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ANASTASIO SOMOZA DEBAYLE: VERDADES Y MENTIRAS

A lo largo de todos estos 17 años, y aún cuando ejercía la presidencia de Nicaragua, se tejieron muchas historias sobre la
forma de vida y los bienes que poseía el General Anastasio Somoza Debayle. Algunos hoy día afirman que era dueño de
las tres cuartas partes de Nicaragua, en un afán de demostrar que obtuvo riquezas de forma ilegal y aprovechándose de
su cargo público.
En realidad Anastacio Somoza Debayle comienza a incursionar en los negocios en el año de 1947, una vez que concluyó
sus estudios de Ingeniería y militares en la Academia Militar de West Point en los Estados Unidos. Su padre, el también
General Anastasio Somoza García, ejercía la presidencia del pais por primera vez, precisamente ese año concluyó su
primer período de gobierno.
A fines de 1947 asumiría Leonardo Arguello que no pudo sostenerse mucho tiempo porque al intentar separar al primer
Somoza del poder, fue echado por un golpe de estado. Entonces fue designado Benjamín Lacayo Sacasa que en 1948
entregó el poder "a medias" a Víctor Román y Reyes quién estuvo de facto por dos años y ya en 1951, hasta su muerte
cinco años después, el primer Somoza volvió a ser Presidente de Nicaragua.
En realidad el poder de los Somoza se remonta a los años de gobierno del Dr. Juan Bautista Sacasa en 1933, cuando el
primer Somoza es nombrado Jefe Director de la recién creada Guardia Nacional, una vez que éste manda asesinar a
Augusto César Sandino, traiciona a su tío político, nombra a Carlos Brenes Jarquin en la Presidencia y de ahí hacia
adelante alternaría el poder.
Los amigos más íntimos y personales se refieren a "Tacho" Somoza Debayle en 1947 como "un muchacho alegre, muy
amigable, pero siempre con el talante de los Somoza Debayle". Los Somoza son originarios de Masatepe y los Debayle
de la ciudad de León, cuna del liberalismo nicaragüense.
Cuando regresó de West Point se enamoró perdidamente de la señorita Bertita Zambrana, una muchacha muy linda
originaria de Niquinohomo, muy amiga de la familia del Dr. Manuel Zurita, donde ella se hospedaba en Managua. Este
romance duró algún tiempo, y según los testigos fue una relación muy "pasional y romántica".
En los años siguientes a 1950 "Tacho" entró a formar parte de la Guardia Nacional, como capitán, aunque sin funciones
especificas. Estando en el ejército se encaprichó con su prima, Hope Portocarrero, que vivía con sus padres en Tampa,
Florida. Hasta ahí la visita "Tachito" cuando tenía oportunidad de ir a Miami y es así que inicia el romance que los llevó al
matrimonio.
EL CASAMIENTO:
Fue en diciembre de 1950 cuando Anastacio Somoza Debayle contrajo nupcias con Hope Portocarrero. Para la boda se
organizó una fastuosa ceremonia, conformada por seis caballeros de honor con sus respectivas damas, bellamente
vestidos, pues se trataba nada más y nada menos que el casamiento del hijo mayor del General Somoza que seguía
siendo Jefe Director de la Guardia Nacional y había asumido hacía unos meses la magistratura del país por segunda vez.
La recepción oficial tuvo lugar en el recién inaugurado edificio del Palacio de Comunicaciones, frente al Parque Central
de Managua. Eran los tiempos dorados de la capital nicaraguense, hermosas avenidas y modernos edificios, un comercio
en plena ebullición. Ahí está siempre el edificio, rodeado ahora de viejas ruinas dejadas por el terremoto de 1972. Hoy
en día es el principal centro de correos postales y lleva el nombre de un héroe sandinista, Jorge Navarro.
En la recepción se dieron cita la crema y nata de la política criolla nicaragüense, los empresarios amigos del régimen y el
cuerpo diplomático. Incluso, vino desde Panamá el Presidente Remon para estar presente en la boda. Anastasio Somoza
García, el padre de la dinastía, ejercía una enorme influencia, pues manejaba muy firme la jefatura de la Guardia
Nacional y eso le daba un poder absoluto.
Hubo un baile de gala con una orquesta, en los hermosos salones del Palacio de Comunicaciones, entonces convertido
en una pequeña replica del Palacio de Versalles en Francia. Todo era gloria y esplendor, y para la época fue por supuesto
un gran acontecimiento social y noticioso, tanto en Nicaragua como en el mundo.
