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Alexis
Gómez
Rosa
Dominican Style
y otros poemas
BIBLIOTECA
DIGITAL DE
AQUILES
JULIÁN
Muestrario de
Biblioteca Digital Poesía 37
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
2
Muestrario de Poesía 37
Editor: Aquiles Julián, República Dominicana.
¿Qué somos?
Muestrario de Poesía es una colección digital gratuita que se difunde
por la Internet y se dedica a promocionar la obra poética de los grandes
creadores, difundiéndola y fomentando nuevos lectores para ella. Es una
iniciativa sin fines de lucro para servir, aportar, añadir valor y propiciar
una cultura de diálogo, de tolerancia, de respeto, de contribución, que
promueva valores sanos, constructivos, edificantes, en favor de la paz y
la preservación de la vida acorde con los principios cristianos. Los libros
digitales son gratuitos, promueven al autor y su obra, así como el amor
por la lectura, y se envían como contribución a la educación, edificación
y superación de las personas que los solicitan sin costo alguno.
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MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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Contenido
Alexis Gómez Rosa: pasión por las palabras / Aquiles Julián 5
Poética 6
Ars poética 7
Error en tiro 10
Plagio 10
Dicen las malas lenguas que soy 11
(En esta tierra de oro…) 12
(Lo dispuso así Dios…) 12
(Una calle sin fin: mas diminuta…) 12
(¡Válgame Dios! Por fin…) 13
(Una pena me embarga…) 13
(Muchos vieron arder la sombra en la madrugada…) 14
(Cerca de aquí se escucharon ayer…) 15
(El día se alarga, se alargaba, añadiendo…) 15
Ferryboat de una noche invertebrada 16
Paraíso interior 17
Ausencia de Guarina Rodríguez 19
(Llueve muy hondo, en voz baja, sin límites…) 19
Matapasión 20
Clandestinos 20
Noche adentro 21
Ojo en vigilia 24
Dominican style 24
Tíguere gallo 24
Test a mentir 25
Museo de una hora nocturna 25
Quita sueño 26
Técnica mixta sobre puente vespertino 27
(Alada mariposa) 27
(Arte poética) 28
(Dios) 29
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
4
(…) 29
(3) 30
(por las vías de la página introduciendo…) 30
La unión 30
Si hablo sigan la broma 31
Circulo madre al cuadrado 32
Borrar lo escrito 32
Cuerpo culebro 33
Ex libris 33
Haikus 34
Sextante de noche a sol 35
Melodía en lo mío 35
Café sublime verde y negro 37
Carrusel de los gordos felices y dichosos 37
Oración 38
Son del vacilador 39
Idea fija 40
La musa araña 40
Soledad colectiva 41
Cartón de publicidad 42
Pez on line 42
Campeador de onda corta 43
Forma en tránsito de una fórmula impura 44
Entre ningún lugar y el adiós 45
Espejos que borrar 45
Desencuentro 46
El buen sujeto de la mala conciencia 47
Urbano corazón 47
Aquiles Julián
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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Poética
La palabra viaja y en su propio vehículo se transforma y
recompone con su arsenal de significados. Chata, irregular o
atormentada; inquieta y desgarrante, la palabra da vueltas,
hace piruetas, cordilleras, hasta cuajar en refrán, merengue,
requiebro, jingle, consigna o literatura. De esta última forma
de expresión, el poema ha sido el molde que me contiene: ya
en versos libres, poesía concreta, haikú, o poema en prosa,
modalidad que vengo practicando impulsado por la
reciedumbre de algún propósito mayor.
El poema es, entonces, masa penetrable / envolvente y pulmón con que respira,
en su hibridez, ese cuerpo pulsátil que niega las normativas literarias creando
un espacio nuevo donde prospera el texto/suma del más variado decir. Escritura
en tránsito de formas, el poema (ese cuerpo goloso), se levanta con todos sus
abismos (prescindencia y expresionismo), dejando en el mundo su chiquita
universalidad, como un oscuro temblor, corporeizado en un moño de chispas.
