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C ó d ig o C iv il

y C o m e r c ia l
d e la N a c ió n
COMENTADO

T om o V I
A r tíc u lo s 2277 a 2671
R e f o r m a s a l a Ley de S o c ie d a d e s C o m e r c ia l e s

J u lio C ésar R iv e r a
G ra ciela M e d in a
Directores

M a r i a n o E sper
Coordinador
CRISTINA NOEMÍ ARMELLA - SEBASTIÁN BALBÍN
R u b é n H. C o m p a q n u c o d e c a s o - I g n a c i o a . E s c u t i
DIEGO P. FERNÁNDEZ ARROYO - PEDRO GALMARINI
LUIAN N. GURFINKEL DE WENDY - LUIS F. P. LEIVA FERNÁNDEZ
EDGARDO LÓPEZ HERRERA - GRACIELA MEDINA
OSVALDO FELIPE PlTRAU - RENATO RABBI'BALDÍ CABAN1LLAS
JULIO CÉSAR RIVERA - GABRIEL G. ROLLERl
E d u a rd o G u ille rm o r o v e d a - M a r tín S ig a l

Directores d e área

THOMSON REUTERS

LA LEY
L a r e f o r m a d e l a Ley d e S o c i e d a d e s
C o m ercia les 19.550 p o r l a Ley 26.994
de R e fo rm a y U n if ic a c ió n del C ó d ig o
C iv il y C o m e r c i a l de la N a c i ó n

Por S eba stián Balbín

I. E v o l u c i ó n d e l d e r e c h o n a c i o n a l e n m a t e r i a s o c i e t a r i a
— DESDE 1810 HASTA LA SANCIÓN DE LA LEY 26.994—
La Revolución de Mayo de 1810 marcó el comienzo de la evolución
del derecho societario patrio, en un principio como continuación del an­
teriormente implantado por los españoles primero en sus territorios de
ultramar y luego en las co lo n ia sS iq u iera después de producida la rup­
tura formal del vínculo con España 1816 el por entonces embrionario
— —

derecho nacional dejó de seguir los avances de la más evolucionada legisla­


ción hispana, con lo que por reglamento del año 1817 se dispuso la continui­
dad en la observancia de aquélla, en tanto no contrariara las normas que en
el futuro se dictaran en estas tierras. En torno a la constitución de socieda­
des, por decreto del 24 de agosto de 1826 —dictado por Rivadavia y Salvador
María del Carril— se introdujo toda una novedad: los bancos y compañías,
cuando la responsabilidad del socio fuera limitada, ya no podrían formarse
sin la previa autorización por ley especial de la legislatura. Este decreto sería
durante tres décadas el único texto legal verdaderamente local referente a
sociedades anónimas®. Simultáneamente, algunas provincias como Men-

(1) Durante el interregno que va desde la conformación del primer gobierno patrio
hasta la Declaración de la Independencia, se produce el primer antecedente local al
disponerse obligatoriedad de la registración de los contratos de sociedad ante el es­
cribano del Consulado (22 de noviembre de 1815). Cfr. B a l b í n S., en Tratado de Dere­
cho Comercial y Empresario -—director Gómez Leo, O.—, 1.1, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 2013, ps.’ 17 a 23.
(2) El decreto aludía a compañías consolidadas, que eran aquellas en las que los
socios no se encontraban ilimitada, mancomunada y solidariamente obligados por
las obligaciones sociales. Hasta entonces las sociedades anónimas no requerían au­
torización legislativa para funcionar, y operaban gracias a privilegios, como en el caso
del Banco de Descuentos (por la Junta de Representantes) o la Sociedad Rural Argen-

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S e b a s t i á n Ba l b í n

doza, Corrientes y San Juan adoptaron como propio el Código español de


1829 —Código Fernandino o Código de Sainz Andino—, que, al igual que
una de sus principales fuentes —el Código de Comercio francés de 1807—,
poco se ocupaba del régimen societario. Pero la escasa legislación societa­
ria propia y ajena en modo alguno evitó la proliferación de diversos intentos
asociativos, como los de las por entonces renombradas sociedades anóni­
mas Banco de Descuentos de 1822, la Sociedad Rural Argentina de 1826 y
Sociedad Pastoril de Merinos de 1836.
En rigor, el primer ordenamiento integral propiamente argentino
que vino a sustituir el español en materia mercantil fue el Código de
Comercio de Buenos Aires de 1859, posteriormente adoptado por la Na­
ción en 1862. Pero éste tampoco se abocaba de una manera acabada al
estudio de las sociedades®, sin perjuicio de que desde la sanción de la
Constitución Nacional de 1853 todos los habitantes de la Confederación
Argentina gozaban del derecho inalienable de asociarse con fines útiles
—su art. 14 w—, práctica que obviamente se realizaba in extenso aún antes
de su reconocimiento constitucional y sin perjuicio de la inexistencia o in­
suficiencia de la legislación®. Como dijimos, el Código entonces adoptado
no representaba mayores avances respecto de sus antecedentes hispáni­
cos y franceses, más allá de la inclusión de veintiún de artículos referidos
específicamente a las sociedades anónimas®. Este Código de Comercio
de 1862 tuvo una efímera existencia: en 1889 un nuevo Código que tomaba
como base aquél lo sustituyó, para ocuparse con mayor detalle de las so­
ciedades y a partir del notable desenvolvimiento que éstas habían experi­
mentado, lo que forzó a los legisladores a "transformar completamente" las
normas existentes, según refiriera el informe de la comisión reformadora(7l

tina (presidente de la República). Véase M a r i l u z U r q u ijo J., "Las sociedades anónimas


en Buenos Aires antes del Código de Comercio" Revista del Instituto de Historia del Derecho
Ricardo Levene, nro. 16, Buenos Aires, 1965, ps. 43 y 44.
(3) Es sabida la desconfianza que a Véiez Sarsfield producían las sociedades anó­
nimas, a las que en tiempos de la sanción del Código consideraba más como insti­
tuciones propicias para la especulación financiera que para aglutinar capitales con
fines productivos. Cfr. M a r i l u z U r q u i j o J., "Las sociedades anónimas...” cit., p. 31.
(4) Tal disposición, que se ha mantenido inalterada, importa incluso el derecho de
crear o constituir nuevas sociedades y el de participar en aquellas ya existentes, por lo
que las leyes que en consecuencia se dicten deben interpretarse de modo tal que no
lo restrinjan. CCiv. y Com. Santa Fe, sala 2a, SP LL, 1981-392.
(5) Corresponden a este período grandes sociedades como la Compañía de Gas
—año 1852—, que proveía alumbrado a la ciudad de Buenos Aires,
(6) Cfr. C a b a n e l l a s d e l a s C u e v a s G., Introducción al derecho societario. Parte
general, 1 .1, Heliasta, Buenos Aires, 1993 p. 142.
(7) Además de las leyes portuguesa e italiana la comisión reformadora mencionada
como antecedentes del Código, “y las leyes francesa de 1867 e inglesa de 1862, existían

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I A REFORMA DE LA LEY DE SO CIE D A D E S CO M ER CIA L ES.

Pero la constante evolución de las sociedades como vehículos para


el emprendimiento de las más diversas empresas hicieron que, a poco
de su sanción, las disposiciones del Código de 1889 también se mostra­
ran insuficientes, dando lugar a una sucesión de leyes correctivas que
procuraban mantenerlas actualizadas. Así se suceden la ley 4157 sobre
la expresión del valor de las acciones, las leyes 3528 y 8867 referidas a so­
ciedades constituidas en el extranjero, las leyes 5125 y 6788 sobre balan­
ces, la ley 8867 de debentures, la ley 11.388 de cooperativas, entre otras.
Comenzando el siglo XX tuvo una particular importancia la ley 11.645
de 1932, que incorpora la sociedad de responsabilidad limitada, tipo de
origen continental hasta entonces desconocido por nuestro derecho, en
respuesta más a necesidades económicas no satisfechas por las formas
societarias previstas en el Código que a verdaderas reformas estructu­
rales del régimen®. Era evidente por entonces que el derecho societario
de la República necesitaba de una ley especial que atendiera de forma
orgánica los requerimientos de la disciplina. Pese a ello y sin perjuicio
de las sucesivas modificaciones apuntadas —y los diversos proyectos de
Ley de Sociedades elevados—, el Código mantuvo su vigencia sobre el
particular durante casi un siglo, hasta la sanción en 1972 de la ley 19.550
de Sociedades Comerciales (LSC). No resultaba de ello que la ley 19.550
hubiera venido a sustituir el imperio del Código en la materia, toda vez
que sus disposiciones, incorporadas a éste, lo integraban (art. 384, LSC).
La ley 19.550 se inspiró mayormente en los proyectos de reforma al
Código de Comercio de Malagarriga y Aztiria, de 1958, en el de la Co­
misión Revisora de 1963, y en las por entonces recientes leyes española
de 1951, alemana de 1965 y francesa de 1966. Sin embargo, la LSC resulta
más bien ser una creación patria, producto de adecuar reelaborando—
: oim is preexistentes a soluciones adoptadas por los tribunales y a la opi-
: no i de doctrinarios locales, más que una adaptación de leyes extranjeras.
Désete su sanción en 1972, la LSC ha sido modificada o afectada por leyes
relacionadas varias veces, entre otras por las siguientes normas:
La ley 19.666 (BO del 7/6/1972) modificó los arts. 342 sobre inha­
bilidades e incompatibilidades del fiduciario y 351 sobre quiebra de
la sociedad que hubiera emitido debentures con garantía (además de

ya en aquella época la ley belga, d e 1 8 7 3 ; el Código Federal suizo de las Obligaciones,


de 1 8 8 1 ; el Código de Comercio español, de 1 8 8 5 ; el Código General de Comercio ale­
mán, de 1 8 6 1 , y la s le y e s alemanas, de 1 8 7 0 y 1 8 8 4 . Nuestro país, formado con pobla­
ción e x tra n je ra , y nuestra industria y comercio, a b a s e de capitales europeos, exigían
una legislación que se in s p ir a s e en aquellos modelos” Véase la reseña efectuada por
R i v a r o l a M . en Sociedades Anónimas, 5 a ed., El Ateneo, Buenos Aires, 1 9 5 7 , p. 7 5 .
(8) Cfr. H alperin I„ Sociedades de Responsabilidad Limitada, 8a ed., Depalma,
Buenos Aires, 1980, p. 4.

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S E B A S T IÁ N BALBÍN

los arts. 368 y 369 —luego 385 y 386— sobre disposiciones derogadas,
transitorias y cuestiones relativas a la vigencia y aplicación de la Ley de
Sociedades).
La ley 19.880 (BO del 18/10/1972) sustituyó el art. 369 —luego art. 386—
y que refiere a cuestiones relativas a la vigencia y aplicación de la Ley de
Sociedades.
La ley 20.468 (BO del 6/6/1973) sustituyó los arts. 261 y 311 sobre el
régimen de remuneración del directorio y el art. 369 —luego art. 386— y
que refiere a cuestiones relativas a la vigencia y aplicación de la Ley de
Sociedades.
La ley 20.643 (BO del 11/2/1974) en su Tít. III, cap. III, reglamentó la
nominatividad de los títulos valores privados.
La ley 20.705 (BO del 26/8/1974) estableció el régimen de funcio­
namiento de las sociedades del Estado.
La ley 21.304 (BO del 6/5/1976) sustituyó el art. 284, párr. 2o, hacien­
do optativa la fiscalización privada, salvo para los supuestos del art. 299,
inc. 2o, que también modificó.
La ley 21.357 (BO del 26/7/1976) sustituyó el art. 10 referido al régi­
men de publicidad de las sociedades de responsabilidad limitada y por
acciones.
La ley 21.768 (BO del 13/3/1978) crea el registro de contratos constitu­
tivos de sociedades (posteriormente sustituida por ley 22.280).
La ley 22.169 (BO del 25/2/1980) fija el control administrativo unifi­
cado de la Comisión Nacional de Valores sobre las sociedades que hagan
oferta pública.
La ley 22.182 (BO del 7/3/1980) sustituyó los arts. 186 y 302 sobre
capital social y el régimen de sanciones aplicables por la autoridad de
contralor.
La ley 22.280 (BO del 3/9/1980) fija el ámbito de aplicación del regis­
tro de contratos constitutivos de sociedades comerciales.
La ley 22.315 (BO del 7/11/1980) organiza la Inspección General de
Justicia, fijando su competencia y parcialmente sus funciones.
La ley 22.316 (BO del 7/11/1980) determina las funciones de la Inspec­
ción General de Justicia.
La ley 22.686 (BO del 2/12/1982) sustituyó los arts. 188, sobre aumen­
tos de capital; 202, sobre emisión bajo la par y emisión con prima; 234,
sobre asambleas ordinarias y 237, sobre la convocatoria a asambleas.
El dec. 1493/1982 (BO del 16/12/1982) reglamenta la ley 22.315 de or­
ganización de la Inspección General de Justicia.

