Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CÓMO ESCRIBIR
UNA NOVELA
PLANIFICA Y CONSTRUYE TU MANUSCRITO PASO A PASO,
DESDE LA IDEA AL PRIMER BORRADOR
Literautas
www.literautaseditorial.com
Todos los derechos reservados
Por favor, recuerda que libros como este nos permiten mantener abierto
el blog y el taller de Literautas, con todos los contenidos gratuitos que
allí ofrecemos. Gracias.
Literautas Editorial
Palma de Mallorca - España
www.literautaseditorial.com
© Fotografía portada: Qeaql-studio - Freepik
INTRODUCCIÓN
¿De qué están hechas las novelas? (pág. 7)
INTRODUCCIÓN
¿De qué están hechas las novelas?
Es por eso que mis primeras historias las escribía casi por intuición,
dejándome llevar y, en ocasiones, esperando a que la inspiración decidiese
visitarme. Eso de aguardar a que las musas aparezcan resulta normal
en la juventud. Afortunadamente, el tiempo, la lectura y el trabajo me
llevaron a darme cuenta de lo equivocada que estaba, porque las novelas
no están hechas de magia. Son artesanía pura. Escribir es un oficio con sus
herramientas, sus procesos y su saber hacer. Por eso estoy convencida de
que, con la motivación y la dedicación adecuadas, todo el mundo podría
escribir una novela.
Que sea una buena novela o no, que sea la única que escribas o la primera
de muchas, que acabes convirtiéndote en un éxito de ventas o ganes el
premio Nobel gracias a ella, es algo que se verá más adelante. Por ahora,
céntrate en el camino, en pasártelo bien mientras construyes la historia.
Si lo haces, seguro que saldrás de esta experiencia con una noción más
clara del oficio y de los hilos que se tejen en el fondo de cada obra literaria.
Y, sin embargo, de alguna forma casi misteriosa, las novelas te parecerán
más mágicas que nunca.
CAPÍTULO 1
LA IDEA
11
Si alguien nos dice que quiere escribir una novela sobre una oficinista
de treinta años que vive con sus padres y se va de vacaciones a la India,
a bote pronto puede parecer una idea demasiado sencilla, sin fuerza o
interés para convertirse en novela. Sin embargo, es la historia que nos
cuenta Soledad Puértolas en Queda la noche, obra ganadora del Premio
12
Ahora bien, ten en cuenta que tener una idea para escribir una historia
no significa tener una idea para una novela. Son cosas distintas. A veces lo
que nos atrapa como idea motor es tan solo un personaje, una anécdota,
una escena, una noticia o la vida de un personaje histórico; una chispa
a partir de la cual podremos desarrollar algo mayor, pero todavía queda
camino por delante porque la novela es un compendio de elementos que
construyen un universo propio: los personajes, la atmósfera, las tramas y
subtramas, los temas, la estructura, etc.
Ya sea por defecto (porque la idea es solo una imagen a la que hay que
añadir nuevas tramas, elementos, personajes y conflictos) o por exceso
13
La tormenta de ideas
3. Reunir una buena cantidad de ideas. Para que esta técnica funcione
16
no hay que conformarse con las primeras ideas que surjan porque suelen
ser las más tópicas, las que se ciñen a lo obvio o al cliché. Cuanto más larga
sea la lista, más posibilidades tienes de crear algo novedoso.
Y así hasta que consigas una lista lo suficientemente larga. Eso sí,
recuerda: es el momento para la creatividad, así que todas las ideas son
bienvenidas.
Claro que esta técnica es la que me funciona a mí, no quiere decir que
tú necesites lo mismo. Puede que a ti te vaya mejor una frase, una imagen,
una canción, una palabra o un recuerdo. Lo que sí es interesante es que,
sea lo que sea aquello que te evoque la esencia de tu novela, lo tengas
siempre a mano cuando trabajes en ella. Te ayudará a tomar las decisiones
correctas.
20
Toda novela terminada fue un día una mera idea, una chispa que
surgió en la cabeza de un escritor y que tenía la apariencia de una imagen,
una escena, un tema, una persona o una anécdota. Pero no te lleves a
engaño. Rara vez estas ideas aparecen de la nada, sino que son fruto de
una búsqueda activa y un trabajo constante.
ten en cuenta que las ideas que han de surgir a través de los ejercicios no
han de ser muy elaboradas. No se trata de buscar la trama completa (ya la
construiremos poco a poco después), sino de encontrar esa pequeña chispa
que encienda la llama después. Lo importante aquí, más que el detalle y la
extensión, es que anotes todo aquello que se te ocurra, sin censuras, para
que luego puedas elegir las opciones que más te gusten. Recuerda que
para la creatividad no hay normas. Como en cualquier proceso creativo,
todas las ideas durante la fase de creación son válidas.
Imágenes
Una de las cosas que puedes guardar en ese banco de ideas son fotografías
o imágenes que te atraigan por el motivo que sea, que te sugieran algo.
A partir de ellas, si te haces las preguntas adecuadas, podrás construir
una historia completa. En Internet encontrarás páginas con archivos de
fotografías históricas o libres de derechos que podrías utilizar con este fin.
Escritura automática
Este es quizás mi método favorito de conseguir ideas. Por lo general,
me gusta usar un disparador creativo, como la aplicación móvil Retos
de escritura, y a partir de ahí escribir durante quince minutos o media
hora sin ningún tipo de censura. Hay días en los que no consigo nada
interesante, pero otros aparecen escenas o personajes que sí me sugieren
algo, y estos se van de cabeza al banco de ideas.
Géneros y subgéneros
Otra forma divertida de encontrar ideas es partir de un par de géneros
22
Temas
A veces la idea aparece bajo la sutil apariencia de un tema, que a priori
puede parecer menos evocador que las opciones anteriores, pero a la hora
de la verdad resulta tan útil o más, ya que cuando la novela que trata un
tema de fondo se convierte en una historia más profunda e interesante.
Además, conocer de antemano el tema nos ayuda a darle forma a la historia
de una manera más clara y nos sirve de brújula durante la planificación.
Se trata de dejarse llevar y soltar pequeñas ideas que más adelante van
a germinar en una novela completa.
Los temas son tan variados como libros hay en el mundo y su elección
depende de aquello que nos apetezca contar en cada momento. Por si
te sirve de ayuda, a continuación propongo una lista con unos cuantos
temas de la literatura universal. Si ves alguno que te interese, no lo dudes,
llévatelo y úsalo para tu historia:
• El círculo de la vida
• La ambición
• El poder
• El equilibrio de las fuerzas de la naturaleza
• Cambio frente a tradición
• Caos frente a orden
• La amistad
• El amor
• El miedo
• La familia
24
• La pérdida de la inocencia
• El orgullo
• La confianza
• La tentación
• La venganza
• La violencia
• La fuerza de voluntad
• La infancia
• La infancia perdida
• La fe
• La fama
• El matrimonio
• La venganza
• La traición
26
Como ejercicio para este primer capítulo del libro, elige uno de los
métodos que vimos en el apartado anterior para encontrar nuevas ideas
y trabájalo hasta hacerte con una lista de veinte o treinta ideas distintas.
Elige la que más te atraiga y tómala como punto de partida para desarrollar
tu novela paso a paso a lo largo de los siguientes capítulos.
27
CAPÍTULO 2
CÓMO DAR FORMA A LA IDEA
28
idea ≠ historia
Todas las historias jamás contadas, desde que los primeros humanos
se reunían al calor del fuego hasta nuestros días, tienen en común que
narran un suceso (conflicto) que le sucede a alguien (personaje). Los
personajes de una historia pueden ser personas, animales, criaturas,
objetos inanimados… pero tienen que estar. No podemos contar una
historia sin ellos de la misma manera que no podemos contar una historia
en la que no exista conflicto porque carecería de interés para el lector.
Pero ¿en qué consiste exactamente esto del conflicto? ¿Qué se puede
considerar conflicto en una historia y qué no? Muy sencillo:
El concepto no tiene por qué ser inamovible. Puede que a medida que
avances en la planificación decidas cambiarlo porque descubras una nueva
perspectiva para tu historia que te guste más. Eso está bien, hay que ser
flexibles para poder crear. En cualquier caso, si haces modificaciones en el
concepto, vuelve a escribirlo en un lugar visible de tu proyecto para usarlo
como referente a la hora de tomar decisiones que afecten a la historia.
