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EL ZULIA ILUSTRADO

asYisTA iiisra i yi

TO M 3 I. M a r a c a ib o : 31 D3 ctubre d e 1890 NUM. 23

en aquella plaza que se mantuvieron de que eran dueños los revoluciona­


fieles á sus deberes, aprovechando la rios. Rendidos éstos, y cuando se
primera oportunidad que se le ofre­ creían sufocadas todas las rebeliones
ció, so pretexto de continuar sus ta­ que motivaron aquella larga y labo­
Director y E ditor: B . b i0 P E iZ I^IV A S reas corográficas, para salir de la riosa campaña, estalló en Apure el
ciüdad y encaminarse rápidamente á alzamiento del coronel Farfán procla­
los Llanos á ofrecer sus servicios al mando cualquier cosa menos idea
general Páez, quien los aceptó nom­ social ninguna. Hasta allí hubo de
A g u s M n G o d s m
brándole jefe de Estado Mayor del marchar C o d a z z i á organizar tropas
Ejército constitucional, con cuyo ca­ y dirigir las operaciones que produ­
rácter le acompañó hasta el definitivo jeron la pronta pacificación de la alte­
(Continuación.)
triunfo del Gobierno legal sobre la rada provincia, habiendo fugado y
Dictadura establecida por los revolu­ ocultádose Farfán.
arem os una ligera idea de los cionarios militares en Caracas. D es­ En premio de tantas fatigas, “ y
servicios militares que prestó alojados de la Capital y rotos en va­ atendiendo á la lealtad, méritos, ser­
cuando se interrumpían sus rios combates quedaron, sin embargo, vicios y recomendables cualidades del
tareas científicas, no porque dueños de algunas provincias y ama­ comandante C o d a z z i , ” según se ex­
tales servicios, hechos en el gando frecuentemente atacar á Ca- presó el Presidente de la República,
mezquino y estéril cam­ fue ascendido á coronel de inge­
po de las guerras civiles, signifi­ nieros en Abril de 1836, volviendo
quen mucho para la fama de Co- á sus preferidas tareas corográ­
d a z z i comparados con sus labores ficas.
científicas, sino para que se com­ Emprendiólas en el año de
prenda cuáles eran la fortaleza de 1837, principiando por las bocas
su cuerpo contra las enfermeda­ del Orinoco la extensa carta de la
des, y la extraordinaria actividad provincia de Guayana, cuyas so­
de su espíritu que abarcaba con litarias selvas se dilatan hasta las
facilidad y desempeñaba con pron­ fronteras del Brasil, y explorada
titud todo linage de ocupaciones. penosamente la tercera parte de
aquel territorio casi desconocido
Páez se mantuvo firme en el regresó á Valencia, mediando el
sendero del régimen civil, y á su año, á poner en limpio sus mapas
rededor se agruparon para defen­ y apuntamientos; pero no le de­
der las instituciones varios jefes jaron quieto, pues á pocos días le
militares decididos por el sistema llegó una premiosa orden del G o­
republicano, entre ellos C o d a z z i , bierno instándole que marchara á
á quien constantemente empleó el San Fernando de Apure. E ra
Gobierno en sufocar aquellas su­ que Farfán, saliendo de repente á
blevaciones. lo poblado con buen golpe de gen­
En 1830 marchó mandando la Coroncl Agustín Codazzi te de malísima ley, proclamaba
infantería del Gobierno contra el “ guerra á los blancos, es decir,
general Infante, sublevado en los L la­ racas. C o d a z z i recibió el nombra­ á los hombres de ciudad, hasta ex ­
nos Terminada esta campaña se le en­ miento de jefe de operaciones sobre terminarlos, ” ya que los pasados
vió á atrincherar varios puntos de la Río-Chico, y con su genial y extra­ gritos “ Colombia” y “ Reform as” no
provincia de Mérida, de cuyo territo­ ordinaria actividad, multiplicando las hacían eco. Un cuerpo de milicias
rio formó y presentó un plan de defen­ marchas y contramarchas más largas enviado contra el temible llanero fue
sa. Con igual fin .se le ordenó pasar y difíciles, logró impedir un desem­ deshecho por él en las cercanías de
á Maracaibo, de donde, cumplida su barque de los revolucionarios en las Achaguas, y esta ciudad se le entre­
comisión, marchó á las provincias del costas próximas á la Capital, y alcan­ gó y comenzó á servirle de cuartel
Oriente á servir como jefe de Estado zar al ejército constitucional cerca de general, amenazando desde allí á San
Mayor del Ejército puesto á las órde­ Valencia y en vísperas de librar la Fernando, apenas guarnecida por al­
nes del general Mariño para reprimir acción de Guaparo, que salvó aquella gunos milicianos que á toda prisa
la sublevación de Monagas. En 1835 ciudad, asistiendo al combate como reunió el general Muñoz. Urgía im­
se hallaba en Valencia, recién casado jefe de Estado Mayor del general pedir que aquella plaza fuese ocupa­
con la señora Araceli Fernández La Carreño. Después de esta acción da por Farfán, porque en ella había
Hoz, y nombrado comandante de in­ marchó con una columna en auxilio un acopio de armas y municiones que
genieros y del castillo de Puerto C a­ de Maracaibo, y asegurada aquella si caía en manos de los revoltosos los
bello, cuando estalló la revolución plaza regresó á Puerto Cabello en­ ponía en aptitud de marchar sobre
militar llamada de las r e f o r m a s , y cargado de mandar la artillería en el Caracas.
C o d a z z i abandonó al punto su fa­
fue uno de los pocos jefes presentes sitio puesto á la ciudad y al castillo,
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milia y quehaceres, y reventando ca­ país con aplicación á la guerra defen­ Por otra parte la Sociedad geo­
ballos salvó en tres días la distancia siva ú ofensiva, detallado todo esto gráfica de París colmó de elogios la
de cien leguas que hay entre Valen­ en extensos itinerarios militares. obra de C o d a z z i , acordó enviar á
cia y San Fernando; llegó algunas Como texto explicativo de los éste el diploma de Socio, y le adju­
horas antes que Farfán: puso en mo­ mapas presentó copiosos cuadernos dicó el premio de la gran medalla de
vimiento al vecindario para atrinche­ en que la geografía física, política, plata con una inscripción que dice :
rar la ciudad con tal diligencia, que estadística, topográfica é histórica la so cik d ad de g e o g ra fía , a l co ro ­
al sobrevenir los invasores no halla­ del país se hallaba desempeñada con n el I) E I N G E N I E R O S A G U S T Í N C O D A Z Z I ,
ron por donde penetrar en el pobla­ una. extensión y laboriosidad de ob­ POR S U S E X P L O R A C I O N E S EN LAS PRO­
do y hubieron de acampar en contor­ servaciones sólo comparables al acier­ VINCIAS DE V E N E Z U E L A ---- M E N S I Ó N
no. Detenerlos allí paralizando sus to en la clasificación y el agrupa- H ONO RÍFICA. 1841.
movimientos hasta que el general miento de los materiales. [Continuará.]
Páez pudiese llegar con tropas del Admira cómo un hombre solo, y
Gobierno, era el encargo de C o­ no muy bien auxiliado, pudo llevar á
dazzi: y lo cumplió defendiedo la buen fin tan enormes y variados tra­
plaza quince días, que fueron los que bajos científicos, atendiendo al mismo pfiKbw.»Í£PO£ <sn jzl 2§|ago
Páez necesitó para llegar, dispersar tiempo á un activo servicio m ilitar;
la gente de Farfán y aniquilar á éste todo ello en el espacio de diez años.
en la sorprendente acción de Payara, La explicación la encuentran los que H IST O R IA D E l ’ o L Ü N N A IS , J E F E D E F IL IB U ST E R O S
comparable con muchas de las arries­ conocieron y trataron á C o d a z z i , en
gadas que Páez ganó en la guerra la rara lucidez de sus ideas, el incan­ (Conclusión.)