LOS NEGOCIOS:
Una vez casado, Somoza pasó de lleno a apoyar a su padre desde la Guardia Nacional donde fue ascendiendo en varios
rangos hasta convertirse en Mayor General. Es aproximadamente a partir de los años 50 cuando comienza a incursionar
en los negocios, antes que muriera su padre.
Su primera y más querida empresa fue la "Mercedes Benz", una empresa que estaba quebrada y Somoza la adquirió e
hizo sociedades con otros empresarios. Cuentan sus antiguos socios que "era un hombre muy inteligente y muy hábil
para los negocios, tenía mucha visión como empresario".
Cuando matan a su padre en septiembre de 1956, su hermano Luis pasa a ser el Presidente de la República. La
Constitución Política de entonces, adecuada a los intereses, establecía que si fallaba el mandatario asumiría la
magistratura de la nación el Presidente del Congreso, entonces Luis era Presidente de ese importante poder del estado y
asumió el poder.
Los Somoza o por lo menos el padre, delineaban muy bien sus estrategias de poder. El Padre en la Presidencia, Luis
controlaba el Congreso y Tacho en la Guardia Nacional, desde ahí comenzó a granjearse amistades y favores y a
establecer un liderazgo único, una lealtad total de la Guardia hacia su persona.
Al morir Luis Somoza en 1963 asumió el poder el Dr. René Shick Gutiérrez, que lo ejerció hasta 1967 cuando muere de
un infarto. A partir de entonces Tacho se lanza para candidato presidencial del Partido Liberal Nacionalista y gana las
elecciones, asumiendo la Presidencia por primera vez. Además ya era el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas con rango
de General de División.
Es en la década de los años sesenta que Nicaragua logra insertarse en el mercado internacional, el país se convierte en
precapitalista, hay un enorme auge en el algodón y otros productos de exportación, la manufactura, industria, así como
el desarrollo de la ganadería y la agricultura. Nicaragua llegaría ser entonces el "granero de Centroamérica.
Los exsocios de Somoza reseñan esto de la siguiente manera: "Su interés principal era Nicaragua, cómo sacar el país
adelante, cómo asimilar los adelantos modernos al progreso del país, crear nuevas fuentes de trabajo".
La "doctrina Monroe" de los Estados Unidos y su famosa "Alianza para el Progreso" ayudaron de muchas formas para
que el gobierno de Somoza, aliado estratégico e incondicional de los norteamericanos, pudiera desarrollar importantes
obras de progreso, como la energía eléctrica, el agua potable, las telecomunicaciones, las carreteras y mejor posición de
Nicaragua a nivel internacional.
Probablemente es a partir de entonces que, apoyado por sus influencias, comienza a engrandecer sus negocios.
Es preciso aclarar que durante muchos años se ha especulado sobre los bienes reales de Somoza. Algunos han dicho que
llegó a tener una fortuna cercana a los mil millones de dólares, otros que 500 y algunos han rebajado a 300 millones de
dólares, pero a ciencia cierta jamás se han dado detalles de la fortuna real.
Antiguos socios de Somoza consultados por el que escribe, han dicho que "esas son cifras antojadizas, pues lo más a que
pudieron llegar los bienes de Tacho eran 100 millones de dólares".
Al momento de su caída del gobierno el 17 de Julio de 1979, Somoza había liquidado y vendido una serie de empresas
quebradas. Algunos amigos le aconsejaron despojarse de ellas y concentrar sus esfuerzos en las más rentables.
Para 1977, cuando sufre un infarto y es llevado a los Estados Unidos, se le recomienda alejarse por entero de sus
negocios para que esas presiones no le ocasionaran stress, y dedicar poco tiempo a sus gestiones de gobierno. En algún
tiempo Somoza gobernaba desde su hacienda de playa, Montelimar o desde su residencia particular, "El Retiro" en
Managua.
Montelimar es ahora un lujoso hotel privado de la firma española Barceló que lo compró luego que el Gobierno de
Violeta Barrios de Chamorro lo privatizara a inicios de 1990, mientras que la hacienda de "El Retiro" es ocupada por la
Secretaría de Juventud y Deportes del Gobierno actualmente. En sus antiguos y extensos patios han sido construidos un
estadio para niños y canchas deportivas.
En aquella oportunidad, 1977, Somoza formó un Consejo Superior de Empresas que se encargaría de supervisar la
operación de sus empresas particulares, que eran independientes a las propiedades de "Sucesión Somoza", es decir
todos los bienes dejados por Anastasio Somoza García y que fueron repartidos entre Tacho, Lilliam Somoza y doña
Salvadora Debayle.
