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Cristo en El Santuario - Salim Japas
Cristo en El Santuario - Salim Japas
en el
Santuario
Su intercesión
por el hombre
SALIM lAPAS
Doctor en Teología Pastoral, Profesor de Filosofía
y Pedagogía, y ex director del Departamento de Teología del
Colegio de las Antillas, Puerto Rico
PUBLICACIONES INTERAMERICANAS
PACIFIC PRESS PUBLISHING ASSOCIATION
Mountain View, California 94042
Biblioteca de
EE.Libros
UU. deAdventistas
N. A. en PDF
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Copyright © 1980, by
Pacific Press Publishing Association
Offset in U.S.A.
_ _ _ AGRADECIMIENTO
T.engo una deuda de gratitud con el Dr. Werner Vyhmeis-
ter, profesor en la Universidad Andrews, por revisar el manus-
crito y darme sugerencias muy valiosas. Igualmente con el Dr.
Fernando Chaij, ex director editorial de Publicaciones Inte-
ramericanas, Pacific Press, por sus recomendaciones en
cuanto al estilo, y con mi esposa Oliva por su eficiente trabajo
secretarial.
Biblioteca de Libros Adventistas en PDF El Autor
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PROLOGO
, E. G. de White, El ctmfllcto Je los siglos (Mountaln View: Paclfic Press, 1954), p. 542. (La
cursiva en esta cita y en todas las demás. es nuestra. Ello también es válido para los versículos de la
Biblia.)
lId., Pi 543.
3 lbld.
• _ _ _, El evtmgelismo (Florida: Casa Editora Sudamericana, 1975), pp. 165-169.
11
_ _ _ _ _ _Capítulo •
15
Capítulo 2 - - -_ __
"lavaré en inocencia mis manos, y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová" (Sal.
26: 6). '
"V delante del trono había como un mar de vidrio semejante al, cristal" (Apoc. 4: 6).
"Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que
salía del trono de Dios y del Cordero" (Apoc. 22: 1).
• Nota: Aunque en la Biblia se utiliza la palabra "candelero" muchas veces más que "candela-
bro" para referirse a este mueble del santuario, preferimos la segunda expresión porque, de
acuerdo con el diccionario, un candelabro es un "candelero de varios brazos", lo que corresponde
con el mueble que estamos describiendo.
24
EL CANDELABRO
Símbolo Realidad
El candelabro de oro estaba en el primer Juan vio el candelabro en el cielo (Apoc.
aposento (Exo. 40: 24). 1: 12).
Tenía siete lámparas (Exo. 25: 37). Juan vio las siete lámparas ardiendo de-
lante del trono de Dios (Apoc. 4: 2, 5).
El sumo sacerdote aderezaba las lámparas Juan vio a Cristo nuestro sumo sacerdote,
por la mañanayal atardecer (Exo.30: 7-8). en medio de los candeleros (Apoc.1: 12-
18).
las lámparas ardían continuamente (lev. El Espíritu Santo alumbra a todos, lo acep-
24: 2). ten o no (Juan 1: 9).
"Yo soy la luz del mundo" (Juan 8: 12).
"Vosotros sois la luz del mundo" (Mat. 5: 14-16).
"y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos" (Apoc. 5: 8).
I E. G. de White. El Desea¡Io rk todas /asgenf4S (Mountain V¡¡~w: Pacific Press. 1955). p. 701.
• La palabra hebrea para mesa es shuljtm y proviene de una raíz que significa "enviar". La
misma palabra aparece en Juan 9: 7.
• Alfred Edersheim. The Temple (Grand Rapids. Michigan; Wm. B. Eerdmans. 1972), p., 183.
• E. G. de White, Los hechos rk /os ap6stoks (Mountaln View: Paclfic Press, 1966), p. 31.
I El pan viejo era distribuido entre los sacerdotes salientes, pero en tiempo de Cristo el sumo
sacerdote tenía derecho a la mitad de los panes (ver Edersheim, 0,. cil., p. 103).
• La ropa vieja de los sacerdotes era usada en tiempos de Cristo para fabricar la mecha del
candelabro (Edersheim, 0,. cit., p. 99).
1 El Deseado de totlas /as gentes, p. 251.
8 Edersheim, 0,. cil., p. 158.
9 lbfd.
,. "El incienso que ascendía con las oraciones de los santos representaba los méritos y la
intercesión de Cristo, su perfecta justicia", Patriarcas y (dofott¡s, p. 36.
11 Herbert Danby, The Mishnah (London; Oxrord University Press, 1933), p. 16.
34
_ _ _ _ _ _Capítulo 3
I I.p Escritura designa el tabent4cu1o al menos con siete diferentes expresiones. Consulte los
.11l1l1~ntc8 pasajes en la Biblia de Jerusalén o en la de &ver <Antera.
