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Terror en el espacio

Redención

Geoffrey Howard Rick

Copyright © Edición original


2020 por Geoffrey Howard Rick
Todos los derechos están

Reservados.
“En el espacio profundo nadie irá por tu auxilio, ahí en la
oscuridad de ese planeta morirás con tu último recuerdo: tu
familia”. Capitán Peterson
ÍNDICE
ÍNDICE
Prólogo
1
Llamada de auxilio
Planeta ARBMAR
Una misión
Una travesía incierta
Incertidumbre
¡Es un complot!
La llegada en tinieblas
ESTACIÓN ESPACIAL ARBMAR
La misión inicia
Las sorpresas no esperan
¡Vimos algo!
Un mensaje inquietante
¿Qué es esa cosa?
El peligro asecha
Aparecen
Usados como carnada
Infestación
Prólogo

Si buscas una novela de ciencia ficción única


que te erice la piel y te mantenga al borde
de tus pesadillas, continua bajo tu propio
riesgo.

“Aquí la capitana Hailey desde el planeta


Arbmar, pedimos su auxilio, por favor,
estamos atrapados en el último nivel de las
instalaciones subterráneas de la mina
principal y al parecer parece que aquí hay
restos de una ciudad desconocida bajo
tierra, caímos, repetimos, caímos cuando
hicimos una inspección de rutina. Venimos
al planeta Arbmar porque no recibíamos
respuesta de radio de los mandos mineros
de control y cuando llegamos todos estaban
muertos y desaparecidos, la señal se
interrumpe, pero por favor, vengan, estamos
emboscados por esas…”.
1

H an pasado más de 100 años desde que Estados Unidos


invadió Irak y el pasado quedo como un simple
recuerdo. Ahora, algunas naciones ya no existen otras
han emergido, pero lo que sí es una realidad, es que colonias
enteras de humanos han emigrado al espacio a otros planetas
con condiciones viables para la vida; lejos del sistema solar,
por ejemplo, Rusia mandó 1 millón de personas a colonizar el
planeta SD59 descubierto por La Agencia Espacial Federal
Rusa en el 2080. Tras el descubrimiento de una energía exótica
en 2050 que impulsaba a motores cuánticos a viajar a la
velocidad de la luz algunas agencias emprendieron una
frenética búsqueda por planetas viables para la vida y para la
explotación minera y energética. Del 2070 al 2090 fueron
encontrados 10 planetas con condiciones óptimas para la vida,
por tal motivo hubo una feroz enfrentamiento en el espacio en
2085 entre las potencias mundiales: Rusia y china vs. Estados
Unidos e Israel en una guerra nuclear en el planeta azul; un
planeta con escasa atmósfera respirable donde estados unidos
destrozó a la coalición, pero debido al miedo de causar un
cataclismo en la tierra por venganza de China o Rusia,
tuvieron que hacer algunos acuerdos y repartieron los planetas
entre las potencias perdedoras con firmas de tratados de no
agresión en la tierra. Rusia aceptó y China igual.
Han paso alrededor 25 años desde esa brutal guerra nuclear
que cobró la vida de unos 10 millones de soldados, ahora el
mundo respira paz y está más verde y lleno de vida que nunca.
China controla dos planetas; uno minero del tamaño de la luna
a unos 21 días luz del sol, y otro minero a unas 5 horas a la
velocidad de la luz de Plutón. Rusia controla 5 la mayoría
estériles con poca atmosfera, pero ricos en oro y minerales
escasos. En cambio, Estados unidos tiene en su poder 8
planetas entre ellos uno parecido a la tierra llamado QBC45
con unos novecientos mil humanos ya habitándolo y poco
apoco haciendo la atmósfera tal cual la de la tierra.
El siguiente planeta y más importante para estados unidos es
el planeta ARBMAR debido a que en el abundan minerales y
elementos únicos como el Pulitrio: un metal nuevo y mucho
más duro que el diamante apto para la creación de naves
estelares y la industria energética. Desde que se descubrió este
planeta en 2086 se empezaron a crear colonias enteras de
trabajadores mineros para explotarlo, ya que es una joya para
cualquier civilización que requiera energía para los viajes a
otras estrellas.
Llamada de auxilio

Base central de la compañía interestelar Obiom, Columbia


Estados Unidos

— Capitán Luke, ¿me escucha?


— Adelante Harper, ¿qué está pasando? no ves la hora que
es para video llamadas.
—Disculpe por despertarlo señor, aún estoy en la base
central, pero era urgente, acabo de revisar las señales UTR de
señales de radio procedentes del planeta minero ARBMAR
como suelo hacerlo cada 3 días y la señal que logreé grabar
es… no lo va a creer, algo no está bien, quise primero
informarle a usted antes de los ejecutivos.
—Puedes mandarme el audio, para ver de qué se trata todo
este embrollo.
—Claro, en unos segundos llegará.
—veamos entonces qué demonios es, espero no sea una
tontería—susurró un poco somnoliento, —ya me llegó. Aquí
vamos a ver que…,
“Aquí la capitana Hailey desde el planeta Arbmar, pedimos
su auxilio, por favor, estamos atrapados en el último nivel de
las instalaciones subterráneas de la mina principal y al parecer
parece que aquí hay restos de una ciudad desconocida bajo
tierra, caímos, repetimos caímos cuando hicimos una
inspección de rutina, venimos al planeta Arbmar porque no
recibíamos respuesta de radio de los mandos mineros de
control y cuando llegamos todos estaban muertos y
desaparecidos, la señal se interrumpe, pero por favor, vengan,
estamos emboscados por esas…”.
— ¿Es una broma Harper?
—No señor, nadie lo sabe ahora, pero…,
—No se alcanza a escuchar la última parte que se cortó,
pero se escucha que…,
— La capitana Hailey nunca habla así, su voz se escucha
con desesperación, pero ¿quién los tiene rodeados? —
cuestionó Harper algo temerosa través del dispositivo.
— Esto si me toma de sorpresa, ¿no serán Rusia o china que
intentan…? crees que tenemos que avisar al gobierno.
— No capitán, ni Rusia ni china saben la localización de ese
planeta, de hecho, las coordenadas del planeta Arbmar solo las
sabemos un grupo de personas en concreto.
— Lo sé, pero ¿qué demonios es eso qué?
— No lo va a creer, pero creo que son criaturas nativas de
ahí.
— ¿Criaturas nativas de ahí, me estás diciendo que?
—Así es Lucke, no sé cómo, pero, si no son humanos han
de ser bestias, no le encuentro explicación.
—No puedo creerlo, jamás imaginé que una raza
extraterrestre se encontrara, ¡vaya! eso si es el descubrimiento
del siglo, pero de todos los planetas que se han descubierto
ninguno presentaba vida al menos inteligente ni nociva, espero
que esas cosas no sean peligrosas.
— Pues ya al parecer cobraron la vida de un millar de
mineros señor, digo si es cierta nuestra deducción. Aunque eso
de avisar al gobierno, no creo que le encantaría la idea al
dueño de la compañía. —comentó Harper con un evidente
nerviosismo en su voz.
—No voy a avisar al ejército. Recuerda, la compañía tiene
un grupo de ex marines: fuerzas especiales para la seguridad
de las naves interestelares y para misiones peligrosas, lo más
seguro que sean enviados lo más pronto posible. —replicó
Lucke incorporándose de la cama algo impresionado por todo
lo que había mostrado la ingeniera.
—Lo había olvidado, tienes razón, antes de perder la
concesión jamás dirán nada. Pero ¿le dará el informe ahora al
señor John?
—No, en la mañana nos reuniremos en el consejo, aun son
las 2 de la madrugada y si le llamo a John ahora se podrá
furioso. Te veo entonces Harper allá, adiós. — Dijo Lucke al
instante que miraba las estrellas desde su apartamento cercano
al bosque—.
Planeta ARBMAR

El Planeta Arbmar se localiza en los confines del sistema


embrionario QE09 cerca de un cúmulo de asteroides. Su
antigüedad es desconocida, pero se cree que es tan antiguo
como el universo ya que es uno de los más ricos en minerales
únicos y exóticos que se ha descubierto jamás. Su atmósfera es
respirable con poca luminosidad en las horas pico, donde la
estrella Nuvis pasa por atrás concediéndole un poco de luz por
algunas horas. Solo tiene un 0.0.1 % de agua líquida de baja
calidad por lo tanto no es tan óptimo para sustentar la vida de
cadenas de especies. Su superficie es rocosa con un clima
bastante inestable, y unas temperaturas altas por la noche y de
día parecida a los climas calurosos de la tierra.
El gobierno estadounidense concesionó hace décadas a la
única compañía energética líder mundial Obiom por un
porcentaje del 20 por ciento en ganancias por la explotación de
ese mundo, por lo cual la compañía tiene libertad propia para
hacer lo que desee en ese lugar, siempre y cuando informe
todo.
En el planeta Arbmar a fínales de 2090 se terminó de crear
todo el sistema de túneles y complejos por la compañía Obiom
y desde esa fecha hasta la actualidad trabajaban alrededor de
1500 mineros en condiciones brutales en toda la extensión del
lado oscuro del planeta. La totalidad del personal que laboraba
en ese mundo inhóspito habitaba en una extensión de cúpulas
de viviendas de 2 kilómetros cuadrados con todo lo necesario.
Las montañas y cuevas donde laboraban se encontraban entre
escarpadas montañas rocosas a unos 6 km al sureste del
planeta de la base de edificios.
El 25 de septiembre de ese año el jefe de proyectos mineros
Aslon Yaiden reportó un descubrimiento inusual bajo la mina
19 del complejo principal, y según material fotográfico se
trataba de inscripciones inteligentes que conducían a decenas
de metros de profundidad donde los taladros hidráulicos
gigantes rompían roca en el último nivel de la mina, las
inscripciones siguieron apareciendo durante mucho tiempo. El
mensaje llegó directo al jefe de la compañía, pero no dijo nada
para el día cuando Lucke le mostró el audio, aparentemente
sabía eso, pero no nomas eso, jamás pensó que bajo esas
inscripciones inteligentes serian posiblemente el final de esos
mineros. El jefe del proyecto minero en el planeta Arbmar
después de ese mensaje de radio el 25 de septiembre a las 8
p.m. jamás volvió a reportar alguna señal a la tierra.
La compañía Obiom cuenta con 3 capitanes interestelares
principales que se encargan de la logística y manejo de
materiales energéticos hasta zonas remotas donde se suele
almacenar material y extracción y donde se construyen
colosales naves interestelares de carga y remolque, también el
material exótico es llevado hasta lugares secretos donde se
hacen los motores cuánticos y la producción de bombas
nucleares. El capitán Lucke de 35 años está a cargo de la nave
arturus2 de miles de toneladas de peso, la capitana Hayden de
41 de la nave Sur4 y Sander con Babel, estos 3 son los
principales cargadores de todo el colosal material energético
que suele mover Obiom en toda la galaxia. Cabe mencionar
que cada nave interestelar cuenta con al menos 8 tripulantes y
robots automatizados para tareas secundarias. Cabe mencionar
que son tan colosales casi del tamaño de un estadio.
Una misión
Consejo de seguridad compañía Obiom Estados Unidos

—Saludos a todo el consejo, ——dijo el capitán Lucke con


voz fuerte postrado al final de una mesa enorme donde estaban
los más importantes directivos de la compañía. —no suelo
hacer esto nunca, pero los reuní urgentemente, porque ayer la
jefa de comunicaciones interestelares; Harper, me mandó un
audio a medianoche que ahora mostraré y se quedarán helados
de su contenido y explica claramente porque no recibíamos las
comunicaciones del planeta Arbmar desde hace 2 días ni por
radio ni por ondas de gusano rápidas, algo inusual.
—Ponlo ahora. Espero Luke, que no hayas reunido a todo
el equipo por nada. —dijo el jefe del consejo en un tono
incrédulo.
—De ninguna manera señor, escuché esto. —puntualizó
Lucke mostrando el audio en todo ese recinto ejecutivo.

“Aquí la capitana Hailey desde el planeta Arbmar, pedimos


su auxilio, por favor, estamos atrapados en el último nivel de
las instalaciones subterráneas de la mina principal y al parecer
parece que aquí hay restos de una ciudad desconocida bajo
tierra, caímos, repetimos caímos cuando hicimos una
inspección de rutina, venimos al planeta Arbmar porque no
recibíamos respuesta de radio de los mandos mineros de
control y cuando llegamos todos estaban muertos y
desaparecidos, la señal se interrumpe, pero por favor vengan,
estamos emboscados por esas…” .

— ¡Oh, mi dios! esto es… — declaró Mathew Jefe de


seguridad demasiado “sorprendido” por la forma de sus
microexpresiones que hizo por unos segundos mientras miraba
a su alrededor.
— Si es verdad lo que declara mi colega Hailey esto es
terrible— manifestó Lucke, — lamentablemente la señal dura
3 días en llegar hasta el sistema estelar embrionario, donde se
encuentran y mandar ayuda puede demorar, —añadió en voz
de su experiencia mientras todos lo voltearon a ver con
miradas de escepticismo.
— Pero ¿qué demonios son esas cosas capitán? —interrogó
nuevamente Mathew poniendo sus manos al borde de la mesa
redonda, pero no recibió respuesta porque John el jefe de la
multinacional Obiom interrumpió mientras se ponía de pie al
frente de todos y caminaba hacia el entramado de ventanas
relucientes con vista hacia el lago Chelan, las miradas de los
ejecutivos lo siguieron y luego pronunció.
—Al parecer, lo que temimos siempre ha llegado al fin.
—Seres extraterrestres— vociferó Lucke al instante que el
Sr John levantaba la barbilla hacia él sin hacer ningún gesto
solo dándole una mirada penetrante y luego tomando el asiento
principal de nuevo.

—John, no hay más que hablar, tenemos que llamar a los


chicos que vayan hasta ese maldito sistema solar embrionario,
al planeta ARBMAR y vean que paso ahí, — expresó Mathew
mirándolo con indiferencia.
John asintió y pronunció — ¿y en cuanto tiempo llegarán?
perderemos mucho dinero si es que las minas están paradas
por un lapso largo.
Al escuchar eso el capitán Lucke se molestó y exclamó —
son vidas, no olvide señor,
— Todos son remplazables en la cadena de abajo, negocios
querido amigo. —respondió con voz firme, tal cual un hombre
de negocios nunca pierde.
— Y a todo esto John ¿quién irá hasta allá, Lucke o Sander?
Porque tengo entendido que el capitán Sander conocedor
mejor que nadie de la zona se encuentra a 6 días luz en el
planeta rojo, —cuestionó Mathew.
—No quiero avisarle al señor JK porque volarán nuestras
cabezas, es mejor que lo hagamos sin informar, todo
herméticamente entre nosotros 5, avisarle al gobierno no es
opción lo más seguro que esas cosas sean bestias salvajes de
ese planeta inexplorable subterráneamente, no creo que sea
problema para tus muchachos Matthew, —le respondió John
con un rostro lleno de soberbia, aunque Mathew no se rebajaba
ante nadie era subordinado de John.
—No se preocupe señor, mis chicos son ex marines de
fuerzas especiales saben hacer bien el trabajo rudo, sea
cualquier cosa que haya violado la seguridad del personal de
Obiom y se encuentren todavía ahí, lo lamentarán. —sentenció
mientras embozaba una pequeña sonrisa de presunción.
— Me parece perfecto, entonces, no quiero que nadie más
se entere de esto — ordenó tajantemente al resto de cabecillas
que solo escuchaban desde sus asientos y asentían. —
Entonces iras tu Lucke —aseguró John al momento de que se
paraba de su asiento giratorio ejecutivo, —Prepárate para
mañana capitán que partirás junto a las fuerzas especiales de
los marines. Por cierto ¿Cuántos irán de tus chicos Mathew?
Te lo pregunto porque necesitamos algunos en otras zonas
planetarias.
—25 chicos serán suficientes, —contestó y luego miró al
capitán, —además, no ocuparemos tu nave interestelar Lucke
es bastante grande y mucho más lenta nos tomaría unas horas
más en espacio abierto, nuestra nave militar es mejor que la
tuya para hacer viajes interestelares es más nueva y de última
generación y recorre distancias mucho más rápido, debido a
los nuevos motores de aceleración.
—Acepto que es mucho más rápida la suya, preferiría la
mía, pero si insistes; la tomo, mañana a primera hora es mejor
que tus chicos estén listos para más tardar llegar al planeta en
3 días luz como mucho. —indicó el capitán que se levantaba
de su asiento listo para irse.
— ¿Capitán quien irá con nosotros del equipo? —se
escuchó una voz desde el interruptor.
—Harper, avísales a los ingenieros del ala 1, las dos
médicas especialistas y dos auxiliares. Con eso será suficiente.
—indicó.
—Perfecto, entonces todo está trazado, —dijo John, luego
ordenó a todos que dejaran los audios de comunicación sobre
la mesa y se retiraran.

Fuera de las instalaciones de las oficinas centrales Obion


Columbia
— Capitán Lucke antes que se retire, le reitero, ¿quiere que
les avise a los muchachos?
—Gusto saludarte en persona Harper, tengo entendido que
están de vacaciones esos holgazanes, es mejor que lo hagas
ahora sino andarán de quejumbrosos.
—Descuide, ahorita irán algunos aviones por ellos.
— Me parece estupendo, me tengo que ir, tengo que
terminar algunos asuntos logísticos, te veo mañana en el
búnker, espero no te levantes tarde.
— Usted siempre bromeando jefe, cuídese, que les espera
un largo viaje.
— Afirmativo — dijo el capitán caminando hacia su carro
el único en el estacionamiento, y preguntándose qué demonios
habría pasado para que sus colegas estuviesen pidiendo auxilio
desesperadamente en ese planeta, era algo que pronto
descubriría—.
Seis horas después una nave de la compañía localizó a
miembros importantes del equipo del Lucke que le
acompañarían hasta Arbmar. Entre ellos los dos ingenieros de
comandos de la nave Arturus: Aron y Alexander, las dos
médicas especialistas Jenifer y Julia, así como los dos
auxiliares; Bob y Owen, fueron traídos hasta la tierra después
de encontrarse de vacaciones en algunos planetas controlados
por Rusia debido a sus exóticos climas hermosos.
—Aquí Harper, ¿me escucha capitán?
—Afirmativo, te escucho claro, ¿qué sucede ahora?
—solo era para confirmarle que los muchachos ya están
aquí en la tierra, ya sabe, están un poco enojados porque
dejaron a sus familias lejos en medio de sus vacaciones.
—Diles que después de volver podrán renovar sus
vacaciones, esto es urgente, diles a los mellizos Bob y Owen
que dejen la holgazanería y la quejumbres puesto que nunca
hacen nada los pillos.
— ¡Ha! eso les diré, es muy gracioso.
— Comunícales que preparen la nave que mañana
saldremos a la 5 a.m., cambio y fuera.
ANGAR DE FUERZAS ESPECIALES DE LA
COMPAÑÍA OBION en algún lugar escondido en las
montañas del rio Columbia

Por muchos años el comandante Mathew jefe de toda de la


seguridad de la compañía Obiom ha sido el encargado de la
protección interestelar con una cuadrilla de 1000 elementos
que surcan algunos sistemas solares en naves de última
tecnología creadas exclusivamente para la protección y
resguardo de naves, lugares secretos, estratégicos y de
producción de la compañía.

