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MOVIMIENTO ORGANIZADO DE INTEGRACIÓN

JUVENIL

“SENTIMIENTOS CONTAGIOSOS
VIDAS EN PANDEMIA”

Trabajo presentado a consideración del jurado, para el concurso denominado


“REMANDO LA CRISIS, TESTIMONIOS EN PANDEMIA”, convocado por la F.E.S.

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DEDICATORIA

A Dios, damos mil gracias por nunca abandonarnos en estos momentos tan
difíciles que estamos viviendo y que de él hemos aprendido que la vida está llena
de metas y que nunca hay que dejarse vencer fácilmente, frente a las dificultades
que vengan por muy duras que sean. También agradecemos por iluminarnos en
los momentos de oscuridad que tuvimos y por último por habernos dejado vivir
más momentos con nuestras familias.

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AGRADECIMIENTOS

A la institución CEPROMIN por avernos permitido ser parte del desarrollo que
realizan para los jóvenes de los centros mineros, donde pudimos crecer como
grandes personas y líderes, inculcándonos valores de respeto, lealtad, trabajo y
solidaridad. Que nos sirvió para ser líderes íntegros.

A Don Héctor Waldo Solís Camacho, que es el mentor de nuestras vidas como
jóvenes líderes, brindando su conocimiento y su tiempo, también es el impulsor
para la creación de nuestra organización que sin su apoyo no lo hubiéramos
logrado.

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CONTENIDO

DEDICATORIA ……………………………………………. Pág. 2


AGRADECIMIENTOS ……………………………………………. Pág. 3
CONTENIDO ……………………………………………. Pág. 4
INTRODUCCION ……………………………………………. Pág. 5
DESARROLLO ……………………………………………. Pág. 7
CONCLUSIONES ……………………………………………. Pág. 18
ANEXOS ……………………………………………. Pág. 19
REFERENCIAS ……………………………………………. Pág. 23

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INTRODUCCIÓN

Durante el transcurso de nuestras vidas los seres humanos le hemos temido a


varias cosas y situaciones, una de esas situaciones es la MUERTE.

El temor a la muerte es racional, porque cada persona tiene un instinto de


supervivencia y de querer prevalecer su existencia física durante varios años, de
ese temor racional que tenemos surgen consecuencias que adoptamos para
precautelar nuestra integridad física.

Las enfermedades que hasta el día de hoy existen son una de las causas para
que surja ese temor tan inmenso que tenemos, lo cual nos ínsita instintivamente a
cuidarnos de esas enfermedades con hábitos, acciones o medicamentos que la
ciencia pueda brindarnos para la prevención o en su mejor caso encontrando la
cura directa.

Varias de estas enfermedades son del tipo viral, estos virus son básicamente más
pequeños que las células como tipo de recipiente que contiene material genético
para reproducirse, los virus invaden las células del cuerpo y toman posesión del
control que hace que las células funcionen.

Casi en su mayoría estos agentes invasores son destruidos por el sistema


inmunológico de cada persona y otras con ayuda de algún tipo de vacuna para
fortalecer el sistema inmune, pero existen otros virus que son resistentes a estos
anticuerpo que producimos incluso mutando y adaptándose a nuevos entornos
para fortalecerse.

En diciembre del 2019 la provincia de Hubei en Wuhan, china se convirtió en el


epicentro de un brote de neumonía de causas desconocidas (Wang, Horby,
Hayden, 2020)

El 7 de enero, las autoridades chinas anunciaron que habían identificado un nuevo


tipo de coronavirus (2019-nCoV), (Who.int, 2020)

A partir de este momento las autoridades a nivel mundial supieron que


enfrentaban una nueva amenaza

El 11 de marzo, con 118.000 casos reportados en 114 países y 4.291 personas


fallecidas la organización mundial de la salud declara que el brote de la
enfermedad del coronavirus 19 causada por el SARS-CoV2, es considerado una
pandemia (Who.int. Transcripto de conferencia de la OMS del 11 de marzo,
2020)

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Desde ese momento cada gobierno, país entra en alerta dictaminado medidas
para salva guardar a sus ciudadanos disponiendo de todo los recursos que
poseen cada una de ellas, por lo común la medida más adoptada de los países es
la restricción de circulación ciudadana, dictan cuarenta en la mayoría de los
países, restringiendo hasta los comercio tanto formal como informal haciendo una
pausa en su economía.

Varios de los lugares que fueron afectados primeramente son países de primer
mundo, como gran parte de Europa y Asia, también norte américa EEUU, que
cuentan con los recursos necesarios para realizar dichas medidas, pero aun
siendo gravemente afectados por la pandemia mundial en su economía y su
población.