Exo. 29: 4 "Tienda del Encuentro"
Exo. 38: 21 "Morada del testimonio"
Exo. 39: 32 "La Morada"
Nllm. 17: 7 "Tienda del Testimonio"
NlIm. 19: 13 "Morada de Yahveh"
1 erón. 6: 48 "La Casa de Dios"
Lam. 2: 4 "Tienda de la hija de Sion"
I Véase Juan 14' 6; Hech. 4: 12; Efe. 2: 18.
I Pnro una discusión más amplia del tema véase S. Rldout. úctures on the Tabemack (New
\,'ltk, LoIzeaux Brotbers, Inc., 1973).
I Unn discusión detallada del tema aparece en TIIe T~mack, the PriesthooJand rile Offertngs,
pu, lJunry W. Soltau (Grand Rapids, Michig¡m: Kregel Pub., 1972.), p. 9 Ysiguientes.
~ E. G. de White, Ú/S hechos de los IIpdstoles (Mountaln View: Pacific Press, 1966), pp. 31-32.
'. , Primeros escritos (Mountain Vlew: Pacific Press, 11162), pp. 13-15.
I rr.) apóstol Pablo lo llama "el segundo velo" (Heb. 9: 3). .
• Véose TIIe}p. ,;th Festivals, por Hayyim Schauss (New York: Schocken Books, 1974). En la
1"1111111 125 declar_, .le "durante el período tardío del segundo Templo, Yom Kippur era el dfa m4s
fllMJ/J 001 al/o para todos los judios".
tI!.. G. de White, en TIIe SplritofProphec:y(Washington D.C.: Revíew and Herald, 1969), t. 3,
p, IM, Insiste en que el "velo del templo, un cortinado hermoso y fuerte, había sido renovado cado
'8(1",
39
Capítulo 4 _ _ _ _ __
EL SACERDOCIO AARONICO
41
Racional del juicio
El racional del juicio, a veces llamado pectoral (Exo. 28:
15-29; 39: 8-21), era la prenda más hermosa y elaborada de todo
el vestuario del sacerdote. Colocadas en orden sobre el pecto-
ral, había doce piedras preciosas, y cada una llevaba el nombre
de una de las tribus, atendiendo al orden de marcha. Esta es
una figura que expresa el invariable amor de Cristo por su
pueblo: sobre los hombros se lleva la carga, sobre el corazón se
los afila; "así Cristo presentó su sangre al Padre en favor de los
hombres y lleva sobre su corazón el nombre de cada pecador" . 4
Según Gesenius, la palabra hebrea para pectoral (j6shen)
significa "ornamento", y se la usa en la Biblia una sola vez. La
versión de los LXX usa la palabra griega logéion.
AlIado derecho y al izquierdo del pectoral había dos piedras
grandes, preciosas y de mucho brillo llamadas Urim y Tumim.
Mediante ellas se revelaba la voluntad de Dios al sumo sacer-
dote. Por esta razón, podemos afirmar que el efod con las
piedras oniquinas sobre los hombros y el pectoral constituían la
ropa profética del sumo sacerdote.
Urim y Tumim
Como lo señalamos en el pá~rafo anterior, a los costados del
pectoral había dos piedras preciosas grandes, en hebreo llama-
das, 'Urim y Tumim, literalmente, "luces" y "perfecciones"5
(Exo. 28: 30; Lev. 8: 8).
La posesión de estas piedras era uno de los grandes privile-
gios de la familia sacerdotal (Deut. 33: 8). El sumo sacerdote
las usaba para consultar la voluntad de Dios en aquellos asun-
tos de difícil determinación que comprometían el futuro o el
bienestar de la nación (Núm. 27: 21; Esd. 2: 63).
No sabemos con exactitud de qué manera Dios respondía
las preguntas, pero cada vez que la respuesta era negativa "una
nube oscurecía la piedra de la izquierda", y si la respuesU. era
42
positiva "un nimbo iluminaba la piedra de la derecha". 6
Según Josefo,7 el Urim y el Tumim desaparecieron del
escenario sacerdotal unos dos siglos antes de la era cristiana
debido a la impiedad que prevalecía. Durante el reinado de
Saúl, en dos ocasiones a lo menos, la consulta hecha por el
Urim y el Tumim no fue contestada (I Sam. 14: 37; 28: 6).
David lo consultó por diferentes motivos (cap. 23: 6-12). El
Urim y el Tumim reaparecen en tiempos de Esdras y Nehemías
en el siglo V a. C. (Esd. 2: 63; Neh. 7: 65).
