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Guerra Sabía
Guerra Sabía
Marxismo
Leninismo
III
Anelia Expósito Barreiro
CPE Ing. Civil
GUIA 2:
En política, la izquierda es el sector del espectro político que defiende la igualdad social y
el igualitarismo, frecuentemente en contraposición a las jerarquías entre individuos.El
término «izquierda» se utilizó por primera vez para referirse al republicanismo, el
renacimiento de la democracia durante la Revolución francesa y el liberalismo clásico.
Después comenzó a aplicarse al socialismo, el comunismo, la socialdemocracia y varias
formas de anarquismo. También se asocia a los movimientos por los derechos civiles, el
movimiento contra la guerra y al ecologismo
Izquierda democrático-reformista: La «izquierda democrático-reformista» es la que
propugna que el principal marco de actuación deben ser las elecciones libres (en que no
existe coacción sobre el votante y se presentan los resultados de manera transparente), la
acción parlamentaria y las reformas progresivas y con amplio consenso en amplios
sectores sociales. Es el tipo de izquierda predominante en la mayor parte de los sistemas
democráticos de principios del siglo XXI. Ideológicamente rechaza los sistemas políticos
dictatoriales y marca distancia con cualquier teoría que inspire dicho tipo de sistemas
dictatoriales. Actualmente son las corrientes mayoritarias dentro de la izquierda
democrática-reformista:
Socialdemocracia: Persigue la consecución de la igualdad social dentro de una
democracia liberal. Durante los últimos años, en determinados países se está relacionada
con el Socio liberalismo, como en el caso del laborismo británico.
Eurocomunismo: Se distingue de la socialdemocracia por ser más críticos del sistema
capitalista y por centrarse más en las problemáticas sociales.7 Están relacionadas con el
eco socialismo y defienden el socialismo democrático como sistema político.
2- Defina la derecha como vertiente política. Determine las fuerzas que la componen.
En política, la derecha es el segmento del espectro político que afirma que
determinados órdenes sociales y jerarquías son inevitables o deseables,
apoyándose por lo general sobre la naturaleza humana, el derecho natural, la
economía o la tradición.123456789 Estas jerarquías son vistas por la derecha
como producto natural de la competencia en las economías de mercado o
simplemente como una consecuencia inevitable de las diferencias en la
personalidad de los individuos.
No existe una definición unívoca de derecha aunque dadas un conjunto de
dicotomías como el individualismo frente a colectivismo, confesionalidad frente a
laicismo, propiedad privada frente a propiedad pública de ciertas actividades
económicas, igualdad de oportunidades frente a igualdad de resultados,
tradicionalismo frente a reformismo social, conservadurismo frente a progresismo,
liberalismo frente al comunismo, la derecha se decanta estadísticamente por las
primeras componentes de cada una de ellas en mayor proporción que la izquierda.
Actualmente, el discurso político de la mayor parte de fuerzas de derecha habla
favorablemente de la riqueza a través de la libre competencia.
3- Ejemplifique la vigencia del debate entre derecha e izquierda como vertientes
políticas en la actualidad
Las nociones de izquierda y de derecha conllevan de forma implicita una oposición
en política. Ambos términos nacen en la Francia de 1789, durante el inicio de la
revolución francesa, para posteriormente extenderse a gran parte de los sistemas
políticos del mundo. Las particularidades de esta bipolarización, en líneas
generales, se enfrentan y oponen: Los valores de autoridad,4 identidad nacional,
orden, seguridad, militarismo, tradición, religión, conservadurismo, libertad
económica (derecha política).Los valores de progreso, igualdad jurídica, respeto a
lo nacional e internacional, autóctono, solidaridad, insubordinación, secularismo el
derecho de autodeterminación y la justicia social mediante una economía
planificada (izquierda política).