Los países de Latinoamérica son considerados tercermundistas, por lo que no


cuentan con los recursos ni la tecnología para afrontar con gran medida esta
pandemia, si a los países súper desarrollados les esta azotando fuertemente la
enfermedad, estas que cuentan con grandes recursos y tecnologías, es un gran
miedo e impotencia ver que causa grandes estragos en los países latino
americanos, ocasionando la propagación rápida de la enfermedad.

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DESARROLLO

Bolivia fue uno de los últimos países en contagiarse, a finales del 2019 cuando
casi la mayoría de los países de Europa y Asia fueron contagiándose Bolivia se
encontraba en conflicto social producto de las elecciones generales de ese año,
transcurriendo con normalidad a pesar del conflicto se entró en una nueva gestión
con un gobierno interino no electo, asumiendo la gestión 2020.

A principios del año 2020 las actividades transcurrían con normalidad en el país no
se tomaron ningunas mediadas de bioseguridad ni restricciones, tras festejar el
año nuevo las familias bolivianas seguían con sus metas y sueños deseados para
este año nuevo, nadie imaginaba aun lo que se vendría, las personas seguían con
sus actividades de trabajo los jóvenes que cursaban secundaria planeaban
regresar a clases, reencontrarse con sus compañeros y amigos después de una
larga vacación, estudiantes universitarios que con el anhelo planeaban ya titularse
ese año y otros más con deseos de conseguir un empleo para sustentar a la
familia que tienen y por qué no también hablar de las parejas que designaron ese
año para casarse y formar una familia. En fin hubo grandes deseos y metas
planeadas para este año pero todo fue truncado por lo que se vendría más
después.

En fecha 10 de marzo del 2020, se registra el primer caso de coronavirus en


nuestro país proveniente de una mujer de edad que vino desde el país Italia
(Anival, 2020)

El gobierno aún no asumían ninguna medida de protección aun evidenciando que


los países vecinos se iban rápidamente contagiando y con el primer caso ya
registrado, la población también entro en un escepticismo de la enfermedad
sabiendo muy bien que ya teníamos contagio, aún seguían las actividades con
normalidad.

El 21 de marzo del 2020 por fin se declara cuarentena total en todo el territorio de
Bolivia con duración hasta el 4 de abril del mismo año.

Esto significaba que la ignorancia corría en total libertad por todo el país pensando
que una cuarentena de 2 semas bastaría para controlar la pandemia, viendo aun
que los grandes países con más recursos e insumos para afrontar con más fuerza
la pandemia recurrían a cuarentenas indefinidas y nosotros pensando que con la
poca calidad en los servicios de salud y poco presupuesto se podría afrontar la
pandemia con una cuarentena de 2 semana, sabiendo muy bien que se debía
tomar medidas mucho más antes tal vez se podía haber aligerado la carga que se
venía por la pandemia.

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A comienzos de la cuarentena aún no se sentía lo difícil que sería estar en dicha
restricción, cada persona se abasteció para la duración dicha de 2 semanas
pensado que todo volvería a la normalidad, ¡qué tan equivocados estuvimos todos!

Mientras la cantidad de contagiados aumentaba en el país rápidamente, el


gobierno decidió extender la cuarentena hasta nuevo aviso, claro que esto era un
gran problema ya que el país con el poco presupuesto que tenía y sumados
grandes desfalcos por el gobierno, no estaba en la capacidad para afrontar con
esta medida la pandemia, claro que a otros países si les funcionaba pero estos
países eran potencias económicas a nivel mundial, mientras que la economía de
nuestro país no daba abasto para encerrarnos, en cuarentena.

Para fecha 31 de julio del 2020 Bolivia acumulaba 76.789 contagios subiendo casi
1000 contagios por día, (Anival, 2020)

Era evidente que esto seguiría aumentando y también empeorando, mientras tanto
la restricción continuaba y la población que en su mayoría son de clase media baja
y baja solo tenían insumos para alimentarse las primeras semanas de la
cuarentena, luego de ahí en adelante se entraba en gran preocupación por no
saber de que se alimentaran si ya no había víveres para consumir y peor aún no
había más dinero para siquiera reabastecerse nuevamente.

Mientras que la población seguía muriendo si no era por la enfermedad era por
hambre, se sentía gran impotencia al ver a los padres de familia o jefes de familia
de la clase humilde trabajadora que ya no sabían como llevar el sustento para su
casa, y era más triste ver como niños de padres campesinos o mineros que veían
a sus padres con una cara de preocupación de como alimentar y cuidar a su
familia, si no hay que comer ni hay donde trabajar y con la amenaza de
enfermarse en cualquier momento, esperando un milagro.