Para crear el concepto solo necesitas unir tres piezas del rompecabezas
(el personaje principal, el objetivo que este va a perseguir en la historia
y los obstáculos que se encontrará para conseguirlo) y seguir los pasos
indicados a continuación:
2. El personaje principal
En esta fase del proyecto no es necesario que uses nombres propios.
Ya habrá tiempo para eso. Ahora basta con que muestres al protagonista
(o protagonistas) con un sustantivo y una característica que lo definan
de una manera más sencilla y general. Por ejemplo, una niña despistada,
un bombero con miedo a las alturas, un científico excéntrico o tres
adolescentes rebeldes.
3. El objetivo o meta
Para que exista una historia, tenemos dos opciones: el personaje
principal quiere o necesita algo, o el personaje principal se ve obligado a
algo. Retomando en ejemplo de El viejo y el mar, el anciano ha de salir solo
en su barca para intentar hacerse con una buena pesca. Este es su objetivo
y no es baladí, ya que si no lo consigue, se morirá de hambre.
5. La época y el lugar
Estos elementos son más importantes en algunas narraciones que en
otras. En las novelas históricas o de ciencia ficción resulta imprescindible
mencionarlos, mientras que en una historia que tenga lugar en una ciudad
indefinida de la actualidad quizás no sea necesario.
CAPÍTULO 3
LOS PERSONAJES
35
y tanto su evolución como los hechos que les ocurran serán lo que den
forma a la historia. El más importante de los personajes principales es el
protagonista (o los protagonistas, si hubiera más de uno).
El protagonista
Como ya irás viendo, los pasos que propongo en los siguientes párrafos
están tan relacionados entre sí que a veces resulta difícil separarlos. En
realidad son un todo que dan forma al personaje, así que lo mejor es atacar
los pasos en orden, reflexionado sobre ellos, buscando cómo podrían
ayudarte a construir una historia mejor, pero sin tener miedo a volver
39
atrás para añadir una nota o cambiar algún elemento anterior si ves que
esto hace funcionar mejor el conjunto.
Paso 1 - Identidad
Lo primero que tienes que preguntarte (y que puede que ya sepas
gracias a haber trabajado el concepto en el capítulo anterior) es quién es
el protagonista. ¿Qué es lo que define? ¿Se trata de un pescador anciano
con muy mala suerte? ¿De un científico en paro? ¿Un bombero con miedo
a las alturas? Escribe en pocas palabras las características principales de
este personaje.
Paso 3 - Objetivo
También es importante que sepas cuál es el objetivo que tu personaje
40
Paso 4 - Motivación
Diferencio motivación de objetivo porque, en algunos casos, existe
un matiz entre ambos conceptos que nos ayuda a comprender mejor
al personaje. Por ejemplo, el hombre que se ve obligado a investigar un
asesinato: su objetivo sería descubrir al asesino, pero la motivación podría
ser la venganza, o salvar su propio pellejo demostrando su inocencia.
Recuerda que cuanto más duros sean los obstáculos a los que ha de
enfrentarse, mayor será el conflicto de la novela, pero también necesitarás
41
una motivación más fuerte para que el personaje no se rinda (de nuevo la
importancia de la adhesión, que veremos en el siguiente paso). Intenta
encontrar un equilibrio que haga que la historia resulte creíble y que
avance de manera orgánica.
Paso 6 - Adhesión
Otro elemento imprescindible cuando creamos al personaje es su
adhesión a la historia, los motivos reales que tiene para continuar buscando
o luchando por conseguir algo. Fíjate en que he marcado la palabra
continuar porque, aunque al comienzo de la novela estas motivaciones
estén claras (el héroe está enamorado y se lanza a conquistar a la chica de
sus sueños, por ejemplo), a medida que aparezcan dificultades la tarea se
irá volviendo más difícil. El personaje necesita un motivo de peso para no
abandonar a lo largo de la historia, para que sus motivaciones no pierdan
continuidad. Esto es lo que se conoce como la adhesión.
Paso 7 - Imperfecciones
Algo a lo que suelo aludir cuando hablo de la creación de personajes es
a las imperfecciones, porque a ningún lector, por norma general, le gustan
los personajes perfectos. Lo que nos enamora de ellos son sus fallos, sus
debilidades porque, además de hacer más «gustable» al protagonista,
consiguen que el conflicto sea más profundo.
Sin tener que resultar tan obvios como en los ejemplos que he puesto,
sí podemos usar estas pequeñas debilidades para darle una mayor
profundidad tanto al personaje como al conflicto. La novela lo agradecerá.
Paso 8 - Dilema
En el último ejemplo del paso anterior marqué con negrita la palabra
dilema ya que se trata de otro elemento importante en la historia. Pero ¿en
qué consiste exactamente? En crear un nuevo conflicto, allende el que nos
da la contraposición del objetivo y los obstáculos.
Por supuesto, cuanto más profundo sea el dilema, cuanto más ataña
a la escala de valores del personaje (y quizás también a la del lector), más
interesante resultará.
1. Nacimiento
2. Nacimiento de su hermano pequeño. 3 años. Deja de ser el
centro de atención. Problemas de celos.
3. Colegio, primaria. 8 años. Comienza a sufrir acoso escolar. Se
siente infeliz y desamparado.
4. Enfermedad de la madre e inicio del instituto. 14 años.
Momento muy duro. La situación familiar empeora, ingreso de la
madre en el hospital y problemas en los estudios.
5. Etc.
Así que, recuerda: si quieres que tu personaje enganche, haz que cause
simpatía o empatía. Y, sobre todo, ¡que no sea aburrido!
Diferentes entre sí, por otro. No todas las personas son iguales, tampoco
los personajes. Aunque puedan tener rasgos comunes, lo ideal es que los
49
El antagonista
1. El número de antagonistas
De la misma forma que el antagonista no tiene por qué ser un personaje,
tampoco es obligatorio que coloquemos un único antagonista en nuestras
historias. Puede darse el caso de que haya diferentes fuerzas enfrentándose
a los objetivos del protagonista, e incluso que estas cambien a lo largo de
la novela.
2. Sus motivaciones
Si el protagonista necesita una motivación creíble para luchar por su
objetivo, lo mismo ocurre con su némesis; al menos cuando hablamos del
antagonista como un personaje concreto. ¿Por qué hace lo que hace? ¿Qué
persigue y con qué motivo? Piensa que aquí también tendrás que trabajar
la adhesión. Si el antagonista se va a mantener en sus trece en la lucha por
el objetivo final, también ha de tener razones de peso para seguir adelante
y no rendirse por el camino.
3. Su talla
Se suele decir que la talla de un héroe se mide por la grandeza de sus
enemigos. Es cierto. Nada dice más de un personaje que los obstáculos
contra los que se enfrenta y cómo lo hace. Cuanto mejor sea el antagonista,
más valor tendrá enfrentarse a él. Por el contrario, si construimos a
un «malo» de pacotilla al que cualquiera podría vencer, el mérito del
protagonista decae y con él el interés por la historia.
4. Su profundidad
Aunque estemos acostumbrados a identificar al antagonista como
el «malo», no siempre tiene por qué ser así. Hay muchas novelas que no
tratan de buenos contra malos, sino de personas con objetivos que chocan
entre sí. Esto hace que el antagonista nos resulte un personaje más
profundo e interesante.
Por suerte en esta vida no todo es blanco o negro, sino que la gente suele
moverse en una escala de grises mucho más ambigua que el bien por el
bien o el mal por el mal. Cuando construyas a tus personajes, protagonistas
y antagonistas, ten esto en mente e intenta crear representaciones
de personas reales, con sus fallos, sus sueños, sus metas, sus dilemas
morales… Reflexiona sobre los motivos por los que son como son y qué les
lleva a actuar como lo hacen en la historia.
5. Su evolución
54
6. El tipo de historia
La decisión de las fuerzas antagónicas también pasa por el tipo de
historia que estemos contando. Según el género o el tipo de trama que
quieras crear, el antagonista deberá estar más o menos definido.