El Consejo Superior de Empresas "ASD" lo formaron destacados gerentes de las principales empresas, que
fundamentalmente estaba conformada por las empresas MAMMENIC LINES; el Canal 6 y Estación X; de Arrocera Cuatro
Palos; del Banco de Centroamérica y la Compañía Cementera.
Este consejo dirigido por un grupo de gerentes gozaba de toda la confianza de Somoza. Dicho consejo se encargó de
depurar y liquidar los negocios que no producían ganancias, de vigilar y controlar las operaciones de las restantes
compañías, a fin de evitar situaciones peligrosas que pudieran afectar la salud del Presidente.
Es preciso puntualizar aquí que cuando Somoza se retira de Nicaragua sus empresas son pocas y bien consolidadas, la
mayoría habían sido cerradas por ser infuncionales. Con esto se demuestra que muchas empresas que fueron
confiscadas por los sandinistas a través de los decretos 3 y 38 y que estaban en manos de otras personas, ya no eran de
Somoza al 19 de Julio de 1979.
Algunas versiones periodísticas afirman que Somoza tenía tantas propiedades que no sabía cuáles eran, pero en realidad
las conocía y las manejaba a través de este consejo. Insisto en aclarar que cuando Somoza abandona Nicaragua sus
empresas habían sido vendidas.
Los integrantes del Consejo Superior de las empresas de "ASD" se reunían permanentemente para supervisar el
desarrollo de los negocios y reportar al Presidente como marchaban sus inversiones.
EMPRESAS CONCRETAS:
Al 19 de Julio de 1979, Anastacio Somoza mantenía pocas empresas, estaba talvez considerando seriamente su renuncia
a la presidencia y por eso había hecho importantes inversiones fuera de Nicaragua. La situación política interna en el
país iba de mal en peor.
Los sabotajes, la muerte de Pedro Joaquin Chamorro en enero de 1978, la toma del Palacio Nacional el 22 de Agosto de
ese año y la ofensiva militar sobre diversas ciudades en Octubre también del 78, habían provocado importantes fugas de
capital y el deterioro de la economía. Los bancos estaban perdiendo, no recuperaban los créditos y los depósitos
estaban reduciéndose. A esto hay que sumar que un destacado grupo de empresarios del Consejo Superior de la
Empresa Privada se había declarado en contra de Somoza y apoyaban cuanto paro se anunciara, todo para estar en
contra del régimen.
Por eso Somoza ya tenía inversiones fuera de Nicaragua. Era dueño de una Mina de Carbón en Colombia, de la Revista
VISION de México y de una cadena de restaurantes en Guatemala. La mayoría de sus dineros estaban depositados en
bancos de los Estados Unidos y otros en su propio banco de Nicaragua.
En Nicaragua sus empresas más fuertes eran la Compañía Nacional Productora de Cemento; la Empresa Promarblue en
Corn Island; CARNIC,S.A.; la Radio Estación X; Televisora de Nicaragua Canal 6; Dismotor, S.A. ó Mercedes Benz; el Banco
de Centroamérica; Arrocera Morillo, S.A.; Las Vegas de Jalapa, que era una procesadora de Tabaco; Fábrica de Hilados y
Tejidos El Porvenir; una parte de las acciones de la línea aérea NICA que le correspondieron por la Sucesión Somoza pues
su padre fue el primer dueño de la compañía; Mamenic Line, como parte de la Sucesión Somoza; el Ingenio Montelimar,
como parte de la Sucesión Somoza; Alumex, que era una fábrica de Aluminio y Aislite, S.A., una fábrica de camas y
colchones.
Hubo otras empresas más, pero eran de menor importancia por ser pequeñas, en ellas tenía pocas acciones. Cuando se
conformó el Consejo Superior de Empresas se cerraron muchos negocios, incluidos estos pequeños.
Tenía algunas propiedades en los Estados Unidos, como una residencia en Miami, en Homestead, en Washington y las
islas Bahamas. Hacía unos años antes invirtió en un lujoso apartamento que regaló a Dinorah Sampson en la Florida.
LOS BIENES Y LOS HIJOS DE SOMOZA:
Al morir el General Anastasio Somoza Debayle, asesinado en Paraguay el 17 de Septiembre de 1981, todas sus empresas
pasaron a formar un TRUST, es decir un fideicomiso. Mientras las empresas se mantuvieron en TRUST ganaron intereses
que después se capitalizaron y se distribuyeron entre sus hijos.
Los más notables son las que heredaron Anastasio Somoza Portocarrero, que actualmente radica en Guatemala y
maneja personalmente los negocios en ese pais, la Revista VISION en México y la mina de Carbón en Colombia.