Las vivencias o experiencias de cada persona son diferentes, mientras que las
regiones más pobres sufrían constantemente aun con más intensidad puesto que
eran la población más olvidada por el gobierno, la única manera de sobrevivir era
ayudándose entre ellos mismos, aun con lo poco que tenían, los sufrimientos o
sentimientos en pandemia solo pueden ser expresados en testimonios por las
mismas personas de los sectores más olvidados. Una de ellas nos cuenta.

“mi nombre es José Alberto oporto Zeballos tengo 24 años vengo de una familia
obrera, vivo en el departamento de potosí en el municipio de Llallagua, en el
campamento minero de salvadora mi padre ya fallecido era minero y mi madre es
ama de casa de 59 años, soy el menor de todos mis hermanos, hasta antes de la
pandemia mis hermanos mayores trabajaban en la mina desde temprana edad y
era ya el sustento para mi familia, yo era estudiante, en el tiempo libre que tenía

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trabajaba como portero por las noches en una institución el sueldo no era mucho
apenas ganaba 500 bs por mes pero me alcanzaba para sustentar mis estudios, a
principios del año 2020 toda mi familia transcurría con sus actividades con
normalidad hasta que inicio la cuarenta, a principios nos dijeron que sería solo dos
semanas, así que nos abastecimos para las dos semanas no contábamos con
muchos recursos económicos puesto que vivíamos del día a día, pero tuvimos
que juntar el dinero entre toda mi familia y nos alcanzó para equiparnos con
víveres, sabiendo que tenemos que cuidarnos de esta manera acatamos la
cuarentena.

El tiempo transcurría y las dos semanas pasó con normalidad pero la restricción
se aumentó por tiempo indefinido, al cabo de un mes ya nos invadía la
preocupación a mí y mis hermanos porque lo ahorrado ya se acababa y mis
hermanos sin poder trabajar sin un peso en la casa empezamos a preocuparnos
pensando ¿qué vamos a comer?.

Por un tiempo empezamos a enfermarnos toda mi familia no sabría decir si fue


covid o un resfrió común, porque no nos realizamos ninguna prueba, pero parecía
todos los síntomas y tan bien con el miedo de que si fuéramos a consulta estos
nos encapsularían en el hospital y con la situación en que se encontraba el
sistema de salud era aún más atemorizante porque parecía ir a una muerte directa
si fuéramos al hospital, es así que decidimos encerrarnos en mi casa y con ayuda
de las plantas medicinales que mi mama conocía empezamos a sanar
rápidamente por suerte no paso mucho tiempo en recuperarnos al cabo de unos
días ya estuvimos mejor pero aun no salíamos por el temor de contagio recién de
2 semanas ya recuperados por completo decidimos salir.

Al salir un momento de mi casa a la calle veía como algunos vecinos que estaban
en peor situación que nosotros ya ni tenían de donde sacar víveres para
alimentarse, varias casas ya tenían levantado la vadera blanca que era una señal
de ayuda, que indicaba que ya no tenían que comer esa familia y pedía ayuda de
esa forma, y con lo poco que teníamos entre todos los vecinos juntábamos para
ayudar a esas familias que ya no tenían nada, un bolsita de fideo o unas cuantas
papas es lo que se podía dar pero juntando entre todos teníamos la fuerza para
ayudar a esa familia, por suerte que yo aún contaba con un sueldo de la
institución que trabajaba no era mucho pero aun alcanzaba para sobrevivir, ya que
los 500 bs se gastaba para comprar víveres que por la época de pandemia estaba
en precios elevados, teníamos días designados para salir a reabastecernos pero
el dinero que yo ganaba era incierto a veces no llegaba o se retrasaba barias
semanas o meses, y con la frustración de no hacer nada en casa ni poder ir a
trabajar por que no había donde, empezamos a buscar formas de generar dinero,
encontrando en nosotros habilidades que no conocíamos, yo y uno de mis

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hermanos empezamos a realizas masetas artesanales hechos de llantas
desechadas para vender, ya que para ese entonces las restricciones se fueron
flexibilizando por que la población ya no aguantaba estar sin trabajar ni estar
encerrado sin que comer.

Mientras mi otro hermano realizaba objetos de maderas como pequeños muebles


reciclado y así empezamos a salir adelante, el pensar siquiera en volver a trabajar
a la mina no era una idea factible ya que la minería estaba en decadencia y el
trabajo es muy sacrificado en interior mina, era como sacrificarse por centavos,
así que empezamos a buscar nuevas formas de salir adelante. Uno de mis
hermanos decidió probar suerte en potosí abriendo una pequeña tienda de venta
de plantas y masetas mientras el otro por suerte encontró trabajo en el campo de
la construcción. Ya para esas fechas iniciaban las clases en forma virtual de las
universidades, así que decidí postularme a una beca de auxiliatura para ganar un
poco más de dinero, también contando con el pequeño sueldo que tenía como
portero me baste para ayudar en el sustentó de mi familia”. (José Alberto, 2021)

Las vivencias de superación son expresadas de distinta manera por cada persona,
otros con distinto puto de vista, en una población donde el 70% es universitaria la
llegada de la pandemia significaba el cambio completo de lo que en general se
realizaba las actividades como estudiantes, uno de los muchos estudiantes brinda
su experiencia.