7. Contraposición de características
Muchas veces podemos servirnos de las fuerzas antagonistas para
recalcar aspectos del tema o ciertas cualidades de algún personaje a través
de la contraposición.
3. Personajes obstáculo
Son similares a los ayudantes del antagonista porque se interponen
entre el protagonista y sus objetivos, pero con algunas diferencias: para
empezar, más que personajes son comodines, figuras que aparecen
brevemente en la historia para poner trabas al personaje en su busca por
alcanzar la meta.
4. De impacto
Se trata de un personaje que en algún momento de la historia da al
protagonista el empujón definitivo que necesita para continuar, o bien le
ofrece una clave que usará más adelante para resolver o encontrar algo. No
es necesario que este personaje le dé la solución directa al protagonista.
Resultará más interesante si solo le da una pista o una clave que sirva de
59
5. Mentor
Otro personaje que puede ayudarnos a construir la historia es el
mentor, que sirve de guía y ayuda al protagonista a prepararse para la
«lucha» en pos de su objetivo y, sobre todo, para el enfrentamiento final
que tendrá lugar durante el clímax. Ten en cuenta que, al igual que en
los otros tipos de personaje de los que hablamos aquí, no siempre ha de
tomarse su descripción al pie de la letra.
6. Guardián
Un personaje menos frecuente, pero que también puede resultar de
60
interés para según qué novelas, es aquel que custodia algo importante
relacionado con una de las tramas o con el objetivo del protagonista en
la historia. Como guardián del «tesoro» (siendo ese tesoro una metáfora,
por supuesto; no hay que leerlo en sentido literal) debe mostrarse reacio
a entregarlo sin una prueba de merecimiento por parte del protagonista.
4. Vincúlalos a un escenario
Por último, me gustaría hablaros de un pequeño truco que no es
obligatorio, pero al que puedes recurrir en ocasiones y que funciona
mejor cuanto menos importante es el personaje: el de unir un personaje
secundario o episódico a una localización concreta de la historia.
¿Con qué fin? Bueno, si tienes muchos personajes, la novela es muy larga
o ese personaje sale poco, este truco facilitará las cosas al lector a la hora de
recordar de quién se trata. Como te comentaba, no es algo obligatorio, pero
ayuda. Así que antes de mover a un personaje de su escenario original,
pregúntate si es necesario. Si no lo es, ¿por qué hacerlo?
64
Haz una lista también con los personajes secundarios que sean
relevantes para la trama. Crea una ficha de personaje para cada uno de
ellos (más breve que la de los personajes principales) con su papel en la
novela, su objetivo, una breve biografía, los rasgos más relevantes de su
personalidad y, en caso de que la hubiera, la localización a la que está
vinculado.
Por último, si quieres también puedes crear una lista con los personajes
episódicos que tengas en mente (aunque muchos de ellos aparecerán más
adelante, cuando trabajes las tramas y la estructura) y definirlos en una o
dos líneas, para ver si puedes sacarles más jugo y que aporten lo máximo a
la historia. Recuerda que también puedes vincularlos a un único escenario.
65
CAPÍTULO 4
UNA HISTORIA POR TRAMAR
66
La primera sinopsis
Paso 3 – El detonante
Paso 6 – El clímax
El punto álgido de la novela también debería aparecer en esta primera
sinopsis. No te preocupes, puede que en el futuro lo cambies si descubres
algo que encaja mejor con la historia, pero conviene que comiences a
pensar en ello ya, para empezar a darle forma.
Paso 7 – El desenlace
Por último, piensa cómo quieres que termine tu novela. Recuerda el
arco de personaje y su evolución, tal y como vimos en la construcción
del personaje protagonista. Esto te ayudará a decidir si quieres un final
positivo, negativo o neutro.
Sigue todos los pasos del apartado anterior (la primera sinopsis) y
escribe un resumen redactado de tu novela de unos tres o cuatro párrafos
de extensión. Si quieres, puedes crear varios finales alternativos y
añadirlos también a este resumen.
71
Tramas y subtramas
¿Por qué me gusta más esta acepción? Porque en una novela no solo
hay una historia, sino que solemos encontrarnos una historia principal
y pequeñas historias que funcionan como satélites o ramificaciones de la
primera.
La trama principal
Antes de ver cómo se construyen estas tramas secundarias, empecemos
por la trama principal. Puede que te estés preguntando cómo se crea.
Si es así, tengo buenas noticias. A estas alturas, si has seguido los pasos
anteriores del libro, ya habrás construido una pequeña historia con
un protagonista, una situación inicial, un detonante, un conflicto, un
desarrollo y uno o varios posibles desenlaces. Esta es tu trama principal.
Lo que ocurre en tu novela. ¡Ya la tienes! Ahora vamos a complicarla un
poco gracias a las subtramas.
Las subtramas
Las subtramas o tramas secundarias son, como decía antes,
ramificaciones de la trama principal, ya que su peso en la historia es
menor. Ocupan un segundo plano, pero, por lo general, siempre afectan a
la trama principal en mayor o menor medida.
CAPÍTULO 5
EL UNIVERSO DE TU HISTORIA
78
La atmósfera y la ambientación
serán diferentes.
Localización nº: 1
En caso de que sea una novela histórica o de una época o lugar que
conozcas menos, seguramente tendrás que documentarte al respecto.
Hablaremos de la documentación y la investigación para tu novela en el
85
CAPÍTULO 6
LA DOCUMENTACIÓN
87
¡Ojo! En esta fase, vigila bien los detalles. Si, por ejemplo, tu obra
transcurre en una ciudad que no conoces, pero que tiene mucho peso
en la historia, necesitarás toda la información posible sobre ella. Desde
cosas importantes como el estilo y la calidad de vida, hasta aspectos más
insignificantes, como el nivel de ruido y tráfico o la hora a la que anochece.
Estos detalles no se notan cuando están bien documentados y, por tanto,
bien representados en la novela. Pero si no lo están y metes la pata, te
aseguro que más de un lector se dará cuenta.
2. Sitúate en el tema
Antes de continuar, lo mejor es que realices una pequeña investigación
que te dé un conocimiento general sobre el tema. Sería de locos ir a hacer
una entrevista para tu documentación si aún no manejas la materia
en condiciones. Solo conseguirás perder el tiempo y quedar mal con la
persona a la que entrevistes.
Tampoco hay un manual que diga cómo contactar con las personas
que necesitamos para documentarnos para una novela. Las posibilidades
son demasiado amplias y a veces te encontrarás en un callejón sin salida
porque un experto sea inaccesible o no le interese hablar contigo. Que
esto no te desanime. Busca alternativas y no te rindas. Eso sí, con cada
contacto que realices para tu documentación procura seguir una serie de
normas o puntos clave:
Paso 2. Cuando sepas los temas sobre los que necesitas documentarte,
haz una nueva lista para cada uno de ellos que responda a las siguientes
preguntas:
¿Qué necesito saber?
¿Cuánto necesito profundizar en el tema?
¿Dónde puedo encontrar información sobre este tema?
Paso 3. Realiza una primera investigación sobre cada uno de los temas a
través de Internet, libros o películas que te permitan introducirte en el tema
y empezar a conocerlo. Anota todas las posibles fuentes que te encuentres
durante este proceso para realizar en el futuro una documentación más
exhaustiva. Por ejemplo, museos que visitar, otros libros o documentales
que ver, personas a las que entrevistar, etc.
CAPÍTULO 7
LA ESTRUCTURA
95
Eso sí, ten en cuenta que son solo referencias. Puede que una novela
no necesite todos los puntos que veremos a continuación o que los
presente en un orden distinto. A veces incluso puede haber varios puntos
que se fusionen en una única escena, lo cual resulta estupendo porque
conseguirás escenas más intensas. Ahora lo importante es que seas
consciente de que existen y que analices si encajan en tu historia y cómo.
1. Escena de apertura
96
Sea cual sea la respuesta, intenta que la escena de apertura tenga acción,
movimiento, que se trate de una escena dinámica que invite a continuar
la lectura. Comenzar con lo que se conoce en el mundillo como backstory1
antes de saber nada de los personajes principales, puede resultar tedioso
para el lector.