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LA REFORM A DE LA LEY DE SO C IED A D E S CO M ER C IA L ES .

Con la ley 22.903 (15/9/1983) se produce la mayor reforma de la Ley


de Sociedades, sustituyéndose los arts. 11, 12, 22, 33, 50, 54, 55, 61, 62,
63, 64, 65, 67, 68, 70, 72, 73, 75, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 82, 83, 84, 87, 87, 88,
94, 95, 98,110,129,149,150,152,153,154, 155,157,158,159,160,162,183,
184, 186, 187, 194, 195, 197, 199, 200, 201, 203, 208, 214, 215, 223, 238, 241,
244,245,251,256,258,259,260,263,264,267,271, 274,280, 284,287,297 y
366. Así se introducen cuestiones atinentes al domicilio, a las sociedades
irregulares y de hecho, a las relaciones de los socios con la sociedad, su
personalidad, documentación y contabilidad social, a los regímenes de
transformación, fusión y escisión, a la resolución parcial, a la liquidación;
se regula sobre contratos de colaboración empresaria y se modifican de
manera significativa los regímenes de las sociedades de responsabilidad
limitada y anónima.
La ley 22.985 (BO del 25/11/1983) sustituyó los arts. 104 sobre los infor­
mes a rendir por los liquidadores y 244 sobre asambleas extraordinarias y
supuestos especiales (ambos previamente modificados por ley 22.903) y el
art. 3o, ley 22.903.
La ley 23.576 (BO del 2/8/1988; modificada por ley 23.962, BO del
6/8/1991) fijó pautas para la emisión de obligaciones negociables, la que
posteriormente reglamentó por dec. 156/1989 (BO del 13/2/1989).
La ley 24.409 (BO del 28/12/1994) aprobó la aplicación de la Conven­
ción de La Haya de 1956 sobre el reconocimiento de personería jurídica
de las sociedades, asociaciones y fundaciones extranjeras.
La ley 24.435 (BO del 17/11/1995) modificó el art. 194 sobre el derecho
de suscripción preferente y art. 12, ley 23.576.
La ley 24.467 de Pequeña y Mediana Empresa (BO del 28/3/1995 mo­
dificada por ley 25.300, BO del 7/9/2000) en su Tít. II reguló las socieda­
des de garantía recíproca.
La ley 24.587 (BO del 22/11/1995) se ocupa de la nominatividad de los
títulos valores privados, posteriormente reglamentada por dec. 259/1996
(BO del 20/3/1996).
El dec. 23/1999 (BO del 20/1/1999) crea el Registro Nacional de Socie­
dades, encomendando a la Inspección General de Justicia su concreción,
organización y puesta en funcionamiento, la que lo reglamentará por
res. 4/1999 IGJ, 7/2003 IGJ, 8/2003 IGJ, 11/2003 IGJ, 12/2003 IGJ, 5/2004
IGJ, 9/2004 IGJ, 12/2004 IGJ, 22/2004 IGJ, 2/2005 IGJ, 3/2005 IGJ, 4/2005
IGJ, 5/2005 IGJ.
El dec. 677/2001 (BO del 19/11/2001) reglamentó las cuestiones ati­
nentes a la oferta pública y su transparencia (conc. res. 371/2001 IGJ; res.
371/2001 CNV, 400/2002 CNV, 401/2002 CNV, 466/2004 CNV).

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SE B A S T IÁ N BALBÍN

La ley 26.005 (BO del 12/1/2005) aprueba la creación de consorcios de


cooperación.
Ley 26.047 (BO 3/8/2005) sobre Registros Nacionales de Sociedades y
Asociaciones.
Ley 26.831 (BO 28/12/2012) de Mercado de Capitales, en sustitución
—entre otros— del dec. 677/2001.

1. La unificación del Código Civil y Comercial


Con la unificación del Código Civil y Comercial por ley 26.994 se mo­
dificó la denominación original de la Ley de Sociedades Comerciales 19.550
por la de "Ley General de Sociedades" (LGS), así como las denominaciones
de las Secciones I y IV del Capítulo I y que ahora se titulan "De la existen­
cia de la sociedad" y "De las sociedades no constituidas según los tipos del
Capítulo II y otros supuestos" respectivamente. La modificación genera una
regulación única que comprende a todas las sociedades y hace desaparecer
la clásica distinción normativa entre civiles y comerciales. Asimismo, se sus­
tituyeron los arts. 1°, 5o, 6o, 11,16,17,21,22,23, 24,25, 26,27,28,29,30, 93,94
—al que a su vez se incorporó un art. 94 bis—, 100,164,187,285 y 299. La uni­
ficación dista de ser una reforma integral del régimen de sociedades (9l
Para corroborar esta afirmación basta con reparar que han sido modi­
ficados sólo veinticuatro artículos de los ciento ochenta y uno original­
mente propuestos en el Anteproyecto para la ley 19.550. De éstos, siete
se ocupan principal o tangencialmente de las sociedades unipersonales
y seis de las sociedades que no se sujetan a alguno de los tipos legales.

II. L a s r e f o r m a s i n t r o d u c i d a s a l a LGS p o r l a l e y 26.994

1. La inclusión de la sociedad unipersonal


La inclusión en la LGS por ley 26.994 del régimen de unipersonalidad
en materia societaria, en realidad, es producto de más de medio siglo
de debates y discusiones que probablemente principian en 1929 con el
proyecto del senador Guzmán. A éste lo siguieron los del diputado Rosito
en 1940 que otorgaba personalidad a la empresa individual de respon­
sabilidad limitada, el del senador Gómez del Junco en 1949 que le daba
carácter de patrimonio de afectación, el del diputado Aramouni de 1990,
que también trabajaba sobre la técnica del patrimonio de afectación y

(9) “Es una decisión de política legislativa no modificar las leyes que presentan una
autonomía de microsistema, como se ha explicado al inicio. Sin embargo, es necesario
hacer modificaciones a la ley de sociedades, conforme lo hizo el Proyecto de 1998 y lo
sostiene la mayoría de la doctrina. Estas reformas no pretenden alterar el sistema, sino
ajustarlo a las reglas generales del Código y se refieren a temas específicos"

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La r e f o r m a d e la Le y de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s.

de la senadora Negre de Alonso de 2002, que incorporaba la uniperso-


nalidad societaria mediante la reforma de los arts. Io y 94, inc. 8o, LSC.
A estos intentos legislativos individuales se sumaron otros proyectos más
amplios, entre los que se cuentan la ley 23.042 que procuraba unificar la
legislación civil y comercial (vetada por dec. 2719/1991), el proyecto de
reforma de la ley 19.550 elaborado por la comisión 465/1991 designada
por el Ministerio de Justicia, el anteproyecto de reforma de 1991 sobre
fiscalización estatal obligatoria de las sociedades comerciales, el proyec­
to de unificación de la legislación civil y comercial de 1992 que obtuviera
media sanción (Cámara de Diputados), el proyecto de reforma al Código
Civil (dec. 468/1992), el proyecto de unificación de la legislación civil y
comercial de 1998 y el anteproyecto —trunco— de modificación a la Ley
de Sociedades Comerciales de 2002 (10l Con la sanción de la ley 26.994 en
2014 —aunque su entrada en vigencia resultó diferida a enero de 2016—
la Ley General de Sociedades (LGS) incorpora un nuevo tipo social, la
S.A.U. o sociedad anónima unipersonal, introduciendo así por vez pri­
mera —excepción hecha de las sociedades del Estado— la unipersonali-
dad en el derecho de la República.
Múltiples son las razones que justifican su recepción legislativa, las
que Moro ha sistematizado en i) el neto corte organizativo adquirido por
las estructuras societarias y que deben brindar moldes adecuados para
canalizar con eficiencia los negocios —si las sociedades comerciales son
estructuras de recepción de la empresa, sus tipos deben ajustarse a la
realidad negocial—; ii) la crecientemente aceptada distinción entre la so­
ciedad como persona jurídica y el acto que le da nacimiento —que puede
o no revestir naturaleza contractual—; iíí) la improcedencia de negar a
una persona individual lo que se autoriza a una pluralidad de éstas (arg.
art. 16 Constitución Nacional); iv) la posibilidad de que de la declaración
unilateral de voluntad se engendre una sociedad (la promesa unilateral
como causa-fuente de relaciones obligacionales es una cuestión admiti­
da en el Derecho comparado); v) su conveniencia frente al nuevo escena­
rio económico; vi) la existencia de suficientes correctivos legales frente al
uso desviado de la figura y lo incorrecto del argumento de que la proba­
bilidad de fraude se incremente por el hecho de que la sociedad se halle
conformada por sólo un socioíu).

(10) Cfr. A m u c h á s t e g u i E , La empresa individual de responsabilidad limitada,


Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1990, ps. 43 a 64. Por todos estos proyectos, véase
Ga r c ía V il l l o n g a "Las s o c ie d a d e s de capital y su organización unipersonal”
Revista Argentina de Derecho Empresario, n. 2, Universidad Austral, Ad-Hoc, Buenos
Aires, 2005, ps. 41 a 52.
(11) Cfr. M oro E., La Sociedad de Capital Unipersonal, Ad-Hoc, Buenos Aires,
2006, ps. 137 a 140 y “Breves reflexiones sobre la sociedad unipersonal" Revista Ar-
¿ enema ie Derecho Empresario, n. 1, Universidad Austral, Ad-Hoc, Buenos Aires,
íuu ps 382 a 385.