Los términos izquierda y derecha tienen su origen en la revolución francesa y se
derivan de forma algo accidental de la manera en que se fueron organizando para
discutir los miembros de la primera Asamblea Nacional Constituyente. Quienes
favorecían a la monarquía se sentaron a la derecha del salón. Quienes favorecían
la revolución a la izquierda.
Por otra parte, según el historiador John Broich, el liberalismo como plataforma de
partidos data de la Inglaterra de mediados del siglo XIX, cuando un grupo de
reformistas (en el contexto de un mundo cambiante y de guerras de
independencia) quiso apartarse del bipartidismo de la época y de los postulados de
aquellos que dominaban el debate.
Después de 200 años, la discusión ya no es entre izquierda y derecha. No en los
países con democracias consolidadas. No en las naciones prósperas. En su lugar,
se trata sobre los matices entre tendencias del liberalismo democrático. En
Estados Unidos, por ejemplo, tanto demócratas como republicanos son defensores
de ese ideario, a pesar de tener visiones antagónicas en temas como la
inmigración ilegal, el cambio climático o las políticas tributarias.
10-
En el argot académico general y hasta en el político el tema de la
transición se expresa de distintas maneras. Mientras en el ámbito de las
ciencias naturales, técnicas y exactas se habla de transición de un
estado físico a otro o de unas especies biológicas a otras, de transición
tecnológica y energética, así como de otros procesos de conversión de
un objeto -tangible o no- en otro distinto, en la esfera social se polemiza,
mayormente, acerca de la transición demográfica y generacional, de la
transición económica y, en particular, -entre otras múltiples formas de
cambios en los contextos nacionales e internacionales- de «transición
política», lo que ha sido más recurrente, sobre todo, para explicar lo que
también se ha dado en llamar «transición a la democracia».
Pero la transición a la democracia, desde estas perspectivas, solamente
se aprecia como un proceso de transformación de regímenes
considerados autoritarios como los existentes, en su momento, en
Portugal, España y Grecia, América Latina o la propia Europa del Este y
otros países llamados democráticos. Este proceso tiene el objetivo de
crear o fortalecer, según sea el caso, las estructuras político-
institucionales del sistema político capitalista y no su transformación en
otras distintas. Sin embargo, la transición política también puede ser
asumida como el inicio de una profunda revolución social, un proceso de
cambios que genera -de forma más o menos rápida y radical- la
destrucción de formas de participación, socialización y culturas políticas,
sustentadas en instrumentos capitalistas privados de apropiación
productiva para dar lugar a otras de mayor complejidad y que tienen su
fundamento en un modo de producción distinto. Fue lo que Marx
denominó período de tránsito del capitalismo al comunismo y que Lenin
enfocó -en la mayor parte de su obra escrita- como de tránsito al
socialismo o de construcción socialista2 y que -en el contexto cubano
actual- nos obliga a volver a indagar, cuál fue el derrotero global de ese
tránsito y cómo ellos percibían, dentro de este, la relación Estado-
mercado, lo que tuvo particular relevancia a partir de la obra de Marx,
Crítica del Programa de Gotha. El tema de la transición, sin embargo, no
solo fue tratado por Marx y Lenin en estas dos obras teóricas básicas
estudiadas; además, resultó particularmente profundizado por el propio
líder bolchevique en las nuevas condiciones en que se desarrolló la
Gran Revolución socialista de octubre de 1917. Este fue el contexto a
partir del cual Lenin (1986a) comenzó a enunciar frases lapidarias como:
«entre el socialismo y el capitalismo se extiende un largo período, más o
menos difícil, de transición, de dictadura del proletariado» (p. 273); o, por
ejemplo: «estamos lejos incluso de haber terminado el período de
transición del capitalismo al socialismo» (Lenin, 1986a, p. 281), donde,
por primera vez, se hablaba en forma explícita de un período de
transición del capitalismo al socialismo o, ulteriormente, de la
construcción del socialismo y, por tanto, de un posible nuevo enfoque4
acerca de las etapas potenciales para alcanzar la sociedad comunista.