2. Detonante
El detonante es el momento en el que la historia de verdad comienza,
en el que explota la trama. Es la llamada a la aventura, cuando la vida
normal del protagonista se ve abocada al cambio. Es el instante en el
que Edmond Dantès es detenido en El conde de Montecristo o el día en el
que Harry Potter recibe una carta que lo invita a unirse a la escuela de
Hogwarts durante el siguiente curso escolar.
1 Se conoce como backstory a toda la historia del personaje que sucede an-
tes de que comience el conflicto actual en una historia. Es el pasado del personaje
4. Reacciones
A estas alturas de la planificación ya has trabajado los personajes de la
historia y sus objetivos. Sabes que el conflicto y el detonante han creado
una situación en la que el personaje principal ha de perseguir una meta y,
con suerte, le han provocado algún tipo de dilema. Por eso es importante
también que pienses en las reacciones de los personajes a cada situación
de la historia.
6. Obstáculos y dificultades
Después de que haya estallado el detonante, el personaje principal se ha
puesto en marcha en busca de su meta y comienza la parte central de la obra,
lo que viene siendo el meollo de la novela, el desarrollo. ¿Qué obstáculos
encontrará el protagonista en su camino? ¿Conseguirá vencerlos? Ten en
cuenta que a veces es importante que haya pequeños fracasos, aunque la
novela luego termine bien. Todo desarrollo de una historia y todo arco de
personaje conllevan un aprendizaje, y no hay aprendizaje sin errores.
7. Puntos de giro
Casi todas las novelas tienen puntos de giro. Algunas cuentan con
más, otras con menos, algunos puntos tienen mayor intensidad, otros
son más sutiles, pero es habitual encontrarlas en cualquier género y en
obras de cualquier época. Los puntos de giro son esos momentos en los
que la trama da un quiebro, cuando se descubre el cadáver del que era el
principal sospechoso del asesinato, o cuando la protagonista se entera de
que el hombre del que se ha enamorado tiene esposa y tres hijos. Ese tipo
de cosas.
8. Clímax
Paso a paso, obstáculo a obstáculo, giro a giro, llega el momento álgido
de toda historia, el momento de la verdad, el clímax. El protagonista está
a punto de conseguir su objetivo, pero todas las fuerzas del antagonista
están en contra. Parece que no lo va a conseguir. Está todo perdido, y
entonces…
9. La resolución
100
10. Epílogo
Para terminar, plantéate si la novela necesita un epílogo para cerrar
los cabos sueltos que hayan podido quedar. En ocasiones no es necesario,
pero a veces ayuda, le da un respiro al lector y le permite recrearse en lo
sucedido.
El mapa de tu novela
Para crear la estructura de una novela hay que tener en cuenta dos
aspectos: por un lado, tenemos lo que podríamos llamar la estructura
física de la novela, la forma en la que está dividida la obra (por ejemplo, en
capítulos o partes). Por otro, nos encontramos la estructura temática de la
novela. Es decir, la organización del contenido en escenas.
elementos:
Como ves, no hace falta que busques un estilo literario para crear la
estructura. Es solo un documento técnico que desecharás en cuanto
escribas tu primer borrador.
103
ESCENA DETONANTE
Título: El empresario recibe una carta del chantajista
106
CAPÍTULO 8
EL ESTILO
109
El punto de vista
El punto de vista en una historia no es otra cosa que la perspectiva con
la que se cuenta. Es decir, quién lo cuenta y qué conocimientos tiene sobre
los hechos y los personajes. Puede tratarse de un narrador omnisciente,
en primera persona, un narrador testigo, etc.
mayor libertad narrativa. Si quieres, puedes leer más sobre los distintos
tipos de narrador y su funcionamiento en el blog de Literautas, donde
contamos con un tutorial completo titulado “El narrador y el punto de
vista”. En cualquier caso, lo más importante es que te sientas cómodo con
el narrador que elijas. Si tienes dudas, ¡sigue tu intuición!
El tono y el estilo
Más íntima y personal todavía que la elección del punto de vista lo es
la elección del tono y el estilo del texto. Cada escritor tiene su manera de
escribir, y eso es bueno. Es lo que diferencia a un autor de otro.
Sin embargo, como no todos los libros son iguales ni tienen las mismas
necesidades, siempre conviene hacer una pequeña reflexión antes de
ponernos a escribir, para decidir cuál es la solución correcta para la
novela. No se trata de perder nuestra propia voz, por supuesto, pero no es
igual que la historia la cuente el narrador omnisciente a que lo haga un
personaje que sea, por ejemplo, un niño de siete años. Habrá diferencias
en el lenguaje empleado, así como en el tono y en el estilo. Tenlo en cuenta.
El tiempo verbal
El maldito y controvertido tiempo verbal. Por los correos que recibo sé
que este asunto trae de cabeza a más de uno, y es que no es fácil elegir el
tiempo verbal a emplear en una historia, mucho menos manejarlo bien.
Lo habitual y más ortodoxo es emplear el tiempo verbal en pasado, como
en el siguiente ejemplo de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez:
«Es una niña humilde, que juega con sus tres hermanos a
pelearse con las olas mientras el sol dibuja contornos dorados
en su piel. Dispone de una elegancia natural, de esa belleza
secreta que los demás admiran en silencio mientras intentan
escudriñar su pensamiento tras sus enormes ojos verdes y
gatunos».
Investiga
Por último, un consejo que quizá no te sirva para esta novela si vas a
empezar a escribirla ya, pero sí para las próximas. Cuando leas a otros
autores, sean del género que sean, fíjate en cómo narran su historia. ¿Qué
tiempos usan, qué estilo, qué ritmo, qué recursos? Cuando veas algo que
te llame la atención, anótalo en tu cuaderno o en la aplicación que uses
para este fin.
Ahora que estás desarrollando una idea desde cero es importante que
tengas en cuenta el hacerlo a tu manera, con tu voz o tu sello personal.
No intentes escribir como Cervantes, ni como García Márquez, ni como
Auster, Verne o Murakami. No importa cuánto admires a este o a aquel
autor, escribe como solo tú puedes hacerlo. Encuentra tu propio estilo.
¿Cómo? ¡Ah! Esa es quizá una de las destrezas más difíciles de conseguir
en escritura, pero resulta fundamental. Yo creo que para lograrlo hacen
falta tres cosas: tiempo, práctica y, sobre todo, honestidad.
Por otro lado, si quieres escribir algo que merezca la pena, has de ser
honesto y hacerlo desde el corazón. Es la única manera de que tus textos
114
tengan alma. Sé que todo esto puede sonar un poco místico, pero estoy
convencida de que es lo que marca la diferencia entre entre una novela
entretenida y otra que deja huella.
Esto no quiere decir que en tus obras hayas de contar tu vida o tus
experiencias personales. Las novelas son ficción, invenciones, mentiras
que hemos de hacer pasar por verdades. Pero detrás de todas esas mentiras
muchas veces se esconde algo auténtico, y ahí es donde entra tu visión
única del mundo.
Supongo que alguna vez te has encontrado con una de esas novelas
cuyo eco acompaña al lector tiempo después de haberla terminado, como
un poso de la historia que se te queda dentro para siempre, porque ha
pasado a formar parte de ti. Es algo que me gusta definir con la frase con
la que Alan Moore comienza su historia Promethea: «Soy la voz que queda
cuando has cerrado el libro». Eso es lo que has de perseguir, esa voz. Y para
lograrlo, lo mejor es que cuando escribas, intentes sentir emociones con
tu propia obra.
Lo sé, lo sé. Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero te prometo que
merecerá la pena porque disfrutarás mucho más del proceso de escritura.
¿Por qué? Porque la clave está en que consigas apasionarte con cada
personaje, con cada escena, con cada párrafo.
