Está en la página 1de 7

El PROCESO

PROCESO ARBITRAL

1.1 EL COMPROMISO

El compromiso, de acuerdo con los Art 1003 (mod. por la L. 845 de 1978) y sig.
es un contrato por medio del cual dos o más personas confieren a uno o a varios
árbitros la misión de conocer de un proceso y decidirlo por medio de una
sentencia. Con esto las partes eluden la jurisdicción estatal, y se someten a la
que le confieren los árbitros.

Para que una convención pueda ser calificada compromiso es indispensable que
exista un litigio entre las partes y que éstas confíen su resolución árbitros.

El compromiso está sometido a las normas generales que rigen todas las
convenciones. No es un contrato solemne, sino consensual; para su perfección
basta el consentimiento de las partes (art. 1 í 34 del C. Civil), expresado por
escrito, dispone el art. 1005 del C- de Pr. Civil.

El compromiso puede intervenir respecto de cualquier materia susceptible de


lícita contratación (arts. 6 y 1128 del C. Civil); pero existen algunas fricciones a
la facultad de consentir en este contrato.

Dispone el art. 1005, debe ser otorgado por escrito; no puede, por consiguiente,
ser probado por testigos, aun cuando el litigio sea inferior a 30 pesos). El art.
1006 prescribe que en el acta del compromiso deberán expresarse, bajo pena
de nulidad, la causa del litigio y los nombres de los árbitros.
La nulidad del compromiso proveniente dé la incapacidad de una de las partes
no puede ser invocada sino por el incapaz, sea antes del arbitraje, sea después
de terminado.)

La nulidad que resulta de la insuficiencia o de la falta de poder del mandatario de


una de las partes puede ser opuesta por ambas partes. La nulidad resultante de
que el compromiso ha versado se un objeto respecto del cual la ley lo prohíbe,
puede también ser opuesta por ambas partes. Si la prohibición del compromiso
tiene un carácter de orden público, la nulidad no puede ser, cubierta. por el
consentimiento expreso o implícito de las partes como por ej. por su actuación
en el procedimiento arbitral.

El compromiso se extingue de acuerdo con aposiciones de los arts. 1012 y 1013,


por las siguientes causas: la., por la muerte, renuncia, no aceptación, o por
impedimento de uno de los árbitros, a menos que el compromiso permita seguir
adelante, o que autorice el reemplazo del árbitro por las partes o por los árbitros
restantes; 2a., por la expiración del término estipulado, o por el de tres meses, si
el término no fue fijado en el compromiso; 3a. por el empate, cuando los árbitros
no tengan facultad para nombrar un tercero; 4a., por la muerte de una de las
partes, si ha dejado herederos menores.)

La comisión de los árbitros puede ser prorrogada por las partes. La prorrogación
es en realidad un nuevo compromiso, que vale por el tiempo nuevamente
convenido, o, si no se ha fijado tiempo, por tres meses.

1.2 LOS ÁRBITROS

Las partes tienen la facultad, de acuerdo con-: el art. 1006, de confiar el arbitraje
a uno o a varios árbitros. En caso de que el número de árbitros sea par podría
producirse un empate; para evitarlo es conveniente escoger un número impar de
árbitros.

La ley no determina las condiciones de capacidad especialmente requeridas


para que una persona pueda ser escogida como árbitro. De los principios
generales resulta que no puede ser designada arbitro una de las partea en
causa, u otra persona que tenga interés en la contestación. En este caso el
compromiso sería nulo.

El párrafo agregado al art. 1003 por la L. 845 de 1978, expresa que cuando
surgieren dificultades, si las partes no estuvieren de acuerdo sobre la
designación de los árbitros, la parte más diligente intimará a las otras partes por
acato de alguacil para que designe los árbitros en un plazo de 8 días francos.

Una cuestión conexa con la relativa a la capacidad necesaria para ser arbitro es
la de saber cuál es el carácter de la función conferida a los árbitros.

En una primera opinión se admite que el árbitro, puesto que recibe sus poderes
de las partes, quienes pueden revocarlo en todo momento, renunciando al
arbitraje, debe ser asimilado a un mandatario, y que, por consiguiente, sus
funciones tienen un carácter puramente privado: un menor podría ser escogido
como árbitro, por lo mismo que puede ser mandatario.

La persona escogida como árbitro es libre de aceptar o no ese cometido. Su


aceptación puedes presa, e intervenir por escrito o verbalmente, puesto que la
ley no ha determinado forma alguna o implícita, la que resulta de todo acto
implicativo del propósito de cumplirá su decisión, como por ej. si convoca las
partes, o si les pide la entrega de los documentos.
Aun después de haber aceptado, dispone el art. 1014, el árbitro puede
renunciar, esto es, negarse a ejercer sus funciones, a condición de que el
procedimiento no haya comenzado. Si, después de iniciada la instrucción de la
causa, el árbitro se niega a continuar ejerciendo sus funciones, las partes
pueden reclamarle una indemnización reparativa.

