necesario que se
aplique a través de dicho artículo.
Los autores hacen referencia que en el caso de Colombia, existe un conflicto en la
aplicación del Estatuto de Roma, en cuanto a la aplicación de normativa que no
está de acuerdo con la ley interna, de esa cuenta se pone de manifiesto lo
referente a la amnistía; institución que tiene conflicto con lo estipulado en el
derecho interno, es por ello que consideran los autores que debe de establecerse
muy claramente en que casos se irá a aplicar esta institución, cuando es contraria
al derecho colombiano.
Lo que debe de ser claro en la aplicación del Derecho Penal Internacional y del
Estatuto de Roma, como la norma que se aplicará en la Corte Penal Internacional,
es que en todo sentido, siendo que se aplique la normativa propia de la Corte o
que se aplique alguna de las normativas que sean de otros países, es el respeto a
los derechos humanos y a las garantías judiciales
COMENTARIO PERSONAL
Si bien cada uno de estos desarrolla un punto de vista de acuerdo con su con su
apreciación objetiva y en relación con el derecho penal colombiano, es de mucha
utilidad su aporte en la medida de que de él se analizará para los demás países la
forma en la que deben de encuadrarse las conductas de las personas que se
pretenda juzgar en la Corte Penal Internacional y a la que da origen el Estatuto de
Roma.
Aunque hay que ser claros, el problema no se disipa con esa escueta explicación,
cuando de nuevo caemos al derecho penal interno de los Estados que se basan
en el sistema continental (como Guatemala por ejemplo), ya que pueda que hayan
tipos penales en el Estatuto de Roma que definitivamente no existan a lo interno
de las naciones, o que no sigan la tradición de ley estricta, permitiendo acudir a
otras fuentes consuetudinarias que no se encuentran propiamente adecuadas a
los principios de nuestra legislación o simplemente se encuentran en instrumentos
internacionales. Pues bien, no hay otra opción que admitir que el principio de
legalidad como nosotros lo concebimos ha evolucionado, o más bien, el derecho
internacional lo ha hecho evolucionar, toda vez que aparece una nueva realidad
que finalmente debe prevalecer sobre las rígidas y tradicionales instituciones
liberales, sobre las cuales se adscribe el imperio de la ley en el principio de
legalidad continental.
CRÌTICA PERSONAL
Aun así el artículo científico objeto de estudio, se afane en desviar la atención
sobre la imposición del derecho internacional sobre el derecho interno, es evidente
que en la realidad se refleja pues basta con analizar que los Estados deben
adecuar las conductas tipificadas como delitos conforme lo establece el Estatuto
de Roma, siendo esto con carácter obligatorio, de esa cuenta, la Corte Penal
Internacional podrá conocer dichos delitos relegando la competencia de los
tribunales internos de los Estados. Crítica que en otras oportunidades ya se ha
materializado en trabajos similares de este grupo de estudiantes.
Otra situación a resaltar del trabajo del profesor Sandoval Mesa, es precisamente
la doble moral (no del autor) de los Estados que controlan a la comunidad
internacional, concretamente con el establecimiento de la Corte Penal
Internacional derivada del Estatuto de Roma, pues en el mismo, se regula la
imposibilidad de juzgar crímenes cometidos con anterioridad a la vigencia del
mismo, lo cual es aceptable si se observa el principio de no retroactividad de la ley
penal. Sin embargo, el Tribunal de Nüremberg fue establecido exclusivamente
para juzgar los crímenes cometidos en la Segunda Guerra Mundial, luego de que
esta finalizó y su competencia fue determinada para conocer crímenes que fueron
tipificados de igual manera con posterioridad, obviando así el principio de no
retroactividad anteponiéndole la necesidad de hacer justicia en favor de la
humanidad.