Esto no quiere decir que escribas solo sobre cosas que te gustan, como
los caballos si lo tuyo es la hípica. No. A lo que me refiero es a que te sumerjas
en la historia cuando la escribas, a que comprendas lo que sienten tus
personajes y por qué hacen lo que hacen (de no ser así, trabaja con ellos
hasta conocerlos de verdad), a que te conmuevas cuando trabajes en tu
manuscrito. Y si algún capítulo o alguna escena te resultan aburridos al
115
De ahí que insista tanto en que para escribir hemos de ser honestos,
porque para alcanzar este «estado» de la escritura es fundamental aceptar
nuestros miedos y pudores, nuestros traumas, nuestras miserias, esas
cosas que nos asustan y de las que no nos gusta hablar con nadie. Todo eso
que te hace sentir vulnerable y que, por otro lado, te hace humano, es un
material espléndido para plasmar en tus novelas oculto bajo la máscara
de la ficción y hacer que tus personajes se encuentren en dilemas que
exploren esas emociones, porque nadie mejor que tú puede entenderlas.
Ahora que ya sabes las distintas opciones que tienes para elegir el
narrador, el punto de vista y el estilo, mi consejo es que elijas una escena
o un momento de tu historia que consideres intenso y hagas la prueba
de escribirlo de distintas maneras. Inténtalo con un par de narradores
entre los que dudes, un estilo más directo y rápido si ves que lo necesita,
o uno más pausado y solemne… Trabaja ese fragmento (no tiene por qué
ser muy largo) hasta que encuentres una opción que te resulte acertada y,
sobre todo, cómoda.
SEGUNDA PARTE
ESCRIBE TU NOVELA
118
CAPÍTULO 9
EL PRIMER BORRADOR
119
para la sorpresa.
1. Márcate objetivos
Escribir una novela conlleva un compromiso si de verdad quieres
terminarla. No es como un relato, que en unos días puede estar listo y
revisado. Va a llevarte tiempo, puede que más del que pensabas en un
comienzo, así que tendrás que organizarte y tomártelo en serio.
Mi consejo es que definas una meta diaria y otra semanal. Así, si algún
día no puedes cumplir lo que te habías propuesto, lo repartes entre el
resto de los días de la semana y conseguirás igualmente el objetivo para
la semana.
Eso sí, sé realista a la hora de ponerte los objetivos. Ten en cuenta tus
circunstancias, tu tiempo y tu velocidad a la hora de escribir. Aunque lo
ideal sería escribir el primer borrador de un tirón y en el mínimo tiempo
posible, no te marques como meta terminar la novela en cuatro semanas
si tienes que trabajar, atender a tu familia y continuar con tu vida social
como siempre. Solo conseguirás frustrarte y eso es lo último que queremos.
5. No te exijas la perfección
Es importante que no esperes que tu primer borrador sea perfecto.
Nunca lo es. Ni siquiera los de García Márquez o Bioy Casares lo eran.
Hace falta mucho trabajo de limpieza y pulido hasta conseguir un texto
decente, pero primero necesitas «algo» que pulir. Si te detienes cada dos
por tres para revisar lo que llevas escrito, lo más posible es que te quedes
atrapado en un bucle sin fin y no consigas terminar la novela. Si en algún
momento ves algo que crees que puedes mejorar, deja una nota para tu yo
futuro y sigue adelante.
Si a pesar de todo la fase del muro se te hace cuesta arriba, las dudas te
126
Otra duda que suele surgir entre los que se enfrentan por primera vez
a una novela es la del tiempo. ¿Cuánto se tarda en escribir una novela?
¿Cuántas versiones tendrás que desarrollar antes de que esté lista?
¿Cuánto hay que dedicar a la planificación? ¿Y a la escritura?
Lo que sí puedo decirte es que, por norma general, una novela tiene
muchas versiones antes de estar terminada. En el capítulo siguiente
veremos algunos consejos para descubrir cuál es tu ritmo de escritura y
cómo lograr aprovechar el tiempo al máximo para que tu novela no se
convierta en un viaje interminable.
129
CAPÍTULO 10
PRODUCTIVIDAD PARA ESCRITORES
130
El escritor productivo
Así de sencillo. Con este dato en mente, lo que toca ahora es optimizar
nuestras sesiones de escritura para que sean lo más productivas posibles.
¿Pero cómo se logra esto? De nuevo paso a paso, comenzando por definir
tus objetivos.
Lo que está claro, si has llegado hasta esta página en el libro, es que
tú quieres escribir una novela. Tu objetivo es terminar el manuscrito y
convertirlo en una obra digna de leer. ¿Me equivoco? Eso es un buen
objetivo. Pero cuidado, a veces, aún sin darnos cuenta, no es el único que
tenemos en mente, sino que hay otras metas de fondo que interfieren con
el proceso y pueden acabar por bloquearnos.
¿Lo tienes? Bien, ahora llega el momento de desglosar todos los pasos
que necesitas dar para alcanzar dicho objetivo. Por ejemplo, vamos a
suponer que tu pretensión es publicar la obra con alguna editorial. Los
pasos podrían ser los siguientes:
¡Ah, el tiempo! ¡El tiempo! El otro gran problema de los novelistas, sobre
todo cuando otras tareas más «urgentes» nos reclaman. La mayor parte de
personas que quieren escribir una novela no se dedican exclusivamente a
ello, con lo cual tienen que hacer compatible su trabajo o sus estudios, su
familia, su vida social… En definitiva, su apretada agenda con el tiempo
que requiere el manuscrito, que no suele ser poco. Pero no te lleves a
engaño, no tiene por qué ser algo malo. Quizás si tuvieras todo el día para
dedicárselo a escribir avanzarías aún más despacio en tu escritura. Si en
algo somos expertos los escritores, noveles o no, es en procrastinar.
Lo ideal sería encontrar algo de tiempo cada día para dedicar a esta
tarea. En general es mucho mejor escribir un poco todos los días que
mucho de vez en cuando. Yo siempre comparo la escritura con el deporte.
Si solo vas al gimnasio una vez al mes o cada quince días y te pegas un
atracón, lo más posible es que consigas unas tremendas agujetas, eso en
135
caso de que no tengas peor suerte y acabes con una lesión. En cambio, si
ejercitas un poco cada día, aunque solo sean veinte o treinta minutos, pero
con constancia, poco a poco acabarás por notar los resultados.
No fuerces la máquina
Ya he comentado a lo largo del libro que cada novela necesita su propio
tiempo de desarrollo y escritura, pero también cada escritor necesita
su propio ritmo. Si quieres saber cuál es el plan de trabajo que mejor
se adapta a ti necesitas analizar tu forma de escribir. Hay autores que
pueden encerrarse en un cuarto y trabajar durante semanas en el mismo
manuscrito sin hacer nada más en todo el día, como Eduardo Mendoza
cuando escribió su novela El misterio de la cripta embrujada, mientras que
otros tenemos un límite de horas a partir de las cuales ya no rendimos.
Haruki Murakami, por ejemplo, no puede escribir más de cuatro horas al
día. Quizás haya otros que con una hora tengan suficiente, así que si crees
que ese es tu caso, está bien. No hace falta que fuerces más la máquina,
sobre todo si tienes otros frentes a los que atender, como tu trabajo o tus
estudios. Es mejor escribir un poco y disfrutarlo que acabar quemándose a
137
Para crear un registro de este tipo basta con que anotes en una ficha,
cada vez que te sientas a trabajar, el tiempo que dedicas a la sesión, la hora
y el día de la semana, las circunstancias en las que te has puesto a escribir,
el número de palabras que has escrito y tu estado de ánimo. Repite esta
operación durante un tiempo, probando a escribir en diferentes momentos
del día, hasta que tengas una cantidad razonable de fichas que te ayuden a
entender mejor cómo trabajas.
¿Quién sabe? Puede que descubras que para ti es más eficaz levantarte
una hora antes cada día que quedarte hasta las tantas escribiendo, o al
revés. Además, este registro también te servirá para hacerte una idea
de cuántas palabras o capítulos puedes escribir cada día, de manera que
con el tiempo sabrás más o menos el tiempo que te llevará escribir un
manuscrito antes de lanzarte a por él.
No te olvides de moverte
El calendario de trabajo
Sé realista
Tú mejor que nadie sabes del tiempo del que dispones y lo que te lleva
escribir un capítulo. No te propongas escribir una novela en un mes si
solamente puedes trabajar una hora cada día o si tus tareas cotidianas
interrumpen sin parar tus sesiones de escritura. Es muy posible que no lo
consigas y te causes una frustración innecesaria. No hay ninguna norma
para el tiempo que tiene que llevarte escribir tu novela. Sé consciente
de tu realidad y adapta el calendario a ella. Un escritor no tiene que ser
rápido, sino constante.
