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En los últimos años, la actividad turística en nuestro país se ha

incrementado. Sin embargo, nos falta mucho para llegar al nivel de


España o Francia que reciben entre 50 a 70 millones de turistas al año.
Por ello es que nuestro Estado Peruano viene manteniendo una política
de promoción en este importante sector de la economía nacional, entre
los cuales se encuentran los beneficios en materia del IGV que vienen
a ser el objeto del presente trabajo.

2) Beneficios en el IGV

La normativa del IGV (Decreto Supremo Nº 055-99-EF) considera en su


artículo 33º a las actividades calificadas como exportación (sea de
bienes o de servicios) como inafectas del IGV. No obstante, su artículo
34º concede un beneficio adicional, consistente en otorgar el saldo a
favor del exportador (cuyo mecanismo es en un primer momento, similar
al del crédito fiscal) por aquellas adquisiciones de bienes y servicios que
desembocan en exportaciones para efectos del IGV.

Por tal motivo es que doctrinariamente, se ha opinado que las


exportaciones se encuentran gravadas con el IGV pero a una tasa del
0%, a fin de cumplir con el requisito sustancial que el artículo 18º del
TUO de la Ley de IGV (LIGV en adelante) condiciona para el goce del
crédito fiscal, consistente en que las adquisiciones afectas al IGV se
destinen a su vez a operaciones gravadas con este mismo impuesto.

2.1) Servicios de hospedaje a sujetos no domiciliados.

El artículo 33º numeral 4) de la LIGV considera como exportación a


efectos del IGV a “La prestación de servicios de hospedaje, incluyendo
la alimentación, a sujetos no domiciliados, en forma individual o a través
de un paquete turístico, por el periodo de su permanencia, no mayor de
60 días por cada ingreso al país, requiriéndose la presentación de la
Tarjeta Andina de Migración- TAM, así como del pasaporte,
salvoconducto o Documento Nacional de Identidad que de conformidad
con los Tratados Internacionales celebrados por el Perú sea válido para
ingresar al país, de acuerdo a las condiciones, registros, requisitos y
procedimientos que se establezcan en el Reglamento, aprobado
mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y
Finanzas, previa opinión técnica de la SUNAT”.

Son varios los requisitos que deben cumplirse para considerar a la


prestación de servicios de hospedaje y alimentación en territorio
nacional (que en sentido técnico no da lugar a una exportación, ya que
ambos servicios son consumidos en su integridad en territorio peruano),
como exportación en los términos del IGV:

a) Debe ser brindado por un establecimiento de hospedaje que cumpla


los requisitos del Decreto Supremo Nº 029-2004-MINCETUR.

El Decreto Supremo Nº 122-2001-EF, a través del cual se dictan las


normas para la aplicación del beneficio tributario a establecimientos de
hospedaje que brinden servicios a sujetos no domiciliados, define en su
artículo 1º inciso e) como establecimiento de hospedaje a “Aquel
establecimiento destinado a prestar habitualmente servicios de
alojamiento no permanente, a que se refiere el inciso b) del artículo 2º
del Reglamento de Establecimientos de Hospedaje, aprobado por
Decreto Supremo Nº 023-2001-ITINCI”.

El Decreto Supremo Nº 023-2001-ITINCI ha sido derogado por el


artículo 2º del Decreto Supremo Nº 029-2004-MINCETUR,
constituyendo este último el nuevo Reglamento de Establecimientos de
Hospedaje. El artículo 2º del Decreto Supremo Nº 029-2004-
MINCETUR realiza la siguiente clasificación a los establecimientos de
hospedaje:

Clase Categoría

Hotel

Apart-Hotel

Hostal

Resort

Ecolodge

Albergue Una a cinco estrellas

Tres a cinco estrellas


Una a tres estrellas

Tres a cinco estrellas

De esta manera, si una persona natural alberga en su domicilio a 2


turistas extranjeros, el referido servicio no calificará como exportación
en los términos del IGV, sino que se deberá necesariamente cumplir
con los lineamientos del Decreto Supremo Nº 029-2004-MINCETUR
(por ejemplo, en el caso de hostales debe contar al menos con 6
habitaciones, y en el caso de albergues cumplir con los requisitos del
Anexo 6 de la anotada norma).

b) Solamente están incluidos los servicios de alimentación y hospedaje.