— Apenas estoy llegando comandante Marshall y veo que


están ocupados con su entrenamiento matutino en este lugar
frente al hermoso río Columbia sin moros en la costa. —
expresó el jefe de seguridad llegando de sorpresa,
—No esperaba tenerlo aquí señor. Descuide, los muchachos
ya saben, están acabando. Y en cuanto a lo otro, pues sí, sin
moros en la costa, recuerde, esta sección esta con acceso
restringido desde hace 5 años. ¿Y a propósito qué le trae aquí?
Digo no es que lo esté corriendo señor, pero…
—Nada de eso comandante Marshall, lo que pasa que hay
algo grande que paso en el planeta…
— ¡No puede ser! ¿A qué se refiere con algo grande? no me
diga que de nuevo los piratas chinos han robado mineral…
—No, nada de eso, esto es más grave de lo que podrías
imaginar.
— ¿A qué se refiere jefe? no entiendo.
— ¿Recuerdas el planeta Arbmar?
—Normalmente, no suelen mandarme ahí, pero claro que
conozco, estuvimos hace 3 años en entrenamiento en el polo
oeste del planeta, por cierto, muy sombrío ese mundo,
—Pues más tenebroso es lo que te voy a decir, normalmente
el coronel Michael que descanse en paz es el que solía hacer
guardia a los mineros y unos 50 muchachos, pero algo paso
ahí en ese lugar que…
—Sigo sin entender…
—Prepara los 25 mejores chicos que tengas, porque mañana
partirán hacia allá, la orden es clara.
— ¿Revueltas o que paso? —preguntó Marshall algo
asombrado, ya que era algo inusual ir así nomás sin saber
antes a que problemas se enfrentarían.
—Te lo explicaré rápido, ayer la jefa de comunicaciones
Harper recibió un audio que te traigo en este dispositivo y
ahora mismo escucharás “aquí la capitana Hailey desde el
planeta Arbmar, pedimos su auxilio por favor, estamos
atrapados en el último nivel de las instalaciones subterráneas
de la mina principal y al parecer parece que aquí hay restos de
una ciudad bajo tierra, caímos, repetimos caímos cuando
hicimos una inspección de rutina, venimos al planeta Arbmar
porque no recibíamos respuesta de radio de los mandos
mineros de control y cuando llegamos todos estaban muertos y
desaparecidos, la señal se interrumpe, pero por favor, vengan,
estamos emboscados por esas…”.

¡Oh, mi dios! ¿Qué rayos fue eso?


— Tal vez criaturas de ese planeta o sepa que cosas, pero
como escuchaste, la mayoría de los trabajadores de ese lugar
han muerto y el jefe ya sabes no quiere que la mina este
parado ni que se entere el gobierno, quiere a como dé lugar
que vayan a investigar junto al capitán Lucke que los guiará.
Ahora la prioridad es traer con vida a la capitana Hayle ya que
es muy importante para la compañía; sabe todo del negocio.
Mañana saldrán del hangar dos en la nave de ustedes la
Invictus que es mucho más rápida que la Arturus2 del capitán.
— No tengo palabras, esto increíble, —dijo Marshall
tocándose el cabello por el asombro de lo que le había
revelado Mathew, luego exclamó — ¡no puedo creerlo! ¡Seres
extraterrestres! Solo faltaba eso.
—No sé si llamarlos así comandante Marshall, porque
nosotros en todo caso seriamos los extraterrestres no es
nuestro mundo ahí, pero si quieres llamarles así adelante. El
hecho, es que pronto sabremos de que se trata cuando llegue a
ese lugar junto a sus muchachos. Aunque pienso que estamos
deduciendo de más, puesto que nadie sabe a ciencia cierta
nada, solo es el audio y nada más, esperemos que siga con
vida Hailey, aunque siendo realistas; lo dudo. Seguramente
han de ser bestias ya sabes ese planeta nunca ha sido
explorado salvo la sección de las minas, mañana el capitán
Lucke llevará un mapa completo para que sepan a donde van,
ese lugar es gigantesco.
—Entendido señor. Y ya que me cuenta esto, ¿cree que es
conveniente que les informe todo a los muchachos o…?
—No, no es necesario, diles que solo van a una misión al
planeta Arbmar por algunos piratas intrusos, así irán
motivados y no deducirán nada, eso les perjudica
psicológicamente—manifestó Mathew obviamente cuidando
los intereses de Obiom por órdenes del señor John.
— Entendido jefe, eso haremos, esperemos que no sea nada
fuera de lo común, —respondió con firmeza.
—Entonces comandante Marshall ya sabe su misión, traiga
con vida a todos, confío en usted, nunca ha fallado en
incontables misiones que ha llevado y en esto seguro no será la
excepción, lo veré en la cámara de seguridad en 3 días para el
reporte, me tengo que ir, que les vaya bien — manifestó con
rostro serio.
— ¡Ha! me ha hecho reír jefe, no sabe con quién tratan; las
mejores fuerzas especiales en su momento del planeta.
—No me subestimes mi querido amigo Marshall, yo
también fui un Seal y uno de los mejores francotiradores en su
momento, lástima que ya estoy viejo, si no los acompañaría,
me encantan las misiones de este tipo. Cuídate viejo y trae a
todos a salvo — manifestó por última vez.
—lo intentaré, gracias. Hasta luego—.
Una travesía incierta
Un día después - 5 p.m. Hangar principal de la
Nave militar Invictus

—Gusto saludarle mayor —vociferó Lucke justo cuando


entraba a ese gigantesco complejo militar y miraba a unos
escasos metros a Marshall, —tenía meses sin verle desde que
me lastime, ya sabe me cambiaron a solo supervisión en el
satélite Marcus, algo muy aburrido para mí debo confesarle,
pero ya estoy recuperado y a la carga de nuevo. Será un honor
manejar su bebe Invictus comandante.
— El sentimiento es mutuo Lucke, gracias por ese
cumplido. Observándote bien veo que has engordado. Ayer me
informaron que serias el elegido en tripular nuestra nave, así
que solo cuida a nuestro bebe, nos los acaban de suministrar
apenas hace 4 meses.
— ¡Vaya! a ustedes les dan tecnología de última generación
a cada rato, una envidia.
—Así es capitán, es lo bueno de ser militar. Y a todo esto ya
me explicó el jefe a lo que nos vamos a enfrentar…
—Pues esto es raro comandante, algo no me gusta nada, si
no son humanos ni piratas espaciales chinos algo ha de ver en
esos subterráneos de la mina que… porque según el audio algo
los tenía rodeado al equipo de la capitana Hailey.
—Jamás nos habíamos topado con algo así, ni siquiera
hemos encontrado alguna civilización antigua en ninguno de
los planetas o satélites donde se nos ha mandado a explorar y
eso que son bastantes sistemas solares, y de pronto esto, tienes
razón Lucke esto no pinta bien, pero como decía mi mayor en
el ejército, “Si eres obrero has lo que mandan los jefes, y luego
exige tu pago”.
—No nos queda de otra, más que mover el culo, es mejor
que entremos ya a la nave, el techo del hangar se está
abriendo, pronto va a despegar, subamos no son más de 100
metros. Lindo lugar aquí frente a las montañas de Columbia,
—Claro capitán, todo el equipo ya está dentro ¿cierto?
—Afirmativo—.

Dentro de la nave militar Invictus ya se encuentra el equipo


de 25 ex marines con todo lo necesario para llevar su misión
hasta el sistema solar embrionario donde se localiza el planeta
Arbmar a 3 días luz de la tierra. Los principales militares de la
misión son el coronel Tyler de 30 años uno de los mejores ex
Seals que prefirió trabajar para la seguridad privada, el
teniente coronel Noah de 32, el cabo Terry de 35, y los dos
sargentos Spencer y Rick. Por parte del capitán Lucke están
los ingenieros expertos Aron y Alexander de 32 años, las dos
especialistas médicas Jenifer y Julia de 27 y 28 años, y los
bromistas mellizos Bob y Owen de 29 años expertos en
tecnología militar y de propulsión.
Cada grupo tomo su lugar en el Invictus, la mayoría de los
militares solían ir despiertos, pero por esta ocasión serian
puestos en cámaras de sueño, protocolos nuevos de seguridad
de Obiom.

—Marshall y compañía—vociferó Lucke desde la cabina de


mando por los altavoces de la nave —activen sus cinturones y
la boquilla de oxígeno; será un largo viaje, estarán en sueño
suspensivo de hibernación para evitar mareos letárgicos así
que con su permiso procedo a encender las capsulas de
hibernación en 3, 2 ,1.
—Te veo después amigo, dulces sueños, recuerda yo no
dormiré los pilotos no dormimos, sino quien manejaría la
nave. — exclamó el capitán.
—Al menos no envejeceré, —susurró Marshall antes de
quedarse dormido dentro de la capsula.
—Si tú lo dices. Iré a arrancar a este bebe. — se dijo sin ser
escuchado por obvias razones.

Segundos después de que todo equipo de marines dormía en


un pro sueño de suspensión suspendida en la escotilla número
2 de las 4 que había y de la cual se subdividía en varias más, el
capitán Lucke se dirigió inmediatamente a la cabina principal
de mando con el resto del equipo salvo los mellizos que se
encontraban en la escotilla número 4 en el panel de control
asegurando el despegue y el control de combustible nuclear
T4.

—Estamos listos capitán, solo de la orden. —afirmó Aron


mientras su mano descansaba en una especie de pantalla que
fungía de tablero principal donde se iniciaba el arranque.
—Alexander, pon las coordenadas de 59grt Sur al sistema
embrionario QE09 —se oyó prorrumpir la voz de Lucke a
espaldas de ambos.
—A sus órdenes capitán, aquí vamos, motores de
propulsión encendidos, combustible de energía T4 puesta en
marcha, tableros de control activados, aquí vamos.
—Jenifer y Julia ¿están listas? —preguntó
protocolariamente Lucke al momento que activaba su cinturón
magnético de seguridad.
— Odio los viajes en estas naves jefe, son demasiado
vibrantes.
—Lo mismo digo, se me revuelve el estómago a pesar de
que tienen estabilizadores temporales se siente esa sensación
de viajar a la velocidad de la luz que a veces dan una especie
de nauseas dulces.
— Correcto doctora. Y Bob no seas pillo antes de iniciar el
conteo da inicio al comando de voz ABT para que avise de
cualquier anomalía o cambios en la nave.
—Lo que diga el jefe —cuchicheó Bob al otro lado de la
nave en la escotilla numero 4; lugar principal del comando de
motores.
—No me gustan los bromistas, copia y fuera — dijo Lucke
bromeando, —aquí vamos saliendo de la tierra ahora—.

Primer reporte; 9 A. M de la inteligencia artificial ABT de


la nave militar interestelar Invictus “saludos a toda la
tripulación consiente, nos encontramos en el sistema solar
Urbus a unas 3 horas de distancia de la velocidad de la luz,
todos los sistemas están funcionando correctamente. El
sistema de datos previos indica que llegaremos al límite del
sistema solar Urbus en 6 horas. Reporte finalizado.”

— Esta nave de nueva generación es bastante poderosa no


creen chicos — afirmó Lucke que verificaba el comando
principal de código.
—Afirmativo jefe contesto Alexander, solo mire el número
a qué velocidad se mueven los reactores mach, nos desplaza a
una velocidad de 298 mil km por segundos. La nuestra;
Arturus se mueve cerca de los 278 mil más el turbo; apenas
llegamos a los 288 mil, pero a esta nave ni siquiera le he
aplicado el turbo para no consumir demasiada energía y
sobrecalentar el motor.
—Has estudiado bastante la nave, —afirmo Lucke.
—Capitán, y usted según su teoría ¿qué cree que son esas
cosas que atacaron a nuestros compañeros en ese lugar?
Interrumpió Aron que se encontraba a su mano derecha y él en
el centro de comandos.
—Nada bueno, nada normal sería capaz de matar a más de
un millar de miembros de trabajadores de la compañía entre
técnicos sin mandar más que un solo mensaje básico de
auxilio, algo los empezó a atacar, pero ¿qué? según el reporte
de Hailey no parecen ser inteligentes, eso espero, —contestó
con tono firme, pero sin ahondar mucho.
—Dejemos las suposiciones y las cosas de terror para otro
día chicos, computadora ATB puedes poner la canción de
Bryan Adams everything I do para bajar el estrés— vocifero la
doctora Julia desde el asiento de atrás justo a la ventanilla que
quedaba con vista a la oscuridad del espacio profundo.
“Concedido su petición ahora mismo, disfrute” —se
escucharon los altoparlantes del sistema de sonido central de
ATB.
— Ese tipo de canciones me dan más sueño, recuerdo la
escuchaba mi novia cuando tenía unos 17, — confesó Lucke.
—Lastima ya murió ese fabuloso cantante hace décadas,
incluso antes que naciera yo, —comentó uno de los ingenieros.
— Él vivió en una época gloriosa del rock, ahora solo sacan
pitidos y chillidos horripilantes ¿no crees Julia?
—Nada como las canciones de amor para los enamorados
de antaño, Lucke, —dijo Jenifer,
— El amor no existe.
— No diga eso capitán, no significa porque fracasó, todos
fracasemos, —dijo la doctora, aunque al final se arrepintió de
ser tan dura en ese comentario que le salió sincero.
—Perdón, solo era una broma Jenifer.
—Descuida jefe, yo también bromeaba, —dijo algo
apenada, Lucke también se moría de vergüenza por lo cual,
permaneció callado las siguientes horas.
Incertidumbre

Han transcurrido 48 horas desde que la Invictus despegó de


la tierra a la velocidad de la luz, ahora surca el sistema solar
78BN donde se encuentra un satélite de Estados Unidos de
vital importancia estratégica. Se desplazan a una velocidad
espeluznante que incluso pasar de soles a soles no demoran
más que minutos.
Escotilla “No. 4”
— ¡Oye! Alexander, ¿Qué piensas que encontraremos ahí?
—pregunto Bob sobre un estrado de metal justo donde se
encontraba reparando un sistema hidráulico.
—No losé, siento que esto es una trampa, tengo una
corazonada como si esto, ya sabes, has visto las películas,
parece que estamos en una donde la mayoría vamos a morir en
un maldito planeta solitario——se escuchó murmurar al
ingeniero en son de broma.
— jajaja, no me hagas reír Alex, si estuviera el capitán aquí
atrás te patearía el culo.
—No soy fatalista solo es que, se me hace raro todo,
recuerda que las radios de mensaje duran 3 días desde Arbmar
hasta la tierra salvo que utilices los mensajes directos que son
muy caros; millón de dólares por minuto y en los últimos 4
días no había llegado ninguno procedente de allá hasta que
Harper descubrió uno, a lo que voy es que… lo que sea que los
ataco ahí, no es nada dócil y creo que es muy peligroso, ni
siquiera lo podemos imaginar.
—Me estás tratando de asustar Alex, no seas alarmista
mejor ve y tráeme un whisky que es lo único divertido que se
puede hacer aquí.
—Yo solo opino, y si quieres el licor ve tú —manifestó.
—Ya basta Coño, dejen de discutir —protestó Owen
entrando por la puerta principal de la subsección de la escotilla
4.
—Iré echarles un vistazo a las turbinas abajo del anclaje voy
a ponerle los parámetros regreso— dijo su hermano Bob
mirando con indiferencia al piloto Alexander.
—Oye hermano no olvides inyectarle aceite carbonizado al
motor 4, creo que anda bajo.
—Está bien O.
—Y tu Alexander deja de ser llorón, anda, ve a mover el
culo a la cabina que, si no, nos vamos a estrellar ya que el
capitán duerme y solo está manejando el pillo de Aron, y ya
sabes, siempre exagerando la velocidad y sobrecargando los
motores. Pase cerca de la cabina secundaria y los parámetros
de control están altos por lo mismo acelera los motores sin
darle el presurizado de cronometraje de descanso.
—Tienes razón enano, por cierto computadora ATB ponme
la canción en cabina en 2 minutos cuando llegue allá la de Bob
Marley “One Love”. Y por ahora pon la canción en los
audífonos centrales de Aron “pluma pluma gay de los
Morancos”.
ATB: su canción en proceso…
—Esa broma si es buena hermano—dijo Owen que se
disponía a hacer una revisión minuciosa en los síntomas de
control de los motores y Alexander salía directo a la cabina
central.

Inteligencia artificial ATB reporte: “buenas tardes para toda


la tripulación consiente. Estamos a punto de llegar al sistema
embrionario, la llegada al planeta Arbmar se dará
aproximadamente en 12.5 horas, ya inicié el comando de
acoplamiento de los módulos 1 y 3 que se encuentra en órbita
sobre el planeta Arbmar, reporte finalizado”.

