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Unidad 3

CUMPLIMIENTO DIRECTO. INTRODUCCIÓN


Cualquiera sea la fuente, el derecho de crédito, tiene por efecto fundamentalmente
el de proveer al acreedor de los medios de constreñir al deudor a cumplir la prestación
debida.
Un estudio de la teoría general de los efectos de la obligación debe vincularse
necesariamente a todo el conjunto de fenómenos jurídicos relacionados con las
consecuencias que surjan de la relación obligatoria, es decir, del nexo jurídico entre
acreedor y deudor.
El ordenamiento jurídico protege el derecho de crédito con un sistema no solo de
acciones que confieren al acreedor potestades que lo autorizan a reclamar por vías
judiciales el cobro de guaraníes sino de facultades y medidas enderezadas a evitar que
dichas acciones se tornen puramente ilusorias, como sería el caso de que un acreedor
pudiera demandar a su deudor y éste se encontrara en situación de insolvencia
patrimonial que habría podido haberse evitado.
Debe evitar pensarse que en este sistema de protección al derecho de crédito está
en juego sólo el interés particular del acreedor. En ese sistema de protección a dicho
derecho está el Interés de toda la sociedad que organiza los institutos y figuras jurídicas
que confieren su real consistencia al derecho del acreedor.
Con frecuencia la doctrina ha estudiado muy dispersamente, institutos jurídicos
estrechamente vinculados entre sí. cuyas relaciones no han sido debidamente Puestas en
relieve. Se impone pues, una revisión de los efectos de la obligación en su conjunto.
El sistema de normas al cual hacemos referencia se constituye con disposiciones
que confieren acciones al acreedor para la satisfacción de su crédito (C. Civil arts. 420 y
concordantes): medidas que le son conferidas para la tutela o protección de su crédito
(c. Civil arts. 430,305 al 310, 311 al 317,434.445 y concordantes) y disposiciones
formadas en torno a obligaciones desprovistas de acción (denominadas en el Código de
Vélez, obligaciones naturales). artículos 1820 y concordantes del C. Civil.

• Dichos efectos pueden referirse a 4 órdenes diferentes:


a- Ejecución Directa de la Obligación: (in especie o in naturaleza), sea que la
ejecución se cumpla voluntaria o forzadamente; sea que ella se ejecute por el deudor o
por un tercero. Da lugar a la teoría del cumplimiento.
b- Ejecución Indirecta de la Obligación: (ejecución por equivalente en numerario
o bajo la forma de indemnización por daños). cuando se da el supuesto de falta de
cumplimiento. Da lugar a la teoría del cumplimiento por equivalente o indemnización
de daños.
c- Medios y Medidas: concedidos al acreedor para la tutela del crédito. Da lugar a
la teoría de la tutela del crédito.
d- Estudio de aquellas obligaciones que carecen de los efectos normales de las
obligaciones que son las obligaciones naturales o imperfectas. Da lugar a la teoría de las
obligaciones imperfectas.
Bien vale dejar claro que la obligación faculta al acreedor a obtener la satisfacción
de su crédito (artículo 505 del C. Civil).
Siendo la obligación un juris vinculum, ella provee al acreedor de los medios
necesarios para lograr la satisfacción del crédito que le es debido. Esos medios son
llamados aciones de ejecución y a través de ellos el acreedor puede obtener la
satisfacción de su crédito, ya sea de una manera directa o indirecta.
En las directas, el acreedor obtiene de la persona del deudor o de un tercero, a
costa del deudor, la prestación debida.
En las indirectas, el acreedor recibe una compensación económica, que sustituye a
la prestación debida o le resarce del daño sufrido, sea por retardo en el cumplimiento de
la prestación (mora). sea por el perjuicio ocasionado por culpa intencional (dolo), o no
intencional (culpa propiamente dicha, imprudencia o negligencia).