Otra definición, ¡la poesía!, es el espejismo que me refleja. Viaje interior,
destape del que pasa; oráculo del que vendrá.
Escribo entre las palabras de los otros. Dos poemas dominicanos atrajeron mi
atención sobre el poema totalizante a muy temprana edad. "Vlia" de Freddy
Gatón Arce y "Rosa de Tierra" de Rafael Américo Henríquez: ambos
intímamente vinculados a la experiencia surrealista; tradición en la cual conocí,
posteriormente, "Nadja" y "El amor loco" de André Bretón. Esa lectura
(espejo/imán) me hizo poner en perspectiva mi viejo santuario poético (Ezra
pound. T.S. Eliot, Edgar Lee Masters y el Juan Ramón Jiménez de "Animal de
fondo" y "Espacio"), contrapunteados por otras voces de la modernidad y la
vanguardia (Saint John Perse, Henry Michaux, Fernando Pessoa, César Vallejo
y Octavio Paz), con quienes siempre diálogo en mi poesía. Mis últimos dos libros
(New York City en tránsito de pie quebrado y Si Dios quiere y otros versos por
encargo), son polos de una practica moderna de apertura y ruptura,
multicultural y multilingue, en la que asoman las aristas y fragmentos de la
tensión creada en la página, pero cuya dicción (más que suma es resumen),
reordena sus elementos en función de otro lenguaje y otras técnicas que
apuntalan un orden proteico. Poesía y ensayo que se penetran críticamente para
engendrar una escritura nueva (me corrijo: una criatura distinta; reflexiva),
capaz de hacer y decir su propia historia en ese proceso dialógico de fugas y
regresos.
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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Si algo ha caracterizado a la poesía es su carácter plural, en el que coexisten, a
un tiempo, voces diversas que conforman ese coro que sensibiliza y da sentido a
una época.
Ars poética
***
La poesía es el acto más lúcido de la política
***
Pensar como hablar.
¿Borrar? La escritura:
es la cicatriz del sonido.
***
Mitad cuerpo de luz, la otra mitad de sombras,
soy en mi osario de letras un manifiesto de sangre.
***
La cabeza me pesa una palabra inhallada.
***
Soy un camino que se anuda
en la podredumbre de su origen.
***
Ábrete los oídos y programa tu lápiz,
como una cicatriz -y es una cicatriz-
erizada en la mente.
***
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8
Amanecí a lo largo de un pensamiento
dormido en el zaguán de un getho.
***
En las palabras que reúno
está el corazón que se dispersa.
***
Estoy escribiendo sobre la voz el lenguaje de la carne.
***
Sentir la luna es inundarse de claridad,
vivo en la luna, como un paria del desierto
de la página, fundando vértigos, perversidades.
***
El que camina traduce la pisada.
El que habla se corrige a sí mismo,
se suprime.
***
La palabra como una culpa
se queja en el vaso de agua.
***
Ahora lo sé: yo soy el otro, el que vendrá,
esgrimiendo su espejismo, petrificado,
como estoy en el recinto de una luz de tambores.
***
Mi biografía no me pertenece
la historia en que me oculto.
***
Arrecia la posibilidad de no pensar Contra
la pluma la espuma, es vacuidad (exergo),
lo que llena tu imposible ortografía.
***
La noche es al ojo, lo que a la piedra
es el cincel que la dignifica.
***
Mi sombra limita mis movimientos
y pone minas y trampas por donde echo
a correr genealogías.
***
El signo se ha maculado en su mensaje.
***
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9
Tallado el ojo en la mirada imprecisa,
nunca se talla el ojo en la mirada certera.
***
Está dicho: parado un espejo frente a otro no hay espejo.
Prolonga el vacío su capacidad de blancas conjeturas.
***
Mi cuerpo lo arroja mi mujer, lo vomita su lesbiana.
Algo me huele negro, muy feo.
La poesía: perpendicular es al bostezo de un polícia de tránsito.