Toma notas
Cada vez que alcances un objetivo (como crear los personajes
secundarios o escribir la primera sinopsis) márcalo en el calendario como
cumplido y anota si lo has hecho en el tiempo previsto, si te ha llevado
más de lo calculado o si, por el contrario, has acabado antes del plazo. Esto
te ayudará a crear calendarios más realistas en el futuro.
disfruten leyéndote.
142
Semana 1
·Tormenta de ideas (lista de ideas para posibles novelas)
·Seleccionar una idea para desarrollar
·Crear el concepto
·Definir los objetivos de la novela
·Crear un título provisional para usar como referencia
·Escribir la sinopsis
Semana 2
·Crear protagonista
·Investiga sobre la profesión del protagonista
·Crear antagonista
143
Semana 3
·Desarrollar tramas y subtramas
·Buscar libros similares y leerlos
·Construir localizaciones
Semana 4
·Definir el tiempo en la novela
·Elegir el punto de vista
·Escribir el resumen final
·Documentación: investigar detalles sobre la trama
Semana 5
·Definir los puntos principales de la estructura
·Crear la estructura o mapa de la novela
Semana 6
·Primer borrador (capítulos del 1 al 12)
Semana 7
·Primer borrador (capítulos del 13 al 24)
Semana 8
·Primer borrador (capítulos del 25 al 36)
Semana 9
·Primer borrador (capítulos del 37 al 48)
Semana 10
·Primer borrador (capítulos del 49 al 60)
Además del calendario general, resulta útil dividir cada una de las
144
Workflowy
Aplicación para crear listas de tareas y micro tareas, muy versátil y
cómoda de usar.
Disponible en iOS, Android y aplicación web en workflowy.com.
Doodle
Organizador de horarios y calendarios de trabajo.
Disponible en iOS, Android y aplicación web en doodle.com.
Google Calendar
Calendario de Google para organizar tareas y tu agenda de la forma
más completa posible.
146
Pagico
Aplicación de pago pero muy completa para crear flujos de trabajo, con
tareas, fechas límite, calendarios, etc.
Disponible en iOS, Android, macOS, Windows y Linux. Más información
en pagico.com.
Trello
Aplicación para organizar ideas y proyectos de una forma muy visual.
Permite colaborar con otros usuarios.
Disponible en iOS, Android y aplicación web en trello.com.
MindNote
Aplicación que te ayuda a visualizar tus ideas con prácticos mapas
mentales.
Disponible en iOS y macOS en mindnode.com.
Story Planner
Aplicación de Literautas para planificar una historia paso a paso. Con
147
Google Keep
Aplicación de Google muy visual para crear listas y notas. Al igual que
todos los productos de esta compañía, es gratuita y permite sincronizar
entre diferentes dispositivos.
Disponible para Android, iOS y aplicación web en keep.google.com.
Evernote
Sin duda una de las mejores aplicaciones para tomar notas y llevar
un registro de la documentación de una novela. Permite sincronización,
organizar por etiquetas, crear diferentes cuadernos, etc.
Disponible para Android, iOS, Windows Phone y aplicaciones de
escritorio en evernote.com.
Técnicas Pomodoro
Hay muchas aplicaciones basadas en este sistema, que consiste en
dividir el tiempo de trabajo en intervalos de unos sesenta minutos
separados por pausas de diez o quince. La técnica Pomodoro afirma mejorar
148
Scrivener
Este programa casi merecería un capítulo aparte, porque Scrivener
es La Aplicación para escritores, con mayúsculas. No existe nada más
completo, versátil y útil a la hora de enfrentarse a un manuscrito. De
hecho, este libro lo estoy escribiendo desde Scrivener. Ahora bien, se trata
de un programa de pago y conlleva un tiempo de aprendizaje porque no es
fácil de manejar. De buenas a primeras suele resultar abrumador por todas
las opciones que ofrece. Mi consejo es que, si quieres echarle un vistazo,
accedas a su versión gratuita de prueba y te hagas con un manual que te
ayude a desentrañar sus misterios. Si el inglés no es un problema para ti
el libro Scrivener for Dummies1 es de lo mejorcito que me he encontrado.
Scrivener también permite compilar los manuscritos en diferentes
formatos, como ePub y Mobi, tiene procesador de textos sin distracciones
para escribir a pantalla completa, hace copias de seguridad automáticas,
te permite organizar el contenido en carpetas, te ofrece estadísticas del
proyecto y puedes configurar tus objetivos de escritura diarios para que te
avise cuando los alcances… Tiene tantas funciones que resulta imposible
explicarlas aquí todas. Otra ventaja es que es un software que lleva muchos
años funcionando, cuenta con numerosas actualizaciones a la espalda y
es, por tanto, de los más estables del mercado.
Está disponible para macOS y Windows. Recientemente han lanzado
también aplicación para iPad, pero por el momento la encuentro bastante
más limitada que su hermana mayor en versión de escritorio.
Podrás descargar la versión de prueba en www.literatureandlatte.
com/trial.php. Aunque la página está en inglés, la aplicación puede
configurarse para trabajar con ella en español.
Ywriter
Podría llamarse el hermano pequeño de Scrivener. También centrado
Plume Creator
Otro programa del mismo estilo que los dos anteriores, aunque todavía
en desarrollo y solo disponible para Windows y Linux. Tiene la ventaja de
que es software libre de código abierto, con lo que puede ser mejorado por
los propios usuarios y desarrolladores de la comunidad. Más información
en plume-creator.eu.
Writing Studio
Herramienta en linea para crear tus manuscritos, corregirlos y
publicarlos en diferentes tiendas de libros electrónicos directamente
desde su plataforma. Puede interesar a aquellos escritores que busquen
simplificar el proceso y no complicarse la vida, aunque a mí me parece
un poco limitada y tiene la desventaja de que solo está en inglés. Más
información en http://writing-studio.com/
Ulysses App
Aunque solo está disponible para iOS y macOS, es un procesador
de textos bastante interesante por las opciones que ofrece: escritura
sin distracciones, organizador de contenidos, copias de seguridad
automáticas, etc. Resulta bastante intuitivo y está disponible en español.
¡Ojo! El sistema de pago que ofrecen es el de suscripción (mensual
o anual), lo que significa que en el momento en el que dejas de pagar
pierdes el acceso al programa y a todo el contenido que tuvieras en él. Más
información en www.ulyssesapp.com.
Calmy Writer
150
Coffitivity
Aplicación gratuita que recrea el ambiente de una cafetería, sonido
de fondo que dicen algunos estudios aumenta nuestra concentración y
creatividad. No puedo asegurarte si esto es verdad, pero a mí sí que me
resulta relajante a la hora de escribir.
Disponible para iOS, Android y aplicación web en coffitivity.com.
151
Buscador de plagios
Si eres de los que se preocupan mucho por el plagio y te da miedo
subir tus textos a un blog o página web, estas dos aplicaciones en línea
te permiten buscar en Internet cualquier sitio que esté duplicando tu
contenido.
Copyscape: www.copyscape.com
Plagiarisma: www.plagiarisma.net
1. Sé discreto
No le cuentes tu historia a nadie hasta que no esté escrita. Esto no te
lo digo porque vayan a plagiarte, sino porque cuando tenemos una idea
que nos apasiona sentimos la necesidad de compartirla de inmediato.
Sin embargo, al contársela a otras personas muchas veces se disipan esas
ganas de escribirla, esa urgencia por darle forma. Mejor guárdatela para ti,
de momento.
2. Crea hábitos
Construye tu rutina, tus hábitos de escritura adaptados a tus
circunstancias y cúmplelos. Si quieres, puedes ponerte multas o premios
para reforzar ese hábito. Yo siempre he sido más partidaria del refuerzo
positivo, pero eso depende de cada uno. Lo importante es que cuentes con
un tiempo concreto para dedicarle a tu novela y lo cumplas, sin excusas.
3. Déjate llevar
Una vez tengas todo preparado para enfrentarte a tu primer borrador,
intenta escribirlo rápido para no bloquearte. No te detengas a perfeccionar
cada frase porque puedes quedarte atrapado en esta etapa. Ahora es el
momento de construir la historia; ya habrá tiempo para revisar después.
