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Respaldo

Teó rico
Programa para
la Mujer
Contenido
Introducción..................................................................................................................................- 3 -

Autoestima...................................................................................................................................- 4 -

Estereotipos de Género.............................................................................................................- 5 -

Tareas Domésticas: La Mochila De La Mujer Trabajadora...............................................- 8 -

Los cinco roles de la mujer en la sociedad actual............................................................- 11 -

Autonomía de la mujer.............................................................................................................- 13 -

Mitos del amor...........................................................................................................................- 16 -

Conclusión..................................................................................................................................- 19 -

Bibliografía.................................................................................................................................- 20 -

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Introducción

La siguiente recopilación teórica está basada en una


investigación sobre el género femenino. Como temática central de
nuestro informe se encuentra la autoestima de la mujer, cuyo
desarrollo no depende solo de la persona, sino de su entorno. Las
mujeres partimos de una valoración social inferior que la de los
hombres y por esa razón, la baja autoestima se encuentra más
frecuentemente en mujeres, especialmente en aquellas que han
crecido en una familia donde se les imponen marcadamente los
estereotipos de género, paradigmas impuestos a las mujeres que las
ponen en un lugar de servilismo, devaluando sus atributos como una
persona. Esto provoca un sentimiento de inferioridad y las pone en un
rol pasivo dentro de la sociedad condicionando el desarrollo del amor
propio y la confianza en sí misma.

A propósito de los estereotipos, abordaremos temas como el rol


de la mujer en su hogar, cómo desarrolla su autonomía, lo que incluye
en desarrollo de sus capacidades en un trabajo remunerado. También
destacamos la solidaridad de género, que como sostiene Marcela
Lagarde “la alianza de las mujeres en el compromiso es tan importante
como la lucha contra otros fenómenos de la opresión y por crear
espacios en que las mujeres puedan desplegar nuevas posibilidades
de vida". Con la noción de este concepto se posibilita la acción
humana de amor-respeto hacia ese grupo de personas.

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Autoestima

La autoestima es una necesidad psicológica básica que todos


debemos cubrir, porque es esencial para un desarrollo normal y sano.
Son muchos los estudios que relacionan una buena autoestima con
una buena salud (veáse por ejemplo, Brown y Mankowski, 1993,
Rector y Roger, Esta se trata de que estemos conscientes de que
somos capaces de enfrentar los desafíos de la vida y de que
merecemos la felicidad. Esto se compone de dos ideas centrales: a)
autoeficacia, es decir, confianza en nuestra capacidad de pensar,
aprender, elegir y tomar decisiones y b)autorrespeto, confianza en
nuestro derecho a ser felices. La autoestima provoca que cada mujer
visualice y aprecie sus cualidades y habilidades, las potencie y las
comparta en procesos con otras mujeres.

Cuando una mujer tiene un buen nivel de autoestima, trata bien a


los demás, así como también exige lo mismo de otros. En pareja, no
acepta malos tratos, entabla relaciones nutridas, identifica el amor con
felicidad no con tristeza ni sufrimiento porque se siente merecedora de
felicidad. La autoestima es una dimensión de la autoidentidad marcada
por todas las condiciones sociales que configuran a cada mujer y por
la condición de género. Conformadas como seres para otros, las
mujeres depositan la autoestima en los otros y, en menor medida, en
sus propias capacidades. De esta manera, autoestima se ve afectada
por la opresión de género y es experimentada en el diario vivir como la
discriminación, la subordinación, la descalificación, el rechazo, la
violencia y el daño, que cada mujer experimenta en grados diversos
durante su vida.

Muchas mujeres en su rol de cuidadora han tenido que postergar


con frecuencia la satisfacción de sus propias necesidades y deseos en
desmedro, muchas veces, de su salud y bienestar.

Por ello, para las mujeres es de suma importancia reconocerse,


valorarse y darse tiempo y espacio para cuidar de sí mismas. Esto

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facilitará la expresión de sus necesidades, su desarrollo integral y el
fortalecimiento de su autoestima.

Los talleres pretenden fortalecer e incrementar conductas y


actividades de autocuidado y estilos de vida saludables, incorporando
las acciones necesarias para su desarrollo a través del
establecimiento de desafíos personales que incorporen alguna
actividad de autocuidado en la vida diaria.