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S E B A S T IÁ N BALBÍN

Art. 1° — Concepto. H abrá sociedad si una o m ás personas en


fo rm a organizada conform e a uno d e los tipos previstos en esta ley,
se obligan a realizar aportes p ara aplicarlos a la producción o inter­
cam bio de bienes o servicios, participando d e los beneficios y sopor­
tando las pérdidas.
L a socied ad unipersonal sólo se podrá constituir com o sociedad
anónim a. L a sociedad unipersonal no pu ede constituirse por una so­
cied ad unipersonal.
Para introducir la unipersonalidad en el ordenamiento societario el
legislador ha optado por mantener la fórmula general del art. IoLS —que
contiene los llamados elementos específicos del contrato de sociedad-
suprimiendo el requisito de la pluralidad. Su nueva redacción alude aho­
ra a “una o m ás personas”, para concluir en nuevos segundos y terceros
párrafos que “la sociedad unipersonal sólo se podrá constituir com o socie­
d a d anónima" y que “la sociedad unipersonal no puede constituirse por
una sociedad unipersonal”{12\
Así, sin mayores precisiones y especificaciones, se consagra en nues­
tro ordenamiento la sociedad de un socio —cuando éste no fuera el Es­
tado, unipersonalidad ya aceptada en la ley 20.705— y que tanto debate
produjera durante las últimas tres décadas(13). Para la Comisión Redac-

(12) El Proyecto originalmente incorporaba la sociedad unipersonal de una m a­


nera amplia, sin limitación de tipo. Pero en MJDH objetó el mismo por impreciso ya
que admitía todo tipo societario que no requiriera de dos categorías de socios.
( 1 3 ) Hemos señalado al reseñar la evolución de la materia societaria en la Repú­
blica que la unipersonalidad, tratada de diversos modos, se admitía invariablemen­
te en los diversos intentos normativos de las últimas décadas: Proyectos de Unifica­
ción ( 1 9 8 7 , 1 9 9 3 y 1 9 9 8 ), en el Proyecto de Reformas a la LS de 2 0 0 2 (Anaya, Bergel
y Etcheverry) y Proyectos de Comisión res. M J 4 6 5 / 1 9 9 1 y dec. 4 6 8 / 1 9 9 2 . M a n ó v il
compara todos estos intentos legislativos: i) el Proyecto de 1 9 8 7 admitía las SRL y
anónimas unipersonales, pero limitando las primeras a personas físicas, sin prever
tal limitación cuando los socios se redujeran a uno y sin establecer reglamentación
ni característica especial que distinguiera a las unipersonales de las pluripersonales;
íi) el Proyecto de 1 9 9 3 eliminaba la restricción a la persona física en la SRL, como
sucedía en el Proyecto de 1 9 8 7 , y seguía sin reglamentar de manera diferenciada las
unipersonales de las pluripersonales; iii) el Proyecto de 1 9 9 8 repetía el de 1 9 9 3 , aun­
que agregando un art. 1 5 9 LS que establecía que 'la persona jurídica no se disuelve
por reducción a uno del número de sus miembros, excepto que la ley especial exija la
pluralidad para su existencia, caso en el cual tendrá un plazo de tres meses para incor­
porar nuevos miembros’; iv) el Proyecto de reformas de Anaya-Bergel-Etcheverry sí re­
glamentó las unipersonales —que reservaba para SRL y SA— previendo que: a) ‘una
sociedad unipersonal no puede ser socia de otra sociedad unipersonal. Cuando esta
situación resulte de la reunión en una sola mano de todas las participaciones de una
sociedad que tenía pluralidad de socios, las unipersonales deben fusionarse o la par­
ticipada disolverse, a menos que una de ellas incorpore nuevos socios en el térmi­
no de tres meses,’ b) debía agregarse a la denominación la designación 'unipersonal,'

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La r e f o r m a d e la Ley de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s

tora “la idea central [de la inclusión de la SAU] no es la limitación de res­


ponsabilidad, sino permitir la organización de patrim onios con empresa
—objeto—, en beneficio de los acreedores de la empresa individual de un
sujeto con actividad empresarial múltiple. En esto se han seguido, con al­
guna innovación, los lineamientos de anteriores proyectos d e unificación y
la línea general propiciada por la doctrina. La Comisión consideró conve­
niente dejar esta norm a en el ám bito societario y no incluirla com o norma
general en m ateria de personas jurídicas, com o también se propuso. La ra­
zón fu ndam ental es que se trata de unfenóm eno fundam entalm ente socie­
tario y no se d a en las asociaciones, fundaciones u otras personas jurídicas
privadas que no son sociedades comerciales. También se h a considerado
conveniente limitar la cuestión a una norm a permisiva, dejando librado a
la iniciativa privada el resto de los desarrollos. Por ello se h a om itido una
regulación m ás detallada, que podría obstaculizar la utilización del ins­
tituto. Además, cabe tener en cuenta que la mayoría de los problem as que
se pueden presentar, tienen solución con las reglas generales”.
En puridad, la alteración de la fórmula general del art. Io LGS inclu­
yendo la unipersonalidad (“...ana o m ás personas...”) no modifica en sen­
tido estricto la concepción de la sociedad como contrato plurilateral de
organización, sino que agrega la posibilidad excepcional de constituir
una sociedad —estructura jurídica— mediante un acto de voluntad uni­
lateral (o por imperativo legal; art. 94 LGS)Í14). Además, y a diferencia de
lo que disponía la LSC en su anterior versión, la ley 26.994 le ha agregado
una nueva norma por la cual la reducción a uno del número de socios
deja de ser causal de disolución, imponiendo en cambio la transforma­
ción de pleno derecho de las sociedades en comandita, simple o por ac­
ciones, y de capital e industria, en sociedad anónima unipersonal, si no
se decidiera otra solución en el término de tres meses (art. 94 bis LGS)(15l

c) su capital debía ‘ser integrado totalmente al constituirse o en ocasión de cada au­


mento; d) era obligatoria la sindicatura en ambos tipos y e) los créditos personales
del socio o accionista único contra la sociedad estaban 'subordinados al previo pago
de los créditos de terceros! M a n ó v il concluye con que "ninguna de estas disposicio­
nes reglamentarias tiene otra justificación que un preconcepto que ve en la sociedad
unipersonal un instrumento apto para el fraude a terceros. Algunos autores han pro­
puesto trabas aún mayores: limitación al número de unipersonales que puede consti­
tuir la misma persona y responsabilidad subsidiaria del socio único en caso de insol­
vencia (criterio éste rechazado por toda la legislación comparada para los supuestos
de control)" M a n ó v il R., "Algunas de las Reformas al régimen societario en el Pro­
yecto de nuevo Código Civil y Comercial" LA LEY, 24/10/2012. Este temor también se
traslada al actual Código unificado.
(14) Cfr, V í t o l o D., Las reformas a la Ley 19.550 de Sociedades Comerciales en el Pro­
yecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2012, ps. 57 y 58.
(15) Para ello, además, se ha suprimido del art. 94 LGS como causal de disolución
su anterior inc. 8o, que se ocupaba de la reducción a uno del número de socios siem­
pre que no se incorporaran nuevos socios en el término de tres meses.

- 1005 -
S e b a st ia n ba l b ín

En concordancia, en los tipos mencionados el vicio de la voluntad del


único socio de una de las categorías de socios hace anulable el contrato
(art. 16 LGS)(16\ transformándose en anónimas unipersonales de pleno
derecho y sorteando así el procedimiento previsto para el resto de los
tipos sociales (art. 77 LGS). Algunos autores señalan que la reducción
a uno del número de socios en el caso de las sociedades anónimas, no
conforma una causal de disolución sino que éstas sólo deberán cumplir
con la exigencia de adecuar su denominación y ajustarse al régimen im­
puesto para las sociedades sometidos a fiscalización estatal permanente
(arts. 164 y 299 LGS) pudiendo en tal caso "entrar y salir libremente de la
unipersonalidad"íl7).
El art. IoLGS dispone que la sociedad anónima unipersonal sólo pue­
de constituirse como sociedad anónima. Se ha señalado que hubiera sido
más adecuada la elección del tipo de las sociedades de responsabilidad
limitada, por cuanto éstas garantizarían una mayor transparencia en su
actuación en razón de que al cambio del socio único necesariamente le
sigue la registración de la transferencia en el Registro Público(18).

1.1. Requisitos de constitución. Fiscalización estatal


p erm an en te
Tratándose de una especie de sociedad anónima, la ley ímpone^a la
unipersonal los mismos requisitos de constitución que para aquéllas, lo
que incluye un capital mínimo (19l Al referirse al contenido del contrato
constitutivo, la LSG agrega al presupuesto común de que el capital sea
expresado en moneda argentina, que en el caso de las sociedades uni­
personales éste sea “integrado totalmente en el acto constitutivo" (art. 11
inc. 4). La ley se aparta así del criterio general seguido para las anónimas
pluripersonales, no siendo posible diferir la integración siquiera en ca­
sos de posterior aumento (arts. 11 inc. 4o y 186 LGS). Además les impide
constituir otras sociedades anónimas unipersonales o integrarlas. En
cuanto a su denominación social, ésta puede incluir el nombre de una
o más personas de existencia visible y debe contener la expresión 'socie­
dad anónima unipersonal', su abreviatura o la sigla S.A.U. (art. 164 LGS).

( 1 6 ) Con lo que la LGS sólo impone la transformación automática para los tipos
sociales que exigen dos categorías de socios. Cfr. R i c h a r d E„ “Sobre la reforma en
el Proyecto de Ley General de Sociedades a las sociedades constituidas por un único
socio o devenidas en u n ip e r s o n a le s ” D o c trin a Societaria y Concursa!, Suplemento
Especial, Proyecto de reforma de los Códigos Civil y Comercial, Errepar, Buenos Ai­
res, septiembre 2 0 1 2 , p. 14.
( 1 7 ) Cfr. V í t o l o D., Las reformas a la Ley 19.550..., cít., p s. 4 1 y 4 2 .
(1 8 ) Cfr, V ít o l o D ., Las reformas a la Ley 19.550..., cit., p. 5 9 .
(1 9 ) Pesos cien mil, decreto 1 3 3 1 /2 0 1 2 .

- 1006 -
L.A REFO RM A DE LA LEY DE SO CIE D A D E S CO M ER CIA L ES.

A los supuestos previstos en el art. 299 LGS y que imponen fiscali­


zación estatal permanente para el funcionamiento, disolución y liqui­
dación de sociedades, la ley ha incorporado un nuevo inciso (el 7o) que
incluye las sociedades anónimas unipersonaleas. De esta forma el legis­
lador las ha puesto al mismo nivel, en materia de control por el Registro
Público, que a las sociedades que hacen oferta pública de sus acciones,
sin reparar en la dimensión o actividad que en definitiva tenga la socie­
dad(20). La razón de tal recaudo es que el legislador ha considerado que la
utilización de la unipersonalidad podría facilitar la comisión de fraudes,
criterio que estimamos incorrecto.

1.2. Funcionamiento
Las sociedades anónimas unipersonales deben contar con un di­
rectorio integrado por al menos tres miembros (art. 255 LGS), una sin­
dicatura colegiada en número impar —sin posibilidad de prescindir de
ella; art. 284 LGS— y cumplir con las obligaciones informativas previas y
posteriores relacionadas con la celebración de asambleas generales ordi­
narias y presentación de balances (arts. 145 y 146 LGS y res. 7/05IGJ). Lo
cierto es que si originalmente se buscó la consagración legislativa de la
sociedad unipersonal en beneficio del empresario individual —el Ante­
proyecto en su versión original preveía su existencia para todos los tipos
sociales—, esto parecería no haberse logrado. Las evidentes complica­
ciones resultantes de la integración y funcionamiento de sus órganos
probablemente harán que las sociedades anónimas unipersonales sean
mayormente aprovechadas, al menos en su versión originaria y hasta su
reglamentación, por la gran empresa o capitales extranjeros que quieran
invertir en la República sin asociarse de cóm odo a un socio local(21^ 22).

(20) Cfr. M a n ó v il R., "Algunas de las Reformas..." cit-, LA LEY, 24/10/2012.


(21) "El resultado de esta distorsión será que, así regulada, nadie se avendrá a uti­
lizar una sociedad unipersonal y se continuará con la construcción de endebles plu­
ralidades de socios para satisfacer formalmente los recaudos legales. Empero, dado
que la nueva caracterización de la sociedad admitirá que sus integrantes sean 'una
o más personas! podrá considerarse como un progreso haber quitado el sustento del
art. Io LSC a la persecución a que sociedades con socios muy minoritarios son some­
tidas por ciertos organismos de control” M a n ó v i l , R ., “Algunas de las Reformas..,"
cit., LA LEY, 24/10/2012. íd. R i c h a r d , E., "Sobre la reforma en el Proyecto..." cit., p. 14
quien agrega: "El único socio deberá ser acompañado por lo menos por dos admi­
nistradores más, y controlado por una sindicatura plural. Por eso pensamos que este
subtipo societario será la técnica instrumental de sociedades filiales de una sociedad
de cierta envergadura (constituida en el país o en el extranjero), para generar una
suerte de sucursales nacionales o provinciales”
(22) Con lo que la LGS sólo impone la transformación automática para los tipos
sociales que exigen dos categorías de socios. Cfr. R i c h a r d , E., "Sobre la reforma en el
Proyecto...” cit., p. 14.

