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Ediciones Palabra
Madrid
Título original: The Seven Habits of Highly Effective Families
LOS 7 HÁBITOS
DE LAS FAMILIAS
ALTAMENTE EFECTIVAS
palabra
Para todos los hijos,
nuestra misión común.
Sobre el autor
S
tephen R. Covey (1932-2012), esposo, padre y abuelo, es
una autoridad internacionalmente reconocida en el campo
del liderazgo y experto en temas familiares, profesor, con-
sultor y fundador de la antigua compañía Covey Leadership Center,
y copresidente de Franklin Covey Company. Ha sido una fuente de
inspiración para millones de personas a lo largo de toda su vida y
en sus numerosos viajes por todo el mundo difundía un mensaje
muy simple: para una vida llena de sentido y de éxito debemos ser
personas centradas en los principios.
Stephen Covey poseía una diplomatura en Administración de
Empresas por la Universidad de Harvard y un doctorado por la
Brigham Young University, donde fue profesor de conducta de las
organizaciones y administración de empresas, y también ha sido
director de relaciones universitarias y asistente del presidente.
Prácticamente ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza a
millones de personas (familias, presidentes de compañías, líderes
educativos y políticos, etc.) del poder transformador de los prin-
cipios o leyes naturales que gobiernan la efectividad humana y de
las organizaciones.
El doctor Covey es autor de varios libros de gran éxito, como
Los 7 Hábitos de las personas altamente efectivas, que ha encabe-
zado la lista de bestsellers durante muchos años y cuyas ventas
se cuentan por millones de ejemplares en todo el mundo. Otros
libros son Liderazgo centrado en principios, Primero lo primero y
El 8º Hábito.
Un mensaje personal
E
stimado lector:
No he puesto en toda mi vida más pasión por un pro-
yecto que en el de este libro, porque la familia es lo más
importante para mí, como me imagino lo es para ti.
Trasladar el material de los siete hábitos a las familias es algo
absolutamente natural, encaja a la perfección. De hecho, es donde
surgió realmente. Te darás cuenta cuando leas las maravillosas
historias de tantas familias que han trabajado los siete hábitos y
han compartido sus resultados.
También cuento mucho sobre mí y nuestra familia, sobre
cómo hemos intentado adquirirlos y también sobre cómo nos ha
ido. Toda situación familiar es única y diferente; por un lado es
nuestra, pero, por otro, toda familia es similar. Me imagino que
nos enfrentamos con el mismo tipo de problemas y desafíos coti-
dianos que tú.
Un dilema que tuve al escribir el libro fue el de saber cuánto
de nuestras historias familiares, de nuestros errores y de nuestros
logros debía compartir. No quiero que pienses que creo tener res-
puestas para todo. Pero tampoco quiero dejar de compartir cómo
se encuentra mi corazón y dónde he aprendido realmente el ex-
traordinario poder de los siete hábitos.
Les pedí a Sandra y a mis hijos que compartieran también lo
bueno y lo malo. Esas historias ilustran tan solo los principios,
que son universales. Quizá no te sientas identificado con ellas,
pero creo que sí tienen que ver con los principios. Y espero que
estas historias detonen nuevas ideas que funcionen en tu situa-
ción concreta.
Con todo este material, quiero, más que nada, infundir una
sensación de esperanza en que esta manera de pensar realmente
10 Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas
puede ser útil y te puede funcionar a ti. Sé que quieres dar priori-
dad a tu familia, y quiero compartir contigo una forma de hacerlo
en este mundo loco, turbulento y, con frecuencia, poco amable
con la familia.
Por último, creo firmemente que la familia es la piedra angular
de la sociedad y que nuestro logro más grande radica ahí. De igual
manera, creo que el trabajo más importante que realizamos en la
vida tiene lugar en el hogar. La ex primera dama Bárbara Bush
dijo lo mismo con bellas palabras, a los recién licenciados de We-
llesley College: «Igual de importante que vuestras obligaciones
laborales como médicos, abogados o empresarios, son vuestras
obligaciones como personas; y la relación con vuestros cónyuges,
con vuestros hijos y amigos, es la inversión más importante que
haréis en vuestra vida. Al final de la vida, nunca os arrepentiréis
de no haber aprobado un examen, de no ganar otro caso o de no
cerrar otro trato. Os arrepentiréis del tiempo que no hayáis pasa-
do con vuestro cónyuge, un hijo, un amigo o un padre... Nuestro
éxito como sociedad no depende de lo que sucede en la Casa Blan-
ca, sino de lo que sucede dentro de vuestras casas»1.
