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Fertilizació n Asistida.

Larissa Martínez García.


Bioética.
JUNIO 2018.
FERTILIZACIÓN ASISTIDA.

Es evidente que en la actualidad temas como la fertilización asistida es un


asunto de que se puede hablar con más libertad, a comparación de hace algunas
décadas en las que además de ser inusual, era considerado como algo innecesario.
Aunque en la actualidad existen mejores métodos para ayudar a la concepción, antes
además de que eran limitados no eran tan avanzados. Es claro que con el desarrollo de
la ciencia se han modificado los procesos, métodos y técnicas para realizar de formas
más eficientes dichos tratamientos.

En 1600 Giordano Bruno fue quemado por plantearse el lugar del hombre,
muchos años antes los espartanos hacían selecciones eugenésicas. Y más tarde, en la
época de Federico Nietzsche afirmó que el hombre era algo que debía ser superado,
que el superhombre debía ser el sentido en la Tierra. En ese aspecto, un hombre debe
ser inteligente, hábil, optimista, culto, que supiera apreciar el arte y a la vez fuera
consciente de su grandeza.

En filosofía se piensa que la persona es única, insustituible e irrepetible y en


bioética, que toda intervención curativa o experimental no tiene otro objeto que sanar o
mejorar al hombre, o descubrir medios para lo mismo, siempre y cuando existan
1
expectativas razonables de éxito.

El término que el autor elige de entre tantos es: procreación médicamente


asistida, que se refiere al acto de procrear a un ser humano con auxilio de prácticas
técnicas, prescindiendo del ayuntamiento, cópula carnal o unión sexual. 2

Existe otro término constituido por las letras TRA, que se utiliza para abarcar
como tal las técnicas utilizadas en la reproducción asistida, es decir, el conjunto de
métodos en los que, independientemente de las manipulaciones a las que puedan
verse sometidos los gametos, el proceso de fertilización del óvulo u ovocito por el

1
Córdova Soto José Luis. La Bioética: Un Reto del Tercer Milenio. Capítulo: Seres Humanos a la Carta. Pag. 131 yy
132.Universidad Panamericana, Instituto de Investigaciones Jurídicas. México. 2002
2
León Rábago Diego. La Bioética para el Derecho. Capítulo IV, Procreación Médicamente Asistida. Pag. 95-125.
Universidad de Guanajuato, Facultad de Derecho. México. 1998.
espermatozoide puede ser efectuado en el interior o exterior del aparato reproductor
femenino. 3

Entonces nos encontramos con la duda, ¿cómo se hace? La relación sexual es


el único medio natural para la procreación del ser humano, la condición para que tal
resultado se produzca es la unión o ayuntamiento heterosexual, es decir, el acto sexual
entre hombre y mujer.

Aunque el ser humano está dotado de la capacidad de amar, es decir el


sentimiento que mueve a una persona hacia otra y las liga espiritualmente. No se trata
sólo de una relación sexual, sino de una complementación espiritual.

Eustachius practicó la primera inseminación artificial en animales, obteniendo


semen de un caballo e introduciéndolo manualmente en la vagina de la yegua. Luego
en 1870, John Hunter realizó la primera inseminación artificial en humanos, inseminó a
la esposa de un comerciante con el semen de este último.

La inseminación in vivo consiste en el depósito del eyaculado del hombre en el


aparato genital de la mujer, por medios técnicos y sin contacto sexual. Es propiamente
la inyección de esperma en la cavidad uterina. Al utilizar espermatozoides del esposo y
ovocitos de la esposa, lógicamente en parejas matrimoniales, la inseminación recibe el
nombre de homóloga. En algunos países se considera homóloga la inseminación en
parejas concubinarias.

