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EL OS<

MONJJ
TIMOTHY RADCLIFI
MAESTRO DE LA ORDEN DE PREDICADC
BiBVOT^CA DOMINICANA
TIMOTHY RADCLIFFE,
32 Maestro de la Orden de Predicadores

EL OSO Y LA MONJA

3." edición

Editorial San Esteban


SALAMANCA
1
El oso y la monja.
El sentido de la vida religiosa hoy *

1.a edición, agosto, 1999


2. a edición, marzo, 2000
3. a edición, abril, 2001 1. A LA BÚSQUEDA DE UNA HISTORIA

Se me pidió hablaros sobre "qué sentido tiene hoy la


vida religiosa". La pregunta se impone con urgencia a los
religiosos hoy porque, muchos de entre nosotros, se pre-
guntan si el modo de vida con el que estamos compro-
metidos tiene el menor sentido. Hay menos vocaciones
que antes en E u r o p a Occidental; en Francia m u c h a s
Congregaciones disminuyen y algunas mueren; ser reli-
gioso hoy no aporta ya el mismo estatus ni el respeto que
suscitaba. Nos parece haber perdido nuestro papel en la
Iglesia que parece convertirse en algo más clerical, y haber
perdido también nuestra importancia en una sociedad
Texlos de la Secretaría General O.P. (Roma) donde los laicos hacen ahora tantas cosas realizadas antes
Edición al cuidado de Bernardo Fueyo en gran parte por los religiosos. Con el nuevo sentido de
la santidad del matrimonio, nuestro modo de vida ya no
© Editorial San Esteban, 2001
se considera más perfecto que otros. Es comprensible
Apartado 17 - 37080 Salamanca (España)
Teléfonos: 34 / 923 21 50 00 - 923 26 47 81 pues que muchos religiosos se pregunten: "¿Qué sentido
Fax: 34 / 923 26 54 80 tiene hoy la vida religiosa?".
E-mail: edit.sanesteban@rctemail.es
En esta situación sería natural intentar encontrar el
ISBN: 84-8260-064-8 sentido de la vida religiosa en algo que nos es peculiar,
Diseño de cubierta: Helvética Edición y Diseño algo que hacemos nosotros y que nadie más hace, algo
Depósito legal: S. 356-2001

Imprenta Calatrava, Soc. Coop. * Conferencia a los Superiores Mayores Franceses, octubre 1998.
Políg. El Montalvo. Tel. y Fax 923 19 02 13 - 37008 Salamanca

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que nos dé nuestro puesto especial, nuestra identidad momento de cambio profundo, entonces tiene necesidad
específica. Somos corno herreros en un mundo de auto- de un nuevo tipo de historias que den sentido a su vida.
móviles, a la búsqueda de un nuevo papel. Tengo la sen- Mostraré que la crisis fundamental del sentido en
sación de que ésta es una de las razones por las que los nuestra sociedad es que la historia subyacente en la cul-
religiosos con frecuencia hablamos con ardor de noso- tura europea, desde hace varios siglos, no tiene ya senti-
tros mismos como profetas. Decimos ser la parte prole- do. Es una historia de progreso, de supervivencia del más
tica de la vida de la Iglesia, ¡pero no como solución a adaptado, del triunfo del más fuerte. El héroe de esta his-
nuestra crisis de identidad! Me gustaría, más bien, salir toria es el yo moderno. El (generalmente es un hombre)
a otras partes, a conocer el sentido de la crisis que atra- está solo y está libre. Es la historia implícita de nuestras
viesa la sociedad occidental. Creo que la vida religiosa es novelas, de nuestras películas, de nuestra filosofía, de
más importante que antes y esto por la manera en que nuestra economía y de nuestra política. Pero ha cesado
somos llamados a afrontar la crisis de sentido de nues- de dar sentido a nuestra experiencia. Tomaré como sím-
tros contemporáneos. Nuestra vida debe ser una respuesta bolo de esta historia el cartel de un oso que, con bastan-
a la pregunta: "¿Qué sentido tiene hoy la vida humana?". te frecuencia, he visto en las paredes de Roma.
Quizá éste ha sido siempre el testimonio primero de la Así somos nosotros: una sociedad hambrienta de una
vida religiosa. nueva historia que dé algún sentido a nuestra identidad.
¿Cómo se puede empezar a reflexionar en una cues- Creo que el sentido de la vida religiosa consiste en res-
tión tan amplia como la crisis de sentido contemporá- ponder a esta pregunta: "¿Qué sentido tiene hoy la vida
nea? Para decir algo que sea apropiado, sería necesario humana?". La gente debe poder reconocer en nuestras
haber estudiado libros sobre la modernidad y la postmo- vidas una invitación a ser un ser humano de una forma
dernidad. No los he leído. Mi excusa es que, viviendo en nueva. El símbolo de esta otra historia será para mí una
la carretera, no he tenido tiempo. Pero la verdad es que, monja cantando en las tinieblas de la noche junto al cirio
si tuviera que leer estos libros, probablemente tampoco pascual.
los comprendería. Están escritos principalmente para Deseo, pues, ofreceros este contraste entre dos imá-
franceses inteligentes y ¡superan la comprensión de un genes, dos historias: la de un oso y una monja. Me gus-
inglés! Intentaré, por el contrario, un acercamiento más taría ponerlos en contraposición considerando los tres
sencillo. Me gustaría proponeros el contraste entre dos elementos necesarios en toda narración: una historia
imágenes, dos historias implícitas de la vida h u m a n a . que evoluciona en el tiempo, los acontecimientos que
Toda cultura tiene necesidad de historias para encar- hacen avanzar la historia y los actores. Si nuestros con-
nar la comprensión de lo que significa ser un ser huma- temporáneos se sienten perdidos y desorientados, ham-
no, de lo que es un modelo de vida. Tenemos necesidad brientos de sentido, es porque las historias modernas
de historias que nos digan quiénes somos y a d ó n d e no dan ya sentido a nuestra experiencia del tiempo, de
vamos. Cuando una sociedad vive una crisis de sentido, los acontecimientos y de lo que significa ser una per-
uno de los síntomas es que las historias contadas por sona. Los religiosos, deberíamos encarnar otra manera
esta sociedad no dan ya sentido a nuestra experiencia. de estar en la vida.
Ya no se adaptan. Cuando un a sociedad atraviesa un

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2. LA TRAMA Y EL TIEMPO en absoluto, al país de la tierra prometida? Incluso la
Iglesia, que parecía orientarse hacia una renovación y
Permitidme comenzar contándoos la historia del oso.
una nueva vida en el Concilio Vaticano II, no parece saber
Hace un año los muros de Roma estaban cubiertos de car-
a dónde va.
teles con un gran oso enfurecido. Y la leyenda del cartel
Hay en el corazón de la modernidad una contradic-
decía: "la forza del prezzo giusto": la fuerza del justo pre-
ción, y eso es lo que hace que su historia ya no sea plau-
cio. La historia humana es la narración de un proceso ine-
sible. Por un lado, el oso es efectivamente irresistible. Por
vitable, a través de la liberalización del mercado. El mejor
todas partes el mercado mundial triunfa de todos sus ene-
sistema económico debe triunfar. El oso es el vencedor.
migos. El comunismo ha caído en la Europa del este, e
Cuando yo era niño (y observándoos imagino que
incluso en China parece estar a punto de sucumbir. Pero,
muchos de vosotros también erais niños en esa época)
por otro lado, la historia no nos conduce al Reino. Lo que
se podía todavía creer justamente que la humanidad esta-
nosotros tenemos ante los ojos es la pobreza creciente y
ba en el camino de un futuro radiante. Pero ya se perfi-
la guerra. Incluso los tigres asiáticos están enfermos. El
laban sombras. Nacía una semana antes del fin de una
oso es irresistible, pero está despedazándonos. Así la
guerra que tuvo cincuenta millones de muertos. Hemos
trama de los tiempos modernos contiene una insoporta-
sabido, poco a poco, del holocausto y los seis millones
ble contradicción. Ya no podemos encontrarnos ahí.
de judíos muertos en los campos de exterminio. Crecí
No podemos vivir sin historia. Como hemos llegado
bajo la a m e n a z a de la bomba. Recuerdo a mi m a d r e
a d u d a r de la m a r c h a del futuro de la h u m a n i d a d , se
haciendo acopio de cajas de conservas en la bodega, por
necesitan otras historias para llenar el vacío. Serán qui-
si estallaba una guerra nuclear. Y, sin embargo, era posi-
zás historias milenarias del fin del mundo, historias de
ble aún agarrarse a la idea de que la humanidad avan-
extraterrestes, historias de victoria en la copa del mundo
zaba. Cada año veíamos la independencia otorgada a
(bravo por Francia...). Con bastante frecuencia es lo que
nuestras antiguas colonias, la medicina eliminaba enfer-
llamamos en inglés "soap operas", las series insignifi-
medades como la tuberculosis y la malaria. Seguramente
cantes de televisión. Recientemente el último episodio
pronto se vería también acabar con la pobreza. Incluso
de una "soap operas", ha sido vista en los Estados Unidos
los aviones y los coches iban más deprisa cada año. Las
por ochenta millones de personas. Los restaurantes cerra-
cosas irían a mejor.
ron por la tarde. El anuncio de que un asteroide gigan-
Hoy estamos menos seguros de nosotros. La zanja
te chocará contra la tierra el 26 de octubre del 2028 ha
entre ricos y pobres continúa ahondándose. La malaria
levantado menos interés. Habiendo cesado de creer ef>
y la tuberculosis están de vuelta y, de aquí a un año, habrá
el mito del progreso, nos refugiamos en la ficción.
probablemente cuarenta millones de personas afectadas
Es quizá la sed de una historia lo que explica la extra-
de sida. Sólo en Europa el paro afecta a veinte millones
ordinaria reacción ante la muerte de la princesa Diana-
de personas. Los sueños de un mundo justo parecen estar
Los ingleses son, como sabéis, gente muy poco emoti-
alejados. ¿A dónde va la humanidad? ¿Tiene sentido nues-
va o, al menos, así les gusta imaginárselos a los france-
tra historia, tiene alguna dirección? ¿O bien estamos
ses, pero nunca he visto una pena semejante. Era c o m °
dando vueltas, vagando en el desierto, sin acercarnos,
si la historia en el corazón de la humanidad se hubiera