de Independencia, puesto que con sable vigor de su pensamiento y la
una avanzada de sesenta hombres fortaleza exepcional de su cuerpo, :- y después de tan abun-
’O l o n n a i s

desbarató á más de doscientos llane­ que le permitían trabajar de seguido dante botín debía estar satisfe-
ros aguerridos y desesperados. y tenazmente diez horas en cada día, cho y pensar en retirarse á dis­
Los años de 38 y 39 los pasó C y todos los días de su vida el mismo frutarlo. No fue, sinembargo, así;
dazzi recorriendo los desiertos de espacio de tiempo. pues obligado á hacer grandes é in­
Guayana y navegando en canoa los El Congreso de Venezuela, con cesantes gastos durante el tiempo que
caudalosos ríos que riegan el interior un tino que le honra, comprendió al permanecía en inacción, pronto se
de la provincia hasta Río Negro y momento lo importante de la obra vio acribillado de deudas, y para salir
muy cerca de las fuentes del Orinoco. que se le presentaba, y comprendió de tan apurada situación proyectó
Son de considerasse las penalidades que aquel oficial de ingenieros pre­ una nueva empresa de la que se pro­
y privaciones que sufrió en esta larga sente en la barra, cargado de mapas metía sacar mayores ventajas que de
y peligrosa exploración, en climas y cuadernos, tan llano, tan jovial, tan la anterior.
insalubres, con poquísimos recursos, modesto que podría juzgársele humil­ Habló de ella á sus compañeros,
lejos de toda población civilizada y de, era un hombre sabio en cuya ca­ quienes hallándose en circunstancias
teniendo que captarse la benevolencia beza hervían las ideas de ciencia y de análogas, aprobaron el proyecto y le
de las tribus de indios bárbaros con bien público. E l Congreso acordó hicieron propaganda. El dinero traí­
ardides y sacrificios imponderables. suministrar á C o d a z z i los fondos que do de Maracaibo había despertado la
A l principiar el año de 1840 so estimó necesarios para la publicación ambición de la mayor parte de aque­
metió C o d a z z i al juicio del Congreso de su obra en Europa; y apenas ex ­ llas gentes, de suerte que gran núme­
venezolano el resultado de sus tareas pedido este acuerdo emprendió viaje ro de colonos, consagrados antes al
ya concluidas. Formábalo un mapa á Paris á mediados de 1840 el incan­ cultivo del tabaco, arrojaron los instru­
físico y político de Venezuela que sable ingeniero. mentos de labranza para dedicarse á
mide dos metros de largo y uno de Razones de economía, nunca bien la piratería; y L ’Olonnais encontró
ancho comprendiendo el área de lamentadas, le obligaron á descartar­ más gente de la que podía caber en
35,591 leguas españolas cuadradas, se de la mayor parte de sus curiosí­ sus buques. Hizo reparar un gran
distribuidas en las trece provincias simos manuscritos y reducir el texto barco que había traído de Maracaibo,
en que entonces estaba dividida la de la obra á un grueso volumen en lo tripuló con trescientos hombres y
República. L a orla de este mapa es­ 4'.’, consagrado á la geografía física, colocó trescientos más en cinco bu­
tá enriquecida con varios cuadros es­ política y descriptiva de Venezuela. ques de menor porte. Con esta flo­
tadísticos, barométricos, hidrográfi­ Varios individuos, miembros del Ins­ tilla se dirijió á Baya-ha, lugar có­
cos y termométricos que dan cumpli­ tituto de ciencias, que habían ojeado modo para carenar sus buques y
da idea de los accidentes topográfi­ los manuscritos de C o d a z z i , se apo­ abastecerlos, y permaneció en él muy
cos del país. Otros pormenores se deraron de la obra y la presentaron poco tiempo, pues en breve estuvie­
hallan en un Atlas compuesto de al Instituto y á la Sociedad geográfi­ ron las naves en disposición de ha­
veinte cartas figurando por separado ca de París, que la recibieron con cerse á la mar.
las provincias y varias secciones del singulares aplausos. Una comisión Comunicó, pues, su proyecto á
territorio de la antigua Colombia en compuesta de los sabios Arago, Sa- sus compañeros y les mostró un indio
que están trazadas las marchas y lo­ vary, Elie de Beaumont y Boussin- nacido á inmediaciones del lago de
calizadas las batallas de los ejércitos gault informó á la Academia de cien­ Nicaragua, hacia el cual quería diri­
republicano y español durante la cias sobre la obra de C o d a z z i ha­ girse para saquear las ciudades de
guerra de Independencia. También ciendo un análisis de ella y aprecia­ sus alrededores; les aseguró que en
se encuentra una carta etnográfica ciones muy honoríficas. aquellas comarcas encontrarían ri­
del país que hoy forma el territorio quezas inmensas, porque los aventu­
de Venezuela, demarcándose la ubi­ L a Academia resolvió dar á Co- reros no habían desembarcado nunca
cación y los nombres de las tribus d a z z i un testimonio del singular apre­ en ellas, y agregó que teniendo un
indianas que lo ocupaban en tiempo cio con que había mirado su obra, y buen guía, estaba seguro de sorpren­
del descubrimiento y conquista de noticiarle que iba á dirijir al Congre­ der á los españoles sin darles tiempo
aquella tierra por los españoles. Por so de Venezuela copia del informe de para poner á salvo sus riquezas.
último, presentó ochenta y ocho car­ la comisión para que se entendiera Los aventureros le escucharon con
tas en grande escala correspondien­ cuánto mérito había encontrado en gran satisfacción y prestaron ju ra ­
tes á los cantones en que estaban la obra sometida á su juicio. mento de obedecerle y secundarle
subdivididas las provincias, dando á Apresuróse el señor Elie de Beau­ en todo. Hecha la carta-partida co­
conocer topográficamente los cami­ mont á comunicar á C o d a z z i lo acor­ mo de costumbre, se dio á la vela
nos, las veredas, los desfiladeros, los dado, dirijiéndole una carta muy afec­ con la flotilla y señaló como punto
puntos defensables y los recursos del tuosa. de reunión á Matamano, al sur de la
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isla de Cuba, porque en aquel punto para aterrorizar á dos de sus compa­ te continuaron su camino y encontra­
pululaban pescadores de tortugas, lla­ ñeros que estaban presentes y á quie­ ron la última emboscada: hicieron
mados por los españoles baradores, nes juró que haría con ellos algo peor alto y arremetieron resueltos á ren­
cuyos botes necesitaba L ’ Olonnais si no le indicaban el camino de San dirla ó perecer. Buscaron sinembar­
para introducir su gente por el río Pedro, pequeña ciudad que quería go los medios de evitar por un rodeo
que conduce al lago de Nicaragua. atacar. Aquellos dos infelices viendo el atrincheramiento pero no fue po­
Cuando llegó á Mataniano apresó to­ como trataban á sus compañeros sible conseguirlo porque toda la ciu­
dos los botes de aquellos pobres pes­ le ofrecieron servirle de guía: el fili­ dad estaba de tal manera rodeada de
cadores y se dirijió al Cabo Gracias bustero envió á algunos de sus buques tunas y cardones que era imposible
á Dios, en Tierra-Firm e. Durante á cruzar frente á la costa y se llevó pasar; sobre todo para gentes que
la travesía fueron sorprendidos por la consigo unos trescientos hombres á marchaban con los pies descalzos y
calm a; y la corriente, que se dirije quienes ofreció resueltamente que en apenas cubiertos con una camisa y
siempre al Oeste, los arrastró hasta todo peligro marcharía él á la cabe­ unos calzones.
el golfo dé Honduras de donde no za; pero que mataría al primero que Todas estas dificultades sólo con­
pudieron salir por más esfuerzos que diese un paso atrás. siguieron aumentar el valor de L ’O­
hicieron. Los barcos pequeños, más Púsose, pues, en camino, y aun lonnais; cuando se vio reducido á
manejables y más veleros, hubieran no había hecho tres leguas cuando vencer á los españoles si quería
podido salir del paso; pero como el encontró una emboscada de españo­ hacerse dueño de la ciudad ó á re­
que montaba L ’Olonnais no tenía les atrincherados detrás de algunos troceder sin emprender nada, dijo á
aquellas condiciones’, se vieron obli­ gaviones en un desfiladero que era sus compañeros: Hermanos míos, na­
gados á esperarlo, pues nada podían imposible evitar por la espesura de da de cuartel; mientras más matemos
hacer sin él. los bosques. Esto no lo desconcertó aquí, menos encontraremos en la ciu­
Cerca de un mes estuvieron lu­ sin embargo; mató ante todo á los dad ; en seguida los condujo al com­
chando con la corriente sin poder re­ dos guías y se arrojó contra los espa­ bate, resuelto á triunfar ó perecer.
