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Suelos

Los Vertisoles (del latín vertere, invertir) son suelos de climas semiáridos a subhúmedos y de tipo
mediterráneo, con marcada estacionalidad de sequía y lluvias. La vegetación natural que se
desarrolla en ellos incluye sabanas, pastizales, matorrales y bosques maderables. Se pueden
encontrar en los lechos lacustres, en las riberas de los ríos o en sitios con inundaciones periódicas.
Se caracterizan por su alto contenido de arcillas que se expanden con la humedad y se contraen
con la sequía, lo que puede ocasionar grietas en esta última temporada. Esta propiedad hace que
aunque son muy fértiles, también sean difíciles de trabajar debido a su dureza durante el estiaje y
a que son muy pegajosos en las lluvias.
Debido a las limitaciones texturales y de drenaje interno estos suelos en su gran mayoría son
adecuados, con riego, para cultivos como arroz, caña de azúcar, sorgo y bosques de explotación.

Son suelos derivados de fragmentos de roca suelta, que están formados típicamente por
arrastre y depósito de materiales sedimentarios que son transportados por la acción del agua.
Son suelos jóvenes y sin horizontes genéticos naturales. En algunos suelos las inundaciones son
frecuentes y prolongadas durante la estación lluviosa. Estos suelos no son recomendables para
cultivos agrícolas, su uso adecuado es forestal o vegetación natural, variedades de pastos
adaptables a las condiciones y conservación de flora y la fauna.
Los Entisoles se clasifican en 5 subórdenes:
Aquens: Entisoles que están permanente u ocasionalmente saturados por agua y presentan marcados rasgos de
redoximorfismo. Se sitúan en las riberas de las marismas, deltas, lagos y albuferas en donde hay agua de
permanentemente, o en las llanuras de inundación saturadas durante largos períodos de tiempo
Arents: Estos suelos presentan en su perfil fragmentos de horizontes antiguos muy desarrollados, como podrían
ser horizontes argílicos, cálcicos, duripanes, petrocálcicos, pero estos fragmentos no forman por sí mismos
horizontes de diagnóstico. Los Arents son frecuentes en zonas transformadas del secano al regadío en donde
mediante la aplicación de labores profundas se fragmentan a fin de aumentar la profundidad efectiva del suelo
y favorecer el almacenamiento de agua.
Psamments: Son Entisoles arenosos con una textura franco arenosa fina o más grosera. Algunos se han formado
sobre dunas de arena estabilizada o bien sobre materiales parentales arenosos. En ocasiones se formaron a
partir de la alteración física de areniscas como roca madre.
Fluvents: Son Entisoles desarrollados sobre materiales aluviales estratificados. Se encuentran formando parte de
las vegas y deltas de los ríos, y son suelos muy fértiles cuyo principal uso es la horticultura. Los Fluvents pueden
sustentar cualquier tipo de vegetación y presentar cualquier régimen de temperatura del suelo.
Orthents: Son otros Entisoles que se han formado sobre superficies erosionadas recientemente y que no han
evolucionados más debido a que su posición fisiográfica conlleva una gran inestabilidad del material parental, se
encuentran en cualquier clima y bajo cualquier vegetación.
Los Inceptisoles son aquellos suelos que están empezando a mostrar el desarrollo de los horizontes
puesto que los suelos son bastante jóvenes todavía en evolución. Es por ello, que en este orden
aparecerán suelos con uno o más horizontes de diagnóstico cuya génesis sea de rápida formación,
con procesos de translocación de materiales o meteorización extrema. Incluye una amplia variedad de
suelos. En algunas zonas los Inceptisoles son suelos con un mínimo desarrollo del perfil (aunque eso sí,
más desarrollados que los Entisoles), mientras que en otras son suelos con horizontes de diagnóstico
que no cumplen los requisitos exigidos para otros órdenes de suelos.
La mayoría de los Inceptisoles tienen un aprovechamiento forestal, pero también son suelos de
praderas o tierras de cultivo. Son buenos suelos para pastos siempre que la humedad no falte, y
también sustentar el aprovechamiento agricultura agrícola razonablemente. En algunos casos por riego
o susceptibilidad de los suelos a la erosión hídrica y/o eólica se recomiendan para bosques o
reforestación en su defecto.

Los mollisoles son los suelos cuya principal característica es la existencia de un epipedón móllico rico en
materia orgánica. Así pues y a primera vista los podríamos diferenciar claramente por la oscuridad del
epipedión, aunque tenemos que tener en cuenta que también pueden darse epipediones oscuros en otros
órdenes de suelos. Los Mollisoles ocupan una superficie de 9,01 MKm2 , lo que representa el 6,89% de
las tierras emergidas y el 8,02% de los suelos del mundo.
Son generalmente suelos minerales típicos de las estepas que tienen un horizonte superficial muy oscuro,
coloreado y rico en bases. Muchos también poseen un horizonte de diagnóstico subsuperficial argílico,
nátrico o cálcico. Algunos pocos pueden presentar un horizonte de diagnóstico álbico, petrocálcico o duripan.
La vegetación típica de los Mollisoles es de pradera y se desarrollan en una gran variedad de climas cuyos
regímenes de humedad van desde el aquic al xeric, mientras que los regímenes de temperatura del suelo
van desde el cryico al hipertérmico. Normalmente la precipitación de las zonas donde hay Mollisoles oscila
entre los 200 y los 800 mm anuales.

