ISAIAS 11;1-10

Queridos hnos el objetivo del adviento es prepararse para recibir a Jesucristo, de eso es de lo
que se trata, recibirlo sobre todo con hambre de su palabra, recibirlo con ansias de su dulce
amor, recibirlo desde la conciencia de nuestras necesidades no hay que tener miedo de decirle
al señor, esto es todo lo que tengo señor. El adviento es un tiempo que nos rejuvenece. Pero
algo lamentable que sucede actualmente en nuestra sociedad es que el adviento ya casi no
existe entonces ha quedado solamente la navidad, como una fecha en la cual sólo se reparten
regalos y una cena esto se limita a ser algo vacío. Y entonces la Navidad desaparece porque
primeramente desapareció el adviento!

Es por eso que el adviento nos presenta textos muy hermosos por ejemplo de Isaias, donde se
cuenta como se cumplirá lo que Dios promete, donde nos muestra el perfil del Mesías y esto
es para que volvamos a sentir hambre de Jesús, eso es para que recuperemos lo mas hermoso
de nuestros corazones, si nosotros recuperamos el adviento recuperaremos eso que dice en el
evangelio “Al que llama se le abrirá, y al que pide y se le dará” cuando lleguemos a esto la
Navidad se vuelve algo de las entrañas y no algo meramente superficial, entonces para
recuperar la Navidad hay que recuperar el Adviento.

En esta parte de la lectura donde dice El lobo habitará con el cordero, el puma …. el Profeta
Isaías no nos está hablando de animales como tal, Isaias nos está hablando de corazones, de
como el corazón cambia con la llegada del Mesías. Aquellas bestias feroces cambian con la
llegada del Mesías. Yo puedo ser ese lobo y ese Cordero mi prójimo al cual trato mal o usted
ese puma. Entonces Ese brote que surgirá, es Jesús y en el todo empieza de nuevo y en el
estamos invitados a una vida nueva, tenemos que tomar en serio las palabras de San Pablo en
Romanos 12;2 “TRANSFORMENSE a partir de la renovación de sus mentes” tengo que
aprender a amar de otro modo a vivir de otro modo, a hablar de otro modo y nuestro maestro
que es Jesús nos muestra durante este tiempo como debemos transformarnos, entonces el
adviento es centrarse en la figura de Jesucristo, es recibirlo como el comienzo de una vida
nueva, el es nuestro verdadero comienzo.