montar, pues lo que ganaban en dos ñoles á la cabeza de su gente con tal Desde que los españoles los divisaron
días lo perdían en una hora; y como impetuosidad, que los puso en fuga principiaron á cañonearlos con me­
sus buques carecían de bastimentos quedando en el campo el mayor nú­ tralla y después de aquel saludo car­
se vieron precisados á recalar en el mero. garon de nuevo, protejidos por sus
primer puerto que encontraron. E n ­ Hubo muchos prisioneros sin con­ mosquetes. L ’Olonnais y su gente
viaron sus botes con algunos hom­ tar los heridos que fueron todos re­ se echaron todos de barriga, de tal
bres que habían estado antes en aque­ matados. Interrogados los prisione­ manera que no sufrieron daño algu­
lla costa y que subieron por un río ros por L ’Olonnais le contestaron no con aquellas descargas, y con­
en cuyas orillas habitan algunos in­ que propalada la noticia de su des­ testaron inmediatamente aunque casi
dios que los aventureros llaman ore­ embarque por algunos esclavos fu­ no podían percibir á los españoles;
jones. gitivos, los españoles habían supuesto pero como escaseaba la pólvora no
Los filibusteros hambrientos ro­ que los vendrían á atacar en San disparaban sino cuando divisaban á
baron las habitaciones de los indios, Pedro, y se habían puesto en actitud alguno.
se apoderaron de sus aves de corral y de defensa; que además de aquella Este combate duró unas cuatro
de su maíz, y arrasaron con cuanto emboscada había que pasar otras dos horas y fue muy reñido por ambas
pudieron llevarse en sus botes; pero más fuertes antes de llegar á la ciu­ partes; al fin los aventureros se can­
todo ello no podía bastar para tanta dad. Se les interrogó á todos por saron y, resueltos á jugar el todo por
gente: se distribuyó sinembargo lo separado, y comprendiendo L ’Olon­ el todo, embistieron contra los espa­
robado entre todas las tripulaciones; nais por sus respuestas que encontra­ ñoles, quienes viendo tánta resolu­
y, siguiendo el consejo de los más ría resistencia resolvió sacrificarlos, ción se acobardaron. L ’Olonnais
experimentados, resolvieron dejar pa­ conservando solamente dos ó tres á perdió allí unos treinta hombres y
sar aquella estación que no dura más quienes preguntó si no había medio tuvo unos veinte heridos. L a victo­
de tres á cuatro meses, y mientras de evitar aquel camino; ellos contes­ ria no calmó su ardor: después de
tanto saquear las villas y pueblos taron que no, y el filibustero hizo ama­ permanecer 15 días en aquella pe­
españoles del golfo de Honduras. rrar uno á un árbol, le abrió la barri­ queña ciudad propuso á sus compa­
ga y dijo á los demás que les pasaría ñeros ir en solicitud de refuerzos á
Bajaron costeando, y á los pocos otro tanto si no le indicaban otro ca­ la orilla del mar y atacar la ciudad
días entraron en Puerto Caballo, don­ mino; pero cuando se convenció que de Guatemala; pero todos conside­
de encontraron un navio español de no lo había, se resolvió á seguir con raron ese proyecto como una teme­
veinticuatro cañones del cual se apo­ su gente por aquél, resguardándose ridad pues, sin contar lo largo y difí­
deraron; pero tan sólo hallaron en él cuanto fuera posible de las embos­ cil del camino, ellos no eran por todo
algunas mercancías destinadas al co­ cadas. más de quinientos hombres y aquella
mercio de los indios, pues el resto del Aquellos infelices prisioneros, tra­ ciudad contaba con más de 4,000
cargamento había sido ya internado. tando de salvar la vida, quisieron combatientes.
Puerto Caballo es un lugar donde mostrarle otro camino, pero era tan Viendo L ’Olonnais que nadie par­
recalan ordinariamente los navios es­ malo, que el filibustero juzgó preferi­ ticipaba de su parecer se limitó á
pañoles que negocian con Honduras; ble continuar por el principal en el saquear la pequeña ciudad de San
tiene depósitos para las mercancías que, á la caída de la tarde, encontró Pedn J '' la que sacó poco botín, pues
que bajan de la provincia de Gua­ otra emboscada que no pudo resistir la gei idad de los habitantes sólo
temala, tales como cochinilla, añil, tampoco; visto esto por los españo­ se d< iban al cultivo del añil que
cueros, zarzaparrilla, jalapa, etc. etc. les juzgaron que era preferible reu­ consti e el principal ramo de co-
L ’Olonnais desembarcó sin encontrar nirse al grueso de sus fuerzas que ha­ merci an aquel país. No obstante,
resistencia ni mercancías en los al­ cerse matar al detall por gentes tan si L ’Olonnais hubiese querido cargar
macenes, capturó algunos españoles resueltas como aquellos aventureros; con aquel producto, habría podido
á quienes sometió al tormento para retrocedieron pues, y fueron á atrin­ sacar más de cuarenta mil escudos ;
que dijesen dónde estaba su dinero. cherarse en la última emboscada dis­ pero él buscaba solamente el oro y la
Si n^> le indicaban el camino á su tante dos leguas más ó menos de la plata.
gusto ó los lugares donde los ricos ciudad. L a toma de la ciudad de San P e­
se habían ocultado, los abría de un Debilitados los filibusteros por la dro hubiera podido ser provechosa
sablazo. Hizo sufrir á un mulato los marcha, la sed y el hambre, apenas si para los filibusteros; pero los espa­
tormentos más crueles que pueden podían caminar, y se vieron precisa­ ñoles tienen siempre la previsión de
imaginarse, luego lo mandó á arrojar dos á dormir en el bosque con la vi­ ocultar lo más precioso que poseen
vivo á la mar atado de pies y manos gilancia consiguiente. Al día siguien­ antes de apercibirse para la defensa
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como si estuvieran seguros de sucum­ no pasaban de sesenta hombres, aflo­ y que valía más de ciento cincuenta
bir y ser vencidos. Cuando L ’Olon- jaron ; y los aventureros viendo que mil libras.
nais estuvo listo para partir, preguntó sus fuegos disminuían les dieron abor­ L ’Olonnais que estaba en Hon­
á sus prisioneros si querían pagar el daje y se apoderaron de la urca. duras concibió tal despecho por el
rescate de la ciudad, sin cuyo requi­ Inmediatamente L ’Olonnais envió abandono de Vauclin que juró ven­
sito, les manifestó, la reduciría á ce­ al río sus embarcaciones más peque­ garse de él en el primer encuentro.
nizas. Respondieron resueltamente ñas con el fin de apresar la lancha Un tal Picardo lo abandonó también;
que les habían quitado cuanto poseían, que, según decían, venía cargada de pero en lugar de regresar á la T o r­
que nada tenían que dar, y que él cochinilla, Índigo y plata; pero los tuga se fue á cruzar á lo largo de
podía hacer lo que á bien tuviese. españoles al saber la captura de la Costa-Rica frente al río Chagres, pa­
Después de esta respuesta, incendió urca no dejaron bajar la lancha y se ra caer sobre el primer buque que se
la ciudad, la dejó arder y se retiró atrincheraron en la orilla del río de presentase; cansado de esperar sin
con su gente á la orilla del mar. Allí tal manera, que los filibusteros no se xíxito, resolvió de acuerdo con su tri­
supo por los que se habían quedado atrevieron á empender nada. pulación, compuesta de 80 hombres,
en k's buques, que algunos indios por L ’Olonnais no hizo gran botín al desembarcar en eUVeragua y saquear
ellos aprehendidos decían que se es-v tomar la urca, como se lo había ima­ la aldea del mismo non\bre que exis­
peraba en el gran río de Guatemala ginado: si la hubiese apresado á su te en'sus orillas: ejecuto su empresa
una u rca; es decir, un navio de siete llegada habría encontrado en ella un con bastante facilidad y sin encon­
á ochocientas toneladas que hace via­ cargamento valoroso de un millón, en trar gran resistencia; pero también
jes anuales entre España y Honduras; tanto que ahora sólo encontró,veinte sin éxito, pues en aquella aldea sólo
para abastecer á la provincia de G ua­ mil resmas de papel, cien toneladas vivían esclavos consagrados á lavar
temala de los artículos de que ella de hierro en barras que servían de las arenas de las montañas vecinas
carece. Esta provincia, teniendo muy lastre al barco, y; algunas pacas de en solicitud de pepitas de oro.