El artículo 1713º del Código Civil estipula que “Por el hospedaje, el


hospedante se obliga a prestar al huésped albergue y, adicionalmente,
alimentación y otros servicios que contemplan la ley y los usos, a
cambio de una retribución”.

No obstante lo anterior, el artículo 1º inciso f) del Decreto Supremo Nº


122-2001-EF conceptúa bajo un enfoque tributario al servicio de
hospedaje como “El servicio de alojamiento prestado por el
establecimiento de hospedaje destinado al sujeto no domiciliado que
pernocte en dicho local, sin incluir otros servicios complementarios,
excepto la alimentación”

De esta forma, si bien es cierto que civilmente un establecimiento de


hospedaje puede brindar a los turistas no domiciliados otros servicios
adicionales a los de alimentación (transporte, visitas a museos, o guías
de turismo, por ejemplo); desde una óptica tributaria, la exportación del
IGV únicamente abarca a los servicios de hospedaje y alimentación,
encontrándose los demás servicios gravados con este impuesto (tal
como quedó plasmado en la RTF Nº 11362-4-2007).

c) El periodo de permanencia de los turistas no domiciliados no puede


exceder de 60 días por cada ingreso al país.

El Decreto Legislativo Nº 919, incluyó el numeral 4) del artículo 33º de


la LIGV a partir del 01 de julio de 2001, considerando como exportación
a “La prestación de servicios de hospedaje, incluyendo la alimentación,
a sujetos no domiciliados, en forma individual o a través de un paquete
turístico, por el periodo de su permanencia, no mayor de 60 días,
requiriéndose la presentación del pasaporte correspondiente…”

Empero, el artículo 2º del Decreto Supremo Nº 200-2001-EF (que


modificó el artículo 5º del Decreto Supremo Nº 122-2001-EF a partir del
03 de octubre de 2001) estatuía que “A fin que el establecimiento de
hospedaje determine que el servicio que presta debe ser considerado
exportación de servicios conforme al artículo 1º del Decreto, deberá
verificarse que a la fecha en que se brinda el servicio a la persona no
domiciliada, la permanencia de ésta en el país no exceda de 60 días
calendario en el año en curso, ya sea en forma continuada o
fraccionada”. Y siguiendo la misma tónica, el artículo 4º del Decreto
Supremo Nº 200-2001-EF (que sustituye el artículo 8º del Decreto
Supremo Nº 122-2001-EF) establecía que “Los establecimientos de
hospedaje considerarán como exportación los servicios de hospedaje y
alimentación brindados en un lapso máximo de 60 días calendarios,
acumulados dentro del año en curso, a sujetos no domiciliados, durante
su permanencia en el país en forma individual y/o a través de paquetes
turísticos. Los servicios prestados durante la permanencia una vez
vencido el plazo antes mencionado no se considerarán exportación”.

Como se puede apreciar, una norma reglamentaria, en este caso el


Decreto Supremo Nº 200-2001-EF, había modificado el tenor que el
Decreto Legislativo Nº 919 le había impuesto al numeral 4) del artículo
33º de la LIGV, introduciendo un nuevo requisito no contemplado en la
anotada norma legal para la consideración como exportación de los
servicios de hospedaje, lo cual contravenía abiertamente el artículo
118º inciso 8) de la Carta Magna, que justamente prohíbe al Poder
Ejecutivo la desnaturalización de las leyes mediante la potestad
reglamentaria .

Afortunadamente, el artículo 1º de la Ley Nº 28780 ha modificado a


partir del 14 de julio de 2006 el artículo 33º numeral 4) de la LIGV,
correspondiéndole desde entonces el siguiente texto: “Se considera
exportación la prestación de los servicios de hospedaje, incluyendo la
alimentación, a sujetos no domiciliados, en forma individual o a través
de un paquete turístico, por el periodo de su permanencia, no mayor de
60 días por cada ingreso al país…”. Por ende, debe entenderse que los
artículos 1º y 4º del Decreto Supremo Nº 200-2001-EF (que supeditaban
la exportación de servicios a que el turista no domiciliado radique menos
de 60 días calendarios en un año), han quedado derogados
implícitamente desde la entrada en vigencia de la Ley Nº 28780.
d) Se requiere la presentación de la Tarjeta Andina de Migración-TAM, así
como del pasaporte, salvoconducto o Documento Nacional de Identidad que de
conformidad con los tratados internacionales celebrados por el Perú sea válido
para ingresar al país.