Nótese que en hebreo la palabra Urim comienza con 'ale/,
que es la primera letra del alfabeto hebreo, mientras que
Tumim, con la tau, que es la última. Entre la 'alefy la tau, o si
lo preferimos entre el alfa y la omega (Apoc. 1: 8, 11), está
contenido todo el lenguaje humano, que es el vehículo para
comunicar las ideas.
Ahora bien, el sumo sacerdote con el Urim y el Tumim en
el pectoral se transformó en el vehículo por el cual Dios
comunicó sus mensajes. El pectoral era para la ropa del sumo
sacerdote lo que el propiciatorio era para el santuario. En los
dos casos Dios revelaba su gloria y hacía conocer su voluntad
En Cristo, que es simultáneamente el propiciatorio y el
Urim y el Tumim, Dios nos comunica tres ideas básicas:
l. La primera es salvaci6n: Cristo es Emanuel, Dios con
nosotros (Mat. 1: 23), el "Verbo" divino Ouan 1: 1-3) que vino
a habitar entre nosotros (vers. 14) y nos reconcilia con Dios.
2. La segunda es direcci6n: Dios en Cristo conduce nuestra
vida, guiándonos todo el tiempo de nuestro peregrinaje.
3. La tercera esjuicio: hay un "sí" y un "no" que se nos dice
en Cristo, pero para el creyente, todas las promesas de Dios son
en él "Sí" yen él "Amén" (2 Coro 1: 20).
El manto del efod
El "manto del efod" (Exo. 28: 31-34; 39: 22-23), ropa que
confería una dignidad especial, €ra de color azul y el sumo
43
sacerdote la llevaba puesta sobre la túnica blanca de lino
torcido y debajo del efod. Era de una sola pieza sin costura,
"tejida de arriba abajo. No se nos especifica la clase de material
usado, pero se insiste en que era azul. Como se sabe, el azul es
el color del cielo y pareciera representar el carácter perfecto y
sin mácula de nuestro sumo sacerdote, el Señor Jesucristo
(Heb. 9: 11-28). Además el azul parece anticipar el sacrificio
de nuestro Señor, quien con su muerte expiatoria vino y nos
"anunció las buenas nuevas de paz" (Efe. 2: 17).
El ruedo del manto del efod estaba adornado con granadas
de color azul, púrpura y carmesí; además tenía campanillas de
oro que sonaban cuando el sumo sacerdote entraba y salía. Este
no podía ocuItar su presencia en las dependencias del santua-
rio, pues el sonido de las campanillas lo revelaban así como sus
buenas o malas acciones manifestaban su carácter. Algo seme-
jante ocurre con nosotros. Recordemos que "un hombre que es
justo y que vive de ese modo, tiene más poder en el silencio que
el que muchos tienen en sus discursos. Su carácter es como
campanillas que al ser tocadas, aún accidentalmente, resue-
nan con una música que inspira y eleva". 8
La túnica labrada
La "túnica" (Exo. 28: 39; Lev. 8: 7) estaba hecha de lino
torcido y era la primera prenda que el sumo sacerdote se ponía.
Nótese que la palabra hebrea para túnica (kuttóne.th) es la
misma usada en Génesis 3: 21, donde se lee que Jehová hizo al
hombre "túnicas de pieles, y los vistió". La desobediencia de
Adán y Eva los había transformado en pecadores y los había
desnudado de su gloria original. Las hojas de higuera con las
cuales fabricaron una ropa precaria, terminó en bochorno. En
cambio, con la túnica de Dios se cubrieron y avanzaron para
rehacer sus vidas arruinadas.
Las túnicas fueron confeccionadas por Dios, no por el
hombre. Eran cueros de animales inocentes, muertos vicaria-
44
mente en lugar del pecador. Destaca el exégeta Soltau que en el
original la palabra "pieles" está en singular, probablemente
para seftalar el hecho de que el único "Cordero" que puede
cubrimos con su perfecta justicia es Cristo (Juan 1: 29), yesa
justicia de Cristo que se le imputa al pecador (Apoc. 19: 8) está
al alcance de todos nosotros.
El cinturón
Hay que insistir en el carácter simbólico y típico del sumo
sacerdote. En un sentido especial era una figura de Cristo, y
por lo tanto representaba al pueblo ante Dios y a Dios ante el
pueblo. La ropa que él llevaba en función de su investidura
sacerdotal, respondía a un valor estético y proyectaba un men-
saje. Debido a las condiciones establecidas bajo el nuevo pacto,
por el cual los creyentes llegamos a ser "sacerdotes" (I Pedo 2:
9), la ropa de los "seguidores de Cristo" llega "a ser simbólica",
y en "todos los casos, aun el estilo de la ropa que llevemos
comunicará la verdad del Evangelio". 9
El cinturón (Exo. 28: 39; 39: 29) o faja tenía los mismos
colores y los mismos materiales que se usaron para el velo, pero
el orden seguido era diferente (cap. 36: 35; 39: 29). El "lino
fino", símbolo de la justicia de Cristo, ocupaba el primer lugar.