La mayoría de los Alfisoles se presentan en un paisaje relativamente viejo, aunque los que se presentan en un
régimen aquico son mucho más recientes. Principalmente se desarrollan en zonas con pendientes pronunciadas con
un drenaje bastante alto, o en zonas planas con un escaso drenaje. Son típicos de regiones templadas (entre 0º y
22º C de temperatura), aunque pueden extenderse también a zonas tropicales o subtropicales. Los regímenes de
temperatura predominante el térmico y mésico. Los Alfisoles se han forman generalmente bajo una vegetación
densa de bosque caducifolio, aunque también se dan sobre pastos y praderas, la distribución de la materia orgánica
en el perfil depende del tipo de vegetación. Estos suelos están aptos para cultivos como maíz, sorgo, ajonjolí, caña
de azúcar, yuca, arroz, plátano, piña, entre otras cosas, en pendientes con rangos de 0-15% tomando en cuenta
las debidas medidas de conservación y manejo; algunas áreas con problemas de drenaje son aptos para pastos. Los
suelos con rangos pendientes de 30-50% son aptos para agroforestería, con sus prácticas de conservación y los
suelos con pendientes mayores a 50% son aptos para bosques de protección y conservación.
Los Ultisoles son los “hermanos pequeños” de la Alfisoles. ¿A qué se debe esta afirmación? Simplemente que la
diferencia entre ambos es que el Porcentaje de Saturación de Bases en los Ultisoles es mucho menos que en los
Alfisoles, esta característica junto a la presencia de un horizonte argílico y otras propiedades, van a dar lugar al
desarrollo de este orden que ocupa una superficie en el mundo de 11.5 MKm2 y que es aproximadamente el
8,45% de la tierras emergidas. Se caracterizan por tener un horizonte argílico o kándico y con una baja saturación
de bases. Aparecen en cualquier régimen de temperatura y humedad (excepto en el arídico). Aparecen en zonas
de clima templado (con elevadas precipitaciones que produzcan un lavado intenso de las bases).
En tierras menores al 15% son aptas para cultivos anuales como sorgo, maíz, hortalizas, algodón, frijoles, arroz,
yuca, los suelos con pendientes de hasta 30% son aptos para manejo silvopastoril, agroforestal y bosque, con
sus prácticas y planes de manejo. Los suelos con pendientes de 30-50% son aptos para agroforesteria y bosque,
con prácticas y planes de manejo. Los suelos con pendientes mayores a 50% son aptos para bosques de
protección o conservación de la flora y la fauna.

Los Oxisoles son suelos minerales de las zonas tropicales cálidas y húmedas que han sufrido intensos y prolongados
procesos de meteorización y lavado, lo que posibilita la formación de éstos suelos maduros. Se desarrollan bajo
condiciones climáticas en las que la precipitación es mucho mayor que la evapotranspiración (durante algunos
períodos del año); esto posibilita el lavado de los productos meteorizables hacia el interior del perfil del suelo y la
acumulación de caolinita y sesquióxidos necesarios para la formación del horizonte óxico característico de este
orden. En cuanto a las condiciones climáticas señalar que suelen darse en regímenes de humedad desde el arídico
hasta el perúdico. Son suelos en los que predominan los óxidos de hierro y de aluminio y la caolinita, de baja capacidad
de intercambio catiónico. El horizonte óxico se sitúa a unos 30 cm por debajo de la superficie del suelo.
La mayor parte de los Oxisoles están dedicados a ganadería extensiva o a cultivos itinerantes, a pesar de tener
muchos de ellos excelentes propiedades físicas y adecuada topografía para la producción intensiva de cultivos. Los
Oxisoles presentan severas limitaciones para fines agropecuarios como consecuencia del excesivo lavado de
nutrientes del suelo y del alto riesgo de procesos de erosión irreversible; por todo ello se mantienen como reservas
o zonas forestales

Los Histosoles son suelos formados por materiales orgánicos presentes en la mayoría de las zonas pantanosas,
ciénagas y turberas. Están compuestos de restos de plantas más o menos descompuestas en condiciones hidromorfas
aunque algunos se forman a partir de restos orgánicos procedentes de vegetación de bosque o de musgos. Un suelo
se clasifica como histosol si no tiene permafrost y está dominado por materiales orgánicos. Estos suelos se forman
cuando la materia orgánica se acumula superficialmente sin llegar a descomponerse como consecuencia de: una
anaerobiosis condicionada por una prolongada saturación del suelo con agua; o por un régimen térmico excesivamente
frío.
Debido a que se encuentran inundadas la mayor parte del año y saturados permanente de humedad, se recomiendan
para protección de la fauna.

Diana Jazmín Rivera González

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