— Perfecto, muchachos —vociferó Lucke con entusiasmo,


—ya falta poco, desde aquí puedo ver ese extraño sistema
solar primitivo. Recuerdo la noticia cuando se descubrió, el
punto es que no me gusta este sistema solar lleno de planetas
rocosos primigenios, que hacen pensar que están llenos de
vida exótica.
—Concuerdo con usted capitán, pero no me dejará mentir
que tenemos una hermosa vista; todo un sistema binario se
mira al frente y eso que vamos viajando a la velocidad de la
luz y pasan minutos y aún sigue estático como si no
avanzáramos, pero eso se debe a la distancia tan colosal, tal
vez llegaremos ahí mañana por la mañana y quizás con suerte
veamos qué fue lo que les sucedió a nuestros compañeros,
espero que estén a salvo sea donde estén, —manifestó Jenifer
dando vistazos a lo profundo del cosmos.
— Ojalá porque si no…—susurró Alexander encogiéndose
de hombros tratando de disimular su miedo,
— Tranquilo viejo, volveremos sanos y salvos, los chicos
rudos vienen con nosotros recuerda—lo reprendió su
homologo.
—Lo sé Aron, pero no me imagino que mierda los atacaría,
se supone que el grupo de científicos de la nave Nostradamus
en 2085 cuando descubrieron ese exoplaneta raro mandaron
algunos robots por meses a algunas zonas del planeta a
explorar y dijeron que no había vida compleja, pero si una alta
actividad microbiana nada más y ahora 22 años después sale
algo así. Te soy sincero me tiene intrigado esto, —afirmo el
ingeniero, rápidamente fue presa de las risas de las doctoras y
de los mellizos que escuchaban por las bocinas directas de la
cabina a la escotilla trasera.
—Porque tan preocupado Alex, o ¿acaso ya te vas a casar?
—lo cuestionó Lucke bromeando y dándole una palmada en la
espalda tratándole de animar.
—No diga eso jefe, solo que no quiero morir tan joven.
— ¡Joven! tú Alexander, si eres mayor que nosotras, tienes
33 recuerda, —susurró Julia.
—Lo se aguafiestas, pero no quiero terminar como un puré
de papas en una mina en los confines del universo.
—No pasará nada—dijo Aron convencido.

— Iré a echar una siesta, me toca tomar el control por la


noche, vuelvo en unas 6 horas. —Chicas no se desvelen. —
Aron, no olvides comunicarles a los mellizos que verifiquen
los parámetros de temperatura y energía de los propulsores no
quiero ninguna sorpresa y quedarnos varados sería peligroso.

—Entendido jefe—se escuchó un coro de afirmación al


momento que el salía.

— El capitán anda muy serio ¿no creen chicos? desde la


última vez que le acompañamos, — comentó Julia sin
especificar a alguien. Aron le respondió,
— Pues estuvo mucho tiempo retirado, desde que fue
atacado por piratas chinos en el satélite ER1 del planeta UBU
cuando transportaba oro con los demás chicos. Su nave fue
derribada y él casi murió salvo que se las ingenió y pudo llegar
a un satélite salvavidas con algunos más y luego lo trasladaron
a la tierra.
— Pues me alegro de que se haya recuperado cien por
ciento, se le mira más fuerte que nunca, —comento la doctora
Jenifer cerca de los ventanales.
— ¡Oye Alexander!, —exclamó Julia —ahora que el jefe no
está, porque no traes una botella de vino ¡anda! nos caería
bastante bien ahora, estoy súper aburrida.
—Pero está prohibido doc.
—Lo se tontín, pero no nos vamos a emborrachar, solo tú
tienes la llave, anda ve solo unas dos copas ya me estresé de
estar sentada aquí por casi de 3 días mirando la oscuridad del
vacío y nada más.
—Está bien, iré al compartimento de la cocina, si nos pillan
tú serás la culpable, ¿está bien?
—Está bien, además una copa es buena para la salud
cardiaca y la libido.
— Tú siempre ganas Julia, pobre Alexander se mira que ha
sufrido mucho por amor, harían bonita pareja.
—Jefa no diga eso me voy a enojar, ¿cómo qué haríamos
bonita pareja? no bromee.
— Que sentida te has vuelto Julia, y por cierto ¿cuánto
tiempo llevas soltera, 1 o 2 años? No te he conocido
últimamente ningún enamorado.
—Bastante para ser exacta, pero prefiero no estar con
cualquiera, algún día llegará el príncipe azul, “no me gustan
feos” no todas encontramos aun príncipe azul tan rápido como
usted. —dijo.
— ¿Usted? Si casi somos de la edad, solo que yo soy
bastante más madura para tu edad, —aseguró la doctora, luego
ambas rieron a carcajadas, incluido el ingeniero de turno al
mando de la Invictus.

—Y tú Aron ¿cómo está tu esposa en california? me enteré


que tuviste una niña el año pasado, con eso de que nos
estuvieron cambiando de ruta los últimos 12 meses, teníamos
tiempo si estar juntos el equipo original.
—Lo sé doctora, pues si, tuve una niña le puse como mi
madre; Emily, y Karoline está bien, por eso pienso regresar
con vida sea lo que sea tengo viles que pagar,
—jajá, que gracioso eres Arón, no solo tú tienes impuestos
que pagar, yo también y muchos que con eso que mis dos
niños querían un avión, ya sabes, tuve que comprarles uno.
Obviamente, con la supervisión de un piloto profesional y
créeme sale bastante caro mantenerlo—dijo la doctora
principal.
—Me imagino, recuerdo hace 3 generaciones, lo máximo
era un carro y ahora aviones.
— Lo sé, los tiempos cambian, en unas generaciones más
querrán tener unas de estas naves—.
—Ahí viene Alexander, al fin algo de diversión, —gritó
Julia en jubilo mientras se ponía de pie y le arrebata la botella
en medio caminó al tímido Alexander—.

Seis horas después


10 P.M.

— ¡Vaya! me pase por unos minutos chicos, disculpen,


agradezco que no se hayan dormido—mencionó el capitán que
entraba por la puerta que se abría automáticamente a la cabina,
uno de los ingenieros dormitaba,
— Descuide, va el piloto automático con la inteligencia
artificial, solo vamos analizando, —contestó Aron, tratando de
quedar bien.
— Quiero que se vayan a dormir, yo me encargo,
seguramente a estas horas, Bob ya se despertó y Owen
duerme. ¡Vamos! vayan a las capsulas a descansar ya lo
necesitan.
—Está bien capitán. ¡hey Alexander! deja de tomar café,
vámonos a dormir que luces como un zombi—.

—ATB ¿en cuántas horas llegaremos al sistema


embrionario? —preguntó el capitán sentado solo en medio esa
enorme cabina de mando de la nave que lo decoraba cientos de
comandos en pantallas dactilares y comandos de voz.
ATB: “aproximadamente capitán en 5,56 horas, estaremos
en el cumulo de esteroides entre la estrella QEO9 y unos
minutos después sobre el planeta Arbmar”,
—Perfecto, puedes hacer una recopilación de información
de todo el viaje y mandarla como un reporte, no tendré tiempo
de hacerlo.
ARB: no suelo hacer eso capitán, pero haré una excepción
solo porque usted es un miembro altamente valioso para la
compañía.
—Muchas gracias ATB te debo una, recuérdame
actualizarte tu base de datos y energía central una vez que
lleguemos a la tierra—.
¡Es un complot!

6 p.m. Columbia Estados Unidos - Base central de


operaciones de la compañía Obiom

—Señor JK, quise venir lo antes posible, les hice creer a


toda la tripulación que va rumbo al planeta Arbmar que no
sabía absolutamente nada del asunto; y lo creyeron como era
de esperar, así será mejor para nuestros planes, que traigan de
vuelta un espécimen para las investigaciones pertinentes, nadie
en la historia ha logrado descubrir algo así…, —confesó John
jefe de la compañía, sentado codo a codo con el dueño en la
oficina principal a puerta cerrada.
—Perfecto, has hecho un trabajo increíble John, —
reconoció —pero no podemos celebrar mucho aun ya que
tampoco los hemos visto cien por ciento, pero al parecer son
muy peligrosos, extremadamente peligrosos ¿cierto? —
comentó JK el dueño de la compañía más poderosa del
planeta.
—Efectivamente, según el video audio original que corte a
propósito, se alcanza a escuchar a la capitana Hayle que esas
criaturas oscuras con dientes horribles salían de sus cabezas en
ese satélite remoto Urtilis de donde se originan.
—Eso es…,
—Correcto señor Jk, no pudimos obtener videos completos
porque algo rompió el sistema central de información cuando
la nave Sur4 perdió el control y cayó en Arbmar perdimos la
señal, eso sí es molesto, ya que no podremos supervisar en
tiempo real ya que la inteligencia artificial ATB solo tendrá el
alcance los micrófonos de garganta que los militares o
miembros del capitán Lucke tengan, pero no importa nadie
señor podrá volver con vida, salvo dos, no importando quien
sea.
—Será bastante apremiante, así nos podríamos hacernos del
control de cualquier cosa y más que una compañía; podríamos
controlar todo. —Entonces la diversión apenas comienza, —
proclamó el señor JK con una evidente sonrisa malévola de
poder, mientras brindaba vino con el señor John que le
devolvía la sonrisa, de alguna manera asegurando y sellando
su éxito con ese brindis—.

Dos semanas antes el capitán Sander de la nave Babel que


surcaba un sistema solar desconocido en busca de planetas
minerales sorpresivamente enfrentó una tormenta solar en el
espacio profundo remolcando la nave hasta un satélite rocoso
de aspecto extraño. En todo ese tiempo las comunicaciones
estuvieron colapsadas hacia la tierra, atrapados ahí arreglando
los motores principales que resultaron averiados para poder
salir de ahí, el quipo mandó 3 robots para la exploración de ese
satélite aparentemente respirable con una atmósfera gaseosa,
pero casi nula luminosidad debido a una estrella primitiva que
alumbraba cada 2,2 días cubriendo normalmente en oscuridad,
después de 3 días los robots regresaron con resultados
positivos, la atmósfera aunque escasa contenía casi la totalidad
de gases de la atmósfera terrestre por lo tanto, parte de los 8
que formaban el equipo, descendieron al satélite, y lo que
encontraron fue terrible, fueron asesinados ahí, pero sin antes
mandar un mensaje de auxilio gracias a un transmisor que
alguien dentro de la nave antes de ser atacado logró enviar a la
estación espacial de Obiom más cercana que se encontraba a 7
días luz. Cuando la compañía se dio cuenta, lo manejó como
ultra secreto que ni siquiera la señorita Harper pudo saber de
eso, debido a que Obiom suele tener hackers dentro analizando
todo el tráfico de información de los viajes en tiempo real. La
siguiente acción de la empresa fue enviar a Hailey y su equipo
al mismo lugar dándole las coordenadas, pero con el macabro
objetivo de lo que habían descubierto allá.
6: 35 a.m.
Seis horas después viajando a la velocidad de la luz
alcanzan al final los límites del sistema embrionario.

Inteligencia ATB: “despertando al equipo militar en 60


segundos, cuenta en marcha. La nave Invictus se unirá al
módulo orbital de la estación del planeta Arbmar en 1 hora,
repito en una hora estaremos llegando”.

—Buenos días señor Lucke, me alegro de que al final casi


hemos llegado, en menos de 50 minutos veremos el planeta en
el horizonte—voceó Aron desde la cabina.
—Que tal amigo, veo que eres el primero.
—Algunos ya despertaron, pero están jugando cartas en el
vestíbulo, los militares están en su escotilla central, creo que
están haciendo ejercicio por el estruendo que hacen los
sensores.
—Ya les hacía falta, —comentó el capitán.
— ¿Bajaremos hoy capitán o mañana? —le cuestionó el
ingeniero, ansioso de saber la respuesta.
—La orden es mañana por la mañana hoy preparemos todo
el equipo y la cápsula central para bajar al planeta tiene que
estar despresurizada ya que tiene una mezcla de oxígeno
naolitico y eso requiere unas horas de mezcla virgen.
—La lo había olvidado, entonces mañana será ideal, sirve
que vemos el panorama desde la central espacial… ¡mire allá
jefe! — Exclamó al instante —ve aquel planeta en aquella
nube de polvo cósmico está colisionando en ese cúmulo de
asteroides sea lo que viva ahí no les queda mucho tiempo de
vida, o tal vez ya estén muertos.
— ¡Uhff! no quisiera estar ahí es muy peligroso incluso
estar cerca en una nave espacial por el campo gravitacional
que está sucediendo ahora—aseveró el capitán.
— Comandante Lucke — se escucharon los altoparlantes de
emergencia provenientes del auxiliar Owen, — los motores
están calentándose creo que se debió a un excesivo chorro de
plasma en las mangueras de escape, repito están
sobrecalentadas tal vez no se reflejen adelante en los sistemas
del panel, pero en el dispositivo de lectura están marcando
1000 Rajs eso mucho señor.
—Te copio Owen, inyéctale mercurio refrigerante al motor
4 al menos nos permitirá llegar al planeta.
— ¡Vaya! una mala noticia ahora, con ustedes siempre
pasan cosas así —susurró Alexander a mano izquierda.
—No es nuestra culpa hacemos lo que podemos, —se
alcanzó a escuchar un refunfuño de Bob.
—No creo que funcione Lucke—comentó Aron viendo las
lecturas en pantalla que le mandaba Owen, —la única medida
creo yo conveniente ahora es bajar la velocidad de los motores
a unos 30 mil km por segundos, aunque eso es peligroso en
marcha podría romper el escudo si frenamos, pero…,
— Nos arriesgaremos ingeniero, no podemos mantener el
nivel de velocidad, Owen tiene razón si continuamos ésta a
velocidad es posible que el motor 4 y 2 estallen y ahí si
estaríamos en total peligro, una vez llegamos lo reparamos en
horas, traemos repuestos, tal vez a esa velocidad de 30 mil
kilómetros lleguemos en 4 horas, total tendremos oportunidad
de trabajar hoy todavía.
—Está bien capitán, empezaré la marcha regresiva de
velocidad, —advirtió Aron —mellizos pueden mandar el
mensaje a la escotilla de seguridad de los soldados, tengo
problemas—.

—Cuál es la orden capitán— respondió el comandante


Marshall a la cabina de control desde la escotilla 2,
—No es necesario entrar a las capsulas de nuevo, solo
pónganse el cinturón porque va a temblar un poco—.
— Aquí vamos jefe, espero que dios nos proteja porque si
se llega a romper el casco protector…

—Se empieza a sentir terrible, ATB manteen los márgenes


de combustible lo más óptimo posible en el motor 4 y 2 y baja
el volumen en el 1 y sube la temperatura en caldera 4. —
ordenó el capitán al momento que ajustaba su cinturón
automático e introducía una serie de códigos a la nave.
ATB: procesos en marcha ahora…

—Eso estuvo cerca Lucke, si hubiéramos bajado a unos 25


mil km por segundo hubiese desgarrado la nave en dos estoy
seguro.
—Te doy la razón Alex, fue un riesgo brutal, pero imagina
si hubiésemos quedado varados aquí, sería imposible llegar al
planeta de auxilio y las señales aquí no funcionan bien por las
ondas electromagnéticas de la estrella.
— ¿Qué demonios fue eso Aron?
—Descuida Julia estaban sobrecalentados los motores, pero
ya han descendido la temperatura porque bajamos la velocidad
de 300 mil km a 30 mil por lo cual nos retrasaremos unas 4 0 5
horas.
— ¡No puede ser! otras malditas 4 horas más ¡bah! iré a
dormir otro rato entonces, —dijo molesta y salió
inmediatamente de la cabina.
—Dulces sueños.
—Se levantó de malas mi asistente. Buenos días, sentí eso y
fue terrible Lucke.
— ¿Cómo estas Jenifer?
—No mejor que usted que veo ya desayunó y no me invito.
—Disculpa, no pude evitarlo, el café me mantiene los
nervios bajo control y los panecillos me mantienen
concentrado, quedaron donas y bastante café aun en la cocina
¿quieres que te traiga?
—No, iré yo, me falta hacer algo de ejercicio.
—Alexander, puedes analizar el nivel de oxígeno en los
filtros internos de la nave, —ordenó inmediatamente.
—Ahora voy jefe…— dijo apagando el intercomunicador y
maldiciendo al aire— me tratan como un esclavo, todo yo, ve
trae aquello y trae lo otro—.
Escotilla 2 grupo de militares
—Parece que fue hace unos minutos cuando entramos en un
sueño profundo y ya pasaron 3 días, las imágenes muestran
que estamos cerca si es que no me equivoco estamos pasando
por el anillo de asteroides AL13 — señaló el comandante
Marshall a todo el equipo, que se distribuía en esa enorme
cámara.
—Cuando despertó ya había pasado el mensaje de ATB,
pero si, ahora mismo estamos saliendo del cinturón Al3 sino se
hubiera jodido un poco el motor ya hubiéramos llegado, —le
dijo el coronel Tyler.
—Comandante, esperemos que no sean piratas chinos los
que causaron todo este alboroto; los odio, roban todo en todas
partes de la galaxia y es difícil localizarlos. Según las noticias
el gobierno estadounidense aniquiló a una flotilla a 2 años luz,
imagina 2 años luz, por eso suele ser imposible que los
exterminen, se trasladan demasiado lejos, —puntualizó el
teniente Noah.
—Caerán tarde que temprano, pero si es lo peligroso de esos
bastardos, la justicia no siempre les llega, según el informe eso
era, pero no estoy seguro solo quiero muchachos que estén
listos para lo que sea que este ahí esperándonos, sostengan
bien sus carabinasm9, no queremos ninguna sorpresa no
olviden la formación que ya acordamos, —advirtió su jefe
militar.
ATB: “atención, los alimentos ya está servidos, pueden
pasar a la escotilla número 3—. Se escuchó avisar la
computadora central, en toda la escotilla”.
— Ya escucharon muchachos, vayamos que necesitaremos
energía. —vociferó Marshal siendo el primero en salir junto
con sus subordinados Tyler y Noah y el resto le siguió.
La llegada en tinieblas

—Comandante, al fin llegamos, — dijo Alexander — no


puedo creerlo, esto si es genial, computadora puedes iniciar el
comandado de acoplamiento en 5 minutos a la estación
espacial del planeta ARBMAR —añadió el emocionado
ingeniero en el transmisor de la cabina que se retumbó en
todas las escotillas.
ATB: “iniciando órdenes de acoplamiento en tiempo
estimado, orden fuera”.
—. Genial Alex, es increíble, bueno le daré el mensaje
desde aquí a todos los pasajeros oficialmente.
—. Ya era tiempo jefe, 3 días ya tenía entumecidas mis
nalgas, por eso odio ser la médico principal en misiones
largas, porque ni siquiera puedo hacer ejercicio cuando viajas
a la velocidad de la luz debido al peligro de generar un
aneurisma por los gravitones de aceleración.
—Jefa eso dice usted, pero si hubiera visto cuando viaje al
satélite a curar algunos mineros en la nave Arturus, las chicas
y los ingenieros se la llevaban teniendo sexo ya sabe…
—Parecen adolescentes. Seguramente se te antojo o, ¿no?
—No me haga reír jefa me insulta con eso.
—Eran mentiras— bromeó la doctora al tiempo que reían
todos.
—. ¿Cómo van allá atrás? Owen y Bob estamos a 2 minutos
de llegar, vayan desajustando los tubos de acoplamiento. —se
le oía ordenar a Aron.
—. ¡Huy! el capitán ordenándonos, —exclamo
sarcásticamente Bob, —descuida viejo en eso estamos,
salúdame a una de esas bellezas que están ahí, espero tengas el
maldito audio de garganta bajo.
—Fuera par de locos. —cuchicheó Aron.
— Escotilla 4, chicos de la marina, ya están listos estamos
llegando en unos segundos, bienvenidos al planeta Arbmar,
espero la pasen cómodos—.
—Te escuchamos capitán, todo bien, gracias por esa
bienvenida—replicó Marshall.
—Perfecto, ahora estoy liberando los cacos de la nave para
que vean todo a su redonda y la belleza del universo.
—Ya hacía falta, gracias por ese gesto…,
—De nada amigo—.