Así debiera ser con el creyente, ya que, a 10 largo de su vida,
"será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceftidor de su
cintura" (Isa. 11: 5).
La finalidad del cinturón era "ceftir para servir". En la
antesala de la cruz se nos ejemplificó esta verdad, pues "sa-
biendo Jesús ... que había salido de Dios, y a Dios iba, se
levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se
la ciñ.6" (Juan 13: 3-4). En la presencia de sus discípulos el
Divino Maestro cumplió el ideal mesiánico del "Ebed Yah-
weh". El que está ceñido debe tener la "lámpara encendida"
(Luc. 12: 35), y la luz consiste en las buenas obras realizadas
por la gracia de Dios manifestada en nuestras vidas.
45
La mitra
La mitra que cubría la cabeza del sumo sacerdote (Exo. 28:
39; 39~ 28) representa la sumisión que se debe a Dios. Aquél
nunca debía perder de vista que había sido llamado para el
sagrado ministerio.
No tenemos información suficiente en cuanto a la forma de
la mitra, pero Josefo dice que el sumo sacerdote llevaba "sobre
su cabeza ... un gorro sin pico, ... y se lo fabricó así, con la
apariencia de una corona que consistía en una cinta de lino
bien ajustada". 10
La palabra hebrea que se traduce por mitra (mitsnéfeth) se
la usa exclusivamente para el gorro del sumo sacerdote (hay
una excepción en Eze. 21: 26). Deriva de una raíz que significa
"enrollar o envolver", lo cual posiblemente esté indicando que
la mitra rodeaba la cabeza como un turbante. Tenía una plan-
cha de oro fino que se llevaba sobre la frente, y las palabras
acuñadas en ella decían "Santidad a Jehová". 11 Obsérvese que
la palabra "diadema" de Exodo 39: 30, asociada a la plancha de
oro, proviene del hebreo nézer, que en Números 6 conlleva la
idea de nazareato, consagración y separación. El sumo sacer-
dote debía tener siempre (tamid) la plancha de oro sobre su
frente (Exo. 28: 36-38) para llevar "las iniquidades de los hijos
de Israel".
Así como el holocausto era quemado continuamente (tamid)
sobre el altar, y el pan de la presencia estaba continuamente
(tamid) sobre la mesa de la proposición, yel candelabro de siete
brazos daba su luz continuamente (tamid) y el incienso que-
mado sobre el altar de oro ascendía continuamente (tamid), así
también el sumo sacerdote estaba continuamente (tamid) en la
presencia de Dios, apartado para la devoción, la santidad y el
juicio de los hijos de Israel.
En el mismo libro (Exo. 29: 9) se manda que los hijos de
Aarón se pongan mitras, pero la diferencia entre la mitra del
46
sumo sacerdote y la de sus hijos era grande: 12 en la primera el
oro y el azul son adornos exclusivos; la de los hijos, en cambio, no
tenía más adorno que una especie de pequefia corona formada
del mismo lino.
La ordenación del sacerdote
La liturgia de consagración de Aarón y sus hijos fue so-
lemnísima y requirió siete días (Exo. 29; Lev. 8). Los pasos
sobresalientes de la ceremonia fueron los siguientes:
1. Vocación (Exo. 28: 1). La vocación sacerdotal de Aarón
tuvo su. origen en Dios mismo, porque "nadie toma para sí esta
.honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón"
(Heb. 5: 4).
2. Objeto de la vocación (Exo. 29: 4). La ceremonia de la
consagración fue realizada frente a la puerta del santuario, en
la presencia del Señor yen la presencia del pueblo. Aarón debía
estar cerca de Dios y cerca del pueblo; él era el puente que u.nía
a los dos.
3. Lavamiento (Exo. 29: 4-6). Esta fue la primera y única
ocasión en que Aarón como adulto fue bafiado por otra persona.
El no podía lavarse a sí mismo (Tito 3: 5) porque éste era un
acto simbólico que representaba el lavamiento espiritual que se
obra en el pecador cuando acepta al Sefior (Efe. 5: 25-26). Para
ser bafiado, Aarón fue despojado de sus antiguas vestiduras, las
cuales fueron totalmente desechadas y nunca más se las volvió
a usar.
4. Revestimiento (Exo. 29: 5-6). Aarón no se puso las ropas
él mismo. Fu.e Moisés quíen lo vistió con esa ropa, que era un
símbolo de la justicia de Cristo. Si él mismo se hubiese vestido,
habría destruido el mensaje (Isa. 61: 10).