CUMPLIMIENTO DIRECTO.
En este caso se habla del cumplimiento in natura o en especie de la obligación. La
ejecución puede ser voluntaria o forzosa.
De ordinario las obligaciones se ejecutan o cumplen voluntariamente, sin
necesidad de acción alguna del acreedor. Al cumplirse de esta manera, las obligaciones
se extinguen o mueren, suele decirse, de muerte natural.
El deudor debe cumplir la obligación en época y de la manera debida (artículos
557 y 561 del C. Civil). Si se demora, se encuentra en mora (artículo 424 del C. Civil) y
este estado entraña para el consecuencias jurídicas diversas (artículos 450 del C. Civil).
Si se persistiera en esta situación el acreedor estaría facultado a exigir el cumplimiento
de la prestación que le es debida por la vía de los órganos jurisdiccionales del Estado
Ante la acción del acreedor el órgano jurisdiccional habrá de constatar el derecho
que asiste al peticionante. y una vez justificado éste, pondrá toda la fuerza o el imperio
que le presta el Estado a favor del accionante, a fin de procurarle la ejecución efectiva.
La ejecución tenderá primeramente a que la prestación se cumpla directamente, es
decir en especie, sea que la ejecute el deudor, sea que la ejecute un tercero. Solo cuando
ello no es posible corresponderá al acreedor obtener el cumplimiento indirecto o por
equivalente (indemnización por daños).

EJECUCION POR EL DEUDOR: DAR - HACER - NO HACER


La ejecución forzosa por el deudora presenta determinadas variantes, según sé
trate de obligaciones de dar, hacer y de no hacer.

EN LAS OBLIGACIONES DE DAR:


El deber de conducta que recae sobre el deudor le impone la necesidad de
desprenderse de un bien para entregárselo al acreedor, a titulo diverso según las
circunstancias (Ej.: para transferirle el dominio, para transferirle la tenencia, o para
restituirle al propietario algo que le pertenece y que el deudor detenta como mero
depositario o consignatario).
En este tipo de obligaciones, si fuere necesario, el acreedor puede hacer uso de la
fuerza a fin de que el deudor entregue lo debido. Cuando la prestación consista en una
suma de dinero, se procederá al embargo de bienes del deudor y constatada la relación
jurídica y no abonándose la suma adeudada se levará a cabo la venta de dichos bienes en
subasta pública hasta el monto de lo debido. Basta que la cosa exista (articulo 628 del C.
Civil) y que se halle en poder del deudor para que ella pueda serle reclamada e incluso
arrancada cumpliéndose así la ejecución forzada.

EN LAS OBLIGACIONES DE HACER:


No es posible imponer el cumplimiento coactivo al deudor. En ler. lugar porque
la conducta de la perdona es incoercible. No podría en modo alguno ejercerse violencia
sobre ella para obligarle a cumplir. En 2do. lugar; porque aunque pudiera obligarse al
deudor a ejecutar, ese cumplimiento obligado, en la inmensa mayoría de los casos
resultaría inconducente o insatisfactorio para el acreedor. que no lograría de esa manera
el objetivo deseado.
Si la obligación no fuera susceptible de cumplimiento personal por el deudor, por
haber sido contraída teniendo en cuenta sus aptitudes personales (artículo 476 del C.
Civil) y éste no pudiese o no quisiese ejecutarle, no cabría sino la solución de
indemnización por daños (artículo 478 del C. Civil).

OBLIGACIONES DE NO HACER:
En esta especie de obligaciones, si el deudor dejara de abstenerse o hiciera lo que
se obligó a no hacer, lo hecho debería ser destruido, a su costa. Y si tal cosa no fuese
posible, procedería la indemnización pertinente (artículo 481 del C. Civil).