- 1007 -
S e b a s t i á n Ba l b í n

2. Registración
La ley 26.994 también modificó el régimen de inscripción ante el Re­
gistro Público respecto de las previsiones del anterior art. 5o LGS y los
derogados arts. 36 y 39 del Código de Comercio (23l Según aquéllos, el
contrato constitutivo, sus modificaciones y el reglamento —de existir
uno—, debían inscribirse en el Registro Público de Comercio del domici­
lio social, previa ratificación de los otorgantes excepto cuando se hubiera
extendido por instrumento público o las firmas se hubieran autenticado.
El comerciante tenía así la obligación de presentar al Registro Público el
documento que debía inscribirse dentro de los quince días de la fecha de
su otorgamiento, y si realizaba la inscripción en término, sus efectos res­
pecto de los terceros se retrotraían hasta la fecha de otorgamiento de los
actos o documentos (por aplicación analógica de los arts. 3149 y 3150 del
Código Civil de Vélez)(24). Todo intento de registración posterior resultaba
tardío, con lo que sólo podía hacerse la inscripción de no mediar oposi­
ción de parte interesada y que para el caso eran los otorgantes del acto.
La dificultosa aplicación en el ámbito del derecho societario de tal criterio
legal lucía desafortunada, llegando incluso alguna doctrina a sostener su
inaplicabilidad(25). Ello por cuanto la retroactividad allí dispuesta contra­
decía un sistema registral irretroactivo y que preveía que la sociedad sólo
se considerara regularmente constituida desde su inscripción (arts. 7o
y 12 LS)(26). Con la modificación del art. 5o LGS introducido por la ley

(23) Cfr. V í t o l o señala que si bien la ley 26.994 reemplazó al Registro Público de
Comercio por un nuevo Registro Público —a secas—, mantiene la vigencia de las le­
yes 21.768, 22.280, 22.315 y 22.316 de tal s u e r te que ya no existen el país registros
públicos de comercio, con lo que: d e b e r á n crearse Registros Públicos —una s e r ie de
normas del Código remiten al "Registro Público" "Registro Público correspondiente"
y "Registro Público que corresponda al domicilio”; con lo que "todo parecería indicar
que debería existir un registro por cada domicilio" sin explicar tampoco el Código los
alcances de esa expresión "domicilio” V í t o l o , D., Las reformas a la Ley 19.550 de So­
ciedades Comerciales en el Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Ad-Hoc,
Buenos Aires, 2012, p s. 7 3 , 7 6 y 77.
(24) Cfr. Z a v a l a R o d r í g u e z , C ., Código de Comercio y Leyes Complementarias, 1.1,
Depalma, Buenos Aires, 1967, p. 89; F e r n á n d e z R ., Código de Comercio de la Repú­
blica Argentina —comentado—, 1.1, vol. I, Amorrortu, Buenos Aires, 1957, p. 83; F o n -
t a n a r r o s a R ., Derecho Comercial Argentino —parte general—, vol . I, Zavalía, Buenos

Aires, 1986, p. 325, n° 2 5 2 ; P e r r o t a , S., “Breves estudios sobre la sociedad comercial”


LA LEY, 139-875.
( 2 5 ) Cfr. N i s s e n , R ., Ley de Sociedades Comerciales, 1.1, Abaco, Buenos Aires, 1 9 9 6 ,
p. 9 9 , por haber sido el art. 3 9 del Código de Comercio oportunamente superado por
los arts. 7° y 12 LGS, los que, a diferencia de aquél, prevén las consecuencias que la no
inscripción ocasiona al ente, socios y terceros.
Sociedades Anónimas, 2 a e d ., D e p a lm a , 2 0 0 0 ,
( 2 6 ) Cfr. H a l p e r i n , I. y O t a e g u i , J„
p s . 8 4 y 8 5 ; N is s e n , R ., Ley de Sociedades..., c it., 1.1, p. 9 8 , n ° 3 1 y "N u e v a m e n te s o b re el

1008 -
La r e f o r m a d e la Le y de So c i e d a d e s c o m e r c ia l e s.

26,994, la obligación se circunscribe a la presentación para su inscrip­


ción ante el Registro Público del domicilio social —y el del asiento de
cada sucursal—, del acto constitutivo, sus modificaciones y reglamento.
Inscripción en el Registro Público
Art. 5° — El acto constitutivo, su m odificación y el reglamento, si lo
hubiese, se inscribirán en el Registro Público del domicilio social y en
el Registro que corresponda a l asiento de cad a sucursal, incluyendo la
dirección donde se instalan a los fin es del artículo 11, inciso 2.
La inscripción se dispondrá previa ratificación d e los otorgantes,
excepto cuando se extienda por instrumento público o las firm as sean
autenticadas por escribano público u ol ro funcionario competente.
Publicidad en la docu m en tación
Las sociedades harán constar en la documentación que de ellas em a­
ne, la dirección de su sede y los datos que identifiquen su inscripción en
el Registro.
La norma tiene además una remisión —innecesaria— al art. 11 inc. 2o
LGS y la imposición de hacer constar en la documentación que emane de
la sociedad “la dirección de su sede y los datos que identifiquen su ins­
cripción en el Registro".
En cuanto a la inscripción del contrato de sociedad, ésta ha sido des­
de antaño una de las exigencias que integran el conjunto de formalida­
des para la constitución de sociedades comerciales. Tal obligación regis-
tral se encuentra presente desde los albores de la República(27). Incluso
desde la sanción en 1859 del Código de Comercio de la Provincia de Bue­
nos Aires existe un Registro Público de Comercio, oficina de registración

artículo 39 del Código de Comercio (oposición a la registración de actos societarios)”


LA LEY, 1989-C, 321; R o it m a n , H., Ley de Sociedades Comerciales, comentada y ano­
tada, 1.1, La Ley, Buenos Aires, 2006, p. 138, nota d.
(27) En Francia, las Ordenanzas de Roussillon y de Blois (1563 y 1577) ya lo hacían
para las sociedades extranjeras, recaudo que posteriormente se aplicó para las socie­
dades locales, a las que además se les imponía la publicación, en extracto, del contrato
(Ordenanzas de 1619 y 1673), criterio refrendado por el Código de 1807 (complemen­
tado por decretos de 1814 y leyes de 1833 y 1867). Cfr. M a l a g a r r ig a , C., Tratado Ele­
mental de Derecho Comercial —Comerciantes y Sociedades—, 1.1, TEA, Buenos Aires,
1951, p. 204. Producida la Revolución de Mayo, en 1815 la incipiente Nación dispuso el
registro obligatorio de los contratos de sociedad por ante el escribano del Consulado.
El Código Femandino de 1829, adoptado como propio por provincias como Mendoza,
Corrientes y San Juan, disponía en su art. 22 la creación del Registro Público de Comer­
cio que se ocupaba de la registración de las escrituras de sociedades mercantiles. Cfr.
Fa v ie r D u b o i s , E., Derecho Societario Registral, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1994, ps. 2 8 a 29;
O t a e g u i , l , "Sociedad comercial y publicidad” LA LEY, 2007-A, 607.

-1 0 0 9 -
S e b a s t iá n Ba l b in

y publicidad de la matrícula de los comerciantes, individuales y sociales,


así como de ciertos documentos cuya publicidad era exigida por la ley
mercantil, funciones todas éstas que han ido incrementándose a medida
en que el ejercicio del comercio se tornaba más sofisticado. En concor­
dancia el art. 6o de la ley 19.550 —actual LGS— dispuso el control del
cumplimiento de todos los requisitos legales y fiscales del instrumento
constitutivo previo a su registración o toma de razón, suerte de control
de legalidad acotado y sin efectos saneatorios a partir del examen de la
forma de documentos que se exhibieran y que procuraba evitar los pro­
blemas que acarrearía una registración defectuosa*^.
El nuevo texto del art. 6oLGS ha suprimido tales requisitos, reducien­
do el contenido de su texto a la sola obligación de la presentación del acto
constitutivo para su inscripción.
P lazos p a r a la inscripción. Toma d e razón
Art. 6 o — Dentro de los veinte (20) días del acto constitutivo, éste
se presentará al Registro Público para su inscripción o, en su caso, a
la autoridad d e contralor. El plazo p ara completar el trámite será de
treinta (30) días adicionales, quedando prorrogado cuando resulte ex­
cedido por el n orm al cumplimiento de los procedimientos.
Inscripción tard ía
L a inscripción solicitada tardíamente o vencido el plazo com ple­
mentario, sólo se dispone si no m edia oposición de parte interesada.
Autorizados p ara la inscripción. Si no hubiera m andatarios especiales
para realizar los trámites d e constitución, se entiende que los represen­
tantes de la sociedad designados en el acto constitutivo se encuentran
autorizados p ara realizarlos. En su defecto, cualquier socio puede ins­
tarla a expensas de la sociedad.
De este modo parece haberse eliminado el control de legalidad por
parte del registrador, por lo que se ha llegado a sostener que nos encon­
tramos frente a un nuevo sistema de registración automática que con­
vierte al Registro Público en un mero receptor de documentos, donde ios
efectos de la toma de razón quedan limitadas sólo a la publicidad(29l El

(28) Estas fundones en el ámbito nacional caben a la Inspección General de Jus­


ticia (leyes 22.315 y 22.316 y res. 7/2005), que ha fijado los requisitos a Jos que deben
sujetarse las presentaciones y las facultades de control —formal y de legalidad— que
caben a dicho organismo.
(29) Cfr. V íto lo, D., Las reformas a la Ley...", cit, p. 89. En este sentido agrega el
autor que "también [se] sustituye la expresión 'toma de razón' por la de ‘inscripción’
ratificando —de ese modo— la nueva dimensión que [se] otorga al trámite inscripto-
rio en materia de efectos".

- 1010 -
La reform a d e la Le y de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s ,

Proyecto de Reforma y Unificación ya había recibido severas críticas en


este sentido (30).
Sin perjuicio de las apuntadas observaciones en punto a las faculta­
des regístrales, la ley 26.994 con buen criterio suprimió la mención a los
antiguos arts. 36 y 39 del Código de Comercio —al que derogó— y dispu­
so que la presentación del instrumento constitutivo al Registro Público
o a la autoridad de contralor para su inscripción debe hacerse dentro de
los veinte días de otorgado el acto constitutivo(31), debiendo completarse
el trámite dentro de los treinta días posteriores —prorrogables cuando la
demora no resultara imputable a quien realice la presentación—. Para el
caso de que la solicitud de inscripción fuera solicitada tardíamente —o
hubiera vencido el plazo complementario— la registración sólo se efec­
tuará de no mediar oposición de parte interesada.

3. Modificaciones al régimen de nulidades societarias


P rin cipio gen eral
Art. 16.— L a nulidad o anulación que afecte el vínculo de alguno
d e los socios no producirá la nulidad, anulación o resolución del con­
trato, excepto que la participación o la prestación d e ese socio deba
considerarse esencial, h abid a cuenta d e las circunstancias o qu e se
trate de socio único.
Si se trata de socied ad en com andita simple o por acciones, o de
sociedad de capital e industria, el vicio de la voluntad del único socio
de una de las categorías de socios h ace anulable el contrato.
El art. 16 LGS se ocupa de las nulidades relacionadas con el vínculo
de alguno de los socios, estableciendo que éstas no producen “la nulidad,

(30) Cfr. N i s s e n , R„ "Sobre la evidente necesidad de restituir el control de legali­


dad al Registro Mercantil”; V ít o l o , D., "Debe dejarse sin efecto —en el Proyecto de
Código Civil y Comercial de la Nación— la eliminación del Registro Público de Co­
mercio —que no es sustituido por Registro alguno—, y debe mantenerse el control
de legalidad inscriptorio por parte de la autoridad que esté a cargo del mismo”; Per-
c ia v a l l e , M., "La necesaria existencia del ejercicio del control de legalidad por el re­
gistrador mercantil”; M a r t í n e z , S., "Acerca de la eliminación del control de legalidad
del Registro Público de Comercio"; De León, D., "Necesidad de incorporar la regula­
ción del Registro Público de Comercio en el Proyecto de Código Civil y Comercial";
todos estos en La Reforma al Derecho Comercial en el Proyecto del Código Civil y Co­
mercial de la Nación —ler. Congreso Nacional de análisis y debate sobre el Proyecto
del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación—, Legis, Buenos Aires, 2012, ps. 361,
365,379, 382 y 387.
(31) La presentación corresponde a los mandatarios especiales, a los represen­
tantes de la sociedad designados en el acto constitutivo o, en su defecto, a cualquier
socio.