En todas las técnicas de inseminación artificial, se obtiene el semen mediante


masturbación o coito interrumpido, entonces una vez obtenido el semen es depositado
en un contenedor de cristal que debe contar con una temperatura adecuada para evitar
la desecación. Luego se selecciona mediante la separación de las fracciones de semen
que contengan mayor cantidad de espermatozoides y se continúa con la inseminación,
que debe ser lo más cerca posible del periodo ovulatorio espontáneo. La técnica más
recomendable es la de tipo intracervical, en la que se prepara el cérvix mediante una
limpieza, sin eliminar el moco cervical pues ayudará a la concepción, y con una aguja

3
Santamaría Solís, Luis. Ténicas de Reproducción Asistida. Aspectos Bioéticos. Pág. 37. Universidad de Madrid.
España.
se deposita el semen en el canal cervical y en el cérvix, bañando el orificio cervical
externo.

Como sabemos, no todas las personas están preparadas, no sólo para procrear,
sino para el proceso que conlleva la inseminación artificial. Se debe de ser apto física y
psicológicamente, además de estar libre de prejuicios, también de ser conscientes de
los riesgos, complicaciones y responsabilidad que implica todo este proceso.

Existe también la fecundación artificial homóloga in vitro (FIVETE, que significa


Fecundación In Vitro y Trasplante de Embriones), que es utilizada en mujeres que
padecen esterilidades tubáricas, pero se recurre a este método para cualquier caso de
esterilidad. En esta FIVETE homóloga se utilizan espermatozoides del esposo y
ovocitos de la esposa, en pareja matrimonial o también aplica en parejas
concubinarias.

El proceso es similar a la fecundación anteriormente, en que se obtiene el


semen mediante masturbación o coito interrumpido, se somete a centrifugación para
separarle el plasma y se le agrega un medio de cultivo, luego se selecciona una
porción que contenga la cantidad requerida, que es de 50,000 a 100,000.

Los ovocitos se obtienen en periodo ovulatorio. El cual se puede provocar


artificialmente pero disminuye las posibilidades de lograr un embarazo viable, u obtener
el gameto mediante la colección del ovocito de un folículo preovulatorio en un ciclo
normal, en otros métodos se encuentra el de la ecografía transvaginal, mediante una
sonda ecográfica y a través de la vagina se localizan los ovarios y mediante punción se
extraen los ovocitos. Localizado el ovocito, se coloca en la gota de espermatozoides
dentro de una probeta (in vitro) llamada Caja de Petri (denominada así por Julius
Richard Petri, bacteriólogo alemán), con un medio de cultivo para preservar el cigoto.

A las dieciocho horas de vida del cigoto, se procura su segmentación mediante


medio de cultivo especial, en cuanto llega a un estadio de ocho a dieciséis células, se
procede a la implantación de este embrión en el útero de la que será su madre, por vía
intracervical. Se fecundan varios ovocitos, para tener varios embriones y se implantan
tres para tener mejores probabilidades, los demás se congelan y guardan para usos
posteriores.
Se afirma que en este método se utilizan espermatozoides y óvulos sanos, que
son seleccionados con técnicas de descartes de virus, pero no existen medios
realmente eficaces por lo que siempre existe el peligro de transmisión de
enfermedades como hemofilia, hepatitis, SIDA, entre otras.

Así como existen estos métodos, hay otros como la transferencia de gametos a
las trompas de Falopio, el cual es similar al anterior explicado en la obtención de los
gametos, aunque la transferencia como tal se hace directamente a las trompas, como
el nombre lo dice, donde se realiza la fecundación. En este proceso, la técnica consiste
en transferir sólo los ovocitos y después de veinticuatro horas inyectar el semen en el
útero.

Se supone que este método debe ser utilizado en mujeres con calidad de
trompas, en casos de inexplicable esterilidad, sólo cuando se fracasa con este método
se debería de usar la FIVETE.

En la inseminación intratubárica vaginal; el semen es introducido en las trompas


a través de la cavidad uterina. En la inseminación intraperitoneal directa se practica una
incisión en la cavidad abdominal a través de la cual se inyecta el esperma, procurando
el encuentro con el ovocito. El método de transferencia de gametos en estado
pronuclear, un día después de verificada la fecundación in vitro, el huevo es depositado
en el útero, a través del cuello de la vagina. Cabe destacar que todos estos nuevos
métodos no eliminan riesgos y tienen complicaciones muy similares.