"El Chiguin" como se le llamó popularmente, afirma haber escapado a dos atentados en su contra, organizados por el
Frente Sandinista cuando estaba en el poder, aunque se desconocen detalles de los supuestos ataques para acabar con
su vida.
Recientemente cerró sus oficinas en Miami, a donde viaja regularmente, pero radica con su familia en Guatemala,
llevando una vida muy discreta, no le interesa incursionar en política.
Es el más criticado de los hijos de Somoza por "haberse portado mal" con los extintos Guardias Nacionales que viven en
Miami. Muchos de ellos buscaron a Somoza Portocarrero y éste siempre se negó en ayudarles y preocuparse por sus
problemas. Es por eso que las afirmaciones que hacen medios de comunicación del Frente Sandinista de que Somoza
Portocarrero está financiando a dos grupos de ex guardias nacionales que se han organizado como "veteranos de
guerra" en Nicaragua, son falsas.
El más cercano colaborador del "Chiguin" siempre fue el General Samuel Genie, también uno de los más cercanos al
General Somoza.
Somoza Portocarrero siempre fue muy leal a su padre, tenia mucha influencia en sus negocios. El posee un carácter muy
Sacasa, es decir, acomodador, zalamero y directo para los negocios.
Su hermano Roberto, maneja otros negocios personales y la Hacienda Ganadera en Argentina que compró su padre
antes de morir.
El otro hermano, Julio, continúa recluido en un sanatorio para enfermos mentales en los Estados Unidos. Este padecía
de problemas psíquicos antes de 1979 y desde entonces está enfermo.
Carolina, otra de las hijas de Somoza está casada y vive en Nueva York, y Carla, la hija menor visita regularmente Miami.
Las hijas mujeres son las que menos figuración y participación política han tenido y ahora hacen una vida discreta y
dedicadas a negocios personales.
TENIA DEUDAS "EL HOMBRE:"
Los antiguos socios del General Somoza des

tacan que "era un hombre que siempre estaba pensando en cómo lograr que Nicaragua progresara y vivía urdiendo
como realizarlo, pensaba en el bien del país y como mejorar sus condiciones, por supuesto que pensaba en sus
empresas".
Ambicionando siempre con hacer crecer sus negocios y debido a la variada naturaleza de los mismos y de la gran
necesidad de capital para su manejo y mantenimiento, Somoza contrataba préstamos con bancos locales y extranjeros,
de la misma manera que lo hacen todos los empresarios.
A la hora de su salida al exilio y estando en Paraguay, Somoza tuvo que honrar esas deudas, aún cuando sus empresas
habían sido confiscadas por el régimen sandinista y tuvo que pagar a bancos extranjeros alrededor de 25 millones de
dólares, pues los préstamos habían sido avalados con su firma personal. Somoza pagó sus obligaciones con bancos
internacionales billete sobre billete, es decir murió sin deudas, pero sobre todo, con mucho menos del capital que
siempre se la achacado en Nicaragua.
Esto es bien importante destacar ahora que una parte de la familia dinástica, los Sevilla Somoza, van a introducir
recursos de nulidad de las confiscaciones de que fueron objeto de parte del régimen sandinista. Ellos piensan recuperar
al menos 50 empresas, que dicen sumar 250 millones de dólares.
Antiguos allegados a Somoza estiman que esto es irreal, puesto que si "Tacho" era propietario de 100 millones, es
imposible que los Sevilla Somoza, viviendo fuera del país, tuvieran toda esa cantidad que ahora reclaman.
PERFIL:
Uno de los más cercanos colaboradores de Somoza era el General Adonis Porras, recientemente fallecido en los Estados
Unidos a consecuencia de un cáncer terminal. Por muchos años estuvo al lado de Somoza. El día que lo asesinaron
Porras se encontraba radicando en Miami y no pudo hacer nada por la seguridad de su antiguo jefe.
Porras contaba entre círculos de amigos que Somoza era un hombre muy metódico. Su día de trabajo comenzaba a las
seis de la mañana, al levantarse.
En short y camiseta se quedaba en "El Retiro" leyendo todos los diarios nacionales, especialmente La Prensa uno de sus
más críticos, y muchos extranjeros en busca de noticias. También gustaba de oír radio y no se perdía los comentarios
deportivos, especialmente los de su propia emisora, Estación X, donde había contratado los servicios del mejor narrador
deportivo nicaragüense de todos los tiempos, Sucre Frech.