Conforme lo dispone el art. 1008, las partes pueden, por un común acuerdo,
revocar el árbitro. La revocación no está sometida a ningún requisito de forma;
puede ser expresa o implícita. La revocación implícita resultaría de toda
actuación de las partes que evidencie su deseo de desentenderse de la labor del
árbitro, como por ej. si designan otro árbitro, o si someten su diferendo a los
tribunales, o si pactan una transacción.

1.3 DESARROLLO DEL PROCEDIMIENTO

En caso de que los árbitros han sido eximidos del cumplimiento de las formas
del procedimiento, o cuando han sido investidos como amigables
componedores, ellos organizan libremente el procedimiento que debe seguirse.
Deben, sin embargo, observarse las reglas indispensables a la administración de
la justicia, especialmente las concernientes a la libertad de la defensa.

El Procedimiento legal debe observar, según lo manda el art. 1009, “los plazos y
las formalidades que deben seguirse ante los tribunales". La ley se refiere al
procedimiento ante el Juez de Instrucción que es el de derecho común.

La citación para comparecer no contiene constitución de abogado; las partes


pueden suprimirla, y presentarse espontáneamente ante los árbitros. Haya o no
citación, la causa no es enrolada. Los árbitros no tienen que celebrar audiencia
pública, ni para conocer del asunto ni para decidirlo. No hay comunicación al
ministerio público.

Medidas de instrucción.

Los árbitros pueden ordenar todas las medidas de instrucción que fuesen
necesarias para formarse convicción: información testimonial, visita de lugares,
informe pericial, interrogatorio sobre hechos y artículos, comparecencia
personal, prestación de juramento. Todos los árbitros deben tomar parte en esas
medidas, a menos que el compromiso los autorice a delegar esa tarea en uno de
ellos.

Demandas Incidentales: los árbitros son competentes para conocer de las


demandas adicionales que constituye el acceso natural de la demanda principal,
como por ejemplo de la que tiende a obtener el pago de intereses o la ejecución
provisional, pero no para conocer de las enteramente ajenas a la materia del
compromiso.

Excepciones: el demandado dominicano puede oponer ante los árbitros la


excepción de fianza al demandante extranjero.

Las nulidades pueden ser invocadas ante los árbitros en las mismas condiciones
que ante cualquier otro juez.

Sobreseimiento. En todos en que los árbitros son incompetentes para conocer


de un incidente de procedimiento, o de una cuestión surgida incidentalmente,
ellos deben, aun quedando apoderados del fondo, sobreseer en el
procedimiento hasta que el tribunal competente decida sobre esa cuestión. Esto
ocurre: de acuerdo con el art.1015, con el incidente de inscripción en falsedad, y
cuando hay persecución criminal con ocasión de los hechos que motivaron el
compromiso; con las cuestiones de estado personal, cuando surge un incidente
que exige la comunicación al ministerio público.

Efectos de la sentencia. Fuerza ejecutoria. De acuerdo con el art.1020 la


sentencia arbitral será ejecutoria por auto del presidente del Tribunal de Primera
instancia del distrito en el cual ésta se haya dictado. Para esos fines, la minuta
de la sentencia se depositará por uno de los árbitros en dicho tribunal dentro de
los tres días de la fecha de su pronunciamiento. Si el compromiso hubieses sido
realizado sobre la apelación de una sentencia, la decisión arbitral será
depositada en el tribunal que conozca de la apelación. El auto ejecutivo se dará
por el presidente del tribunal.

Extinción de la Instancia

La instancia puede extinguirse: por la sentencia definitiva sobre el fondo; por el


desistimiento; por la aquiescencia, por el compromiso, por la transacción, por el
fallecimiento de una de las partes en ciertos casos; por la perención, por la
prescripción.

Es el modo normal de extinción de la instancia: el proceso tiene precisamente


por objeto poner fin al litigio mediante un acto emanado del órgano jurisdiccional,
la sentencia definitiva.

Desistimiento: aquiescencia. El desistimiento es el acto del demandante de


abandonar la instancia o de abandonar su derecho de acción (Art. 402 y s.).

La aquiescencia es el acto del demandado que acepta la demanda.


La perención y la prescripción tienen un efecto extintivo sobre la instancia, con
las distinciones que luego será expuestas. La perención no opera de pleno
derecho, sino que tiene que ser demandada. La prescripción, por el contrato,
extingue la instancia de pleno derecho; no es del todo, desde este punto de
vista, un verdadero incidente del procedimiento, sino una causa de extinción de
la instancia que puede ser opuesta como medio de defensa por la parte contra
quien fueran perseguidas las actuaciones de la instancia prescrita.

También podría gustarte