“Mi nombre es Luis tengo 22 años estudio economía en la UATF salía las 8:00 am
de mi casa para trasladarme a uncía en taxi que en el momento costaba 2bs y
volvía para el almuerzo, en la tarde volvía a mis clases a las 2:00 pm para seguir y
retornaba a las 18:00 así era mi rutina de clases, los fines de semana solía
caminar con mi familia, almorzábamos en las pensiones y luego salíamos al
parque a jugar y comer gelatinas y otras cosas que vendían, cuando comenzó la
pandemia todos nos alarmamos cuando salió el caso de una señora infectada en
Oruro, en esa semana la Universidad Siglo XX realizaba una fiesta de bienvenida
donde acudieron mucha gente, de lo cual se rumoraba que asistieron infectados y
contagiaron a varios, ya que en ese momento era rara la persona que usaba
barbijo, ese mismo día que se dio en las noticias el 1er caso de covid 19 las
farmacias colapsaron, había muchas filas y se controlaba la venta de barbijos por
persona además de subir los precios, el alcohol en gel no se encontraba en
ninguna tienda, el alcohol subió de precio, al día siguiente no había clases en la
universidad me dijeron que me cuide y que había llegado el virus a uncía, aunque
no era cierto….. es que la gente estaba ,muy alarmada y todas las escuelas se
cerraron, pasaron los días y se dictó la cuarentena de 15 días, donde teníamos 2
días para abastecernos de víveres para subsistir esos días, mi padre es jubilado y
mi madre ama de casa que ya recibe su renta dignidad, lo cual nos ayudó para

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poder comprar lo necesario para los días de cuarentena, mi hermana es Lic. En
enfermería y en ese momento trabajaba en un centro de salud aquí en Llallagua,
ella tiene dos hijos y todos nosotros vivimos en una casa en total somos 6
integrantes, la única que salía era mi hermana a trabajar y en mi casa cumplíamos
con todas las medidas de bioseguridad indicadas por el gobierno lo cual se volvió
un habito para nosotros. Desde entonces se prolongaba más y más la cuarentena
y pasaban los meses, a finales de mayo aun no reportaban casos de covid en
Llallagua, se podría decir que fui uno de los primeros que contrajo la enfermedad
porque tenía los siguientes síntomas: fiebre de 40º, dolor de cabeza insoportable,
vómitos, diarrea, tos y gripe, como mi hermana es enfermera me atendió y me
receto algunos medicamentos, estaba en cuidado tanto de ella, como de mis
padres con las medidas de bioseguridad y no dejaba que mis sobrinos se me
acercarán ya que podía contagiarlos de alguna manera aunque nunca me hice la
prueba de covid, por miedo al resultado y las consecuencias que esto conllevaría
al ser el primer caso en mi municipio por eso trataba de pensar al mismo tiempo
que era solo un resfrió, estuve enfermo durante una semana completa sin poder
dormir por los síntomas, con medicamentos de farmacia y con remedios caseros
inclusive en algún momento llegue a sentir que la muerte ya llegaría a mí, llegue al
punto de encargar algunas cosas a mi madre si es que algo peor me pasara, pero
la segunda semana que paso estuve en mejores condiciones porque ya podía
descansar más tranquilo y ya no tenía los fuertes dolores de cabeza y podía
consumir solo sopas blancas ya que mi estómago aún se sentía muy débil.

A principios de junio ya se habían reportado casos del covid en Llallagua entre


esas fechas en el centro de salud donde mi hermana era funcionaria, el trabajo se
volvía más riesgoso pues las pruebas del covid tenían que ser enviadas a la
ciudad de potosí y tardaban dos semanas como mínimo en entregar los
resultados, para entonces todos funcionarios del hospital se contagiaron y se
vieron en la necesidad de entrar en cuarentena, cabe resaltar que mi hermana
antes de recibir sus resultados aun tenía contacto con nosotros, después de
recibir el resultado donde dio positivo a la prueba de covid, mi hermana entro en
un aislamiento a pesar de no presentar síntomas, entonces en su aislamiento
empezó a recaer su salud presentando los mismos síntomas que yo así que
empezó con un tratamiento especial para el covid que no era nada económico,
teníamos que comprar los medicamentos con nuestros propios recursos a pesar
de ser personal de salud, mis padres con esta situación empezaron a recaer
emocionalmente al ver a su hija pasar por esta enfermedad, se vieron obligados a
ser fuertes ya que estaban al cuidados de sus nietos,