***
El tiempo presente de mirar el pasado moviliza el presente.
El tiempo de llegar, más tarde que temprano
a la pizarra de un reflejo, es una meditación.
***
El verso no tiene edad. Empieza superpuesto
a la lectura que realizo.
***
Corresponde a la autoría de Saint-John Perse
el nerviosismo que viene.
***
Entregado el cuerpo al sueño la cabeza continúa
labrando una leyenda.
***
Me he acostado contigo en la cabeza y ya tienes
la dimensión del deseo en la manzana de alto precio.
***
Estoy en el lugar que soy.
Continuidad de la sombra
es el espejo que me transfigura.
***
Lector: yo soy tu espejo y tú mi literatura.
***
Ha vuelto a ser desierto el ofertorio azul de tus palabras.
***
Claror magnético el de la página todo lo aguanta:
la demagogia como al líder, el sarcasmo como antifaz de lo erótico,
la lengua incorregible. La lengua:
única responsable de tus uniformados heroismos.
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10
Error en tiro
Plagio
A todas mis hermanas
Piedra caribe
El muro gnomo y la casa de oración…
Abrió luego su pórtico el aullido. Oremos.
Paraíso interior
Estas palabras pretenden (pretendieron)
ser una carta.
Las concebí y almacené y ahora
las asumo como labios, dentadura, como
lengua vacía.
Una carta cuyo lenguaje
se articula aproximando música y saudades;
testimonios, fugas y desnudeces
de tu ilusión mejor.
Matapasión
A mi frágil edad
de animal sentimiento,
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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todo, verdaderamente
converge: la razón,
la enfermedad,
la muerte misma.
Clandestinos
Los amantes de mi tiempo,
los de la última tanda,
su amor entrado en carne derramaron
por el otoño dormido, en el otoño
recobrado.
En el colorido mágico
de las ferias del Parque Colón,
o en las comparsas bullangueras
del carnaval los diablos y la muerte.
6. Luchino Visconti 1906-1976. Director de teatro y de cine italiano dueño de una obra
cinematografica cargada de extraordinario lirismo y fuerte denuncia social
Noche Adentro
Noche adentro la mar,
noche carnicera;
espuma y olor de aceite
me amparan, solitario,
en la baranda de Nausica.
apareces convertida
en mágico surtidor de pañuelos
(Isadora de niebla),
o en sombra
de un pájaro de la tierra
que avanza a picotear
del corazón
rojos latidos,
que asustados salieran
de un motel de chinos.
El Hombre ofilia.
Ladeada la boina,
Verde una aceituna te resbala
en la boca tonalidades
clorofílicas del verde de tu lengua
desgasta, con su bosque
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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lluvioso de sentidos,
Como un delito que florece.
Una historia
de brújula, cabotaje
y astrolabio,
con ciudades de bolsillo
repletas de buzos misioneros,
y vitrinas vaporosas por donde
orea tu fantasía de niña
volandera
que estrena pantalón y camisa
a corte y confección
de Víctor Montás & Asociados:
un anatomista de otro mundo
El hombre de la muerte,
rumiante de soledad, en la noche
aciaga, el hombre
destapa su memoria maltrecha.
Ojo en vigilia
El niño pintó un huevo
excesivamente real.
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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El modelo se deterioró con la eficacia
de un dentrífico,
brilla y da protección a sus dientes.
Dominican style
La casa, de invierno a verano,
es algo más que el verano.
Si la miro de frente,
el azul me apabulla en su proximidad
al rojo, puro blanco destila
en el fondo de la imaginación
27 de febrero.
La casa, muy hermosa
para ser realidad, ya sea de frente
o de perfil, anuncia
las inclemencias del invierno.
Tíguere gallo
Hoy, iluminado en el umbral
que atesora mi vida,
entro a una edad proclive al popular
cáncer de próstata.
Otras enfermedades me adornaron
para otras enfermedades ganar,
exasperado por la gula
de tu amor carnicero.