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ll
cerrado bajo el puente de París. Millones de personas han diciendo estas palabras: "Cristo ayer y hoy, principio y
llorado como si se hubiera perdido su mujer, su marido, fin, alfa y omega. El tiempo entero le pertenece y todas
su hijo o su madre. Por todas partes adonde voy, sé que las edades. A Él poder y gloria por los siglos de los siglos.
al final van a preguntarme por la princesa. Después de Amén".
esta conferencia espero responder alguna pregunta sobre La vida religiosa es, quizá, ante todo, un Amén vivien-
ella... En Vietnam me dijeron, incluso, que me parecía al te a esta perspectiva t e m p o r a l más larga. Es en esta
príncipe Guillermo. Me encantó oírlo, pero estas gentes extensión de la historia entre el alfa y el omega, desde
son de una cortesía tan extrema... Fue el "soap operas" la creación hasta el Reino, donde todo ser h u m a n o debe
del mundo. Tal vez su historia decía algo a tanta gente encontrar su sentido. Nosotros somos los que viven para
justamente porque en ella podíamos vernos nosotros mis- el Reino, para el t i e m p o en que, como dijo Julián de
mos. Era una persona buena, pero no perfecta, que se Norwich, "todo estará bien, toda suerte de cosas serán
interesaba realmente por los otros, alguien para quien la buenas".
vida hubiera debido ser maravillosa y, sin embargo, inex- La vocación que saca más radicalmente a la luz esta
plicablemente fue un fracaso. Es un historia triste y fútil, apertura del futuro es la de los monjes y monjas con-
evocando la futilidad resentida de tantas personas que se templativos. Su vida no tiene ningún sentido si no están
preguntan a dónde va su vida. en el camino del Reino. El cardenal Basil Hume es el cris-
¿En qué sentido puede la vida religiosa sugerir otra tiano más respetado en Inglaterra en parte porque es
trama, una historia alternativa? monje. Él ha escrito esto de los monjes: "Nosotros no con-
Dejadme que os proponga otra imagen. Este año cele- sideramos que hayamos tenido una misión o una función
bré la Pascua en un monasterio de monjas dominicas particular en la Iglesia. No fuimos destinados a cambiar
contemplativas. El monasterio estaba edificado en una el curso de la historia. Estamos allí, es todo, casi por acci-
colina detrás de Caracas, en Venezuela. La iglesia estaba dente desde un p u n t o de vista h u m a n o . Y, felizmente,
llena de gente joven. Encendimos el cirio pascual y lo continuamos estando allí. Es todo".
colocamos en su soporte. Una monja joven acompañán- Los monjes están allí, es todo y su vida no tiene nin-
dose de la guitarra entonó un canto de amor junto al cirio. gún sentido sino anunciar el final de los tiempos, este
El canto tenía toda la ronca pasión de Andalucía. Confieso encuentro con Dios. Están como esas gentes que esperan
que me conmovió enormemente contemplar esta imagen la parada del autobús. Solo el hecho de que ellos estén
de la monja entonando, en medio de la oscuridad de la allí indica que el autobús debe llegar con toda seguridad.
noche, un canto de a m o r al fuego recién nacido. Esta No tiene sentido provisional o sentido parcial. Ni niños,
imagen sugería que estamos cogidos por otro drama, por ni carrera, ni realizaciones, ni promoción, ni utilidad. Es
otra historia. Esta es nuestra historia, y no la del oso enfu- por una ausencia de sentido por lo que su vida revela una
recido que devora a sus rivales. plenitud de sentido que no podemos definir. Todo, como
En primer lugar, la monja que canta en la noche, la tumba vacía, anuncia la Resurrección o el destello en
sugiere que la t r a m a fundamental de la historia de la la órbita de una estrella, señala al invisible planeta.
h u m a n i d a d no es ya la que r e p r e s e n t a b a el oso. Allá El monacato occidental ha nacido en un momento de
afuera, en el jardín, el celebrante había grabado el cirio crisis. Mientras el Imperio Romano moría lentamente

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bajo los asaltos de los bárbaros, Benito se fue a Subiaco cuando canta las alabanzas de Dios. Incluso en la oscu-
y fundó una comunidad de monjes. Entonces, cuando la ridad, entre el comienzo y el fin, se puede encontrar a
historia de la humanidad parecía no ir a parte alguna, Dios y glorificarlo. Ahora es el momento. Cuando espe-
Benito fundó una comunidad de gentes para quienes la ra ser asesinado, Jesús dice a sus discípulos: "En el mundo
vida no tenía otro sentido que el de indicar este fin últi- tendréis que sufrir. Pero ¡tened ánimo! Yo he vencido al
mo, el Reino. Mundo" (Jn 16, 33). Ahora es el momento de la victoria
Se podría decir que la vida religiosa nos fuerza a vivir y la alabanza.
abiertamente y a descubrir la crisis moderna. La mayo- Esto sugiere un nuevo sentimiento del tiempo. Lo
ría de la gente sigue un modelo de vida y una historia que que da su forma al tiempo no es la historia del inevita-
permite mantener la pregunta principal a distancia. Una ble progreso hacia la riqueza y el éxito. La forma escon-
vida puede tener su propia significación en el enamo- dida de nuestra vida es el crecimiento en la amistad de
rarse, casarse, tener hijos, luego nietos. La historia de Dios, cuando nosotros Lo encontramos en el camino y
otro encontrará su sentido en u na carrera, en escalar decimos Amén. No es solamente el fin de la historia lo
puestos de promoción, haciendo fortuna e, incluso, alcan- que le da sentido. El motivo de mi vida es el encuentro
zando notoriedad. Se pueden contar muchas historias con Dios y mi respuesta a su invitación. Es lo que hace
para dar un modelo provisional en un sentido a nuestra de mi vida no un a simple continuación de aconteci-
estancia en la tierra. Y esto es justo y bueno. Pero nues- mientos sino un destino. Como dijo Cornelius Ernst, OP:
tros votos no nos ofrecen esta consolación. No tenemos "El destino es la llamada y la invitación del Dios del amor
matrimonio que dé forma a nuestra vida. No tenemos a lo que nosotros le deberíamos responder con un sen-
carreras. Estamos desnudos frente a la pregunta: ¿qué timiento creador y lleno de amor" '. Incluso en las tinie-
sentido tiene la vida humana? blas, en la desesperación, cuando ya nada tiene sentido,
No basta con sentarse y esperar la venida del Reino. podemos encontrar al Dios de la vida. Como escribió un
Los hermanos más jóvenes no están, a veces, de acuerdo filósofo judío: "Cada instante puede ser la pequeña puer-
conmigo, pero es preciso salir de la cama cada m a ñ a n a ta por la que el Mesías puede entrar". La historia de nues-
para hacer algo. Incluso los monjes y las monjas deben tras vidas es la historia de este encuentro con el Dios que
hacer algo. Recuerdo haber preguntado un día a un her- viene en la oscuridad como un amante. Es lo que noso-
mano, particularmente perezoso, por lo que él hacía. Me tros celebramos glorificándolo.
respondió que él era "signo escatológico", esperando la Los momentos más emotivos que he vivido estos seis
venida del Reino. ¿Cómo valoramos lo que hacemo s últimos años han sido posibilidades de compartir con
ahora? La mayoría de nosotros pasamos nuestros días mis hermanos y hermanas la alabanza de Dios en las cir-
en actitudes útiles, enseñando, trabajando en los hospi- cunstancias más difíciles. En un monasterio, en Burundi,
tales, ayudando en las parroquias, ocupándonos de los después de haber viajado a través de un país desgarra-
olvidados. ¿Qué dice nuestra vida diaria de la historia de do por la violencia étnica; en Iraq, mientras esperába-
la humanidad? mos que cayeran las bombas; en Argelia, con nuestro
Volvamos a esta monja joven. Estamos en el corazón
de la noche y ella entona ese canto salvaje. Es en la noche 1. The theology ofgrace, Dublin, 1974, p. 82.