Y hablando de inseminaciones y fecundaciones heterólogas, que son los mismos


procedimientos de los que hablamos anteriormente, la diferencia sería que en estas
formas heterólogas se utiliza el esperma de un tercero, conocido o desconocido, ajeno
a la pareja matrimonial o concubinaria. Para dicho tercero es más adecuado el término
de enajenante, pues contempla los casos de entrega del semen gratuitamente y los de
carácter oneroso. Y la palabra donante tiene una connotación altruista la del hombre
que desinteresadamente, preocupado por el problema irresoluble de esterilidad de una
pareja, se desprende de algo de sí mismo, su esperma, en beneficio de ésta.

El esperma puede ser fresco, pero generalmente se utiliza el esperma que ha


sido almacenado en centros de conservación, CECOS.El primer banco de esperma fue
fundado en el año de 1950, en la Universidad de Iowa, con adquisición y suministro de
esperma en forma gratuita. Se supone que los bancos de esperma admiten todo
material para su selección, que en caso de ser defectuoso se desecha, acto que ha
sido criticado pero hay evidencia de no hacerlo trae consecuencias trágicas. La
información del enajenante es confidencial hacia la institución, aunque se requiere de
completar un formulario para la clasificación del semen y no se permite que de cada
muestra nazcan más de diez hijos, sin embargo no en todo los países toman esto
último en cuenta porque resulta más lucrativo seguir vendiendo y comprando
indefinidamente.

Así mismo, luego de tratar los diversos métodos médicamente asistidos de


fecundación, no podría faltar la mención de las madres subrogadas y madres
enajenantes de ovocitos.

El término subrogar significa sustituir a una persona por otra. Aquí, en una pareja
matrimonial, si la mujer carece de las condiciones necesarias para la gestación puede
hacer uso de otra mujer para sustituirla en la función maternal de gestación de un hijo.

Para seleccionar a la mujer que será la madre subrogada, la mujer deberá de


satisfacer los requerimientos que tienen que ver con la consanguinidad, con su estado
de salud física y mental, con sus hábitos y forma de vida, así como su situación social.
Los centros especializados en encontrar a mujeres aptas para este proceso, cobran a
la pareja su servicio de encontrar a la mujer disponible que satisfaga todo requisito.

Dichos centros exigen la celebración de un contrato en donde la pareja


manifieste su entera conformidad con que se lleve a cabo la fecundación artificial in
vitro y donde la proveedora del ovocito y la madre subrogada estén de acuerdo en
renunciar a todo derecho sobre el hijo, en favor de la pareja, y en no hacer reclamación
de ninguna especie para hacer valer los derechos propios de maternidad.

Ante la carencia de legislación en materia de maternidad subrogada surgen


problemas como determinar quién es la madre del hijo procreado. Entonces por más
argumentos en contrarios que puedan existir, sólo se debe atender a la verdad, la que
es madre biológica o genérica es la autora del ovocito con que éste fue engendrado.
Al parecer, con el estilo de vida que las nuevas generaciones tenemos, es claro
que además de la genética que puede considerarse ya bastante modificada, respecto
de la natural, la alimentación y las conductas se vuelven un factor importante en el
asunto de la procreación. A mi parecer, las personas de hoy en día jóvenes no tienen el
objetivo de tener hijos, esto porque la mayoría planea cosas distintas como estudiar
una carrera profesional, lograr posgrados, tener un trabajo y la solvencia económica
para vivir siendo independiente y poder viajar. Los seres humanos somos ambiciosos
desde siempre, está en nuestra naturaleza y por ello, los jóvenes de hoy esperan lograr
tantas cosas antes de establecerse y formar una familia.

