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presentado por:
Luis enrique peña torres
semestre III
presentado a:
sr: Nestor solera
universidad de córdoba
facultad de ciencias de la salud
tec. regencia de farmacia
montería-córdoba
2021
Texto connotativo.
Un pintor nos prometió un cuadro.
Ahora, en New England, sé que ha muerto. Sentí, como otras veces, la tristeza y la sorpresa
de comprender que somos como un sueño. Pensé en el hombre y en el cuadro perdidos.
Pensé después: si estuviera ahí sería con el tiempo una cosa más, una cosa, una de las
vanidades o hábitos de mi casa; ahora es ilimitado, incesante, capaz de cualquier forma y
cualquier color, y no atada a ninguno.
Existe de algún modo. Vivirá y crecerá como una música, y estará conmigo hasta el fin.
Gracias, Jorge Larco.
También los hombres pueden prometer, porque en la promesa hay algo inmortal.
Conceptos connotativos:
somos como un sueño: define al ser humano como un sueño algo efímero que en
cualquier momento puede
Pensé en el hombre y en el cuadro perdidos: en esta ocasión utiliza la palabra
perdido no como su significado original sino haciendo referencia a que no existe
dado que el hombre murió y el cuadro jamás fue creado
Tela: cuando habla de tela no hace referencia a Tejido hecho con fibras textiles sino
hace referencia al cuadro:
lugar prefijado: hace referencia al lugar perfecto en la pared para colocar el cuadro
sería con el tiempo: cuando hace utiliza esta terminología compara al cuadro como
algo intangible, algo abstracto que lo acompañara siempre.
Texto denotativo.
Los físicos nos informan que la materia se comporta como ondas y como partículas, que las
altas concentraciones de materia crean un espacio-tiempo curvo, que la naturaleza es
intrínsecamente probabilista, que la velocidad de la luz no depende del estado de
movimiento de quien la mida, que el universo se expande como consecuencia de un origen
violento que llamamos Big Bang.
Cuando el avance científico nos permite acceder a escalas alejadas de nuestra experiencia
cotidiana, es lógico que el mundo nos luzca desconcertante, raro. Y las leyes que lo
describen parecen violar nuestra intuición. Por eso nos parece extraño que un reloj en
movimiento atrase su ritmo o que la geometría no sea euclidiana donde hay campos
gravitacionales intensos. Nuestra intuición no está preparada para esas condiciones.
La gran pregunta es: ¿a quién deben satisfacer las teorías y leyes que diseñamos para
entender mejor el universo? ¿A nuestra intuición, que suele ser provinciana, o a los
experimentos, datos y observaciones? La respuesta es obvia. La física ha retado en muchas
ocasiones lo que nos parece razonable. Y es la física la que ha ganado el reto.
La física es abstracta y usa matemáticas altamente sofisticadas porque ese es el precio que
tenemos que pagar para adentrarnos en mundos raros.