Recibía y atendía muchisimas llamadas telefónicas en su despacho privado. Luego se vestía y se trasladaba a Casa
Presidencial (antes del terremoto de 1972), o se alistaba para formalizar reuniones o entrevistas.
Somoza era un hombre que manejaba muchas y excelentes relaciones con los círculos de poder de Centroamérica y los
Estados Unidos, en éste último sostenía permanentes contactos con senadores y congresistas con los cuales realizaba
lobbies para conseguir ayuda para sus proyectos de inversión social, y últimamente, para sostenerse en el poder.
Según Porras, cuando se trasladó al Bunker su rutina cambió poco y sus salidas públicas disminuyeron cuando la
situación política del país se volvió difícil.
En los tiempos anteriores y cuando las cosas estaban más o menos normales, Somoza solía visitar restaurantes,
especialmente Los Gauchos donde tenía acciones, visitaba muchos hogares de amigos y participaba en cenas y
reuniones.
El fallecido General Porras describía a Somoza como "un hombre muy jovial y le encantaba rodearse de amigos".
En una entrevista concedida hace varios años al semanario nicaragüense "7 Días" el primo hermano de Somoza, Luis
Pallais Debayle, que realizó muchas gestiones diplomáticas en su favor, decía que su primo "era un hombre especial,
tenía por eso muchos problemas con la Hope (su esposa) pues ella era una mujer refinada y a él le gustaba tomar flor de
caña y comer su gallo pinto todos los días".
Alguna vez vimos a Somoza fumando en público? No, pero fumaba puros, especialmente hechos para él por su propia
fábrica en Estelí, que manejaba su socio Daniel Rodríguez y René Molina.
"Siempre tenía un puro en la mano y los fumaba hasta el último chupete. En cuanto al alcohol, le gustaba tomar tragos
con amigos, le gustaba relajarse en confianza y saborear unos buenos tragos. Con sus amigos siempre fue leal y cariñoso,
los que le conocimos bien calificaríamos al General como un hombre comprensivo y bien intencionado", nos dijo uno de
los antiguos socios de Somoza.
DINORAH SAMPSON:
Los que han conocido a Dinorah Sampson, la compañera de vida en los últimos años del General Anastasio Somoza
Debayle la han descrito como "una mujer muy bella y encantadora". Ella llegó a suplantar el papel de Hope Portocarrero,
fue la primera dama de facto, es decir sin nombramiento oficial alguno.
En una fiesta privada a la acudió el General, le presentaron a esta muchacha, morena, esbelta, sensual y risueña, que se
declaró "admiradora" de él. Inmediatamente cautivó a Somoza que se volvió loco por ella.
A raíz de una invitación que le hiciera Somoza para vacacionar un fin de semana en Montelimar, dió inicio un gran idilio,
un romance pasional profundo con la joven Sampson.
"Ella es una mujer extraordinaria, muy inteligente, que sabía controlar las emociones de Somoza, sobre todo llegó a
tener mucha influencia en él", nos dijo el conocido periodista y empresario radial nicaragüense, Fernando Calderón
Villanueva, con quién Sampson trabajó algún tiempo antes de conocer a Somoza.
Dinorah en realidad llegó a tener mucha influencia. Altos oficiales de la Guardia Nacional hasta le llevaban serenatas en
su cumpleaños, primero para quedar bien con Somoza y segundo, porque Sampson "les ayudaba cuando necesitaban de
sus gestiones ante el Presidente".
Dinorah se encontraba al lado de Somoza en el Paraguay el día que fue asesinado, a partir de entonces se trasladó a vivir
a un apartamento de lujo que el propio Presidente le había obsequiado hace algunos años. Se especula que ahora ella,
después de haber sufrido estafas en algunas inversiones que realizó, se ha trasladado a vivir a Venezuela. Se presume
que Somoza le dejó una buena herencia, que probablemente no ha sabido bien administrar.
Recientemente la subastadora de antigüedades en Miami "Sloan’s" subastó una serie de recuerdos que Dinorah
guardaba en una bodega. Al no pagar la renta por varios años decidieron poner a la venta los objetos.
En varias cajas se guardaban libros personales de Somoza, fotografías, afiches, posters, algunas pinturas al óleo, un
busto del Presidente Lyndon B. Jonhson, y hasta una parte del libro personal, el libro diario de Dinorah.
Narra el libro que en Julio de 1977, aparentemente en los mejores momentos de su íntima relación Somoza le hacía
obsequios para halagarla.