Había que tener 33 años
para derrochar la gracia de mi enfermedad,
en un mágico polvo de intermitentes
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
25
estrellas.
Hoy, que a tu origen de mujer
regreso, medio calvo y desdentado,
sólo tengo fuerzas para decir:
- "Recuerdas"?
Test a mentir
Escribo sombras, muchedumbre,
como se orina, a gatas, frente a Lucrecia,
la enfermera del dispensario médico
Dr. Abel González.
Escribo enfermedades, cosas
de individuos, llorando con una pobre
canción de Hector J. Díaz,
capaz de provocar crímenes hermosos
de páginas amarillas.
Pero Plinio Chahín, por que esta compulsión
loca de poner en rojo y negro,
esos temblores fríos que pertenecen
a Stendall?
Escribo con espíritu de grifo
y me derramo lunes (acicalado
y puntual), como se cumple hoy martes
el misterio líquido.
Quita sueño
Quisiera ganar la enfermedad
que iluminó a Milito: ese mal del amor
que te dispersa en la sangre
con temblores de último cielo.
Milito, que fue paria, tecato, buscavida
insufrible.
Llegó al noveno inning
con su morral de nombres en escalofrío,
cosquilleándole la lengua
intransferible; los nombres de la patria
montonera.
Quién se había interpuesto
en su camino de oscura montería,
a reclamarle noches de abandono
en la vorágine que anuncian
los timbales?
Cerró en cero la noche
y con ella Milito depositó en otra vida
sus ojos pordioseros.
(Alada mariposa)
(Arte poética)
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28
(Dios)
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29
(…)
(3)
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La unión
Soldadura de labios.
(El callejón de Regina a la hora none
de los monjes) Soldadura de pechos.
(La noche dentadura de luto en los relojes)
Soldadura de alientos.
(Arrobos del pachulí sus trenzas Dios
la esculpe:
Soldadura de vientres.
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(Adivinanza: lo que va viene ¿vaivenes?)
Soldadura de sexos.
(El sol declaratorio/ la luna clarividencia)
Soldadura de palabras.
(Caldero de los signos/ el sí y el no del sino)
Soldadura de silencios.
(Las sábanas jinetes/ el viento sacerdote)
Hazlo sonar de nuevo en el gramófono.
Borrar lo escrito
La mandarina está detenida
en la mirada de Carlos.
En la mesa yace la mandarina
en su equilibrio, la mirada de Carlos.
También el aire
que atraviesa la ventana, y los ladridos
del perro empozado en el jardín:
inmóvil sobre la mesa
como si fuera a operarlo:
la mano quirúrgica si esta fuera
a conocer su existencia.
Desde el jardín de música,
a la ventana errante,
así como a la mirada exacta de Carlos:
la percepción de vértigos
de la memoria. Vale decir:
silogismos, calendario,
galimatías, ¡oh campo magnético del signo!
inmutable, sobre la (ir)realidad
de los sentidos.
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Cuerpo Culebro
Todo su cuerpo es una ambulancia llorando en emergencia,
el negro bouquet
de su emperramiento abrasivo, echado a correr sobre los
tres minutos
del rojo que alfombra la escalera.
(El rojo león que alberga un no declarado nerviosismo).
El cuerpo entero, hasta el delirio borrado, quedó sílaba temblando
en el aire,
que lo eterniza, manchado por sus contracciones de animal
sentimiento (la gata o la culebra),
volcado en la misantropía de un lunes. Un lunes cualquiera
con su torva muchedumbre de gentiles y gentilicios.
Más nada logró aplacar esa vidriosa pasión contra la razón
estrellada;
esa querencia de arácnido evolucionando en alacranes y en
tijeretas de alacranes.
El corazón no le dictó cosa buena: «Otro día habrás de nacer,
bañada por la sangre que pueda en la tierra repetirte»,
escuchó decir a la voz de los astros, en la emisión dominical
de la Radio H.I.Zeta.
Lo demás, es materia de testamento convertida en noticia,
gracias al generoso patrocinio de la Compañía de
Seguros
San Rafael, igualmente en noticia convertido.
