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Historia - de - Una - Tortuga - Que - Llegó - A - Ser - Feliz - FINAL
Historia - de - Una - Tortuga - Que - Llegó - A - Ser - Feliz - FINAL
ZEVALLOS
Amalia,
Historia de una Tortuga que
llegó a ser Feliz
Solo el perdón y la aceptación de nuestra vida
nos dará un día aquella alegría que soñamos tener.
inteligencia existencial
academia
AMALIA,
HISTORIA DE UNA TORTUGA QUE LLEGÓ A SER FELIZ
Hecho el Depósito Legal
en la Biblioteca Nacional del Perú
Nº 2012- 00848
Titulo: Amalia, historia de una tortuga que llegó a ser feliz
Autor: Juan Manuel Zevallos Rodríguez
Telef. 959570074
academiainteligenciaexistencial@hotmail.com
j.manuelzevallos@gmail.com
Un soñador (a), que cada día vuelve a nacer con la consigna de ser feliz y
de alegrar la vida de todos aquellos seres vivos que le rodean.
Un buen soñador (a) que día a día renueva sus fuerzas y que cree en la
fuerza del saber escuchar, del entender y comprender el dolor, la
angustia y el estado de confusión mental de su prójimo; un soñador (a)
que se compromete con su vida y con la vida de aquellos que le
envuelven.
Un eterno soñador (a) que cada nuevo día descubre que la vida es un
espectáculo imperdible en donde el don de la comunicación, eleva
nuestra dicha hasta el cenit de la realización personal.
Este libro te lo dedico a ti, triunfador (a) de la vida, que vive por un
momento estelar parte de mis sueños y que me regala su tiempo y su
valor invalorable con su atención y con su historia.
Capítulo 1
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guardaba un miedo congénito al mar y a sus peligros, tenía
temor a ser lanzada por las olas sobre una roca o a que proba-
blemente un hambriento tiburón la devorara. De nada sirvieron
las llamadas y pedidos de sus compañeras de cuna; ella, esa
noche de su vida, decidió quedarse a vivir en tierra firme hasta
que llegado un día, en que su cuerpo se hubiese desarrollado,
estando grande y fuerte, de seguro se lanzaría a la aventura del
mar.
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 2
Así, Gabriela desplegó sus alas, las agitó con la brisa de esa
mañana y descendiendo desde la copa del árbol donde se
hallaba parada empezó a picotear el caparazón de la tortuga
callada. Amalia giró la cabeza hacía su atacante, quiso enojar-
se y no pudo; el paso que dio al costado de nada le sirvió y no le
servirían más pasos de nada ya que Gabriela al parecer iba a
seguir tocando su caparazón al ritmo de una danza hasta que
ésta le hablara.
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arriesgarte, nadar por los siete mares, evadir orcas y
tiburones, tener muchos hijos y olvidarte de ellos...
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“La vida es para disfrutarla.
al fracaso y a la mediocridad.”
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 3
Tan pronto estuvo lista se lanzó al inmenso mar, con los ojos
cerrados y temblorosa. Se sintió extraña al inicio, tenía la
sensación de “pesar menos”; podía moverse a sus anchas, con
el movimiento de patas y cola subía y bajaba, podía movilizar-
se de derecha a izquierda, podía hacer todo lo que quisiera. Así,
aprendió pronto a hacer figuras en el agua y, luego, alegremen-
te exclamó: “si yo hubiera conocido esto antes, con seguridad
no hubiera pasado tanto tiempo en esa isla llena de soledad”, y
luego continuó nadando.
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En ese momento no confiaba en nadie, en esos veinte años de
existencia había ofrecido su amistad y cariño a muchas otras
criaturas que pasaron por ahí, pero todas habían partido y ella
había aprendido algo que un día escribió en una piedra verde
que decía:
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una piedra gris del fondo marino y sobre ella escribió:
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 4
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– Pero, ¿quién eres tú para decirme todo esto? –exclamó
violentamente Amalia–. Nadie me ha tratado así y,
además, ¿dónde está ese tiburón que ya va a ver con quién
rayos se ha metido?