De esa cuenta, surge el Código Penal Internacional Alemán, mismo que entra en
vigencia antes del Estatuto de Roma en aquél país, pero en realidad ya es más o
menos acorde con lo establecido en este instrumento legal internacional y esa era
la aspiración principal del Estatuto de Roma, que todos los Estados que
conforman la comunidad internacional, adecúen su derecho penal interno
conforme las tipificaciones de aquél y de esta manera hagan punibles los
crímenes internacionales. Es el caso, que esto no suceda, porque es de aceptar
que no todos los países podrán tipificar los delitos conforme el derecho
internacional, o al menos, no al mismo ritmo que otros, existe el principio de
complementariedad consagrado en el Estatuto de Roma, según el cual, la Corte
sólo es competente para la persecución de un crimen, cuando ningún otro Estado
llamado a conocer de la causa esté dispuesto y en condiciones de llevar a cabo la
investigación o enjuiciamiento. Como consecuencia de ello, ante la imposibilidad
de un Estado de enjuiciar al autor o autores de crímenes internacionales, bien por
ausencia de tipificación o por inadecuación de su sistema de justicia, el caso
puede trasladarse a la Corte Penal Internacional, para que sea éste organismo el
que supletoriamente administre justicia.
El Código Penal Internacional de Alemania, tipifica el delito de Genocidio,
estableciendo que comprende conductas perpetradas con la intención de destruir,
total o parcialmente, a un grupo nacional, racial, religioso o étnico, como tal.
Dando cuenta del modo en que hasta la fecha se había comprendido el tipo penal,
se deja ahora explícitamente en claro que el crimen puede darse por consumado
aunque el ataque esté dirigido en contra de una sola persona. Al respecto de los
Crímenes de Lesa Humanidad, se penalizan determinadas conductas inhumanas
cometidas como parte de un ataque sistemático o generalizado en contra de una
población civil y los actos inhumanos en particular; como actos inhumanos se
encuentran el homicidio, el exterminio, la esclavitud, coacción sexual, desaparición
forzada, sometimiento a graves daños físicos o mentales, privación de libertad y la
persecución. Estos actos inhumanos adquieren la calidad de delitos contra el
Derecho internacional sólo a través de su relación funcional con los elementos de
contexto en el inicio descritos al respecto de estos crímenes. Por su parte los
Crímenes de Guerra cometidos en el contexto de conflictos armados
internacionales o internos, en su tipificación del código alemán, pretenden
restringir y hasta limitar el uso de ciertos métodos y medios de conducción y de
guerra.
En resumen, este código creado por Alemania, busca ser un modelo para la
implementación en otros Estados del Estatuto de Roma, pues crea bases jurídicas
notablemente mejoradas para la persecución de crímenes internacionales por la
justicia penal alemana.
CRÍTICA PERSONAL
De todo esto, es curioso como al final de cuentas fue Alemania quien en nombre
de todos los Estados creó un Código Internacional que concretiza disposiciones no
contempladas en el Estatuto de Roma y dicho sea de paso, recoge el derecho
penal consuetudinario de “todos” los Estados parte, algo anda mal cuando se
analiza que esto no es posible, puesto que no consideró para su implementación
los crímenes cometidos en conflictos armados de América Latina y que entonces
no es el derecho consuetudinario de todos los Estados de la comunidad
internacional, sino de Alemania y de las llamadas potencias mundiales. Es
entonces falaz la afirmación de que se ha buscado codificar el derecho penal
consuetudinario internacional. Incluso esto sería más creíble si estuviera contenido
(el derecho penal consuetudinario internacional) en el Estatuto de Roma, que
aunque no contó para su creación con todos los países del mundo, al menos los
continentes sí se encontraban representados de una u otra manera, pero se dejó
el consenso únicamente de las generalidades aplicables.
A fin de cuentas, tal vez sea imposible poder codificar todo el derecho
consuetudinario cuando la costumbre penal varía tanto de un Estado a otro, quizá
se hubiera podido establecer un consenso por contando con toda la comunidad
internacional y no dejando la tarea al Estado alemán, que siendo uno de los más
bélicos en la historia, deja las armas para intentar gobernar el mundo y se vale de,
entre muchas otras estrategias, la creación de un Código Penal Internacional que
aunque esté muy bien estructurado y sea garante de los derechos humanos, no es
el resultado de la unión de voluntades.