Durante el siglo XX, el mundo experimento grandes procesos históricos que
marcaron un antes y un después en muchos países. Muchas de esas etapas estuvieron definidas por líderes e ideologías que se convirtieron en formas políticas importantes que dejaron legados y consecuencias, que se viven aun en la actualidad. Cabe destacar que uno de los tiempos que fueron escenario de comienzos de nuevas prácticas políticas fue el periodo entre guerras. En esta etapa surgieron en Europa movimientos como el fascismo, Nazismo, revolución rusa, comunismo chino y falangismo en España, y finalmente el Estado social de derecho. Muchas de estas formas políticas, guardan similitudes, pero son las diferencias las que determinan lo predominante que fue el impacto de estos en el mundo. En el caso de los Nacionalistas, encabezados por Benito Mussolini en Italia, Hitler en Alemania y Franco en España, sus diferencias son destacadas entorno al nivel represivo y a quien iba dirigida esa violencia, por ejemplo en Italia iba en contra de los comunistas, en el caso Alemán iban en contra de los judíos y en España en contra de los comunistas, sin embargo el caso español respetaba algunas libertades religiosas al igual que el Fascismo, que llegaba acuerdos con la Iglesia católica, para que no intervinieran en los asuntos del Estado. Las formas nacionalistas estaban profundamente marcadas con la idea histórica de su pasado y lo que representaban, el Imperio Sacro germánico, el imperio romano y el imperio español. Es esa grandeza nacional que quieren alcanzar, pero a su vez fueron muchos los costos que tuvieron que asumir la población para que estos líderes instauraran su poder, en el Estado. En ese mismo orden de ideas, se resaltan las formas comunistas que ocurrieron en el mundo en esa misma etapa, como por ejemplo la revolución rusa y la consolidación de la URSS con Lenin y Stalin, la china comunista de Mao tse Tsung y finalmente la Yugoslavia de Tito. Cada uno de estos lideres adecuaron los antecedentes históricos de sus semejantes y crearon una propia formula para lograr obtener el poder en sus territorios. Aunque los tres son violentos, cada uno lo dirigió a un espacio innovador que le trajo éxito durante la aplicación de sus estrategias. Entre los movimientos comunistas y los nacionalistas, hay similitudes y diferencias muy marcadas, ya que todas estas formas mantienen un partido único en el Estado, son en su mayoría totalitarios, mantiene un aparato represivo bastante fuerte, y deshumanizan el adversario. Entre las características que los diferencian están el tema de la igualdad de los comunistas y el carácter de aptitud de los nacionalistas. Luego de que muchas de estas formas políticas finalizaran en sus territorios, surge el Estados social de Derecho, que busca darle al estado de derecho un carácter de bienestar social que antes no existía, dándole mas derechos a los ciudadanos, una economía de libre mercado, y muchos beneficios a los trabajadores. Sumado esto la garantía de servicios públicos a disposición de la ciudadanía. En esta ultima forma, se destaca el respeto de los partidos políticos y la participación de la población en la democracia, existe libertad ideológica, división de poderes y la ideal del bien común, que termina convirtiendo este cúmulos de logros en la antítesis de las formas políticas antes planteadas, en la cual predominaba el centralismo y el totalitarismo de un líder sobre toda las personas.