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“Qué difícil es coger una mano amiga
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Capítulo 5
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comer si mi vida no es importante para alguien y por qué
respirar, por qué pensar”. De este modo, pasó la tortuga horas y
días sin moverse. Había decidido morir de hambre, de sed, de
olvido, de lo que sea. Ya no iba a hacer nada más por ella. Todo
estaba decidido. Augurando su próximo fin guardó una roca
azul en su caparazón sobre la cual antes había escrito:
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 6
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Y mientras buscaba la mejor manera de ayudarle, iba recordan-
do fragmentos de su vida, “aquellos años en que vivía feliz con
sus padres y que nadaban por el Océano Pacífico; el tiempo de
la separación familiar y su posterior boda con Anastasia, su
única compañera en la vida; el nacimiento y la educación de
sus dos hijos y la posterior partida de éstos para formar su
familia; y cómo se quedó solo con su amada Anastasia hasta el
día en que ésta partió de este mundo a la eternidad”. Mientras
evocaba esas imágenes, sus labios por momentos esbozaban
una sonrisa cálida y sus mejillas se llenaban de rubor, pero
hacía el final del relato una lágrima negra resbaló por su rostro
y cayó cerca del corazón de Amalia.
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– ¿Qué, hay más? –exclamó la tortuga con curiosidad.
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 7
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necesitamos ayuda para aprender a sentir de nuevo todas
aquellas cosas y emociones que nos devuelvan la felici-
dad.
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 8
Amalia sentía que había hallado una luz en su vida y creía que
esa podía ser su última esperanza para ser feliz y para lograr el
objetivo pondría todo de su parte para salir de ese marasmo
donde se hallaba sumergida.
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– ¿Cómo es eso? –dijo Amalia confundida.
instintos
pensamientos sentimientos
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Culminada esa labor exclamó:
“Pero como todo en la vida, estas tres bases de la
pirámide son ambivalentes. Así, hay pensamientos
buenos y malos, hay sentimientos nobles y destructo-
res, y también hay instintos de vida y muerte.
Durante la existencia de todo ser vivo pueden pasar
dos cosas:
PRIMERO: Que no reconozca que tiene pensamien-
tos, sentimientos e instintos favorables y desfavora-
bles y que por consiguiente viva en un “estado de
confusión continua” o
SEGUNDO: Reconozca estas tres esencias en su vida:
tanto positivas como negativas y que por consiguiente
inicie el camino del equilibrio personal”.
Amalia preguntó:
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“Todo ser vivo, Amalia, piensa y en ese proceso de
pensar puede formular pensamientos buenos y malos.
A la vez cada pensamiento se asocia a un sentimiento,
que también puede ser bueno o malo. Si piensas “No
debo robar” y lo asocias a un sentimiento noble
entonces te sentirás bien y obrarás con justicia y amor
por la vida y de seguro te irá bien, pero muchas veces
tu pensamiento noble podrá ser asociado a un senti-
miento de odio, entonces desear robarle algo a
alguien que alguna vez te dañó con el único fin de
hacerle sentir mal, pero al hacer ello lo único que
generarías en tu interior es sufrimiento y dolor, ya que
aquel que roba algo a alguien a la vez se roba a sí
mismo la paz del futuro venidero”.
Comprende, querida Tortuga, puedes tener pensa-
mientos nobles pero tus sentimientos negativos te
pueden llevar a elaborar conceptos opuestos a los que
inicialmente propusiste. Ahora, ¿qué determina que
puedas hacer lo primero o lo segundo? Bueno, es el
instinto el que actúa. Si tu instinto es valorar la vida
elegirás de seguro la primera opción, pero si prima en
ti el instinto de destrucción actuarás del segundo
modo. Así de fácil se dan las respuestas en los seres
vivos. Unas veces racionales, en base a lo que piensas
y otras emotivas, en relación a tu sentir.