-1011 -
S e b a s t i á n Ba l b í n

anulación o resolución” del contrato(32), salvo cuando la participación o


prestación del socio involucrado deba considerarse esencial. Esta norma
importó en su tiempo un avance en la regulación legal y que recogía la
opinión de la por entonces doctrina mayoritaría en consonancia con el
carácter de plurilateral del contrato de sociedad, fijando pautas especí­
ficas y limitativas a la nulidad vincular genérica ^33l El nuevo texto del
art. 16 LGS mantiene, aunque modificado, el régimen de nulidades pro­
pio del derecho societario consagrado en la ley 19.550, diferenciándose
de la regulación específica del Código CiviÚ34) (lo contrario acarrearía
la abrogación del sistema especial del art. 251 LGS). Sólo que con la in­
clusión en la LGS de la sociedad unipersonal fue necesario ampliar las
causales a los nuevos supuestos de vicios que afectan el vínculo “del socio
único". En concordancia, el legislador agregó un último párrafo al texto
disponiendo que “si se trata de sociedad en com andita simple o por accio­
nes, o de sociedad de capital e industria, el vicio de la voluntad del único
socio de una de las categorías de socios hace anulable el contrato”^ . Em­
pero, ello queda salvado, según vimos supra, con la transformación de
pleno derecho de éstas en anónimas unipersonales para el caso de que
en el término de tres meses no se decidiera otra solución (art. 94 bis LGS).
Reducción a uno del número de socios
Art. 94 bis.—L a reducción a uno del número de socios no es causal
de disolución, im poniendo la transformación de pleno derecho de las
sociedades en comandita, simple o por acciones, y de capital e indus­
tria, en sociedad anónim a unipersonal, sí no se decidiera otra solución
en el término de tres (3) m eses(36l

(32) Tanto la técnica del anterior art. 16 LGS como la d el a c tu a l, lu c e poco depura­
da y confusa, ya que en é s ta se m e z c la n s u p u e s to s de invalidez con otros de in e f ic a c ia
y el vínculo de los s o c io s con la p a r tic ip a c ió n o prestación a su cargo Cfr. Sa l v a t i e ­
r r a , L., “Nulidad del acto jurídico societario” HADE n° 2, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2005,
p. 270. Además, la adecuación del art. 16 LGS no tuvo en cuenta que en la constitu­
ción por socio único no existe contrato sino a c t o constitutivo, c u e s tió n que hubie­
ra sido preferible indicar. Cfr. B e n s e ñ o r , N., "Reforma del Código Civil y Comercial.
Unificación legislativa del régimen societario. P rin c ip a le s características" www. cec.
org. ar/doc/reformas__regimen_societario. pdf.
( 3 3 ) Cfr. A l e g r í a H ., "El régimen de nulidad de las sociedades comerciales. Consi­
deraciones críticas y alternativas superadoras” RDPyC, 1 9 9 5 - 8 , p. 2 8 7 .
( 3 4 ) Cfr. Fa r g o s i H . y G i r a l d i P,, “Nuevamente sobre la nulidad de asambleas de
sociedades anónimas” E D , 1 7 4 - 9 9 6 .
(35) En cambio, con la modificación de la LGS se suprimió el párrafo fin al del art. 16
que disponía que “Cuando se trate de una sociedad de dos socios, el vicio de la volun­
tad hará anulable el contrato. Si tuviese más d e dos socios, s e r á anulable cuando los
vicios afecten la voluntad de los socios a los que p e r te n e z c a n la mayoría del ca p ita l"
(36) Además la LGS suprimió la causal de disolución prevista en el anterior inc. 8o
del art. 94 y que disponía “Por reducción a uno del número de socios, siempre que

- 1012-
LA REFO RM A DE LA LEY DE SO CIE D A D E S C O M ER C IA L ES .

La nueva norma ha sido criticada por cuanto al dejar fuera a las so­
ciedades de responsabilidad limitada —también a las colectivas—, que
necesariamente se constituyen con al menos dos socios, de devenir éstas
unipersonales no deben disolverse, transformarse o recomponer su plu­
ralidad en plazo alguno, ya que ello no constituye causal de disolución
legal
En su anterior redacción, la LGS declaraba nula la constitución de
una sociedad de tipo no autorizado por la ley. Además, la omisión de
cualquier requisito esencial no tipificante hacía anulable el contrato,
situación que podía subsanarse hasta su impugnación judicial. La ley
26.994 ha efectuado cambios al texto legal, el que actualmente dispone:
A tipicidad. Omisión de requisitos esenciales
Art. 17.— Las sociedades previstas en el Capítulo II de esta ley no
pueden omitir requisitos esenciales tipificantes ni comprender elem en­
tos incompatibles con el tipo legal.
En caso de infracción a estas reglas, la sociedad constituida no
produce los efectos propios de su tipo y qu eda regida por lo dispuesto
en la Sección IV de este Capítulo,
La LSG mantiene el principio de tipicidad, aunque su violación ya no
ocasiona la nulidad (arts. 1° y 17). También mantiene la distinción entre
elementos tipificantes y no tipificantes(38), a los que ahora suma los “ele­
mentos incompatibles con el tipo” y cuya infracción priva a la sociedad
de los efectos previstos por sus socios —aquellos propios del tipo elegi-

no se incorporen nuevos socios en el término de tres (3) meses. En este lapso el socio
único será responsable ilimitada y solidariamente por las obligaciones sociales con­
traídas"
(37) CFr. C urá, J. y G a r c í a V il l a l o n g a , ]., “Apuntes en torno de las principales
modificaciones propuestas a la ley de Sociedades Comerciales en el Proyecto de Uni­
ficación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación" Revista Jurídica UCES, n° 17,
sep. 2013, p. 187.
(38) Los requisitos no tipificantes son “comunes a todas las sociedades, no son de­
terminantes de la tipología y [su] ausencia no se encuentra suplida por alguna dispo­
sición íegai” R o i t m a n , H., Ley de Sociedades Comerciales, cit., 1.1, p. 351. Se encuen­
tran por lo general en el art. 11 LGS, y refieren —siempre según el caso particular y
su gravedad— a defectos en las calidades personales de los contratantes, a la deno­
minación del ente y su domicilio, a la determinación del objeto, a cuestiones relacio­
nadas con el capital social, a la forma en que se efectúe la mención de cada aporte,
a la determinación del plazo de duración de la sociedad y ala organización de la ad­
ministración, gobierno y fiscalización del ente; R o m a n o , A. en Código de Comercio
—anotado y comentado—, t. III, de R o u i l l o n A., La Ley, Buenos Aires, 2006, p. 43;
Ha l p e r i n , I. y B u t t y , E ., Curso de Derecho Comercial, t. I, 2 a ed., Depalma, 2000,
p. 373, n° 1, p. 421; V e r ó n , A., Sociedades Comerciales. Ley 19.550 y modificatorias
—comentada, anotada y concordada—, 1 .1, Astrea, Buenos Aires, 1986, p. 122.

-1013-
Se b a stiá n b a l b ín

do—, siéndole en consecuencia aplicable el régimen "De las sociedades


no constituidas según los tipos del Capítulo II y otros supuestos” (arts. 21
a 26 LGS) y que vino a reemplazar el anterior régimen de las sociedades
no constituidas regularmente.

4. Sociedades no constituidas según los tipos legales


y otros supuestos
S ocied ad es in clu idas
Art. 21.— La sociedad qu e no se constituya con sujeción a los tipos
del Capítulo II, que om ita requisitos esenciales o que incumpla con
las form alid ad es exigidas por esta ley, se rige por lo dispuesto por esta
Sección.
La ley 26.994 presenta toda una novedad en materia de sociedades
al aceptar y regular aquellas no constituidas con sujeción a uno de los
tipos previstos en la LGS, que omitan sus requisitos esenciales, o su
registración, incorporando incluso el tratamiento de formas asociati­
vas dotadas de personalidad aún por fuera de las de los tipos que la
propia ley regula (arts. 21 a 26). De esta forma la ley 19.550 ha pasado a
ser ya no una ley de sociedades comerciales sino una ley de sociedades
—a secas—, cambiando incluso su antigua denominación por la de Ley
General de Sociedades. La nueva Sección IV del Capítulo I LGS importa
la creación de un nuevo tipo —o subtipo— innominado de sociedad
residual, sustituto de las irregulares y de hecho, que abarca todo su­
puesto de sociedad no tipificado o incluso derogado —tal el caso de
las sociedades civiles—. Este novedoso subtipo incluye a toda sociedad
no constituida con sujeción a uno de los tipos legales, que omitiera al­
gún requisito esencial o que incumpliera con las formalidades exigidas
por la LGS. Dentro de estas últimas —aquellas que incumplieran con
las form alid ad es exigidas— parecerían encontrarse: i) las sociedades
constituidas conforme uno de los tipos autorizados y no inscriptas;
ii) la sociedad de hecho, sin importar su objeto y atento que carece de la
formalidad instrumental escrita requerida en el art. 4o LGS; iii) las que
omitan requisitos esenciales no tipificantes(39); y iv) ya hemos señalado
que la ley 26.994 omite referirse a aquellas sociedades no regularmente
constituidas existentes con anterioridad a su sanción, por lo que va de
suyo que las mismas también deben incluirse en la Sección IV del Ca­
pítulo I LGS. En consecuencia, los socios de entes irregulares en los tér­
minos del anterior art. 21 LGS podrán invocar entre sí y frente a terceros
los derechos y defensas nacidos del contrato social —extremo que hoy

(3 9 ) Cfr. B e n s e ñ o r , N ., "R e fo r m a d el..." c í t , www.cec.org.ar/doc/reformas_regi-


men_societario.pdf.

