Consolación

Escuela de Consejería y Sanidad del Alma

EC Coordinador: Guillermo P. Santos Minervini

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Consolación... 2

 El consuelo es necesario cuando se experimenta la perdida de un ser o algo muy

querido, cuando se esta acongojado o se ha sido herido gravemente.
Génesis 38:12
Pasados muchos años, murió Bat-súa, la mujer de Judá. Cuando Judá se había
consolado,
2 Samuel 13:39
Y el rey David ... ya se había consolado de la muerte de Amnón.
1 Crónicas 7:22
Entonces su padre Efraín hizo duelo durante muchos días, y sus hermanos fueron a
consolarlo.

 Es necesario consolar luego que alguien ha perdido la comunion con Dios.

Isaías 12:1
En aquel día dirás: "¡Te doy gracias, oh Jehovah! Aunque te enojaste contra mí, tu ira
se apartó, y me has consolado.

 El que anda de duelo, desconsolado, debe aceptar que lo consuelen,

Génesis 37:35
Todos sus hijos y todas sus hijas fueron para consolarle, pero él rehusó ser consolado.
Y decía: --¡Enlutado descenderé hasta mi hijo, al Seol! Y su padre lo lloraba.
ya que por el gran dolor a veces la misma persona rehusa el consuelo.
Jeremías 31:15
Así ha dicho Jehovah: "Voz fue oída en Ramá; lamento y llanto amargo. Raquel
lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada por sus hijos, porque perecieron."

 En momentos asi se suele buscar consuelo que pueden resultar vanos, como Job:
Job 7:13
Cuando digo: "Mi cama me consolará, mi lecho aliviará mis quejas"
otros buscan consuelo en el alcohol, la diversion, las relaciones amorosas, las drogas, la
TV, el trabajo, etc.

 El desconsolado encuentra personas bienintencionadas pero que no saben consolar.

Job 16:2
He oído muchas cosas como éstas; consoladores gravosos sois todos vosotros.
Job 21:34
¿Cómo, pues, me consoláis con palabras huecas? De vuestras respuestas sólo queda el
engaño.

 y otras veces no encuentra quien le ministre consuelo.

Salmos 69:20
La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé que alguien se
compadeciera de mí, y no hubo quién. Busqué consoladores y no hallé ninguno.

 El consuelo significa salir del luto, del duelo por lo perdido. Recibir restitución o favor.
Volver a experimentar la alegría por el bien que se recibe. Como Job:
Job 42:11
Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le
habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo
consolaron por todo aquel mal que Jehovah había traído sobre él. Cada uno de ellos le
dio una pieza de dinero y un pendiente de oro.

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Consolación... 3
 Dios desea que su pueblo sea consolado y restaurado, aun despues de haber pecado y
sufrido la disciplina de Dios.
Isaías 40:1
"Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.
... doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados”

 El consuelo de Dios devuelve a su pueblo la alegria y el gozo, la comunion con El y las

bendiciones allí donde su pueblo está.
Jeremías 31:13
"Entonces la virgen se regocijará en la danza, y los jóvenes y los ancianos juntamente.
Porque transformaré su duelo en regocijo; los consolaré y los alegraré en su dolor.
Isaías 51:3
Ciertamente Jehovah consolará a Sion; él consolará todas sus ruinas. Convertirá su
desierto en Edén y su región árida en huerto de Jehovah. Alegría y gozo habrá en ella,
acciones de gracias y sonido de cánticos.
Isaías 52:9
Prorrumpid juntas con gritos de júbilo, oh ruinas de Jerusalén, porque Jehovah ha
consolado a su pueblo; ha redimido a Jerusalén.
Zacarías 1:17
Proclama además diciendo que así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: "De nuevo se
desbordarán mis ciudades por la abundancia del bien; de nuevo consolará Jehovah a
Sion y escogerá a Jerusalén."

 Consolar es restaurar el alma, como dice en Lamentaciones 1:16

"Por estas cosas lloro; mis ojos, mis ojos se desbordan en lágrimas; porque se ha
alejado de mí el consolador que restaura mi alma. "

 Dios es el que consuela y en medio de su pueblo se recibe su consuelo

Isaías 51:12
Yo soy, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que temas al hombre, que es
mortal; al hijo del hombre, que es tratado como el pasto?
Isaías 66:13
Como aquel a quien su madre consuela, así os consolaré yo a vosotros y en Jerusalén
tomaréis consuelo.”

 Dios envió a Jesús para consolar a todos los enlutados

Isaías 61:2
para proclamar el año de la buena voluntad de Jehovah y el día de la venganza de
nuestro Dios, para consolar a todos los que están de duelo,
Lucas 2:25
He aquí, había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre era justo y
piadoso; esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él.
y en Luc 4.16 Jesús mismo anunció el cumplimiento de Is 61, y por eso dijo en Mateo 5:4:
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

 Antes de ascender a los cielos Jesús prometió enviar al Espíritu Santo como el
Consolador
Juan 14:16
Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre.

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Consolación... 4
Juan 16:7
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el
Consolador no vendrá a vosotros. Y si yo voy, os lo enviaré.

 Ahora por el Espíritu de Cristo podemos ser consolados por la palabra profética
porque:
1 Corintios 14:3
El que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
por eso el salmista exclama:
Salmos 119:82
Desfallecen mis ojos en espera de tu palabra, diciendo: "¿Cuándo me consolarás?"
Rut 2:13
Ella dijo: --Señor mío, halle yo gracia ante tus ojos, porque me has consolado, y
porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque yo no soy ni como una de tus
criadas.

 También puede consolar con hechos:

Hechos 20:12
Ellos llevaron al joven vivo y fueron grandemente consolados.
2 Corintios 7:6
Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito. Y no sólo
con su venida, sino también con la consolación que él recibió en cuanto a vosotros,
haciéndonos saber vuestro anhelo, vuestras lágrimas y vuestro celo por mí, para que
así me gozara más.

 Dios nos consuela en toda tribulación para que consolemos a otros.

2 Corintios 1:3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios
de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones.

De esta manera, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados por
Dios, también nosotros podemos consolar a los que están en cualquier tribulación.

Porque de la manera que abundan a favor nuestro las aflicciones de Cristo, así abunda
también nuestra consolación por el mismo Cristo.

Pero si somos atribulados, lo es para vuestro consuelo y salvación; o si somos

consolados, es para vuestra consolación, la cual resulta en que perseveráis bajo las
mismas aflicciones que también nosotros padecemos.

Y nuestra esperanza con respecto a vosotros es firme, porque sabemos que así como
sois compañeros en las aflicciones, lo sois también en la consolación.

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