Estoy convencido de que si como sociedad trabajamos con di-
ligencia en todas las otras áreas de la vida, pero rechazamos la
de la familia, esto sería análogo a intentar enderezar las sillas de
cubierta del Titanic mientras se está hundiendo.
Sinceramente,
Stephen R. Covey
Prólogo
U
n día fuimos a ver un partido de baloncesto de nuestro
hijo; una de las madres que estaba ahí me dijo: «Me sor-
prende que tu marido se haya quedado durante casi todo
el partido. Sé que siempre está ocupado, escribiendo, trabajando,
viajando. ¿Cómo puede hacerlo?». Lo primero que me vino a la
mente fue responderle que es porque tiene una gran mujer, que
es su ayudante a tiempo completo. Pero, dejando eso a un lado,
contesté: «Para él es su prioridad». Y así es.
Una vez Stephen les dijo a un grupo de altos ejecutivos: «Si
su compañía estuviera a punto de quebrar, harían lo que fuera
necesario para salvarla. Encontrarían cómo hacerlo. La misma
fórmula se aplica a su familia». Todos sabemos lo que tenemos
que hacer, pero ¿queremos hacerlo?
Tanto Stephen como yo vivimos una infancia feliz y queríamos
lo mismo para nuestros hijos. La vida era mucho más sencilla en-
tonces. Todavía recuerdo las largas noches de verano de niña, ju-
gando con todos los niños del barrio al escondite, al pilla-pilla, al
balón prisionero, etc. Nuestros padres nos miraban desde el patio
de la casa o sentados en la puerta, hablando. Con frecuencia, mi
madre y mi padre iban cogidos de la mano hasta la heladería de
Fernwood a por un cucurucho doble. Nosotros nos tirábamos en
el césped fresco y verde, y observábamos las figuras de las nubes
en el cielo. En ocasiones, dormíamos fuera en las noches de vera-
no, después de contemplar maravillados los millones de estrellas
de la Vía Láctea. Ese era mi ideal de una familia feliz y segura.
Stephen y yo discutíamos a menudo sobre qué clase de hogar
y estilo de familia queríamos crear. Conforme nuestra familia fue
creciendo y nuestras vidas se fueron volviendo más ocupadas y
más complicadas, nos dimos cuenta de que las familias felices
no surgen así sin más. Se requiere de toda la energía y la deter-
minación posibles, además de talento. Las cosas que realmente
12 Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas
L
as buenas familias, incluso las familias ejemplares, están
fuera del camino el 90 por ciento del tiempo. La clave es
que tienen claro cuál es su destino, saben cómo es el cami-
no y siempre vuelven a él una y otra vez.
Es como el vuelo de un avión: antes de despegar, los pilotos tie-
nen un plan de vuelo; saben exactamente a dónde van y despegan
de acuerdo con su plan. Pero durante el vuelo, el viento, la lluvia,
las turbulencias, el tráfico aéreo, los errores humanos y otros fac-
tores actúan sobre ese avión, lo mueven ligeramente en diferentes
direcciones, de manera que, durante la mayor parte del viaje, ese
avión ni siquiera avanza dentro del plan de vuelo original. Ya sea
por los sistemas de navegación o por la densidad del tráfico aéreo,
normalmente se desvía. Sin embargo, salvo por algo realmente
importante, el avión llegará a su destino.
¿Cómo ocurre eso? Durante el vuelo, los pilotos reciben infor-
mación constantemente. Información de los instrumentos me-
teorológicos, de las torres de control, de otros aviones, incluso
a veces de las estrellas, y, basándose en esa información, pueden
hacer correcciones para poder volver al plan de vuelo.
La esperanza radica no en las irregularidades, sino en la visión,
el plan y la habilidad de volver al camino correcto.
18 Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas
El vuelo de ese avión es, creo yo, la metáfora ideal para la vida
familiar. Respecto a nuestras familias, no hay ninguna diferencia
si nos desviamos del objetivo o incluso si nuestra familia es un
desastre. La esperanza radica en la visión, en el plan y en el valor
de regresar una y otra vez al camino trazado.