LA GUARDIA NACIONAL:
Algunas personas han hablado y escrito sobre la lealtad asombrosa de la Guardia Nacional hacia Anastasio Somoza
Debayle. Estudiosos de las castas militares en América Latina han calificado esto cómo "un fenómeno".
En la Guardia Nacional existía una disciplina y lealtad de forma tal que todos aceptaban su jefatura, sin discusión alguna.
La Guardia Nacional fue siempre una organización que creció a la sombra del poder de la dinastía, era una especie de
ejército personal. Lo más importante es que le fueron fiel hasta el último momento.
Por eso, cuando Somoza negociaba su salida con el embajador norteamericano Lawrence Pezullo, siempre insistió en
que la Guardia Nacional debía quedarse intacta, que se respetarían sus grados y que jamás se entregaría a los
comunistas.
En un momento determinado Somoza hasta tuvo miedo que los oficiales más altos del Estado Mayor de la GN le dieran
un golpe de estado o lo mataran, si se daban cuenta que estaba negociando con los norteamericanos cómo salir del
poder.
El mismo Somoza lo cuenta en su libro "Nicaragua Traicionada" y detalla las conversaciones sostenidas con los
representantes norteamericanos, en dónde siempre puso de condición la institucionalidad de la Guardia Nacional una
vez que se esperaba un nuevo Gobierno provisional se hiciera cargo del país.
SOMOZA UN ANTI COMUNISTA DE SIEMPRE:
El General Anastasio Somoza Debayle era un firme creyente que el comunismo era un peligro para el continente, así lo
hacía saber en sus encuentros con senadores y congresistas norteamericanos, cuando visitaba Washington o cuando
éstos venían a Managua.
Para la invasión norteamericana a "Bahía de Cochinos" en Cuba, ya dominada por Fidel Castro en los años 60, Somoza
prestó a los Estados Unidos la zona de Puerto Cabezas en el Atlántico nicaragüense, desde dónde fueron transportadas
tropas de infantería y marina.
El fracaso de la invasión norteamericana fue un fracaso para Somoza, que se ganó el odio y la enemistad de Fidel Castro,
que ya entonces financiaba a la guerrilla sandinista. Castro acogería a los principales líderes del FSLN, los entrenaría y
financiaría para derrocarlo.
Somoza viajó a China Taiwan a dar su respaldo al General Shan Kei-Shek, que acababa de pedir a la Organización de
Naciones Unidas ser miembro pleno de ese foro, ante la total oposición de China Continental. Taiwan se había
proclamado como "China Nacionalista" y fundador de la Liga Anticomunista Mundial.
Desde los años 60, Somoza pasó a integrar y ser uno de los propulsores de ésta Liga Anticomunista Mundial, que le
permitió buenas relaciones con los asiáticos que pronto llegaron a Managua a abrir restaurantes, comercio y a hacerse
cargo de las primeras industrias de maquila y textiles.
Siempre enconado contra cualquier resabio de comunismo y por ser un aliado estratégico e incondicional de los Estados
Unidos, Somoza también apoya la caída del gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala, golpe que fue organizado y
ejecutado por la CIA, ya que era un gobierno socialista que constituía una seria amenaza a la estabilidad de la región.
Arbenz se encontraba propugnando por una reforma agraria para el campesinado guatemalteco y pujaba por una total
independencia de los norteamericanos, que le valió ser derrocado y expulsado de Guatemala.
LA TRAICION DE LOS ESTADOS UNIDOS:
Una vez en Asunción, Paraguay, Anastasio Somoza Debayle escribió no sus memorias como todos hubiesemos querido
leer, sino un bosquejo de lo que significó para él abandonar el poder en las circunstancias en que lo propiciaron los
Estados Unidos en 1979.
"Nicaragua Traicionada" es hasta ahora el único libro escrito por Somoza en el que cuenta detalles de sus relaciones con
los Estados Unidos en los estertores de su mandato. Culpa a la política del recién nuevo Presidente Jimmy Carter de ser
el culpable de haber "entregado a Nicaragua en brazos del comunismo internacional".
Casi a finales de 1978, en Octubre para ser exacto, los sandinistas montaron una terrible ofensiva militar contra
importantes ciudades de Nicaragua. Estelí, Masaya, Río San Juan y León fueron las que mayor sufrieron los embates de
la guerra. Los aviones de la Fuerza Aérea Nacional tuvieron que bombardear y destruir y esto provocó enorme pánico en
la población.
Carter acababa de asumir la presidencia de los Estados Unidos blandiendo la bandera de "la defensa de los Derechos
Humanos para América Latina". Los demócratas veían que el Continente americano estaba plagado de dictaduras
militares que de alguna forma estaban dando motivos para que los movimientos insurreccionales de izquierda tomaran
fuerza.