Estereotipos de Género

Los estereotipos de género corresponden a imagines que


generalizan o exageran los aspectos de un grupo determinado. Están
asociados, generalmente, a prejuicios peyorativas por lo que impiden
ver la realidad tal como es. Es decir, son constructos sociales y
culturales que promueven una visión determinada sobre el rol y
características que deben tener los hombres y mujeres, por lo que
prescriben cómo deben actuar las personas según su sexo, por
ejemplo; definen en qué área profesional desarrollarse, cuáles son sus
habilidades, qué tareas les corresponden, etc. Los estereotipos
afectan tanto a hombres como a mujeres, sin embargo, con frecuencia
tienen un efecto evidente sobre estas últimas.

En la medida en que los estereotipos ignoran las necesidades,


habilidades y los deseos individuales, estos generan un impacto en la
capacidad que tienen las personas para crear o formar su propia
identidad de acuerdo con sus valores y deseos. De la misma manera,
limitan el rango y diversidad de las expresiones del carácter humano.

Estos estereotipos destinan a las mujeres al espacio privado,


mientras que a los hombres al espacio público. Cuando decimos: “los
hombres no lloran”, o “las mujeres son sensibles y usan la intuición”,
estamos transmitiendo estereotipos de género que degradan a las
mujeres, les asignan roles serviles en la sociedad y le restan sus
atributos y características.
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Esto se reflejado en muchos ámbitos de la sociedad, por
ejemplo, en la publicidad y medios de comunicación masiva
posicionan constantemente a la mujer en un lugar de desigualdad
frente al hombre, destinándola a roles determinados: la mujer mamá,
la mujer dueña de casa, la mujer objeto, etc. De esta manera es
normal que seamos testigos de gigantografias donde aparecen
mujeres sonrientes, detrás de un hombre, dedicadas solo al quehacer
hogareño, preocupadas de cumplir con los estándares de belleza
impuestos por la sociedad, mujeres con cuerpos estilizados, etc. no
muestran mujeres empoderadas tomando decisiones difíciles o
expresando su opinión.

Cuando las sociedades no reconocen ni eliminan estos


estereotipos, se exacerba un clima de impunidad con respecto a las
violaciones de los derechos de las mujeres, lo que permite que los
prejuicios y estereotipos injustos se engranen en la sociedad, lo que a
su vez causa una mayor devaluación de las mujeres. Los prejuicios
derivados de la estereotipación de género pueden pensarse en
términos de la manera en que estos degradan a las mujeres y
menoscaban su dignidad y, en muchos casos, les niegan beneficios
que se encuentran justificados o les imponen cargas injustas. Por
ejemplo, los estereotipos según los cuales las mujeres carecen de
capacidades para aprender, no sólo las degradan sino que
frecuentemente derivan en impedimentos para acceder a la educación
y les imponen la carga de asumir roles de género sumisos tales como
ser cuidadoras. SER CUIDADORA NO ES MALO…ES LA
DESVALORIZACIÓN QUE TUIENE DE ACUERDO A LA DIVISIÓN
SEXUAL DEL TRABAJO

Esto lo podemos notar en el proceso de socialización femenina,


el cual ha sido muy marcado por las diferencias que se han formado y
realizado a lo largo de la vida, tanto cultural como socialmente,
partiendo por labores domésticas, como la crianza y el cuidado de los
niños, la sumisión, y sobre todo la privación de derechos, de poder, de
voto y un sinfín de cosas que dependen de la cultura, religión, política,
etc. en que viven.
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Desde un comienzo se nos han puesto ciertas normas, cosas
que las niñas no pueden hacer debido a que son poco femeninas, a
veces cosas tan triviales como silbar, machistamente hablando la
cocina se ha designado como un lugar para la mujer, donde ella es la
encargada de cocinar, lavar, limpiar, guardar, organizar , etc. Y el
hombre sólo se presentaba en ella para sacar sus refrescos, si bien
hoy en día no están tan marcados estos paradigmas, debido a
protestas y a movimientos que se han realizado a lo largo de la vida,
sigue habiendo un pensamiento machista, y este paradigma se va a
romper cuando solamente exista una real igualdad entre el trato de
géneros. Un cambio importante en los derechos de la mujer fue el
Mov. Pro Emancipación de la Mujer Chilena 1935, donde se convocó a
todas las mujeres para luchar por la liberación económica, social y
jurídica. En 1875, un grupo de mujeres de San Felipe (perteneciente a
Valparaíso) revolucionaron la comuna cuando quisieron inscribirse en
los registros electorales con la intención de sufragar, al ver que
cumplían con los requisitos que indicaba la constitución de 1833, ser
chilena, saber leer y escribir, la junta electoral aceptó y con esto se
inició la inscripción a otras mujeres, este hecho provocó que el
Ministerio del Interior y el Congreso evaluaran las acciones a seguir.