Al estar en contacto con mi hermana todos los miembros de mi familia tuvimos


que hacernos la prueba del covid, este proceso duro más de dos semanas incluso

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con mucha insistencia y al llegar los resultados mis padres también dieron positivo
entonces mis padres, mi hermana y sus hijos entraron en un aislamiento en donde
yo tuve que encargarme de realizar las compras de víveres, medicamentos e
insumos de desinfección, todo estas compras solo podía realizarlo una vez por
semana porque en ese momento se estableció una regla para que las personas
puedan transitar de acuerdo a la terminación del número de carnet, los casos se
incrementaban cada día, esta situación llevo a un encapsulamiento en donde
comunidades del área rural ingresan al municipio de manera violenta destrozando
las pocas cámaras de desinfección que habían en ese momento , afirmando que
esta enfermedad no era real pues era tanta su incredulidad que transitaban sin
ninguna medida de Bioseguridad y a partir de ese momento realizaban marchas y
bloqueos con la misma postura así afectando a toda la población inclusive
obligaron a sacar sus barbijos de la gente que transitaba por donde realizaban sus
marchas.

Se podría decir que en el mes de julio mis padres y mi hermana entraron en


tratamiento con medicamentos recetados por la caja de salud, aunque era difícil
conseguirlos, intentamos de todo para combatir el virus con diferentes medicinas,
y así pudieron superar el covid, gracias a Dios mi hermana no tenía síntomas
fuertes y mis padres eran asintomáticos lo cual ayudo a su pronta recuperación,
mi hermana desde que se recuperó volvió a trabajar y también atendía a mis
familiares que enfermaban en Llallagua, para agosto nos enteramos que mi tío
Germán (profesor del área rural) que pasaba cuarentena en Oruro dio positivo a
covid, y seguía un tratamiento, el 2 de agosto mi padrino que también era profesor
del área rural en Chuquiuta pero vivía en Llallagua fallece por “bilis” como
estábamos en pandemia lo enterramos al día siguiente en la mañana, acabando
de enterrarlo con la pena más grande y el dolor que todavía logro superarlo, en
esos minutos mi prima recibe una llamada donde le daban la noticia de que mi tío
Germán se puso grave y no podía respirar entonces viajo inmediatamente a
Oruro, mi tío fue internado y estaba con oxígeno para ayudarlo a respirar, todos
rezábamos a Dios para que no se lo lleve, los gastos aumentaron en su familia de
mi tío, lloraban tanto todos los días porque se tenía que luchar para poder
conseguir oxígeno y tenían que hacer largas filas, se gastaron todos los ahorros
que tenían y gracias a Dios mi tío Germán se recuperó y le dieron de alta, estos
momentos unieron más a mi familia incluso siguiendo en cuarentena nos
llamábamos y masajeábamos mucho pidiendo que se sigan cuidando.

Pasando las semanas mi enamorada se enfermó, ella estuvo en todo el proceso


contado cuando me enferme, cuando enfermaron mis padres ella me ayudo con
las compras y también cuando falleció mi padrino.

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Ella vivía aparte en un cuarto alquilado, y ya habían comenzado sus clases de la
universidad estaba en época de parciales, entonces tenía síntomas de resfrió, con
temperatura, mi hermana le pincho un medicamento para que se mejore, sus
padres le trajeron un mate ese mismo día y cuando descansaba se empezó a
sentir mal, porque le dio alergia esa combinación, se hincho su cara y no podía
tragar saliva, fue entonces que empeoro y estuvo varios días mal, como
seguíamos en cuarentena solo le podía ir a visitar en la mañana y en algunos
momento tampoco pude ir por qué yo también me volví a enfermar, fue un
momento muy difícil pero, mi hermana nos pinchó medicamentos y entramos en
tratamiento lo cual nos ayudó a recuperarnos y así salimos adelante actualmente
estamos pasando clases virtuales mis padres se hicieron pinchar y mi hermana se
fue a vivir con su esposo y sus hijos lejos, ahora yo cuido de mis padres en casa y
trato de animarles para que no extrañen a sus nietos porque ellos los criaron y fue
una etapa difícil cuando se fueron, yo estoy en mi último año de la universidad y
espero que este año acabe todo y podamos visitar a mis familiares que están lejos
y compartir un momento en familia”. (Luis. 2021)

El panorama era lúgubre y sombrío, como si de una película del holocausto se


tratara, gente muriendo en las calles si nos es por la enfermedad es por
desnutrición, el estar encerrados ya desquiciaba a varias personas al punto de
desencadenar en las familias toda esa frustración, ira y locura.

