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TEXTO: JOSUÉ 24: 1 - 15

TEMA: AUTORIDAD CORRECTA


INTRODUCCIÓN: Diga conmigo en voz alta, “Mi casa y Yo, serviremos al Señor” Josué 24: 15, si usted está a
lado de sus hijos, diga fuerte “Mi casa y yo, serviremos al Señor”. Esto es algo que debemos decir en ocasiones
con nuestros hijos alrededor de la mesa “Mi casa y yo, serviremos al Señor” afirmarlo, asegurarlo y no
titubear.
En estos tiempos la única manera de sobrevivir como una familia cristiana, es definir que vamos a servir al
Señor, en estos días hemos estado hablando de cómo debemos ser una familia cristiana, cuáles son los valores
que deben de prevalecer dentro de la familia y en especial debemos honrar a nuestros padres.
Hoy les quiero hablar acerca de un Balance en la Autoridad, la familia cristiana debe entender de cómo
funciona la autoridad, quisiera que en esta tarde entendiéramos de qué es y cómo funciona la
autoridad.
Quiero dejarles unos consejos muy prácticos de cómo funciona la autoridad para que nosotros tengamos un
mejor entendimiento acerca de este tema.

 Una familia que entiende cómo balancear correctamente la autoridad va hacer una familia que va a
funcionar mucho mejor.
 Una familia que está fuera del balance de autoridad va hacer una familia que va a sufrir problemas.
 Un marido que no entiende lo que es autoridad, es un marido problemático.
 Una esposa que no entiende lo que es autoridad, es una esposa que no entiende autoridad.
Y como en todas las cosas, Dios quiere que nosotros vivamos en un Balance, diga conmigo la palabra
BALANCE, Dios quiere que nosotros entendamos el Balance, hay un balance en la autoridad ni muy muy ni tan
tan, y hay un lugar donde podemos encontrar el balance y Dios quiere ayudarnos, la biblia tiene consejos muy
prácticos de cómo nosotros podemos entender la autoridad y es lo que voy hablar en estos momentos.

En una ocasión un padre de familia salió al jardín y encontró a su hijo menor de 8 años ladrándole al perro, y el
papá le dijo oye tú Moisés que estás haciendo y contesto el niño así muy salsa, bueno es que mi mamá se
tiene qué someter a ti porque tú eres cabeza de mi mamá, nosotros nos tenemos qué someter a mi mamá
porque es cabeza de nosotros, como yo soy el menor me tengo qué someter a mis hermanos mayores y yo
sólo tengo a la perra que se someta a mí. El chamaquito estaba practicando su autoridad. La pobre perra qué
culpa tenía.

Y esa es la falta de entendimiento que tenemos acerca de la autoridad y por eso muchas familias están
sufriendo porque piensan que la autoridad es dar órdenes, piensan que la autoridad es dictarle a la gente que
hacer, o cómo vestirse, a dónde ir, eso no es autoridad. Hoy quiero hablarles de cómo es la autoridad y cómo
no es la autoridad y muy especialmente en las casas, en las familias los que más necesitamos conocer a cerca
de autoridad somos aquellos que estamos en autoridad, por ejemplo si usted está en una casa y usted es el
papá, usted necesita conocer lo que realmente es autoridad, usted necesita conocer cómo balancear la
autoridad, en pocas palabras, todos los que estamos a cargo como cabeza del hogar son los que necesitan
saber a cerca de este balance.

Recuerden lo siguiente, la AUTORIDAD no significa ser un DICTADOR.


Un Dictador es alguien que emite dictados: yo les voy a decir cómo hablar, cómo pensar, ustedes nada más
apunten, el dictador está sólo dicte y dicte, qué hacer, qué no hacer, a dónde ir, cómo vestirse, cómo va a
pensar a cerca de la vida, cuál va a ser sus opiniones, ESO NO ES AUTORIDAD! Eso es dictadura.
Cuando una persona se convierte en dictador, lo único que produce en el corazón de las personas a quienes le
está tratando de decirle cómo pensar y demás, está produciendo solamente resistencia, mire usted lo que
está pasando, cuando alguien está siendo sometido a esa clase de dictadura, la persona dice bueno, para qué
tengo cerebro yo, para qué Dios me dio a mi pensamiento si yo tengo que hacer simplemente todo lo que él o
ella me dicen, porque no puedo opinar yo, porque no puedo pensar yo. Hay casas que nosotros hemos visto
donde hay papás que son dictadores y los hijos viven bajo una sombra de temor continua, nadie habla, nadie
opina, en el momento de la comida todo mundo en silencio nada más comiendo sus frijolitos, nadie quiere
decir nada, porque si dicen algo el dictador va hablar, ESO MI QUERIDO HERMANO NO ES VIVIR COMO
FAMILIA CRISTIANA, eso es vivir bajo un régimen de temor, lo que queremos es que nuestros hijos hablen, que
nuestros hijos opinen, que nuestros hijos piensen y eso quiere decir que van a pensar muy distintos a nosotros
y cuando eso pase debemos de tomar lo bueno y decir “me parece interesante” y evitar confrontaciones.

Tener autoridad NO ES SER AUTORITARIO, porque autoritarismo es autoridad sin relación, tenemos qué
entender que la única razón que tenemos nosotros de autoridad es por el resultado de una relación, esa es la
única cosa que nos da base para tener autoridad.

Yo tengo autoridad en mi casa porque yo tengo una relación con mi esposa Mary, tengo una relación con mi
hija Paola, si yo no tuviera una relación yo no tengo autoridad, cuando yo voy a otra casa o a otra familia
donde no tengo esa relación no tengo autoridad.