En vida se llamó Conchita Navarro. La vi crecer en mi sangre
y en la lengua, tenía ya el vuelo
en contumelia de la palabra invertebrada.
Ex libris
Una vida llevo echando páginas para la izquierda.
Versos altruistas, misericordiosos, con mucho sentido
patrio en agrio naranja;
páginas que atravesaron
los mares y las altas montañas,
para concentrar
–palabra en el tiempo–, el subsuelo animista
de la experiencia cósmica.
Mucho he leído lo que guardo
de Grecia en la memoria, lleva Roma sapiencia
en sus corceles.
Elocuencia de la espada
y las letras sus hazañas consagran;
sombra de gemido en la sangre.
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
34
Hacia la izquierda levanta el corazón
su cargo de conciencia.
Pesados bloques de letras
de la selvática prosa, avanzan su doctrinaria red,
su entramado de luces, en campo fértil de la gris materia
sabias ideas.
Acrobacias del signo, grafismo,
pirotecnias verbales, se agolpan a la izquierda se alarga
la página en su mutabilidad cercada,
escolios exornan
al texto pensar la mortificada escritura.
Hoy, como ayer, cuarenta años después, 1967,
la poesía,
entre mis libros, memoria guarda del fuego.
El tiempo es ese fuego por el que habla la poesía.
Haikus
1
Carambano, si,
el de la luna ciega,
lamen los perros.
2
Ebrios caminan
dos hechizos:la luna
y quien le canta.
3
La noche blanca,
enjaulada de trinos,
desborda sombras.
4
El ojo salta,
muchedumbre, tallado
en su delirio.
5
Gota de semen
sin nombre, por favor,
no me repitas.
6
Anda un tema
por la luna. Lorca,
dejalo hablar.
7
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
35
Llevo, al solar
de tus dias, mis latidos
que nadie uso.
8
Sale un barco,
ahogado, en un dolor,
de pañuelos.
9
Orejas de trébol:
escucha en mis pasos
percutir la sangre.
10
Caballito de mar,
en cual naufragio
dejaste tu relincho.
Melodía en lo mío
El día se origina en un plato de arroz con lentejas
y costillitas de chivo.
Para mis compañeros de oficio (obsedidos por el colesterol
y la vitalidad sexual), el día
no termina de crecer, a pesar de su hinchazón al voleo,
proveniente de las masas de gas, sin riendas de las nubes.
Es miércoles cimarrón dotado de un especial encanto,
gasolina y merengue,
frente a la carretera que nos conduce al cielo de Sosúa,
y al infierno (no menos celeste),
de la finca del comodoro Williams.
Agua y cocoteros en azul turquesa recortados por la brisa
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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que aleja las montañas.
(Isabel de Torres, como un ojo del tiempo,
en protección de los bañistas, ilustra el viaje que ya gana
las tierras de Río San Juan).
Agua y cocoteros a lo largo del ojo enardecido.
Casas meditabundas que son nudos en la carretera desatada,
y en sus frentes, unos hombres huraños,
negociando mas allá de las petacas d carbón, la ingravidez
de su delirio.
Sin caminar nos desplazamos: el humo del veguero,
los percherones; el humo pecho del veguero cabeceando
en su arcádica lentitud,
el día estalla en su planicie nemorosa.
Las horas se iban almacenando con el mismo tic nervioso
como si fueran a parar a un frasco
(Un retrato se forma el paisaje de una verde
ilusión, la luz como el sonido venidero).
El pasado ahora suma unos minutos cuya conquista
pertenece al futuro, sombra y transcurre.
En esta hora se dan cita un gajo de sol, el temblor
del colibrí, y la fanfarria de la guayaba y el níspero.
Mi cuerpo se tiende en la sensualidad de lo efímero,
y se deja preñar por todo aquello que a la cita
dice presente.