Se escuchaba por la televisión casos de padres de familia que arremetían con sus
hijos o esposas con violencia hasta el punto de matar por problemas que tenían y
sumados a la carga de la pandemia, y otras más personas que desidian terminar
con su vida.

Para el mes de octubre del 2020, los casos seguían en aumento, y por las
regiones se contaba con varios casos, cada persona contaba con al menos un
familiar o conocido que se haya contagiado.

El estar enfermo no solo afecta a una persona también afecta en varios factores a
los familiares cercanos, dos de las personas cuentan en sus palabras lo vivido y
lo difícil que es enfermarse.

“mi nombre es Mayra Esther Rojas Tengo 22 años soy de Llallagua.

A finales del año 2020 empecé a sentirme mal tuve poco apetito, lo que comía
devolvía, sentía escalofríos, debido a la temporada creí que era un resfriado
común

Estaba así por casi una semana, luego empecé a sentir fiebre, y una dificultad al
respirar, dolor en el pecho cuando respiraba profundo.

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Mi madre que es personal de salud me hizo dos pruebas de covid (una por la nariz
y la otra con sangre) ambas salieron negativas, pero los malestares seguían, mi
madre me inyectó metamizol (para bajar la fiebre) y funcionó, luego me llevo al
hospital.

Ahí me pusieron suero debido a que perdí bastantes vitaminas en la semana que
no me alimente bien, me tuvieron en observación, me hicieron nuevamente la
prueba del covid antigenonasal (salió negativa), se me hizo sacar rayos X, ya al
ver los resultados los doctores dijeron que era una pulmonía, en los rayos X se
veía que mi pulmón estaba dañado.

Ahí decidieron internamente, puesto que mi situación era dificultosa, entre a


internación con bajo peso.

Ahí ya me explicaron que fui una persona que tuvo coronavirus como 3 o 4 veces
y que fui asintomática, y lo que empecé a sentir era por las secuelas de esas
veces que tuve coronavirus.

En el hospital me tuvieron internada por varios días, en los que me inyectaron


bastantes medicamentos para que pudiere recuperarme, también se me puso
oxigeno por corto tiempo, me pusieron medicamentos antes de cada comida
(desayuno, almuerzo y cena), esto para que pueda comer sin tener nauseas, se
me inyecto dexametazona, amikacina, ceftriaxona, vitamina C, completo B,
omeprazol y ranitidina, varios de estos medicamentos son medidas extremas que
se toman cuando el paciente ya está bastante mal.

Mi alta la pedí, ya que al estar internada era incómodo, no aguantaba pero como
estaba mejorando me la dieron. En casa mi madre me administraba las
inyecciones que faltaban También me dieron un jarabe para la tos.

Las recomendaciones de la médico fueron que me cuidé en todo momento y que


me abrigue, puesto que si me daba una recaída sería fatal para mí”. (Mayra,
2021).

“Mi nombre es Marco Dimitri Rodríguez soy docente en la Universidad Siglo XX. El
24 de marzo junto con algunos colegas que estaban enfermando, y yo al tener
contacto directo con los docentes que estaban enfermos con covid confirmados y
tras tener síntomas de resfrió fui a realizar la prueba de covid, en el hospital del
seguro universitario, de ahí me trasladaron al hospital de Oruro donde empeore
considerablemente a tal punto que no podía respirar y tuve que entrar en terapia
intensiva donde me insertaron tubos directo por mi garganta para que yo pudiera
respirar ya que se me tapaba o cortaba la respiración.

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La mayor parte que estaba en el hospital lo pase inconsciente o dormido por el
estado en que me encontraba, mis familiares mis hijos mi esposa, fue lo más triste
al verlos a ellos con lágrimas en los ojos llorando varias veces, estuve gran
tiempo hospitalizado y aún sigo en recuperación de mi estado ya que cuando
estaba en el hospital, no podía hacer nada incluso baje de peso,

Yo pesaba casi 92 kg y ahora me encuentro por los 70 kg, y por el tiempo que
estuve en cama ahora apenas puedo caminar con dificultad, durante un tiempo
aun no pude ver a mi familia porque estaban en aislamiento, agradezco a dios
que ellos no se hayan enfermado.