El artículo 1º del Decreto Legislativo Nº 919 requería que el turista no


domiciliado presente al establecimiento de hospedaje el pasaporte
correspondiente a fin de considerar como exportación los servicios el hospedaje
y la alimentación.

Sin embargo, dicha disposición chocaba frontalmente con los acontecimientos


producidos en el Perú, ya que la Decisión 503 de la Comunidad Andina
(integrada actualmente por Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador), expedida el 22
de junio de 2001 (y vigente a partir del 01 de enero de 2002), establecía que los
ciudadanos de sus países miembros pueden circular libremente como turistas
en cualquier otro país miembro, mediante la sola presentación de sus
documentos nacionales de identidad. Cabe agregar que el artículo 4º de la
Decisión 503 de la CAN exige como única formalidad, que se presente a las
autoridades migratorias del país miembro receptor la Tarjeta Andina de
Migración (TAM), que debe contener el tiempo de permanencia autorizado.

Por ello es que el artículo 1º de la Ley Nº 28780 ha modificado el artículo 33º


numeral 4) de la LIGV, desde el 14 de julio de 2006, a fin que los
establecimientos de hospedaje exijan a los turistas no domiciliados que
pertenezcan a los países miembros de la CAN la presentación de la Tarjeta
Andina de Migración, y además alguno de los siguientes tres documentos:
pasaporte, salvoconducto, o documento nacional de identidad.

En caso que el turista no domiciliado no pertenezca a alguno de los países de la


Comunidad Andina, solamente será necesaria la exhibición del pasaporte que
contenga la visa de turista para que el establecimiento de hospedaje pueda
ejercer el saldo a favor del exportador por los servicios de hospedaje y
alimentación.

e) Los servicios de hospedaje y alimentación a sujetos no domiciliados pueden


ser prestados por los establecimientos de hospedaje formando parte de un
paquete turístico.

Ello se desprende del enunciado del artículo 33º numeral 4) de la LIGV. Para
ello, el artículo 1º inciso h) del Decreto Supremo Nº 122-2001-EF define al
paquete turístico como “El conjunto de servicios turísticos coordinados,
reunidos, conducidos y organizados por agencias de viaje y turismo
domiciliadas en el país y que sean utilizados en el país por sujetos no
domiciliados”.

Sobre el particular, cabe resaltar que no todos los servicios que se encuentren
comprendidos dentro del paquete turístico (como pueden ser los servicios de
guiado turístico, transporte, visitas a muesos) gozarán del tratamiento benéfico
dispensado a la exportación de servicios, sino los servicios de alimentación y
hospedaje brindados por establecimientos de hospedaje domiciliados, conforme
se puede verificar del contenido del artículo 9º del Decreto Supremo Nº 122-
2001-EF.

f) Otras formalidades

• Acorde al artículo 3º del Decreto Supremo Nº 122-2001-EF, los


establecimientos de hospedaje se encuentran obligados a inscribirse en el
Registro Especial de Establecimientos de Hospedaje a cargo de la SUNAT, a
fin de gozar de los beneficios en el IGV. Mediante la Resolución de
Superintendencia Nº 082-2001/SUNAT se ha regulado el procedimiento y los
requisitos para la inscripción en anotado Registro.

• Los establecimientos de hospedaje emitirán a los sujetos no domiciliados o a


las agencias de viaje y turismo (en caso que la contratación obedezca a un
paquete turístico) la factura correspondiente en la cual se consigne la leyenda
“Exportación de Servicios- Decreto Legislativo Nº 919”, consignándose en ella
solamente los servicios materia de beneficio (según el artículo 6º del Decreto
Supremo Nº 122-2001-EF). Los requisitos de información del comprobante de
pago y del documento auxiliar denominado “detalle de consumo” se encuentran
consignados en la Resolución de Superintendencia Nº 093-2002/SUNAT (que
ha sido modificado parcialmente por la Resolución de Superintendencia Nº
136-2002/SUNAT).