EJECUCIÓN POR TERCERO


El acreedor está asistido del derecho de hacerse procurar por otro a costa del
obligado, la prestación que el deudor se niega a ejecutar. Esto conforme se desprende
del inc. 2do. del artículo 420 del C. Civil.
Se sobreentiende que el acreedor no puede obligar al deudor a cumplir, pero él
puede a un tercero para obtener el cumplimiento de la prestación debida. En caso de
cumplimiento por el tercero, los gastos son por cuenta del deudor .
El tercero que ejecutó la prestación puede reclamar el pago al acreedor que le
encomendó o al deudor.
Si el acreedor le paga, queda a salvo su derecho contra el primitivo deudor, si éste
le adeudare alguna cosa. Si el 3ro. cumpliese con la prestación y el acreedor no le
pagara, el 3ro. se subrogaría en los derechos del acreedor contra el deudor (artículos 594
al 596 del C. Civil).
El cumplimiento por tercero resulta posible en los casos siguientes:
1- En las obligaciones de hacer, si estas no hubiesen sido contraidas intuite
personae.
2- En las de dar cosas ciertas, cuando las cosas debidas se hallen en Poder de
terceros.
3- y en todos los casos de dar cosas inciertas o de género.
Unidad 4
TEORÍA DEL CUMPLIMIENTO INDIRECTO;
GENERALIDADES.
DIVERSAS DENOMINACIONES. CUMPLIMIENTO INDIRECTO.
CUMPLIMIENTO POR INDEMNIZACIÓN. INCUMPLIMIENTO.
Cuando el cumplimiento de la obligación se hace imposible por haberse agotado
toda posibilidad de ejecución , por causa imputable al deudor, corresponde al acreedor
la indemnización de los daños que tal incumplimiento pudiera acarrearle (articulo 420
del
C. Civil) Art. 420.- El acreedor. como consecuencia de la obligación, queda
facultado:
a) para emplear los medios legales, a fin de que el deudor cumpla con la
prestación ;
b) para procurarla por otro a costa del obligado: y
c) para obtener las indemnizaciones pertinentes.

La acción de daños incumbe al acreedor cuando la inejecución de la obligación es


imputable al deudor y cuando toda posibilidad de ejecución se halla agotada.
Ello significa en suesto de incumplimiento contractual que la acción del acreedor
es subsidiaria, ya que la acción primaria que correspondería al acreedor seria la
ejecución directa, tendiente a obtener el cumplimiento normal de obligación.
Conviene subrayarlo porque no es raro que se intente la exoneración del
cumplimiento de la obligación substituyéndola por el resarcimiento, lo que es contrario
a los principios jurídicos, y aún a la doctrina de la ley (articulo 457 del C. Civil). Art.
457.- El deudor no podrá eximirse de cumplir la obligación principal por el pago de la
pena, sino en el casó en que expresamente se hubiere reservado este derecho.
Por lo dicho se entiende que la acción tendiente a lograr la indemnización de
daños por incumplimiento se juzga que obtiene un incumplimiento siempre imperfecto
de la obligación y que ha sido arbitrada como forma indirecta de conseguir lo que
corresponde en rigor al acreedor, ya que se la supone viable sólo después de agotados
aquellos modos que habrían conducido a la ejecución directa de la prestación, según lo
establecido por la ley o la voluntad de las partes.
Esto se explica porque para que pueda darse por extinguida la obligación por su
cumplimiento, es menester que se ejecute aquello que se comprometió. Al respecto el
articulo 557 del C. Civil dice: "El deudor debe entregar la misma cosa o cumplir
exactamente el hecho a que estuviere obligado. No puede sustituirlos con los daños y
perjuicios de la inejecución. o mediante otra cosa u otro , aunque fueren de igual o
mayor valor”.
Inclusive conforme reza el artículo. 558: "Cuando los pagos parciales no
estuvieren autorizados, no podrá el deudor exigir del acreedor que acepte en parte el
cumplimiento de la prestación”.
Esta acción del acreedor enderezada a obtener el resarcimiento de los daños
ocasionados por incumplimiento contractual por causa imputable al deudor, en esencia,
no es diferente a la acción dirigida a lograr la reparación de los daños que ocasionamos
a los demás en el recurso de la vida, al margen de cualquier relación contractual La
acción de daños tendiente a obtener un resarcimiento pecuniario por perjuicios
ocasionados a la persona, al buen nombre o al patrimonio, que tengan consecuencias
patrimoniales, ocasionadas voluntaria o involuntariamente y por culpa contractual o
extracontractual es una sola y única acción.
En este sentido, hoy día se habla ya de un derecho de daños g responsabilidad por
los daños. La doctrina señala la autonomía de este derecho, o lo que es lo mismo, la
unidad de la responsabilidad contractual y la extracontractual, sea en el campo del
derecho público como del derecho privado, sin perjuicio del reconocimiento de áreas o
ámbitos diversos de responsabilidad.
El fundamento de la unidad de la responsabilidad del deudor se halla en la unidad
de la teoría del deber de responder, que no es en realidad la teoría del acto ilícito, sino la
teoría del acto dañoso o perjudicial , o si se quiere la teoría del daño civil.
José María López Olaciregui en su libro Esencia y Fundamento de la
Responsabilidad Civil, va aún más lejos al afirmar que la Teoría del Acto Dañoso es la
Teoría del Daño injusto, diferente y muchísimo más amplia que la teoría del daño
injustamente causado.
Tanto el Código Civil Francés. como el Italiano de 1942 y el nuestro, disponen
regulaciones diversas para la responsabilidad por daños surgida a consecuencia del
incumplimiento de una obligación (responsabilidad contractual) y para la derivada de
daños ocasionados al margen de cualquier contrato (responsabilidad extracontractual).
como dando a entender que estos 2 tipos de responsabilidades constituyen realidades
diferentes.
El Código Alemán. por el contrario y siguiendo la orientación dada por los
pandectistas, contiene una serie de disposiciones generales sobre resarcimiento, junto a
otras especiales para la responsabilidad del deudor en el incumplimiento y para la
responsabilidad extracontractual (Teoría General del Resarcimiento), pero ello no afecta
a la doctrina común y general.
Nuestro Código se ocupa de la responsabilidad contractual en los artículos 421 y
Sgtes del C. Civil, y de la responsabilidad extracontractual en los artículos 1833 y sgtes.