En este sentido, un lugar importante en el esclarecimiento de estos
criterios -muy vinculados también a las condiciones que harían imposible
el retorno al capitalismo- también puede encontrarse en los trabajos de
Lenin Un saludo a los obreros húngaros (Lenin, 1986d), Una gran
iniciativa (Lenin, 1986e) y Economía y política en la época de la
dictadura del proletariado (Lenin, 1986f) publicados en mayo, julio y
noviembre de 1919, respectivamente, que abordaban las características
de la lucha de clases durante la construcción del socialismo y el papel
del Estado proletario en este.
GUIA 3
1- Relaciones internacionales o estudios internacionales es el estudio
que trata los asuntos extranjeros y de las grandes cuestiones del
sistema internacional en materia política, económica, jurídica y
diplomática: el papel de los Estados, el de las organizaciones
internacionales, el de las organizaciones no gubernamentales (ONG),
y el de las empresas multinacional, y cualquier otro actor
internacional. Una teoría crítica desde la periferia sudamericana, "en
la dimensión del ser, el estudio de las relaciones internacionales
consiste –en sustancia y principal aunque no exclusivamente– en el
estudio de las relaciones de subordinación e insubordinación entre
las distintas Unidades Políticas con Asiento Territorial (UPCAT) que
conforman el escenario internacional y el estudio de las relaciones de
subordinación e insubordinación entre estas y las Unidades Políticas
Sin Asiento Territorial (UPSAT)"1 Mientras que para Marcelo Gullo
"en la dimensión del deber ser, el estudio de las relaciones
internacionales consiste en el estudio del pensamiento y las acciones
posibles para pasar de la confrontación a la solidaridad, es decir, en
el estudio del pensamiento y las acciones posibles, para la
construcción de una comunidad universal organizada de pueblos"2.
Y es justamente en el plano del deber ser, afirma Gullo, "donde el
estudio de las relaciones internacionales encuentra su razón práctica
última, su misión trascendente, su razón metafísica."3
Guía 4:
Sobre la nominación de "socialismo del siglo XXI" existe una polémica que puede llevar
a genealogías históricas que resultan de interés para despejar el asunto de las diversas
"autorías", y las determinaciones de los campos intelectuales y políticos. Sobre las
diversas "autorías" hay indicios que permiten afirmar que existen diversos "foros,
espacios y redes" con carácter de rizoma, que constituyen los nodos-locus de
enunciación político-cultural del ideario sobre el "socialismo del siglo XXI", y que, por
tanto, no existe un foco exclusivo de enunciación del "nuevo socialismo".
Pero el sistema político realmente existente tenía que dar cuenta de las condiciones
reales impuestas a su desempeño: en lo interno, a una aguda lucha política y de clase;
y en lo externo, a la sostenida hostilidad de los Estados Unidos y sus políticas de
acciones
Comenzando en el año 1959, las tierras fueron sometidas a dos radicales reformas
agrarias en las que se limitó la tenencia de tierras a tres caballerías por una sola persona
que, según la constitución del 1976, previa autorización estatal, pueden incorporar sus
tierras únicamente a cooperativas de producción agropecuaria o venderlas o permutarlas
al Estado, o a cooperativas y agricultores pequeños y la autogestión de los organismos
2
productivos. Sin embargo, desde la crisis económica provocada por el fin del Consejo de
Ayuda Mutua Económica (CAME), el Gobierno ha promovido una apertura a la inversión
de capital extranjero en condiciones de privilegio frente a la inversión que pudieran hacer
los cubanos. Las inversiones del exterior son permitidas siempre que el capital extranjero
no sea más del 49 % del capital invertido en una industria. es un Estado socialista
presidido por Miguel Díaz Canel, quien es actualmente el jefe de Estado, jefe de Gobierno,
primer secretario del Partido Comunista de Cuba y comandante en jefe (jefe supremo) de
las fuerzas armadas. El Ministerio del Interior es el principal órgano para la seguridad y el
control del estado.