También puede suceder de modo contrario, como por
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ejemplo cuando luego de entrevistarte con un ser vivo,
piensas “es una mala, es vanidosa y por consiguiente
debo alejarme de ella” y a la vez sientes “que deberías
acompañarla en cada momento porque algo fuerte te
atrae hacia ella, como si fuese un sentimiento de
dependencia”.
Entonces, debes tomar una decisión.
Pero quiero decirte algo, el instinto es oscilante en un
ser que tiene estas bases, a veces te lleva a hacer lo
correcto y otras veces a equivocarte. Si decides vivir la
realidad que te he descrito sufrirás sentenciando una y
otra vez la siguiente frase, “Por qué algunas veces
hago el bien y otras veces el mal”. Y no comprenderás.
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alcohol, su consumo configura un acto de riesgo el cual
tarde o temprano generará un mal en su ser, ya sea un
castigo por el robo o un accidente en estado de intoxica-
ción alcohólica. Y respecto al comentario de tener
parejas y abandonarlas, bueno, cada quien decide con
quién estar, pero yo te digo, define tus relaciones senti-
mentales, si no estarás como un barco a la deriva de aquí
para allá, hoy con una pareja, mañana con otra y final-
mente pasado mañana en la más absoluta soledad.
“Solo conociéndote
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pensamientos, sentimientos e instintos buenos y en esta
otra con una piedra negra escribirás todas tus esencias
malas. Cuando finalices tu tarea la analizaremos.
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 9
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“Amiga mía, cuando nuestro cuerpo está lleno de eso
a lo que hemos venido llamando depresión, de modo
general, tenemos la capacidad de poder apreciar todo
lo malo y negativo que somos, nos infravaloramos,
nos culpamos y sufrimos. En ese estado es difícil
valorar nuestras potencialidades y todos los
pensamientos y sentimientos nobles que tenemos. El
instinto de muerte prima y la vida parece extinguirse
con cada minuto que pasa. Cuando uno está
deprimido, Amalia, observa sus tres esencias
desfavorables como un edificio de mil pisos y sus
pensamientos, sentimientos e instintos buenos los
grafica como una insignificante caja de fósforos”.
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malo que tienes y cuando hagas ello las columnas de
pensamientos buenos serán iguales a las columnas de
pensamientos malos y de modo recíproco ello se repetirá
con los sentimientos y los instintos en cada una de las
lozas.
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 10
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Dichas palabras de aliento reconfortaron el alma cansada de
Amalia. Se sentía distinta. “Ya no soy la misma”, pensaba.
Sabía que tenía muchas cosas buenas por qué vivir. Se sentía
como un ser maravilloso y realmente lo era, tenía una esencia
favorable y única.
– ¿Por qué?
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Luego dibujó en la arena este gráfico.
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Dicho ello, el delfín dibujó en la arena:
conocimiento
personal
instintos
pensamientos sentimientos
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Historia de una Tortuga que llegó a ser Feliz
Capítulo 11
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“Amalia, ha llegado la hora de avanzar al siguiente
nivel evolutivo pero tengo que advertirte algo: No será
fácil.
Tengo que decirte algo más: Ahora el reto será doble.
Podrás ir avanzando en el sendero de la superación,
podrás llegar más alto en los pisos evolutivos del
desarrollo de cada ser, pero recuerda querida tortuga,
si te descuidas, puedes caer y caer hasta los niveles de
la base de la pirámide evolutiva. Mientras más alto
estés, más dura será la caída.
Debes cuidar tu aprendizaje y especialmente, debes de
cuidarte más”.
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Todo ello lo lograrás poniendo en práctica tus virtu-
des personales, los buenos actos de tu formación
diaria, tus sueños, tus anhelos, en fin, todo aquello que
vive y late en tu interior y que hará de ti, un ser vivo
pleno y lleno de satisfacciones.
Pero te recuerdo: No será fácil. Tus hábitos y costum-
bres negativas buscarán destruir tu propósito de vida
y tú deberás de lograr su letargo y que queden en el
olvido.
