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Guía 5. EL SISTEMA CIRCULATORIO.

Los alimentos ingresan al sistema circulatorio en el proceso de absorción; a través de éste los nutrientes se
transportan a través de la sangre a todas las células de nuestro cuerpo, en conjunto con el oxígeno (02), el dióxido de
carbono (CO2) y los desechos que produce la célula.

Los componentes del sistema circulatorio son: la sangre, corazón y vasos sanguíneos

I. LA SANGRE

La sangre humana está formada por el plasma sanguíneo, los glóbulos rojos o eritrocitos, los glóbulos blancos o
leucocitos y las plaquetas. Su temperatura es de los 36ºC, y una persona adulta tiene un promedio de unos 5 litros
de sangre, lo cual corresponde al 8% del peso de su cuerpo. El plasma sanguíneo es el componente líquido de la
sangre, es decir, una solución que contiene 90-92 % de agua y transporta sus elementos sólidos (glóbulos y
plaquetas). Además, presenta una gran variedad de sustancias en disolución, como azúcares, proteínas, grasas, sales
minerales, etc. que se pueden agrupar en tres categorías:

• Proteínas: Son albúminas, globulinas y fibrinógeno. El fibrinógeno es el responsable de la formación de coágulos, y


la parte de plasma que no lo contiene se denomina suero sanguíneo.

• Sales inorgánicas: Se encuentran disueltas en forma de aniones (iones cloro, bicarbonato, fosfato y sulfato) y
cationes (sodio, potasio, calcio y magnesio). Actúan como una reserva alcalina que mantiene constante el pH (grado
de acidez o alcalinidad) y regula el contenido de agua.

• Sustancias de transporte: son moléculas que proceden de la digestión (glucosa, aminoácidos) o de la respiración
(nitrógeno, oxígeno), residuos del metabolismo (dióxido de carbono, urea, ácido úrico), o bien sustancias absorbidas
por la piel, las mucosas, los pulmones, etc.
a. Los glóbulos rojos o eritrocitos.

Son células de color rojo capaces de captar gran cantidad de oxígeno. En cada milímetro cúbico de sangre existen
entre 4,5 a 6 millones. Esta enorme abundancia hace que la sangre tenga un color rojo intenso. Cuando una persona
padece de anemia, la cantidad de glóbulos rojos baja de los niveles normales, según la edad y sexo.

Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, son células sanguíneas en forma de disco
bicóncavo: un diámetro de 6-9 micras y un espesor de 1 micra, que aumenta progresivamente hacia los bordes (2,2
micras). El ser humano cuenta con 4,5 o 5 millones de eritrocitos por mm3, que constituyen el 45 % del volumen de
la sangre. Los eritrocitos se producen en la médula ósea a partir de una célula madre mediante un proceso de
eritropoyesis. Esta producción es continua porque, cada segundo, los macrófagos del bazo destruyen unos dos
millones de hematíes envejecidos que hay que reemplazar.

Se puede considerar que los glóbulos rojos son células «no vivas», ya que carecen de núcleo y de mitocondrias, pero
esto no les impide realizar su función: el transporte de oxígeno. En su interior, los glóbulos rojos están formados
básicamente por hemoglobina, una proteína constituida por cuatro cadenas de aminoácidos. Cada cadena se asocia
a un grupo molecular, el grupo hemo, cada uno de los cuales cuenta con un átomo de hierro, que fija una molécula
de oxigeno y la trasporta desde los pulmones hasta los tejidos.

b. Glóbulos blancos: los guerreros de la sangre

A diferencia de los hematíes, los glóbulos blancos o leucocitos presentan una estructura nuclear completa. Su núcleo
puede ser esférico, en forma de riñón o polilobulado. Miden entre 6 y 20 micras y su número oscila entre 5.000 y
10.000 por mm3 de sangre.

Órganos productores de glóbulos blancos

Existen distintos órganos productores de glóbulos blancos, repartidos por el cuerpo: la médula ósea, el bazo, el timo,
los ganglios de las axilas, las amígdalas y las placas de Peyer, en la mucosa intestinal. Su función es esencialmente
defensiva frente a las infecciones, ya sea mediante la absorción y destrucción de bacterias (fagocitosis), o bien a
través de procesos inmunológicos.
Dentro de los leucocitos se distinguen dos grandes grupos, los granulocitos y los agranulocitos, según presenten o no
granulaciones en su citoplasma. Los primeros presentan un núcleo con formas muy diversas y actúan por fagocitosis.
Los más numerosos y activos son los neutrófilos (70% del total), además de los basófilos (1 %) y de los eosinófilos
(4%). Los leucocitos sin granulaciones son los monocitos, de mayor tamaño y gran actividad fagocítica, y los
linfocitos, que se dividen en pequeños (el 90%) y grandes (10% restante).

c. Las plaquetas.