Galope sordo, infecundo, por la gradería oriental, galope
ciego. Yunta de bueyes,
narigones, arrastrando un sol cardenalicio
por los atajos que abrevan en Charco Largo, mitigan
colores los arrayanes en primer plano:
desdibuja el labrador su fe de hondo cielo.
Este debe ser uno de los rostros de la felicidad, otro,
debe llamarse Bárbara:
la mujer que me confirma en su llave.
Dentro de unos instantes habrá de crearse el fuego;
y con él la cocción y bendición de los alimentos,
acercará nuestras voces
en un solo corazón, lavado por el verdor de marzo.
La casa ha recobrado su sentido y por el sueño,
los cuerpos se anudan por el suelo, se anulan,
en la mordaza de fugas y regresos.
Oración
El mercado es el mercado y en él compro.
El mercado es el mercado y en él copulo.
El mercado es el mercado y en él vendo tu alma al diablo.
En el mercado soy la espuma en el vaso de cerveza.
En el mercado soy la máscara que ausculta los mundos interiores.
En el mercado soy la botella en la marea de tus pulsaciones,
haciendo girar basílicas y obeliscos del siglo XXI.
En el mercado no hay más mercado, se vende la vida.
En el mercado me abro al viento Sur como al del Norte.
En el mercado grito y blasfemo y esas pulcras palabras,
recrean la opípara mesa de la última cena.
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
39
Los bomberos y policías: custodios twenty four hours del inmaculado tesoro de
jardines y
veneros, desandan -perseguidores- las huellas del delirio esparcidas en la nieve.
Los camareros, ¡ah, los camareros!, con mejillas de nalgas infantiles, sonríen
por acción
dentrífica semejante a la nieve
Las estilistas de belleza, como voluptuosas odaliscas, como gatas, ira ponen en
las pestañas
que mueven intermitentes en la nieve.
Los pastores adventistas (¡santísimo!), oriundos del mismo dogma por el que
negué la fe, la
conmiseración reparten cubiertos por la nieve.
Idea fija
Entregado el cuerpo al sueño la cabeza continúa labrando una leyenda
Con espíritu de mujer negra y cuerpo de viento antillano, al lado mío, arrambla
en su
vigilia, la noche con su carnaval de espejitos. Noche del diablo y su
hermano,
albaricoque. Noche latigo y campana en la pleamar de su lamento.
Así, como la idea que avanza y engorda y en fiebre se convierte. Como la flecha
orgullosa
que repetidamente hace blanco en la esfera, he contraído una noche que
es todas
las noches (Borges), por la que se desprende un nerviosismo envuelto en
una
imagen bifronte.
La musa araña
Me baja tu corazón en abundancia de lunas.
(Dando golpes en el techo de la muerte, en las esferas
bisiestas, por donde corre un animal sietemesino,
llorando incontenible en su equinoccial romanticismo).
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
41
En mis manos está tu corazón: es una verdad a medias.
Tiene manos tu corazón de terciopelo las uñas:
es una verdad absoluta.
Una sentencia, como una ambulancia, ha dejado el celaje.
Un espacio, como una sala de espera, se va llenando
de una flema en emergencia.
Ha vuelto a ser desierto el ofertorio azul de tus palabras.
Musa del mercado. Una calle, a la estación ferroviaria,
inexplicablemente se cierra en torno a un grito.
Como tu corazón me baja el sueño: siete horas
de intermitencias.
(En la cama: lunas al amanecer y si te ausentas,
medallones de niebla en el lecho huracanado.)
No. Más oscura no pudo ser la realidad.
Y de echar una mirada en retrovisor perspectiva,
lo vivido a su vera,
tienen el color de los lentes de Stevie luscu.
Soledad colectiva
Este poema cargado de voces
no es un árbol.
Lo he hallado en el aliento
de un perro callejero,
es un árbol,
que ignora el miserable lugar
de sus raíces.
(¡Fantástico¡
-cómo no ha de ser?).
Este poema
ha crecido a orillas del Harlen River
como un buen árbol,
-dicen que mueve
sus frutos y linternas en el vagón
de un silbido…
Esta voz,
estas negras palabras
que a nuestra casa regresan.