Toma nota Amalia, porque de ahora en adelante no
solo pensarás sino que también actuarás diferente. Te
levantarás cada mañana temprano, poco antes de que
salga el sol, programarás tus actividades de vigilia y
cada vez que generes un bien a tu ser o a otro habitante
de la isla lo habrás de anotar en esta tercera loza con
esta piedra roja. Cuando sientas que el cansancio, la
fatiga y el desencanto quieran presentarse en tu vida,
cuando notes la presencia de ideas negativas en tu
mente y sentimientos de desesperanza en tu pecho, lo
único que tendrás que hacer, es venir corriendo a tu
loza de logros personales, repasar tus triunfos y las
muestras de generosidad de tus acciones diarias y
poco a poco recuperarás la esperanza y la fe en tu vida
y en este camino de superación.
Y no solamente harás ello, también escribirás en una
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cuarta loza todo lo bueno que ha pasado en tu vida y
cuando los sentimientos de depresión toquen tu
corazón, te acercarás y evocarás cada uno de aquellos
momentos de felicidad en la isla.
Haciendo todo ello de seguro cambiarás. De seguro
que volverás a ser tú y no serás la proyección que el
mundo quiere de Amalia.
Te observaré a diario. Cuando comprenda que has
alcanzado tu proceso de cambio interior volveré a
estar contigo”.
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Capítulo 12
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que iba realizando.
No voy a perder”.
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“El trabajo constante y el ejercicio
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Capítulo 13
– Hola, Amalia
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“He notado que desde hace mucho tiempo no hablas
con Gabriela y que tampoco muestras entusiasmo por
entablar relaciones amicales con otros seres que
habitan temporalmente la isla. Eso está bien por un
tiempo pero no para una vida. Es bueno retirarse del
mundo durante un tiempo para hallarse con uno, pero
no podemos retirarnos del mundo para siempre. Han
llegado los días en que tu ser brilla desde la lejanía.
Tienes la felicidad en tu interior, nunca la pierdas.
Ahora debes compartir esa felicidad con el mundo.
Vivirás otra vida y será más plena”.
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Solo quien conoce su interior conocerá en algo el
interior de los demás. Gracias a este pilar de la
sabiduría puedo decirte que ya estás preparada para
enfrentar esta nueva fase en tu desarrollo de vida,
Amalia.
Alégrate, ahora estás en condiciones de elevarte al
nivel evolutivo siguiente, aquel en el cual conocerás el
mundo que te rodea, de modo pleno y verdadero”.
Conocer
el mundo
Autoaceptación
y cambio personal
conocimiento
personal
instintos
pensamientos sentimientos
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– ¡Tienes razón! –exclamó ella y luego completó la idea–.
Debo de conocer a los demás del mismo modo que me
conozco. Todo será diferente. Ya no me equivocaré.
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Capítulo 14
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dejes trunca la pirámide de tu desarrollo de vida. Para
llegar a la cúspide debes hacer lo más difícil, lo que
pocos se atreven, lo que tal vez tú te atreverás:
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– Creo entender lo que me dices, será difícil pero lo tengo
que hacer, está en mí.
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tortuga, en el mundo del iluminado no hay nada fácil,
no hay nada difícil, solo hay una labor por hacer. El
día que te quites la venda que cubre tus ojos y que te
dice a diario “esto es fácil, esto es difícil”, ese día
alcanzarás tu libertad. Haz lo que tengas que hacer,
nada más. La vida es para vivirla y para proyectar la
luz de tu ser a todos aquellos que te rodean y que
buscan el bien . Tu camino de vida está lleno de actos
nobles, de oportunidades y palabras cálidas, creo en
ti”.
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Capítulo 15
– Sí.
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– No, no puedo aceptarlas, son parte de tu vida. Mas bien,
llevémoslas a la costa, separémoslas en dos grupos,
aquellas que te dan mensajes de fortaleza por un lado y en
el otro aquellas que generan sentimientos de desesperan-
za, alineémoslas luego delante de tus dos primeras lozas
y escribamos delante de ellas “mensajes para triunfar y
ser feliz” en el lado de la letra blanca y “mensajes para
perderse y para entristecer” en el lado de escritura negra.
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EPÍLOGO
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