5. Ungimiento (Exo. 29: 7; 30: 30). El ungimiento con el
"óleo santo" era un anticipo del otorgamiento del Espíritu
Santo (Hech. 10: 38; Luco 4: 18), con el cual nuestro Sefior
sería ungido. Obsérvese que mientras que el aceite fue asper-
47
jado sobre los muebles del santuario, sobre Aarón se lo derramó
(Lev. 8: 10-12), lo que indicaba la plenitud del don.
6. Consagración (Lev. 8: 18-30; Exo. 29: 15-22). Los pasos
previos que hemos descrito en forma resumida, eran prepara-
torios para el acto final de consagración. Esta ceremonia final
estaba llena de colorido y significación, y acentuaba de manera
vívida la dignidad de la función sacerdotal. La liturgia exigía
tres cosas:
a. Untar con sangre la oreja, la mano y el pie (Lev.
8: 22-23).
b. Agitar la ofrenda de pan y aceite (Lev. 8: 24-30).
c. Asperjar la sangre y el aceite sobre Aarón y sus
hijos (Lev. 8: 30).
Con esa ceremonia grandiosa e impresionante el sumo
sacerdote ungido era apartado y hecho partícipe de la esfera
divina. Llegaba a ser el "ungido de Jehová",13
48
_ _ _ _ _ _CapítuJo 5
EL SACERDOCIO SEGUN
MELQUISEDEC
I Segón una tradición judía largamente defendida, Melquisedec no es otro que Sem el hijo de
Noé, quien en aquel tiempo todavfa viwia, pero esto es sóIo CODjetura. Ver H. C. Leupold, Genesis
(Grand Rapids: Baker Book House, 1974), p. 465. Por otra tradición que Jerónimo atribuye a
Orígenes, Melqulsedec seria un ángel. Eplfanlo por su parte cita a algunos que veían en MeJqulse-
dec al Hijo de Dios. Ver E1U:IclopedI. de la Biblia (Ed. Garrlga, Barcelona, 1969), t. 5. p. 42.
J La palabra Salem probablemente es una forma abreviada de Jeru-SaIem como se indica en
Salmo 76: 2.
sE. G. de White, en Comentarlobi1lllcotttlllentbttulelslpdmoJia, t. 1, p. 1107, aclara que "fue
CriJto quien habló por medio de MeJquisedec, el sacmIote del Dios a1Usimo. MeJqulsedec no era
CriJto. sino la voz de Dios en el mundo. el representante del Padre".
4 Las versiones etiópica, slriaca y arábiga de Hebreos 7: 3 coinciden en afirmar que "su padre y
su madre no fueron hallados en la genealogía". Ver EId. 2: 61-62.
• Jobo Murray, &detttptúm kcomplished tmtl App/Ied (Grand Rapids: Wm. B. Berdmans,
1961), p. 27.
• F. F. Brul:e, The Eplstle lO !he Hebrews (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans. 1977), p. 157.
1 E. G. de Whlte, El DuetttIo de totIas las gentes, p. 16.
• Id., p. 70S.
53
Capítulo 6_ _ _ _ __
G
Fiesta de
PENTECOSTES - levo 23: 15-17
Sábado ceremonial; ocurrió 50
PENTECOSTES días después, contando desde el
16 de Abib
SIVAN
Mes tercero
Fiesta de las
CABAÑAS .~ EXPIAClON - levo 23: 27-32
@ l' (solemnidad)
Sábado ceremonial
TISHRI
Mes séptimo
- Sábado ceremonial
61
Festividad de las Cabañas o TabernácuÚJs
La festividad judía más alegre y bulliciosa, la más larga y,
en un tiempo, la más importante era el así llamado "festival de
las cabañas" (en hebreo sukkoth). Era la tercera y última
convocación anual, y como en el caso de las anteriores, todo
hombre adulto estaba comprometido a asistir a ella y participar
de su ritual (Deut. 16: 16).
Esta festividad se celebraba entre el 15 y el 22 de Tishri
(séptimo mes del año eclesiástico), inmediatamente después
del día de la expiación (Lev. 23: 34-43). Cinco días después de
la purificación y expiación del pueblo y el santuario, y efec-
tuada la reconciliación final con Dios, el pueblo participaba
libremente de esta celebración, la más festiva de todas. Una
nación que se había santificado podía participar del gozo de la
victoria.
Las Sagradas Escrituras designan a esta festividad con
nombres diversos:
1. Fiesta de la cosecha (en hebreojag ha'así}). Exo. 23: 16.
2. Festividad de las Cabañas o Tabernáculos (én hebreojag
hassukkoth). Lev. 23: 34-43.