• De conformidad con el artículo 7º del Decreto Supremo Nº 122-2001-EF, a


fin de sustentar la prestación de los servicios de hospedaje y alimentación, el
establecimiento de hospedaje debe presentar a la SUNAT las fojas o fichas a
que se refiere el Reglamento de Establecimientos de Hospedaje (Decreto
Supremo Nº 029-2004-MINCETUR), correspondientes a los sujetos no
domiciliados a quienes se brindará los servicios. Se debe agregar que el Anexo
2 de la Resolución de Superintendencia Nº 234-2006/SUNAT ha prescrito
como plazo máximo de atraso del Registro de Huéspedes los 10 días hábiles
desde el primer día hábil del mes siguiente a aquel en que se recepcione el
comprobante de pago respectivo.
2.2) Servicios de mediación y/u organización de servicios turísticos prestados
por operadores turísticos domiciliados en el país a favor de agencias u
operadores turísticos domiciliados en el exterior.

Dentro de las operaciones consideradas como exportación de servicios en el


Apéndice V de la LIGV, encontramos en su numeral 10) a “Los servicios de
mediación y/u organización de servicios turísticos prestados por operadores
turísticos domiciliados en el país a favor de agencias u operadores turísticos
domiciliados en el exterior”.

Como se puede observar, solamente constituyen exportación de servicios la


mediación y/u organización. En la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 11362-4-
2007 se ha definido a la organización como “el acto de establecer o lograr algo
para un fin, coordinando las personas y los medios adecuados”, mientras que la
mediación es caracterizada como “el acto de llegar a la mitad de algo/interceder
o rogar por alguien/existir o estar en medio de otra”. Por ello es que la
mencionada resolución concluyó como sigue: “Los servicios de mediación y/u
organización prestados por la recurrente están referidos a las actividades
realizadas por ésta a fin de conformar los paquetes turísticos a ser prestados a
los operadores del exterior, por lo que no pueden incluir a servicios distintos
como los de alimentación, hospedaje y transporte, los cuales no gozan del
beneficio de ser considerado exportación de servicios para la agencia de viajes”.

Del mismo modo, si un operador turístico domiciliado pretende aplicar el


tratamiento como exportación de servicios que concede la legislación del IGV
respecto de la mediación efectuada a un operador turístico no domiciliado, debe
demostrarse que se está realizando gestiones en territorio nacional precisamente
por cuenta y a nombre de dicho sujeto no domiciliado. Por ello es que la RTF
Nº 10031-3-2007 se pronunció de la siguiente manera: “Si bien la recurrente
alega que contrata por cuenta de los operadores no domiciliados, no ha
acreditado con documentación sustentatoria las remesas que alega haber
recibido del exterior y las liquidaciones efectuadas a estos operadores en las
que se detalle los montos recibidos y los gastos incurridos por cuenta de ellos,
no obstante haber sido requerida expresamente. Asimismo, no ha adjuntado los
contratos celebrados con los operadores no domiciliados que sustenten la
mediación, los documentos que sustenten rendiciones de cuenta, ni los
depósitos efectuados por los operadores no domiciliados por concepto de las
comisiones abonadas, por lo que no tiene la calidad de mediadora u
organizadora de servicios turísticos”.

Finalmente, hay que tener en consideración que todos los servicios


comprendidos en el Apéndice V de la LIGV (dentro de los cuales se encuentran
los servicios de mediación y/u organización de servicios turísticos prestados por
operadores turísticos domiciliados en el país a favor de agencias u operadores
turísticos domiciliados en el exterior) deben cumplir concurrentemente los
requisitos que indica el artículo 9º inciso 1) del Reglamento de la Ley de IGV
para ser considerados exportación de servicios, a saber: i) Deben ser prestados
a título oneroso, lo que debe demostrarse con el comprobante de pago que
corresponda, emitido de acuerdo con el Reglamento de la materia y anotado en
el Registro de Ventas e Ingresos, ii) El exportador debe ser una persona
domiciliada en el país, iii) El usuario o beneficiario del servicio sea una persona
no domiciliada en el país, iv) El uso, explotación o el aprovechamiento de los
servicios por parte del no domiciliado deben realizarse íntegramente en el
extranjero. Cabe agregar que en caso que se incumpla cualquiera de los
requisitos antes mencionados, la operación será considerada como un servicio
afecto al IGV.

Website: http://blog.pucp.edu.pe/giangiribaldi

https://www.noticierocontable.com/beneficios-en-el-igv-de-la-actividad-de-turismo/

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