Desde la antigüedad, las personas han reconocido que una buena relación médico-
paciente es un factor importante para restaurar la salud, aunque la relación médico
paciente (RMP) reconoce los cambios en cada época y cultura, tiene un cierto grado de continuidad debido a la satisfacción médica. Las necesidades universales y permanentes del ser humano responden de manera constante: ayudar a los pacientes, en las relaciones interpersonales y de ayuda. Los retos actuales a los que se enfrenta la medicina son numerosos. El avance del conocimiento biológico del ser humano y sus enfermedades y el desarrollo de nuevas tecnologías han incidido en la labor médica de la atención profesional de los pacientes. La relación médico-paciente ha llevado a la gente a creer que la calidad de la atención médica la atención y el cuidado del paciente es inferior. Los cambios culturales, sociales y políticos son factores que tienen un fuerte impacto en la comunidad médica, por eso los médicos deben integrar contenidos y valores humanísticos en los contenidos científicos para poder realizar un análisis ético de la medicina y los problemas médicos contemporáneos. Encuentre el equilibrio adecuado entre el progreso tecnológico, el respeto por la dignidad humana y la vida. En este caso se necesitan todas las habilidades del médico para establecer una adecuada relación médico-paciente, condición básica para lograr la recuperación de la salud Tratar al paciente como una persona con autonomía y capacidad de decisión, por lo que es necesario cambiar los conceptos y actitudes del paciente de los médicos y de todo el personal involucrado en la atención al paciente. Es necesario entender la relación médico-paciente de una manera diferente, desde el modelo paternalista tradicional a un nuevo modelo de negociación. En este modelo, todas las partes están informadas sobre sus derechos para comprender verdadera y completamente los riesgos y beneficios. Y la responsabilidad compartida. Para orientar este cambio en el cuidado de la salud, es necesario considerar en el marco de los principios éticos y su aplicación: autonomía, derechos de beneficio, aportes bioéticos no masculinos y equitativos. Su fundamento ético es fundamental para facilitar el análisis ético y la consideración de los problemas de salud humana y promover culturas diversas entre los profesionales de la salud. Promover las relaciones entre salud, persona a persona, médicos-pacientes, profesionales de la salud-pacientes, y crear nuevas políticas institucionales de atención e intereses.