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ANTECEDENTES

Los ciudadanos del Siglo XXI somos partícipes del inicio de una
nueva era caracterizada por la aplicación del conocimiento humano a
herramientas innovadoras de comunicación y procesamiento de datos
capaces de seguir siendo creadas, adaptadas y desarrolladas en modo
vertiginoso gracias al avance tecnológico. Tal es la esencia de la Sociedad
de la Información.

Tiempo atrás otras creaciones humanas producidas en el ámbito de


la transmisión del conocimiento y la información (tales como la escritura,
la imprenta o la radio) tuvieron consecuencias fundamentales en el modo
de vida cotidiana de hombres y mujeres.

Pero nada se compara a lo que estamos viviendo. Entre un


sinnúmero de cambios, ésta revolución se ha manifestado transformando
el modo en que ahora los individuos se emplean, educan, ahorran,
comunican, informan, compran y venden. De un tiempo a esta parte son
cada vez más frecuentes centros laborales, universidades y bancos
virtuales, tanto como correos, diarios y negocios electrónicos.

Se trata de cambios radicales porque ocurren en la base misma del


modelo de producción y que por tanto impulsan al replanteamiento
integral de los principales elementos de interacción social y económica.
Los actos jurídicos, empresariales, organizacionales y personales se
desmaterializan y reinventan en su forma digital.

El escenario de estos a c o n t e c i m i e n t o s no es otro que un mundo


virtual denominado Ciberespacio al cual accedemos en modo
preferencial gracias a una gigantesca red de redes de computadoras
interconectadas por satélites, fibras ópticas, cables coaxiales, líneas
telefónicas y otros.
En Internet, personas de uno y otro punto de la órbita comparten
una variedad de intereses y necesidades desarrollando una nueva
comunidad mundial, artificial y complementaria a la real.
DELITOS CONTRA EL HONOR POR MEDIO DE LA
IMFORMATICA

Los delitos que se configuran y bien pues están establecidas en un


ordenamiento que restringe más allá de la capacidad de por medio que el
agente pueda llevar acabo las circunstancias que bien puede afectar a la
persona que se encuentra dentro de esta red, una ubicación más precisa se
podría encontrar en el ciberespacio, bien como ya establecido hemos
encontrado un montón de fases que aquel persona que desea llegar y
sobre pasar los limites e llegar a vulnerar la intimidad tanto el honor como
la que lleva por dentro.

Precisamente es a consecuencia de esta relación de mayor


dependencia de la sociedad hacia las nuevas tecnologías, que pilares de la
regulación legal se han visto seriamente cuestionados. Para reforzar lo
afirmado, basta mencionar asuntos tales como la determinación del
derecho aplicable y de la jurisdicción competente para el conocimiento de
litigios, los cambios en las formas de propiedad, la imposición de normas
tributarias en negocios electrónicos y por supuesto, la eficacia de la
estructura legal para enfrentar a nuevos delitos.

En efecto, el ideal de control social se ha visto desbordado ante


una serie de conductas delictivas que de pronto nos amenazan de
formas que antes era imposible imaginar vulnerando tanto viejos como
nuevos bienes jurídicos.

Pero cabe diferenciar, como lo hace Reyna Alfaro los "delitos


informáticos" de los "delitos computacionales". Los primeros se
refieren a l a s , integridad conductas que lesionan la disponibilidad o
confidencialidad de un bien jurídico tan novísimo como autónomo,
denominado información. Considerándose así a los segundos como las
conductas punibles o por punir, que afectan valiéndose de medios
informáticos, a bienes jurídicos ya reconocidos o que ya tienen una
protección penal específica.

VIOLACIÓN A LA INTIMIDAD
El artículo 154 del Código Penal sanciona el delito de violación a la
intimidad. Prevé tres supuestos.

• El primero, con pena efectiva de dos días (pena mínima de todos


los delitos) a dos años, castiga a la persona que, usando cualquier
instrumento, observa, escucha o registra una imagen o hecho que
afecta la intimidad de otro.

• El segundo supuesto es un agravante, es decir, tiene una pena


más alta (de uno a tres años) porque la persona ya no sólo observa,
sino revela la intimidad. Es decir, muestra el hecho íntimo a
terceros.

• Y el tercer supuesto es un segundo agravante, con una pena de


dos a cuatro años, ya que implica que la persona no sólo observó y
reveló, sino que lo hizo además a través de un medio de
comunicación.

En el caso de Milett, alguien grabó los hechos sin su


consentimiento. Esta persona respondería penalmente por el primer
supuesto. Si la misma lo difundió y por tanto, reveló este hecho a
terceros, la pena será mayor. Dependiendo de si Facebook o whatsapp
son considerados “medios de comunicación”, respondería por el tercer
supuesto con una pena de hasta cuatro años
la injuria
Hecho o insulto que ofende a una persona por atentar
contra su dignidad, honor, credibilidad, etc., especialmente
cuando es injusto.

Calumnia
Es una acusación o imputación falsa hecha contra alguien
con la intención de causarle daño o de perjudicarle.

Pedoflia
Atracción sexual de la persona adulta hacia niños de su
mismo o de distinto sexo.

Grooming
Es una serie de conductas y acciones deliberadamente
emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la
amistad de un menor de edad.

Phishing
Es un método que los ciberdelincuentes utilizan para
engañarle y conseguir que revele información personal, como
contraseñas o datos de tarjetas de crédito y de la seguridad
social y números de cuentas bancarias.

el Sixting
Es el envío de mensajes, fotos o videos de contenido sexual
por medio de teléfonos celulares. Evidentemente, esta práctica
tiene muchos riesgos, y por eso también se ha extendido el uso
de aplicaciones que prometen destruir el mensaje pasado un
tiempo determinado

Conclusiones.

1. El Internet integra variados medios de comunicación,


cuenta con un bajo nivel de control de los contenidos que
en él se difunden y facilita el anonimato de sus usuarios.

2. Las características peculiares que tiene el Internet de


masividad, simultaneidad y globalidad, determinan una
mayor difusión de hechos, conductas y cualidades
difamatorias que cuando son realizadas con otro medio de
comunicación.

3. No existe en el Perú una posición doctrinaria y legislativa


consistente para atender la protección que merece la
reputación de las personas respecto a los mensajes
difundidos a través del Internet

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