ATB: a todos los pasajeros de la nave Invictus bienvenido al


planeta Arbmar embrionario, disfruten su estadía, ahora la
nave se encuentra rumbo a acoplamiento a 100 metros por
segundo. Acoplamiento iniciando en 30 segundos.

— Piloto automático apagado tras el acoplamiento. —avisó


Lucke a la inteligencia artificial ATB.

— ¡Oye Aron! es gigantesca esa estación espacial, tenía un


año que no venía y mira la han…—manifestó Alex,
— Así es hermano, mira cuantos billones de dólares se
gastaron esos tipos en algo así, si no me equivoco son como 10
estadios de futbol y nuestra nave se ve minúscula y eso que es
tan grande como un portaviones.
— ¿Es increíble no creen chicos? —Dijo el capitán
sonriendo al frente con incredulidad — hace más de un año
pase por aquí y apenas iniciaban las restauraciones y ahora
mírala, se ve impresionante—.
ATB: “acoplamiento exitoso, ahora pueden bajar, hasta el
momento no hay ninguna señal con vida dentro de la estación
espacial, los circuitos completos del complejo están
funcionando correctamente, disfruten su estadía”.
— Gracias computadora, alguna diversión dentro de ahí—
preguntó Jenifer que estaba a lado del capitán charlando.
ATB: hay de todo, desde canchas de golf, en la sección de
deportes hasta piscina olímpica, así como mesas de juego. El
mapa completo está a mano derecha al entrar por la puerta
principal, si no puedes pedir una guía a voz”.
—Nada mal, gracias ATB te extrañaré—.
—Qué te parece jefa si vamos a la piscina, ya me muero por
nadar.
—Será increíble Ju- espero hayas traído traje de baño, habrá
muchos chicos guapos marines merodeándote, —le susurró
mientras sonreía Julia.

— Bien, es hora de bajar, ATB abre las compuertas de las


escotillas 4 y 1, pueden bajar todos—avisó el comandante a
toda la nave Invictus que ya podían descender a la estalación
espacial ya que la nave se había acoplado a los módulos del
puente principal para entrar a la estación espacial de tamaño
colosal que orbitaba a 10 metros por segundo todo el planeta
Arbmar.
ESTACIÓN ESPACIAL ARBMAR

—Fue un largo viaje amigo, ya extrañaba la carne asada y


esta cerveza de barril sabe deliciosa, y que te digo, este lugar
es precioso— declaro el comandante Marshall con su
característica voz grave y su humor ácido.
— ¡Salud por eso! —exclamó el comándate — ¿y tus
muchachos? no se miran por ningún lado.
—Están ejercitándose en el gimnasio desde que bajamos y
algunos más haciendo revisiones a las armas, no quiero
ninguna sorpresa mañana que bajemos a este maldito planeta.
—Eso es bueno, amigo. Parece que nadie hecho una siesta.
—Los ingenieros tampoco están en la piscina por ahí pase
hace un rato. No tengo sueño no acostumbro dormir en el día
apenas son las 3 de la tarde, bueno en el horario que veníamos
en la nave, —dijo Marshall.
—Buena vista tenemos desde aquí, mira ese planeta, es
bastante tenebroso.
—Qué demonios…, Aron me asustaste, no llegues por las
espaldas.
—Disculpe capitán, si no les molesta los acompañaré a
comer, ¿y de que platicaban? — dijo el principal piloto
sentándose ahí en esa mesa con ambos que estaba a la orilla de
los ventanales de vidrio blindados.
—Que no todos los días tenemos una espectacular vista a un
planeta así.
—Así es jefe, tan grande como la tierra, pero si es
espeluznante la vista desde aquí, luce la mitad oscura y la otra
mitad siempre está como un atardecer de las 6:20 de la tierra
para ser exactos como Hawái y ahí es donde iremos mañana
por la mañana o, ¿no?
—Afirmativo, —respondió Lucke tomando algo de vino
con la mirada fija hacia el planeta que se extendía al horizonte
en una penumbra oscuridad.
— Sea lo que sea esa cosa que haya matado a la mayoría
allá abajo se arrepentirá, —afirmó Marshall, —la compañía no
suele mandarnos por cualquier misión, generalmente, mandan
a la seguridad privada de ex marines, pero nunca nos mandan
a nosotros; las fuerzas especiales para algo así, tiene que haber
algo grande allá abajo…,
—Bueno chicos, dejemos el tema ese por la paz,
saboreemos la comida y estas cervezas — ¡salud amigos!
disfrutemos ahora que vivimos— dijo Lucke haciendo que los
demás se carcajearan.
La misión inicia

9 P.M. Estación espacial laterales y vistas al horizonte horas


previas antes de bajar al planeta Arbmar

— ¿Qué hace aquí tan solo capitán? pensé que ya estaba


dormido como el resto. Digo los marines son muy puntuales
parece ser que ya están dormidos en la última cámara—lo
sorprendió Jenifer mirando las estrellas desde el borde de la
estación.
— Jenifer, ¿qué haces aquí? ¿Y los chicos?
—Ya sabe, viendo películas, hace rato los mellizos
boxeaban, ahora acompañan a Aron, Alexander y Julia en el
enorme cine supongo en una hora se dormirán eso les
recomendé,
— Déjalos que se diviertan se estresan mucho en los viajes
— ¡qué hermosa vista! ¿No crees? —señaló Lucke con la
mirada hacia el horizonte repleto de estrellas y lunas
circundantes,
—Siempre he dicho que una hermosa vista se disfruta con
buena compañía,
— ¿Lo dices por mí?
—No, lo decía por las estrellas.
—Tú siempre de bromista Jenifer. Y disculpa si te
incomode por lo del otro día de “que el amor no existía” no
pienses que…,
—Descuide capitán, ¿no quiero volver a eso, pero porque lo
dijo? Pienso que algo así tuvo que haberlo vivido por eso lo
dijo porque lo sintió alguna vez.
—No suelo contar mí…,
—Bueno si no quiere decir descuide no insistiré. Y ¿Qué
piensa que encontraremos mañana allá abajo? —le preguntó la
doctora intentado sutilmente cambiar de tema después de
sentirse incomoda preguntado eso.
—Nada bueno, seguramente…, hay algo que no me gusta
nada.
— ¿Cree que podría ser una trampa de quien sea que este
allá abajo?
—Más allá de una emboscada, no lose. Lo que me extraña
es que, ¿qué desean? me refiero este no es el actuar de los
piratas chinos, ellos matan, obviamente, pero no suelen
eliminar a toda la gente inocente, lo hacen con algunas
decenas, pero no con más de mil inocentes que habitaban ahí
abajo.
—Sí, tiene lógica su teoría, siendo sincera me da miedo
descender ahí, pero no hay de otra; es nuestro trabajo.
—No te preocupes. Los chicos de Marshall son los mejores
en lo que hacen, no por nada rescataron al presidente de la
compañía hace años en una emboscada en el satélite Beta de
unos 400 piratas. Saben hacer bien su trabajo.
—Eso espero, bueno creo que iré a dormir, lo dejo
disfrutando la vista, lo veo mañana.
— Descansa. Ahorita yo iré igual, mañana será un largo día,
—se despidió el capitán con algo de melancolía, de alguna
manera le atraía Jenifer, pero se sentía inseguro de algún modo
insinuársele—.

Algo perturbaba la mente del capitán Lucke, sabía que esa


misión no andaba bien, había muchos factores que no la hacían
ser normal. No temía ir abajo y enfrentarse a lo que sea que
hubiese, temía no volver a ver su hija Stephanie de 7 años; esa
era su mayor preocupación desde que fue emboscado en la
nave de transporte de minerales en el satélite T9. Desde ese
suceso se había prometido pasar mucho tiempo con su hija,
pero lamentablemente el trabajo llamó para cuando se había
recuperado, y de nuevo volvió a su vicio, pero se juró por un
momento viendo ese planeta de aspecto terrífico que si la
misión no pasará a mayores; se retiraría de ese trabajo que al
año ya estaba dejando un número considerable de muertos. A
sus 36 años era bastante joven para retirarse y aprender un
nuevo oficio ya que no sabía hacer más que andar trepado en
una nave de viajes interestelar, pero se podría acostumbrar. Lo
que sí es verdad es que en el amor le había ido terrible dos
divorcios y varias relaciones infructuosas; lo hacían un
escéptico en el amor. Tal vez, por su paso en el cuerpo de
infantería de marina a sus 21, lo había convertido en un
trotamundos en la cuestión amorosa.

8 horas después. Día de la misión de rescate al planeta


Arbmar

Computadora central sunny45: “a toda la tripulación muy


buenos días les saluda la inteligencia artificial de la Estación
Espacial ARB deseándoles una linda estadía, el almuerzo está
siendo preparado, por los robots Uly y Pilly y en unos minutos
les servirán”.

—Demonios, me despertó esa mierda— refunfuño Bob, aun


cubierto por una sabana.
—Está programada para eso y aun así te preparó el alimento
malagradecido— lo amonestó Aron al fondo.
—Preferiría haber dormido otras dos horas a comer comida
con sabor a plástico—susurró el auxiliar deseando no tener
que bajar ahí abajo.
— Iré a ducharme los alcanzo en el comedor— avisaba
Owen marchándose a la sección de baños bastante relajado al
instante que escuchaba su canción favorita “Perfect” de “Ed
Sheeran” dándole un plus momentáneo de confianza.
—Veo que todos se despertaron, pero no se levantan de sus
literas— prorrumpió Alexander con voz baja.
— En eso estamos viejo, el capitán ya se levantó, veo que
sigue madrugando como siempre—dijo Aron bostezando y
apenas se empezaba a incorporar de su capsula de descanso.
— Ya lo conoces lo más seguro es que esté preparando la
capsula con la cual descenderemos.
— No me convence Owen, no sé porque vamos nosotros,
digo, bajar allá abajo ¿para qué? somos ingenieros espaciales
no ingenieros de minas.
— ¿Tienes miedo Alex? pues ni modo “son ordenes de
arriba”.
—No es miedo, solo que…,

— ¡Su puerta estaba abierta! por suerte no están desnudos


chicos— irrumpió Jenifer avisando que el desayuno ya estaba
servido — ¡vamos! andando, que el capitán se molestará, sino
los ve allá.
—Ahí vamos contestaron en coro los tres ingenieros.

Área de comedor principal


—Veo que ya están todos aquí, —dijo Lucke en medio de la
mesa principal —les adelanto de que partiremos en una hora,
preparen lo que tengan que llevar que no habrá retraso. Muy
de mañana me levanté y preparé el módulo y la capsula para
descender.
— ¿Dejarás la capsula en tierra o…? —cuestionó el
comandante al otro extremo de mesa.
—No, la mandaremos de regreso, es peligroso dejarla abajo
porque si realmente son piratas la podrían tomar y nos
quedaríamos atrapados aquí, y eso sí sería grave, de todos
modos, bastan 10 minutos para que vaya por nosotros en dado
caso de emergencia.
—Perfecto Lucke, de hecho, daré la orden de que se
preparen todos los muchachos, —dijo Marshall levantándose
de la silla.
—Me parece bien, yo también voy a preparar algunos
detalles, los demás hagan lo tengan que hacer. Los veo en unos
minutos chicos. —Ordenaba el capitán haciendo lo mismo que
su homologo—.

— ¿Apoco Julia no sabe delicioso este panecillo? espero no


sea el último que coma si es que me pillan unos chinos
cochinos allá abajo, —Cuchicheó Bob atragantándose de
postres justo alado donde estaba la doctora.
— Que pesado eres Bob, tú con tus bromas estúpidas, quien
dice que vamos a morir, tal vez se trate de unos dinosaurios y
si llegará a pasar el único que se comerán será a ti por
papanatas, —dijo algo molesta la doctora.
—Que buena broma Bob, pero si fuera el caso doc. —
¡Digo! no sabemos qué demonios haya abajo, —le increpó
sutilmente Owen,
— ¡No peleen por tonterías! dejen de ser negativos chicos
— murmuró Jenifer en contestación dirigiéndose al área de
control médico, —los dejo con sus bromistas —balbuceó Julia
arqueando la ceja a los chicos al momento que seguía a Jenifer
para hacer la revisión del equipo médico que llevarían, pero
sin antes decir—ya saben dónde encontrarme por si a alguien
le duele la cabeza o necesita un cambio de hígado, ¡Bob!…,
—Vámonos Aron, tenemos cosas más importantes que
hacer que mirarle el culo a esa engreída. A decir verdad,
espero irme pronto de esta mierda, odio este desolado planeta,
cuando hice mis prácticas para recibir mi título de ingeniería
aplicada en motores de energía pase en este planeta, más
específico en lado sur hace un frio del demonio, estuvimos mi
hermano y yo solos como 2 meses dentro de una capsula
midiendo los niveles de gases de la atmósfera y esas tonterías.
— ¡Oye Bob! parecías geólogo en vez de ingeniero,
papanatas, jajaja, —dijo en voz alta Alexander que no paraba
de reír.
— ¡Que buen chiste idiota!
—No perdamos el tiempo que se nos acaba, — indicaba
Aron parándose de su asiento y dirigiéndose al módulo
principal junto al resto.

Sección UB del complejo espacial

— ¡Marines! —Exclamó el comandante al frente de la


formación de los 25 militares, —recuerden, la mejor defensa
es el ataque. No olviden la táctica. Saldremos en 10 minutos y
no olviden nada, el plan ya está trazado. —Noah hará el
equipo 1, 7 contigo, Tyler el dos, 7 contigo, conmigo el resto.
No olviden dos lanzagranadas, la ametralladora calibre 50, la
ametralladora grande es muy pesada para cargarla será un
estorbo, creo que con eso es suficiente, no olviden cargadores
es lo más importante. Si no tienen dudas carguen su equipo y
vámonos a la capsula. —ordenó en vestimenta típico de los
marines de antaño.
Ala lateral centro de mando espacial
—Seguramente en estos momentos el comandante Marshall
está dando instrucciones a su equipo, no me quiero quedar
atrás, así que procedo, “no quiero que se separe nadie allá
abajo una vez que lleguemos, la red de túneles es muy amplia.
El complejo de viviendas y construcciones de los mineros tal
vez se extienda unos 3 kilómetros cuadrados y perderse en una
misión así sería riesgoso, no quiero que nadie se desoriente,
por tal motivo pónganse sus audiófonos de garganta,
mantengan encendidos en todo momento los receptores, no
sabemos que nos aseche en ese maldito lugar desolado, si en
dado caso saliéramos huyendo espero no sea el caso
tendríamos oportunidad de reagruparnos. —Como veo que
nadie sabe manejar un arma, llevaré la mía, una 9 mm
mejorada siempre me encantó este modelo clásico, tiene más
de 100 años y es una hermosura aún. — ¿Alguna duda? …,
como veo que nadie levantó la mano es hora de ver que pasa
allá abajo ¡vámonos! —Computadora inicia el encendido de la
cápsula de descenso llegamos en dos minutos y contando…
—Mientras llegamos computadora central, podrías mandar
una esfera de velocidad en el clima atmosférico del planeta,
espero el reporte una vez adentro, fuera. —indico también
Aron.

— Caminan bastantes rápidos equipos, —se escuchó decir


con una pronunciada agitación al fondo a Owen — ¿y para que
quieres saber el clima del planeta?
—No está de más prevenirnos, son terribles las tormentas de
dióxido de carbono concentradas con vapor de agua y algo de
metano, aunque tiene una atmósfera bastante respirable…, no
está demás, ya que suelen ser muy peligrosos los vientos;
capaces de volarte por los aires, no por nada la mayoría de
decesos por muertes aquí ocurren de esa manera, —puntualizó
el piloto principal.
— ¡Oye Bob! tu hermano se la pasa comiendo
hamburguesas en los motores por eso no puede seguirnos el
paso, veo que ha subido bastantes kilos, —dijo mofándose
Alex mientras volteaba y al fondo el auxiliar le señalaba el
dedo impúdico,

Alexander; que paradoja, esta central espacial tiene el


tamaño de varios campos de soccer y la cápsula a la que nos
dirigimos es tan pequeña como dos habitaciones comprimidas,
—se quejó Julia dejando ver su malestar en su rostro, pero no
tenía opción, aunque no le gustaba tanto viajar por las estrellas
el trabajo valía la pena ya que la mayoría de la tripulación eran
de los trabajos mejor pagados de todo el mundo, a decir
verdad la mayoría en teoría eran millonarios.
— ¡Llegamos! tomen sus asientos, no olviden sus máscaras
de oxígeno que entraremos en atmósfera a velocidad increíble.
—Dijo Lucke mientras el resto se encaminaba al cámara 1, —.

Computadora central: capsula PRIMORIS saliendo del


compartimiento principal a dirección norte del planeta
Arbmar. La señal es óptima hasta la tierra en estos momentos,
coordenadas 167,8°E, 69,5°N. El reporte de clima es de 37
grados centígrados presión atmosférica optima no se prevén
tormentas según los datos analizados por el satélite en el aire,
tengan buen viaje. Reporte finalizado.