poca comunicación con los galeones mercancías de poco valor. Todo ello El Picardo no permaneció allí mu­
de su magestad católica, algunos mer­ sin embargo no dejaba de valer algún cho tiempo pues los españoles que
caderes de España han obtenido del dinero; pero los aventureros,después acudieron de Nata y de Panamá, lo
Rey y de la Compañía de las Indias de repartirse lo que podía servirles hicieron salir precipitadamente, no sin
el permiso de enviar á ella un barco para su uso personal, destruyeron el que tuviese que batirse en retirada,
todos los años. Las mercancías que resto, empleando el papel como ser­ dejando muchos de los suyos muer­
allí se llevan son hierro, acero, papel villetas y consumiendo inútilmente tos, heridos y prisioneros; ni aun tu­
de imprenta y de escribir, vino, telas, aceites de oliva y de almendra. vieron tiempo de recojer todo el bo­
paños finos, sederías, azafrán y acei­ tín: sólo se llevaron unas botellas con
te. L a carga de regreso es ordina­ Un gran número de aquellos tres ó cuatro libras de oro y el Pi­
riamente de cueros, zarzaparrilla, ín­ aventureros recién llegados de Fran­ cardo tuvo que continuar sus corre­
digo, cochinilla, jalapa y mecoachán. cia, que sólo habían emprendido aquel rías en busca de mejor fortuna.
viaje con L ’Olonnais halagados por L ’Olonnais por su parte estaba
L ’Olonnais para sorprender mejor las riquezas que le vieron traer de
la urca áe retiró á unas pequeñas is­ en una situación muy crítica, con un
Maracaibo, se fastidiaron de tan mise­ barco sin víveres, tripulado por 300
las que están hacia el fondo del golfo rable vida, principiaron á quejarse y
y dejó dos botes en la boca del río hombres que se veían obligados á
á decir en voz alta que querían re­ desembarcar todos los días para pro­
de Guatemala para espiar la llegada gresar á la Tortuga. Los viejos fili­
de aquella nave: cada tripulación de veer á su mantenimiento, matando
busteros, acostumbrados á oir quejas cuanto encontraban y lo más ame-
la escuadra ocupó su puésto en aque­ y murmullos, se burlaron de ellos di-
llas islas; quitaron la arboladura de nudo pájaros y monos; por la noche
ciéndoles que por su parte ellos pre­ con el viento de tierra trataban de
sus buques para carenarlos, y una par­ ferían perecer á regresar sin dinero.
te se dedicó á hacer redes para pescar. avanzar, consiguiendo después de mu­
Los más experimentados de entre chos trabajos remontar el Cabo G ra ­
Después de haber permanecido ellos, viendo que el viaje á Nicaragua cias d Dios é ir hasta las islas de las
allí unos tres meses, L ’Olonnais supo 110 tenía éxito, se embarcaron en se­ Perlas. El filibustero tenía aún al­
que la urca se aproximaba y dio or­ creto en el barco que mandaba Moi­ guna esperanza de desembarcar en
den para aparejar sus buques, por sés Vauclin que habían apresado en Nicaragua, dejar allí su barco y en­
temor de que tuviese tiempo para Puerto Caballo y que era muy vele­ trar al río de San Juan con los botes
descargar. Algunos le hicieron pre­ ro. Su propósito era abandonar á que tenía, entrando por dicho río al
sente que valía más esperar su regre­ L ’Olonnais, ir á la Tortuga, compo­ lago de Nicaragua. Dejó efectiva­
so porque entonces traía dinero, en ner el barco y volver á piratear; pe­ mente su bajel, mas no como lo ha­
tanto que ahora estaba cargada de ro cuando quisieron salir encallaron bía pensado; pues como hacía mucha
mercancías: se adoptó esta opinón; en un arrecife y con ellos su proyecto. agua, quiso acercarlo á la costa para
pero los de la urca, que habían tenido Si este barco no hubiese perecido así, carenarlo, y lo baró en un arrecife de
noticia de la proximidad de los fili­ habría causado muchos daños á los donde le fue imposible sacarlo á flote
busteros, se limitaron á descargar y españoles, pues era el mejor velero por más que con sus botes lo desa­
no precipitaron su regreso. L ’Olon­ que se había visto desde hacía cin­ lijó de la artillería. Convencido de
nais y su gente fastidiados de esperar, cuenta años en los mares de América. que aquello no tenía remedio, los tri­
temieron que se les escapase la presa Viéndose Moisés Vauclin sin bar­ pulantes desembarcaron y construye
y resolvieron atacarla; pero los espa­ co, buseó la ocasión de ponerse en ron ranchos, esperando que pasara
ñoles que estaban sobre aviso, tenían uño y pronto la encontró: el caballe­ algún buque que los sacase de aquel
lista su artillería y libre la cubierta de ro D u-Plessis que venía de Francia mal paso.
cuanto pudiera estorbarles durante el expresamente para hacer un crucero Acostumbrado L ’Olonnais á los
combate. Contaban con 56 piezas de en contra de los españoles, lo recibió reveces, no se amilanó por éste, ó por
cañón, muchas granadas y otros me­ con agrado porque Vauclin conocía lo menos no lo dejó conocer: por el
dios de defensa. el país y los lugares frecuentados por contrario excitó á sus compañeros á
Cuando los aventureros se aproxi­ los españoles. D u-Plessis le ofreció que no se desanimaran, asegurándo­
maron comprendieron que habían si­ la primera presa que hicieran pero les que había encontrado el medio de
do descubiertos, y que se les espe­ no pudo cumplir su promesa, pues en salir del apuro y hacer fortuna antes
raba, lo que no les hizo renunciar al un combate contra un navio español de regresar á la Tortuga. Dedicó
ataque. Los españoles se defendie­ de 36 piezas de artillería fue muerto, una parte de su gente á cultivar le­
ron con tenacidad, aunque eran infe­ y Vauclin declarado capitán de su gumbres en toda la isla; algunos á
riores en número; pero después de barco, con el cual hizo una presa la caza y á la pesca; otros á desba­
haber combatido todo un día, como frente á la Habana cargada de cacao ratar el barco para sacar la mader
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y los clavos que pudieran utilizarse Cabo Gracias á Dios donde existe ga en su barca después de la correría
y en construir una embarcación larga una tribu de indios que toleran y aun más funesta que habían hecho en su
para con ella y los botes entrar al i tratan bien á los aventureros; otros vida.
lago de Nicaragua. Empleó en to­ ' fueron á Boca del Toro, punto fre- Olvidaba decir que una parte de
do esto seis meses y entró al río San ¡ cuentado por los filibusteros que van la gente de L ’Olonnais que se había
Juan, llamado por los españoles Des­ ¡ allí en solicitud de tortugas para retirado á una isla situada frente á
agitadera, donde fue descubierto por abastecer sus buques. la costa de Cartagena y llamada la
indios pertenecientes á los españoles L ’Olonnais con su barca se pro­ Isla fu e rte ; encontró en ella aventu­
á quienes dieron pronto aviso. E s ­ ponía cruzar frente á Cartagena; pe­ reros ingleses que proyectaban un
tos enviaron á su encuentro una par­ ro en el golfo de Darién tuvo que desembarque en Tierra-firme; se unie­
tida de indios quienes lo obligaron á desembarcar buscando alguna aldea i ron á ellos y les dijeron que había
retirarse con pérdidas de muchos de de españoles ó de indios que saquear un gran número de compañeros en
sus compañeros. para proporcionarse víveres y cayó | varios puntos de la costa. Los in­
Los filibusteros estaban muy afli- en poder de los salvajes llamados por ; gleses fueron en su solicitud y los
jidos, viendo que ni podían hacer I los españoles indios bravos. Estos embarcaron, llegando á formar entre
presa alguna, ni regresar á la T or­ lo descuartizaron y después de azarlo | todos el número de 500. Vagaron
tuga por carecer de barco: resolvie­ se lo comieron. hambrientos por las costas durante
ron pues separarse por temor de que Tal fue la vida y el fin de L ’Olon- \ algún tiempo y fueron al fin disper­
la aglomeración acrecentara la esca­ j nais ; aquellos de sus compañeros que ! sados por el hambre y la carencia
sez de víveres; unos se dirijieron al pudieron escapar llegaron á la Tortu- I absoluta de presas.

Cardonales en los alrededores de Maracaibo

te, por el Lestnordeste, con la juris- I para la península y otros puertos.