7-- La década de los 60 estuvo matizada por el impulso a las medidas de desarrollo
social en todas las esferas. La campaña de alfabetización, la atención a la educación
general, media y universitaria, fueron antecedentes fundamentales para proyectar
los objetivos en la ciencia.
La rigurosa aplicación del reglamento para los grados científicos que implica la
selección de los aspirantes, una alta exigencia en el estudio y el trabajo
experimental, la calificación adecuada, sin repitencias y la organización de los
tribunales y oponencias para el acto oficial de examen final, fue expresión, desde el
inicio, de un salto significativo en la organización de los grados científicos, que
derivó en la legislación nacional para grados científicos y la de categorías de
investigadores que fueron establecidas en el país.
Agustín Lage, al referirse a ese proceso expone "a partir de la década de los 70,
miles de jóvenes científicos complementan su formación en el extranjero". Hasta
diciembre del 2000 se habían entregado en el país 5 662 títulos de "Doctor en
Ciencias"
8-- La fortaleza principal del proceso cubano radica, a mi juicio, en que el proyecto
socialista se levanta sobre una armazón nacionalista de raíz popular. No se trata solo del
carisma del liderazgo del 59, sino del arraigo de los fundadores del marxismo cubano en el
ideal martiano, el cual resume una tradición independentista en confrontación, de lucha de
ideas. Historia contradictoria debatida entre independencia y anexión —a la cual hice ya
referencia— que se extiende por todo el siglo XIX desde Varela hasta Martí, y choca con la
frustración nacional de 1898.11 El gran suceso cultural de la Revolución victoriosa tantos
años después fue el del pueblo redescubriéndose como nación. La capacidad del sistema
para retener la estabilidad política, resistir y actuar en las condiciones más adversas radica
precisamente aquí, y no en una concepción unitaria a ultranza. La valorización política de
la unidad no tiene en el caso cubano un origen burocrático, cerrado en el unipartidismo; su
principal razón de ser se vincula a la Nación, y si el unipartidismo le vale, será en tanto
resulte funcional a la Nación.
9-- El sistema político cubano es un organismo complejo y cambiante. Su abordaje en la
ciencia, desde cualquier ángulo, es un asunto nada fácil en el mundo de hoy. Requiere,
como cualquier intención verdaderamente científica, de un gran poder de análisis y de una
alta dosis de objetividad. En esta etapa se produce el proceso de tránsito de la revolución
democrático - popular a la socialista, como parte del cual se integra la vanguardia política
de la Revolución y, en consecuencia, se establece un poder político encargado de dirigir la
transición al socialismo. Indudablemente, los cambios que se producen en el orden
económico en la segunda mitad de 1960, principalmente las nacionalizaciones de agosto a
octubre del 61, y el fortalecimiento del poder de los representantes populares determinan
el inicio de la construcción del socialismo en Cuba desde esa fecha. Durante el período se
produce la integración orgánica de la vanguardia política de la Revolución, se declara
oficialmente el carácter socialista del proceso y se afirma una conciencia política de las
masas a favor de las transformaciones socialistas. Desde el principio en Cuba fue resuelto
el problema fundamental de toda revolución social: el problema del poder político. Este
pasó a manos de una alianza de la clase obrera con las demás clases, grupos y capas
sociales interesadas en la liberación nacional y la justicia social; lo que Lenin llamó
"dictadura democrático-revolucionaria del proletariado y el campesinado".48 En Cuba se
constituyó como una dictadura democrático - revolucionaria de las masas populares: clase
obrera, campesinado trabajador, pequeña burguesía urbana y demás capas interesadas
en la liberación nacional, la justicia y la igualdad social. Como resultado se destruyó la
vieja máquina estatal burguesa (idea expuesta por Marx desde "El 18 brumario de Luis
Bonaparte") hasta el nivel local, lo que no niega la permanencia de determinados
residuos del sistema anterior, principalmente en los órganos jurídicos y económico
administrativos.