Nadie se imagina el terror a lo desconocido que tendrá que


enfrentar ahí abajo en ese mundo desierto. Nadie se imagina a
lo que enfrentaran, podría ser cualquier cosa aterradora que se
mueve tras las rocas de la mina o abajo del suelo colapsado.
Nadie quiere morir, pero es algo que seguramente sucederá.
Una muerte horrible ahí abajo en la oscuridad eterna. ¿Quién
los podrá ayudar ahí en medio de la nada a 3 días luz de casa?
y mucho peor, la compañía Obiom usándolos como carnada
para cumplir su objetivo.
Las sorpresas no esperan

— ¡Ingenieros! —se escuchaba la voz de Marshall que


señalaba firmemente, —La orden es llevarlos de nuevo con
vida a todos ustedes no quiero ninguna escenita valiente
¿quedo claro?, capitán Lucke espero les hayas dado órdenes
precisas sobre esto a…,
— Descuida amigo, todo ya está hablado.
—Perfecto, entonces quiero que escuchen todos, el capitán
Lucke nos guiará porque él conoce mejor que nadie los
pasadizos y la mina a sus hachas, por lo cual ya hablé con mis
muchachos la operativa, no quiero que nadie haga tonterías, si
no los llevo con vida mi cabeza pende de un hilo, —.se le
escucho decir y ahondar de nuevo.
—“Entendido comandante” —dijeron todos a coro, el
capitán Lucke asintió.
Computadora central: bienvenidos al complejo norte de la
mina River, cápsula descendiendo a 20 metros por segundo,
10.5 metros del nivel del suelo 1… Compuerta principal
iniciando abertura en 60 segundos”.

—Pónganse sus mascarillas de filtro de oxígeno, aunque se


puede respirar ahí afuera es mejor estar cómodos, —transmitió
el capitán por el audio,
—Concuerdo le respondió Marshall, luego dio órdenes a sus
hombres, formación defensiva Noah, Tyler, Spencer, equipos
desplegados salgan ahora.

Después de descender la capsula Primoris de la estación


espacial, los ingenieros, así como el equipo de Ex marines
descendió al punto de inicio del conglomerado de
instalaciones mineras Obiom que había construido al gran
equipo de trabajadores en este planeta, las instalaciones según
el mapa correspondían a más de 3 km 2. El área circuncidante
era rocosa y estaba rodeada de montañas con nula vegetación,
pero con zonas donde proliferaba una extraña flora como
troncos de árboles gigantes en estado catatumbico con colores
ideales para esconder cualquier depredador al asecho.

La computadora de Invictus; ATB por órdenes de Obiom


empezó a registrar las señales de radio del equipo para saber
todo a detalle de la misión. La mina de las instalaciones
mineras estaba aproximadamente a 5 km por caminos ya
trazados para no desorientarse, pero solitarios en medio de
vegetación musgosa y extraña única en esa parte del planeta ya
que del otro lado por ser la parte oscura que no se reflejaba el
sol por decenas de años no había actividad microbiana del
todo y proliferaban zonas congeladas, en cambio el clima de
este lado era optimo incluso para la vida a pesar de que en los
últimos 25 años solo se había encontrado únicamente una
cadena alimenticia de 30 insectos inofensivos altamente
resistente a las condiciones atmosféricas del lugar, pero sin
rastro de vida compleja como animales grandes mucho menos
vida inteligente.

— ¡Qué demonios es este planeta! —Se le escuchó decir a


Aron al momento que giraba su cabeza a observar esa
geografía, —aun con las mascarillas de conversión de oxígeno
se siente raro respirar aquí, ¡vaya! —Se le escuchó exclamar
de nuevo — parece una pequeña ciudad aquí, me sería
imposible vivir en condiciones donde el horizonte se mira
siempre oscuro y tenebroso.
—Has tenido suerte que la compañía no te haya enviado a
algún lugar así, o ¿vas a decir que no cuando lo haga?
—Es lo bueno jefe, estudié ingeniera espacial aplicada
porque creo que hubiera terminado aquí como esos pobres
hombres. —susurró.
—Esto pesa mucho, y me estoy quedando atrás—se quejó
Alexander que se quedaba atrás junto al regordete Owen.
—Aquí no se ven las estrellas completamente, eso sí es
terrorífico, —confesó Julia.
—Te falta leer más libros se escuchó susurrar la voz de Bob
a un costado luego sermoneó —según la composición
atmosférica eso ocurre cada 5 años cuando los niveles de
humedad y bióxido de carbono y oxigeno desciende en
demasía por la rotación del sol, es cuando solo se da ese
fenómeno, pero siempre están así en oscuridad de un lado y
del otro con atardecer oscuros claros, pero no es un mundo que
me encantaría habitar, —concluyó.
—Según los científicos este planeta albergó vida hace miles
de años, pero descartan que haya sido inteligente—comentó su
hermano.
— ¡Vamos! no se queden atrás chicos, mueven ese trasero—
se escuchó vociferar al comandante Marshall—.
Como a 2 kilómetros de camino entre la pequeña ciudad de
construcciones de vivienda y hangares el capitán Marshall dio
la orden de detenerse por algo que localizaron adelante en
medio de la calle principal de grava; estaba un remolque y
adentro un cuerpo sin vida con grotescos orificios en medio de
la cabeza como si algo le hubiese destrozado el cráneo.
— ¡Santo cielo! —se lamentó el comandante. El resto a
unos 10 metros del equipo de marines se alarmaron y en son
de ¡qué demonios pasa! Vociferaron, mientras algunos se
miraban unos y otros estupefactos casi al borde del vomito.
—Un muerto —respondió con vos firme Marshall, —esto
no pinta nada bien, atentos equipo, vigilen los laterales, esta
persona la asesinaron hace horas.
— ¿Estás seguro Marshall? —replicó Lucke.
—No hace mucho, tal vez anoche mientras nosotros
estábamos en el módulo allá arriba, pero no es de hace mucho,
la sangre está fresca. El viento está arreciendo tendremos que
parar, nos cubriremos un rato en aquel hangar de…, al parecer
herramientas, avancemos que Dios lo guarde en su santa gloria
a ese pobre hombre nadie quiere morir así— añadió.
—Chicos si son nerviosos pasen de largo —advirtió el
capital Lucke mientras respiraba hondo e iba atrás del
comandante Marshall.
Al contrario, los ingenieros pasaron rápido y solo echaron
una mirada de reojos vacilantes, las dos médicas especialistas
observaron el cadáver unos segundos mientras comentaron.
— ¡Viste eso Julia! le destrozaron la zona frontal del cráneo
como mantequilla, sea lo que hizo esa cosa no parece un
objeto contuso más bien algo…,
—Si jefa, como…, parece que le taladraron el hueso frontal
y parietal, dos huecos horripilantes se miran ahí.
—Tal vez lo torturaron, pero eso no cuadra, eso parece
como, no sé qué clase de objeto usaron, pero fue perfecto el
trabajo, en fin dejemos eso atrás.
—Oye Marshall, creo que la tormenta pasará en 4 horas será
suficiente para llegar hoy a la mina y dormir en la entrada.
Toda la red de túneles está alumbrada según la computadora
principal, por lo cual no debería haber problema de
trasladarnos adentro lo único que me preocupa que quien sea
que haya matado a ese hombre y al resto espero que no esté
por aquí asechándonos.
—Lo más seguro capitán es que si fueron rebeldes ya lo
hicieron tal vez ayer mismo, eso espero…,
—Tyler y Spencer —ordenó, —quiero que hagan un
reconcomiendo a la redonda llévate 15 chicos, cualquier
anomalía fuera de lo común avísame de inmediato, no olvides
abrir el receptor de comunicación en todo momento, no vayan
más allá de 1 km ya que aquí en tierra las ondas de radio por la
tormenta están fallando,
—Entendido comandante—respondió el teniente Tyler—.
¡Vimos algo!
15 minutos después el equipo de los marines llevaban a
cabo un reconocimiento completo a cada complejo de todo el
entramo de edificios de todo ese lugar sin excederse a un km,
iban entrando uno a uno para vigilar, usando técnicas de asalto
avanzadas, pero nada encontraron, así pasaron 1 hora. Todo
lucia espectral por la topografía del lugar, pero en condiciones
normales. La temperatura empezó a subir, junto a un viento
seco y polvoso al menos en esa zona. El miedo se respiraba
por doquier, aunque este cuerpo de seguridad no lo aparentaba
porque estaban acostumbrados, pero aun así algo no estaba
bien del todo.

—Aquí Marshall ¿me copias Tyler? ¿Cómo van?


—Copiado mayor. Al parecer todo normal, estamos
entrando a una cúpula de edificios, ahora vamos en el número
4, de… creo de refacciones de motores hidráulicos, pero todo
está en calma salvo el viento que no cesa. No hay nadie por
aquí, parece que se los tragó la tierra no se mira rastro alguno
salvo tazas de café sin terminarse y migajas de panecillos a
media mitad como si hubiese venido algo y huyeron, pero
nada a la vista señor—se escuchaba así terminar su reporte
Tyler.
—Perfecto, sigan avanzado entonces, solo atento a tu
distancia no excedas el km—.

— ¿Todo bien comandante? — preguntó la doctora Jenifer


algo ansiosa.
—Todo bien doctora, están a mitad del pueblo y al parecer
no hay nada anormal salvo tazas medias vacías y panecillos en
comedores a medio comer.
—Eso si es extraño—susurró Bob.
—Como si algo hubiese llegado de repente, tal vez un
ataque imprevisto, pero porque dejarían ese cuerpo en medio
de ese remolque con dos hoyos en la cabeza— irrumpía la voz
de Lucke.
—Si capitán, es lo que pensé, pero los cuerpos si no están
aquí a donde huirían, no tiene lógica que huyeran a la mina
que está a unos 6 km de aquí, si algo los persiguió no llegarían
hasta allá.
— ¿Estas insinuando que algo se los llevo?
— No sé, solo…,
—Tiene razón comandante Marshall, algo no cuadra.
—Así es —asintió, mirándolo fijamente.
—Comandante ¿me copia? —la frecuencia del coronel
Tyler retumbó en el micrófono de garganta del comandante
militar mientras charlaba de algunos temas con el capitán.
— ¿Qué está pasando Noah, están bien?
—Señor, acabamos de ver algo como…,
— ¡Vamos, habla! no te quedes callado ¿qué vieron?
—Estamos en el último piso de la nave 5 en el centro al
límite del kilómetro permitido., acabamos de ver dos sombras
que pasaron la calle bajo este edificio, no pudimos
vislumbrarlas bien porque nos estorbaron los complejos más
pequeños, pero se perdieron hacia el final del pueblo, de la
orden y vamos tras esas cosas sea lo que sea —informó Noah
un poco excitado.

—No soldado, puede ser una trampa, salgan de ahí, regresen


por donde mismo, “Tyler” vamos salgan de ahí ahora—gritó
por el dispositivo con un evidente nerviosismo e
inmediatamente dio la orden al resto de soldados que estaban
con el que se preparan por si necesitasen su ayuda—.

El miedo empezó a respirarse en el aire, el cuerpo de


fuerzas especiales salió inmediatamente en formación
defensiva cubriendo cada hueco por donde podrían ser
emboscados o atacados. Los 15 militares con el teniente Tyler
empezaron rápidamente a correr con sus (m4) por el mismo
camino donde vinieron. Se respiraba hondo con las máscaras
concentradores de oxígeno de esa atmósfera crítica. Algo se
escuchaba atrás, pero no alcanzaban a vislumbrar nada a más
de 5 metros por la niebla, pero algo aparentemente les seguía
de cerca, pero tras alcanzar los 900 metros se disipó la niebla y
dejo de percibirse el sonido de algo que corría tras ellos,
pisadas tal vez.
— ¿Me copian soldados, cómo van? estamos en la misma
posición observando, no hay anomalías aquí repitió todo
normal acá—se escuchó la señal de Marshall, —vamos en su
encuentro.

—Disculpe comandante, venimos respirando hondo, esta


temperatura no ayuda. Algo nos seguía de cerca hace unos
momentos, pero dejó de hacerlo cuando salimos de la niebla.
—Pero ¿qué demonios era eso que los seguía? ¿Los viste?
—No señor, pero todos escuchamos el estruendo que hacían
sus pisadas en el suelo a nuestras espaldas, —señaló el
teniente por la frecuencia.

—ya les alcancé a ver muchachos ¡santo cielo! —exclamó


el jefe mientras camina hacia ellos con fusil en mano y el resto
les daba apoyo de fuego por si algo venia de la niebla.
— ¿Están bien? dijo la doctora Jenifer a espaldas de
Marshall.
—Gracias doctora dijeron al mismo tiempo algunos marines
al momento que jalaban aire y el sudor se evidenciaba en sus
frentes sumado a una especie de miedo se desdibujaba en sus
ojos.
—Entren al hangar, el viento esta fuerte y así no soportarán
mucho las mascarillas de oxígeno —se escuchaba a Lucke un
poco incrédulo en la entrada del hangar mientras a sus
espaldas los ingenieros de su equipo susurraban algo
incomodos, especialmente Alexander—.

Después de aproximadamente 3 horas 45 minutos de aquel


extraño suceso todo el equipo emprendió de nuevo el viaje a la
mina River que era su objetivo. En el trascurso de las horas
fueron adentrándose poco apoco más en terrenos escabrosos
que infundían miedo, lleno de geografía sacada de una película
de terror ideal para el asecho y la emboscada, pero fueron
avanzando hasta llegar a las montañas pulzzit56 donde se
encontraba el complejo previo a la mina a un par de kilómetros
de ahí. Este complejo de logística y administración contaba
con 4 pisos donde la mayor parte de los miembros ejecutivos
de ese lugar lo usaban.
Un mensaje inquietante
—Al fin llegamos, —dijo Lucke e inmediatamente ordenó a
la computadora de la estación, — sistema central ¿me
escuchas? podrías decirme si el sistema eléctrico central de la
mina en todos los túneles sigue funcionando, o hay alguna
anomalía en el sistema que requiera arreglarse.
Computadora central: “proceso terminado. Los túneles de la
mina del 1 al nivel 6 del subterráneo sin fallas importantes,
salvo: Las cámaras no funcionan, está corrupto el transmisor
principal de la computadora no me deja acceder por alguna
razón. En el último nivel solo hay 6 lámparas funcionando de
50, repito solo 6 funcionando el resto está averiado, no puedo
saber por qué todo el circuito está roto, ninguna cámara está
funcionando”.
—Gracias computadora, susurró un poco decepcionado el
capitán ya que las cámaras era una buena opción para
cerciorarse si había un peligro potencial allá adentro. —ya es
algo tarde si no hay nada anormal en ese pre complejo a la
mina ahí pasaremos la noche, creo que es un poco seguro,
debido a su altura y el cerco de acero reforzado— añadió—.

Todos estuvieron de acuerdo, tan pronto como llegó el


equipo militar; rodeo el edificio y como era de esperar no
encontraron tampoco nada fuera de lo común. Entraron, y ahí
y pasaron el resto del día y la noche para recargar energías y el
siguiente día continuar para lograr dar con la localización del
personal de la nave Sur4. Frente al único edifico en esa zona
rocosa lleno de desfiladeros frente estaba una colosal montana
rocosa con varias entradas a aparentemente accesos creados
por la compañía Obiom, la montaña era tan colosal como unos
500 metros de alto y kilómetros de largo que se perdía de
vista, los túneles de la mina eran enormes cada túnel en hilera
media de ancho unos 10 metros por 5 de alto, estaba dividida
en decenas de kilómetros de profundidades con una red
altamente tecnológica de vagones y elevadores, donde ir del
nivel 1 al nivel 6 que correspondía a unos 4 kilómetros bajo
tierra lo hacía en un minuto obviamente sin intermediarios.
Como pudieron pasaron esa noche fría a salvo dentro del
edificio, porque afuera las temperaturas oscilaban hasta el
punto de congelación. Claramente era un planeta bastante
inhóspito de noche.

— ¿Que vieron chicos? —preguntó Bob sin el mínimo tacto


a un grupo de marines que tomaban café al otro lado de una
mesa, en el área del comedor. Uno de los soldados respondió:
—No sé cómo explicarlo, el hecho es que eso no era
humano, no quiero asustarlos, pero esa cosa se movió a una
velocidad rapidísima de un extremo de la calle donde estaba el
edificio al otro extremo hasta perderse atrás entre unas
construcciones, es cuando el coronel Noah pidió permiso de
seguirlo.
— ¡Qué miedo chicos! —interrumpió en la conversación
desde otro mesa la doctora Julia que merendaba unas frutas
secas.
—Afirmativo señorita — dijo asintiendo el soldado.
Luego vino un silencio sepulcral en todo el comedor
mientras algunos se levantaban e iban a la planta baja a
descansar quedando solo después de unos minutos únicamente
el equipo de capitán Lucke.
— ¿Por qué tan pensativo? señor — pregunto Jenifer con
recelo.
—Algo grave ocurrió hace unas horas que no quise
informarles de inmediato, —reveló el capitán cabizbajo con
una seriedad rara vez vista en él, mientras miraba fijamente a
todo su equipo, Aron lo contemplo extrañado y le preguntó.
—No entiendo capitán, ¿se refiere a la cosa que vieron los
soldados?
—No, pero borré el mensaje en la memoria interna del
sistema de comunicación por si acaso…,
—Explíquese señor —replicó Julia, —no entendemos nada,
dijo susurrando con voz baja mientras los demás se pararon de
sus mesas y vinieron al capitán,
—Él los miró uno a uno hasta que todos se sentaron en esa
mesa circular acto seguido ordenó que todos apagaran sus
sistemas de recepción y trasmisión de sus aparatos de
comunicación, todos los hicieron sin preguntar, luego confesó
todo bastante temerario, mientras todos escuchaban el miedo
crecía debido a la incertidumbre que provocaban las palabras
del capitán.