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hermano Pedro Claverie antes de su asesinato. Es esen- Recientemente me encontré con los promotores de
cial para la vida religiosa que cantemos las alabanzas de Justicia y Paz de la Orden, en América Latina. Es una
Dios, incluso en la noche. Cantamos los salmos, el tehi- nueva generación, ¡no viejos sexagenarios como yo!
llim, el libro de las alabanzas. Medimos la jornada por Hombres y mujeres jóvenes que tienen un sueño en la
las horas del Oficio Divino, en la Liturgia de los salmos, vida. Yo esperaba encontrarlos desanimados, vista la
y no solamente por las horas mecánicas del reloj. "Siete situación económica que empeoraba, la violencia que se
veces al día te glorifico". Al menos dos veces para la mayo- acrecentaba, la desintegración social en su continente.
ría de nosotros. ¡En absoluto! Dicen que es justamente ahora, cuando
Recuerdo una historia que ilustra bien cómo el tiem- han desaparecido todas las utopías, cuando el Reino pare-
po de la alabanza puede coincidir con el tiempo del reloj, ce más lejano que nunca, cuando nosotros, los religio-
el tiempo de la modernidad. Cuando uno de mis herma- sos, debemos jugar nuestro papel. Nadie más podría
nos era pequeño, en la escuela, vino un día un dentista soñar ahora. Pero se lucha hoy por un mundo más justo,
a dar un curso de higiene dental a los niños. Preguntó en cuando se tiene la impresión de no avanzar. Esto signi-
la clase cuándo era preciso lavarse los dientes. Silencio fica que es preciso ser una persona de profunda oración.
absoluto. Él insistió: "¡Vamos!, ¿no sabéis cuándo debéis Como ha escrito nuestro hermano brasileño, Frey Betto:
cepillaros los dientes? ¿Por la mañana, por la tarde...?". "Hoy, para creer en la justicia y en la paz, es necesario
Esto debió desencadenar un resorte en el espíritu de estos ser un místico".
buenos pequeños católicos que sabían bien su catecis-
mo. Respondieron todos: "Antes y después de las comi- 3. LA ACCIÓN
das". "Excelente", dijo el dentista, y los niños añadieron:
"En la tentación y a la hora de nuestra muerte". Pues Hay un segundo contraste que me gustaría destacar
bien, ¡si nosotros nos cepilláramos siempre los dientes entre la historia del oso y de la monja, y se refiere a la
en el instante de las tentaciones, podríamo s evitar manera como tienen lugar las cosas. ¿Cuál es el motor
muchos pecados! de la historia? ¿Qué es lo que hace avanzar la narración?
El ritmo regular de la alabanza está bien, ya que pro- Necesitamos tanto una trama como unos hechos.
porciona un sencillo optimismo, confiando que todo irá Hemos visto ya que el oso representa la lucha com-
bien al final. Proclamamos que incluso ahora, en el petitiva por la supervivencia. Lo que anima la historia es
desierto, el Señor de la vida viene a nosotros y da forma esta competición en la cual los débiles perecen y los fuer-
a nuestra existencia. En este sentido la vida religiosa tes prosperan. Se estudie la evolución o la economía, así
debería ser verdaderamente profética, pues es el profe- es exactamente como suceden las cosas. Es el principio
ta el que ve el futuro haciendo irrupción en el presente. básico de la historia moderna. El motor que empuja la
Como dijo Habacuq: "Pues aunque la higuera no brota- historia es la libre competencia que elimina lo defectuo-
ra ya; y aunque no hubiera ya nada que cosechar en las so, lo desesperado, lo no viable.
viñas, y a u n q u e el fruto del olivo fallara, (...) ¡yo, sin Pero, una vez más, vemos allí una contradicción. Este
embargo, me regocijaré en Yahvé, saltaré de alegría en oso simboliza la libertad que está en el corazón de la
Dios, mi salvador! (3, 17-18). modernidad: libertad para competir en el libre mercado

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donde cada uno es libre de escoger lo que quiera. Sin lugares de muerte y violencia, confiados en el Señor que
embargo, nosotros hemos visto que esta libertad es tam- resucita a los muertos. Por todas partes donde la violen-
bién, hasta cierto punto, ilusoria. Estamos cogidos por cia castiga, en Ruanda, en Burundi, en el Congo, en
una transformación general del mundo que nos vuelve Chiapas, se pueden encontrar religiosos y religiosas cuya
impotentes, y que nadie es capaz de detener, una trans- presencia es un signo de esta otra historia, la cantada por
formación que destruye comunidades y devora el plane- nuestra monja. Naturalmente, aquí, en Francia, pensa-
ta. Así el corazón de la historia moderna encuentra una mos en los n u m e r o s o s religiosos muertos en Argelia.
doble contradicción. Se nos ofrece el progreso, y encon- Todos conocéis demasiado bien estas palabras maravi-
tramos la pobreza; se nos ofrece la libertad, nos halla- llosas de Christian de Chergé, prior de los monjes tra-
mos impotentes. ¿Qué otra historia puede encarnar la penses, cuando escribió su último testimonio espiritual,
vida religiosa? poco antes de su muerte. Espero que me permitiréis repe-
Volvamos nuevamente a esta monja joven que ento- tirlas una vez más:
na su canto de amor en la oscuridad de la noche. Re- "Cuando se presiente un a-diós
presenta otra manera de relatar la historia. La que ella Si me sucediera un día -y esto podría ser hoy- ser víc-
celebra es la de un hombre derribado por los fuertes, pero tima del terrorismo que parece querer amenazar ahora
que vive para siempre. Los voluminosos osos de Roma y a todos los extranjeros que viven en Argelia, me gustaría
de Jerusalén devoran al pequeño hombre de Galilea. Lo que mi comunidad, mi Iglesia, mi familia, recordaran
que celebramos en esta historia no es la fuerza superior que mi vida estuvo entregada a todos y a este país. Que
de Dios, Dios el oso más grande, sino su absoluta creati- acepten que el Maestro único de toda mi vida no podría
vidad en la Resurrección de Jesús de entre los muertos. ser extranjero en esta partida brutal. Que recen por mí.
No puede haber historia a no ser que suceda algo ¿Cómo seré hallado digno de una ofrenda semejante? Que
nuevo. Las historias nos dicen cómo cambian las cosas. sepan asociar esta muerte a tantas otras tan violenta-
Pero el modelo del cambio en la modernidad es el de la mente perdidas en la indiferencia del anonimato (...).
supervivencia del más fuerte. La evolución, biológica o Esta vida perdida, totalmente mía, y totalmente suya,
económica, aporta cambio, pero a través de la compe- rinde gracia a Dios que parece haberla querido toda ente-
tencia por sobrevivir. Es entonces cuando la historia de ra para aquella alegría, a pesar de todo".
nuestra monja propone una novedad todavía más radi- La p r e p a r a c i ón de semejante testimonio consiste
cal, el inimaginable don de una vida nueva. Glorificamos ciertamente en que toda c o m u n i d a d religiosa sea un
a Dios que dice: "he aquí que hago nuevas t o d a s las lugar donde aprender cómo nacer a través de la muerte
cosas". Nosotros, los religiosos, estamos llamados a ser y resurrección. Una tía abuela mía se hizo religiosa del
signos de la indecible novedad de Dios, de su inefable Sagrado Corazón. A la edad de siete años, asustó a sus
creatividad. numerosas hermanas clavando en la pared de la habita-
¿Cómo hemos de ser, nosotros religiosos, signos de ción de los niños una hoja de papel que decía: "Quiero
esta extraña historia del Dios de los muertos y de la resu- ser disuelta y unida a Cristo". Dudo que muchos candi-
rrección? El signo más evidente aparecía en la presen- datos a la vida religiosa hagan este tipo de gesto en nues-
cia de todos estos religiosos que rehusan abandonar los tros días, ¡gracias a Dios!, pero una comunidad religiosa

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debería ciertamente ser un lugar donde aprendiéramos detenidos qué les gustaría probar: pintura, poesía, escul-
a morir y resucitar, un lugar de transformación. No somos tura, danza... ¡Podéis imaginaros las reacciones! En-
los prisioneros de nuestro pasado. Podemos crecer en tonces él se remangó y dijo: "Si alguno de entre vosotros
santidad. Podemos morir y renovarnos. piensa que el arte no es para los verdaderos hombres,
Esto no sucederá, probablemente, más que si no hui- pues bien, yo lucharé con él". Fue lo que hizo... con cada
mos de enfrentarnos con la muerte de nuestras propias uno de ellos. Y todos comenzaro n cursos de poesía y
instituciones. Hoy, en Europa Occidental, numerosas pintura. Afortunadamente, no es la única m a n e r a de
congregaciones, comunidades, monasterios y provincias, llevar a las gentes a la fe en Dios que hace todas las cosas
deben afrontar la muerte. Hay muchas estrategias para nuevas.
evitar esta verdad. Se puede beatificar al fundador, ini- Quizás otra manera más tradicional, como los reli-
ciar caros programas de construcción, escribir magnífi- giosos han sido siempre un signo del Dios eterno crea-
cos documentos sobre proyectos que nunca se llevarán dor, ha sido a través de la belleza. En Francia habéis sido
a la práctica. Cuando enviamos hermanos o hermanas siempre más conscientes de esto que en otros países.
a Filipinas, Colombia, Brasil, ¿es por un repentino y Hace algunas semanas encontré en Alemania a un viejo
nuevo celo misionero o porque queremos vocaciones dominico pintor y escultor. Le pregunté qué es lo que
para sobrevivir? Si no podemos afrontar la perspectiva más le gustaba hacer. Respondió que a él siempre le
de la muerte, ¿qué tenemos que decir del Señor de la encantó grabar lápidas. Hay heridas tan profundas que
vida? Visitaba yo un día un monasterio dominicano en sólo la belleza puede curarlas. Ante ciertos sufrimientos
Inglaterra con un hermano ya mayor. El monasterio se la esperanza no puede expresarse más que por el arte.
acercaba con toda evidencia al final de su vida, pero una Una hermosa lápida puede hablar con elocuencia de la
de las monjas dijo a mi compañero: "Padre, seguramente, esperanza de la resurrección, del Dios que puede resu-
citar a los muertos.
que nuestro querido Señor no dejaría nunca que este
monasterio muriera...". A lo que él respondió: "Sin Existe, finalmente, la belleza de la Liturgia, la belle-
embargo, El dejó morir a su Hijo, ¿verdad?". za del canto de alabanza a Dios, que habla del Dios que
Una de las maneras de vivir esta inimaginable his- transforma todas las cosas. Es la belleza por la que hemos
toria de muerte y de resurrección es ofrecer seguramente comenzado, la de la joven monja entonando un canto de
el nacimiento de una nueva vida en los lugares inespe- amor en la noche, delante de un cirio encendido. Es la
rados. Debemos ser aquellos que caminan por el valle belleza de un canto lleno de pasión de las gentes del sur
de la muerte y mostramos nuestra fe en el Dios que resu- de España, que siempre me ha conmovido. Esto me
cita a los muertos. Recuerdo a u n o de mis hermanos recuerda a Pablo Neruda cuando decía que, entre los
dramas del nacimiento y de la muerte, él había escogi-
escoceses, poeta y batallador, asociación increíble, pero
do la guitarra.
de todas formas un hombre estupendo. Lanzó un pro-
grama en Escocia para iniciar a los presos en el arte.
Estaba convencido de que si no creemos en su creativi-
dad, no se curtirían nunca. Su primer intento tuvo lugar
en una prisión muy dura, en Glasgow. Preguntó a los

