Está en la página 1de 3

Tractatus, resumen. Parte Valentín Mijoevich.

4.241- 4.243: Wittgenstein considera, o al menos pareciera considerar, que las expresiones
que involucran la identidad, del estilo “c=b”, no son informativas con resepecto al
significado de los términos (4.242): al declararlas adminículos de la representación cabe
preguntar si se trata de expresiones meramente aclaratorias, o si son informativas, aunque
de una manera mínima, y no esencial. Se trata de casos ilustres ya que son estos casos con
los que Frege comienza su texto Sobre sentido y referencia: “el lucero Vespertino” y “el
lucero Matutino”, donde se trata de términos que co-refieren, o tienen la misma referencia,
para Frege son informativos, manteniendo la referencia, pero variando el sentido. Para
Wittgenstein se trataría, a lo sumo, de una definición, una regla signica (y no un signo ni
una proposición elemental, por 4.243), donde se establece que los dos términos c y b son
intercambiables. Es imposible comprender el significado de un nombre, si no se sabe el
significado completo, que equivaldría a saber los casos tratados. Así, comprender el
nombre Venus, por ejemplo, equivale a conocer que lucero Vespertino y Lucero matutino
entran en su significado.
4.25- 4.26: por 4.26, sabemos qué es una descripción del mundo: se trata de una
descripción donde queden especificadas todas las proposiciones elementales, a la que se le
suma la especificación de cuáles de estas proposiciones son verdaderas, y cuáles son las
falsas. Por 4.25: si una proposición elemental es verdadera, el estado de cosas (figurado,
representado…) tiene que darse, y se da efectivamente; caso contrario, se trata de una
proposición elemental falsa.
4.27-4.28: Se introduce una fórmula para expresar la combinación de los posibles darse o
no darse efectivo de los estados de cosas expresados por las proposiciones. Se trata de los
Estados Kn que son la sumatoria del darse o no darse efectivo de los estados de cosas a los
que debe corresponder (por 4.28) tanto los valores de verdad como los de falsedad, y su
combinación, de las n proposiciones elementales.
4.3- 4.31: introduce la denominación de posibilidades veritativas (de las proposiciones
elementales) y las tablas de verdad.
4.4- 4.411: se afirma que la proposición expresa la coincidencia y la no- coincidencia con
las posibilidades veritativas de las proposiciones elementales. 4.1 afirma que las
condiciones de verdad de las proposiciones son las posibilidades veritativas de las
proposiciones elementales. 4.111: dependencia analítica (creo) de los esquemas
proposicionales generales respecto de las proposiciones elementales, es decir, que los
esquemas proposicionales generales y complejos son analizables, reducibles, y el
significado de los mismos depende de la comprensión de las proposiciones elementales.
4.42- 4.441: Se introducen las Ln posibilidades, que son las sumatorias de los Kn. Ln
expresa la coincidencia o no- coincidencia de una proposición con las posibilidades
veritativas de n proposiciones elementales. 4.43: Si hay coincidencia, se adscribe el signo V
al esquema; en caso contrario, no se adscribe nada. 4.431-4.441: La verdad y la falsedad no
son objetos (como sí postulaba Frege): no existen objetos lógicos. La proposición, afirma,
expresa, o es la expresión de, sus condiciones veritativas (y no un nombre de sus valores de
verdad). {No comprendo bien la crítica a Frege, en el contexto: si lo verdadero y lo falso
fuese como Frege afirma, entonces –p (o, no-p) no tendría un sentido determinado}. Estas
consideraciones llevan a Wittgenstein a afirmar que (por 4.44), el signo que surge del
distintivo “verdadero” que adjuntemos al esquema proposicional (4.43 de arriba) en
correlación respecto de las posibilidades veritativas es un signo proposicional, y no otra
cosa; una proposición no declara en sí misma si es verdadera.
4.5- 4.665: Se expresa la correspondencia siguiente: para n proposiciones elementales
existen Ln grupos posibles (estos grupos pueden ser ordenados en una serie) de condiciones
veritativas. 4.6 (hasta 4.661): caracterización de dos casos extremos de los grupos posibles
Ln: el de la tautología (aquel grupo en el cual la proposición es verdadera para todas las
posibilidades veritativas de las proposiciones elementales) y el de la contradicción (aquel
en el cual es falsa, para todas las posibilidades etc). Así: estos dos grupos no dicen nada (no
tienen sentido), al ser incondicionalmente verdadera la tautología; al no ser verdadera
nunca, la contradicción (4.461). La tautología, al permitir cualquier estado de cosas (y
agrega: las relaciones representativas, o, condiciones de coincidencia con el mundo, se
neutralizan entre sí, lo que significa que la tautología no tiene relación representativa
alguna con la realidad); y la contradicción al no permitir ninguno, se sigue que estos dos
grupos no son figuras de la realidad: no representan nada (4.462). Sin embargo, no son
absurdas (es decir, sin-sentido y absurdo no son nociones equivalentes); pertenecen al
simbolismo (4.4611). Así, establece la siguiente tríada para las tautologías, las
proposiciones y las contradicciones: La verdad de las primeras son ciertas (la certeza, en
otros términos); la de las segundas, posibles; las terceras, imposibles. Por último, el
producto lógico (¿la conjunción?) de una proposición y una tautología dice lo mismo que la
proposición (4.465): Pregunta, ¿esto es irrestricto? Es decir, ¿se trata del producto lógico
de cualquier proposición (ejemplo: yo, quién escribe, existo en este momento) con el
producto lógico de cualquier tautología (O es de día o es de noche)?
4.466-4.4661: Se establece la correspondencia entre conexión lógica de signos con la
conexión lógica de significados. Hay conexión arbitraria cualquiera cuando hay signos
inconexos. La tautología y la contradicción son los casos límites de conexión sígnica,
donde Wittgenstein hace equivaler esto a la disolución de la misma. Que los signos, en la
contradicción y en la tautología, estén unidos unos a otros, o, en otros términos, que los
signos de las contradicciones y las tautologías estén en relación mutua no implica nada: son
relaciones sin sentido, inesenciales (por 4.4661)
4.5- 4.53: Se expresa la posibilidad de expresar lo que Wittgenstein denomina la forma
más general de la proposición. Afirma: bajo esta forma puede darse 1) una descripción de
las proposiciones de cualquier lenguaje sígnico, 2) dado lo anterior, se puede dar una
correspondencia unívoca entre sentido y símbolo: es decir, se puede realizar que un símbolo
exprese uno, y solo un, sentido (y, viceversa, que un sentido pueda ser expresado por un, y
solo un, símbolo). A lo que agrega como condición: la elección adecuada de los
significados de los nombres. Como prueba de la existencia de esta forma general, pone: que
no puede haber proposición cuya forma no hubiera podido ser prevista (es decir, ¿que
podemos entender una proposición que nunca hayamos ni formulado ni escuchado antes?
¿a estas proposiciones se refiere con la previsión?). Forma general: las cosas se
comportan de tal y cual modo. 4.51: Dadas todas las proposiciones elementales, se podrían
formar todas las otras proposiciones, y vendrían delimitadas así (no comprendo a qué
refiere con el modo de delimitación: ¿sería la combinación de proposiciones elementales, o
la reducción de toda proposición compleja a proposiciones elementales?) Todo aquello que
se sigue de la totalidad de las proposiciones elementales son (¿constituyen, generan,
implican?) las proposiciones: puede decirse, todas las proposiciones no son sino
generalizaciones de las proposiciones elementales.
4.53: la forma general de la proposición es una variable.

También podría gustarte