Así como existen personas a favor de estos procedimientos porque brindan


ayuda y logran los embarazos que las personas buscan, existen personas en contra de
estos actos. Yo, por ejemplo, estoy en contra sólo por una razón: sobrepoblación, ya
existe bastante humano en la Tierra, ¿para qué queremos más? Las ténicas de
reproducción asistida son costosas y no pueden ser exitosas siempre, además de que
son riesgosas. Entonces opino que si una pareja no puede embarazarse naturalmente,
debería de buscar la opción de adoptar. Ese acto al que me refiero es puro de amor y
resolvería dos problemas a la vez, daría satisfacción a la pareja que quiere hijos y le
daría un hogar, familia, amor y futuro a un individuo que por diferentes razones se
encuentra sin nadie ni nada.

También, me encuentro a favor de dichas técnicas de reproducción asistida en el


sentido de que todo el mundo tenemos aspiraciones y si el hecho de tener hijos es la
aspiración de alguien, ¿Quiénes somos para impedirlo y juzgar? No podemos prohibir
una práctica que vaya en sentido pro vida cuando se supone que todo lo que hacemos
debe ser pro vida. A un lado de esa opinión, creo es sencillo hablar cuando estamos
fuera de la situación, pero por muchos motivos las personas quieren hijos y es
totalmente aceptado, la única condición para tenerlos debería de ser que esos hijos
serán cuidados, tratados con respeto y educarlos para que en el futuro ellos también
puedan cuidar de los demás, respetarlos y si su deseos es formar una familia, puedan
educar a sus propios hijos y así seguir con la propagación de la especie.
A la par de este enfoque, se encuentra la situación contraria. Existen personas
que por distintos motivos, lo primero que sienten son las ganas de formar una familia,
pues tenemos la idea de que eso sería como una señal de autorealización. Es
evidente que no podemos categorizar a todo el mundo, sólo nos queda respetar sus
opiniones y aspiraciones. Si determinada persona está decidida, habiendo obtenido el
conocimiento que ese proceso implica, en realizar alguna técnica de reproducción
asistida, es totalmente aceptable. Pues cada persona es libre de hacer lo que le
plazca, siempre y cuando no perjudique a los demás. La decisión de tener hijos debe
ser duramente analizada, puesto que no es sencillo cuidarlos, educarlos de una
manera que en el futuro sean honestos, productivos y lo más importante, felices. Los
hijos son una tarea difícil y no por el hecho tenerlos en el ambiente de quien los
procrea, sino porque la sociedad es tan diversa y existen tantos riesgos en el mundo,
como amenazas sociales que pueden poner en situaciones difíciles a dichos hijos.
Los padres sólo quieren los mejor para sus hijos, pero no basta con eso, deben de
darles las herramientas para que así sea, pero dependerá de nosotros los hijos saber
utilizarlas para tener un bien y lograr lo que nos dicen que es el fin máximo, la
felicidad.

No obstante, el hecho de recurrir a las técnicas de reproducción asistida no nos


hace menos humanos, al contrario, no hace más consientes de que si no se puede
lograr un embarazo de forma natural, existe la forma de lograrlo y que eso nos abre a
posibilidades inimaginables. Nos hace más reales nuestros sentimientos referidos al
egoísmo, que es dejado de lado para dar la vida por los hijos. Ese es el sentir de
alguien que está listo para ser padre o madre, que dotados de madurez y amor harán
que una técnica que parece fría, es de lo más cálida porque les da a las personas sus
más profundos deseos.

En mi sentir como parte de una generación nueva, debo aclarar que las técnicas
y métodos de fertilización asistida sólo deben ser un auxiliar a la procreación cuando
las personas que recurran a ellas sean conocedoras de los riesgos a los que se
someten, pero más que nada a que nada está garantizado. Que quizás en esas clínicas
de reproducción asistida digan que los resultados de los procedimientos sean
favorables, seguros y garantizados pero nada en el mundo puede ser totalmente eso.

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