Me traslado a otro silencio.
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
42
Cartón de publicidad
Soy hombre de mingitorios callejeros.
Su olor varonil vende más que el drugstore
más cercano, soy una musaraña que organiza
Pez on line
Te miro (niebla en la recámara como en la noche azogue),
desde la pelvis semejante a un paisaje lunar,
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacuarto menguante;
te miro ida y venida en la blancura inhóspita; blanco sobre
blanco al ojo le viene insoportable.
Desencuentro
¿Y el cojo? ¿En qué aire abandonó
su pierna?, ¿en qué zapato regresa?
Ensartando vacíos, remolinos, donde
antes había carne, huesos,
membranas,
un pie danzante.
Siento el percutir de las horas
goteando en el oído del mundo.
También un galope unánime, ascendiendo
pedradas, los enanos.
Todos vuelven a ser coro.
Todos se llenan la boca de espagueti,
ensayando duendes, federicos,
entro a la nada en la que acontece
una ventana. Saltan allí mandíbulas,
cojeando, la palabra que consagra.
Ombligos de primerísima emoción
hacia la funeraria y el templo,
resulta verdaderamente atractivo.
¿Quiénes encaminan miradas
a continuación del sol visionario
de los ciegos?
Lo visto transmigra y se abulta
en calles y anexos.
La vista se angosta e involuciona
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
47
puertos, altos azules, a curricán
de veloces estrellas.
Mi cuerpo lo arroja mi mujer,
lo vomita su lesbiana. Algo me huele
negro, muy feo.
La poesía: perpendicular es al bostezo
de un policía de tránsito.
Urbano corazón
—¿Te acuerdas, viejo, del pipicito cívico?
(De un diálogo familiar)
La tarde, en las esquinas, se olvida de preparar la noche.
La tarde rítmica (lo que es más lamentable),
se olvida de proponer a la noche planicies o relieves,
y en la glorieta del parque Independencia
nos quedamos, infelices restauradores de la tarde.
(Déjame decirlo más claro:
infelices restauradores cívicos de la República).
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
48
Teoría simple. En el mar de la dialéctica: teoría
compuesta.
A flor de labios la diatriba, clavada en un epíteto,
la imagen de quien colgó la sombra de un silencio.
Altos cambronales y el campeche:
no sirve para el carbón del campesino.
Por el litoral norte la ringlera de tiendas de campaña.
El polvo-culebra, venenoso, en el rumor verde olivo.
En el litoral sur:
el mar en su erotismo despliega las velas
del deseo en la escollera: litoral de luces de bohemia.
¿Cómo no cortar la rosa de los nombres?, ¿cómo cerrarme
al sueño, viejo carcamal de tantas noches
derramadas en un vaso?
—Conozco la historia de los moradores de esta villa.
La gorra tipo Charles de Gaulle, sobre la mirada analítica,
nos preserva de una eventual claudicación,
nosotros los pequeños burgueses.
Avanza el golpe de Estado en los pies del canillita
que vocifera: “a Dios gracias”.
(Carros de asalto, muchedumbre, proclamas de reafirmación
cristiana). Avanza la noche
como un solo cartel de Ramírez Conde o Silvano Lora:
aborto de ojos cortados para un.vernissage surrealista.
La poesía se hace en las calles (mañana, frente al baluarte
de El Conde...) la palabra de los restauradores:
teoría simple; desencadenado el verbo, desencarnado:
teoría con puertas. ¿Quién entra?, ¿sales?
La poesía cívica, como el amor de Pigmalión y Galantea,
se encuentra en el mercado de las pulgas.
