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Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Mateo 4:10: “Entonces Jesús él dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”
Juan 9:35-38: “Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? 36 Respondió él y
dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? 37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. 38 Y él dijo:
Creo, Señor; y le adoró."
Juan 8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
Hebreos 2:16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.
2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo
que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Hebreos 9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Levítico 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por
vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
1 Pedro 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no
con cosas corruptibles, como oro o plata,
1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
El Jesucristo que ahora intercede a la diestra del Padre como nuestro gran sumo sacerdote,
El Jesucristo que vendrá algún día para reunir a los suyos con Él y establecer su reino eterno.