—No quiero que se pongan nerviosos, quiero que


mantengan la calma, por favor ¿están de acuerdo? —Advirtió
al momento que escuchaba un rotundo si, luego prosiguió, —
cuando estábamos en esa pequeña ciudad minera allá abajo,
luego de ese extraño suceso de los marines, recibí un mensaje
urgente y cortante de la jefa de comunicaciones Harper que
seguramente lo emitió hace uno o tres días depende el sistema
que utilizo.
Todos lo miraron boca abierto casi sin respirar.
—No se les hacía extraño que la señora Harper jefa de
comunicaciones Obiom en viajes interestelares no se
comunicara en todo este tiempo como suele hacerlo
normalmente.
Algunos respondieron ¡santo cielo capitán! lo había notado,
pero pensé que era algo de sus vacaciones— comentó julia
algo exaltada e intentando humedecer su garganta con algo de
café.
—No. Cuando vinimos acá todas las comunicaciones las
tomó un nuevo equipo de Obiom y ella fue remplazada a otra
unidad, a lo que voy es que todas las comunicaciones de la
compañía especialmente este viaje estuvo cifrado ¿y saben lo
que significa? que en teoría era imposible hackearlas desde la
tierra, pero ¿saben quién lo hizo? nuestra amiga Harper y lo
que me reveló es espeluznante.
Al acabar de decir eso todo el equipo se sobresaltó hasta el
grado de que algunos se levantaron de sus asientos
especialmente los mellizos y Alexander, — ¿qué demonio ha
dicho capitán? gritó Bob un poco acelerado.
—Baja la maldita voz Bob no ves que…, le susurraron
algunos, acto seguido se volvieron asentar todos y Lucke
prosiguió.
—Todo me lo dijo en un mensaje de voz que después lo
analicé cuando entré a los excusados de ese hangar, debido a
que no quería que ningún militar sospechara más allá de que
ellos al parecer también fueron mandados como conejillas de
indias.
— ¡Santo cielo! murmuró a la doctora Jenifer, — ¡trampa!
¿Está queriendo decir…?
—Sí. Todo fue una trampa, pero lo que sí es verdad que allá
dentro de esa cueva esta la señorita Hayle y su equipo que
espero este con vida aun, pero eso no es lo importante al
parecer.
—Que más capitán, prosiga, —musitó Aron que se miraba
demasiado incómodo.
—Lo que mató a todos aquí es algo que ni siquiera el
presidente de la compañía “sabe” a ciencia cierta. Mas sin
embargo nos mandó como conejillas porque creo que lo que
merodea por ahí tiene un valor biológico tremendo, aunque
debo aclarar aún son suposiciones mías no es nada oficial.
— ¡Mierda! exclamó Alexander cabizbajo y encogiéndose
de hombros, —yo no voy a ir a esa mina señor, perdóneme,
pero…
—No seas marica Alexander le gritó Julia un poco molesta,
—puedes bajar la maldita voz, si no quieres ir pues te quedas,
pero tampoco grites, deja continuar al jefe.
¿Qué es esa cosa?
—Creo que la compañía Obiom quiere esa cosa, pero
todavía Harper no supo ¿para qué? el hecho es que nos
necesitan aquí, aunque no sé todavía para qué, pero sin que
sepamos nosotros. Ellos creen que no sabemos nada, pero
gracias a ella ahora lo sabemos, por favor no den nada de
información a los militares, aunque según Harper no están con
ellos, pero es mejor prevenir, —puntualizó el capitán
esperando una disertación que no ocurrió.
—La mayoría algo fuera de sí dijo “si capitán” aunque no
asimilaban del todo ese complot y peor siendo usados como
basura por la compañía más poderosa del planeta: Obiom.

Esa noche pretendían dormir en algunas cámaras de ese


edificio ejecutivo, los militares en la planta baja se hicieron de
un lugar. Lucke se quedó arriba al resto de su equipo. Algunos
tenían ansiedad y pánico, pero el capitán Lucke ex boina verde
en su juventud los tranquilizó. El hecho era que afuera de esos
ventanales rodeados de malla metálica algo desconocido los
asechaba, ya que algunos troncos de algo como bambú la
única vegetación extraña de ese exoplaneta se movía
misteriosamente a las afueras, obviamente era algo, ya que en
ese planeta Arbmar no había seres vivos de tamaño
considerable solo algunas clases de insectos, y algo así no lo
podría mover por más grande que fuera. El capitán Lucke no
quiso dar aviso a los militares que dormían abajo. Tal vez eran
las 9 p.m. cuando algunos de los ingenieros yacían agazapados
por algunos ventanales acrílicos mirando movimientos atípicos
alrededor de las instalaciones, evidentemente, temían que
fueran piratas o extraterrestres de otros mundos; cosa que
hasta ese momento ninguna potencia mundial China o Rusia
habían contactado, pero podría ser, aunque para Lucke era
improbable ya que para esos momentos ya hubiesen sido
atacados. La noche se fue rápido en aparente relativa
tranquilidad, aunque para todos los chicos de Lucke ya no
había mucha tranquilidad en sus mentes debido a lo que su
capitán les había revelado la noche anterior.
—Capitán, capitán Lucke. Ya son las 7 A.M es hora de
irnos, como es posible que les ponga así el ejemplo a sus
chicos, —vociferó Marshall con tono rudo a la entrada de la
cámara de recamaras donde descansaba el resto de ingenieros.
—Mil disculpas, fue una noche pesada, —contestó, —
chicos, levántense desayunaremos mientras caminemos,
preparen sus cosas, nos vamos en 10 minutos, rápido, —
respondió avergonzado Lucke al momento que se ponía de pie
y empezaba a preparar su mochila y se colocaba el sistema de
comunicación de garganta.
Marshall y el resto los militares salieron primero fuera de la
malla metálica hacia el exterior. Dos minutos después salieron
Lucke y su equipo cuesta arriba rumbo a la mina que se
vislumbraba aproximadamente a 3 kilómetros cuesta arriba de
sendero peligroso. Mientras avanzaban a unos 35 metros de
distancia del resto de militares Lucke les dio enérgicamente
instrucciones de no separarse por nada de él ni del resto y de
mantener la vista alerta por cualquier cosa que hubiera dentro.
Veinte minutos después llegaron a la entrada de la mina que
lucía aparentemente normal salvo en el techo algunos cables
eléctricos de iluminación aparentemente desgarrados con
algunos destellos al fondo de electricidad, el equipo de militar
entró en formación defensiva con sus armas m4 apuntando
hacia delante, después Lucke y los ingenieros caminaron
detrás del equipo; el teniente Noah y 7 resguardaban la
retaguardia avanzando poco a poco, hasta que 2 cuerpos
aparecieron a mitad del pasillo en estado de descomposición
debido a las altas temperaturas y les marcaron el paso,
inmediatamente el equipo se replegó agazapado apuntando las
armas a hacia el interminable pasillo que se extendía cientos
de metros adelante con algunos caminos trazados de izquierda
a derecha.
—Apenas hemos avanzado cien metros y ya nos recibieron
con sorpresas, creo señores que aquí hubo una carnicería, —
comunicó Marshall a todos por el intercomunicador, —
correcto eso parece le respondieron algunos de su escuadrón.
—Déjame ver —dijo Lucke mientras se aproximó al
comandante y el resto de su equipo lo seguía vacilante.
—Ya viajamos 3 días a la velocidad de la luz comandante
para detenernos por esto, ¿no? sea quien sea que haya
asesinado a todos, lo más seguro que ya no estén aquí, los
cuerpos están putrefactos.
—No tiene más de 5 días señor, —dijo Jenifer, —la
descomposición acelerada se da por las altas temperaturas,
pero lo extraño que estos cadáveres presentan el mismo patrón
de muerte que le primero; dos agujeros del tamaño de un puño
de un bebe en el hueso frontal y otro en el parietal izquierdo,
eso es extraño —concluyó la doctora Jenifer mientras le
echaba un vistazo al cráneo de un minero que yacía tendido
con un rictus de dolor en su cara, evidenciando el terrible
dolor que debió haber experimentado en vida antes de morir.
—Jefa —dijo su asistente aproximándose a los cadáveres,
¿sabe que otro signo noté? en el primer cuerpo que
encontramos, note que tenían pequeños desgarres en la
garganta como si algo les hubiesen metido por la boca,
descarto la tortura porque no presentan hemorragia ni
hematomas, esto es algo diferente comentó la médica.
—Tienes razón no lo había percibido—.
—No podemos perder mucho tiempo aquí, los túneles son
muy largos comandante, —sugirió Lucke intentando terminar
rápido la misión que se hacía cada vez más estresante.
—Tiene razón el capitán, avancen muchachos; divídanse 4
de 4 y protejan los flancos izquierdo y derecho y retaguardia,
los otros 8, avancen rápido adelante y los 4 restantes den
apoyo a los lados, — se escuchó ordenar a Marshall que
caminaba junto a Lucke sosteniendo su fusil casi en ángulo de
disparo. Los túneles eran enormemente extensos con un
sistema de iluminación a los costados. No había señales de una
batalla solo había algunos rastros de sangre seca en las paredes
y algunas manchas en el suelo, pero la mayoría de los cuerpos
no aparecían mientras avanzaban solo se encontraron esos 2
cadáveres en toda una extensión de 1 km de túneles directo al
nivel 2 de 6. El equipo de avanzada a 50 metros adelante se
detuvo de golpe por una gran anomalía al inicio para
descender al nivel dos.
Comandante no va a creer esto, —susurró Tyler por el
intercomunicador al tiempo que nueve soldados se ponían
resguardando esa sección que nada viniera de esa cruz de
pasillos que daban una forma de intersección en todas las
direcciones.
Al llegar con Tyler el resto se quedó estupefacto por lo que
vieron; una masa musgosa de unos 15 cm de profundidad que
latía en intervalos de 5 segundos como si estuviera viva se
encontraba en la superficie de todas las paredes de todo ese
corredor desde el inicio hasta perderse en la profundidad hacia
el pasillo dos, habían pequeños huevecillos con tipo caparazón
con cola, pero de color negro brillante, que yacían inmóviles, y
estaban pegados a ese musgo como si eso los nutriera. Todos
se alarmaron por aquello tan abstracto y desconocido.
—Esto parece una película de terror —Murmuró el
ingeniero Alexander un poco alterado hasta el punto de hacer
tics de nerviosismo.
—Alguien tiene una maldita idea de que es esa cosa—hizo
lo mismo alarmado el comandante cuestionando sin quitarle la
vista a esa cosa que pulsaba cada cierto tiempo y emitía un
pequeño sonido como un corazón latiendo.
— ¡Huevos en la pared! esto si es el colmo — se escuchó
decir a la doctora Jenifer a un lado del militar, — esto escapa a
toda cosa que haya visto en la tierra, al menos las arañas
ocultan los huevecillos en sacos no lo hacen tan
descaradamente así…,
— ¿No será una clase de insecto doc? — le preguntó el
teniente Tyler.
— Esperemos que no sean arañas porque serian gigantes—.
El peligro asecha
— Lucke ¿es la única entrada para pasar este maldito
pasillo? Balbuceó el general mirando con indulgencia hacia el
fondo de ese pasadizo impregnado a los laterales de esa cosa
verdosa venosa.
—Es única. Había otro subterráneo por el otro lado de la
montaña, pero fue cubierta de roca no es opción, y buscar el
ascensor secreto es perder el tiempo.
—Maldición no me gusta nada esto.
— Es demasiado arriesgado ir por este pasillo y ¿quién me
dice que no saldrá nada de esos huevecillos? —había dicho
renegando el auxiliar Bob mirando fijamente esas cosas a unos
5 metros de distancia escudándose atrás del resto de
ingenieros.
—No hay opción le respondió su jefe.
—No podemos ir todos, —dijo Marshall—no sabemos qué
se esconde por los pasillos norte sur, si vamos todos al nivel
dos por el pasillo este, no sabemos si algo nos embosque
cuando volvamos.
—Usted ordene señor —interrumpió el teniente Tyler.
—Spencer tú y tu escuadrón de 8 se quedaran en esta
sección de pasillos que dan forma de cruz, solo tengan cuidado
no toquen a los huevecillos por nada, saquen la ametralladora,
cualquier cosa que venga de los pasillos norte-este abran
fuego, no pregunten a menos que sean humanos, tengan los
ojos alertas no se pongan a platicar y pierdan el blanco, esos
huevos no sabemos que mierda sean, parecen inofensivos,
pero no se confíen.
—Entendido señor, respondió el Sargento Spencer, mientras
abría su sistema de comunicación.
—Cualquier cosa avísanos —le reiteró el teniente Tyler.
—No lo dude, tengan cuidado aquí estaremos—.
Con un miedo evidente que se desdibujaba en los ojos de la
mayoría de ingenieros caminaron a pasos enérgicos todos
apilados sobre ese pasillo impregnado de esa cosa con huevos
en la superficie de las paredes, y una de red de musgo que
latía. Poco a poco el equipo de soldados e ingenieros se perdió
en ese gigantesco túnel al nivel dos que descendía en forma de
espiral hacia abajo con una altura casi imperceptible por la
arquitectura de descenso de unos 200 metros.

— ¡Alerta chicos! no queremos sorpresas, no parpadeen por


nada, —advirtió el sargento Spencer parado justo al soldado
que sostenía una ametralladora apuntando al pasillo este. De
pronto por el pasillo donde ingresaron algunas sombras
pasaron a velocidad dejando solo ver su estela que pasaba
rápidamente, los solados inmediatamente se alertaron y dieron
inmediatamente la señal,
—Tom, algo paso allá afuera ¿lo viste?
—Sí, alcance a ver algo — le respondió el soldado
moviendo su ametrallado hacia la entrada, los demás
voltearon, pero el sargento les ordenó que siguieran cuidando
su flanco.
Unos minutos después la musgocidad empezó a pulsar cada
vez más en intervalos cortos, después de ver ese patrón por un
rato los militares le perdieron el interés de nuevo, pero en
cierto punto les empezaron a salir unas venas a los huevos con
cola que hacían que se pusieran por momentos translucidos de
color rojo vivo y de nuevo volvían al color natural negro, los
soldados se alarmaron y llamaron a Marshall por el
intercomunicador.
— ¿Qué pasa Spencer, algún problema?
—Lo copio jefe, no sé qué está pasando, pero esta cosa
empezó a pulsar más deprisa y a los huevos les están saliendo
una clase de venas alrededor y cambian de color, no sé qué
demonios…,
—Aguanten ahí soldados, apenas vamos llegando al nivel 3,
aquí ya no hay de esa clase de musgo, solo no se acerquen por
nada a eso, y tampoco les disparen no sabemos si pueden ser
peligrosos.
—No se preocupe nos mantendremos aquí, fuera—.
— ¿Qué pasa comandante? —le preguntó Lucke,
—Que los huevos están cambiando de tonalidad a una
especie de venas pronunciadas.
—Ya parece una maldita película de terror —dijo el capitán
justo cuando volteaba a ver algunos de sus subordinados que
le devolvían la mirada con un miedo evidente ya que sabían
que algo andaba por ahí asechándoles.

—No nos van a detener unos huevos en la pared, o lo que


sea esa mierda, ya vamos en el nivel 2 y parece que se ve todo
normal allá adelante, avancen nos estamos retrasando, son las
11:32 ya hemos demorado mucho. — protestó Marshall
mientras encendía un cigarrillo tal vez para apaciguar su
nerviosismo o tal vez simplemente por vicio.
— Son enormes las instalaciones, todavía faltan 4 niveles
—murmuraba Julia en tono quejumbroso al instante que
batallaba al cargar una pequeña caja con equipo médico—.
La única entrada para el personal a las instalaciones de la
mina en niveles profundos eran solo esos pasillos. El
transporte del valioso material era trasladado por algunos
túneles subterráneos de mayor profundidad que era en su
totalidad desconocidos para la mayoría del personal de bajo
rango salvo ejecutivos logísticos, por lo cual Lucke no tenía
conocimiento. Y todo este hermetismo se debía a que un kilo
de este material altamente escaso, pero muy valioso se ofrecía
en el mercado energético a unos 450 millones de dólares y por
seguridad era secreto militar incluso información clasificada
por los Estados Unidos para el público, ya que estos elementos
extraídos eran empleado especialmente como una aleación en
los motores para los viajes estelares ya que podía soportar
altas temperaturas y era el mejor metal enfriador del planeta
ideal para viajes largos a la velocidad de la luz, además otro
elemento que se encontraba también ahí era el Ulisio un
material nuevo encontrado por Rusia en el 2067 y que servía
para la propulsión de aceleración en los motores aunado a la
energía exótica que se usaba para viajar a la velocidad de la
luz que usaban los motores cuánticos de la mayoría de las
naves de las superpotencias del 2100.
Aparecen
El equipo siguió avanzando por todo el túnel número 3, la
iluminación del lugar era buena salvo algunas lámparas en el
techo al fondo que parpadeaban por seguramente bajo voltaje
o alguna falla en el cableado de los paneles de ventilación
internos. Y de esa manera fueron bajando sin novedad hasta
que un ruido espeluznante posiblemente procedente del nivel 5
se percibió hasta donde iban ellos.
— ¿Que fue eso? —vociferaron los mellizos al mismo
tiempo.
Nadie respondió solo un silencio se respiró, y el equipo de
marines se detuvo justo en la esquina antes de avanzar al nivel
número 4 de donde empezaba el primer elevador, al verlo
producía incomodidad evidentemente el nivel número 4 que
utilizaba ya elevadores seguramente se encontraba hasta
mínimo un km de profundidad según las indicaciones que se
leían en rótulos de seguridad por todo el pasillo. Lo más
probable es que ya no sería tan bonito ni acogedor allá abajo,
probablemente era solo roca y tablas y lugares llenos de
taladrados hidráulicos donde se extraía el material valioso.
—No apetece bajar ahí abajo, —se quejó Alexander
mirando al capitán Lucke que le reprendió al instante.
Inmediatamente Marshall dio la orden a entrar al pequeño
elevador que solo podía transportarse a 10 por lo cual por
lógica serian tres vueltas, ya que iban 17 militares y 7 civiles,
primero bajaron el equipo de Tyler y posteriormente el de
Lucke que fue apoyado obviamente por militares.
— ¿Me escuchas Spencer? vamos al nivel 4, elevadores a la
vista, ¿todo bien arriba?
—Todo bien hasta ahora señor, cuidando el punto.
—perfecto, cambio y fuera—.
—Vamos ingenieros, doctoras entren iré al último ordeno el
comandante.
En la parte alta del nivel 1 el grupo de 8 soldados estaban
atentos a la cruz de pasillos que interactuaban entre sí para que
nada viniera de cualquier lado y evitar cualquier sorpresa, pero
en cierto punto comenzaron a conversar para mitigar el miedo.
— ¡Hey mocoso! ¿Cuánto tiempo llevas casado? —
cuestionó el sargento Spencer de 34 años a uno de los más
jóvenes del equipo; el ex marine de infantería; Jonathan de 22
años.
—Lamentablemente viejo solo he pasado un par de meses
con ella desde hace un año, espero que la compañía nos dé
más vacaciones, es muy cansado alejarme tanto de ella y yo
por el universo viajando de aquí allá.
—Tienes toda la leche dentro, — dijo bromeando Lucas
otro marine que cuidaba el pasillo norte— eso no se acaba
prosiguió Markus haciendo un poco de bulling al más joven.
—Ya muchachos, déjenlo, apenas se inicia —dijo Spencer.
—Justo el viernes de la otra semana solicité mis vacaciones
y cuando había comprado algunos boletos al planeta Sob55
sale esto, espero la compañía me lo rembolse sino habrá
problemas —comentó Marcus.
— ¡Ha! — se mofó Lucas en son de burla —te darán una
patada en el culo amigo, seguramente gastaste unos 15 mil
dólares para ir a ese planeta que están arreglando
increíblemente, pienso será la nueva tierra en unos 20 años.
—No digas tonterías Lucas, tienen que reembólsamelos los
gilipollas si no demandadas correrán—.
Así pasaron algunos minutos y este grupo de 8 soldados
habían perdido el interés en esos huevecillos, por lo tanto ya
no les llamaba mucho la atención las pulsaciones aceleradas
por lo cual se relajaron más, pero en eso un grupo de
“huevecillos” con forma de cola que estaban al borde del
inicio del pasillo empezaron a reventar y de ellos salieron una
especie de gusanillo de color carne viva sangroso del tamaño
casi como una culebrilla de unos 20 cm de largo, acto seguido
los soldados se alertaron, pero antes de que reaccionaran con
sus fusiles esas cosas con pequeñas cabezas evidentes
similares a un glande minúsculo, se lanzaron como un
propulsor a las bocas de la mayoría de los soldados, algunos
alcanzaron a accionar sus armas, pero no les alcanzaron a dar,
las culebrillas se les metieron en segundos a sus bocas y
pasaron hacia su vientre luego presas del pánico empezaron a
correr, pero no avanzaron mucho; cayeron metros adelante con
rumbo al nivel dos. No tuvieron tiempo ni avisar al quipo de
abajo, pero no estaban muertos, las extrañas criaturas
terroríficas en su morfología estaban dentro de sus pulmones
en estado de hibernación sin causar daño alguno, el calor era
vital para que esta clase de parasito completaran su siclo y
maduraran y después lanzarían al torrente sanguíneo dos
huevecillos que madurarían en el cerebro y cuando ya
estuviesen lo suficientemente grandes abrirían el cráneo desde
dentro con sus poderosísimas mandíbulas. Cada culebrilla
ponía dos huevecillos que maduraban increíblemente en unas
4 horas en el cerebro para luego salir por la parte frontal y el
otro por el parietal saliendo y devorando cualquier cosa para
crecer, las culebrillas morirán en el pecho dentro de los
pulmones una vez alcanzaba su siclo de maduración y ponía
los huevecillos.
Los soldados estaban vivos, pero inconscientes al menos por
unas horas hasta que recobraran la conciencia, pero ya
infectados por esas cosas diabólicas era una muerta segura.

