Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por lo tanto sépalo bien todo Israel que a este Jesús, a quién ustedes crucificaron,
Dios lo ha hecho Señor y Mesías. Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente
conmovidos y le dijeron a Pedro y a otros apóstoles:
Hermanos que debemos hacer?
Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para
perdón de sus pecados --- les contestó Pedro --- y recibirán el Don del Espíritu Santo.
INSPIRACIÓN
Un grupo transformado estuvo frente a un Pedro transformado cuando este dijo
después de unas semanas: “Por tanto, sépalo bien cuando todo Israel que a este Jesús, a
quienes ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías”.
No había timidez en sus palabras. No había renuencia. Alrededor de tres mil
personas creyeron en su mensaje.
Los apóstoles desencadenaron un movimiento. Las personas se convirtieron en
seguidores de aquel que conquistó la muerte. No se cansaban de escuchar o de hablar de
él… Cristo era su modelo, su mensaje. Predicaban de “Jesucristo y de este crucificado”, no
porque no hubiese otro tema, sino porque no podían agotar este.
¿Qué fue lo que abrió la puerta del corazón de los apóstoles?
Muy sencillo ellos vieron a Jesús. Tuvieron un encuentro con el Cristo. Sus pecados
chocaron con el Salvador ¡y ganó el salvador!
En las siguientes décadas le sucederían muchas cosas. Iban a pasar muchas noches
lejos de casa. El hambre iba atormentar su estómago. La lluvia les empaparía la piel. Las
piedras iban a golpear su cuerpo. Naufragios, azotes, martirios. Pero hubo una escena en
el repertorio de recuerdos que hizo que nunca miraran hacia atrás: el que fue traicionado
regresando a encontrarse, con quienes lo traicionaron; no para afligirlos, sino para
enviarlos. No para criticarlos por olvidarse, si no para encargarles que recordaran.
Recordar que aquel que estaba muerto ahora vivía, y ellos que eran culpables habían sido
perdonados.
LECCIONES DE LA VIDA
UNA PREGUNTA
¿En qué área de su vida ha resistido la obra del Espíritu?
Hoy el Señor te llama, y toca a tu corazón, el Señor te ha dado dones y talentos,
que puedes poner a las órdenes de tu Salvador y de su obra que es la Iglesia donde estas
militando.