Son fragmentos de células sin núcleo. Hay entre 250.000 y 350.000 en cada mm 3 de sangre y su función es la
coagulación de la sangre.

Coagulación y hemofilia

Si pones en un tubo de ensayo un poco de sangre, después de 10 o 15 minutos se espesa hasta formar una masa
pastosa y homogénea, el coágulo. Posteriormente, el coágulose contrae y se separa de un líquido amarillento y
transparente, el suero sanguíneo. El suero se diferencia del plasma en que no contiene fibrinógeno. Esta es una
proteína del plasma que, durante el proceso de coagulación, se transforma en fibrina gracias a la acción conjunta de
la protrombina, una sustancia fabricada en el hígado, y de la tromboplastina, presente en las plaquetas. El coágulo
es, por tanto, una red de fibrina en la cual quedan aprisionados los glóbulos de la sangre y que actúa a modo de
tapón en las heridas. La hemofilia es una enfermedad genética que consiste en la incapacidad de la sangre para
coagularse. Por tanto, en los hemofilicos, incluso pequeñas heridas pueden originar abundantes y hasta mortales
pérdidas de sangre. Esta anomalía hereditaria sólo se manifiesta en los hombres, ya que las mujeres únicamente son
portadoras del gen, pero no están expuestas a sus consecuencias.
Funciones de la sangre

La sangre realiza varias misiones de gran importancia para el funcionamiento del organismo humano. Las más
importantes son:

1.- Transporte de nutrientes. La sangre transporta las sustancias alimenticias desde el intestino delgado hasta todas
las células del cuerpo. Esa misión la realiza el plasma sanguíneo.

2.- Defensa frente a agentes infecciosos. La sangre realiza una función defensiva contra los microbios y otras
sustancias que pueden causar enfermedades. Esta función la realizan tos glóbulos blancos.

3.- Coagulación. La sangre es la encargada de taponar las heridas, tanto externas como internas que se producen en
el cuerpo. Esta función la realizan las plaquetas que, al unirse, bloquean las heridas y coagulan la sangre que fluye
por ellas.

4.- Calefacción. La sangre es un sistema de calefacción para el cuerpo humano. Normalmente, la sangre se
encuentra a una temperatura de 36º y calienta todas las zonas del cuerpo a las que llega. Cuando una zona se enfría,
la sangre fluye hacia ella y se enrojece; de esta forma se consigue que las que están expuestas al frío se calienten.

El corazón.

Es un órgano muscular, del tamaño de un puño, situado en el tórax, entre los dos pulmones y ligeramente
desplazado a la izquierda, por delante del esófago y apoyado sobre el diafragma. Tiene un volumen similar al de un
puño. En su parte interna está dividido en cuatro cavidades o espacios: dos aurículas y dos ventrículos (izquierdos y
derechos); entre las aurículas y los ventrículos de cada lado hay válvulas que regulan el paso de la sangre. Del
corazón salen arterias y venas. Su función es impulsar la sangre a todo el cuerpo, permitiendo así que cada órgano
del cuerpo reciba la cantidad de oxígeno y nutrientes que necesita. Este impulso se transmite a través de las arterias
y ello nos permite contar los latidos de las arterias superficiales del cuerpo.

¿Puede Ud. indicar qué característica especiales presenta el circuito pulmonar o menor?

III. Vasos sanguíneos.

Son tubos encargados de transportar la sangre; corresponden a arterias, venas y capilares.

a. Arteria.
Su forma es tubular, de pared gruesa formada por diferentes capas ubicadas en todo el cuerpo. Las arterias
principales salen del corazón, como la arteria aorta y la arteria pulmonar. La función principal que cumplen
es la de llevar la sangre oxigenada a todo el organismo desde el corazón.
¿Qué consecuencia tendrá una herida penetrante torácica que afecte al pericardio y al corazón?

b. Venas.