- 1014 -
La r e f o r m a d e la Le y de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s .

les resulta vedado(40)— y dejarán de responder solidaria e ilimitadamen­


te por las obligaciones sociales para hacerlo en forma mancomunada(41).
Régim en a p lica b le
Art. 22.— El contrato social pu ede ser invocado entre los socios.
Es oponible a los terceros sólo si se pru eba qu e lo conocieron efectiva­
mente a l tiem po d e la contratación o del nacim iento d e la relación
obligatoria y también puede ser invocado por los terceros contra la
sociedad, los socios y los adm inistradores.
A diferencia de lo que preveía el anterior art. 23 LGSt42), el contrato
social resulta invocable entre los socios(43) y oponible a los terceros que

(40) "Dos errores, al menos, contiene... [la ley 26.994] en lo que a este tópico res­
pecta. El primero es el de que mantiene el instituto de la 'regularidad’ pero omite
establecer qué ocurre con la ‘falta de regularidad' y las consecuencias de la no ins­
cripción del acto o contrato constitutivo en el Registro Público de Comercio... al desa­
parecer el concepto de irregularidad y no haber sociedades irregulares, tampoco ha­
brá sociedades que deban ser regularizadas, eliminándose del texto legal el instituto
de la regularización. De otro lado —y en lo que constituye una segunda falencia—,
tampoco puede deducirse que la sanción frente a la ausencia de ‘regularidad’ será
la de la falta de oponibilidad ante terceros del contrato o de las cláusulas o defensas
contenidas en él o en el acto constitutivo [conforme disponía el derogado art. 23 LS]
toda vez que ...[se]... permite la oposición del contrato frente a terceros si se prueba
que lo conocieron... De ese modo, el peor escenario para los socios de la Sección IV
del Proyecto seria el de no poder limitar su responsabilidad ni hacer valer los efectos
del tipo escogido frente a terceros que ignorasen el contenido del contrato societario”
C u r á , J. y Ga r c í a V i l l a l o n g a , J., "Apuntes en torno...” cit., p. 187.
(41) Cfr. V í t o l o , D„ Las reformas a la Ley 19.550..., cit., ps. 106 y 107, quien ade­
más agrega que quienes contrataron a nombre de la sociedad dejarán de ser respon­
sables por ello y que ninguno de los socios podrá ya representar a la sociedad si no
exhibe el contrato social.
(42) Éste preveía que ni la sociedad ni los socios podían invocar respecto de cual­
quier tercero ni entre sí, derechos o defensas nacidos del contrato social, pero la so­
ciedad sí podía ejercer los derechos emergentes de los contratos celebrados.
(43) Empero, calificada doctrina sostiene que no son oponibles entre los socios las
cláusulas del contrato social no inscripto que subviertan la estructura orgánica de la
sociedad o que violen el orden público societario. "Así, si un contrato social no ins­
cripto previera liberar a los administradores de las obligaciones que le impone la ley
o bien si limitara la posibilidad de ejercer el derecho de receso en casos en que la ley
reconoce este derecho o si se pactara que los socios renuncian a la facultad de consi­
derar o impugnar los estados contables de la sociedad, estas cláusulas serán inefica­
ces por violar normas imperativas de la ley de sociedades, que se aplicarán también
a las sociedades informales. De igual manera, también serán ineficaces las cláusulas
prohibidas por el art. 13 LSC. Así, no serán oponibles entre los propios socios las cláu­
sulas que establezcan que alguno de los socios recibirán todos los beneficios o se les
excluirá de ellos, o que los liberen de contribuir a las pérdidas (art. 13 inc. 1° LSC) o
bien que aseguren a uno de los socios su capital o ganancias eventuales (art. 13 inc. 3°

- 1015-
S e b a s t i á n Ba l b í n

tuvieran conocimiento efectivo de su existencia al tiempo de la contrata­


ción o del nacimiento de la relación obligatoria. Además es invocable por
terceros contra la sociedad, socios y los administradores.
R epresentación: ad m in istración y g obiern o
Art. 23.— Las cláusulas relativas a la representación, la adm inis­
tración y las dem ás que disponen sobre la organización y gobierno de
la sociedad pueden ser invocadas entre los socios.
En las relaciones con terceros cualquiera de los socios representa
a la sociedad exhibiendo el contrato, pero la disposición del contrato
social le puede ser opuesta si se pru eba que los terceros la conocieron
efectivamente a l tiempo del nacim iento d e la relación jurídica.
B ienes registrables
Para adquirir bienes registrables la sociedad d ebe acreditar ante
el Registro su existencia y las facu ltades d e su representante por un
acto de reconocimiento de todos quienes afirm an ser sus socios. Este
acto debe ser instrum entado en escritura pública o instrumento pri­
vado con firm a autenticada por escribano. El bien se inscribirá a
nom bre d e la sociedad, debiéndose indicar la proporción en que p ar­
ticipan los socios en tal sociedad.
P ru eba
L a existencia de la socied ad pu ede acreditarse por cualquier m e­
dio d e prueba.

También las cláusulas relativas a la representación, la administra­


ción y demás que se dispusieran sobre la organización y gobierno de la
sociedad, pueden ser invocadas entre los socios. En cuanto a las relacio­
nes con terceros, cualquiera de los socios representa a la sociedad exhi­
biendo el contrato.
En cuanto a los bienes registrables, el art. 26 LGS en su anterior re­
dacción disponía que las relaciones entre los acreedores sociales y los
acreedores particulares de los socios se juzgaban como si se tratara de
sociedades regulares, excepto respecto de los bienes cuyo dominio re­
quiriera registración. A partir de tal salvedad, la doctrina mayormente
sostenía la incapacidad de las sociedades irregulares para adquirir bie­
nes registrables. La reforma de la LGS ha venido a zanjar tal discusión en
favor de la admisión de la adquisición y registración —-aunque ya no res­
pecto de las sociedades irregulares sino de aquellas de la Sección IV—, al

LSC)" Araya, T., “Las Sociedades Informales de la Sección IV LSC en el Proyecto de


Código',' XII Congreso Argentino de Derecho Societario VIII Congreso Iberoamerica­
no de Derecho Societario y de la Empresa (Buenos Aires, 2013).

-1 0 1 6 -
La r e f o r m a d e la l e y d e s o c i e d a d e s Com e r c ia l e s .

incluir en la parte final del art. 26 la fórmula "incluso con respecto a los
bienes registrables", en concordancia con el también nuevo art. 23 LGS y
que dispone que para adquirirlos estas sociedades deben acreditar ante
el Registro su existencia y las facultades de su representante por un acto
de reconocimiento de todos quienes afirman ser sus socios, inscribién­
dose el bien "a nombre de la sociedad" y detallando la proporción en que
participa cada uno. En tanto titular de dominio, la sociedad podrá gravar
y enajenar tales bienes{44).
Responsabilidad de los socios
Art. 24.—Los socios responden frente a los terceros com o obligados
simplemente m ancom unados y por partes iguales, salvo que la solida­
ridad con la sociedad o entre ellos, o una distinta proporción, resulten:
1) de una estipulación expresa respecto de una relación o un con­
junto de relaciones;
2) de una estipulación del contrato social, en los términos del ar­
tículo 22;
3) de las reglas comunes del tipo que manifestaron adoptar y res­
pecto del cual se dejaron d e cumplir requisitos sustanciales o form ales,
Relaciones entre los acreedores sociales y los particulares de los
socios
Art. 26.— Las relaciones entre los acreedores sociales y los acree­
dores particulares de los socios, aun en caso d e quiebra, se juzgarán
com o si se tratara d e una sociedad de los tipos previstos en el Capítu­
lo II, incluso con respecto a los bienes registrables.
La nueva redacción del art. 24 LGS establece, para las sociedades de
la Sección IV, la responsabilidad simplemente mancomunada de los so­
cios frente a terceros. La disposición, que "posiblemente constituya la
principal innovación en la normativa proyectada para estas sociedades",
deja de lado la anterior responsabilidad solidaria prevista para los socios
de las derogadas sociedades irregulares y de hecho í45l Desde la entra­
da en vigencia de la ley 26.994, la solidaridad con la sociedad, o entre
los socios, o una distinta proporción de la que surge de la simple man-
comunión, sólo resulta en caso de: i) estipulación expresa; ii) previsión
contractual efectivamente conocida por terceros al tiempo de la contra­
tación o del nacimiento de la relación obligatoria, y iii) de las reglas co-

(44) Cfr. B e n s e ñ o r , N., "Reforma del...” cit., www.cec.org.ar/doc/reformas_regi-


men_societario.pdf.
( 4 5 ) Cfr. A r a y a , T., “Las Sociedades Informales..." cit.; V í t o l o , D ., "Réquiem p a ra
la ‘irregularidad' de la s sociedades comerciales en el Proyecto del Código Civil y Co­
mercial de la Nación" Compendio Jurídico 72 65, abril 2013.

- 1017 ~
S e b a s t i á n Ba l b í n

muñes del tipo que manifestaron adoptar y respecto del cual se dejaron
de cumplir requisitos sustanciales o formales (46l
El derogado art. 22 LGS preveía la posibilidad de la reguiarización de
las sociedades irregulares mediante la adopción de un tipo regular, para
lo cual disponía de un mecanismo muy similar al de la transformación
y que en realidad importaba una "constitución dentro de los tipos pre­
vistos por la Iey"(47), La petición de reguiarización correspondía a cual­
quiera de los socios, quienes podían requerirla comunicándolo a todos
los socios, los que resolvían por mayoría. No lograda la misma, cualquier
socio podía provocar la disolución, mientras que si se resolvía la reguia­
rización los socios opositores tenían derecho a una suma de dinero equi­
valente al valor de su parte(48). Con la sanción de la ley 26.994 se ha sido
suprimido el instituto de la reguiarización e incorporado, en su reempla­
zo, el de la subsanación.
S ubsanación
Art. 25.— En el caso de sociedades incluidas en esta Sección, la
omisión de requisitos esenciales, tipificantes o no tipificantes, la exis­
tencia de elementos incompatibles con el tipo elegido o la omisión de
cumplimiento d e requisitos form ales, pueden subsanarse a iniciativa
d e la sociedad o de los socios en cualquier tiempo durante el plazo de
la duración previsto en el contrato. A falta, de acuerdo unánime de los
socios, la subsanación puede ser ordenada judicialm ente en proce­
dimiento sumarísimo. En caso necesario, el juez puede suplir la fa lta
de acuerdo, sin imponer mayor responsabilidad a los socios que no lo
consientan.
El socio disconform e podrá ejercer el derecho de receso dentro de
los diez (10) días d e qu edar firm e la decisión judicial, en los términos
del artículo 92.
u

(46) A r a y a critica la nueva norma por cuanto: i) en sus relaciones con terceros, se
otorga a los socios de una sociedad informal no inscripta un régimen más favorable
que el previsto para socios de una sociedad colectiva —regular—; ii) se produce una
inconsistencia al mantenerse la solidaridad entre los directores, socios fundadores
y la propia sociedad en formación por los actos celebrados mientras la sociedad no
esté inscripta (art. 183 LGC). Si los socios de la sociedad en formación abandonan el
iter constitutivo quedan en una mejor posición frente a terceros que los socios de una
sociedad en formación que continúa con el proceso de registración; iii) la quiebra de
la sociedad informal no se extiende a sus socios ya que no tienen éstos responsabili­
dad ilimitada, lo que sí sucede con las sociedades regulares de personas o partes de
interés (art. 161 LCQ). Cfr, A r a y a , T., "Las Sociedades Informales..." cit.
(47) Cfr. H a l p e r i n , I., Sociedades Anónimas, Ia ed., Depalma, 1974, p. 715, n° 5.
(48) Cfr. H a l p e r i n , I. y B u t t y , E„ Curso de Derecho..., cit, 1.1, p. 410.

-1018 -
La r e f o r m a d e la Le y de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s.

Frente a la omisión de requisitos esenciales —tipificantes o no—, la


existencia de elementos incompatibles con el tipo o la omisión de cum­
plimiento de requisitos formales, de no mediar acuerdo unánime de
los socios, la propia sociedad o cualquiera de los socios puede requerir
judicialmente la subsanación por procedimiento sumarísimo. Alguna
doctrina ha señalado que la norma sustituta del art. 22 LGS no es clara,
en particular en cuanto a "si un socio puede impulsar la subsanación
como medio de impedir la disolución y liquidación de la sociedad o ala
inversa, un socio requerir la disolución como medio de egresar de una
sociedad comprendida en la sección IV, sin tener que recurrir al régimen
de subsanación del art. 23" í49).

Art. 25.— (continuación).