Finalmente se prohibió el derecho a voto de las mujeres y en


1917 se presentó la Ley de sufragio femenino, ya en 1931 se legisló a
favor de estos conceptos, y el 18 de enero de 1935 se estableció que
mujeres chilenas, mayores de 21 años que sepan leer y escribir y que
residan en la comuna correspondiente, tienen derecho a inscribirse en
el registro electoral. En 1949, se firma la ley que autoriza el voto
político para la mujer.

La historia nos enseña que los grandes cambios sociales, son


realizados cuando hay unidad y compañerismo, es por eso que hoy en
día el sistema se encarga de crear competencia entre las mujeres, el
síndrome de la abeja reina, que no deja que ninguna mujer siga
desarrollándose laboralmente, ya que ella es quien ha logrado tener
un desarrollo laboral, esto genera que entre las mismas mujeres se
interiorice más el patriarcado de una manera silenciosa e invisible, es
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por eso que las mujeres deben actuar con sororidad, ¿Qué es
sororidad? hace alusión específica a la solidaridad entre mujeres en el
contexto patriarcal, bajo esta mirada, es de suma importancia que
cada mujer la pueda interiorizar a su vida, para dejar de generar
competencias y puedan apoyarse y solidarizar en conjunto.

Tareas Domésticas: La Mochila De La Mujer Trabajadora

El Informe de Desarrollo Humano en Chile 2010, titulado "Género


los desafíos de la igualdad", elaborado por el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) lo dice clarito: Se ha avanzado
mucho en las últimas dos décadas en reducir la desigualdad entre
hombres y mujeres, pero persisten lo que los expertos denominan
"núcleos duros" que obstaculizan un avance mayor y esto tiene
especial relevancia cuando se aborda el ámbito laboral.
Según el estudio, la participación de la mujer en el campo laboral
ha crecido, pero sigue mostrando una brecha significativa con los
hombres y una de las principales dificultades reside en que el cuidado
de los hijos y las tareas domésticas siguen siendo una responsabilidad
exclusiva de la mujer. A pesar de que el trabajo femenino fuera del
hogar tiene hoy día mayor aceptación social, la mayoría de las
mujeres que trabajan cumplen una doble jornada laboral, en su
empleo y en su casa, exhibe una trayectoria laboral discontinua y
enfrenta dificultades serias para lograr que sus parejas compartan las
tareas familiares. Esto crea un círculo vicioso que termina afectando
las posibilidades laborales femeninas y que en el caso de las mujeres
de sectores más pobres, se vuelve dramático porque son ellas las que
tienen más necesidad de ingresos y más obstáculos para incorporarse
al mercado laboral.
Sin embargo, la situación sigue siendo esencialmente desigual y
según el Informe de Desarrollo Humano esto afecta especialmente las
oportunidades de desarrollo de las mujeres, puesto que aquellas que
permanecen en sus hogares quedan en situación de dependencia
económica respecto de los hombres y tienen una reducida autonomía
para elegir lo que quieren hacer con su vida. "No se trata sólo de la
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falta de dinero, sino de las relaciones de dependencia que se
construyen y de cómo ello repercute en una pérdida de libertad y
autonomía. Como resultado puede producirse una restricción de las
oportunidades que las personas tienen para vivir aquellas vidas que
tienen razones para elegir”
De hecho, en él se muestra que el 77% de las mujeres que
tienen trabajo remunerado se pone metas en la vida versus un 50% de
aquellas que se dedican exclusivamente al hogar. Además, hay una
significativa brecha de capacidades de las personas según estén
realizando trabajo remunerado o tareas domésticas en el hogar.
El estudio también muestra las trayectorias laborales de hombres
y mujeres de entre 20 y 44 años de edad. Mientras los hombres
exhiben una trayectoria de inserción permanente en el mercado del
trabajo, las mujeres difieren según nivel socioeconómico y rol que
desempeñen en el hogar. Algunas siguen un patrón similar al de los
hombres; otras asumen un papel de proveedoras secundarias de
ingresos, adaptando su inserción laboral a las demandas domésticas y
las restantes no realizan trabajos remunerados. Pero este último grupo
constituye sólo una quinta parte de las mujeres estudiadas (21%). El
otro 80% mantiene vínculos con el mercado laboral, aun cuando
tienden a ser más débiles y discontinuos respecto de las trayectorias
laborales que siguen los hombres. Teniendo en cuenta que la
participación femenina en la fuerza laboral ha crecido, una pregunta
que surge es cómo se realizan las labores del hogar ahora que están
trabajando fuera del hogar. Un factor importante por considerar es la
disminución de la natalidad, las mujeres que pertenecen al 25% más
pobre de la población pasaron de tener seis hijos en promedio a
comienzos de los '60 a un promedio de tres hijos en el año 2000. Entre
las mujeres del 25% más rico se disminuye de tres a 1,9 niños.
La conclusión es que al haber una mayor disponibilidad de empleos y
mejores salarios -por un mayor crecimiento económico- se hace más
fácil el ingreso al mercado laboral por la menor cantidad de hijos.

