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ELEMENTOS DE LA RELACIÓN OBLIGATORIA

Son aquellos factores que resultan fundamentales en la obligación, de manera que no


se podría imaginar esa relación jurídica sin la existencia de tales elementos.
ENUMERACIÓN
a) LOS SUJETOS: activo o acreedor y pasivo o deudor de la relación. El deudor tiene
un débito ante el acreedor y éste, tiene un crédito frente al deudor.
b) Un Vínculo Jurídico o *relación jurídica*, entre el deudor y el acreedor.
c) EL OBJETO o la PRESTACIÓN, que constituye el vínculo que obliga a dar, hacer y
no hacer.
d) La CAUSA, en las obligaciones contractuales.

Toda obligación está conformada de un sujeto activo o acreedor y un sujeto pasivo o


deudor.
Los sujetos de la obligación han de ser necesariamente personas de derecho.
Por tanto, todos los entes que tienen el carácter de personas, es decir, con capacidad
para adquirir derechos y contraer obligaciones, o sea, deben tener aptitud para ser
sujetos de la obligación.
Pueden ser sujetos las personas físicas y las jurídicas, sean públicas o privadas, según el
art. 91, Ley Nro. 388/94 establecido en
el C.C. establece que son personas jurídicas: El Estado, los Gobiernos Departamentales
y las Municipalidades, las Iglesias y las confesiones religiosas, los entes autárquicos,
autónomos y las de economía mixta y demás entes de derecho Público, que conforme
con las respectiva legislación, sean capaces de adquirir bienes y obligarse, las
universidades, asociaciones que tengan por objeto el bien común, las asociaciones
inscriptas con capacidad restringida, las fundaciones, cooperativas, Sociedades
anónimas y demás Sociedades reguladas en el Código.
Art. 92, Son también personas jurídicas los Estados extranjeros, los organismos
internacionales reconocidos por la República y las demás personas jurídicas extranjeras.

CAPACIDAD
Pueden ser sujetos de una relación obligatoria, toda aquella persona de derecho. Todos
aquellos que invistan ese carácter, es decir, con capacidad de adquirir derechos y
contraer obligaciones, tienen aptitud para ser sujetos de obligación.
Así, tanto la persona física como jurídica (públicas o privadas), pueden ser sujetos de
obligaciones.
Para que la obligación sea válida resulta indispensable que los sujetos se invistan de
capacidad de derecho: significa que el acreedor debe poder ser titular del crédito que
otorga y el deudor debe poder quedar obligado por la deuda que adquiere. Es muy
importante esta capacidad, porque en caso que no existiere, se produciría la nulidad de
la obligación misma.
Pero, en cambio la capacidad de hecho, en los sujetos, el acto constitutivo de la
obligación, sería nulo pero de nulidad relativa, lo que implica que la nulidad sería
subsanable.
Unidad o pluralidad:
Dentro de una relación obligatoria puedan existir más de dos sujetos, incluso puede
darse el caso en frente de un solo acreedor, haya varios deudores o frente un solo
deudor haya varios acreedores en una misma relación.
Cuando es posible que se dé una multiplicidad de sujetos, son factibles tres hipótesis:
1) Que de la obligación quede fraccionada en otras obligaciones, dando lugar a
tantas deudas o créditos, cuanto sean los acreedores y deudores.
2) Que la obligación, aunque sea susceptible de división por la naturaleza de la
prestación, resulta no serlo por voluntad de las partes o por disposición de la ley.
3) Que el vínculo sea irrescindible, por la misma naturaleza de la prestación, la que
no resulte ser susceptible de ejecución por partes.
4) A estas hipótesis corresponden tres clases de obligaciones: las mancomunadas,
solidarias y las indivisibles.
a) Determinación:
La determinación, dentro de una relación obligatoria, se refiere a que los sujetos deben
estar plenamente determinados al tiempo de constituirse la misma.
b) Obligaciones ambulatorias u obligaciones propter rem:
Este tipo de obligaciones son aquellas que incumben al propietario o poseedor de una
cosa en cuanto tal, de manera que, desaparecida esta calidad, desaparecen aquellas.
El principal carácter de este tipo de obligaciones, es que se transmiten al sucesor
particular de la cosa que se enajena, sin que sea necesario un convenio especial al
efecto.
EL VÍNCULO JURÍDICO: Es un elemento inmaterial, es decir, puramente jurídico, en el
sentido de que por medio de la norma jurídica se establece un “nexo” entre acreedor y
deudor, ubicándose en polos opuestos en una misma relación jurídica.
Debido a este vínculo, la obligación tiene el carácter de exigible, por tanto, constituye
un elemento esencial de toda obligación.
EL OBJETO DE LA RELACIÓN OBLIGATORIA
El objeto o prestación que puede ser la de dar, está constituida por la actividad del
deudor, destinada a la entrega de un bien.
En las obligaciones de hacer, realizar algo como construir un edificio, pintar un cuadro,
etc. Y
En las obligaciones de no hacer, esto es en las obligaciones negativas, por la simple
abstención del deudor, quien cumple su obligación, no haciendo.
El objeto de la obligación exige, que concurran cuatro elementos esenciales:
Posibilidad del Objeto: La obligación debe tener un objeto, que por muy material que
sea, no solo debe referirse a una cosa o a un derecho existente o que debiera existir,
sino que debe presentar una utilidad para el acreedor.
Licitud del Objeto: La prestación sobre la que recae la obligación tiene que revestir de
un carácter lícito.
El requisito de la licitud se refiere a que la conducta en que consiste la prestación, no
debe estar prohibido por la ley, ni ser contraria a las buenas costumbres o al orden
público.
Determinación del Objeto: Así como los sujetos de la obligación deben ser
determinados o determinables, también la prestación debe serlo. Si no fuera así, el
acreedor podría exigir a su deudor cualquier prestación y lo mismo podría hacer el
deudor al tiempo de cumplimiento, con lo cual la función de satisfacer un interés
tutelado sería irrelevante.
Patrimonialidad de la Obligación: La prestación debe revestir de un valor pecuniario.
En el Código Civil, en su art. 418, establece, “La prestación que constituye el objeto de
la obligación debe ser susceptible de valoración económica y corresponder a un interés
personal, aun cuando no sea patrimonial del acreedor.
La patrimonialidad es el elemento objetivo de la prestación, tiene preponderancia en los
derechos creditorios.

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