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4. E L ACTOR "¿Qué sentido tiene hoy la vida humana?" Una de las
maneras de intentar responder a esta pregunta en la vida
En fin, no hay historia sin actores, sin personajes. religiosa es vivir en comunidad. Encontrar su identidad
Cada historia debe tener su héroe. Y qué mejor imagen en esta comunidad, como hermanos, como hermanas, es
del yo moderno podría encontrarle que nuestro oso, enfu- vivir otra imagen del yo, otra forma de ser un ser huma-
recido y solitario. Pero este "yo moderno" está en crisis. no. Encarna una historia alternativa frente a la del héroe
Este nuevo sentimiento de lo que significa ser un ser moderno. En los comienzos se llamaba a la comunidad
humano es fundamental para la era moderna; un yo sepa- una "sacra praedicatio", una "santa predicación". Vivir
rado y autónomo, desprendido y libre, y a fin de cuentas, juntos como hermanos "con un solo corazón y una sola
solo. Es el fruto de una evolución que dura desde siglos, alma" era una predicación, antes incluso de que cual-
donde los lazos sociales se han disuelto y donde lo pri- quiera hubiera pronunciado una sola palabra. Probable-
vado ha llegado a ser posible e, incluso, un ideal. Es nues- mente los jóvenes se sienten atraídos a la vida religiosa
tro héroe desde la época de Descartes. Lo vemos en cual- más por la búsqueda de la Comunidad, que por ninguna
quier película del oeste americano, una figura solitaria. otra razón. Según la exhortación apostólica postsinodal
La crisis de la modernidad es en parte debida a lo que sobre la vida religiosa, somos un signo de comunión para
el yo moderno encierra, una contradicción. Porque no se la Iglesia entera, un testimonio de la vida de la Trinidad.
puede ser un "yo" ¡totalmente solo! No se puede existir Pero si es la comunidad la que atrae a los jóvenes a la
como un átomo solitario, autónomo. No se puede existir vida religiosa, es también la dificultad de la vida común
sin comunidad, sin personas a quienes hablar, sin lo que la que conduce al mismo tiempo al abandono. Aspiramos
Charles Taylor llama "redes de interlocución" 2 . Es la con- a la comunión y, sin embargo, es bien dolorosa de vivir.
tradicción que está en el corazón de la historia moderna: Cuando encuentro jóvenes dominicos en formación, les
nos vemos como esencialmente solitarios, cuando, de pregunto con frecuencia qué es lo que encuentran de
hecho, nadie puede ser un individuo al margen de algu- mejor y de peor en la vida religiosa. En general dan la
na forma de comunidad. No es posible ser por mucho misma respuesta a las dos preguntas: vivir en comuni-
tiempo un "yo moderno". El oso del cartel representa un dad. Somos los hijos de nuestra época, modelados por su
ideal imposible: en solitario, el oso moriría. percepción del yo moderno. Somos lobos con piel de cor-
Volvamos, por última vez, a nuestra monja, cantan- deros. Somos osos con piel de monja.
do ante el cirio pascual. No está sola. Apenas visible a la Se podría, quizá, decir que en la vida religiosa vivi-
luz del cirio, hay una muchedumbre de jóvenes. La Vigilia mos en espejo las imágenes de la crisis del yo moderno.
Pascual es la reunión del pueblo de Dios. Lo que nace El individuo moderno aspira a una autonomía, a u n a
aquella noche es una comunidad. Nos reunimos para libertad, a una separación, que son insostenibles, por-
recordar nuestro Bautismo en el cuerpo de Cristo y reci- que no se puede ser un ser humano en solitario. Tenemos
tar juntos una fe común. Esto representa otra visión de necesidad de pertenecer a comunidades para ser seres
lo que significa ser persona. h u m a n o s , a pesar de lo que podamos pensar. Pero los
religiosos, vivimos el reflejo de este drama. Entramos en
la vida religiosa aspirando a la comunidad, deseando
2. Charles Taylor, Sources of/he Self, Cambridge, 1989, p. 36.

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verdaderamente ser hermanos y hermanas los unos de Una sola imagen perdurará entre tantos recuerdos.
los otros, pero somos, a pesar de todo, productos de la Al día siguiente de la Vigilia Pascual, celebrada en el
era moderna, marcados por su individualismo, su miedo monasterio de esta monja, fui a visitar una capillita aten-
al compromiso, su sed de independencia. La mayoría de dida por los hermanos, en Caracas, en uno de los barrios
nosotros nacimos en familias de 1,5 hijos y es duro vivir más violentos de América Latina. La capilla estaba acri-
con la multitud. Así el yo moderno y el religioso son dos billada de agujeros de proyectiles. Un promedio de vein-
aspectos de una misma tensión. El yo moderno sueña tiocho personas son asesinadas con bala cada fin de
con una imposible autonomía, y nosotros, los religiosos, semana en la parroquia. En la pared, detrás del altar, hay
aspiramos a una comunidad que es dura de soportar. un fresco pintado por los niños del barrio. Es un mural
El oso no puede convertirse en monja en el espacio de la cena de Jesús, comiendo, rodeado del dominicos y
de un año de noviciado. Hay una lenta educación para dominicas. Domingo acaricia su perro. Pero el discípu-
llegar a ser un ser humano, aprender a hablar y escuchar, lo amado, adormecido al lado de Jesús, es un niño del
romper el dominio del egocentrismo y del egoísmo, que barrio, un muchacho de las calles. Símbolo del niño que,
hacen de mí el centro del mundo. Es el lento renacer a la al fin, ha encontrado un lugar al que pertenecer en este
oración y la conversación que me libera de las falsas imá- mundo violento: la promesa de un hogar.
genes de Dios y de los otros.
En esto vivimos, intensamente el drama de la Iglesia 5. CONCLUSIÓN
moderna. Nunca antes la Iglesia fue presentada con tanta
insistencia como una comunidad. "Koinonía" es el cora- Tengo que concluir. Afirmaba, al comenzar, que no
zón de todas las eclesiologías contemporáneas. Y, sin podemos encontrar el sentido de la vida religiosa más
embargo, nunca antes la Iglesia, al menos en Europa que comprendiendo que es una respuesta a la búsqueda
occidental, había ofrecido tan poco de verdadera comu- del sentido de la vida humana. Sugerí a continuación que
nión. Hablamos el lenguaje de la comunión, pero vivi- una de las maneras de comprender la actual crisis del
mos raramente esa comunión. El lenguaje y la realidad sentido de la sociedad occidental se formula así: la his-
están separados. Una de nuestras tentativas para dar toria fundamental que contamo s para decir quiénes
cuerpo a este sueño de comunión es, seguramente, la de somos y a dónde vamos no funciona ya. Esto está sim-
atreverse a construir comunidades en los lugares impo- bolizado por nuestro querido oso. Es una historia llena
sibles, allí donde todos los demás han abandonado. Con de contradicciones. Habla de progreso, pero parece con-
frecuencia, estos últimos años, he encontrado pequeñas ducirnos a la pobreza. Ofrece la libertad y, sin embargo,
comunidades de religiosos, en general de mujeres, que nos encontramos con frecuencia impotentes. Invita a ser
habían edificado una comunida d allí donde todos los el "yo moderno", autónomo y solitario, pero descubrimos
otros parecían desesperar, donde los seres humanos son que no podemos ser humanos sin comunidad.
aplastados y viven desesperados en medio de la violen- Así la vida religiosa no puede responder a esta ham-
cia y la pobreza. Allí donde todo parece sin esperanza, bre más que encarnando otra historia, otra visión de lo
se encontrarán algunas hermanas instalando una casa que es el ser humano, y a quien nosotros vemos simboli-
con la puerta abierta. zado en nuestra querida monja que canta en la noche