Sin embargo, el informe apunta a la falta de redistribución de las


tareas hogareñas que persiste en la familia y el escaso aporte de los
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hombres en este sentido, reforzado por patrones culturales
conservadores que aún se mantienen. "No extraña entonces que las
mujeres estén asumiendo una doble jornada de trabajo, con el
desgaste mental y físico que se puede suponer", afirma el estudio.
Teresa Valdés, coordinadora del Observatorio de Género y Equidad,
señala que "siempre se pensó que al ingresar la mujer al mundo del
trabajo remunerado se reducirían muchas diferencias y desigualdades,
entre ellas la que asociaba a los hombres con el trabajo productivo y a
las mujeres con las tareas vinculadas a la reproducción. Sin embargo,
esos patrones rígidos se mantienen. Las mujeres trabajadoras
tenemos que ejercer lo que se llama doble jornada, porque seguimos
obligadas por la cultura y el entorno a hacernos cargo de la
reproducción de la especie". Explica que "eso se traduce en que
muchas mujeres entran y salen del mercado, algunas sólo aceptan
trabajos en tiempo parcial que son siempre mal pagados y esto tiene
directa relación con arreglar todo para que les funcione esta doble
jornada". Pablo González dice que incluso en los sectores de altos
niveles educacionales las mujeres tienen que hacer complejas
negociaciones con sus parejas y empleadores para poder conciliar
trabajo y familia. En este punto, precisa que "existe, por ejemplo,
resistencia de la pareja a acompañar a una mujer que recibe un
ascenso y hay empresas que al seleccionar personal especifican
cosas tan aberrantes como que una mujer en edad fértil contraviene
los requerimientos técnicos del cargo".
El coordinador del Informe de Desarrollo Humano recalca que si
para esas mujeres es difícil, para las de menores recursos es casi
imposible. "La constelación de factores que enfrentan son salarios
bajos y empleos precarios, mayores demandas de cuidado
provenientes de un mayor número de hijos y menos recursos para la
conciliación trabajo-crianza. A esto se suman normas culturales
adversas a la inserción laboral y menos cooperación práctica".
González agrega que "justamente a las mujeres que están en mayor
desventaja se les hace más difícil, porque también deben enfrentar la
presión de un entorno social más contrario al trabajo femenino fuera

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del hogar y también la presión de una pareja que puede tener
representaciones culturales machistas".
En el caso de las mujeres que logran trabajar fuera del hogar,
advierte que "los hombres no asumen una mayor responsabilidad en
las labores domésticas. Incluso los que no trabajan hacen poco en
este ámbito. En cambio, la mujer aunque trabaje, mantiene una carga
de responsabilidad muy alta".