3. Fiesta solemne. 1 Rey. 8: 2; 2 Crón:5: 3.
Para participar de la fiesta los judíos peregrinában desde los
lugares más distantes, no sólo de su país sino también del
extranjero. Se usaban todos los medios de transporte disPOlli-
bIes, pero los más piadosos preferían viajar a pie. Sabemos que
el famoso Hillel recorrió la enorme distancia que separaba
Babilonia de Jerusalén, enteramente a pie. 14
Características de la fiesta
Hay tres características que hacían de las Cabañas una
festividad singular:
l. El clima de alegria que saturaba todas las actividades
(Deut. 16: 13-17).
62
En las puertas de la ciudad los peregrinos eran recibidos
con expresiones de alabanza y gratitud. Había una atmósfera
de mucho júbilo, y por todas partes se oían o veían cantos,
danzas y saludos.
2. El uso de enramadas (Lev. 23: 42-43). Parece cierto que
las ramas de árboles usadas para construir cabañas tenían el
propósito de recordar a los israelitas las distintas etapas de su
peregrinaje por el desierto. Se indican cuatro especies en
Levítico 23: 40:
a. Ramas de árbol que da fruto
b. Ramas de palmera (tamar)
c. Ramas de árbol frondoso
d. Ramas de sauces
3. Los sacrificios (Núm. 15: 1-10).
Los rabinos habían establecido, en tiempo de Cristo, el si-
guiente orden para el ritual diario durante esta fiesta:
a. El sacrificio matutino (tamid)
b. La ceremonia del agua
c. Sacrificios adicionales
d. Ofrendas voluntarias
e. Comida festiva
f. Estudio de la ley
g. Sacrificio vespertino
h. Ceremonia de las antorchas
Ceremonia del agua
En tiempos de Cristo, la llamada ceremonia del agua ocu-
paba un lugar especial en la fiesta de las Cabañas. Dicha
ceremonia ~ónmemoraba la maravillosa provisión de agua en el
desierto. 15 ~l sacerdote que dirigía la procesión iba a la fuente
de Siloé para llenar con agua una jarra de oro, y regresaba al
templo entrando por la Puerta del Agua. En el atrio interior
una multitud lo estaba esperando. A su llegada las trompetas de
plata rompían el silencio con sus estridentes sonidos, y los
63
levitas y sacerdotes, alineados cerca del altar, prorrumpían en
cánticos de alabanza en armonía con la exhortación bíblica:
"Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación" (Isa.
12: 3). -
Inmediatamente, el sacerdote que protagonizaba la liba-
ción del agua avanzaba hacia el altar, donde había dos palanga-
nas de plata destinadas a recibir el agua y el vino, cada una con
un pequeño orificio para drenaje. Cuando el sacerdote que
llevaba la jarra de oro estaba por derramar su contenido en la
palangana, la multitud exclamaba: "¡Alto, alto, más alto!"
Respondiendo al pedido, levantaba la jarra por encima de
su cabeza y lentamente vertía su contenido, y en seguida
derramaba el vino en la otra palangana. Recuérdese que del
costado de nuestro Señor brotaron dos fuentes distintas, de
"sangre yagua" (Juan 19: 34).
Formaba parte de la ceremonia la marcha de los sacerdotes
alrededor del altar cantando: "Oh Jehová, sálvanos ahora, te
ruego; te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora"
(Sal. 118: 25). El último día de la fiesta los sacerdotes repetían
la procesión siete veces. 16
Fue en esas circunstancias del "gran día de la fiesta"
-conocido por los rabinos como" día de la grande alabanza"-,
en el momento en que el sacerdote tenía en alto la jarra de oro,
cuando Jesús dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El
que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán
ríos de agua viva" (Juan 7: 37-38).
y así cerramos el ciclo de las tres mayores convocaciones
festivas anuales. Desde la perspectiva neotestamentaria, la
primera festividad anual -la Pascua-, con su pan ázimo
ofrecido como primicia, anticipaba a Cristo, quien no s610 es la
primicia de los muertos (Col. 1: 18; 1 Coro 15: 20-23), sino
también el fundamento inicial y más importante de la iglesia
(Efe. 2: 20; 1 Coro 3: 11). La segunda fiesta-el Pentecostés-
tipificaba el nacimiento y el avance de la iglesia que, aunque
64
humana e imperfecta, es aceptada por Dios en el' Amado
(Hech. 2: 41, 17; Efe. 1: 6); a la vez declaraba el triunfo de la
proclamación final, el cual estaba asegurado en el Espíritu
Santo (Efe. 3: 10-12; 4: 30). La victoria definitiva sobre el mal
se anticipaba jubilosamente en la fiesta de las Cabañas.