—Es enorme aquí y oscuro pronunciaba Marshall al inicio


del nivel 4 que era en su totalidad mina pura, y llena de
maquinaria de toda clase, pero tampoco había cuerpos
humanos que evidenciaran una carnicería; nada.
—Es enorme aquí, —dijo Lucke.
—Este nivel si me da escalofríos capitán, —se escuchó
decir a Owen que había permanecido serio durante todo el
trayecto —mire a su alrededor, cualquier cosa se podría
esconder tras esos innumerables pilares que soportan la cueva,
que por cierto son cientos y enormes, y aquí no hay mucha
luminosidad.
—Es más oscuro inge, pero aún se ve bien aquí, es mejor
que avancemos nadie querrá quedarse aquí—pronunció el
comandante—.

Los mellizos iban hasta atrás no respetando el paso firme y


enérgico de la mayoría relegándose poco a poco hasta el final
de la cola de militares, cuando de pronto uno de ellos sintió
miedo y volteó hacia el fondo de unos pilares y miró algo tras
las sombras que se ocultó rápido, le entro un pavor que le hizo
sudar frio y apresuró el paso dando alcance al grupo de Tyler y
avisando.
—No sé si soy yo, pero creo que vi algo allá atrás sobre los
muros…, una cosa,
—Tal vez sean tus lentes “jovencito Bob”— susurró Julia
sin voltear.
— ¡No es broma! —Dijo con voz titubeante un soldado de
atrás que estaba tieso mirando algo donde iniciaban las
lámparas averiadas y había una oscuridad pronunciada, pero
perfectamente apreciable, inmediatamente el equipo se detuvo
de golpe y algunos voltearon rapidísimo y al fondo por el
mismo camino por donde habían venido; aparecieron 3 bestias
de unos 2 metros de altura de piel negra parecidos a unos
velociraptores con unas cabezas alargadas cónicas con un
aspecto diabólico y aterrador aunado a unas mandíbulas que se
apreciaban llenas de dientes puntiagudos, sin ojos y estaban
analizando al parecer a sus presas químicamente. Todos se
quedaron inmóviles; salvo el equipo militar que alzó sus armas
cuidadosamente hasta tenerlos en la mira.
—No hagan ningún movimiento estúpido—ordenó el
comandante, — oye Lucke ¿cuánto falta para llegar al nivel 5?
—preguntó Marshall sin despegar la vista de esas 3 criaturas
que no se movían, pero empezaban a desplegar sus labios
retractiles mostrando esos dientes espeluznantes.
— 200 metros, hay un elevador igual al final de este pasillo
de roca, por donde vamos.
— ¡Demonios! miren esos hocicos se miran que tienen
hambre nos están haciendo unas caras de buenos amigos, —
musitó Jenifer la más valiente del equipo al parecer, pero igual
su corazón latía a mil por hora.
—Quiero que a la cuenta de 3 corran todos, equipo Noah se
quedará aquí disparando todo lo que tengan, nosotros los
cubriremos una vez que empiecen ustedes a retroceder, si no
mueren esas cosas estaremos esperándolos en la entrada para
repeler—estableció el comandante a pesar del miedo del
equipo de Noah se evidenciaba en sus semblantes, no tenían
otra opción que hacerlo.
— ¡Ahora! corran—gritó Lucke, mientras todos se movían a
toda velocidad por el principal pasadizo rezando que no
aparecieran adelante más criaturas, los militares iban
sosteniendo sus fusiles apuntando hacia delante donde las
columnas desaparecían hasta formar solo un túnel más angosto
de piedra. Mientras avanzaban esos metros vitales a sus
espaldas el ruido de las metrallas retumbó en sus odios que no
seso por unos dos minutos. Cuando llegaron, inmediatamente
abrieron y activaron el elevador principal y bajaron
rápidamente a su capacidad por el elevador hacia el nivel 5,
mientras el equipo de militares de Tyler angustiados esperaba
el arribo de sus compañeros que no llegaron ni respondieron
por el intercomunicador. El comandante tenía una decisión
importante; regresar por sus chicos o salir de ahí
inmediatamente por el alto peligroso de esas criaturas
desconocidas que los asechaban por ese nivel.
— ¿Qué hacemos comandante? —preguntó Tyler, cosa que
Marshall no sabía en esos momentos que hacer ya que había
perdido 8 hombres ahí en dado caso que estuvieran muertos.
—Noah ¿me copias? Responde maldita sea ¿hay alguien
con vida está allá? quiero me confirmen si no bajaré, repitió
varias veces a un pie del elevador. Al fondo del pasillo de
piedra de dónde venían solo se vislumbraban algunas luces de
lámparas transversales parpadeando, tampoco se observaba
alguna cosa que viniera de allá, nada, solo un silencio fúnebre.
—Spencer, ¿están arriba?, Spencer porque apagaste el
receptor— le llamó al primer equipo algo desesperado.
— ¡Maldición! —Gritó Tyler —señor, no quiero sonar
negativo, pero no será que a ellos también los asesinaron esas
cosas. —solo somos 9 coronel, no podemos arriesgarnos a…,
— bajemos entonces señor sino…, — se escucharon unos
murmullos de algunos de sus soldados.
—Creo que fue un error haber venida acá, si así está este
nivel espero que el último sea el cielo —se escuchó decir
molesto a uno de los auxiliares al instante que cerraban el
elevador al nivel 5.
— ¿Y los demás chicos? —les preguntó el capitán una vez
que llegaron a la antesala que llevaba al exterior del nivel 5.
—Están muertos creo, no respondieron nada por el equipo
de comunicación y peor aún, Spencer y los chicos que
cuidaban el nivel 1 han dejado de responder.
—Santos ángeles, —musitaron los ingenieros como si se
tratase de un coro mordiéndose casi las uñas de la inquietud de
estar en medio de ese lugar y en esa situación tan espeluznante
donde algo desconocido los estaba atacando.
— Esto se ya salió de control, olviden que volvamos por el
mismo camino, ¡será imposible! he perdido 16 hombres nos
será imposible volver, porque ve a tu saber cuántas bestias
halla en esos niveles.
— Solo vimos 4 de esas cosas, comandante, no será posible
que sus chicos los hayan matado, digo seguramente los
embistieron, pero no se fueron lo más seguro intactas, conozco
el poder de esas armas — le comentó Lucke.
—Tiene razón capitán, —muchachos, divídanse en dos,
ingenieros, una vez que abramos esta celda correremos lo más
rápido posible como indica el mapa hasta el elevador siguiente
para llegar al nivel 6, no podrán correr con esas cosas que
cargan, es mejor que las dejen —señalo.
—Pero, si hay colegas heridos allá abajo no podremos
curarlos.
—vendrán 4 soldados doc por el equipo después, la
prioridad ahora es saber si es seguro de aquel lado.
—Está bien comandante— balbuceó Jenifer.
—Entonces salgamos ahora—.

Inmediatamente de salir del área del elevador


inspeccionaron con la vista por unos segundos los laterales de
esos inmensos túneles que giraban de izquierda a derecha y al
no ver nada anormal avanzaron corriendo a velocidad por el
pasadizo principal de roca que media aproximadamente unos 6
de ancho por unos 6 alto, la roca era primigenia tal vez tan
vieja como el universo. Corrieron tal vez unos 350 metros sin
que nada apareciera sobre los enormes pilares que formaban
ese gigantesco túnel que dirigía al último elevador al nivel 6,
pero al llegar algo los dejo llenos de inquietud, el elevador 6
estaba roto e inservible no podía ser utilizado, como si algo o
alguien lo hubiese chocado con un peso considerable que hizo
que se hundieran las dos hojas de metal de la entrada.
—Lo que faltaba —murmuraron los mellizos molestos y
llenos de pavor llevándose las manos a la cabeza de zozobra y
el resto los acompañó con maldiciones al aire y una que otra
¡oh santo cielo! el capitán Lucke sacó inmediatamente el mapa
y lo abrió a la sombra del resto de marines que apuntaban con
dirección hacia el techo de ese túnel y por donde llegaron.
—El mapa muestra solamente esta maldita entrada —
confesó Lucke dándole una mirada a Marshall que lucía
pensativo y lleno de ira y zozobra.
—Maldita sea, la compañía Obiom nos manda a esta mierda
y solo nos dice que posiblemente son piratas, estas cosas sean
lo que sean son mil veces más terroríficas que un pirata, —
expresó el comandante en tono molesto.
—Lo se amigó, la única opción que veo viable es usar sogas
y bajar por la parte del elevador y su soporte, es algo
peligroso, pero posible, según el mapa son 350 metros de
profundidad al nivel 6.

—Mierda — contestó, — 350 metros capitán, ¿sabe lo que


significa? que nos llevará bastante tiempo tal vez una hora
bajar a todos, no hay más que decir. Rocket saca las cuerdas,
—le ordenó a uno de sus subordinados al momento que daba
vistazos a las luces intermitentes del techo que se expandían
por donde llegaron y reflejaban un poco la luz al suelo rocoso
de la mina.
—Traemos tres sogas —declaró Tyler y por cada viaje irán
3, traen arnés de seguridad por lo cual nadie debería salir
lastimado solo quédense cerca de alguno de nosotros, —
advirtió.
—Ya escucharon chicos suban con cuidado la roca hasta el
elevador, soldados ayúdenle, —enfatizó Marshall que daba
algunas órdenes a unos 4 militares que se quedarían para ir por
el equipo de médico que quedo atrás en la salida del elevador
cinco. Pasaron aproximadamente unos 50 minutos hasta que la
mayoría del equipo de Lucke descendió hasta el último nivel
que se percibía extraño y caótico como si algo estuviera
asechándoles, pero sorpresivamente no había nada al menos en
la entrada del ascensor hacia el exterior.
Usados como carnada
Este nivel era relativamente enorme sin alcanzarse a
vislumbrarse los fondos de las paredes rocosas que se perdían
en túneles de este a oeste e izquierda a derecha y estaban
oscuros con luces que aparentemente fueron quebradas a
propósito por algo grande. Desde el circulo de seguridad
rodeado con malla ciclónica cuando salías del ascensor se
lograba distinguir un lugar colosal con cientos de cosas como
materiales de acero y muros a los costados; un poco oscuro,
pero de fácil transición. Había un silencio abrumador que
ponía los pelos de punta, no se escuchaba absolutamente
ninguna clase de sonido. El comandante Marshall dio la orden
por el equipo de comunicación al resto de los 4 soldados que
quedaron arriba que fueran a recuperar el equipo médico que
quedo en la entrada y que fueran a la brevedad posible y que
tuvieran mucho cuidado. Ellos sin ninguna opción más que
obedecer, tuvieron que ir.
—No tardarán mucho mis muchachos —exclamó el jefe
militar, —por ahora esperemos aquí dentro de este círculo de
seguridad no vaya a hacer que…, —enfatizó cortante al
momento que abría el canal 2 para intentar comunicarse de
nuevo con el sargento Spencer que había dejado de responder
hace unos minutos.
—Spencer me copias, ¡vamos! contesta maldita sea, repitió
2 veces más sin recibir alguna respuesta. Unos 15 minutos
después llamó a Rick; uno de cabos que fueron por el equipo
médico.
—Rick ¿por qué demonios estos tardando tanto? — les gritó
molesto.
El soldado contestó mascullando con voz balbuceante —
jefe esas cosas aparecieron de un pasillo derecho, estamos
inmóviles dentro del círculo de seguridad, pero no me creerá,
andan 1,2,3,4,5,6 como 8 de esas cosas por el túnel hacia el
elevador, no podemos regresar. Todavía no sabemos si pueden
atravesar esta celda.
— ¡Lo que faltaba! Maldición.
— ¿Qué sucede? — inquirió Lucke.
—Los tienen rodeados esas cosas seguramente, andan ahí
arriba, dicen que salieron del pasillo derecho eso quiere decir
que tuvimos suerte, ya andaban ahí.
—Y aquí abajo seguramente en esté nivel también hay y nos
estarán cazando para que salgamos, —comentó Julia bastante
ansiosa y restregándose el cabello, pero aguardando la
compostura más que algunos chicos que la acompañaban.
—Jefe este es el último ¿cierto? aquí tienen que estar el
equipo de la capitana Hayle—manifestó Aron.
—Correcto,
— ¿Y cuánto mide este nivel? —indagó de nuevo.
—No lo sé, es lo peor, según el mapa se extienden
simplemente unos cientos de metros a izquierda y derecha,
justo ahora estamos en el sur del túnel, pero aquí dice que no
tiene límite.
—Dame números capitán —manifestó el comandante
Marshall que lucía algo enfadado e impaciente sin poder
implementar un plan efectivo contra esas cosas desconocidas
que salían de la nada.
—Originalmente media una extensión de 2 km, pero ahora 2
años después con la nueva herramienta que metió la compañía,
sinceramente no lo sé, quizás sean 10 o más kilómetros.
—10 km ¡demonios! 10 kilómetros con cosas que tal vez
nos asechen, —Tyler puedes abrir todos los canales de
comunicación por si alguien en este nivel pide ayuda lo
localicemos, si no será imposible y muy peligroso, explorarla.
Aunque siendo sincero dudo que alguien siga con vida aquí.
—refunfuño dando pasos de aquí para allá.
—Claro comandante, ¿me copian alguien en este túnel?
capitana Hayle ¿me escucha? —repitió el coronel unas 10
veces sin recibir tampoco ninguna señal.
—No entiendo porque demonios vino la capitán hasta acá
—manifestó Marshall, ¿qué necesidad había de venir acá? ¿No
crees Lucke? ¿Tienes una explicación para esto? No tenía por
qué venir hasta aquí no eran soldados, es muy tonto hacer esto
después de que.
—Ahora que lo dices no, pero tal vez recibieron una señal
de auxilio y quisieron venir a ayudarlos.
—Si continuamos puede ser muy peligroso en una extensión
así, pero si volvemos igual— Rick ¿cómo estas allá arriba me
copias?
—Afirmativo comandante, esas cosas ya no se alcanzan a
percibir, pero justo están por el lado derecho del elevador
donde seguía el camino rocoso, no podemos alcanzarlos a
percibirlos porque no parecen que se estén en movimiento tal
vez nos están cazando, quieren que salgamos.
—Aguanten un poco tal vez regresemos, no se muevan.
—Entendido, fuera—.