El tiempo que estuve hospitalizado, pocas veces veía a mi familia por el


aislamiento que estuve y por el estado que me encontraba, en cuanto a la
atención de la clínica en ocasiones había ausencia de personal por la crisis y que
además para el grado de estado que me encontraba el tratamiento es costoso y
eso digo porque aun a estas fechas sigo pagando la factura del hospital, yo tengo
un laboratorio de suelos y tuve que vender algunos de mis equipos y los equipos
para estudio de suelos son costosos como alrededor de 35 mil, ahora imagínense
cuanto salió la factura del hospital, en ocasiónes los estudiante de la carrera
realizaron actividades para ayudarme económicamente, eso fue uno de los gestos
que me mantuvo adelante porque deprimirse en mi estado que me encontraba era
fácil y sufría recaídas, con apoyo pude salir de la situación, el dinero era un factor
preocupante para todo mi entorno de como vamos a conseguir y todo lo demás.

Salí de alta un día martes 25 de mayo, aun en estado de recuperación pero sin la
enfermedad es bueno estar en mi cama descansando el hospital era algo amargo
triste pero en mi casa me siento tranquilo alegre, y ya es tiempo de proseguir con
mi vida normal realizar mi trabajo, varios necesitan de mi ayuda porque estoy
asesorando a varios de los chicos de la carrera con su tesis, por el tiempo que
estaba en el hospital ellos también se perjudicaron. Lo importante es cuidarse con
las medidas que nos piden para no pasar por lo que yo pase”. (Marco, 2021).

Las circunstancias no permitían enfermarse de cualquier mal por muy pequeño


que sea, ya que esto podía agravarse por la vulnerabilidad del cuerpo, la opción
de ir al hospital significaba contagio seguro, y al ver personas muriendo en las
calles por falta de atención médica y con los hospitales repletos al punto de dormir
en el suelo para conseguir una atención, las personas se vieron envueltos en un
temor que deprimía a cualquier, claro que esto no era culpa del personal de salud,
las trabajadoras, médicos y enfermeras hacían su mejor esfuerzo para luchar en
primera línea contra la pandemia, solo que la deficiencia de las infraestructuras
hospitalarias y pocos insumos y medicamentos agravaba mas la dificultad.

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El personal de salud es ahora como soldados que están en las trincheras
batallando contra el enemigo, arriesgando sus vidas en la línea principal, cara a
cara con la enfermedad.

A veces las personas aún no comprenden lo difícil que es ser soldado, porque
aunque no lo parezca esta pandemia es una guerra mundial, con la diferencia que
ahora no es un país ni una persona el enemigo, sino algo mucho más fuerte más
inteligente y con más recursos.

Las personas que se encuentran en línea directa de fuego con el enemigo son las
y los trabajadores del área de salud y como en toda guerra les toca ver lo peor.

Silvia En sus palabras nos cuenta la experiencia que es estar al frente.

“Mi nombre es Silvia C. Y. soy trabajadora de salud, La pandemia nos afectó a


todos, muchos perdieron a sus familias, lo más deprimente es que como personal
de salud nos tocó ver personas fallecer sin despedirse de sus seres queridos,
algunos llegaron a terapias intensivas dónde estuvieron más de un mes, se hizo
todo lo posible pero la mayoría no lograron salir, nos toca ver a familias
desesperadas por sus seres queridos que se encuentran internados, el no poder
verlos ni tocarlo. Muchos se paran a fuera del hospital y los pueden ver de las
ventanas.

Ayer me tocó ver una señora que en menos de dos horas se apagó como se
pagan las velas se fue y no había ni un familiar a lado, nadie pudo despedirse lo
peor no podrán verla ya que los protocolos indican que todo paciente fallecido por
Covid 19 debe salir embalado.

Se trató de concientizar a las personas sobre el uso de mascarillas y lavados de


mano pero no todos colaboran y la cadena de trasmisión es más rápida lo peor de
esta enfermedad es que deja familias incompletas, muchos como personal de
salud tememos por nuestras familias porque nosotros podemos ser portadores
asintomáticos así como muchas personas, si bien no es fuerte como a otros afecta
puede ser letal, para otros puede afectar con mucha fuerza a nuestros padres y
hermanos.

Me tocó vivirlo, di positivo en enero la segunda ola, no me preocupe por mí, el


mayor temor fue de mis familiares pedía a Dios me la proteja.

No debemos bajar la guardia los hospitales están colapsados a algunos se los


está tratando en sus casas la desesperación es enorme los medicamentos
cuestan caros los pacientes sufren delante nuestro, se hace lo que se puede
algunos logran recuperarse y otros pierden la batalla.

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Más aun con estás sepas hay niños internados, ayer un niño de 12 años internado
su madre internada y otro de 16 años en terapia intensiva cuán grande será el
dolor y desesperación de esa familia, nos toca ver cada caso el corazón se nos
vuelve tan pequeño y duele ver esta situación. Personas jóvenes están cayendo y
nos debe llamar la atención.