1. Visualizar tu destino.
Sé que has llegado hasta este libro con una situación familiar
y unas necesidades únicas. Quizá intentas conservar tu matrimo-
nio o reconstruirlo. O puedes tener ya un buen matrimonio, pero
quieres uno excelente, uno profundamente satisfactorio. Puedes
ser un padre soltero y estar agobiado por las presiones. Quizá ten-
gas un niño desobediente o un adolescente rebelde, que tiene pro-
blemas de drogas o de alguna otra influencia negativa.
Quizá quieres que tus hijos hagan sus trabajos y tareas, sin
tener que recordárselo. O estás agobiado al intentar cumplir con
varios cometidos (aparentemente incompatibles) en tu familia: el
de padre, el de juez, el de jurado, el de carcelero y el de amigo.
O te debates entre ser más estricto y o más permisivo, sin saber
realmente cómo educar.
Puedes estar luchando simplemente para hacer que los extre-
mos se unan. Quizá tus preocupaciones económicas te abruman,
agotan tu tiempo y tus emociones, dejándote con pocos ánimos
para afianzar las relaciones familiares. Puedes tener dos o más
trabajos, por lo que tú y tu familia pasáis unos junto a otros como
barcos en la noche. Todo ello hace que la idea de una buena cul-
tura familiar te parezca muy remota.
Puede ser que la tónica habitual en tu casa sea la disputa, que
haya muchas discusiones y peleas, gritos y críticas; que os burléis
y os culpéis, que deis portazos, os ignoréis o lo que sea. Puede ser
20 Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas
2. Un plan de vuelo.
También es fundamental tener un plan de vuelo que se base en
los principios que nos permitan llegar a nuestro destino. Contaré
una historia para ilustrar este punto.
Tengo un buen amigo que una vez me contó que estaba muy
preocupado por su hijo, al que describía como «rebelde», «chulo»
y «un desagradecido».
«Stephen, no sé qué hacer —me dijo—. Esto ha llegado a un
extremo en el que, cuando entro al salón a ver la tele con mi hijo,
él la apaga y se marcha. He hecho todo lo posible por acercarme
a él, pero soy incapaz de conseguirlo».
Por aquel entonces yo estaba dando clases en una universidad
sobre los 7 Hábitos, y le dije: «¿Por qué no vienes a mi clase hoy?
Vamos a hablar del Hábito 5 —cómo escuchar con empatía a la
otra persona antes de intentar explicarte tú mismo—. Creo que tal
vez tu hijo se sienta incomprendido».
22 Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas
1940 1990
Hablar a destiempo
Abuso de drogas
Comer chicle
Abuso de alcohol
Hacer ruido
Suicidio
Correr en los pasillos
Violaciones
Deshacer la fila
Robos
Infracciones en el vestir
Atracos
Tirar basura
3. Una brújula.
El marco de los siete hábitos afirma de forma contundente que
tú eres la fuerza creativa de tu propia vida y que, a través de tu
ejemplo y liderazgo, puedes convertirte en agente de cambio en tu
vida familiar. Entonces el tercer propósito de este libro es ayudar-
te a reconocer y desarrollar cuatro dones únicos que tienes y que
te permitirán convertirte en un agente de cambio en tu familia.
Estos dones se convierten en una brújula o un sistema interno de
guía que ayudarán a tu familia a mantenerse en el camino correc-
to mientras os dirigís hacia vuestro destino. Te permiten recono-
cer y ordenar tu vida con principios universales, incluso en medio
del confuso clima social actual, y te forman para actuar y tomar la
decisión más adecuada y efectiva para tu situación.
