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ESTE NO ES MI HOGAR

Presentado por

ITSVAN JOEL CASARES AGUILERA

A la profesora

MILENA PATRICIA VERGARA LUQUE

En la asignatura de

PROCESOS COMUNICATIVOS 2

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN Y NEGOCIOS

PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

GRUPO 2-T02

2021
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Este no es mi hogar

Privar de la libertad a mi hijo o pasar tiempo con él y brindarle el amor de mamá.

Esta es la incertidumbre que viven muchas madres que se encuentran privadas de su

libertad a consecuencia de malas decisiones que tomaron y sin tener ninguna

responsabilidad sus hijos también son condenados por actos que no cometieron y sin

ninguna justificación son encarcelados. Para mi, como investigador sobre las mujeres que

dan a luz y conservan a sus hijos tras las rejas, rechazo totalmente esa decisión porque no

es justo para un niño inocente vivir en prisión; afectando así su crecimiento,

comportamientos, costumbres y muchas otras variables como lo afirma Eréndira Aquino,

periodista de “Animal político” de México. No hay manera que una cárcel cumpla con las

medidas básicas para la buena crianza de unos niños rodeados de personas encarceladas.

Un estudio realizado en México confirma que, dentro de las prisiones, los

niños viven situaciones de violencia como escuchar lenguaje no adecuado (71.1%),

revisiones en cateos (45.1%), están en contacto con drogas (19.5%) o han presenciado

motines (16%). Incluso llegan a presenciar homicidios (2.5%) o conductas delictivas

(2.4%); el 4.7% dijo haber sufrido maltrato por personal de seguridad y custodia, el 0.9%

por parte del personal técnico/administrativo y otro 0.9% fue víctima de abuso o maltrato

sexual. (https://www.animalpolitico.com/2019/10/ninos-madres-prisiones-mexicanas-

violencia-discriminacion/). Este estudio muestra que la cárcel no es un buen lugar para la

crianza de un niño por todo lo que se vive. Hay otras alternativas para que un niño pueda

vivir en un entorno adecuado, como puede serlo la casa de su abuela, tía o algún ente

encargado de velar por la seguridad de ellos y brindarles una buena calidad de vida.
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Una afectación grave es cuando las niños deben dejar la prisión porque ya

cumplen la edad que la norma estipula. A partir de ahí, el vínculo que formó con la mamá

es demasiado fuerte y se va a negar de dejar la prisión porque no quiere estar sin su

madre, lo cual lo va afectar en sus relaciones personales, la reinserción a la sociedad se les

complica porque están acostumbrados a un entorno de violencia, drogas y abuso de

autoridades lo que lo lleva a actuar de manera diferente a lo que se domina “Una conducta

normal” a la que muy seguramente su nuevo entorno está acostumbrado.

Para que los niños permanezcan con sus madres en prisión se deberían brindar

todas las garantías que aseguren que los niños van a estar monitoreados diariamente por

su salud menta, física y deberían tener su espacio lejos de las demás reclusas que podrían

hacerle daño por venganza o cualquier otra razón, los niños deben estar en un entorno

sano y cómodo y que no sea como en España que la mitad de los niños se encontraban en

zonas externas a las de maternidad, es decir, en el área donde se concentran todas las

reclusas.
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Esto evidencia las pocas oportunidades que se le brindan a los niños a tener una

estadía digna en prisión, por eso se debe encontrar otra alternativa a los niños que viven

en prisión para que puedan desarrollarse de una manera adecuada y no les cueste la

reinserción social.
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Referencias

Aquino, E. (2019, 1 octubre). Discriminación, abandono y violencia, lo que viven

niños con madres y padres en prisiones mexicanas.

https://www.animalpolitico.com/2019/10/ninos-madres-prisiones-mexicanas-violencia-

discriminacion/. https://www.animalpolitico.com/2019/10/ninos-madres-prisiones-

mexicanas-violencia-discriminacion/

Bárbara Liborio, M. Z. (2016, 21 agosto). LA MITAD DE LOS NIÑOS QUE

VIVEN EN PRISIÓN ESTÁ EN CÁRCELES COMUNES. El mundo.

https://www.elmundo.es/sociedad/2016/08/21/57a4ba95268e3eba498b4773.html