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delante del cirio. Y esta es una historia que ofrece otro ciero, todos los escondrijos que pudieran sugerir, des-
sentido del tiempo. No es ya tanto la inevitable marca del pués de todo, que el oso tiene razón. Si esta historia pas-
progreso cuanto la narración de cómo encontramos al cual no es verdadera, entonces nuestras vidas no tienen
Señor que nos llama a El. Y lo que anima esta historia no ningún sentido y "somos los más desgraciados de los
es la libre competencia, sino la inimaginable creatividad hombres" (Co 15, 19).
de Dios que resucita a los muertos. Y el héroe de esta his- Esto no es fácil. Somos los hijos de la era moderna y
toria no es tanto el héroe solitario de los tiempos moder- hemos sido formados por sus historias, hemos compar-
nos, cuanto el hermano y la hermana que se encuentran tido sus sueños. Yo sé, por ejemplo, que me parezco más
en comunidad y construyen comunidad para los demás. al oso que a la monja. Mis respuestas instintivas son, con
La vida religiosa no es nada más que una tentativa de frecuencia, más las de mi yo solitario que las de un her-
vivir esta otra historia, la historia pascual de la muerte y mano. Sé que apenas he comenzado el proceso de nacer
la resurrección. Como escribió Bruno Chenu, en su exce- de nuevo. Mi imaginación no está más que a medias con-
lente libro, que leí demasiado tarde: "Los religiosos quie- vertida. Cuando esperando al autobús, en Roma, miro
ren poner en obra una cierta lógica del bautismo, una vida los carteles me estoy viendo a mí mismo.
en Cristo llevada hasta sus últimas consecuencias" \ Los De esto saco dos conclusiones. Primeramente, puedo,
votos no dan un sentido diferente o especial a nuestra al menos, compartir con mis contemporáneos un com-
vida. Pero vuelven público y explícito nuestro rechazo de bate para dejar la máscara del oso y tomar figura huma-
la historia del oso. La obediencia, por ejemplo, es un claro na. Si no compartiera este combate, no tendría nada que
rechazo de la imagen del yo autónomo, solitario y des- responder a la pregunta: ¿Qué sentido tiene hoy la vida
comprometido. Es una declaración de nuestra intención humana? El religioso no es un ser celestial, aislado de la
de vivir para esta otra historia, de descubrir quiénes modernidad, sino una persona cuyos votos le han vuelto
somos en la vida común de hermanos. Es un compro- inevitable y sin escapatoria en el combate por renacer.
miso de liberarse del insostenible peso del yo moderno y Compartimos con los otros las angustias del nuevo naci-
solitario. En la obediencia, rechazamos también la ima- miento. Si somos sinceros en nuestro combate, quizás
gen de la vida como combate para ser fuerte, lo mismo otros vengan a compartir nuestra esperanza.
que en la pobreza renunciamos públicamente a la lucha En segundo lugar, porque es difícil, debemos dedicar-
competitiva por el éxito, a la carrera descontrolada de la nos realmente a construir comunidades en las cuales sea
sociedad de consumo. En la castidad aceptamos que la posible esta nueva vida pascual. Una comunidad religio-
fertilidad más profunda que pudiéramos nunca tener es sa debe ser algo más que un lugar donde tomar nuestras
la del Dios creador que resucita a los muertos. comidas, recitar oraciones, regresar a dormir todas las
Estos votos nos dejan desnudos y expuestos. Defor- noches. Es un lugar de muerte y resurrección, donde nos
man cualquier otra historia que podría dar un sentido ayudamos recíprocamente a hacernos nuevos. Comienzo
provisional a nuestra vida y me capacita para seguir un a adherirme a la idea de la vida religiosa como ecosis-
día más. Prometemos a b a n d o n a r carrera, éxito finan- tema, concepto que he desarrollado en otros lugares 4 . Un

3. L'urgence prophetique, Dieu au défi de l'Hisloire, París, p. 262. 4. Cf. El manantial de la esperanza, p. 47-48.

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ecosistema es lo que permite que se desarrollen formas vocación cristiana. San Agustín decía: "Seguid el cami-
extrañas de vida. Toda forma de vida extraña tiene nece- no. Cantad mientras camináis. Es lo que hacen los via-
sidad de su ecosistema. Esto es particularmente cierto jeros para aligerar la carga... Cantad un cántico nuevo.
para los jóvenes que vienen ahora a la vida religiosa, tras No dejéis que nadie cante las viejas canciones. Cantad
haber descubierto con frecuencia la fe en Dios muy las canciones de amor de vuestras tierras... como hacen
recientemente. Una rana rara no puede vivir y reprodu- los viajeros y, con frecuencia, en la noche. Todos los rui-
cirse y tener un futuro, si no dispone de todos los ele- dos que oyen alrededor son aterrorizantes. Y, sin embar-
mentos indispensables de su ecosistema: un estanque, go, ellos cantan, incluso, cuando tienen miedo a los ban-
sombra, diversas plantas, mucho barro, y otras ranas. didos" 5 . O a los osos.
Ser religioso es escoger una forma de vida extraña y cada
uno de nosotros tendrá necesidad de su medio ambien-
te que le sostenga: oración, silencio, comunidad, de otra
forma no se desarrollará. También un buen superior es
un ecologista que ayuda a sus hermanos a construir los
ambientes necesarios para su buen desarrollo. Pero los
ecosistemas no son pequeñas prisiones que nos separan
del mundo moderno. Un ecosistema permite a una forma
de vida desarrollarse y reaccionar de m a n e r a creativa
con otras formas de vida.
Tenemos necesidad de ecosistemas que sostengan en
nosotros el sentido del tiempo pascual, el ritmo del año
litúrgico que nos lleva del Adviento a Pentecostés. Ne-
cesitamos comunidades que estén marcadas por sus rit-
mos, por sus modelos de celebración y de ayuno. Tenemos
necesidad de comunidades donde no nos contentemos
con recitar rápidamente unos salmos antes de salir a tra-
bajar, sino donde somos apoyados como personas que,
incluso en el desierto, pueden finalmente llegar a cantar
las alabanzas. Tenemos necesidad de construir comuni-
dades donde compartir nuestra fe y compartir nuestra
desesperanza, a fin de ayudarnos mutuamente a atrave-
sar el desierto. Tenemos necesidad de comunidades donde
lentamente poder renacer como hermanos y hermanas,
hijos del Dios vivo.
La monja canta en la oscuridad, como Domingo can-
taba mientras caminaba por el Sur de Francia. Tal es la
Eiiarrationes in Psalnws 66.6.

28 29
2
Carta a nuestros frailes
y hermanas en formación inicial

Fiesta del Beato Jordán de Sajonia 1999

Queridos frailes y hermanas en Santo Domingo,

Vosotros sois un regalo de Dios a la Orden, y noso-


tros honramos al Creador acogiendo sus regalos. Esto
nos obliga a ofreceros la mejor formación posible. El
futuro de la Orden depende de ello, de ahí que todos los
Capítulos Generales dediquen tanto tiempo a reflexio-
nar sobre la formación. En estos últimos años, la Orden
ha elaborado excelentes d o c u m e n t o s sobre la forma-
ción. Por eso, más que escribir u n a carta larga sobre
formación y repetir todo lo que se ha dicho, he creído
mejor recopilar todos los documento s para que voso-
tros y vuestros formadores podáis estudiarlos fácilmente.
Pero sí quiero poner en común unas palabras dirigidas
directamente a vosotros, h e r m a n o s y h e r m a n a s , que
estáis al inicio de vuestra vida dominicana, a sabiendas
de que algunos formadores quizá quieran leerla por enci-
ma de vuestros hombros. Voy a hablar de la formación
de los frailes, porque es lo que más conozco. Espero que
también sea relevante para la experiencia de nuestras
hermanas.

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Uno de mis grandes gozos durante mis visitas a la la Orden empieza con una pregunta parecida cuando nos
Orden ha sido encontrarme con vosotros. Me ha emocio- postramos en tierra: "¿qué pides?". Es la pregunta que
nado vuestro entusiasmo por la Orden, vuestro deseo de hizo Jesús a los discípulos al principio del evangelio.
estudiar y de predicar, vuestra alegría verdaderamente Debéis venir a la Orden con hambre en el corazón,
dominicana. Pero la formación implica también momen- pero ¿de qué? ¿Es que habéis descubierto el evangelio
tos de sufrimiento, desorientación, desánimo y pérdida recientemente y deseáis compartirlo con los demás? ¿Es
de sentido. A veces os preguntaréis por qué estáis aquí y que encontrasteis a un dominico a quien habéis admi-
si debierais seguir. Tales momentos son parte necesaria y rado y deseáis imitarlo? ¿Es para huir del m u n do con
dolorosa de la formación, conforme vais creciendo como todas sus complicaciones, de la dificultad para crear rela-
dominicos. Si no se dieran estos momentos, entonces la ciones h u m a n a s ? ¿Es porque siempre habéis deseado
formación no os habría afectado en vuestra entraña. ser sacerdotes y sentís la necesidad de una comunidad?
Formación, en nuestra tradición, no es moldear un ¿Es porque os preguntáis por el significado de vuestra
sujeto pasivo hasta que salga un producto en serie: "Un vida, y deseáis descubrirlo con nosotros? ¿A quién bus-
dominico". Se trata de un acompañamiento nuestro a la cas? ¿Qué pides? No podemos contestar a esta pregun-
respuesta que vosotros deis a la triple llamada recibida: ta por vosotros, pero podemos acompañaros cuando se
de Cristo resucitado, que os invita a seguirle; de los her- os plantee y ayudaros a dar una respuesta sincera.
manos y hermanas, que os invitan a ser uno de ellos; y la Durante nuestra vida dominicana podemos respon-
respuesta a las exigencias de la misión. Si respondéis der a esta pregunta de manera diferente según los diver-
plena y generosamente a estas llamadas, entonces cam- sos momentos. Las razones que nos han traído a la Orden
biaréis. Exigirá de vosotros una muerte con la esperan- quizá no sean las que nos llevan a permanecer en ella.
za en el Señor, que da la resurrección. Será al mismo Al entrar en la Orden me sentí atraído ante todo por el
tiempo doloroso y liberador, apasionante e inquietante. hambre de entender mi fe. El lema de la Orden, "Veritas",
Os formará según la persona a la que Dios os llama a ser. me sedujo. Dudaba si tendría alguna vez el valor de pre-
Este es un proceso que continuará a lo largo de toda vues- dicar un sermón. Después me quedé porque este deseo
tra vida dominicana. Los años de formación inicial son se apoderó por completo de mí. A veces no tenemos claro
sólo el comienzo. Os escribo esta carta para animaros en por qué estamos aquí y qué anhelamos. Quizá nos afe-
vuestro viaje. ¡No os deis por vencidos cuando el cami- rramos a un vago sentimiento de que es aquí donde
no se haga difícil! tenemos que estar. La mayoría seguimos hasta el final
Tomaré como texto para abordar este tema el encuen- porque, como María Magdalena en el huerto, estamos
tro de María Magdalena, patrona de la Orden, con Jesús buscando al Señor. La vocación es la historia de un deseo,
en el huerto (Juan 20, 11-18). de un hambre. Estamos aquí porque nos ha engancha-
do el amor, y no la promesa de una realización personal
1. "¿A QUIÉN BUSCAS?" o una carrera. Eckhart dice: "El amor se parece al anzue-
lo del pescador. El pescador no puede conseguir el pez
Cuando Jesús se encuentra con María Magdalena, le si no está atrapado en el anzuelo... Quien está engan-
hace una pregunta: "¿a quién buscas?". Nuestra vida en chado a este anzuelo está cogido tan profundamente que