EL DAÑO. CONCEPTO
El daño tal como va a ser tratado en este lugar, es el daño como elemento de
resarcimiento, lo que significa que el tema no va a ser considerado en su real amplitud
sino apenas como constitutivo del deber resarcitorio.
En forma primaría podemos entender como daño físico: todo perjuicio provocado
por fuerzas naturales.
Pero además de ser un fenómeno físico el daño, puede ser un fenómeno jurídico,
es decir susceptible de ser jurídicamente calificado.
Más específicamente el daño inclusive puede ser un efecto jurídico, pero nosotros
aquí lo vamos a considerar más bien como una causa productora de efectos jurídicos, o
sea como un hecho jurídico.
Ahora bien, vale destacar que no todos los daños de orden físico produzcan
consecuencias jurídicas. El derecho elige sobre aquello a los cuales quiere investir de
calificación propia. La elección recae en el daño ocasionado por un acto humano
antijurídico.
La antijuricidad del daño puede provenir de un acto pulposos doloso, etc. o de un
acto de otra naturaleza, inclusive puede provenir de un acto ajustado a derecho como
sería el caso de una expropiación, dispuesta por la Ley, a consecuencia de la cual el
propietario deba ser indemnizado.
ESPECIES.
Del artículo 1835 del C. Civil que dice : “Existirá daño, siempre que se causare a
otro algún perjuicio en su persona, en sus derechos o facultades, o en las cosas de su
dominio o posesión” : se puede inferir que existen tres categorías diferentes de daños:
1º Daño causado a la persona en su salud o en su vida. Estos daños pueden
consistir en heridas, enfermedades e incluso la muerte.
2º Daño causado a los bienes. Aquí el daño puede producirse tanto en los bienes
corporales como en los incorporales. Ejemplo del primero sería el daño causado a un
automóvil por colisión y el segundo la falsificación.
3° El daño causado a la persona en sus facultades o en sus afecciones legitimas
(daño moral)