dicción de Pedraza de la misma pro- j Sus menestras y granos de toda es­
PA53A [LA KIJSVO&lüA ®B!L
vincia en el río Zuripa; por el Ñor- pecie son abundantes. Se texen al­
—X — deste con la Grita en la mesa de Lau- j gunos lienzos de algodón y otras ma­
A N Á L IS IS EX A C T O EN LO PO SIBLE D E TO DA L A
ra; por el norte, con el de San Faus- ¡ nufacturas de ingenio. D á buen añil,
tino en la quebrada de Don P ed ro : ] mucho café, algún melado, y cacao
PRO V IN CIA DE M ARA CAYBO , SU PO BLACIO N ,
por el poniente con Pamplona en el quanto se quiera en las riberas de los
IN D U S T R IA , A G R IC U L T U R A , CO M ERCIO Y M E­
rio de Táchira, que es uno de los lí­ inmediatos rios nayegables, y no
JO R A S D E QU E E S S U S C E P T IB L E , PA RA QUE S E mites de nuestra provincia; y por el baxará hoy su cosecha de tres mil á
E S T A B L E C IE S E L A A U D IE N C IA Q U E S E P E D IA . Sur, con desiertos que todavía no se quatro mil fanegas por año. Las
han descubierto, produce tabaco se­ parroquias inmediatas de San Anto­
[Conclusión.]
lecto, y allí estuvieron sus siembras nio, y villas de San José y el Rosa­
hasta los años de 91 ó 92, en que se rio de Cúcuta auxilian á su comercio;
San Cristóbal, villa antigua, á 120 prohibieron reduciéndolas á la Grita, y como por otra parte én ellas corre
leguas de Maracaybo, 30 de laguna, en cuyo territorio éstá su casa Facto­ la abundancia de aquel grano, supe­
70 por el río Catatumbo y San Faus­ ría, y las de elaboración y Ambir rior á todos los demás de su especie,
tino, y veinte vía recta por tierra, la quando sus cosechas podrían haber forman en el dia y en todos tiempos
fundó el Capitán Juan Maldonado en aumentado este fruto á tal grado, que una ventaja considerable para aquella
el año de 15 6 1: confina por el orien­ sin duda hubiera surtido el consumo poblacion que actualmente alcanzará
te con la provincia de Barinas en el de todos aquellos lugares y sobrado á 11,000 almas, con 400 esclavos y
rio Sarare, que entra á él de Uriban- para una extracción qual se quiera, algunos indios. Tiene además exce­
EL ZULIA I L US T R A D O

lentes maderas de cedro, otros palos obligados, está en abandono hasta yavita de arrayan, el bejuco que lla­
y tintes, y á quatro leguas de distan­ hoy siendo un objeto del mayor in­ man de la resina, el torcaso y otras
cia la parroquia de nuestra señora de terés, no solo á la comodidad de los muchas que sería no acabar si las
Lobatera; á una legua la vice-parro- viajeros y traficantes, sino también á numerase, habiéndose remitido to­
quia de nuestra señora de Consola­ la utilidad y fomento del comercio, das ellas á el gabinete de historia
ción de Tariba; y á legua y media el industria y labranzas que también natural para la botánica, en fuerza
pueblo de San Agaton de Guasimos las posee Perijá, en algún cacao, aun­ de las órdenes é instrucción que llegó
cuya feligresía es de blancos, y pocos que poco, susceptible de añil, café, á mi provincia y fué obedecida y cym-
indios con el pueblo de Capacho: á azúcar, algodon y aun en el dia dá plida.
tres leguas en los confines está la par­ bastante surtido de papelones y me­ San Bartolomé de Sinamayca, es
roquia de San Camilo, á quatro dias lados que traen á la capital, con las una fundación puramente militar con
de camino, con tierras abundantísi­ introducciones que hacen en ella de un destacamento fuerte y continuo
mas de ganado vacuno en las riberas gruesas partidas de queso para su de las tropas de Maracaybo y mili­
de los de Sarare y Uribante, que pro­ abasto común. Su tabaco es selecto, cias cortas que forman los españoles
veen de carnes á la villa y valles de superior á el del Brasil, y por sus en­ que alli hay, y son unos vecinos que
Cúcuta. Hay aquí mucho tabaco ali­ sayos se ha dexado conocer su clase, se han establecido con sus pequeñas
ñado de cura negra en longaniza y como que poco ántes de mi partida se crianzas de ganado mayor y algunas
tangos, en cuya forma lo venden al habían avanzado algo sus sementeras labores en el rio Limón, sobre la ca­
estanco. Se fabrican algunos dulces y se trataba de establecerlas allí por lidad ventajosa de sus terrenos, y cir­
para el abasto, y lienzos para el ves­ la renta de que soy Fiscal, y en su cunstancias pide la protección que se
tido común; y en el sitio de San Isi­ junta interior de dirección, economía merece. He hablado antes mucho á
dro de Haza, entre otros frutos se dá y gobierno se organizaron á este V. A. en mi nota articulada de 4 de
el añil silvestre. Los rios Táchira, efecto algunas disposiciones, para setiembre último; pero sí debo añadir
Pamplona, Zulia, Catatumbo y^otros que lo tuviese un establecimiento que ahora ser una lastima que llama á los
desaguan en la laguna de Maracaybo. importaba por mil razones, especial­ ojos de la nación él no reducirse á
E l Tórmes, rio FriorTJribante hasta mente por la confinidad por tierra, y una mano las disposiciones de M ara­
el Apure, proporcionan la correspon­ las ventajas indecibles que resultarían caybo, y rio de Hacha, para aprove­
dencia por agua con la provincia de á la villa, preciosa por sus terrenos y charse de los productos incalculables
Guayana, pues con la de Barinas que temperatura, y fértilísima en montes, que dá á los extrangeros el negocio
la es inmediata, conserva un giro muy montañas y rios con que podría au­ de los Indios Goagiros, no reducidos,
conocido y frecuente. E l rio de Ca- mentarse con utilidad al Estado. Su que están dentro de los dos territo­
paro que entra en el Apure tributario poblacion está abatida hoy quando rios, y por el computo de Don Anas-
del gran Orinoco es otro de los que apenas podrá alcanzar con sus distan­ tacio Zejudo suben á 14,960 Indios
fertilizan las jurisdicciones de San cias desiertas á 6,000 almas, poquísi­ de armas, y por el de Don Luis Guer­
Cristóbal, y al norte los de Santa mos esclavos y algunos indios. T ie ­ rero, 40,000 de todos sexos y eda­
Ana, rio Negro, Arguacos, Santa ne muchos rios navegables, pero es­ des. Sus diferentes puertos de mar
Cruz, Curbos y el Palmar de Perijá pecialmente el Palmar que dista de y buenos fondeaderos para buques
que es la que sigue en el orden. la villa dos leguas, y desagua en la de toda clase. L a salina nombrada
Esta villa co$ el nombre de nues­ laguna, y podria proporcionar una el pájaro. La grande ensenada de
tra Señora del Rosario de Perijá, y conducción marítima espantosa, redu­ Carpintero, hasta el cabo de la Vela.
fundada á orillas del rio de su nom­ cida en el dia á uno ú otro bote, pu- L a preciosa pescadería de perlas mas
bre, que nace en las sierras de los diendo haber muchos que hubieran finas que las de Panamá, proporcio­
indios Pintados de la Provincia de facilitado su navegación con prove­ nados surgideros, pórtete, bahia hon­
Santa Marta y corre al Este, regan­ cho de todos sus territorios: produce da, bahia hondita, cabo chichivacoa,
do un gran valle, y desaguando en la árboles de esquisita virtud, tales co­ chimare y faroa, todo, todo llama la
laguna de Maracaybo, es uno de los mo el de la Cavima que da el aceyte consideración del Estado, para que
territorios hermosos que tiene esta de su nombre, y suelen llamar de pa­ no dexemos á otros lo que podríamos
provincia á veinte y cinco leguas de lo, tan conocido como superior en las nosotros tomar y nos quita la indus­
la capital. Fue formada con familias varias aplicaciones útiles que se ha­ tria de los traficantes de Jamayca,
de Islas Canarias, y aun se conservan cen de él con mucho beneficio de la costa del Sur de la isla de Santo D o­
algunos fundadores viejos á vista de humanidad. E s una contra decidida mingo, francesa, Curazao y Otua, lle­
sus generaciones que se han aumenta­ para precaver á los niños recien na­ vándose en cambio de su aguardiente,
do allí con mucha honradez, y siempre cidos del mal de los siete, catorce y rom, fusiles, pólvora, balas, plomo,
aplicados al trabajo. Tiene el pue­ veinte y un dias, que con alferecía ó coleta, corales, avalorios y mil friole­
blo de Belen de Piche que ha sufrido convulsión formal, acababa con los ras; mucho ganado vacuno, caballar,
varias alteracioees por la calidad de mas; pero S. M. convencidode lavirtud lanar, cabras, palo brasilete y otras
sus indígenas y suerte de sus terre­ calificada de este aceyte, mandó que preciosidades del terreno que nos
nos; y hay además el de San Fidel al nacer se aplicase al ombligo de los usurpa nuestra propia indiferencia y
de Apon con algunos indios y a gri­ niños, y dexó al cuidado del Gobier­ falta de reunión hasta aqui, como que
cultura, y otros dispersos y por civi­ no esta práctica para que así se ob­ llegando los límites de M aracaybo
lizar en sus caneyes y parcialidades, servase por sus agentes inmediatos, hasta los montes de Oca, y no ha­
con los nombres de Motilones, Coya- publicándose por bando á este fin, y biendo podido fortificarse aun en el
mos, Chaqués, Zabriles y Macoaes. acreditando la experiencia su buen cortísimo estrecho de Parauje, ya se
Las tierras de crias, son superiores suceso por resultados muy felices. dexa conocer el ningún arbitrio que
por sus pastos y aguas vertientes. No lo son menos la caña fistola, san­ ha tenido mi provincia para vencer
Aqui hay ganados de toda especie, gre de drago, tacamahaca, mocotey, tantos inconvenientes. Su población
pero especialmente el mayor, de car­ semejante al sen, y el palo de la Cruz será de 2,500 á 3,000 almas, entran­
nes muy sabrosas, y se dán muías con su flor que nombran también palo do el destacamento.