65
Capítulo 7_ _ _ _ __
ELSABADO
1 Hyman E. Godlin. A Treasury oflewish Holiday. (New York: Twayne Pub., 1952), pp. 2-3.
2 Citado por Herbert W. Richard.on, Toward an American Theology (New York: Harper and
Row Pub., 1967), p. 116.
3 Id., p. 117.
4 Es verdaderamente sugestivo que la única vez cuando se usa la palabra" santo" en el Decálogo,
se la refiera al sábado (Exo. 20: 8-11).
o Abraham Jo5Ma Heschel, The Sabbath (Cleveland. 1963), p. 74.
• Id., p. 73.
• E. G. de White, Primeros escritcs, p. 217.
8 Church DogIIIIZtics, III, 1, p. 215.
69
Capítulo 8_ _ _ _ __
72
_ _ _ _ _ _Capítulo 9
1 Tishri es el séptimo mes del calendario religioso judío y a la vez el primero del calendario civil.
• Ver Míchael Friedlander, The Jewish Religioll (New York: Pados Pub. House, 1946), p. 400.
• La llnica vez que la Biblia usa el término Rosh Haslum4h es en Ezequiel 40: 1, donde tiene
sentido de "principio del afio".
• The Jewish Feslivals, pp. 113-115.
G En los novilunios que sellalan el primer día del mes judío, se hacía sonar el shofar como
recordativo delante de Dios. En Rosh HasJumah el sonido del shofar era de alarma y más prolongado.
• M. H. Hany, Hebraic UteralUre (New York: Tudo. Pub. Co., 1901), pp. 371-378.
• Hugll Schonfield, A Popular Díctionaryof)udaism (New York: The Citadel Press, 1966), p.
109.
• Patriarcas y projel4S, p. 372.
• lbrd.
10 The Jewish Encyclopedia, t. 2, p. 281.
11 El conflicto de los sigloo, pp. 539-540.
79
Capítulo 10_,_ _ _ __
AZAZEL
1 Ver &ventk-Day AdV'entist Bible DictiO'/Ulry, t. 8, p. 97; The ln~rpreter's Bible, t. 2, p. 77;
E7ICiclOfH'dia de la Biblia, t. 1, p. 959.
2 Schauss, The Jewisk Festivals, p. 139.
8 El cot¡flictti de los siglos, p. 475.
83
Capítulo 11_ _ _ _ __
EL HOLOCAUSTO CONTINUO
1 Para un estudio m4s detenido ver M. L. Andreasen, El-'o ., SIl serWclo (Buenos Aires:
Casa Editora Sudamericana, 1942).
• ~ ., profotIIs, pp. 365-366.
• La sangre se llevaba allngar &auto wando pecaba el. sacerdote o la congregación (Lev. 4: 5-6,
16-17). Cuando una persona comÓJI e1e1 pueblo o un prfnclpe pecaba, la sangre del sacrificio se
colocaba sobre los cuernos del. altar ele los holocaustos "la carne era comida por los m:erdotea (Lev.
4: 25-34; 6: 30). .
87
Capítulo 12_ _ _ __
LA SANGRE REDENTORA
92
_ _ _ _ _Capítulo 15
SACERDOCIO DE CRISTO
EN EL CIELO
97
7-e.ES
Capítulo 14 _ _ _ _ __
103
Capítulo 15_ _ _ _ __
lQUE ES LA PURIFICACION
DEL SANTUARIO?
+
31 d. C.
1 La orden de Artajerjes, rey de Persia, para 3 Jesús fue ungido del Espíritu Santo en oca-
restaurar y reedificar Jerusalén, fue dada en 457 sión de su bautismo (Mateo 3: 16¡ Hechos lO:
a. C. (Daniel 9:25¡ Esdras 6: 1,6-12). 38). De 457 a. C. hasta el Ungido hubo483 años.
La profeda de
Este período profético, el más largo de la Biblia, había de extenderse,
según la protecla de Daniel, desde "ra salida de la palabra para restaurar y
edificar a Jerusalén" hasta (a purificación del santuario. La orden de
reedificar a Jerusalén se dio en 457 a. C. Setenta semanas (490 años)
debían "cortarse" para los judíos, y.¡al fin de este j?eríodo, en el año 34 de
nuestra era, se principió a predicar el Evangelio a los gentiles. Desde que
comenzó el período, en 457 a. C., hasta el Mesías Príncipe, iba a haber 69
1844 d. C.
1.810 años
109
Capku~t6 ___________
LA OBRA DE LA APOSTASIA
1 El "preterismo" tanto como el "fu turismo" tienden a desconocer la continua acción de Dios en
la historia, y la obra del anticristo es relegada mayormente al pasado o bien al futuro.
l El período mencionado aquí encuentra paralelo en Apocalipsis 12: 14; 13: S y 12: 6, donde
tiempo y tiempos y el medio equivalen a 42 meSes o 1260 dias. Hay coincidencia entre los exégetas
en adscribir a cada dia Pfofético un afio literal. Cálculos suficientemente documentados indican
que los 1260 afios de dominio del anticristo van del 538 al 1798 d. C.