También tienen forma tubular, sus paredes son más delgadas que las de las arterias y se encuentran a lo largo y
ancho de todo el cuerpo. Las venas principales son la vena cava y la vena pulmonar. La función de las venas es
transportar el dióxido de carbono (C02).
Capilares. Sus paredes son mucho más delgadas que las venas y
arterias, debido a que llegan a todo nuestro cuerpo en grandes
cantidades. Por ello es que cuando se nos produce una herida,
sangramos. Los capilares permiten la unión entre venas y
arterias.
Su función es vital, ya que a: través de ellos se produce el
intercambio de nutrientes con las células: oxígeno, dióxido de
carbono y desechos. En los esquemas se les representa con el
color rojo a los que resultan de la ramificación de las arterias,
porque transportan sangre con un alto contenido de oxígeno
(02) y, de color azul, a los que formarán las venas, las cuales
llevan sangre con un alto contenido de dióxido de carbono
(C02).

Bazo

El bazo es un órgano abdominal, de forma ovoide y color rojizo, que pesa unos 200
g. Está profusamente irrigado por vasos sanguíneos y puede modificar su volumen
mediante la acumulación de sangre en su interior o pulpa esplénica. Aunque no es
un órgano vital, en casos de emergencia es capaz de liberar la sangre que ha
retenido, con lo que aumenta el riego sanguíneo y la oxigenación de los tejidos.
Al bazo también se le llama cementerio de los glóbulos rojos porque se encarga de
eliminar cada segundo unos dos millones de glóbulos rojos envejecidos.

El bazo también interviene en la linfopoyesis o formación del tejido linfático.

Circulación de la sangre.

La circulación sanguínea del cuerpo humano es cerrada, doble y completa:cerrada, porque no se comunica con el
exterior, como en los insectos, doble,porque posee dos circuitos; y completa, porque la sangre venosa y la sangre
arterial no se mezclan nunca.

La circulación de la sangre ocurre así:

1. La sangre recoge oxígeno en los pulmones y llega al corazón a través de las venas.
2. El corazón impulsa la sangre con oxígeno que llega a todos los órganos del cuerpo a través de las arterias.
3. La sangre con dióxido de carbono vuelve al corazón a través de las venas.
4. El corazón impulsa la sangre con dióxido de carbono hasta los pulmones a través de la arteria pulmonar.

La sangre recoge el oxígeno y se repite el ciclo. La circulación que realiza la sangre entre el corazón y los pulmones
recibe el nombre de circulación menor: y el recorrido que realiza la sangre entre el corazón y el resto del cuerpo
recibe el nombre de circulación mayor.
Guía 6. SISTEMA RESPIRATORIO
Damos el nombre de aparato respiratorio al conjunto de estructuras que permiten la captación de oxigeno y la
eliminación del anhídrido carbónico producido en la respiración interna. En el hombre el proceso respiratorio tiene
como órgano central a los pulmones, vísceras situadas en el tórax, a ambos lados del corazón. Para llegar a los
mismos, la sangre venosa y el aire atmosférico siguen caminos distintos: aquella accede a través de las arterias
pulmonares y éste por un largo conducto que comprende las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea y los
bronquios.
Puesto que las fosas nasales y la faringe son tratadas en otro lugar de esta obra, iniciaremos la descripción del
aparato respiratorio en la laringe.

¿Qué consecuencias trae la fractura del tabique nasal?

Laringe
Es una estructura Músculo cartilaginosa, situada en la parte posterior
del cuello, a la altura de las vértebras cervicales 5º, 6º y 7º. Está en
comunicación con la faringe y con la tráquea. Es el órgano de la
fonación.
Está formada por tres cartílagos impares y medios, los cartílagos
cricoides, tiroides y epigl6tico, y por cuatro pares laterales, todos ellos
articulados, revestidos de mucosa y movidos por músculos.
Internamente presenta una hendidura anteroposterior, la glotis,
limitada lateralmente por unas cintillas membranosas, las cuerdas
vocales, dos a cada lado, superiores e inferiores.

Los músculos de la laringe movilizan Los cartílagos en el acto de la


deglución, cerrando la abertura laríngea para evitar que penetre
contenido alimentado en las vías respiratorias, y tensan las cuerdas
vocales.

TRÁQUEA
Es un conducto situado entre la laringe y el origen de los bronquios. Tiene entre 12 y 15 cm de longitud y está
constituida por unos 16-20 cartílagos en forma de anillo unidos entre sí. Está revestida de epitelio con abundantes
glándulas mucosas.