La autoridad y relación son 2 cosas que van de la mano, autoridad sin relación apunte esto es muy importante:
ª AUTORIDAD SIN RELACIÓN = PRODUCE REBELIÓN
ª AUTORIDAD SIN SERVICIO = PRODUCE ESCLAVITUD
Cuando un jefe está demandando autoridad, sin servir a aquellos que están bajo su autoridad lo que tenemos
allí es simplemente esclavitud, gente cumpliendo con el deseo del jefe, gente cumpliendo con el deseo de
aquel que está en autoridad pero no sintiéndose ni amados, ni protegidos, ni servidos, ni cuidados por el jefe y
eso produce esclavitud.

Dios no quiere así nuestras familias, Dios no quiere hijos esclavos, yo no quiero hijos que cuando yo le diga,
hijo necesito que hagas esto y el se vaya con ese sentimiento de “ese mi papá, puro a mí”, quizás se vaya
diciendo eso, pero no con ese sentimiento de esclavo, yo quiero que mi hijo sepa que yo le amo, yo quiero que
mi hijo sepa que yo daría mi vida por ellos, esa es la relación que yo quisiera tener con mis hijos y sé que esa
es la relación que quiere tener con sus hijos.

Tener autoridad es simplemente (quiero que apunte esto, son 3 palabras que inician con P):
ª PROTEGER: es cuidar, cuando usted tiene una gran inversión usted necesita proteger esa inversión. Si
nosotros cuidásemos a nuestros hijos como cuidamos el papel del terreno o algo importante, si
tratamos a nuestros hijos con ese cuidado y esa misma atención otra cosa sería en nuestras casas
porque la autoridad es proteger, es cuidar esa inversión preciosa que Dios a puesto en nuestras manos.
Unos de los domingos que más me gustan en el templo son cuando presentan a los bebés, todos esos papás
con esos bebitos en sus brazos y los papas llorando, yo no se si están llorando por temor o porque no saben
qué hacer, otros lloran por el privilegio de tener por primera vez a ese bebé en sus manos, otros están
llorando porque es el bebé número 7 y ya no hayan cómo hacerle, pero el punto es, que en ese momento esos
bebés se siente protegidos, esa es la autoridad, es proteger a nuestros hijos, y aun cuando están ya grandes
seguir protegiéndolo, cuidar de que no entren mentiras y cosas semejantes, es ahí que nosotros como papas
aplicamos nuestra autoridad.
Muchas veces el enemigo es muy sabio para meter una idea “tu papá no te quiere” y de repente esa
idea se anida en tu corazón y al rato eso se convierte en amargura, eso es algo que destruye familia, el diablo
dice “mira como te miró mal tu hermano mayor” “mi hermano es el consentido de la familia”, muchas veces el
enemigo quiere meter esa discordia dentro de la familia, pero nosotros como autoridad no debemos
permitirlo.

Proteger también involucra la parte disciplinaria, la palabra disciplina viene de la raíz discípulo,
disciplinar no es andar cueriando a los niños, disciplinar es hacerles discípulos, es enseñarles, es ayudarles a
ver de cómo funciona la vida, hay algunos que piensan que la disciplina es puros fajasos (en el nombre de
Jesús), yo me acuerdo que mi papá me decía, esto me va a doler más a mí que a ti y yo ha sí claro! Yo no lo
entendía en esos momentos hasta ser papá, pero hay etapas de niños, una etapa de disciplina, es enseñarles
donde están las fronteras, si usted pone el dedo en el fuego se va a quemar, no vaya a cruzar la calle porque lo
puede atropellar un camión y ya no lo vamos a tener, pero llegará a una edad que ya no le vamos a tener qué
decir eso, sino que ellos mismos asumirán sus responsabilidades.
Hay muchas veces que las mamás siguen tratando como a un niño a hijos que ya están casados y con
hijos, trata bien a tu esposa, respétela, no ande haciendo esto o lo otro.

ª PROVEER, la autoridad nos ayuda de cómo nosotros tenemos que proveer en nuestro hogar para que
puedan comer nuestros hijos, para eso sirve la autoridad para proveer, de buscar la manera de cómo
traer dinero a la casa, como le vamos hacer para que nuestros hijos se eduquen, 1ra Timoteo 5: 8 dice
que si no proveemos para nuestra casa somos peor que los incrédulos, Dios quiere ayudarnos a ti y a
mi a buscar los recursos, las oportunidades, para abrirles puertas, pavimentarles el camino para que
sean lo mejor que puedan ser en la vida, para eso sirve la autoridad.

ª PROMOVER, qué quiere decir esto, es sacar adelante a nuestros hijos, es promoverlo a cosas mejores,
eso incluye en ocasiones un matrimonio, una boda, eso es una gran ceremonia de promoción donde
los estamos sacando de la casa delante de toda la sociedad, delante de Dios y delante de los siervos de
Dios, eso también es parte de la autoridad, porque estamos promoviendo a nuestros hijos en su
momento, cuando sea el tiempo del Señor, ojalá más tarde que temprano en ciertos casos, pero, si el
muchacho tiene 52 años y no lo han promovido todavía, algo anda mal ahí.

Quiero que lean conmigo este último versículo y con eso voy a terminar, hablando de Jesús Mateo 20: 28, el
dijo, “El hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Esa es la autoridad que Jesucristo quiere que nosotros tengamos como cabeza del hogar, es una autoridad que
sirve.

Mateo 20: 25, 26 y 27

Yo les puedo garantizar que si usted empieza a conocer de como funciona la autoridad de acuerdo a la palabra
de Dios, usted y su familia experimentarán grandes victorias y Dios los llevará a cosas bellas en el nombre de
Jesús.

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