¿No estarías de acuerdo en que cualquier contribución que pu-
diera hacer este libro sería mucho mejor si fuera independien-
30 Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas
el libro, incluso en voz alta, uno al otro. Discutid las historias. Co-
mentad juntos las ideas. Podéis empezar simplemente compartien-
do algunas de las historias a la hora de la cena. O se puede entablar
una discusión más profunda y aplicarlo. He incluido algunas suge-
rencias al final de cada capítulo sobre cómo enseñar e involucrar a
tu familia, e incluso para hacer grupos de estudio, con el material
presentado en ese capítulo. Quizá prefieras hablar directamente del
diagrama de los siete hábitos. Ten paciencia. Ve despacio. Respeta
el nivel de comprensión de cada persona. No
Ten en mente
fuerces a nadie. Ten claro que, cuando estás
que, cuando estás
trabajando con tu familia, «despacio» es «rá-
trabajando con tu
pido» y viceversa.
familia, «despacio» es
Pero de nuevo parto de la idea de que el
«rápido» y viceversa.
experto en tu familia eres tú. Tu situación
puede ser tal que no quieras involucrar a nadie más en este mo-
mento. Puedes estar enfrentándote a asuntos delicados que no es
aconsejable que se manejen en grupo. O puedes simplemente que-
rer ver si este material tiene algún sentido y luego involucrar a los
demás más adelante. También puede que quieras empezar solo con
tu cónyuge y algunos de los hijos mayores.
Esto también está bien. Tú conoces mejor la situación. Solo
estoy diciendo que, después de años de experiencia trabajando
con los siete hábitos en muchos escenarios distintos, he aprendi-
do que, cuando las personas trabajan juntas, cuando lo leen jun-
tas, lo discuten juntas y lo revisan juntas, se inicia un proceso de
acercamiento que se vuelve verdaderamente emocionante.
El espíritu es de unión: «Yo no soy perfecto. Tú no eres perfec-
to. Estamos aprendiendo y creciendo juntos». Cuando comparti-
mos con humildad lo que aprendemos, sin intención de «someter»
a la otra persona, eliminamos las etiquetas o los juicios que tienen
sobre nosotros y es posible continuar creciendo y cambiando. Yo
diría esto: no os desaniméis si en vuestros esfuerzos iniciales en-
contráis algún rechazo. Tened claro que, siempre que intentéis
algo nuevo, vais a tener alguna resistencia:
Aprendiendo juntos
• Pregunta a los miembros de tu familia: ¿Cómo aprendemos
y compartimos juntos como familia? Las respuestas po-
drían incluir: leyendo juntos, escuchando música, viajan-
do, disfrutando nuevas experiencias juntos, coleccionando
fotos familiares, compartiendo historias de la familia. Pre-
gunta: ¿Cómo es de importante para vosotros la familia?
• Pensad en la forma en la que podéis leer y discutir juntos
este libro.
Resume el Juego
• Ayuda a los niños a entender que todos estáis viviendo una
vida juntos, y que nadie puede ver el futuro. Con frecuencia
necesitarán instrucciones y claves, y algo de ayuda de su
familia para llegar a su destino.
• Habla sobre lo maravilloso que es tener una familia en
quien apoyarse.
• Ayuda a los niños a entender que, para llegar a ser una fa-
milia sólida y feliz, un «plan de vuelo» familiar y un poco
de «ayuda», es tan importante como la ayuda que recibie-
ron cuando tenían los ojos vendados y trataban de encon-
trar el camino al punto de partida.
Acción
• Decidid reuniros semanalmente como familia y hablar de
vuestro plan de vuelo familiar. Discutid qué podéis hacer
para ayudaros entre vosotros, apoyaros, divertiros juntos y
estar cerca toda vuestra vida.
• Durante la semana, coloca pequeños recordatorios en algu-
nas partes sobre la reunión que tuvisteis.
• Planea actividades divertidas que favorezcan la cercanía,
como la visita a un miembro de la familia que no vive en
casa, una visita a la heladería, un día de deportes o compar-
tir una gran lección o historia que demuestre claramente
cuánto valoráis a vuestra familia y que, como padres, es
vuestra prioridad.
HÁBITO 1
Ser proactivo
LIBERTAD
Estímulo Respuesta
PARA ELEGIR
C
omo ya conté en el libro de los siete hábitos, hace muchos
años, cuando me encontraba en Hawái de año sabático,
estaba revisando algunos libros en la biblioteca de la uni-
versidad y uno me llamó la atención. Al ojearlo me detuve en un
simple párrafo, tan extraordinario y asombroso, que me marcó
profundamente para el resto de mi vida.
Ese párrafo constaba de tres frases que constituían una idea
muy poderosa:
LIBERTAD
Estímulo Respuesta
PARA ELEGIR
Autoconciencia Voluntad
independiente
Conciencia Imaginación