Los cinco roles de la mujer en la sociedad actual


1. Profesional Trabajadora

Hablamos de la mujer que realiza un trabajo remunerado, bien sea por


cuenta propia o ajena, sea una profesional liberal, tenga una empresa,
sea funcionaria, o trabaje a tiempo completo o a tiempo parcial, de
forma fija o eventual.

2. Cónyuge:

Como esposa, en este rol se ocupará cariñosa y atentamente de su


pareja y frecuentemente le ayudará en sus temas personales, como
pedir por él cita en el médico o con el peluquero, comprarle sus
artículos personales (ropa, artículos de aseo y similares) o ayudarle en
situaciones complicadas que se pudieran presentar.

3. Madre

Cuando la mujer también es madre, ella es la mayor responsable de la


estructura que conforma la vida emocional, física e intelectual de
sus hijos, transformando a unos bebés totalmente dependientes en
unos adultos completamente independientes. La madre suele llevar el
peso de los niños: frecuentemente es la que elabora y cocina los
menús, hace las compras, media en las riñas entre los niños, domina
la medicina pediátrica, encuentra los calcetines que se
desemparejaron, toma la temperatura al niño cuando éste duerme y un
sinfín de detalles que surgen en el día a día de una familia.
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4. Administradora del hogar

Tanto si la mujer se ocupa personalmente de las tareas domésticas,


como si supervisa a la persona que las realiza (empleada del hogar), o
situaciones intermedias (personas de apoyo que realizan ciertas
tareas: plancha, cuidado de los niños en ciertas horas, limpiezas de la
vivienda puntuales) es la mujer en la mayor parte de los casos la
responsable final del hogar.

5. Mujer

La sociedad en la que vivimos "exige" que la mujer tenga que estar


arreglada, que luzca bonita, que cuide su físico, su peinado, que se
vea bien. A los veinte años esta cuestión se lleva fácilmente, pero a
medida que pasan los años conseguirlo requiere de mayor tiempo y de
más esfuerzo (económico, personal y familiar). Hacerlo no es una
frivolidad, sino una necesidad, pues "estar bien" significa tener una
imagen de aspecto agradable cuando se mira al espejo; significa
cuidar la salud y la apariencia, sin vivir para la apariencia. Todas
sabemos que la mujer que está bien consigo misma tiene también una
buena imagen exterior que proyecta hacia los demás.

Autonomía de la mujer
Definición epistemológica de autonomía

La palabra “autonomía” viene del griego (αυτονομία). Sus


componentes léxicos son:

Definición según la RAE

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1. f. Potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, r
egiones uotras entidades, para regirse mediante normas y órganos de 
gobierno propios.
2. f. Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie.
3. f. En España, comunidad autónoma.
4. f. Máximo recorrido que puede efectuar un vehículo sin repostar.
5. f. Tiempo máximo que puede funcionar un aparato sin repostar o rec
argarse.

Podemos ver a través de estas definiciones la palabra autonomía


tiene que ver con depender de uno/a mismo/a, si esto lo observamos
desde el enfoque de género la palabra autonomía quiere fomentar la
auto dependencia en 4 niveles o dimensiones.

Autonomía física: hace referencia al dominio sobre su cuerpo,


incluyendo la sexualidad y fecundidad.

Autonomía política: Significa generar las condiciones para el


desarrollo de una conciencia crítica e informada, que facilite la toma de
decisiones y opciones propias.

Autonomía Social y Cultural: Para participar y organizarse en


igualdad de condiciones. Implica el derecho a la realización personal,
a actuar para sí y no siempre para otros.

Autonomía económica: Se refiere al acceso igualitario al trabajo


remunerado, a la capacidad de las mujeres para satisfacer
necesidades personales, para desarrollar un proyecto propio de
generaciones de ingresos.

Esta última dimensión, hoy se está trabajando en la agenda del


gobierno este tema el cual está promoviendo la autonomía económica
de la mujer, según indica SERNAM, la agenda post 2015 el cual tiene
como objetivo que más mujeres ingresen al mundo laboral, y que

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puedan insertarse a sectores económicos que han sido
tradicionalmente masculinos.

