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Como realidad que afecta al orden de la fe y de la vida cristiana, el matrimonio es objeto de la acción magisterial y

disciplinar de la Iglesia, se siente en el derecho y en el deber de intervenir en aquellas cuestiones que afectan a las
verdades y realidades de la historia de la salvación.

En cuanto fiesta y ceremonia pública que reviste en todas las culturas gran solemnidad y tiene cierto carácter sagrado,
hasta convertirse en una celebración litúrgica.

En cuanto asunto que afecta a la conciencia humana y religiosa y a la conducta social de los creyentes y requiere una
normativa ética y una regulación jurídica, le compete pues, lo moral y el derecho.

El matrimonio es una realidad de vida cristiana que atañe a las relaciones privadas y públicas de la pareja y a las funciones
de la institución familiar

Por lo anterior es un tema de interés de la pastoral

Celebración cristiana del matrimonio

En un principio el matrimonio de los cristianos no exige especiales formalidades, sino que se atiene a los usos y normas
vigentes. La atención de la Iglesia se reduce a garantizar que el matrimonio se celebre de acuerdo con la fe y la moral
cristianas

Posteriormente le dará especial importancia a dos aspectos:

1. El que se refiere al hecho de que los cristianos contraen matrimonio


2. El que afecta a las circunstancias en qué los cristianos celebran su unión matrimonial

Testimonios de ello: san Ambrosio: nuptias non concubitus sed consensus facit (Los contrayentes cristianos se hacen
esposos mediante el mutuo consentimiento, acto que tiene lugar en la celebración de las bodas y qué va Unido a otras
costumbres írrito simbólicos mediante los cuales se expresa el ingreso de la novia en la casa del novio)

El derecho romano reconoce también la validez de la promesa del matrimonio o petición de mano de la novia, con la
entrega del anillo, signo del compromiso matrimonial, colocado en el dedo anular de la mano izquierda.

Entra a las tradiciones romanas la novia bestia platónica recta, llevaba en su cabeza 1 kr de flores y se cubría con el velo
rojo conocido como flameum.

La prim era parte de la fiesta terminaba con un banquete que tenía lugar en casa del padre de la novia Una vez que la
novia era conducida a casa del esposo, tenía lugar la segunda parte de la ceremonia

Los cristianos en general siguen estas costumbres, pero añaden otras ceremonias religiosas cómo la imposición del velo a
los novios rito que va unido a la bendición nupcial

Código Justiniano: pretende solemnizar el matrimonio, al ser testificado frente al obispo y en presencia de cuatro clérigos
(testigos), dejando constancia de los nombres de los contrayentes y del día y lugar en qué se celebra el matrimonio

En el siglo X, es cuando los contrayentes tienen que expresar su voluntad de vivir como esposos en el templo

El matrimonio como realidad moral, social y jurídica.

Los cristianos saben que el matrimonio debe ir conforme a la Ley de Dios y con la moral evangélica.

Al principio. ocurre que la Iglesia no dispone de una normativa propia que ordene la praxis matrimonial, con las
situaciones y las circunstancias particulares que se van presentando en de los cristianos las que determinan que los
responsables de las comunidades creyentes, vayan adoptado las normas necesarias para el vuelo ordenamiento de la
institución matrimonial
Además de la enseñanza bíblica cristiana, los cristianos cuentan con las normas y tradiciones propias de las culturas en las
que están integrados como los judíos, los griegos y los romanos.

Una de las primeras apremiantes tocante al sacramento del matrimonio, es determinar si la unión conyugal es indisoluble
La legislación judía rechaza algunas uniones entre parientes cercanos que eran admitidos por el derecho romano. Esto crea
una especial problemática en relación con el divorcio en las comunidades judeocristianas

Otra cuestión que suscita polémica entre los primeros cristianos es lo que se refiere al segundo matrimonio, contraído
después de haber fallecido el primer consorte.
Cuánto es la licitud matrimonio contraído por un cristiano con una persona no bautizada, los Padres y concilios
manifiestan su oposición.

También se trata el problema de si es posible separarse de su mujer, los concilios señalan duramente a aquellos que,
separados de su mujer, se vuelven a casar.
Dante los siglos VI al VIII la legislación eclesiástica se enfrenta graves problemas sociales, como el incesto o el rapto, y a
las separaciones matrimoniales o nuevas uniones de los esposos divorciados.

Durante la época carolingia hay una estrecha relación entre el poder secular en la Iglesia. El derecho civil se hace auxiliar
de la legislación conciliar pontificia.

En la Edad Media se defiende la insolubilidad del matrimonio.

Lentamente se va afianzando la idea que, además del consentimiento, se requiere la cópula para que el matrimonio de va a
ser considerado totalmente indisoluble.

La conducta practica de la Iglesia oriental, en lo que se refiere a la disciplina y el derecho patrimonial, sea tiene en general
a lo establecido en la legislación civil.

Qué código de Justimano reconoce en determinados casos el divorcio, especialmente en el adultero.

El matrimonio en el magisterio y en la predicación de la Iglesia.

La palabra y los escritos de los predicadores del Evangelio, solo una fuente de información de suma importancia para el
matrimonio durante la escolástica.

El matrimonio cómo sacramento no aparece de forma expresa sino hasta el siglo XII, como el concilio II del Lyon

El Concilio de Florencia exponía con amplitud la enseñanza escolástica sobre el sacramento del matrimonio. El
matrimonio según el derecho pro armenis, es el séptimo sacramento, signo de la Unión de Cristo y la Iglesia.

El Papa Gregorio Magno defiende el principio de la unión indisoluble del matrimonio ante los distintos casos que se le
plantean.
San Isidoro recopila y ordena con mano maestra el acervo cultural de la tradición cristiana sobre el matrimonio

Podemos ver cómo para los cristianos y para la Iglesia el matrimonio constituye desde un principio un hecho de vida que
tiene especiales consecuencias y exigencias en el plano de la fe y de la vida cristiana.
En un principio la Iglesia no interviene propiamente en la celebración del matrimonio de los cristianos, pero buscan tener
conocimiento de la decisión tomada por sus hijos de contraer matrimonio

Esto tiene una doble importancia:


1. El matrimonio está llamado a cumplir la voluntad divina de que crezca la familia humana y de que la pareja se
ayuda mutuamente
2. La unión que el matrimonio crea entre los esposos tiene un carácter sangrado e irrevocable.

Con el tiempo la Iglesia presta una atención cada vez mayor a la celebración del matrimonio y sobre todo a la defensa de
la dignidad del mismo y de las exigencias murales que él se derivan.

El crecimiento en la intervención de la Iglesia conforme al sacramento del matrimonio, fue por la combinación entre la
Iglesia y el Estado.

Tanto en el campo de la liturgia como del derecho, la presencia de la Iglesia se hace cada vez más extensa y tiende a
abarcar los diversos aspectos celebrativos, jurídicos y sociales de la realidad matrimonial.

La creciente atención que se presta a lo largo de la edad media conforme el matrimonio parte del supuesto de que la unión
matrimonial es una realidad que tiene que ver con la fe cristiana, con la gracia del bautizado, con el amor de Cristo y con
la misión de la Iglesia.

El tema de la sacra mentalidad del matrimonio surge en el siglo XII, momento en el que se desarrolla la teología
escolástica de los sacramentos. Pero la consideración del matrimonio cómo realidad sagrada, que tienen los fines propios,
que producen los efectos irrevocables en los creyentes, que debe ser asumida de acuerdo con unas exigencias morales
objetivas, que es bendecido por Dios y santificada por Jesucristo, inspira constantemente la reflexión de la reflexión
cristiana.

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