4. Ve paso a paso
Si todavía no has construido tus propios hábitos de escritura, deberías
153
6. Textus interruptus
Para no perder las ganas de escribir, un truco muy frecuente entre
los escritores es el de dejar sin terminar un capítulo o escena que estés
escribiendo. De esta forma tendrás más ganas de ponerte manos a la obra
en la siguiente sesión de escritura y sabrás cómo continuar.
Escribe muchísimo y lee tanto como puedas. Eso sí, lee siempre con
un cuaderno y un bolígrafo al lado para tomar nota de ese fragmento que
te llama la atención. Luego podrás volver sobre él y leerlo una y otra vez
155
APÉNDICE 1
Consejos para escribir peleas y escenas de lucha
Usa los objetos que haya alrededor de los personajes, échale imaginación.
Este consejo no lo aprendí de ningún literato, sino de Jackie Chan, que
de peleas también sabe un rato. Y tiende a emplear los elementos más
rocambolescos que tiene a mano para hacer que la lucha sea más original.
Además, ten cuidado con el número de personajes. Puede que sea una
batalla o una pelea numerosa, pero intenta centrar la atención en dos o
tres personajes como mucho. Lo contrario puede resultar confuso para el
lector y difícil de manejar para ti como narrador.
5. Mantén el ritmo
A no ser que se trate de un combate de taichí, nadie se pelea lentamente.
El ritmo de una pelea tiene que ser trepidante y provocar tensión. En este
sentido, el uso de frases cortas ayuda. Pero ojo, si solo pones frases cortas,
el ritmo puede ser monótono y conseguir el efecto contrario.
6. Vigila el vocabulario
Las palabras que selecciones para contar la pelea también afectarán al
ritmo y a la tensión. Los verbos evocan acción y aportan dinamismo, los
adjetivos tienden a frenar. Además, la sonoridad de las palabras puede ser
más o menos rotunda, tener más o menos fuerza. Una lectura de la escena
en voz alta te dará pistas para saber qué palabras funcionan y cuáles no.
7. Visualiza y muestra
Antes de escribirla, visualiza la pelea en tu mente, imagina los detalles
159
APÉNDICE 2
Cinco claves para escribir una novela coral
2. Busca el equilibrio
Si cada personaje tiene su propio arco y todos ellos son igual de
importantes, o más o menos igual de importantes, recuerda vigilar bien
tu estructura para asegurarte de que distribuyes sus apariciones de una
167
3. El narrador es fundamental
Cuando construyes una novela coral el narrador que escojas puede
marcar la diferencia. No existe un único narrador para este tipo de
historias, pero la elección puede darnos un efecto u otro, según lo que
busques. Los más habituales son:
APÉNDICE 3
Cómo escribir una novela corta
La longitud de una novela corta puede variar mucho, desde las veinte
mil hasta las setenta mil palabras, aunque la referencia general suele
situarse alrededor de las cuarenta o cincuenta mil. Pero no es solo la
extensión lo que define a este tipo de obras. La novela corta, también
conocida como nouvelle por su denominación inglesa, es un género
literario a caballo entre el cuento y la novela propiamente dicha, y suelen
darse en ella las siguientes características:
1. Nada de subtramas
Una novela corta se centra en una única trama, como en el cuento. En
un espacio tan breve no hay lugar para perderse con tramas secundarias.
Cuando escribas una novela corta, piensa bien qué quieres contar y enfoca
toda la historia en torno a ese único conflicto narrativo.
2. Pocos personajes
La novela corta tampoco es un género de numerosos personajes. Por
norma general, cuantos menos uses, mejor.
3. Precisión y concisión
Al igual que en el cuento, en la novela corta se busca la precisión. Cada
elemento está ahí por un motivo, ayuda a que la historia avance.
APÉNDICE 4
Cómo mostrar las nuevas tecnologías en tu novela
1. Estilo
La cantidad y la forma en la que introduzcamos estos elementos en
un cuento o una novela puede determinar su estilo. Antes de lanzarte a
por ello, reflexiona cómo quieres que sea el texto y si esa conversación por
Whatsapp o ese mensaje de texto encajan dentro del conjunto de la obra.
2. Universalidad
No siempre es necesario que especifiquemos el nombre de la aplicación
172
3. Forma
Ya que no existe una normativa estándar, las opciones para mostrar
este tipo de medios en un texto son muy variadas, pero en ningún
caso aconsejaría representarlo como un diálogo al uso. Como lectores,
estamos acostumbrados a que un diálogo tradicional, con sus rayas
y sus acotaciones, sea un diálogo de viva voz entre dos personas. Si
escribiésemos igual una conversación por Whatsapp o un intercambio de
mensajes de texto, resultaría confuso. Además, hay que tener en cuenta
que no nos expresamos igual por estos medios que oralmente.
SUE_12:28
No bromees, tía, que lo hemos pasado todos fatal.
Hasta me tiemblan las manos al es cribirte.
¿Estás sola?
ELIA_12:31
Ahora sí.
Mis padres están hablando con el médico,
pero no tardarán en volver.
SUE_12:31
173
ELIA_12:33
Despierta... ¡Y con móvil nuevo!
He tenido que caer en coma
4. Comprensión
Independientemente de la forma que elijas de mostrar esa conversación
o ese mensaje, la pregunta que has de hacerte siempre es: «¿Se entiende?».
174
5. Innovación
No tengas miedo y experimenta. Prueba fórmulas nuevas, atrévete
a arriesgar. Que sea tan nuevo no nos limita. Al contrario, nos hace más
libres.
APÉNDICE 5
Cómo manejar las elipsis en una novela
1. Partes distintas
Cuanto mayor sea el salto de tiempo que queramos dar, más importante
176
será marcarlo en la estructura. Por eso una opción puede ser dividir el
libro en partes. Por ejemplo, Al faro, de Virginia Woolf, cuenta con dos
partes, una que ocurre antes de la Primera Guerra Mundial y otra después.
La guerra en sí no aparece, es una gran elipsis.
2. Capítulos distintos
Otra forma de crear estos saltos de tiempo es a través de capítulos
distintos. Este recurso es el que utilicé en mi novela Niña de cristal, donde
cada capítulo corresponde a una escena. Por ejemplo, en el primer capítulo
la protagonista recibe una misteriosa llamada que la empuja a emprender
un viaje. En el segundo capítulo, la protagonista ya ha llegado al destino
de ese viaje, el trayecto fue algo que no incluí porque no era necesario ni
aportaba nada a la historia.
APÉNDICE 6
La descripción de personajes
Lo bueno, si breve…
Empecemos por analizar la cantidad de información que hay que
ofrecerle al lector cuando describimos a un personaje: ¿Tenemos que
explicarlo todo? ¿Describir cada detalle? ¿O es mejor dejar que el lector se
lo imagine por sí mismo? Hay autores a los que les gusta dar todos los
detalles posibles sobre sus personajes mientras otros pasan por encima o
no cuentan nada sobre su apariencia. Ambas opciones son válidas, pero
seguro que si te has encontrado alguna vez con una descripción de varias
páginas sobre el aspecto de un personaje, te habrá resultado tedioso. Eso
es porque las descripciones, cuanto más concisas y exactas, mejor. Si
hay muchos rasgos que quieres mostrar de tu personaje, mejor divídelos
en descripciones más pequeñas y repártelas por el texto, buscando el
momento exacto para cada una.
Marca la diferencia
No es necesario que expliques todos y cada uno de los detalles de la
apariencia de un personaje para describirlo, sobre todo si estos detalles son
los de cualquier persona «normal». A veces es mejor centrarse en aquello
179
que hace diferente al personaje: una cicatriz, un tinte de pelo extraño, una
mirada peculiar, una sonrisa torcida… Estos son rasgos que aportan más
información al lector que si le decimos que alguien tiene una cara común,
un cabello liso y largo, los ojos castaños, etc.
Mantén un orden
Cuando realices una descripción, no vayas dando saltos de la cabeza
a los pies, luego las manos, la ropa, de vuelta a la cabeza… Acabarás
por marear al lector. Haz una lista de los rasgos que quieres destacar y
ordénalos de una forma lógica: empieza por lo más llamativo y termina
en los detalles; y hazlo siempre por partes, como si realizaras una mirada
panorámica de arriba a abajo, o viceversa.