Carolina Sánchez directora nacional del trabajo agrego que “lo


que en general no varía, es que los hombres ganan más que las
mujeres en cualquier grupo de edad, nivel de educación, tipo de
empleo, categoría ocupacional: cuenta propia, empleador o empleado,
y tanto en empresas grandes como pequeñas”. Carolina Schmidt
ministra del Servicio Nacional de Mujeres, afirmo que la brecha salarial
de las personas que trabajan en Chile alcanza el 12,7%, precisando
que la brecha se obtiene por la división del ingreso promedio mensual
de las mujeres con el de los hombres, en igual periodo.
"Estadísticamente, en los sectores donde menos participan las
mujeres hay mayor brecha salarial", aseguro. También indico "El
sueldo de una mujer en promedio es un tercio más bajo que el de un
hombre".

Refiriéndose a las actuaciones de la DT basadas en la ley de


equidad salarial, aseguró que no han sido numerosas. "Ello ocurre
-dijo-, en primer lugar, porque la ley es poco conocida y los sindicatos
aún no saben bien cómo hacer valer este derecho. Los medios de
comunicación han puesto el tema con bastante persistencia, pero se
mantiene un desafío a la política pública".

La agenda post 2015 se ha propuesto 17 objetivos de desarrollos


sostenibles, en el que está consagrado a lograr la igualdad de género
y la autonomía de todas las mujeres y niñas.

Hoy en día hay muchas mujeres que sufren violencia económica,


es una de las más recurrentes pero difícil de identificar, debido que
cuesta asociarla con maltrato físico directo. Este consiste en negar o
condicionar el dinero para la mantención propia.

Es importante destacar que qué este tipo de violencia no solo se


da con las personas relacionadas de forma sentimental, ya que estás
pueden violentadas por familiares directos e indirectos también lo
hacen, pero por temor las mujeres guardan silencio.
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Para promover la autonomía económica de las mujeres casadas,
el SERNAM reiniciará la tramitación del proyecto de ley que busca
modificar la sociedad conyugal. Asimismo, apoyará el diseño
intersectorial de un Sistema Nacional de Cuidado basado en la
corresponsabilidad en el cuidado de hijas e hijos, de la familia y de las
personas no valientes, para que las mujeres tengan mayor
oportunidad de desarrollar sus proyectos de vida.

Mitos del amor


¿Qué es el amor?
Este tema social y culturalmente está muy patriarcalizado, delegando
un tipo de amor a la mujer, el cual como mujer debe postergarse por
amor a sus hijos, o por amor a su esposo, si no cumple con esto es
una mala madre o una mala esposa. Clara Coria lo describe en el libro
“el amor no es como el que nos contaron, ni como lo inventamos”
como El “cajoneo” amoroso, esto quiere decir que la mujer guarda sus
sueños, sus deseos, en pos del bienestar familiar, puede dejar de
hacer lo que tanto le gusta, pero es una buena esposa porque lo está
haciendo por el marido. En resumen la mujer se aminora y se posterga
por un bien mejor, el amor, con eso demuestra que ama a su esposo,
que ama a sus hijos.
Esto debido al tipo de crianza que se a internalizado desde pequeño
en ambos sexos, la mujer con un rol cuidadora, y el hombre con un rol
protector.
Veremos algunos mitos del amor que se han culturizado en nuestra
sociedad y crecemos desde pequeños creyendo en príncipes azules y
princesas pidiendo ser rescatadas.
1- Mito de la media naranja: se basa en que somos personas
incompletas que solo encontraremos la felicidad y la plenitud
cuando encontremos a otra persona que el destino a puesto en
un lugar concreto y que encaja con nosotros a la perfección.
Definitivamente nos iría mejor si de pequeño nos enseñaran que
no necesitamos a nadie para estar completos, que primeramente
nos debemos amar y aceptar a nosotros, para poder tener una
relación sana con otro/a.
2- Mito de los celos: hay una frase muy común que indica “si te
cela, es porque te ama”. Los celos NO son signo de amor, sino
de inseguridad y dependencia. Además son una de las
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emociones que más pueden deteriorar una relación de pareja.
Una relación debe basarse en la libertad y en la confianza y
aunque los celos pueden aparecer jamás deben sobrepasar
ciertos límites.
3- Mito de la Omnipotencia o de que el amor todo lo puede: En
muchas ocasiones el cine, las novelas, las series, etc… nos
muestran dos personajes enamorados que tras superar
numerosas dificultades logran al fin estar juntos. Implícitamente
nos están dando este mensaje “Al final el amor siempre triunfa”
“El amor todo lo puede”. Sin embargo esto no es cierto, Hay
personas que por mucho que se quieran no les hace ningún bien
estar juntas. Caracteres opuestos, diferentes expectativas de
vida, problemas del pasado sin resolver, etc. Pueden hacer que
se acabe la paciencia antes que el amor.
4- Mito de las discusiones: Aquí tenemos dos versiones: Si una
pareja no discute es que no se quiere y la versión contaría,
discutir es malo. Depende de lo que entendamos por discutir…
Si entendemos exponer puntos de vistas diferentes y ser capaz
de llegar a un acuerdo en el que los dos ganen, discutir puede
fortalecer enormemente una relación de pareja. Sin embargo si a
lo que nos referimos es a insultarse y a tirarse platos a la cabeza
está claro que solo conseguiremos cargarnos la relación.
5- Mito del enamoramiento: El enamoramiento es un estado
de euforia y pasión puramente hormonal propia del inicio de las
relaciones amorosas. Sin embargo este estado emocional
consume demasiados recursos a nivel biológico como para
mantenerse de manera permanente en el tiempo.
6- Mito de la exclusividad: te mito enuncia que si estás
enamorado/a de tu pareja no deben atraerte otras personas. Ser
fiel es una decisión y un coste que asumimos a cambio de los
beneficios que nos ofrece una relación de pareja estable.
Sin embargo a lo largo de nuestra vida vamos a conocer a
muchas personas y es absolutamente normal que nos
sintamos atraídos por otras personas que no son nuestra
pareja.
Esto no debe suponer ningún problema siempre y cuando
asumamos que es algo normal y no le demos más importancia
de la que merece.
7- Mito de la unidad: Creer que ambos miembros de la pareja
deben ser uno. Una pareja está formada por dos personas, dos
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personas independientes una de la otra que se unen para
formar un proyecto de vida en común. Esto no implica que
tengan que hacer todas sus cosas juntos, ambos también
necesitan independencia.