BRONQUIOS
Son los conductos resultantes de la bifurcación de la tráquea. Se continúan con los bronquios lobares destinados a
cada lóbulo pulmonar. En el pulmón derecho hay tres bronquios un bronquio lobar superior, uno medio y otro
inferior, y en el pulmón izquierdo únicamente encontramos dos: un bronquio lobar superior y un bronquio lobar
inferior. Estos, a su vez, dan lugar a los bronquios segmentarios, para los distintos segmentos de cada lóbulo
pulmonar. Los bronquios segmentarios van dividiéndose en forma de ramificaciones hasta alcanzar tamaños
diminutos, terminando cada uno de ellos en un alvéolo pulmonar. Su configuración anatómica es semejante a la de
la tráquea.
PULMONES
Son dos, uno derecho y otro izquierdo, y están situados en el interior de la cavidad torácica, separados por el
corazón y por los órganos del mediastino, espacio comprendido entre ambos pulmones. Son órganos blandos,
esponjosos y dilatables. Su forma es la de un cono truncado. Presentan una cara externa en relación con la pared
costal, una cara interna, en relación con el mediastino, una base que descansa sobre el diafragma y un vértice,
situado a la altura de la primera costilla. Están divididos en lóbulos, tres en el derecho y dos en el izquierdo por las
cisuras.
Tienen unos 26 cm de alto por 15 de diámetro anteroposterior, y una capacidad de unos 1.600 cm3, siendo el
derecho mayor que el izquierdo. La estructura básica del pulmón es el lobulillo pulmonar, que consta de
un bronquiolo que se ramifica y termina en unas pequeñas dilataciones o alvéolos pulmonares, cada uno de los
cuales está en contacto con una fina red de capilares sanguíneos en los que tiene Lugar la función esencial del
pulmón, la hematosis u oxigenación de la sangre venosa.

Después de circular por las vías respiratorias el aire inspirado penetra en los alvéolos pulmonares. En ellos el oxígeno
atraviesa las membranas alveolar y capilar, pasando a los hematíes y fijándose en la hemoglobina de éstos. El dióxido
de carbono sigue el camino inverso, y se expulsa en la espiración.
Transporte de oxígeno: cuestión de presión

Cuando el aire penetra en los pulmones y llega a los alvéolos pulmonares, el oxígeno atraviesa sus delgadas paredes
y pasa a los capilares sanguíneos, que los rodean como una fina red. La hemoglobina, una proteína de los glóbulos
rojos de la sangre, recoge el oxigeno del aire inspirado y lo transporta al corazón, desde donde se distribuye, a través
de las arterias, a todas las células del organismo. Los glóbulos rojos recogen el dióxido de carbono de las células y lo
transportan por las venas hasta el corazón, que lo impulsa hacia los capilares sanguíneos de los alvéolos para su
expulsión al exterior. El cambio de oxígeno por dióxido de carbono se realiza porque, como todos los gases, ambos
se trasladan desde las zonas de mayor presión a las zonas donde la presión es menor. Entre los alvéolos y los
capilares sanguíneos también se produce esta diferencia de presión. Al inspirar, la cantidad de oxigeno en los
alvéolos es muy superior a la que existe en los capilares, por lo que pasa hacia estos. Con el dióxido de
carbono sucede lo mismo: existe una mayor cantidad en los capilares venosos que rodean los alvéolos, por lo que
este gas pasa a los alvéolos pulmonares y se elimina a través de la espiración.

Pleuras
Son dos hojas serosas que recubren a los pulmones. Hay una pleura visceral que recubre la superficie pulmonar y
una pleura parietal que corresponde a las paredes de la caja torácica. Ambas hojas están en íntimo contacto, pero
existe un espacio entre ellas, el espacio pleural. Facilitan el deslizamiento de los pulmones sobre las paredes de la
caja torácica.

Vascularización del pulmón

Existen dos circuitos con funciones distintas. Las arterias pulmonares conducen desde el corazón la sangre venosa
procedente del ventrículo derecho y acompañan a los bronquios hasta la red capilar de los alvéolos. Las venas
pulmonares recogen la sangre oxigenada en los alvéolos y conducen la sangre a la aurícula izquierda.
Las arterias bronquiales son los vasos nutricios, existiendo uno para cada pulmón. La sangre venosa es recogida por
las venas bronquiales que desembocan en la vena ácigos.

¿Qué papel juega la musculatura bronquial en el asma?

¿Qué consecuencias trae sobre el esqueleto facial la respiración bucal.

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