2.4. EVALUACION. EXTENSION DEL RESARCIMIENTO


El Art. 1835 en su segunda parte dice:”…La obligación de reparar se extiende a
toda lesión material o moral causada por el acto ilícito. La acción por indemnización del
daño moral sólo competerá al damnificado directo. Si del hecho hubiere resultado su
muerte, únicamente tendrán acción los herederos forzosos.
El Código Civil en su Artículo 1856 consigan también la norma jurídica que se
debe tener en cuenta para establecer la estimación del daño: “El obligado a indemnizar
el daño que le sea imputable resarcirá todas las consecuencias inmediatas, y las
mediatas previsibles, o las normales según el curso natural y ordinario de las cosas, pero
no las causales, salvo que éstas deriven de un delito y debieran resultar según las miras
que el agente tuvo al ejecutar el hecho ".
Si el perjuicio es causado en un bien corporal el monto de la pérdida se estima
según el importe de la reparación, si la cosa puede ser reparada, y a falta de ello
teniendo en cuenta el valor de los restos.
El daño ocasionado a la persona comprende no solo el perjuicio que efectivamente
se le ha acarreado con el hecho (daño emergente) sino también la utilidad que ha dejado
de percibir (Lucro cesante)
Así, el daño ocasionado a una persona a quien se embiste con un móvil está no
solo en el daño infligido a la persona en sí misma por las heridas y lesiones que se le ha
acarreado, sino también el perjuicio que le causa no poder realizar su trabajo durante un
determinado tiempo.
En esta situación la reparación tiende a conceder a la persona lastimada los gastos
necesarios para el tratamiento médico correspondiente, honorarios de médicos,
medicamentos y gastos de hospital (daño emergente) y el equivalente a las pérdidas
sufridas por la incapacitación del trabajo que resulta de la herida (lucro cesante)
El daño pecuniario puede consistir en una disminución del valor del patrimonio al
margen de menoscabos materiales. El típico ejemplo es el de los inmuebles afectados a
su valoración por la instalación de determinadas industrias que disminuye el valor de las
propiedades vecinas, o la instalación de salones de fiestas en barrios residenciales, etc.
Este mismo tipo de daño se produce en propiedades incorporales o derechos
intelectuales o de autor, como es el caso de la falsificación o de concurrencia desleal.
• El daño puede ser apreciado de las siguientes formas:
Judicialmente: este es el modo más común y ordinario de evaluar los daños. Aquí
el órgano jurisdiccional estima el monto del daño sufrido por la parte afectada de
acuerdo con las pruebas aportadas en el pertinente proceso. Tratándose de
incumplimiento contractual la cuestión está legislada en los arts. 421 al 429 del CC.
Convencionalmente: aquí las partes establecen de antemano la reparación que
habrá de abonar al damnificado en caso de incumplimiento contractual mediante una
cláusula llamada cláusula penal, legislada en los arts. 454 al 462 del CC. (Lección
XXIV
Legalmente: la Ley misma determina el monto de la indemnización, como ocurre en
Leyes especiales. Ejemplo : el código aeronáutico establece la responsabilidad del
transportador para el caso de muerte del pasajero por accidente de tránsito aéreo.

2.5 ÉPOCA O MOMENTO.