excelentes y buenos caballos y bur­ santo, y es excelente para detener la E s de suponer para concluir que
ros de mucha fuerza con que regu­ sangre de fluxo ó de herida. Sus como no hay censo exácto de pobla­
larmente forman sus requas por ha­ yerbas medicinales forman un ramo cion por no haberse executado, aun­
berse acostumbrado á estas caballe­ preciosa para la curación de los acci­ que siempre seria varío por el tiempo
rías, y porque el camino como todos dentes de la vida. El culantrillo de y sus vicisitudes, la que se ha dado
los de la provincia por la apatía de pozo, polipodio, cominos, borraja, di­ en este manifiesto está arreglada á
unos, la indolencia de otros y la falta tamo, bejuco de la estrella ó de la hi­ relaciones manuscritas por el cómputo
de proporcion de fondos públicos, ó dropesía, toda especie, cuya pepa del y cálculo desde el año de 1774 hasta
indiferencia tal vez de aquellos mas modo de la nuez, es muy eficaz ; gua- el de 1 796, en cuyas épocas corrieron
EL ZULIA ILUSTRADO 189

aquellas, y á cuya comparación me he gares, ni sacrificar sus personas ó in­ fenóm eno llam ado « E l Infiernó», seria im ­
procurado ajustar en lo posible. D e­ tereses en largosj/iajes con que per­ portante verificar si el terrem oto d e C ú c u ta ,
bo advertir también que no han en­ judican á sus familias y obligaciones cu yos efectos se han sentido hasta el C ata-
trado en lo referido hasta aquí, la por solo el calor de su pleyto ó deli­ tum bo y la costa m eridional del lago, ha
determ inado alteraciones con sid erables ó
fundación española, fronteriza á los cadeza de su honor, tienen dentro de causado la total destrucción del fenóm eno.
Motilones, y nombrada San Cárlos casa el remedio sin aquel dispendio. E n este últim o caso, que coin cidiría con la
de Zulia, que podrá subir á 500 al­ Y esto parece muy conforme las desaparición del faro, y a no qued aría duda
mas; ni la de los pueblos de Misión, intenciones benéficas de S. M. y ar­ de que este debia su origen á los gases in­
Santa Bárbara, Santa Cruz y la Vic­ reglado á lo que se ha concedido á flam ables desprendidos de « E l In fiern o» y
toria en el mismo rio, San José Bue- la provincia de Cohavila, con el nom­ de las num erosas fuentes y depósitos de p e­
tróleo que dejo m en cionados; puesto q ue la
navista, Arenosa, Limoncito, el Pi­ bre de la audiencia del Saltillo, y lo
C iénega de A g u a Caliente, se encuentra h o y
lar en el Catatumbo, y Santa Rosa será indudablemente á las de V. A. en las m ism as condiciones en que se en­
en el de su nombre, que alcanza á Serenísima para apoyar como espero contraba antes de aquel horrible terrem oto.
1,052 almas, sino mas por la razón y creo justísimo mi citada adición en M ás allá del rio Zulia, en el resto del
que han dado sus mismos padres pre­ que insisto por los fundamentos y ra­ departam ento C olón, cu yo s lim ites no llegan
sidentes misioneros. Ni finalmente zones expuestas a favor de mi capital á la C ordillera, no sé que se encuentren d e­
la de las pequeñas poblaciones suel­ Maracaybo, como verdadera Vene­ pósitos de asfalto y de petróleo, ap esar de
tas y varias desparramadas por mon­ zuela en su origen por la historia y las diligencias que he hecho para obtener
datos auténticos sobre su existen cia. T a m ­
tañas, bosques y largos desiertos, que mapas antiguos aun extrangeros, y poco se encuentran allí depósitos de carbón,
ni pueden entrar en cuenta, ni es fá­ porque con este auxilio recibirá el fo­ pero 110 sucede lo m ism o en la parte de la
cil reducirlas á número. Resulta pues, mento y protección que ella tanto se h o ya hid rográfica que le dem ora al Su r.
que en lo más aproximado á lo vero­ merece y corresponde bién á su fide­ P or inform es de personas de respetabilidad
símil, la totalidad de la provincia de lidad, patriotismo, producciones y ha­ sé que en los valles de C ú cuta y en el terri­
Maracaybo, sin las últimas agrega­ bitantes. Cádiz agosto 30 de 1812, torio del E stad o T ách ira, existen abun dan ­
tes depósitos de carbón. C erca de San A n ­
ciones y sin las que exige de justicia Serenísimo Señor.— José Domingo tonio se encuentra uno de ellos, m u y con ­
de todas las jurisdicciones del rio de Rus. 1 siderable, en la quebrada n om brada « L a
Hacha, Bailes de Cucúta y Pamplo­ C arbo n era»; de donde se ex tra e frecuente­
na, San Faustino, San Cayetano y m ente para el uso de las fragu as de aq uella
Salazar de las Palmas, es de 106,552 p o b la ció n ; y al pie de la cord illera p or la
almas, salvas las advertencias hechas. parte del N orte, h a y tam bién abundantes
depósitos de carbón y asfalto, y no faltan a l­
Y si bien por las copias de las cédulas
gun os de petróleo.
de 12 de abril de 1771, 8 de septiem­
P1IES UNTADO A I, P O D E R E JE C U T IV O D E L ESTADO E n el territorio del departam ento Su cre,
bre de 1777 y orden inserta en el oficio antes G ibraltar, se encuentran al pie de la
P o n E l, G E N E R A L W . B R IC i Ñi> M É N D E Z , SO B R E LA
de 9 de marzo de 1791 que acompaño, serranía varios afloram ientos de caib ón y de
E X P L O R A C IÓ N D E L A R E G IÓ N C A R B O N ÍF E R A D E
se convencen las distancias y motivos asfalto. E n tre las m uestras de carbón que
TL'LÉ Y EOS DEPÓSITOS DE P E T R Ó L E O , B ET U N E S,
que hubo para la segregación acor­ durante mi residencia en el E stad o he po­
ASFALTOS Y CARB Ó N Q U E C O N T IE N E E L ESTADO.
dada en ellas, de Santa Fé ó nuevo dido exam in ar, sólo una vez ha venido á
m is m anos un verdadero lignito, p roceden ­
rey no de Granada ¿con quánta razón
te de este departam ento, q ue m e en vió el
se procederá en el dia á otro tanto, (Conclusión.)
estim able caballero d o n L u c io G utiérrez,
agregandola otras provincias como es H a y otro hecho que llam a sobrem anera súbdito español y rico hacendado en dicho
preciso, aumentándose entonces su la atención. A d e m á s del fenóm eno d escri­ departam ento. S e encuentra ese lign ito
poblacion quiza á 700,000 almas, y to ex iste en aquella región una m ultitud dé cerca de la C ord illera y á inm ediaciones del
separandola de Caracas, que dista fuentes y depósitos de petróleo y asfalto; rio T o ro n d o y, y su estructura m e interesó
200 leguas, se doblan respecto de los pero á lo s ríos T arra, Catatum bo y Zulia, sobre m anera. T u v e el honor de presentar
una m uestra de él al ciudadano gen eral J a ­
lugares agregados y no presta menos que lim itan los declives naturales de aq u e­ cinto Gutiérrez, y entiendo que la rem itió á
riesgos? L a política y la justicia ya llos terrenos, no sale ninguna corriente de C aracas para ser exam inada.
petróleo. E s de suponerse, y el doctor M e.