• La expresión "continuo sacrificio" aparece cinco veces en Daniel (Dan. 8: 11-13; 11: 31; 12:
11). El vocablo original para continuo es Ulm/d, que encierra el sentido de continuo, siempre,
diario, perpetuo. Esta palabra Ulmid se aplica repetidamente al sacrificio matutmo y vespertino.
Por lo tanto es lógico suponer que ahora representa la continua eficacia del sacrificio de Cristo
realizado en la cruz del Calvario y su aplicación a la vida del pecador. De alJi que el sacerdocio de
Cristo en el santuario celestial deba interpretarse como el continuo ministerio de salvación en favor
del pecador.
• H. C. Leupold, en Exposition of Dankl (Grand Rapids: O.ker Oook House, 1973), pp.
322-323, dice: "Nosotros estamos de acuerdo en que el 'cuerno' mencionado en estos versículos es
el anticristo del Nuevo Testamento", y agrega: "Aunque el papado puede ser la expresión
sobresaliente del anticristo hasta ahora, eso no excluye otros cun¡plimientos posibles de este
pasaje".
• Ver, El conflicto de los siglos, caps. 3, 36, 27.
• Leon Wood, en A CommenUlry on Daniel (Grand Rapids: Zondervan Pub. House, 1973), p.
201, indica que la expresión "contra el Altísimo" significa Iiteralment~ "aliado de" (en hebreo
letsad), indicando por ello que "el cuerno pequeño procurará elevarse a sí mismo a una posición
.emejante a la de Dios".
7 Ver, El conflicto de los siglos, caps. 4-6, U-IS. .
• Salimjapas, Theologyof Daniel (SDA Theological Seminary; Andi'ews University, 1974), p.
26.
• E. G. de White, ProfeUls y reyes, p. 403.
,. Daniel !he Prophet (Grand Rapids: Zondervan Pub. House. 1947), p. 24.
11 E. G. de White, Patriarcas y profetas, p. 381; El conflicto de lo. siglos, pp. 519-52.2.
114
___________CapkuloI7
ALCANCES Y BENEFICIOS
DE LA LEY
119
Capítulo 18_ _ _ __
EL SELLAMIENTO DE LOS
REDIMIDOS
1SDABC, t. 7, p. 970.
ICaleb Alonso. The Sealtng 01 th8 Flul aeneration (estudio in«llto, Escuela de Graduados.
Andrews University, 1974), p. 7.
3 Albert Barnes, Notes 011 th8 800It 01 Reve/Qtion (London: George Roudedge Be Co., 1852), p.
204.
• Citado por R. A. Anderson. en UnfolJing th8 Rsvelat/Oll (Mountain View: PadRe Press,
1961), p. 76.
a E. G. de White. TestimoltJ6spara los ministros (Mountain View: paci6c Press. 1961), p. 453,
dice: "Este sellamiento de los siervos de Dios es el mismo que se le mostró a Ezequiel en visión".
• Ver Biblia tk Jerusalén, Eze. 9: 4 y notas.
T Jack Plnegan, Tite IITcheology olth8 New TlI$tamenI (Princeton: Prlnceton University Press,
1969), p. 224.
8 SDABC, t. 7, p. 968.
• E. G. de White, Primeros escritos, p. 70, dice: "Los que reciban el sello del Dios vivo y sean
protegidos en el tiempo de augustia deben rellejar plenamente la imagen de Jesds" .
'0 El COI!flicto tk los siglos, p. 504.
11 U., p. 663.
11 Segdn Monseilot Dr. Juan Straubinger, "La Bestia es el Anticristo, en lo cual se confirma su
canicter escatológico". Ver El Nuno Testamento (Buenos Aires: DEDEREe, 1948), p. 375.
18 El COI!fllcto tk los siglos, p. 663.
124
_ _ _ _ _ _Capítulo 19
1 G. C. Berkouwer, The R_tum ofChrist (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1972),
p.235.
• E. G. de White, Christ in His Sanctuary, p. 127.
127
3 Ver Dan. 12: 1; Apoc. 12: 6"17.
• Pierre Grelot, El problema del pecado original (Barcelona: Herder, 1970), pp. 68"69.
• SDA General Conference, Out Firm Foundatum (Washington D.C.: Review and Herali:
1953), t. 1.
• El conflicto de los siglos, pp. 720-736; Salim Japas, Cristologfa (Mayagüez, Puerto Rico.
Colegio de las Antillas, 1977), p. 3 I.
128