Disolución. Liquidación
Cualquiera de los socios puede provocar la disolución de la socie­
d ad cuando no m edia estipulación escrita del pacto de duración, no­
tificando fehacientem ente tal decisión a todos los socios. Sus efectos se
producirán de pleno derecho entre los socios a los noventa (90) días de
la última notificación.
Los socios que deseen perm anecer en la sociedad, deben pagar a los
salientes su parte social.
La liquidación se rige por las norm as del contrato y de esta ley.
Con anterioridad a la sanción de la ley 26.994 cualquiera de los so­
cios podía exigir la disolución de la sociedad irregular, la que se producía
a la fecha en que aquél hubiera notificado fehacientemente la decisión,
salvo que la mayoría hubiera resuelto regularizarla dentro del décimo
día solicitando su inscripción dentro de los sesenta días. Tanto los socios
que hubieran votaron contra la regularización como quien peticionara
sin éxito la disolución tenían derecho a receder. Producida la reforma
de la LGS, su nuevo art. 25 —parte final— dispone, en razón de la actual
oponibilidad entre socios del contrato no inscripto, que éstos no pueden
solicitar la disolución del ente cuando exista estipulación escrita sobre
la duración del mismo y el plazo aún no hubiera transcurrido. Como la
norma no aclara si tal estipulación debe encontrarse indefectiblemente
inserta en el contrato, y dada la informalidad del mismo, alguna doctri­
na sostiene que ésta puede provenir de otro instrumento firmado por los
so cio s^ .

( 4 9 ) Cfr. B e n s e ñ o r , N ., “Reforma del..." cit., www.cec.org.ar/doc/reformas_regi-


men_societario.pdf.
(50) Cfr. A r a y a , T., “Las Sociedades Informales..." cit.

- 1019 -
S e b a stiá n ba l b ín

5. Nuevo régimen de participación entre esposos


Antes de la sanción de la ley 26.994 la LGS sólo autorizaba a los espo­
sos a constituir conjuntamente sociedades comerciales o integrar entre
sí entes ya existentes, siempre y cuando se tratara de sociedades por ac­
ciones o de responsabilidad limitada (art. 27). En razón de tal previsión,
cuando uno de los cónyuges hubiera adquirido por cualquier título la
calidad de socio del otro en sociedades de distinto tipo, debía optarse
por que la sociedad dentro del plazo de seis meses se transformase o por
que cualquiera de los esposos cediera su parte a otro socio o a un terce­
ro. Mediante Ja norma se procuraba solucionar, en el ámbito mercan­
til, el problema que planteaban las sociedades entre esposos en materia
de sociedad conyugal(5i). El nuevo art. 27 LGS ha venido a modificar tal
situación, en concordancia con el también nuevo régimen de sociedad
conyugal(52).
S ocied a d entre cónyuges
Art. 27.— Los cónyuges pueden integrar entre sí sociedades d e
cualquier tipo y las reguladas en la Sección IV.
A partir de la unificación de los Códigos Civil y Comercial ya no exis­
ten restricciones para que los cónyuges integren sociedades de cualquier
tipo, incluso alguna de aquellas no constituidas según los tipos regula­
res, ya sea que compartan la calidad de socios de manera originaria o
derivada.

6. La indivisión forzosa de establecimientos comerciales


en la LGS
En su anterior versión, el art. 28 LGS posibilitaba al causante impo­
ner en los casos reglados en los arts. 51 y 53 de la ley 14.394(53), la indi­
visión forzosa de establecimientos comerciales, industriales, agrícola
ganaderos —y categorías asimilables— a sus herederos, por un plazo no
mayor de diez años, salvo que algunos de ellos fueran menores, supuesto
en que la imposición podía prorrogarse hasta su mayoría de edad. Si bien
la Exposición de Motivos de la LS refería que tal facultad estaba desti­

(51) Exposición de Motivos ley 19.550, Capítulo I, Sección V, ap. 1.


(52) El nuevo texto dei art. 29 LGS incluso suprimió la declaración de nulidad que
el mismo efectuaba respecto de la violación de la previsión del art. 27 de la anterior LS,
(53) En rigor idéntica imposición podía ser adoptada por el cónyuge supérstite
que hubiere colaborado en adquirir o formar, en todo o en parte, el establecimiento,
respecto de los demás herederos (art. 53 ley 14.394). Contra tal previsión legal, véase
G u a g l i a n o n e , A ., "La indivisión hereditaria pactada o impuesta y la ley 14.394” JA,
1956-11-89 a 91.

~ 1020 -
La r e f o r m a d e la Le y de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s.

nada a proteger a los menorest54), lo cierto es que la norma, además de


defender la unidad y estabilidad familiar, también protegía a las empre­
sas comerciales impidiendo que la muerte del socio principal conlleve su
desintegración (53l Asimismo se disponía que, de existir herederos me­
nores de edad, éstos sólo podían incorporarse al ente como socios con
responsabilidad limitada, debiendo en tal caso el contrato constitutivo
ser aprobado por el juez de la sucesión. Si existía posibilidad de colisión
de intereses entre el representante legal y el menor, se designaba un tutor
a d hoc para la celebración del contrato y el contralor de la administra­
ción, si hubiera sido ejercida por aquél. La infracción a tales previsiones,
sin perjuicio de la transformación de la sociedad en una de tipo autori­
zado, hacía solidaria e ilimitadamente responsables al representante del
menor y a los consocios mayores de edad, por los daños y perjuicios que
aquél hubiera sufrido (art. 29 LGS).
La ley 26.994 ha venido a sustituir los arts. 28 y 29 LGS, sin alterar ma­
yormente su redacción original, incorporando a los incapaces o personas
con capacidad restringida y haciendo extensivos los deberes del repre­
sentante legal también a los curadores o al sostén de aquéllos. Tampo­
co las sanciones por infracción al art. 28 LGS previstas en el art. 29 LGS
varían sustancialmente, adecuándose la redacción del nuevo texto con
la mención del curador y sostén de la persona menor de edad, incapaz o
con capacidad restringida y de la persona menor de edad, incapaz o con
capacidad restringida.
Socios h ered eros menores, incapaces o con capacidad
restringida
Art. 28.— En la sociedad constituida con bienes som etidos a indi-
visiónforzosa hereditaria, los herederos menores de edad, incapaces, o
con capacidad restringida sólo pueden ser socios con responsabilidad
limitada. El contrato constitutivo debe ser aprobado por el ju ez de la
sucesión. Si existiere posibilidad de colisión de intereses entre el repre­
sentante legal, el curador o el apoyo y la persona menor de edad, inca­
paz o con capacidad restringida, se debe designar un representante ad
hoc para la celebración del contrato y para el contralor de la adm inis­
tración de la sociedad si fu ere ejercida por aquél.
Sanción
Art. 29.— Sin perjuicio de la transform ación de la socied ad en
una de tipo autorizado, la infracción a l artículo 28 h ace solidaria e

(54) Exposición de Motivos ley 19.550, Capítulo Primero, Sección V, ap. 2.


(55) Cfr. C á m a r a , H., "Capacidad e incompatibilidad de las personas individuales
para integrar sociedades mercantiles" RDCO, n° 19, Buenos Aires, 1986, p. 204.

- 1021 -
SE B A S T IÁ N B A LBÍN

ilim itadam ente responsables al representante, a l curador y a l a p o ­


yo de la persona m enor de edad, incapaz o con cap acid ad restrin­
gida y a los consocios plenam ente capaces, por los daños y perjui­
cios causados a la persona menor d e edad, incapaz o con cap acid ad
restringida,

También se ha suprimido del art. 28 LGS la remisión a la derogada


ley 14.394, agregando para aquellos supuestos de sociedad constituida
con bienes sometidos a indivisión forzosa hereditaria, a los incapaces
y personas con capacidad restringida. Igual incorporación se ha hecho
respecto de éstos en el art. 29 LGS.

7. Ampliación de la capacidad de asociación de las sociedades


por acciones

El anterior art. 30 LGS consagraba una significativa incapacidad de


derecho para las sociedades por acciones —anónimas y en comandita
por acciones—-(56í, las que sólo podían formar parte de sociedades por
acciones. La norma, que no reconocía al tiempo de su sanción antece­
dentes legislativos iS7\ atendía razones de orden público tendientes a
evitar que por medio de participaciones en sociedades no fiscalizadas
se eludieran las disposiciones de los arts. 299 y 301 LGS y a preservar el
interés de los accionistas en caso de extensión de quiebra a la sociedad
por acciones si ésta resultaba soda con responsabilidad ilimitada í58l La
nulidad que afectaba el vínculo en caso de violación del precepto era ab­
soluta, imprescriptible y no confirm able(59), por cuanto la incapacidad
asociativa consagrada era, según dijéramos, de derecho (60\ La nueva re­
dacción del art. 30 LGS mantiene aquellas consideraciones, pero amplía
el universo asociativo de las sociedades involucradas.

(56) Cfr. Z a l d i v a r , E „ R a g a z z i , G., M a n ó v il , R ., R o v ir a , A. y S a n M i l l á n , C.,


Cuadernos de Derecho Societario, t, I, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1980, p. 178;
R o i t m a n , H ., Ley de Sociedades Comerciales, cit., 1 . 1, p. 546.
(57) Sin perjuicio de los antecedentes reseñados en la Exposición de Motivos de la
ley 19.550, el art. 30 LGS en su primera versión resultaba ser una creación original del
derecho argentino. Cfr. M a n ó v il , R., Grupos de Sociedades en ei Derecho Comparado,
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1999, ps. 865 a 867 y 871.
(58) Cfr. Z u n i n o , J„ Régimen de Sociedades Comerciales, 20a ed., Astrea, Buenos
Aires, 2005, ps. 103 y 104; H a l p e k i n , I. y O t a e g u i , J., Sociedades Anónimas, Depalma,
Buenos Aires, 2000, ps. 802 y 803, n° 7.
(59) Cfr. M a n ó v il , R. Grupos de Sociedades, cit., p. 872.
(60) Lo que no importaba que se transformaran en sociedades irregulares. Cfr.
H., Ley de Sociedades Comerciales, cit., 1.1, p. 547; E s c u t i , I., “La batalla en
R o it m a n ,
contra del art. 30 de la LS',’ ED, 154, 990.

- 1022 ~
La r e f o r m a d e la l e y d e So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s .

S ocied a d s o d a
Art. 30.— Las socied ad es an ón im as y en com an dita por a c ­
ciones sólo pueden fo rm a r parte d e socied ad es por acciones y de
respon sabilidad lim itada. Podrán ser parte d e cu alqu ier contrato
asociativo.
A partir de la sanción de la ley 26.994, las sociedades anónimas y en
comandita por acciones pueden formar parte ya no sólo de sociedades
por acciones, sino también de sociedades de responsabilidad lim itada.
Para efectuar tal ampliación, la Comisión reformadora ha considera­
do “conveniente, en consonancia con la doctrina, ampliar las posibi­
lidades existentes en cuanto a la sociedad socia y las participaciones
recíprocas".
La norma también incluye una autorización para que éstas sean par­
te de cualquier contrato asociativo. La previsión, superflua e innecesa­
ria, ha sido justificada por la Comisión en el deseo de "facilitar y pro­
mover negocios de organización, permitiendo recibir capitales. Se aplica
especialmente a los denominados joint ventures, contrato exploratorio o
preliminar, que no configura desde ningún punto de vista una sociedad,
menos de hecho como alguna jurisprudencia ha señalado. Todas estas
situaciones son contratos, y como tales deben ser tratados”.

8. Los nuevos supuestos de exclusión en las sociedades


de dos socios

En su anterior redacción, el art. 93 LGS disponía que en las socieda­


des de dos socios, mediando justa causa, procedía la exclusión de uno
de ellos con los efectos del aún vigente art. 92í61), lo que daba lugar a su
disolución siempre y cuando no se incorporaran nuevos socios en el tér­
mino de tres meses, lapso en que el socio único era itsoonsable ilimitada
y solidariamente por las obligaciones sociales. E nu^vo art. 93 LGS ha
seguido mayormente el texto de su antecesor, ajustándolo en razón de la
incorporación de las sociedades anónimas unipersonales.