En Bolivia, Perú, Argentina, Ecuador, Paraguay, Chile, Panamá, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, se
encontraban gobernando regímenes militares de derecha. Las violaciones a los derechos humanos eran diaria noticia en
los medios, y eso tenía que terminar según el concepto de los demócratas en el poder.
En Nicaragua se habían asentado decenas de corresponsales extranjeros que a diario reportaban los crímenes de la
Guardia Nacional, pero no destacaban las atrocidades de la guerrilla sandinista.
Presionado precisamente por esa nueva forma de gobierno norteamericano Somoza accedió a hablar de su probable
salida con el nuevo embajador de Estados Unidos, Lawrence Pezzullo.
En las primeras pláticas acordaron que Somoza y sus allegados, ministros, el estado mayor de la Guardia y sus familiares
cercanos, dejarían el poder. Somoza renunciaría y daría paso a la conformación de una Junta de Gobierno provisional
civil, que aunque estaría integrada por algunos miembros del FSLN no sería un gobierno comunista.
Pezzullo prometió que sólo estarían seis meses fuera del país, que una vez que se asentara el nuevo gobierno, todos
regresarían, bajo la promesa que ya no insistirían en retomar el poder.
En su reciente libro sobre el caso Nicaragua, Pezzullo señala que Somoza fue el culpable de que los sandinistas llegaran a
Managua de forma victoriosa. Afirma que "Somoza era un dictador prepotente y poco inteligente, muy impulsivo, que se
aferraba en mantener el poder a toda costa".
En otras reuniones Somoza hizo una contrapropuesta. Llamar a un gobierno de coalición. Los políticos del Partido Liberal
Nacionalista y del Partido Conservador de Nicaragua, entonces partidos mayoritarios, formarían un cogobierno y
llamarían a nuevas elecciones, pero esto fue rechazado por Estados Unidos y un grupo de países latinoamericanos que
presionaban desde la Organización de Estados Americanos para que abandonara el poder.
Entonces Somoza accedió a entregar el poder pero bajo algunas condiciones. "Nicaragua no puede caer en manos del
comunismo, jamás lo aceptaremos y si es preciso nosotros iremos a las montañas a luchar", diría a Pezzullo.
El embajador gringo aceptó que la Guardia Nacional permaneciera intacta como institución armada del país. Para eso se
puso en contacto con el jefe del ejército sandinista, Humberto Ortega, con quienes acordaron que una vez tomara
posesión el nuevo gobierno civil provisional, se conformaría un nuevo y sólo ejército nacional, es decir habría una fusión.

Con esto los norteamericanos aseguraron a Somoza que el país no caería en manos del comunismo, el sólo hecho que la
Guardia Nacional se mantuviera incólume y después se fusionara era una garantía que no habría un gobierno de
izquierda. El problema después sería cómo convencer a los dos ejércitos enemigos y antagónicos de transar por el bien
del país.
Pero Somoza insistía en lo que se denominó "Un Somocismo sin Somoza". En Marzo de 1979 y tan sólo un par de
semanas antes de la insurrección final, El General Anastasio Somoza Debayle viajó de forma privada a los Estados
Unidos. En Managua era "Semana Santa" y se dijo que el jefe de estado iba de vacaciones a Miami.
En realidad Somoza fue a cabildear a Washington donde logró reunirse con senadores y congresistas amigos, pero todos
insistían en que Carter no lo dejaría tranquilo con su política de los "derechos humanos" y que de alguna forma estaba
perdiendo el control de la nación. Se le pedía a Somoza evitar un baño de sangre. El meollo del asunto giraba en torno a
cuál era el momento oportuno para que abandonara el poder.
Somoza regresó a Managua y en el salón Ruben Dario del Hotel Intercontinental brindó una conferencia de prensa. "No
me están hiendo, ni me voy", dijo Somoza en medio del sonado aplauso de los seguidores, Ministros, alta oficialidad de
la Guardia y amigos. "Yo soy y sigo siendo el Presidente y me voy a mantener en la Presidencia hasta 1981 que es
cuando termina mi período de gobierno".
Según cuenta Pezzullo en su libro "este empecinamiento de Somoza de no dejar el poder, cuando había acordado que el
Departamento de Estado (de Estados Unidos) que dejaría el gobierno en un par de semanas, molestó mucho al
Secretario de Estado y a los subsecretarios del área latinoamericana, a tal punto que el Presidente Carter ordenó dar un
ultimátum a Somoza para que dejara el país".