MUESTRARIO DE POESÍA 37 – DOMINICAN STYLE – ALEXIS GÓMEZ ROSA
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Como hijo de la generación del 60, toda nuestra cosmovisión del mundo en
relación con la literatura y la realidad que la sostiene se produjo “sobre la
marcha”. (título del primer libro de poemas de Norberto James que, a la vez,
refleja la una de las características más visible de la época: la improvisación). En
el bachillerato, con los amigos que posteriormente me acompañaron en el
proyecto literario del grupo La Antorcha, fui definiendo gustos y afinidades de
una vocación que con los años ha cobrado perfiles muy particulares en su
ramificación y complejidad. Yo te diría que comencé a hacer camino al andar
intercambiando libros, discos, nombres; visitando las vacas sagradas del
parnaso: poetas mayores de menor cuantía y, en ese largo camino de búsqueda
insaciable y sed infinita de un ideal de belleza, fui consolidando mi formación
artístico-literaria entre los huecos y desatinos de una gran insuficiencia.
Participé con dos relatos que forman parte de mi libro Mesa culpable: una obra
en la que vengo trabajando desde mis días niuyorquinos y que, al igual que la
poesía, no busca hacer concesiones a un gusto huero y acartonado.
¿Cuáles son los poetas jóvenes que están alzando el vuelo en RD?
Tengo mucha fe en ese grupo de poetas bilingües, amantes del heavy metal y del
cine underground, que han logrado matrimoniar tradición y eclosión callejera;
los nombres del canon y las hambres del villano.
En mi primera juventud leí a Pedro Mir: Lorca y Neruda reciclados. Leí a Mieses
Burgos
y a los poetas sorprendidos donde hallé dos perlitas: Vlía y Rosa de Tierra y de
esa misma época otra gema: Yelidá. Los Poemas de una sóla angustia de
Incháustegui Cabral y un nutrido puñado de poemas de Manuel del Cabral
equilibran la balanza. Ya haciendo vida universitaria conocí a Rubén Darío
(fundamental); César Vallejo, Huidobro, Lezama Lima, Octavio Paz
(fundamentales). El conocimiento de este último marchó parejo con los poetas
que él me sugería en sus ensayos y los que por mi cuenta iba sumando a ese
conjunto de iluminados: Walt Whitman, Ezra Pound, T.S. Eliot, Wallace
Stevens, Edgar Lee Master, Elizabeth Bishop, entre los norteamericanos. Leí
también con mucho entusiasmo a Fernando Pessoa, Saint John Perse, René
Char y Henri Michaux, Ives Bonnefoy, Jacques Roubaud. Claro está: te hablo de
clásicos contemporáneos y a quienes más visité.
Para comenzar debo decirte que soy un capitaleño de la escuela del Profesor
Amiama Gómez y de Franklin Mieses Burgos. De los que superpone la ciudad
soñada a la ciudad herida y abandonada. De los que se refugian en la ciudad
romántica de Joaquín Balaguer (la ciudad colonial) y por eso la rescató y elevó
alejada de mi bolsillo.. De los que situados en la acera de enfrente aplaudió la
construcción de la Avenida 27 de Febrero y la Plaza de la Cultura; y ahora
defiende los elevados y los pasos a desnivel y el Metro de Santo Domingo de
Leonel Fernández. De los que se sienten frustrados por la ceguera de munícipes,
sociólogos y políticos que no tuvieron visión para promover la construcción de
la isla artificial. De los críticos a una población de indolentes que arrabalizan la
ciudad con espíritu deportivo y la reproducen con sus ruidos en destartalados
carros de concho. De los que ven con pena cómo la falta de conciencia cívica
convierte las áreas comunes de condominios y edificios en anexos y verjas que
adulteran su arquitectura. En fin, soy un enfermo celebrante de la ciudad que
sufro en cada paso por las aceras rotas y los montículos de cemento que dejan
albañiles chapuceros. Pese a la enfermedad, a ese sentimiento de amor/odio que
te genera un tránsito caótico de guagueros desaprensivos, soy un loco
enamorado de Santo Domingo (día y noche), con su atarazana, puertos,
monumentos coloniales y un malecón que es una invitación al delirio.
¿Qué les dirías a los jóvenes que sienten ese imperioso deseo de
pasar al mundo de la literatura?