La vacuna evita complicaciones severas eso no quiere decir que una personas
vacunada no puede infectarse, claro que puede infectarse y contagiar a su
entorno. No bajemos la guardia”. (Silvia, 2021).

Siempre que miremos el pasado tiene que ser motivo de reflexión y aprendizaje,
ninguna persona es igual a la otra cada uno tiene distintas formas de vivir, pero los
sentimientos lo compartimos todos juntos de distintas formas de afrontar la
pandemia.

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CONCLUCIONES

Como personas estamos acostumbrados a competir entre nosotros mismo, no nos


damos cuenta de las cosas valiosas que tenemos, solo cuando pasa algún peligro
que amenaza con quitarnos todo lo valioso que tenemos, damos cuenta que tan
ricos somos, y que el deber como ciudadanos de una población es la contribución
para con los demás.

Una sociedad unida, donde todos ayudan a los demás es la sociedad ideal donde
no exista la envidia ni el rencor.

Ahora tenemos conocimiento de cómo se siente un ave enjaulada, y en el


momento de enfermar sentir lo que se siente estar en cautiverio, apartado de tus
seres queridos en un lugar donde se siente la muerte y en cualquier minuto poder
pasar a un diferente plano existencial.

El estar acostumbrados a una forma de vida y de la noche a la mañana pasar a


otra mucho más distinta y más esforzada, dándonos cuenta que tan sacrificado es
el llevar grandes cargas familiares, obligando a los más joven a madurar en corto
tiempo, sabiendo que la familia es lo más importante en tu vida que sin ella
seriamos personas tristes e infelices.

En esta actualidad los jóvenes contamos casi con todas las comodidades, lo que
implica que ya no nos esforzamos tanto para conseguir las cosas que queremos,
en esta realidad él ahora nos dimos cuenta de las capacidades que podemos
tener si nos esforzamos mucho más de lo que lo hacemos.

La pandemia no enseño a conocernos realmente como somos, solo en casos


críticos en grandes problemas es donde la persona saca su verdadero ser.

Para poder proseguir con nuestro futuro, tenemos que empezar a dejar el pasado
atrás pero recordando lo aprendido, en un mudo materialista nos dimos cuenta
que de nada nos sirve todo la riqueza material acumulado si pierdes familias.

Empecemos de pensar egoístamente, porque las acciones que realizamos tan


bien puede afectar e nuestro entorno, el ser descuidado con la protección de
bioseguridad, afecta tan bien a las personas que día a día te encuentras y así
arriesgas sus vidas

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ANEXOS

IMAGEN 1.
Fotografía de Jose Alberto Oporto Zeballos, tomada en el momento de la
entrevista. Fuente: fotografía propia del autor

IMAGEN 2.

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Fotografía del campamento la Salvadora, sector de los ingenios para concentrado
de mineral, sin trabajadores por cuarentena. Fuente: fotografía propia del autor

IMAGEN 3.
Fotografía del campamento la salvadora, después de levantarse las restricciones,
con algunos trabajadores. Fuente: fotografía propia del autor

IMAGEN 4.

20
Fotografía de una familia levantada la bandera blanca de hambre. Fuente:
fotografía de Yuri F. Torres

IMAGEN 5.
Fotografía del frontis de la iglesia asunción, desierta por motivos de la cuarentena.
Fuente: fotografía propia del autor

IMAGEN 6.

21
Fotografía del tío de Luis, en el momento saliendo de alta médica, superado el
covid. Fuente: fotografía de Luis.

IMAGEN 7.
Fotografía de Silvia junto con las demás trabajadoras del área salud. Fuente:
fotografía propia del autor

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REFERENCIAS

1. Wang, C., Horby, P. W., Hayden, F. G., & Gao, A novel coronavirus
outbreak of global health concern. . 2020, URL doi:10.1016/s0140-
6736(20)30185-9
2. Who.int. World Health Organisation. 2020,
URL https://www.who.int/csr/don/12-january-2020-novel-coronavirus-
china/en/
3. Who.int. Transcripto de conferencia de la OMS del 11 de marzo. 2020,
URL https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/transcripts/who-
audio-emergencies-coronavirus-press-conference-full-and-final-
11mar2020.pdf?sfvrsn=cb432bb3_2
4. Anival, Cruz. Reporte de casos de coronavirus, Ministerio de salud y
deportes. Bolivia. 2020
5. Jose, A. O. Z., Entrevista personal, Llallagua, 2021.
6. Luis, L. V., Entrevista personal, Llallagua, 2021.
7. Mayra, E. R. Entrevista personal. Llallagua, 2021.
8. Marco, D. R. entrevista personal, Llallagua, 2021.
9. Silvia C. Y. Entrevista personal. Llallagua, 2021.

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