(61) “El socio excluido tiene derecho a una suma de dinero que represente el va­
lor de su parte a la fecha de la invocación de la exclusión; si existen operaciones pen­
dientes, el socio participa en los beneficios o soporta sus pérdidas; la sociedad puede
retener la parte del socio excluido hasta concluir las operaciones en curso al tiempo
de la separación; en caso de pérdida del aporte de uso o goce, el socio excluido no
puede exigir la entrega del aporte si éste es indispensable para el funcionamiento de
la sociedad y se le paga su parte en dinero; el socio excluido responde hacia los terce­
ros por las obligaciones sociales hasta la inscripción de la modificación del contrato
en el Registro Público de Comercio”

- 1023
S e b a s t i á n Ba l b í n

Exclusión en sociedad de dos socios


Art. 93.— En las sociedades de dos socios procede la exclusión
de uno de ellos cuando hubiere ju sta causa, con los efectos del ar­
tículo 92; el socio inocente asum e el activo y pasivo sociales, sin per­
ju icio de la aplicación del artículo 94 bis.
En consecuencia, también se sustituyó la remisión que efectuara
el anterior art. 93 LGS al suprimido texto anterior del inc. 8o del art. 94
LGS(62), por otra al nuevo art. 94 bis LGS. Esta incorporación, a la que
ya nos refiriéramos supra al tratar las sociedades unipersonales, dispo­
ne que ante la reducción a uno del número de socios no procede la di­
solución de la sociedad sino la "transformación de pleno derecho de las
sociedades en comandita, simple o por acciones, y de capital e industria,
en sociedad anónim a unipersonal, si no se decidiera otra solución en el
término de tres (3) m eses”.

9. Ampliación de la norma de interpretación del art. 100 LGS


Sin perjuicio del fin individual de la persona que suscribe el contrato
que da origen a una sociedad comercial, ésta también existe porque el
ordenamiento la autoriza teniendo además en mira los intereses de la
comunidad, no siendo la satisfacción de aquel del socio más que la con­
secuencia de éstos. De allí que tanto "emprender, continuar o finiquitar
una actividad económicamente productiva, afectan el llamado 'interés
público’, ya que la insuficiencia, extinción o agotamiento de las fuentes
productoras pueden implicar desocupación o merma de producción con
la lógica disminución del producto bruto nacional, es decir, afectando
directamente el bienestar general del país. Ante ese ‘interés público'
comprometido por un eventual riesgo relacionado con la situación per­
sonal del empresario, el Estado tiende a intervenir mediante diversas tu­
telas. Una de ellas es la conservación de la empresa”(63). El art. 100 LGS en
su anterior redacción consagraba tal principio conservatorio (64\ lo que

(62) La LGS, en su anterior redacción, aludía a la exclusión "sin perjuicio de la


aplicación del art. 94, inc. 8)” y que a su vez refería a la “reducción a uno del número
de socios, siempre que no se incorporen nuevos socios en el término de tres (3) me­
ses. En este lapso el socio único será responsable ilimitada y solidariamente por las
obligaciones sociales contraídas"
(63) Cfr. Q u i n t a n a F e r r e y r a , F. y R i c h a r d , E., "La conservación de la empresa en
las leyes de sociedades 19.550 y de Concursos 19.551" RDCO, 1978, p. 1376.
(64) El art. 100 en su redacción original preveía que "en caso de duda sobre ia exis­
tencia de una causal de disolución, se estará en favor de la subsistencia de la socie­
dad" fórmula general que refería y aplicaba el denominado por la doctrina principio
de preservación o conservación de la empresa, y que tiende a proteger su marcha,
tutelando así intereses de carácter general que trascienden los particulares del ente

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La r e f o r m a d e la l e y d e So c i e d a d e s c o m e r c ia l e s.

no se ha visto alterado con la reforma de la ley, sin perjuicio de su nueva


redacción.
Remoción de causales de disolución
Art. 100 — Las causales de disolución podrán ser rem ovidas m e­
dian do decisión del órgano d e gobierno y elim inación d e la causa que
le dio origen, si existe viabilidad económ ica y social d e la subsistencia
de la actividad d e la sociedad. La resolución deberá adoptarse antes
de cancelarse la inscripción, sin perjuicio de terceros y d e las respon­
sabilidades asumidas.
N orm a de in terpretación
En caso d e du da sobre la existencia d e una causal de disolución,
se estará a fa v or d e la subsistencia de la sociedad.
El principio de conservación de la empresa se resume en un conjunto
de postulados que, atendiendo razones económicas y sociales, orientan
la permanencia de la empresa económicamente viable y socialmente útil,
permitiéndole subsanar la ocurrencia de ciertos hechos que comprome­
ten la suerte de la sociedad organizadora —el empresario social—(65).
En esta línea, la ley 26.499 incorpora un novedoso agregado al texto le­
gal al disponer que la decisión de remoción de una causal de disolución
requiere, además de la voluntad de los socios, de la acreditación de la
“viabilidad económ ica y social de la subsistencia de la actividad de la so­
ciedad". La previsión tiene un contenido económico que parece exceder
los supuestos de recomposición de capital social o el levantamiento de
quiebra (art. 94 incs. 5o y 6 LGS}, por ío que es probable que su interpre­
tación genere conflictos al tiempo de fijar ios socios sus alcances, ya sea
que exista oposición por parte de algunos —con la consecuente impug­

que los canaliza y moviliza. “La sección termina disponiendo que en caso de duda
sobre la existencia de una causal de disolución debe estarse por la subsistencia de la
sociedad (art. 100). Es decir que la ley vuelve a hacer aplicación del principio de con­
servación de la empresa que inspira todo su articulado y particularmente esta parte
(arts. 94, incs, 6o, 8o y 9o, etcétera)" Exposición de Motivos, Capítulo I, Sección XII,
pto. 11. íd. V e r ó n , A„ Sociedades Comerciales. Ley 19.550 y modificatorias —comen­
tada, anotada y concordada—, t. 2, p. 270; Z u n i n o , J., Régimen de Sociedades Comer­
ciales, 20a ed., Ástrea, Buenos Aires, 2005, p. 154; Q u i n t a n a F e r r e y r a , F. y Ri c h a r d ,
E„ “La conservación de la empresa en las leyes de sociedades 19.550 y de Concursos
19.551” RDCO, 1978, p. 1376.
(65) En concordancia con tal principio la LGS prevé un sistema de nulidades pro­
pio, ajustado a las particularidades del contrato plurilateral de organización y que
permite su subsistencia frente a determinados vicios que afecten de forma tempora­
ria o permanente el vínculo con sus suscriptores. La incorporación de las sociedades
anónimas unipersonales, y sin perjuicio de su excepcionalidad, no altera estos pos­
tulados generales.

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S e b a s t i á n Ba l b í n

nación judicial de la decisión— o que el Registro Público considere que


no existen la viabilidad y subsistencia requeridas —lo que se dificulta
al carecer el Registro Público del control de legalidad, según referimos
supra—. Sin perjuicio de ello, la LGS mantiene el criterio de que en caso
de duda sobre la existencia de una causal de disolución, se estará a favor
de la subsistencia de la sociedad. Al disponer la LGS que la resolución
que remueve la causal de disolución debe adoptarse antes de cancelarse
la inscripción de la sociedad, se refrenda la pacífica y unánime doctrina
y jurisprudencia en cuanto a que la sociedad conserva su personalidad
hasta operada tal cancelación.

III. I n t r o d u c c i ó n d e a l g u n o s a ju s t e s t e r m in o l ó g ic o s
Y SUPRESIÓN DE LAS FORMAS ASOCIATIVAS
CARENTES DE PERSONALIDAD

Además de las modificaciones apuntadas, la ley 26.994 efectúa tam­


bién algunos ajustes terminológicos respecto de la redacción original de
la LGS, aunque sin alterar el alcance de las normas intervenidas. Éstos
pueden resumirse en:
i) al ocuparse de la disolución de la sociedad en el supuesto de quie­
bra, la anterior versión del art. 94 LGS se refería a que éste quedaba sin
efecto en caso de celebrarse concordato resolutorio. Tal concordato, ori­
ginalmente previsto en el art. 222 de la ley 19.551, fue derogado con la
sanción de la ley 24.522 de Concursos y Quiebras. El nuevo texto de la
LGS corrige el anacronismo, aludiendo como únicos supuestos de remo­
ción del estado de quiebra que importa la disolución de la sociedad, ai
avenimiento y ala conversión de aquélla;
ii) en su anterior redacción, el art. 164 LGS hacía responsables ilimi­
tada y solidariamente a los representantes de la sociedad juntamente
con ésta por los actos que celebraran habiendo omitido consignar luego
de la denominación social la expresión "sociedad anónima”, su abrevia­
tura o la sigla S.A. La nueva norma elimina dicha sanción, la que paradó­
jicamente se mantiene para el caso de las sociedades de responsabilidad
limitada (art. 147 LGS);
iii) el art. 285 LGS disponía que, además de abogado o contador con
título habilitante, podían ser síndicos las sociedades civiles constituidas
exclusivamente por estos profesionales, en tanto los contratos previeran
su responsabilidad solidaria y tuviesen su domicilio real en el país. A par­
tir de la derogación del régimen de la sociedad civil con motivo de la en­
trada en vigencia del Código unificado (66\ estas formas asociativas han

(66) Con la unificación de los Códigos Civil y Comercial se suprimió la sociedad


civil, antes regulada en los arts. 1646 y ss. del derogado Código Civil.

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La r e f o r m a d e la Le y de So c i e d a d e s C o m e r c ia l e s .

quedado comprendidas entre las de la Sección IV de la LGS —arts. 21 a


26— a las que nos refiriéramos supra. En concordancia con ello es que se
ha readecuado el requisito final del art. 285 LGS, el que ahora se refiere a
sociedades con responsabilidad solidaria constituida exclusivamente por
estos profesionales (abogados y contadores);
iv) se han suprimido de la LGS las formas asociativas carentes de
personalidad, englobadas bajo la denominación genérica de contra­
tos de colaboración em presaria y que habían sido incorporadas por ley
22.903 de 1983 en un esfuerzo por evitar que el vínculo resultante de ta­
les contratos —hasta entonces innominados— pudiera ser reputado de
irregular. En los fundamentos del Anteproyecto del actual Código Civil
y Comercial Unificado —dec. 191/2011—, la Comisión Redactora (Loren-
zetti, Highton de Nolasco y Kemelmajer de Carlucci) resaltó la necesi­
dad de regular los contratos asociativos que no constituyen sociedades,
a fin de fortalecer la colaboración entre pequeñas y medianas empre­
sas y privilegiar sus economías de escala, facilitándoles realizar inves­
tigaciones, compras, ventas u obras en común. Existe, en términos de la
Comisión Redactora, "una persistencia del modelo societario que hace
que, con demasiada frecuencia, se los confunda y se los termine califi­
cando como sociedad, con los perjuicios que ello genera. La conjunción
entre la presunción de existencia de sociedad, personalidad jurídica y
tipicidad legal, en el contexto económico actual, se muestra insuficiente.
Las actividades en común, informales, transitorias, quedan encorseta-
das en la hermeticidad conceptual de este modelo de 'sociedad-persona
jurídica-típica’. La colaboración asociativa, como la societaria, presenta
comunidad de fines, de modo que las partes actúan en un plano de coor­
dinación y compartiendo el interés, lo que la diferencia claramente de la
colaboración basada en la gestión. A diferencia de la sociedad, se trata de
una integración parcial y no total, ya que no existe disolución de la indi­
vidualidad, ni creación de una persona jurídica. El contrato asociativo es
un vínculo de colaboración, plurilateral o de participación, con comu­
nidad de fines, que no es sociedad". No es de extrañar entonces que la
ley 26.499 finalmente optara por trasvasar estos vínculos asociativos al
Código Civil “precisamente porque son contratos y no sociedades". Así,
las Disposiciones Generales para contratos asociativos del Capítulo 16
(primera sección) del Código se aplican a todo contrato de colaboración,
de organización o participativo, con comunidad de fin, que no sea so­
ciedad —por tanto a UTEs y ACEs anteriormente incluidas en la LGS—.
Ambos contratos, al igual que otras figuras afines, se tratan por separado
en otra parte de esta obra, a la que remitimos.

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