exigen esta medida. i^a primera G rég o r lo cree probable, que el petróleo' y E11 esa m ism a C ord illera existen varias
porque no es dado á habitante de una ag u a hirviendo que arrojan las indicadas fuentes de una sustancia que llam an tam ­
provincia, fiel como la mia, olvidar los fuentes, se resum e en los terrenos de cal­ bién mene, y que á mi entender es m uy
inmediatos recuerdos de la próxima cáreo flojo en que está \situado aquel fenó­ distinta del petróleo y del asfalto en su s d i­
reciente división del sistema de C a­ meno. versos grad os de condensación. E s un lí­
racas por la fé con que se sostuvieron; E l petróleo que trajo com o m uestra era quido de color negro, de poca densidad y
fuertem ente im pregn ado de ácido carbón ico,
ni á los de la última dexarse de re­ de m u y buena calidad, de 0 .8 3 o, que es la
que se trasm ite al agu a con q u e vien e siem ­
sentir de tamaña oposición y constan­ densidad requerida en los m ercados britá­ pre acom pañado. L o s depósitos de esa su s­
nicos para los buenos petróleos im portados
cia. Y la segunda porque la sabia de los E stad o s U nidos. D ebo a g re g a r que tancia se encuentran en varios puntos al pie
Constitución política de la monarquía hasta la confluencia del T a rra y Sard in ata de los con tra-fu ertes de la C o r d ille ra ; y su
española, ha querido sobre tantas co­ hay franca navegación en todas estaciones identidad con los que he visto en los E s ­
sas buenas y mandado que todas las para em barcaciones chatas con porte de tados U nidos, provenientes de los gran d es
depósitos de antracito, me induce á creer
causas civiles y criminales, se fenez­ cuarenta á cincuenta toneladas.
A l considerar la enorm e cantidad de probable q ue algu n os de esos co n tra-fu ertes
can dentro del mismo territorio, y contengan tam bién form acion es del m ism o
que estando como está el de M ara­ gases inflam ables q ue deben desprenderse m ineral.
de las fuentes y depósitos de petróleo que
caybo conocido por sus límites fixos, he descrito, surje la idea de que esos gases A l E s te del río Focó, que d ivide p or esa
compuesto de la poblacion que se de­ pueden tener una influencia directa é inm e­ parte los E stad o s T ru jillo y Z u lia , el ram al
xa acreditada, y acreedora por justos diata, en la producción del fenóm eno cono­ m ás septentrional de la C ord illera v a depri­
títulos á ser aumentada hoy y socorri­ cido desde la conquista y al cual llam an g e ­ m iéndose rápidam ente hasta p erd erse en lo s
llanos del Cenizo. L a base de esa sierra
da en sus recursos interiores, es con­ neralm ente el faro ó farol de M aracaibo. p or la parte del N o rte es m u y p oco co n o ­
C on siste ese fenóm eno en un relám pago
siguiente se establezca la audiencia constante y sin explosión , q ue se observa cida, y no sé que con ten ga d epósitos de
de dos salas á que se ha contraido mi desde la barra de B a jo -S e c o , en dirección carb ó n ; p ero entre E scu q u e y B etijoq ue,
adición hecha en primero de julio del Su r, y que el coronel Codazzi en su en el sitio del « C olom bio » h a y abundantes
resuelta por el Congreso y pasada á G eo grafía atribu ye á los vapores que se le­ exu d acion es de petróleo de inferior calidad.
informe de V. A. en once y diez y vantan de la cién ega de A g u a C aliente, si­ L o recojen los exp lorad ores en lienzos que,
una vez em papados del líquid o, exprim en
ocho de este mes, no solo por la uti­ tuada á m ás de una legu a al E s te de la boca
p ara llen ar los envases que llevan al efecto,
lidad de la provincia en el ramo dis­ del rio Escalan te. H a y un hecho, que al y lo usan para alu m brad o en las casas de
ser cierto, induciría á creer probable mi in­
tributivo; sino también en los demas dicación. V a rio s m arinos m e han asegu ra­ la gen te pobre y en algu n o s estab lecim ien ­
de industria, agricultura y comercio do que hace algún tiem po que. no se ob ser­ tos agrícolas. E s e petróleo fue m ateria de
que sin duda mejoran con este bene­ va el fenóm eno del faro. C on ocidas com o gran d es esperanzas p ara alg u n o s interesados,
ficio, pues sin salir de sus propios ho­ están las condiciones en que se encontró el que proyectaron su exp lotació n hacia lo s
EL ZULIA ILUSTRADO

años de 1 8 2 4 a 18 2 6 . C reyero n q u e era una en q u e pueden seguirse con la vista, sobre ap reciació n . E s tam bién probable que m u ­
sustancia d escon ocida y la llam aron aceite el terreno, las transform aciones que dejo ch o s de esos depósitos hayan llegad o á tan
de « C olom bia,« de donde le viene el n o m ­ in d ic a d a s; y p or el exam en de las diferentes alto g rad o de carbonización, q a e sean en
bre al sitio donde se produce. L la m ó m ucho m u estras de carbón qu e han caído bajo mi realidad lo q ue se denom ina carbón de p ie­
la atención en aq u ella época y se enviaron ob servación durante och o años, creo poder dra ; y q ue abunden así m ism o los lign itos,
las m uestras á In g laterra, F ra n c ia y los E s ­ a seg u ra r q ue, excep tu an do el lignito com ­ m ás ó m en os com pactos, d esde los de t e x ­
tados U nid os. N in gú n resultado prod u jeron p acto q u e he m encionado, proveniente de tura floja hasta el azabache.
éstas, p orq u e para entonces era d escon ocido las inm ediaciones del río T o ro n d o y, todos L o s q ue están p oco v ersad o s en m in e­
el invento, de fecha m u y p osterio r y debido los d em ás son asfaltos en diferentes grad os ralogía, igno ran gen eralm ente que los sa ­
al ingenio n orte-am erican o, d e e x tra e r del de carbonización. E l m ás seco y com pacto bios no han podido dar hasta ah ora una
petróleo por m edio de la destilación , los de ellos es el d e T u lé , y después de los clasificación científica á la ex ten sa fam ilia
preciosos p rod u cto s que con ocem os con los en sayo s á q ue lo he som etido, no he d uda­ de los carbones. M r. B en dant en su e x c e ­
nom bres d e benzina y kerosene. d o en calificarlo com o un carbón de buena lente tratado elem ental de esa ciencia, an tes
E n lo s llan os del C enizo abundan los calidad y ap licable á todos los usos en que de en trar en la n om enclatura y descripción
depósitos de asfalto y no faltan alg u n o s de se em plean con ventaja los m ejores lignitos. de los carbon es, se ex p re sa a s í : « N o p ue­
petróleo. E l m ás con siderable de esos d e­ T é n g a se en cuenta que el volum en de den, por lo m enos en la actualidad, form ar
pósitos se en cuen tra com o d oce k ilóm etros las naftas, petróleos y betunes que llegan á en m anera algu n a especies m in eralógicas
al E ste d e San T im oteo, form ando un e x ­ la superficie de la tierra, representa una p ar­ d istin ta s; pero atendida su im portancia en
tenso la g o de am bas sustancias. E n su o ri­ te m u y pequeña com parada con el de los las artes, d ebem os describ irlo después del
lla occidental es don de se exp lo ta o casio ­ depósitos de m aterias vegetales carboniza­ d iam ante con los nom bres con qu e se con o­
nalm ente el asalfto que traen á esta ciudad das de donde surjen. A s í es que p or gran ­ cen habitualm ente en los usos de la vida ó
y llam an de San T im oteo. E s el m ás den ­ de que sea, com o realm ente es, la riqueza en el com ercio.» E l em inente q uím ico y m i­
so de los que hasta ah ora he visto p roce­ q u e se m anifiesta en la superficie sólida de n eralogista in glés, d octor U re, en su inapre­
dentes de esta h o y a h id ro g ráfica ; y c o ­ esta h o ya, en las innum erables fuentes y de­ ciable « D iccion ario de artes, m anufacturas
m o tiene un p uerto inm ediato en el lago, pósitos de p etróleo, betunes y asfalto que y m in as», trae una ex ten sa n om enclatura y
no dudo q u e regu larizad a su explotació n, contiene, esa riqueza no es ni puede ser descripción de carbon es de toda especie
podría dejar beneficios de alg u n a con sid e­ com p arab le á la que representan los inm en­ que se explotan en In g la terra y otros p aí­