El momentodano de apreciación de los daños es distinto según se trate de daños
provenientes de un incumplimiento contractual o de hechos ilícitos. Responsabilidad
Contractual: si bien la doctrina no es uniforme al respecto. la mayoría de los autores
advierte que el perjuicio debe ser apreciado al tiempo de ejecución del contrato.
Sin embargo Borda considera esta solución como regla general arbitraria , pues
considera más lógico distinguir 2 situaciones según se demande la resolución del
contrato por incumplimiento o el cumplimiento y además daños y perjuicios. En el 1er.
caso , se inclina por la apreciación al tiempo de ejecución; en el 2do. estima que la
apreciación debe hacerse al tiempo que el demandado resistió la sentencia que disponía
su cumplimiento.
Si bien, obviamente es más equitativa esta solución, desde el punto de vista
práctico complica la cuestión, pues supone para la evaluación una nueva fase procesal,
con nuevas pruebas a aportar, entre las cuales estaría la demostración de la resistencia
del condenado a cumplir la sentencia del juez. Sintetizando podemos decir que la
solución del maestro argentino está más acorde con la justicia, pues distingue
situaciones que en rigor no son exactamente iguales.
Responsabilidad Extracontractual: se discute en doctrina y en jurisprudencia
si los daños deben estimarse al tiempo de producción del hecho o al tiempo de la
sentencia teniendo en cuenta el tiempo que pudo haber transcurrido entre uno y otro
momento. En nuestro país la jurisprudencia se inclina a apreciar el daño al tiempo de su
producción, pero quizás seria más justo apreciarlo al tiempo de la sentencia, teniendo en
cuenta el tiempo que pudo haber transcurrido entre uno y otro momento.

PRUEBA
Como el daño es un elemento inexcusable de la acción resarcitoria, el actor debe
justificar la existencia del daño que ha sufrido, sea que el daño haya causado un
perjuicio mínimo o importante.
En los casos de daño eventual la acción no puede iniciarse, porque se requiere
que el perjuicio exista. Pero puede ocurrir que la simple posibilidad de un daño cree un
perjuicio inmediato, como sería en el caso de que exista un peligro de explosión que
disminuyera el valor actual de las propiedades afectadas por ese riesgo. En tal caso la
acción sería procedente, pues el perjuicio se produce y puede ser objeto de una
estimación.
En los Casos de daño futuro la víctima puede iniciar la acción inmediatamente. Si
el perjuicio puede ser calculado de un modo exacto; y los jueces acordarán una
indemnización , sea bajo la forma de capital o de una renta.
También el perjuicio puede atenuarse o desaparecer después de su realización.
porque la víctima ha recibido en todo o en parte una reparación de otra persona distinta
del agente del daño. En estos casos el reparador puede subrogarse en los derechos de la
víctima. Una situación que comúnmente se da en la actualidad y que es aplicable a estas
situaciones es el caso de las empresas de seguros.
EL DAÑO MORAL
El daño producido a una persona a menudo puede afectar sus afecciones
legítimas, sus facultades (bienes no patrimoniales), es decir, aquellos bienes
inmateriales que son objeto de la protección de la ley.
En este caso la indemnización tiene por objeto compensar el perjuicio inmaterial
con el único objeto material capaz de hacerlo en alguna medida, la indemnización en
metálico.
Pero para que pueda decirse que existe un interés lesionado, es menester que el
damnificado demuestre que el menoscabo afecta a la satisfacción o goce de bienes
jurídicos.
La reparación económica no tiene por objeto restituir lo que se ha perdido o
afectado (fama, buen nombre, reputación, etc.), sino compensar ese perjuicio inmaterial.
Nuestro C. Civil regula este tema en el articulo 1835, del siguiente modo:
“existirá daño siempre que se causare a otro algún perjuicio en su persona, en sus
derechos o facultades o en las cosas de su dominio o posesión.
Reconoce además expresamente que la obligación de reparar se extiende a toda
lesión material o moral causada por acto ilícito. Finalmente establece que la acción por
indemnización del daño moral solo compete al damnificado directo, y que en caso de
muerte tendrán acción solo los herederos forzosos.”
Si bien el C. Civil no distingue entre daños derivados de incumplimiento
contractual o de otras causas, artículo 421 en su primer párrafo que se refiere a la
responsabilidad contractual establece que " el deudor responderá de todos los daños y
perjuicios que su dolo o culpa irrogaren al acreedor en el cumplimiento de su
obligación. Habrá culpa cuando se omitieren aquellas diligencias exigidas por la
naturaleza de la obligación y que correspondan a las circunstancias de las personas,
tiempo y lugar. La responsabilidad por dolo no podrá ser dispensada de antemano.”
No haciendo éste artículo distinción alguna y pudiendo el incumplimiento
contractual ocasionar daños y perjuicios de orden moral, entendemos que en los casos
de responsabilidad contractual la reparación del daño moral ha de tener lugar.