32 33
pies y manos, boca, ojos y corazón, y toda la persona dejar ir, quedar desconsolados, llorar por su ausencia, si
pertenecen sólo a Dios. Ten la esperanza de que este queremos descubrir a un Dios más cercano a nosotros
anzuelo afortunadamente te va a enganchar, pues cuan- de lo nunca imaginado. Si no recorremos este camino,
to más asido estés tanto más libre serás" '. nos estancaremos en una pueril e infantil relación con
Tal vez descubráis que estáis de verdad en la bús- Dios. Pertenece a nuestra formación el estar desorien-
queda del Señor resucitado, pero que estáis llamados a tados, confusos como María en el huerto, sin saber qué
encontrarlo en otra forma de vida, quizá como discípu- sucede. De lo contrario nunca nos sorprenderá una nueva
los casados. Es posible que Dios os llame a la Orden por intimidad con el Señor resucitado. Y esto tiene que pasar
un breve tiempo para que os preparéis a ser predicadores una y otra vez mientras el pescador nos va cobrando al
en otro estilo de vida. recoger el sedal con el carrete. El Señor desaparecido se
El gozo de este encuentro pascual está en el corazón le aparece, le habla, y le dice que le permita irse de nuevo:
de nuestra vida dominicana. Es la felicidad que com- "No me toques".
partimos en nuestra predicación. Pero crecemos en ella Cuando parezca que se han llevado el cuerpo del
sólo pasando por momentos de pérdida. Aquel a quien Señor, no os deis por vencidos y os marchéis. Después de
María Magdalena ama ha desaparecido. "Señor, si tú lo la desaparición de Jesús, Pedro, como hombre que era,
has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo recogeré". volvió a su trabajo. Esto puede ser una tentación, el regre-
Ella llora por la pérdida de la persona amada. Algunas sar a nuestra vida pasada. María no se desanimó, sino
veces la entrada en la Orden puede estar marcada por que siguió buscando, aunque fuera sólo un cuerpo muer-
esta misma experiencia de desolación. Tal vez llegáis lle- to. Si nosotros perseveramos, como ella, tendremos des-
nos de entusiasmo. Estáis dispuestos a entregaros a Dios pués una grata sorpresa. Recuerdo muy bien un largo
plenamente, tener horas de oración extática. Pero pare- período de desolación, durante los años de mi profesión
ce que Dios se escabulle. Orar se convierte en una repe- simple. No es que dudara de la existencia de Dios, pero
tición tediosa de salmos largos en tiempos inoportunos, Dios me parecía demasiado lejano, y no tenía mucho que
con frailes que cantan muy mal. Incluso podemos pen- ver conmigo. Fue años más tarde, después de la profe-
sar que los frailes son los culpables de la desaparición de sión solemne y de la ordenación, en el huerto de los Olivos
Dios por su falta de devoción. ¿Por qué a algunos no se en Jerusalén, durante un verano, cuando el vacío quedó
les ve en el oficio? Su enseñanza parece minar la fe que colmado. Es posible que tenga que soportar alguna otra
me trajo aquí. En sus clases se analiza minuciosamente vez esta ausencia, y entonces quizá vosotros, mis her-
la Palabra de Dios, y se nos dice que no hay que tomar- manos y hermanas, me ayudéis a seguir hasta el próxi-
la al pie de la letra. ¿Dónde han enterrado a mi Señor? mo encuentro sorprendente.
"Jesús le dijo: 'María'. Ella se volvió y le dijo en hebreo: Jesús sólo le dijo una palabra, su nombre, "María".
'Raboni' (que significa maestro). Es preciso perder a Dios siempre nos llama por el nombre. "Samuel", Dios
Cristo si queremos encontrarlo otra vez, sorprendente- llamó tres veces en la noche. Quiénes somos, nuestra
mente vivo e inesperadamente cercano. Lo tenemos que más profunda identidad, la descubrimos respondiendo
a alguien que llama por nuestro nombre. "Yahvé desde
el seno m a t e r n o me llamó; desde las e n t r a ñ a s de mi
1. M. O'C. WALSTIE, Meister Eckart, Vol. 1, London, p. 46-47.

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madre recordó mi nombre" (Isaías 49,1). Así pues, nues- lo sabe todo, con u na seguridad total, la gente puede
tra vocación de dominico no es un asunto de encontrar quedar impresionada por mis conocimientos, pero puede
un trabajo, ni siquiera un servicio útil a la Iglesia o a la sentir que éstos tienen poco que ver con ella.
sociedad. Es mi "Sí" a Dios que me llama a ser, mi "Sí" a
los hermanos con quienes vivo, y mi "Sí" a la misión a la 2. "VETE A MIS HERMANOS"
cual soy enviado. Estoy llamado a la vida, como el que
ha sido llamado a salir de la tumba por una voz que grita: Jesús llama a María por su nombre y la envía a sus
"Lázaro, sal fuera". hermanos. Nosotros respondemos a la llamada de Dios
De esta manera podemos decir que el objetivo fun- llegando a ser uno de ellos.
damental de la formación es ayudarnos a ser cristianos, Ser h e r m a n o es m u c h o más que pertenecer a u na
a decir "Sí" a Cristo. Si esto no se consigue, estamos en c o m u n i d a d y llevar un hábito. Implica una profunda
un juego. ¿Significa esto que llegar a ser dominico sea transformación de mi ser. Ser h e r m a n o de sangre de
algo sin importancia, un mero incidente? No, porque es alguien es más que tener los mismos padres; implica rela-
el c a m i n o de Domingo en el seguimiento de Cristo. ciones, que me han ido formando poco a poco para lle-
Quizá, el primer n o m b r e del cristianismo fue "El gar a ser la persona que soy. De modo semejante, ser un
Camino" (Hech 9,2). Cuando Domingo recorrió los cami- fraile de Domingo me exigirá una transformación pacien-
nos del sur de Francia, descubrió un camino hacia el te, a veces dolorosa, de lo que soy. Habrá momentos, quizá
Reino. La Orden nos ofrece un camino de vida, con su prolongados, de muerte y resurrección.
oración común, su forma de gobierno, su m a n e r a de Es verdad que la mayoría de los frailes dominicos son
hacer teología y de ser fraile. Cuando hacemos profe- sacerdotes, y que pertenecemos a un "instituto clerical",
sión, confiamos en que este extraño camino de vida pero la ordenación no nos hace menos h e r m a n o s .
pueda conducirnos al Reino. Durante mis años de formación llegué a amar ser uno de
Por tanto no espero ser un buen cristiano antes de ellos. No deseaba más. Acepté la ordenación porque mis
ser un predicador. Compartir la palabra de Dios con los h e r m a n o s me lo pidieron, y porque a m a b a la misión.
otros es parte de mi búsqueda del Señor en el huerto. Llegué a valorar ser sacerdote, porque la comunión y la
Cuando lucho por encontrar vina palabra que predicar misericordia, que están en el corazón de nuestra vida fra-
soy como María Magdalena, suplico al jardinero que me terna, encontraron expresión sacramental de una Iglesia
diga dónde han puesto el cuerpo de mi Señor. Si puedo más amplia. Pero era exactamente un hermano como
compartir mi lucha por la palabra, entonces podré com- antes. No hay títulos más altos en la Orden. Una razón
partir también ese moment o de revelación c u a n d o el más por la que creo que la promoción de la vocación de
Señor me llame por mi nombre. Debo atreverme a bus- los hermanos cooperadores (una palabra que nunca me
car en la tumba y encontrarme con la ausencia del cuer- ha gustado) es de suma importancia para el futuro de la
po, si también estoy dispuesto a compartir el encuentro Orden. Ellos son la memoria de lo que nosotros somos,
siguiente. Ser predicador es compartir todos los momen- hermanos de Domingo. No pueden existir hermanos de
tos de este drama en el jardín pascual: desolación, inte- segunda clase en la Orden.
rrogación, revelación. Pero, si hablo como alguien que

