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Martes, 16 de agosto de 201119:14 

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Un héroe es la suma de las virtudes de una época, un hombre o la idea de un
hombre capaz de aproximarse a la perfección del bien, o por lo menos a lo que
se entiende por "bien" en un tiempo. José de San Martín, por mérito propio y
de sus múltiples historiadores y narradores, goza del privilegio de la eternidad:
en el tiempo que sea, bajo la bandera política que sea, fue, es y será venerado
como un héroe perfecto.

El Padre de la Patria aparece ya en los orígenes de la literatura nacional (el


"Canto lírico a la libertad de Lima...", de Esteban de Luca, 1821) y atraviesa
con persistencia la producción literaria y ensayística hasta la actualidad. Si
bien no es el argentino sobre el que más se haya escrito, y si bien son pocos
los casos de ficción en los que ocupe un lugar protagónico, es interesante
recorrer las construcciones, las imágenes de San Martín que han poblado
algunos de los libros más importantes de la historia nacional.

Por supuesto, la bibliografía histórica sanmartiniana es vastísima, aunque a


modo de recorte y recomendación podemos enumerar algunos
"imprescindibles", a la luz de recorridos propios y de un libro fundamental
para leer al Libertador: Narrar a San Martín (2005), de Martín Kohan.

Nace el mito
Hay quienes piensan que el primer historiador de José de San Martín fue el
deán Gregorio Funes: el cordobés le dedica a San Martín la ampliación de
su Ensayo de la historia civil (1818, en inglés), que incluye una cronología
de la batalla de Maipú. Sin embargo, los textos pioneros en afirmar la
heroicidad de San Martín, los que definieron su carácter de Padre de la Patria,
fueron los de Sarmiento, Bartolomé Mitre (cuya Historia de San Martín se
consigue en todas las librerías) y Juan María Gutiérrez. Los tres, junto a El
santo de la espada de Ricardo Rojas, configuran la imagen más popular de
San Martín como héroe patriota.

¿San Martín chileno?


Una rareza: un libro que reclama la nacionalidad chilena para el prócer. En El
general Don José de San Martín (1971), Benjamín Vicuña Mackenna
escribe: "Si la patria es la gloria, San Martín es chileno porque en la llanura de
Maipó alcanzó la más grande de las victorias en los anales sudamericanos".

Un adelantado
Horacio Verbitsky incluye en su libro Rodolfo Walsh y la prensa
clandestina un texto en el que Walsh incursiona en la historiografía. En Un
ensayo sobre San Martín , Walsh dice: "el mito que oculta su personalidad
fue creado mucho después de su muerte, cuando políticos inmorales
necesitaron que los militares cumplieran disciplinadamente las directivas
antinacionales y antipopulares que les impartían".
ADN y otras polémicas
Una de las polémicas más resonantes se originó en 2000 con la publicación
de Don José, ensayo de Ignacio García Hamilton en el que se sostiene la
posibilidad de que San Martín no fuera hijo de Gregoria Matorras. Dice,
mientras habla de Carlos de Alvear: "En algunas tertulias se rumoreaba que su
padre, don Diego de Alvear, mientras cumplía funciones militares en las
Misiones, había tenido una amante india con la cual tuvo un hijo. Según el
comentario, don Diego había entregado en Yapeyú esta criatura al matrimonio
formado por Juan de San Martín y su esposa Gregoria, para que lo criasen".

Con menos repercusión, en la década de 1990 otros dos libros habían


levantado algún alboroto: San Martín y la tercera invasión
inglesa y Prohibido discutir sobre San Martín , ambos de Juan Bautista
Sejean, ponían el foco en las supuestas relaciones entre San Martín y la corona
inglesa, un tópico también abordado con frecuencia por Rodolfo Terragno.
El mito actualizado
Felipe Pigna se encargó por todos los medios de limpiar toda polémica e
imponer una nueva visión heroica de San Martín, una actualización estética
del mito que se expresó más allá del best seller Mitos de la Historia
argentina en una serie incontable de producciones editoriales (incluyendo un
cómic) y televisivas. Junto a Mario Pergolini, Pigna propuso un San Martín
bélico, incorruptible y venerablemente rocker en la serie Algo habrán
hecho y El gen argentino.