CONCEPTO DE INDEMNIZACIÓN
Indemnización es el resarcimiento de los daños y perjuicios causados a otra
persona, en ella, o en sus bienes materiales o no, sea por incumplimiento de contrato o
por otros hechos.
La obligación de indemnizar supone siempre la existencia de un daño causado a
otro. El daño puede provenir del incumplimiento de una obligación contractual o de
otros hechos. pero siempre deben existir.
Los elementos comunes a toda especie de resarcimiento son:
- El Daño.
- La Antijuridicidad.
- La relación de causalidad entre el daño y el hecho.
- Los factores de imputabilidad o de atribución de responsabilidad.
Obs.: no todos los autores ni todas las doctrinas aceptan a la “antijuridicidad”
como un elemento gravitante.
Como el régimen de resarcimiento reconoce factores diferentes, según se trate de
obligaciones contractuales, o de derivados daños imputables, es preciso distinguir esa
situación.
Así, para que exista derecho a reclamar daños y perjuicios en las obligaciones
contractuales o voluntarias, se requieren estos 2 extremos:.
a) Que el incumplimiento sea imputable al deudor, por su dolo o culpa, puesto
que si es debido a un hecho fortuito o fuerza mayor el incumplimiento no sería
imputable y la obligación se extinguiría.

b) Que el incumplimiento haya ocasionado daño al acreedor.

CLASES
• 3.2.1. OBLIGACIONES CONTRACTUALES
En este campo la indemnización supone siempre el incumplimiento imputable de
una prestación anteriormente prometida, y la acción tendiente al resarcimiento de los
daños ocasionados es siempre subsidiaria, teniendo en cuenta que ella sólo procede
cuando la prestación no ha podido cumplirse por causas imputables al deudor. En rigor
la obligación de este es cumplir con la prestación en especie, pero cuando incurre en
incumplimiento por un hecho que le es imputable, está obligado a reparar el perjuicio
que ese incumplimiento acarrea. Ej.: por haber vendido a otro la cosa prometida, o
haberse perdido ella por su culpa o negligencia.
En tal caso el acreedor esta facultado a obtener del deudor la prestación
equivalente o que le hubiese significado la prestación prometida. La indemnización no
es pues otra cosa que el equivalente en metálico a la prestación prometida
Sobre el particular se expresan los:
Art 421: " El deudor responderá por los daños y perjuicios que su dolo o su culpa
irrogare al acreedor en el cumplimiento de la obligación. Habrá culpa cuando se
omitieren aquellas diligencias exigidas por la naturaleza de la obligación y que
correspondan a las circunstancias de las personas, tiempo y por dolo no podrá ser
dispensada de antemano.
Art. 422- "El deudor responderá por el dolo o culpa de sus representantes Legales,
o de las personas que hubiera utilizado en el cumplimiento de la obligación. Podrá
convenirse la dispensa de esta
responsabilidad.

OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES
Tratándose de obligaciones que emergen de hechos ilícitos la indemnización
supone yo daño causado a otra persona por medio de un hecho no licito. En estos casos
no existe incumplimiento de una obligación preexistente (a menos que se hable de
obligación general del abstenerse de realizar actos ilícitos). La obligación que existe es
la de reparar el daño causado mediante la correspondiente indemnización.
En las organizaciones sociales primitivas se aplicaba la Ley del Talión. Cuando
las costumbres se suavizaron se permitió la composición. Más tarde esta forma de
reparación se volvió obligatoria, hasta que finalmente se impuso la idea de que las
obligaciones no comprometen el cuerpo del deudor, sino su patrimonio. A partir de allí
la indemnización de daños se convirtió en la única prestación exigible.

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