Conclusión

Podemos concluir que el género femenino no es más que un


constructo social, al cual se le impone una determinada forma de ser,
sentir y actuar. Imponiendo roles que limitan el desarrollo personal y
profesional de una mujer, obligándola a cumplir variadas tareas,
recargándola de obligaciones. Todo eso bajo el alero de un sistema
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innegablemente patriarcal que, además, juega un papel crucial en el
desarrollo de la autoestima de la mujer, y que es el pilar fundamental
en la mantención de las desigualdades.

Como Orientadores en formación, es de vital importancia para nuestra


profesión conocer los diferentes motivos sociales, con los que la mujer
puede ser afectada a su autoestima, muchas veces se observa desde
una mirada superficial, culpando a la mujer, pero si nos detenemos a
observar minuciosamente veremos de que este sistema patriarcal
afecta directamente a la autoestima en la mujer, los cuales conlleva a
diferentes problemas tales como, problemas familiares, laborales, etc.
Es por eso que como futuros Orientadores en RRHH y familia es
necesario tener una gama amplia de las diferencias de género que
existen hoy en día y poder colaborar desde una sanidad más efectiva.

Bibliografía

 Estereotipos de género - Perspectivas Legales


Transnacionales, 2010 (Rebecca J. Cook & Simone
Cusack).

 Guía ilustrada para una comunicación sin estereotipos de


género, 2016 – SERNAM.

18
 Autoestima y Género, 2001 - Marcela Lagarde.

 http://www.lanacion.cl/tareas-domesticas-la-mochila-de-la-
mujer-trabajadora/noticias/2010-05-15/202750.html.

 http://sexologiamujer.es/taller-de-autocuidados-para-
mujeres

 http://www.diariofemenino.com/actualidad/sociedad/articulo
s/cinco-roles-mujer-sociedad-actual/

 http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3611.html

 http://www.mujerpalabra.net/pensamiento/analisisfeminista/
sororidad.htm

 http://psicorumbo.com/los-10-mitos-del-amor-romantico/

 https://portal.sernam.cl/?m=sp&i=5469

 http://app.sernam.cl/participacion-
ciudadana/cuentapublica/2014/doc/cuenta_publica_ministr
a_2014_final.pdf

 http://www.dt.gob.cl/1601/w3-printer-98691.html

19

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