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recursos
Franco era un excelente contador y tenía un trabajo bien remunerado, pero cuando calculaba
varios riesgos emocionales, todos sus cálculos eran malos. “No hay una manera como yo
pueda pedirle salir a Denise”, pensaba el para sí mismos. “probablemente me tropiece con
mis mismas palabras, y ella va a pensar que soy un torpe .Ya no podría darle la cara de
nuevo.”
Los sentimientos perturbados de ansiedad usualmente son causados por algunos
eventos desafortunados o temidos que las personas esperan o anticipan…. una
sensación de amenaza o de estar en riesgo de sufrir alguna perdida o daño.
La cantidad de recursos que las personas sienten que poseen para afrontar con los
riesgos también cuentan en las experiencias de ansiedad. Usualmente, cuando las
personas se sienten extremadamente ansiosas, tienden a sobrestimar los riesgos y
subestimar su capacidad para tratar con ellos.
Hay un ejemplo que ayuda a ilustrar este punto: imagine que usted está acampando
en lo profundo del bosque, sentado junto al fuego, cuando repentinamente, fuera de
los árboles, aparece un enorme oso, feroz y muy hambriento. En una escala de uno a
diez ¿cuán asustado se va a sentir? probablemente en un diez ¿correcto? Muy bien,
vamos asumir que usted tiene un palo fuerte, grande y afilado para defenderse del oso
y alejarlo, ¿ahora cuan ansioso se sentirá? ¿Quizás un nueve? ¿Y si usted estuviera
con grupo grande personas todas las cuales tienen palos punzantes? ¿Cuánto seria el
miedo ahora? O, vamos a decir que en lugar de palos punzantes, un grupo está
armado con antorchas de fuego, ¿Cuál es el nivel de miedo ahora? ¿Quizás un seis
vamos a ir un paso más adelante y asumir que el grupo tiene rifles y escopetas?
¿Cuán atemorizado podría sentirse ahora? Probablemente mucho menos que un diez,
un nueve o un seis. ¿Correcto? Con toda seguridad, porque en este último escenario
usted se percibe a sí mismo como poseedor de poderosos recursos (armas) para
afrontar con el riesgos (un oso).
De hecho, en nuestro imaginario viaje de campamento, nosotros podríamos haber
disparado unas cuantas balas al aire y el oso podría haber huido sin sufrir daño
alguno.
El punto importante aquí es enfatizar la relación entre nuestras evaluaciones de
riesgos y nuestras estimaciones de recursos de afrontamiento y como está relacionado
influye en nuestras experiencias de ansiedad. Recuerde, la mayoría de las personas
ansiosas sobrestiman los riesgos o las amenazas y subestiman sus recursos de
afrontamiento. Probablemente franco no iba a volverse un torpe o estúpido al pedir
salir a Denise, aun si ella no acepta la invitación. Lo que es más, probablemente él
tenía la fortaleza personal suficiente para recuperarse con muy pocas “cicatrices” de
un hipotético “no” por parte de ella.
La gente tiende a magnificar las situaciones, trayendo como resultado innecesario
dolor, ansiedad y perturbaciones emocionales.
¿Qué hacemos la mayoría de nosotros para perturbarnos? Fundamentalmente
inventamos montañas a partir de pedruscos. En lugar de reconocer que alguna cosa
solo es molesta, o irritantes, o frustrantes, y responder apropiadamente, inflamos el
incidente o evento y nos sentimos espantados.
Rosa ofrece un típico ejemplo: cuando sus suegros vienen a comer su suegra
comento que el alguna cosa puré de papas estaba con grumos. Aun si la seora hubiera
hecho una crítica irónica, seguramente esta pulla no hubiera acarreado más que un
sabor de irritación en Rosa. Pero en su lugar, ella se sintió terriblemente herida e
insultada.
Nosotros le recomendamos que usted:
Utilice un “termómetro emocional” con una escala de 0 a100.
Cero significa que todas las cosas yendo están yendo bien, que no hay tensión
indebida. 100 unidades denotan a alguna cosa verdaderamente amenazante y
catastrófica para la vida.
Así como ¿Cuántos puntos son apropiados para la observación de la suegra de
Rosa?
Seguramente no más de cinco a diez puntos pero a Rosa le pareció adecuado, asignarle
un 95.del mismo modo, cuando su hija de seis años fue retenida en el colegio por usar
malas palabras en la clase, Rosa le asigna a esto un puntaje de 50 a 70. Rosa asistía a
terapia y se le había pedido calibrar los eventos de tal manera que pudiera detener sus
extremadas reacciones.
El proceso es bastante simple pero puede ser muy efectivo:
Siempre que se sienta perturbada pregúntese cuantos puntos ha subido,
dentro de un número lógico, en el termómetro emocional.
Pregúntese si la fuerza de sus sentimientos es un diez, más de veinte o treinta, o quizás
tan elevada como sesenta o setenta.