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Cuando era estudiante, recuerdo la visita de un sacer- tradicionales cantos e himnos de la Orden, vestir el hábi-
dote de otra provincia a nuestra comunidad en Oxford. to, celebrar nuestros santos. Con frecuencia los frailes
Cuando llegó, había un dominico barriendo el vestíbulo. de una generación anterior están desconcertados ante
El visitante le preguntó: "¿Es usted un hermano?". "Sí", este deseo de encontrar una identidad dominicana clara
contestó. "Hermano, vaya a traerme una taza de café". y visible. Para ellos la aventura había sido dejar atrás
Después del café, le pidió al hermano que le llevara las los estilos antiguos que parecen interponerse entre noso-
maletas hasta su cuarto. Y finalmente el visitante le dijo: tros y la predicación del evangelio. Teníamos que estar
"Ahora, hermano, quiero ver al Padre Prior". El fraile con- en los caminos, con la gente, viendo las cosas a través
testó: "Yo soy el Prior". de sus ojos, a n ó n i m o s si q u e r í a m o s estar c e r c a n o s .
Ocasionalmente esto puede acarrear un cierto malen-
tendido, incluso u n a m u t u a sospecha. Las provincias
Diferentes visiones de ser fraile actualmente florecientes son a menudo aquellas que han
logrado ir más allá de tales conflictos ideológicos. ¿Cómo
Ser fraile es descubrir que sois parte de nosotros.
podemos construir una fraternidad más profunda que
Estamos en casa con los hermanos. Pero los dominicos
estas diferencias?
podemos tener muchas concepciones distintas de lo que
En p r i m e r lugar, podríamos llegar a reconocer el
significa ser hermano.
mismo profundo impulso evangélico en cada fraile. Con
Cuando nos integramos al noviciado, una de las sor-
el hábito o sin él, predicamos al mismo Señor resucita-
presas puede ser descubrir que mis compañeros llegan
do. Siempre me encontré como en mi casa con los frai-
con visiones de la vida dominicana muy diferentes de la
les; bien sea sentado con unos cuantos hermanos junto
mía. Cuando entré en la Orden me atrajo poderosamen-
al río, en el Amazonas, recitando los salmos en mangas
te no sólo la búsqueda de Vertías, sino también la pobre-
de camisa, o celebrando una elaborada liturgia polifóni-
za de Domingo. Me imaginaba en las calles mendigando
ca en Toulouse. Aparte de las demandas objetivas de los
la comida. Pronto descubrí que la mayoría de mis con-
votos y Constituciones, uno puede reconocer ciertas seme-
novicios consideraban esto como un tonto romanticis-
janzas familiares: alegría; un sentido de igualdad de todos
mo. Algunos de vosotros os sentiréis atraídos por el amor
los frailes; u n a pasión por la teología, a u n q u e sea con
al estudio; otros por el deseo de luchar por un mund o
tendencias completamente contradictorias; confianza en
más justo. Quizá os escandalice ver a otros novicios
nuestra tradición democrática; una falta de pretensión.
desempacando enormes cantidades de libros o un repro-
Todo esto insinúa un modo de vida que compartimos,
ductor de CD. Algunos de vosotros desearéis llevar el hábi-
por grandes que sean las diferencias superficiales.
to las veinticuatro horas del día, otros quitárselo lo antes
En segundo lugar, nuestras visiones diferentes de la
posible. Con facilidad nos pisoteamos mutuamente nues-
vida dominicana pueden estar formadas por diferentes
tros sueños.
m o m e n t o s de la historia de la Iglesia y de la Orden.
A menudo existe esta tensión entre generaciones de
Muchos de nosotros, que llegamos a ser dominicos
frailes. Algunos jóvenes que llegan a la Orden hoy en
durante el Concilio Vaticano II, crecimos en un catoli-
día valoran altamente la tradición y los signos visibles
cismo seguro de sí mismo y de su identidad. Nuestra
de la identidad dominicana: estudiar a Santo Tomás, los

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aventura consistió en llegar a los que estaban lejos de se renueva porque llegan los jóvenes e insisten en cons-
Cristo, r o m p i e n d o las barreras . Lo que motiva a los truir la vida dominicana según lo que han leído en los
frailes y hermanas de esta generación es a veces el deseo libros! ¡Seguid insistiendo!
de estar cercano al Cristo invisible, que está presente en Es fácil para nosotros, que hemos llegado antes que
cada fábrica, en cada barrio, en cada universidad. Su- vosotros, decir con enojo: "Venís a formar parte de noso-
primimos una identidad visible por amor a la predica- tros; no nosotros de vosotros". En realidad, eso es ver-
ción. Nuestros sacerdotes obreros, por ejemplo, fueron dad, pero sólo una verdad a medias. Cuando llegamos a
un signo del Dios cercano, aun para aquellos que pare- la Orden, nos entregamos a nosotros mismos en las
cían haber olvidado su nombre. manos de los frailes que todavía no habían venido a ella.
Muchos de los que hoy llegan a la Orden, especial- Prometimos obediencia a aquellos que aún no habían
mente en Occidente, han realizado una peregrinación nacido. Es verdad que no tenemos que reinventar la
diferente, creciendo lejos del cristianismo. Quizá ahora Orden en cada generación, pero fue parte del genio de
vosotros deseéis celebrar y afirmar la fe que habéis abra- Santo Domingo fundar una Orden con flexibilidad y adap-
zado y llegado a amar. Queréis ser reconocidos como tación como parte de su ser. Necesitamos ser renovados
dominicos, porque esto también forma parte de la pre- por aquellos que han sido cautivados por el entusiasmo
dicación. Puede ser exactamente el mismo impulso evan- de la visión de Domingo. No os debemos reclutar para
gélico el que lleva a unos frailes a ponerse y a otros a qui- librar nuestras viejas batallas. Tenemos que resistir a la
tarse el hábito. tentación de encasillaros en las categorías de nuestro
En última instancia, esta tensión es fructífera y nece- tiempo de juventud y poneros la etiqueta de "conserva-
saria para la vida de la Orden. Aceptar a los jóvenes en dores" o "progresistas", lo mismo que vosotros no debéis
la Orden es un reto para nosotros. Lo mismo que el naci- desconsiderarnos como reliquias de "los años setenta".
miento de un niño cambia la vida de toda la familia, cada También serán un reto para vosotros aquellos que lle-
generación de jóvenes que llega a la Orden cambia la fra- garon antes que vosotros, al menos eso espero. Aceptar
ternidad. Vosotros llegáis con vuestras preguntas, para que hay diferentes modos de ser dominico no significa
las que no siempre tenemos respuesta, con vuestros pro- que cada uno pueda inventar su propia interpretación.
pios ideales, que pueden revelar nuestra falta de adapta- Por ejemplo, no puedo decidir por mi propia cuenta que
ción, con vuestros sueños, que podemos no compartir. los votos son compatibles con una amante y un automó-
Venís con vuestros amigos y con vuestras familias, con vil deportivo. Nuestra manera de vivir implica ciertas exi-
vuestras culturas. Venís a molestarnos, por esto os nece- gencias objetivas e ineludibles que, a fin de cuentas, deben
sitamos. A menudo llegáis demandando lo verdadera- invitarme a sufrir una profunda transformación de mi
mente esencial en nuestra vida dominicana, algo que tal ser. Si las eludo, nunca llegaré a ser uno de los frailes.
vez hemos olvidado o menospreciado; una oración comu- Por encima de todo, las diferentes concepciones de
nitaria más bella y profunda; una fraternidad más plena ser un dominico nunca deben dividirnos realmente, por-
en la que nos prestemos más atención unos a otros; el que la unidad de la Orden no descansa en una línea ide-
coraje para dejar todos nuestros viejos compromisos y ológica común, ni siquiera en una única espiritualidad.
emprender nuevamente el camino. ¡A menudo la Orden Si esto se hubiera dado, nos habríamos escindido hace

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mucho tiempo. Lo que nos mantiene juntos es un cami-
no de vida que admite una gran diversidad y flexibilidad, Hablar y escuchar
una misión común, y una forma de gobierno que da voz
a cada persona. El león y el cordero dominicanos pue- Sabemos que estamos en casa cuando podemos hablar
den vivir juntos y disfrutar de su mutua compañía. fácilmente unos con otros, confiando en que nuestros
hermanos al menos tratarán de entendernos. Esta es pro-
En los comienzos de la vida de la Orden, "Las vidas de
bablemente nuestra expectativa cuando llegamos a la
los frailes" fueron escritas para registrar la memoria de la
Orden. Jesús dijo a María Magdalena: "Vete a mis her-
primera generación de dominicos. Estamos ligados como
manos y diles: Subo a mi Dios y vuestro Dios, a mi Padre
comunidad por la historia del pasado, como también por
y vuestro Padre". Ella es enviada a compartir su fe en el
los sueños del futuro. Los signos visibles de la identidad
Señor resucitado, aunque sus hermanos puedan mirarla
dominicana tienen su valor y nos dicen algo importante
como una ilusa. Así construimos un hogar común en la
sobre quiénes somos, pero no deberán ser los estandartes
Orden, atreviéndonos a compartir lo que nos ha traído
de batalla de bandos diferentes. Los dominicos cuya
aquí. Algunas veces será difícil. Probablemente llegamos
memoria valoramos justamente como un tesoro fueron
esperando encontrar gente con mentalidad parecida a la
con frecuencia aquellos que vivieron tan apasionados por
nuestra, con los mismos sueños y la misma manera de
la predicación que no les quedó mucho tiempo para refle- pensar. Pero quizá descubrimos que otros llegan a la
xionar demasiado en su identidad como dominicos. Como Orden por caminos tan diferentes que no podemos reco-
escribió Simón Tugwell: "A través de toda la historia, cuan- nocernos en lo que dicen. Podemos dudar en exponer
do la Orden se ha mantenido más fiel a sí misma, ha sido aquello que es más precioso, nuestra frágil fe, a la críti-
cuando menos se preocupó por el ser dominicano" 2 . ca y al examen. Compartir nuestra fe reclama de noso-
La formación debería realmente darnos un fuerte sen- tros una gran vulnerabilidad. A veces puede resultar más
tido de identidad dominicana, y enseñarnos nuestra his- fácil hacerlo con gente con la que no tenemos que com-
toria y nuestra tradición. Esto no es para poder contem- partir la vida.
plar la gloria de la Orden y cuan importantes somos o Uno de los principales retos para los formadores es
fuimos, sino para seguir el camino de Cristo pobre e iti- fortalecer la confianza para que seáis capaces de hablar
nerante. Un fuerte sentido de identidad nos libera de pen- libremente. Martin Buber escribió que "el punto decisi-
sar demasiado en nosotros mismos, de lo contrario esta- vo es si los jóvenes están dispuestos a hablar. Si alguien
remos demasiado preocupados para poder oír la voz que los trata con confianza, les muestra que cree en ellos,
nos pregunta: "¿A quién buscas?". hablarán con él. La primera necesidad es que el maestro
Por lo tanto, la fraternidad está fundamentada sobre debe despertar en sus alumnos la más valiosa de todas
algo más que una visión única. Se construye paciente- las cosas: genuina confianza" 3. Tan importante es que
mente, aprendiendo a escuchar al otro, a ser fuerte y a ser confiéis unos en otros. Puede llegar el momento en que
débil, aprendiendo la mutua fidelidad y amor fraterno. tengáis el coraje de compartir vuestras dudas.