ración. E n el territorio q u e m edia entre sos depósitos carbon íferos de donde p rovie­ ses ; y sin em b argo todo ese trabajo q ue
lo s llan os del C enizo y el rio M ene, se en ­ nen esas sustancias, y que deben encon­ revela un la rg o estudio y una profunda e r u ­
cuentran tam bién m uchos depósitos de as­ trarse necesariam ente á diferentes profundi­ dición, está m u y lejo s de satisfacer las con ­
falto. E l últim o y m ás con sid erable de dades dentro de esa m ism a hoya. E sta diciones de una clasificación científica de
ellos es el de la C ié n e g a del M en e, entre L a apreciación q u e se d espren d e lógicam en te esas sustancias. S i ex cep tu am o s el antra-
R ita y C abim as. L a C ié n e g a es de escaso del carácter y circunstan cias q ue acom pañan cito y alg u n o s esquistos carbonizados, to ­
fondo y en él se encuentra 1111 lecho co m ­ las in agotab les fuentes y depósitos de p e ­ dos los dem ás carbones, inclu sos los que
pacto de asfalto, q u e suelen e x p lo ta r para tróleo, betunes, asfaltos y carbón que he se denom inan gen eralm ente carbones de
ap licarlo al casco d e las em barcaciones, con m encionado en este inform e, me autoriza pied ra ó de tierra, provienen d e acum ulacio­
el objeto de im p ed ir la brom a. p ara aseg u ra r q ue pocas region es del globo nes de d espo jos vegetales q ue han sufrido
son tan ricas en esas su stan cias com o la d iversas m odificaciones, en virtud de las
A l orien te del lago, el río M ene parece
h o ya h id rográfica de este la g o ; y si aquellos cuales han form ado com binaciones particu­
ser el lím ite de los depósitos de petróleo y
depósitos carboníferos, que form an realm en­ lares de su s elem entos. H a g o esta e x p li­
asfalto, p or lo m enos 110 con ozco n inguno
te la m ayo r riqueza de este E sta d o , no están cación p ara ad vertir que debem os ser m u y
al N o rte de esa línea, ni sé tam poco
aun descubiertos, débese á la circunstancia cautos en la calificación q ue hayam o s de
q ue en lo s llanos del C enizo y los terrenos
de que la m ay o r parte de su territorio se dar á esas sustancias m inerales. Sin un
q ue m edian en tre la costa oriental del lag o
encuentra h o y casi en el m ism o estado de­ detenido exam en es fácil incurrir en errores
y la C o rd illera del E m p alad o e x ista ningún
sierto y salvaje en que estaba poco después sustanciales al calificarlas, cuan do alg u n as
depósito con ocid o de carbón. A l N orte del
de la conquista. N i los G ob iern o s se han d e ellas caen por prim era vez en nuestras
E m p alad o vu elven á ap arecer depósitos de
interesado en ex p lo rarlo , ni ha habido indi­ m anos.
p etróleo en a lg u n o s puntos del cantón C a-
vidu o s p articulares con m edios y co n o ci­
sigu a, E s ta d o H alcón, pero no ten go datos E n el cu rso de este inform e he em pleado
m ientos ad ecuad os para h acer útilm ente esa
so b re su exten sión y calidad. la palabra «carbón id os» al tratar de la ri­
exploració n .
L a reseña q u e precede bastaría para d e­ T o d a s las circunstan cias q ue aco m p a­ queza q u e contiene esta h o ya hid rográfica
ja r satisfechas las ex ig en c ia s del inform e ñan la conform ación g eo ló g ic a de esta e x ­ en petróleo, betunes, asfalto y c a rb ó n ; su s­
q ue ofrecí al G o b ie rn o ; p ero creo de mi tensa h o ya hid rográfica, inducen á creer que tancias tod as que pertenecen al im portante
deber no term in arlo, sin som eter á su ilu s­ ella es el resultado del hundim iento ocasio­ g ru p o de los carbónidos, sin que pueda
trada con sid eración, alg u n as observaciones n ado por uno de esos cataclism os qu e en creerse q ue lo constituyen p o r sí solas. Á
q ue se desprenden de los datos con sign ad os épocas rem otas han destrozado la costra ese gru p o corresponden el diam ante, el g r a ­
y de otros q u e liaré valer en ap o y o de m is sólid a del g lo b o , determ inando en su su ­ fito, todos los carbon es con ocid os, la turba,
apreciaciones. perficie alteracion es m ás ó m enos profundas los betunes, asfaltos y resinas m inerales, la
E s un hecho recon ocido en m in eralogía, y perm anentes. Parece p robable que ese nafta y el petróleo, el ácido carbónico, el
q ue tanto la nafta y el petróleo, com o las hundim iento tu viese lu g a r 110 solam ente en g u an o y la exten sa n om enclatura de los
sustancias q u e llevan los n om bres de betún, los terren os q u e form an h o y la h o ya del carbonatos. P o r evitar la m olesta repetición
brea m ineral, pez m ineral, pisasa falto y a s ­ lag o , sino q u e se ex ten diese al N o rte intere­ de los n om bres de ias p ocas sustancias m i­
falto, q u e es la de m ayor densidad, p ro v ie ­ san do la exten sión de los territorios ocu ­ n erales, q ue constituían el objeto ex c lu siv o
nen de gran d es acu m u lacion es de m aterias p ad os p or el golfo de M aracaibo y el m ar d e este In form e, he preferido incurrir en
vegetales, d epositadas en diferentes lu g ares de las A n tilla s , desde el litoral actual de la esa falta de precisión, q u e es una irre gu la ri­
por con secu en cia d e los cataclism os q u e ha co sta hasta m ás allá de las islas inm ediatas. d ad ex c u sa b le p ara el q ue ten g a la co n v ic­
sufrido la tierra. Con el tian scu rso del L a im p etu osa irrupción d e las agu a s del m ar, ción que y o ab rigo , de que tod a esta h o ya
tiem po, el acarreo constante de sustancias q u e es de su p o n erse ocasion ad a p or el sú bi­ h id rográfica abunda en una proporción co n ­
m inerales ha cu bierto esos depósitos v e ­ to hu ndim iento de la tierra, hubo de d espo­ siderable de las d em ás sustancias m in erales
getales de capas g eo ló g ica s superpu estas, ja r el inm en so territorio su m erjido de la que com p rend e el ex ten so gru p o de los
quedan do al fin á profun didades m ás ó m e­ veg etació n q u e lo cubría, tran sportando una carbónidos.
nos gran d es, y carbonizados p or la acción gran p arte d e ella hacia el fondo de esta H e term inado, ciudadan o M in istro ; y
lenta y constante del calor de la tierra y de h o ya h id ro g ráfica y d ep ositánd ola al pie y só lo m e resta m anifestar que, a l evacu ar este
la en orm e presión de las capas q u e lo s c u ­ á inm ed iacion es de la cord illera q ue la cir­ In form e, h e tenido únicam ente en m ira c o r­
bren. L a carbonización de eso s depósitos cun scribe. E s posible q ue, p or cau sas que responder á las bondades con qu e sin m e­
determ ina la producción de la nafta, el p e­ 110 podrían e x p lic a rse satisfactoriam ente sino
recerlo, m e ha d istin guid o el ilustrado p e r­
tróleo y betunes m ás ó m enos líquidos, que c on ocien d o ciertos p orm eno res de la irru p ­ sonal del G obierno.
la expan sión del calo r y la presión de las ción de las a g u a s, alg u n o s de esos depósitos
capas g eo ló g ic a s su perp u estas fuerzan á b u s­ de m aterias vegetales se encuentran á dis­ S írv a se usted aceptar la respetuosa c o n ­
car una salid a á trav és de éstas, hasta llegar tancias con sid erables de la se r r a n ía ; pero sideración, con q u e m e su scribo su m ás
á la superficié. A q u í entran en una serie ten go p ara m í q u e la m a y o r parte de ellos obediente s e r v id o r :
de tran sform aciones. I^a acción del aire y están en la dirección q u e dejo indicada. E s
el calor .solar los despoja lentam ente de allí donde habrán de b u scarse p articu lar­
las su stancias m ás volátiles q u e contienen, m ente al S u r y al O este del la g o ; y el düttce/io Jiltndes.
dando p or resu ltado su condensación g r a ­ afloram ien to de lign ito com pacto que he
dual y p ro g resiv a hasta fo rm ar los asfal­ m encionado, en el departam ento G ib raltar y
tos m ás com p actos y secos, co m p arab les en las inn u m erab les fuentes y depósitos de pe­
su estru ctu ra y con d iciones á lo s lignitos. tróleo q u e h e descrito, situados al S u r de
E x iste n lu gares en esta h o y a hid rográfica C atatu m bo, inducen á creer probable esta

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