—Que piensa comandante le insistió Lucke sobre el asunto,


en ese momento que le preguntaba eso una comunicación
desde la tierra interrumpió el receptor principal que sostenía el
ingeniero Aron y se escuchó firme y clara la voz de la exjefa
principal de comunicación; Harper:
“salgan de ahí por el amor de dios”, —se escuchaba una
voz acelerada y con un nerviosismo evidente, “salgan por
favor ahora, acabo de descubrir una carpeta de máxima
seguridad de empresas Obiom, hackee el sistema central de
información y descubrí que no hay nadie allá abajo, repito; la
comandante Hayle y su equipo no están ahí ellos están
muertos justo por esas criaturas, por favor salgan de ahí, ellos
ya me descubrieron y viene así acá, mi intercepción ya está
comprometida, por favor salgan de ahí, todo fue una farsa de
empresas Obiom porque descubrieron una criaturas de las
estrellas en un satélite remoto cerca del sistema solar Alfa
CentauriA ellos fueron hasta el planeta porque iban a
“rescatarlos” a Sander y a su equipo los descubridores de estas
cosas, pero ellos ya habían perecido cuando ellos llegaron y
localizaron la nave Babel, lamentablemente al desconocer el
peligro descendieron hacia su muerte, luego la capitana hizo lo
mismo, pero logró salir con vida; aunque infectada entró a la
nave con el resto y como era de esperarse; los contaminó a
todos, luego cuando la nave sur4 se dirigía a la tierra con
Hayle la compañía hackeó el sistema central de la nave y la
redirigió al planeta Arbmar para ser digamos un laboratorio
controlado, con ese parásito, querían de alguna forma saber a
grandes rasgos el comportamiento hostil y primitivo de estas
cosas, algo ideal para sus planes de control y poder”.
—Harper, pero ¿cuál es el motivo?
—Lucke, el motivo es que se infecten algunos de ustedes y
regresen con dos especímenes a la nave y si, ellos lo quieren,
porque es la primera criatura extraterrestre en la historia, y
más porque es un parásito que podrían exterminar nuestros
mundos, y ellos lo desean para control.
— ¡Vaya! no puedo creerlo —manifestó Marshall
llevándose las manos a la cien y dando algunos puñetazos a la
celda de seguridad, — mierda fue una trampa, pero no me
explico, ¿sabías algo Lucke? —le reprochó al instante que le
apuntaba con su arma en la frente.
—Sabía que Obiom nos había mentido porque me lo dijo
Harper hace unas horas, pero no sabía que Hailey estaba
muerta y había pasado todo esto, estoy en shock también.
—Maldita sea, —increpó, —una criatura extraterrestre
asechándonos, no puede ser, les hemos trabajado fielmente y
esos hijos de puta de John y JK nos traicionan, cuando los
tenga enfrente los mataré— dijo respirando fuerte en un tono
amenazante.

“solo salgan de ahí y huyan en las naves. En estos


momentos va la nave estelar P543 para rodearlos y llevárselos
quien sean los infectados por esos especímenes, luego
bombardearán el planeta porque de alguna forma también
temen los altos mandos de Obiom que se les salga de control
estas criaturas y…”.
En esos momentos la comunicación directa de la señorita
Harper se cortó, como si algo la hubiese alertado e
interrumpiera todo o alguien logró llegar con ella, y la callaron
—.
Segundos de silencio después las luces del nivel 6
empezaban a fallar como si algo estuviera afectado los
suministros de electricidad.
—Tenemos que volver comandante, le había insistido Lucke
y algunos más.
—1 hora para subir capitán — le respondió Tyler.
—Lo sé, pero tampoco podemos arriesgarnos quedarnos en
total oscuridad aquí abajo, no sé quién demonios está
intentado apagar el sistema eléctrico, tal vez sea la
computadora central ya que ellos la manejan—.
—Rick seguramente escucharon todo, ya te imaginas como
estamos acá.
— Sí, mayor, fue una maldita traición. Por otro lado, le
informo que ya no hemos tenido presencia de esas bestias
desde hace 25 minutos, esas cosas no han regresado del túnel
por donde se encuentra el ascensor.
—Eso no es bueno, seguramente nos esperan en la entrada,
pero no hay otra opción, vamos a volver ahora. — Esperen ahí
no se muevan. Fuera.
— Chicos empiecen a subir — les ordenó el líder militar sin
especificar en concreto.
Poco a poco fueron subiendo los mellizos y algunos
marines, los demás esperaban sus turnos ansiosos de salir de
esa pequeña cámara de seguridad. Algunas daban gracias a
Dios de no haber puesto un pie dentro del nivel 6 fuera de ese
círculo de malla ciclónica, ya que probablemente era donde
estaba el nido de estos parásitos. Probablemente después de
que escaparan de la nave Sur4 se establecieron ahí en la
oscuridad, aunque en teoría estuviesen algunos atrapados
abajo algunos posiblemente andaban en la superficie.
—Seguramente aquí es el nido principal de esos huevos,
tiene lógica, todos los huevos de arriba seguramente son
alimento o de ahí nacen esos hijos de puta—declaró Julia.
—Es lo más seguro, — respondió Marshall — eran huevos
raros, pero eran huevos y cometimos un error garrafal en no
averiguar lo que contenían cuando pudimos, ahora
probablemente están saliendo de los huevos y creciendo de
alguna forma hasta convertirse en esas cosas. Solo espero que
podamos salir del nivel 5 al que retornamos que evidentemente
nos están esperando.

—Paso a paso le haremos— dijo Lucke.


—Ahí vienen las cuerdas, dejen de parlotear exclamó
Marshall que ayudaba a poner el seguro de seguridad a las
doctoras. — Halen muchachos—había ordenado por el equipo
de comunicación el jefe. Pasaron unos 45 minutos y lograron
subir, pero desde la parte superior del elevador no lograron
observar algún rastro de movimiento de esas bestias primitivas
sobre el enorme pasillo que lucía más oscuro.
— ¿Rick me copias? ¿Qué paso con esas cosas? —tenemos
un par de minutos y no se alcanzan a ver por ningún lado de
ambas salidas.
—Siguen sin regresar señor.
—Entonces han de estar por este lado izquierdo,
lamentablemente ya está todo en tinieblas para variar —dijo en
tono quejumbroso el comandante tratando de ver algo más allá
de la oscuridad que habían causado el apagado de algunas
decenas de lámparas, pero ciertamente por esa parte andarían
esas cosas o tal vez en los almacenes de materiales, por el otro
lado del ascensor.

—Así será imposible salir de ahí —se le escuchó cuchichear


a Alexander que había permanecido callado y temeroso la
mayor parte del trayecto, siempre escudándose entre todos.
—La única forma es correr igual, pero…
—Son 8 de esas cosas, Lucke, nos darían alcance.
—Lo sé Tyler, pero…,
—Pero nada, no hay opción refutó Marshall al borde del filo
del ascensor.
Infestación
En el nivel unos yacían inconscientes y aletargados la
mayoría de los soldados en cambio en el nivel 4 reposaban
solo algunos huesos del coronel Noah y resto de marines
caídos, así como la evidencia de lo que fue un charco de
sangre pintado en el suelo rocoso. En el nivel uno decenas de
huevos empezaron abrirse y reventar la capa de hueso y de
ellos salieron decenas de pequeñas culebrillas asquerosas con
su característica cabeza cónica en forma de pene y de un color
terrorífica y enferma, se posaron sobre los cuerpos de los
marines que yacían tendidos sin hacerle el mínimo daño ya
que percibían aun sin una especie de olfato la química de sus
hermanos larvarios dentro de ellos, y se dirigieron a la planta
siguiente donde evidentemente sentían el calor humano e iban
hacia ellos para anidar en sus pulmones y poner dos
huevecillos que posteriormente implantarse en el cerebro y
comenzar el ciclo de nuevo para luego salir y convertirse en
reinas o especímenes larvarios.
Minutos después las decenas de culebrillas con cabeza
minúscula de pene se dirigían hacia nivel 5 donde estaban
atrapados los militares, habían pasado ya el grupo de Noah y
toda la sangre salpicada, igual no prestaron mucha atención.
Iban a donde Rick se encontraba seguramente con los 3
soldados que le acompañaban.
De un de repente el comandante Marshall ordenó—quiero
que todos bajen ahora del ascensor, nosotros los cubriremos de
arriba si alguna cosa de esas sale del lado izquierdo de la
oscuridad le volaremos la cabeza, —dijo.
La mayoría de ingenieros temblando casi de miedo; aceptó
y empezó a bajar mientras Tyler le daba indicaciones a Rick
que se prepararan a abrir la celda de seguridad y que los
resguardaran de cualquier cosa que viniera de cualquier pasillo
de su lado. Solo serían unos 300 metros para llegar de nuevo a
la celda. — apresúrense indicó de nuevo el comandante
cuando llegaba el último ingeniero a suelo, corran —ordeno
Tyler, mientras el resto apuntaban con los fusiles hacia la
oscuridad por si salían alguna de esas criaturas. Luego bajaron
el resto de marines y empezaron a correr al mismo tiempo
apuntando por segundos hacia atrás en mientras se
desplazaban.
Pero en esos instantes que corrían por sus vidas, por el lado
contrario donde esperaba Rick las pequeñas culebrillas de
cabeza de pene venían bajando todo el sistema del elevador
por las paredes de roca y en escasos 50 segundos descendieron
y desde dos metros de altura de ellos ocultándose en la pared
rocosa lateral donde descansaba el ascensor y los soldados
apuntaban sus armas hacia fuera esperando a sus amigos, las
culebrillas se abalanzaron sobre ellos y les enrollaron el cuello
y otras entraron por sus bocas, pero alcanzaron a detonar sus
armas y los que venían casi llegando se percataron que algo
los atacaba y eran esas cosas pequeñas de un color de carne
enferma que estaban enrolladas en los cuellos de Rick y
compañía y otras se metían dentro, no dudaron en dispararles
una ráfaga matando en el acto a los mismos soldados que caían
inertes con media cola de esas cosas en la boca, las culebrillas
se dispersaron y se perdieron en la oscuridad hacia todas
direcciones del nivel 6 debido al ruido de las metrallas que
partieron algunas en dos, pero sorpresivamente la sangre de
esas cosas era color lava y derritió la carne hasta penetrar
incluso el hueso de los soldados que murieron
instantáneamente.
—Señor, se acercan — gritó fuerte uno de los soldados que
vigilaba de dónde vinieron corriendo, acto seguido apuntando
con sus rifles al suelo por si algunas cosas de esas quedaban
por ahí abrieron el elevador y se dispusieron a salir de
inmediato al cuarto nivel. A lo lejos del ancho pasillo se
divisaban esas criaturas monstruosas adultas que venían en
manada y no eran 8 eran decenas, el quipo abandonó el lugar
como pudo sobrecargando con peso el ascensor que incluso así
funcionó y los trasladó al nivel 4. En los siguientes niveles
pudieron sortear el peligro como pudieron, cuando llegaron al
nivel 1 encontraron toda la pared vacía de huevecillos,
seguramente miles estarían por ahí asechándolos en todo el
mar de pasillos. Al instante que miraron sus compañeros
tirados en el suelo, algunos soldados intentaron levantarlos,
pero la doctora Jenifer les impidió con un alto:
— ¡No los toquen! ¿No vieron lo que esas cosas
horripilantes les hicieron a sus compañeros allá abajo? —
entraron dentro de sus cuerpos y seguramente esas cosas están
dentro de ellos, al parecer son parásitos no matan del todo a la
víctima, y como se dan cuenta; su sistema circulatorio está
funcionando normal, pero están inconscientes dijo.
— ¿Quiere que los dejemos aquí? eso es inhumano doctora,
—replicó el comandante.
—Quiere que esas cosas se reproduzcan en la nave,
lamentablemente, esas culebrillas son probable que salgan en
cualquier momento y sigan infectando o creciendo, de
cualquier manera, comandante, son extremadamente
peligrosas. ¡Ah! Sin olvidar que contiene un tipo de sangre
como lava, que si te cae eso en la piel te traspasará incluso el
hueso, —refutó la doctora tratando de convencerlo.
—Sí, pero, jamás olvidamos en combate a los nuestros, es
algo que nos distingue como marines.
—Esto es diferente señor —manifestó Tyler —ellos
lamentablemente no están muertos, pero si esas cosas…,
—Maldita sea gritó impotente el comandante llevándose las
manos a la cabeza y mirando a sus muchachos inertes en el
suelo, —entonces, vámonos de este maldito lugar.
—Aron ingresa el código de comunicaciones, —dijo Lucke,
—Ya lo hice, La cápsula vienen ahora en camino solo falta
esperar.
—Entonces salgamos de este maldito lugar recomendó Julia
que avanzó hacia la salida de ese túnel por donde llegaron.
Ya era algo tarde, tal vez las 4 cuando salieron de la Mina
River, el cielo estaba algo claro y el viento había descendido.
El módulo con el que habían bajado al planeta venia en
camino, porque evidentemente la compañía no había podido
hackear las comunicaciones del todo debido a un código que
Aron había implantado en la nave interestelar Invictus
previamente y así evitar que controlaran todo el sistema de
mando como dirigir capsulas de rescate, etc. Se apresuraron a
salir a la parte de afuera y descendieron a un lugar plano
siempre en todo momento apuntando hacia la entrada de ese
complejo minero por si algo venia.
El equipo completo de Lucke está vivo, solo 5 soldados
quedaron con vida del comandante Marshall, las bestias del
interior se empezaron arremolinar en los pasillos en varios
niveles, estaban hambrientas y a la vez encerradas, pero las
culebrillas que podían pasar cualquier superficie iban hacia el
exterior y algunas colmenas más salían de sus huevecillos por
los pasillos oeste, estaban reventando los huevos y también se
dirigían a exterior. Unos minutos después la cápsula se posó
sobre la empinada ladera donde estaban todos eufóricos
esperando ser sacados de ahí. Las culebrillas venían a
velocidad hacia ellos, y en cuanto se asomaron al exterior los
soldados dispararon toda su carga dándoles tiempo de entrar a
todo el equipo de Lucke. Desafortunadamente, cuatro militares
valientes entre ellos; Tyler soportó la embestida por minutos
de cientos de culebrillas gracias a su ametralladora, pero todo
terminó cuando una criatura adulta se asomaba desde dentro y
lanzaba una docena de culebrillas asquerosas de su boca que
se hundían en la garganta de los soldados entre ellos Tyler que
caían sofocados aún con vida al suelo rocoso.
—No puede abandonarles, no les dejaré aquí —gritó el
comandante Marshall que intentaban bajarse con su fusil en
mano, pero Lucke le golpeó la nuca con una especie de
extintor y cerró la compuerta del módulo con la voz mando,
antes que esas cosas llegarán y se impregnarán en el vidrio
acrílico de la pequeña navecilla que salía a toda velocidad de
ese remoto planeta.
Todos temblaban dentro, desde la doctora Jenifer hasta el
buen el capitán Lucke que nunca solía mostrar nerviosismo.
— ¡Qué mierda de planeta! —Gritó histérica Julia, —
tranquila amiga ya paso todo la tranquilizo Jenifer en el acto
dándole un abrazo sostenido.
—El resto de los chicos estuvieron inmóviles y en shock
mientras salían de ese mundo.
—Capitán ya puse los códigos en marcha y el
desprendimiento de la nave de la estación espacial, así que ya
no hay forma de que nos rastreen.
—Gracias amigo, sin ti Aron no hubiéramos sobrevivido.
Solo me pregunto que son esas cosas ¿las vieron? —comento
Lucke mirando desde la ventana del módulo hacían abajo del
planeta que abandonaban; tan espeluznante y a la vez tan
extraño.
—Lo mismo me preguntó, —respondió Jenifer, —lo que si
estoy segura de que esas cosas aniquilaron a todos, esos
agujeros en la cabeza son el resultado de esas criaturas que
salen unas vez maduran, para luego seguir infectado, como
vimos a esos soldados en el nivel 5 que se les metieron por la
boca, una vez afuera lo más lógico es que para crecer como los
adultos que vimos con dientes como cuchillas de tiburón
tuvieron que comer mucha carne, demasiada carne diría yo.
—Tiene lógica lo que dice la doc, —manifestó Alexander
junto al tablero principal de mando del módulo. —esos
malditos de la compañía los trajeron del satélite recién
descubierto en Alfa CentauriA, eso explica todo.
—Por lo que nos dijo Harper querían dos especímenes para
estudiarlos, lo más lógico es que si los controlaran, de ser la
compañía más poderosa se convertirían en los amos de todo,
imagina quien podría detenerlos si infectan a todos; nadie. —
dijo Jenifer.
—Esta insinuando doctora ¿que ellos querían experimentar,
es decir, infectar humanos, pero antes conocer bien el parasito
en toda su metamorfosis y conocer sus puntos débiles?
—Si Alex. Esas cosas como larvas alargadas o culebrillas
entran a los pulmones, luego maduran ahí y ponen algún
extraño huevecillo, luego la culebrilla muere, pero sin antes
salir eso del cráneo que son los adultos grandes que nos
atacaron allá abajo.
—No lo había pensado así jefa— murmuró julia algo más
tranquila.
— Hemos llegado comandante —avisaba Aron — ¿ahora
cual ruta quiere tomar? porque seguramente ya vienen en
camino.
—Iremos al satélite próximo al planeta 45 de Rusia algo
hostil, pero no con criaturas como esas.
—Entendido señor—.
— ¿Porque tan callados Bob y Owen? Tranquilos viejo, ya
paso —dijo amigablemente Alexander que lucía menos
nervioso.
—Los mellizos parecían fuera de sí desde hace varias horas,
pero solo hicieron un acentuado no, queriendo decir que
estaban bien.
—Déjalos Alex, están en shock —le reprendió sutilmente
Jenifer — ¡hey! Julia dales unos calmantes estarán bien—.
Las coordenadas de la nave Invictus los llevarían hasta al
planeta 45 a la velocidad de la luz. Un cuarto de hora después
una flotilla de naves interestelares de Obiom llegaba al planeta
Arbmar bastantes retrasados.
- Compañía Obiom Columbia oficinas
centrales -

—Hay una mala noticia señor JK —confesó John; el jefe de


la compañía.
—Puedes empezar por las malas primero, replicó el dueño
con un tono de voz amenazante.
—No hay porque preocuparse señor, las malas noticias es
que lograron huir estos bastardos porque descubrieron el plan,
pero la buena es que según la computadora central que logró
encender algunas cámaras en el pasillo 4, dos tripulantes
fueron infectados para ser especifico, Bob y Owen, por un
huevo de reina y ahora viajan junto a ellos una reina y un
macho. La otra buena noticia es que se dirigen al planeta 45,
los podremos localizar y ahí recuperar un espécimen sin la
amenaza de un enjambre, ya sabemos un poco de su
comportamiento será más fácil esta vez ya que ese planeta a lo
mucho hay una docena de vigías de satélites.
—No está mal, pero la mina tendrá que reabrirse en la
brevedad posible, el dinero y el poder enérgico no pueden
demorar, —dijo JK.

—No se preocupe señor, la colmena será eliminada en esa


parte, en estos momentos va una flotilla de militares a
exterminarla, no hay riesgo de perder, una vez que las
aniquilen y sea seguro para los nuevos trabajadores, en dos
semanas limpiaran el planeta de cualquier amenaza eso se lo
ha seguro, —no habrá cabos sueltos después se lanzará una
bomba de sonido que matará a todos los militares que ahora
luchan con esas cosas, luego nuestro quipo de limpieza
intervendrá.
—Has hecho al parecer un buen trabajo, eso me calma un
poco, espero que recuperes a la reina y al macho en ese
planeta.
—se hará. Continuará…
Contacto del autor: albertoahuanari@gmail.com

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