¿Por qué crees que te gustan? ¿Qué palabras usa su autor o autora? ¿Qué
adjetivos? ¿Cómo introduce las descripciones? Sé que la lectura es un tema
en el que insisto mucho, pero ¡no hay mejor escuela!
APÉNDICE 7
Cómo construir un universo de ficción distópica
1. Busca la analogía
La mayor parte de los autores de ficción distópica utilizan el universo
inventado para denunciar o resaltar un problema en su propia realidad.
3. Determina el funcionamiento
El tercer paso es más complicado pero también más divertido. Consiste
en imaginar con todos los detalles que puedas cómo funciona la sociedad
que estás creando: ¿cómo se organiza? ¿Qué leyes y restricciones tiene?
¿Cuáles son los castigos? ¿Cómo vive la gente? ¿Dónde vive? ¿Cuál es el
sistema económico? ¿Qué idiomas hablan? ¿Qué razas o clases sociales
existen? Cuanto más detalles consigas crear, más profundo y real será tu
universo distópico.
5. Busca el conflicto
Ahora, llega el momento de ponerse en el lugar de los ciudadanos de
esa sociedad. ¿Cómo es su día a día? ¿A qué tienen que enfrentarse? ¿Qué
problemas y conflictos se encuentran? Al responder a estas preguntas,
seguramente empezarás a dar forma a lo que será la historia final. Puede
que incluso te encuentres con alguno de los protagonistas.
APÉNDICE 8
Cómo dividir una novela en capítulos
Como ves, no hay reglas que marquen la duración. Depende del escritor
y de la historia. Lo que sí importa es que aprendas a diferenciar las unidades
en las que se puede dividir la novela para usarlas a tu conveniencia:
Estas preguntas no tienen por qué estar escritas tal cual en la narración,
sino que se las hace el lector según lo que le hayamos contado. Por ejemplo,
el detective protagonista que cree que su enemigo está muerto, recibe una
misteriosa carta firmada por este. Ese instante, ese giro narrativo, es un
momento perfecto para cambiar de capítulo, mientras el lector aún se está
preguntando: «Entonces… ¿está vivo su enemigo?».
APÉNDICE 9
Cómo escribir escenas que enganchen a tus lectores
Una escena es aquel fragmento de la obra que forma una unidad menor
dentro de la trama, ya sea porque tiene unos mismos personajes, ya sea
porque ocurre en un mismo escenario o contiene una misma acción. Pero
no todas las escenas son iguales. Según lo que ocurra en ellas pueden
ser etiquetadas como escenas de acción, escenas de reacción o escenas
de ambientación. Conocer en qué se diferencian cada una de ellas nos
ayudará a estructurar mejor nuestras historias y a manejar la tensión
narrativa con soltura.
Escenas de acción
A pesar del nombre que llevan, no implica que tenga que haber
peleas, explosiones ni nada por el estilo. Lo que quiere decir es que nos
encontramos en una escena en la que ocurre algo o, mejor dicho, en la que
el personaje hace algo con el fin de conseguir su objetivo.
Escenas de reacción
Las escenas de reacción son aquellas en las que el protagonista
reacciona a algo que le ha ocurrido en la historia, mostrando al lector cómo
se siente o cómo se comporta en esas circunstancias. Por ejemplo, el héroe
que se había apuntado a clases de kárate pierde un pequeño combate y se
deprime, creyendo que ya no tiene nada que hacer.
Escenas de ambientación
Por último, podemos encontrarnos en menor medida con escenas de
ambientación. Son aquellas en las que se resuelve un problema ajeno a la
trama principal, que no hace avanzar la historia, o se aporta información
sobre el mundo en el que se desarrolla la novela. En estas escenas no ocurre
nada relevante para la trama, al menos en apariencia, aunque nos ayudan
a desarrollar mejor al personaje y su mundo.
APÉNDICE 10
Estructura tu novela según la intensidad de las escenas
Aunque acertada, esta puede ser una visión general y bastante plana de
cómo estructurar una novela, porque da la sensación de que tenemos que
conseguir que cada escena sea más intensa que la anterior, cosa que no solo
es innecesaria, sino que en ocasiones puede resultar contraproducente.
4. Puntos de giro. Los puntos de giro son escenas especiales en las que
la trama cambia o toma una dirección distinta. Para definirlos de una
forma más profana, se trata de esos momentos en los que, como lectores,
nos quedamos con la boca abierta o muy intrigados por lo que acaba de
pasar.
Intensidad: alta.
Ubicación: tanto la colocación como el número de puntos de giro de
una historia suelen depender del número de actos que esta tenga. Para
una historia de estructura clásica en tres actos (presentación, nudo y
desenlace), lo normal son dos o tres puntos de giro, aunque puede haber
más.
El punto de giro imprescindible en toda estructura de tres actos es el
que nos hace pasar del primer acto al segundo. También se suele colocar
más o menos sobre la mitad del segundo acto otro punto de giro para que
la tensión narrativa no decaiga.
7. Escenas de revelación
A medio camino entre una escena de incremento de la tensión y una
escena de punto de giro, nos encontramos las escenas de revelación, que
son aquellas en las que se descubre una información o un elemento de
vital importancia para la trama y que el lector o el personaje desconocía
hasta el momento.
Intensidad: media-alta.
Ubicación: pueden aparecer en cualquier parte de la historia.
8. Escenas de crisis
Las escenas de crisis en una historia se parecen bastante al clímax, pero
sin llegar a su intensidad. Son esos momentos en los que los protagonistas
se van encontrando pequeños obstáculos en su camino y tienen que
enfrentarse a ellos.
Intensidad: media-alta.
Ubicación: pueden aparecer en cualquier parte de la historia.
9. Clímax
La escena del clímax se parece a las escenas de crisis en el sentido de
que en ella el protagonista también ha de enfrentarse a un obstáculo, solo
que en esta ocasión se trata del obstáculo definitivo, el más grande, el que
decidirá por fin si consigue su objetivo o no.
Intensidad: muy alta. Es la escena más intensa de la historia.
Ubicación: solamente hay una escena de clímax por historia y esta
siempre precede al último acto o desenlace.
acto, nos encontramos con las escenas de resolución, mucho más bajas de
intensidad, pero muy necesarias en algunas historias donde quedan cosas
por explicar o se quiere mostrar lo que pasa con los personajes una vez
terminada la aventura.
Intensidad: baja.
Ubicación: en el último acto, después del clímax.
APÉNDICE 11
Cómo escribir sobre un lugar en el que no has estado
del siglo XV, lo tendremos más complicado. Por desgracia aún no han
inventado el Google History View. Pero bueno, al menos podremos darnos
un garbeo por el casco antiguo de Girona e intentar hacernos una idea de
cómo pudo haber sido en otra época.
APÉNDICE 12
Cómo escribir los primeros párrafos de una novela
En la primera página del libro ha de suceder algo y este algo tiene que
causar interés en el lector. Por ejemplo, Ensayo sobre la ceguera, de José
Saramago, comienza en medio del caos del tráfico de una ciudad, cuando
201
«Tom echó una mirada por encima del hombro y vio que
el individuo salía del Green Cage y se dirigía hacia donde él
estaba. Tom apretó el paso. No había ninguna duda de que
el hombre le estaba siguiendo. Había reparado en él cinco
minutos antes cuando el otro le estaba observando desde
su mesa, con expresión de no estar completamente seguro,
aunque sí lo suficiente como para que Tom apurase su vaso y
saliera rápidamente del local».
¿Por qué no hay que empezar por ahí? Porque al lector todavía no le
interesa. Si empezamos por el backstory es probable que lo aburramos.
Primero hay que intrigar al lector, introducirle en el mundo de la historia,
dejar que conozca a los personajes y sus conflictos. Cuando lo hayamos
logrado, será el momento de contarle todo lo que necesitemos que sepa
del backstory, porque entonces ya estará metido en la historia y querrá
saberlo.
Lista de obras de ficción que uso como ejemplo a lo largo del libro
(en orden de aparición)
Nota de la autora