Vive
Lo más reciente en este recorrido es el flamante libro Nueva historia del
cruce de los Andes , de Pablo Camogli, que indaga en la conformación del
Ejército de los Andes y su campaña hasta la victoria de Chacabuco. La
particularidad de esta obra es que se concentra exclusivamente en la gesta
andina y ofrece datos reveladores sobre la verdadera magnitud de la proeza
sanmartiniana.

Ficción
En el mundo de la ficción, la figura de San Martín aparece casi siempre fuera
de los focos de protagonismo. Este recorrido es caprichoso e incompleto, pero
puede servir para armar un nuevo –otro– Padre de la patria.

¿Desmitificado?
Entre varios libros que desde siempre han intentado desmitificar a San Martín
y exponer detalles de su vida privada para ir en busca de un supuesto hombre
de carne y hueso, la novela Los amores ocultos de San Martín , de José Luis
Thomas, se destaca por la torpeza de su prosa.
Un especialista
Martín Kohan es autor de Narrar a San Martín, bibliografía fundamental de
esta nota. San Martín fue motivo de su tesis y fue tema del cuento con el que
Kohan irrumpió en campo literario nacional, Muero contento . En ese cuento,
Kohan narra la batalla de San Lorenzo desde la perspectiva del soldado
Cabral: "Nada de eso: tiene que ubicar el acá desde donde le gritan, y tiene
que ubicarlo con urgencia porque el que le grita es el jefe. ¡Acá! ¡Acá! –le
grita de nuevo– ¡Cabral, no sea marmota!". San Martín también es el tema de
la novela El informe , que mezcla en su trama policial el cruce de los Andes.

Joseph Conrad
Terminamos con otra rareza: San Martín tiene, como cuenta Martín Kohan,
una fugaz aparición en Gaspar Ruiz, pequeña novela del escritor polaco
Joseph Conrad ambientada en la guerra de independencia de Chile. El general
Santierra, narrador de la historia, cuenta: "Gaspar Ruiz confiaba en mí para
que le procurase un salvoconducto del propio general San Martín. Alegaba
que tenía que comunicar cosas importantes al General, Jefe supremo del
Ejército de los Andes".

Borges
Y una yapa: Guayaquil , un cuento en el que Borges debate la naturaleza de
la reunión entre San Martín y Bolívar: "Esas generalidades pomposas me
fastidiaron y observé secamente que dentro del enigma que nos rodea, la
entrevista de Guayaquil, en la que el general San Martín renunció a la mera
ambición y dejó el destino de América en manos de Bolívar es también un
enigma que puede merecer el estudio".

Las películas del héroe


Las tres aproximaciones cinematográficas más célebres a la vida de San
Martín tienen en común la apropiación de la figura del héroe y su asimilación
a las ideas políticas del momento.

El santo de la espada (1970), de Leopoldo Torre Nilson, fue realizada bajo la


dictadura de Onganía
y da cuenta de un héroe exclusivamente militar, sin fisuras, a la manera del
San Martín escolar.

El general y la fiebre (1992), de Jorge Coscia muestra al General San Martín


durante su estancia en Saldán, restableciéndose de una enfermedad y
recordando su pasado. La película pone en contraste la gesta independentista
con la época de organización nacional -encarnada en el caudillo riojano
Facundo Quiroga: un tiempo de crisis y decepción.

Revolución (2010), de Leandro Ipiña, pone en cuestión, por ejemplo, el


sentido de la libertad por la que se pelea: la frase de San Martín "No peleamos
por cualquier libertad", suena a eco del posicionamiento político del Gobierno
nacional en relación al universo discursivo neoliberal.

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