El propio Somoza en "Nicaragua Traicionada" reconoce que en su última conversación con Pezzullo hubieron palabras
fuertes y fuera de tono. Somoza se resistía y jugaba las últimas cartas. Acababa de enviar a su primo, Luis Pallais Debayle
a reunirse en privado con el Presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez con quien había acordado no seguir
financiando a los sandinistas.
Unos meses antes Somoza viajó en secreto a una isla en Venezuela dónde se reunió con Pérez. El presidente
nicaragüenses insistía en saber porqué los venezolanos apoyaban a los sandinistas y los financiaban y que había en
contra de su persona. Pérez fue categórico: "es que vos mandaste a matar a mi amigo Pedro Joaquin Chamorro
Cardenal".
Aunque Somoza negó su participación en algún complot para matar a Chamorro, Pérez no dió señales de hacer amistad
con él y la plática terminó fría, talvez más que antes de haberse encontrado.
Somoza ya estaba convencido de abandonar el gobierno, lo que buscaba de alguna forma era continuar controlando los
hilos del poder. Mientras su primo Luis se entrevistaba con Pérez y otros presidentes andinos, Somoza hizo venir desde
Costa Rica a su amigo personal, el expresidente Daniel Oduber. Se reunieron en la hacienda de playa Montelimar y
hablaron ampliamente del panorama que se le venía encima.
Costa Rica entonces estaba siendo gobernada por Rodrigo Carazo Odio, enemigo gratuito de Somoza que estaba
prestando la frontera sur para que los sandinistas incursionaran a Nicaragua. Incluso varias haciendas cercanas a la
frontera de Sapoá fueron escenarios de entrenamientos y campamentos sandinistas.
Los ticos veían que la violenta situación en Nicaragua ponía en riesgo su economía y su paz interna y apuraban por un
desenlace rápido de la situación nicaragüense. Precisamente en San José se había asentado la Junta de Gobierno
provisional en el exilio y el denominado "Grupo de los 12" que propugnaban la salida de Somoza, estos desde Costa Rica
habían recibido ya el reconocimiento de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
No había más remedio, pero había que demostrar fuerza. A fines de Marzo el Partido Liberal Nacionalista convocó a una
multitudinaria manifestación popular en apoyo a Somoza. En realidad sería la última a la cual asistiría frente a la
explanada del Hotel Intercontinental. Al menos unas 10 mil personas se congregaron para oír su discurso, el cual giró
alrededor de lo mismo: "No me voy, me quedo". Esta manifestación no sirvió de mucho.
Lógicamente esto irritó más a los Estados Unidos que automáticamente quitaron su apoyo a Somoza, incluso lo dejaron
sólo cuando una sesión de emergencia en Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, pidió la
inmediata renuncia de Somoza.
En esos días, a mediados de Junio, dió inicio la ofensiva final de los sandinistas, que duraría hasta el 17 de julio, cuando
Somoza decide abandonar el país.
En medio de la lucha armada en las calles de Managua, a finales de Junio, Somoza trataba de sofocar la rebelión y
sostenerse un poco más en el poder. Una mañana, una noticia estremeció a los Estados Unidos y al mundo y derramó la
gota del vaso de la impaciencia del Departamento de Estado.
En el barrio Riguero de la capital, dos periodistas norteamericanos fueron detenidos por tropas de la Guardia Nacional.
Un camarógrafo y el periodista. El camarógrafo logró quedarse a media cuadra y escondido tras unos arbustos pudo
lograr lo que sería una de las imágenes de la guerra más nefasta que acabaría por completo con Somoza.
El periodista Bill Stewart fue obligado por un guardia a tirarse al pavimento boca abajo, y sin ningún tipo de compasión y
miramientos fue ultimado por dos balazos de rifle garand sobre la cabeza. !Que espanto causó esta noticia en los
Estados Unidos!.
El embajador Pezzullo transmitió al Presidente Somoza que la situación se estaba rebasando y que tenía tan sólo una
semana para abandonar el país. La Guardia Nacional no tenía control, ni municiones para continuar la guerra.
Fracasados los intentos de convocar a un gobierno de coalición, de un "somocismo sin Somoza", de repeler las acciones
armadas de los sandinistas y sólo ante el abandono de sus aliados, Somoza no tuvo más remedio que abandonar el país
en la madrugada del 17 de julio de 1979. (Detalles en el primer artículo).
Es importante hacer notar cómo los Estados Unidos han tenido, y continúan, tebniendo, gran influencia sobre las
decisiones nacionales y hasta en nuestra propia soberanía nacional.

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