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Transferencia y amor
Ludwig Jekels – Edmund Bergler
(1. Traducción del alemán – Haydeé Heinrich)
Como prueba de esto nos servirá de guía el hecho que, según las
concepciones psicoanalíticas reinantes, el sentimiento de culpa y de
la angustia corresponden respectivamente a no ser amado por el
superyó y a la angustia ante la pérdida de amor. Lo que nos lleva
directamente al problema del amor. Pero a efectos de poder
iluminar este fenómeno en toda su esencia psicológica, nos parece
ineludible dedicarnos primero al problema del superyó.
objeto de la etapa oral, sino ante todo y tanto más para aquellas de
la etapa anal-sádica, las que incluso son difícilmente diferenciables
del odio, mientras que recién se podría hablar de amor cuando la
relación del Yo total con los objetos se nutre de la organización
genital de la libido ya establecida, está ligada indisolublemente a la
organización genital, estaría condicionada por esta y conformada en
oposición al odio.
Estos son descubrimientos no solo asegurados, sino difícilmente
perturbables, a los que hoy se puede dar el valor de axiomas
analíticos. La única duda que podría caber sería en cuanto a la
completud de esta explicación. Esta podría apoyarse en que en la
época de aquella tentativa freudiana aún no existía ninguna de sus
dos quizás más grandes concepciones, ente todo el concepto de los
dos poderes que dominan lo anímico, Eros y Thanatos, pero
tampoco la estructuración metapsicológica de la personalidad.
Al estudiar el Superyó hemos esbozado la lucha de las dos
pulsiones originarias y opinamos que también el amor es la
expresión de esta lucha. Y que también aquí se trata de desarmar al
Demonio, arrebatándole el instrumento de tortura —el Ideal del Yo
— y asociando la energía indiferente del Ideal del Yo a la tendencia
erótica (Strebung). De aquí la a menudo sorprendente similitud
entre el amor en su estadio agudo y el ánimo elevado del maníaco,
y su indudable parentesco psicológico. Solo que aquí se utiliza un
método distinto para desarmar al Demonio: ya que allí donde la
manía le quitaba el arma al Demonio mediante agresión, en el amor
se lo vuelve impotente proyectando el Ideal del Yo sobre el objeto.
Ya que esta situación significa el estado ideal siempre anhelado:
que no exista ningún tipo de tensión entre el Yo y el Ideal del Yo.
Adelantemos que, de acuerdo a nuestra opinión, la búsqueda del
amor tiene como condición ineludible una cierta tensión entre Yo e
Ideal del Yo. El amor tiene para el Yo el significado y el valor de una
demostración “irrebatible” de que este estado intolerable, la tensión
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V. La ficción autárquica
Notas