2. Simón TUGWELL, "Dominican Spirituality", en Compendium


3. Encounter witli Martin Buber, Aubrcy Hodes, London 1972,
ofSpiriluality, ed. E. De Cea OP, New York 1996, p. 144.
p. 217.

42 43
La cultura occidental contemporánea cultiva de mane- de Domingo y Catalina. Ello "pide la igualdad entre par-
ra sistemática la sospecha. Nos han enseñado a indagar ticipantes. Realmente, es uno de los caminos más impor-
lo que hay debajo de lo que los demás dicen para llegar tantes para establecer la igualdad. Sus enemigos son la
a lo no reconocido, oculto, e incluso inconsciente. Algunas retórica, las disputas, la jerga, el lenguaje privado, o la
veces en la Iglesia esto puede adoptar la forma de perse- desesperación por no ser escuchado y comprendido. Para
cución del error, cuando se está buscando dónde hay here- prosperar es necesaria la ayuda de comadronas de uno y
jías. ¿Este fraile es un verdadero discípulo de Santo Tomás otro sexo... Sólo cuando la gente aprende a conversar
o de la teología de la liberación? ¿Es uno de los nuestros? podrá empezar a ser igual" 5 . Uno de los desafíos para
Es mucho más fácil descubrir cuándo un fraile está en el nosotros los frailes es dejar que las hermanas nos formen
error y niega un dogma de la Iglesia, o alguna ideología como predicadores. La formación más profunda siem-
de mi propiedad, que oír el pequeño grano de verdad que pre es mutua.
se esfuerza por compartir con nosotros. Pero esta sospe-
cha corroe la fraternidad. Procede del miedo y sólo el
Ser fuertes y débiles
amor expulsa el miedo.
Aprender a escucharse unos a otros caritativamente Pertenecemos y estamos en casa cuando nos damos
es una disciplina de la mente. Benedict Ashley escribió: cuenta de que somos más fuertes de lo que creíamos, y
"tiene que haber un nuevo ascetismo de la mente, porque más débiles de lo que nos atrevíamos a admitir. Estas no
nada es más doloroso que mantener la caridad viva en son cualidades contrarias, son signos de que empezamos
medio de una genuina discusión sobre asuntos serios" 4 . a conformarnos a Cristo fuerte y vulnerable.
Amar a mi hermano no es exactamente una emoción calu- En un primer lugar, hemos sido formados como cris-
rosa y agradable, pero sí una disciplina intelectual. Tengo tianos. En nuestra tradición esto significa no tanto la pro-
que abstenerme de rechazar como algo sin sentido lo que gresiva sumisión a los mandamientos, dominar nuestra
uno de mis hermanos ha dicho, sin haber escuchado lo naturaleza indisciplinada cuanto el crecimiento en la vir-
que está diciendo. Es el ascetismo mental de abrir la tud. Llegar a ser virtuosos nos hace fuertes, sencillos de
mente a una opinión inesperada. Esto conlleva aprender corazón, libres y capaces de andar con nuestros propios
a estar en silencio, no sólo mientras espero a que termi- pies. Como ha escrito Jean-Louis Brugués, la virtud es
ne de hablar, sino para escucharle. Debo acallar las obje- un aprendizaje de humanidad. "Es el paso de la virtuali-
ciones defensivas, el impulso para interrumpirle antes de dad a la virtuosidad" 6 .
que diga otra palabra. Callar y escuchar. Llegar a ser fraile significa que recibimos nuestra fuer-
La conversación construye una comunidad de igua- za los unos de los otros. No somos solistas. Es una fuer-
les, y por esto necesitamos construir la comunidad de la za que nos hace libres, pero juntos, no al margen del otro.
Familia Dominicana tomando tiempo para hablar con En primer momento llegamos a ser fuertes porque hay
nuestras hermanas y laicos dominicos, y descubrir el pla-
cer de ello. La conversación construye el amplio hogar
5. Theodore ZBI.DON, AI I intímale Hislorv o¡ Hiiinanily, London
1994, p. 49.
4. The Dominicaus, Collegeville 1990, p. 236. 6. Les idees lieureuses, París 1996, p. 24.

44 45
confianza mutua. En el origen de nuestra tradición está creados, que nuestra existencia es un regalo, que somos
la confianza sin límites de Domingo en el fraile. Él con- mortales y que vivimos entre el nacimiento y la muerte.
fió en los frailes porque confió en Dios. Como escribió Nos despertamos al hecho de que no somos dioses. Nos
Juan de España: "Tenía tal confianza en la bondad de sentimos seguros sobre nuestros pies, pero nuestros pies
Dios que envió a hombres ignorantes a predicar, dicien- son un regalo.
do: No tengáis miedo, el Señor estará con vosotros y pon- También descubriremos que no hemos alcanzado la
drá fuerza en vuestros labios"1. comunión de los santos, sino que somos un grupo de
Así pues, la primera tarea de vuestro formador es hombres y mujeres débiles, indecisos, que necesitamos
construir esta confianza y confidencia. Pero también es continuamente levantarnos de nuestros fracasos. En otro
la responsabilidad que tenéis los unos para con los otros, lugar he escrito cómo esto puede ser causa de crisis para
porque generalmente los que están en formación son los un fraile en formación 9 . Los héroes que un novicio ha
que más se forman entre sí. Tenéis el poder de minar a amado y admirado resulta que tienen los pies de barro.
un hermano, hacer tambalear su confianza, burlarte de Pero esto siempre ha sucedido. Es una de las razones por
él. Y tenéis el poder de hacerlo crecer, de darle fortale- las cuales tenemos como patrona de la Orden a María
za, de formarlo como predicador de la vigorosa Palabra Magdalena, que, según la tradición, fue una mujer débil
de Dios. y pecadora, pero que fue llamada a ser la primera predi-
Nuestras Constituciones dicen que "incumbe al mismo cadora del Evangelio.
candidato la primera responsabilidad de la propia for- Hace más de quinientos años, Savonarola escribió
mación" (LCO 156). No deberíamos ser tratados como una carta a un novicio que había sido claramente escan-
niños, incapaces de decidir por nosotros mismos. dalizado por los pecados de los frailes. Savonarola le
Crecemos como hermanos, miembros iguales de la comu- previene respecto a las personas que llegan a la Orden
nidad, cuando se nos trata como adultos maduros. En esperando entrar directamente en el paraíso. Nunca per-
tiempos de Domingo no hubo rastro del circator monás- severan. "Desean vivir entre los santos excluyendo a los
tico tradicional, cuyo trabajo era ir alrededor fisgonean- malos e imperfectos. Y cuando no encuentran lo que quie-
do, viendo si cada uno hacía lo que tenía que hacer. Pero ren, abandonan su vocación y se van... Pero si deseas huir
es una responsabilidad que no ejercemos solos. Si somos de toda maldad, debes dejar este m u n d o" l0. Esta con-
hermanos, nos ayudaremos unos a otros en la libertad frontación con la fragilidad es, a menudo, un momento
de pensar, hablar, creer, correr riesgos, transcender el magnífico en la maduración de una vocación. Es cuan-
miedo. Nos atreveremos a cuestionarnos mutuamente. do descubrimos que somos capaces de dar y recibir la
Si crecemos como h e r m a n o s , seremos suficiente- misericordia que pedimos al hacernos miembros de la
mente fuertes para enfrentarnos con nuestra debilidad Orden. Si somos capaces de ello, estaremos en camino
y fragilidad. Esto es en primer lugar lo que un amigo mío para llegar a ser un fraile y un predicador.
llamó "la sabiduría de las criaturas" s . Saber que somos

\
7. Bologna Canonization Process 26. 9. The promise of Lije, 2.4.
8. Rowan WILLIAMS, Open lo Jadgement, London 1994, p. 248. 10. Letter to Stefano di Codiponte, 22 de mayo de 1492.

46 47
Un miedo que puede impedirnos confiar en esta mise- ¿Qué significa esto? En primer lugar, fidelidad al com-
ricordia es la preocupación de que, si los frailes fueran promiso que h e m o s hecho con la Orden. Dios nos ha
a ver cómo somos realmente, puede que no votaran a dado su Palabra hecha carne, aunque esto le llevó a una
nuestro favor para la profesión. Podríamos estar tenta- muerte sin sentido. Nosotros hemos dado nuestra pala-
dos a ocultar quiénes somos hasta estar salvos y segu- bra a Dios, incluso cuando nuestra p r o m e sa parezca
ros dentro; profesos y ordenados e invulnerables. Aceptar pedirnos más de lo que creemos posible. Recuerdo, cuan-
esto sería conformarnos con una formación engañosa. do era provincial, hablar con un fraile ya mayor, que vino
La formación llegaría a ser un entrenamiento para disi- a decirme que se estaba muriendo de cáncer. Era un
mular, esto sería una parodia en una Orden cuyo lema hombre bueno y amable, que había vivido en medio de
es "Veritas". Deberíamos creer suficientemente en los dificultades y momentos inciertos en su vida dominica-
frailes para dejarlos ver cómo somos y cómo pensamos. na. Me dijo: "Creo que voy a realizar mi ambición de
Sin tal transparencia no hay fraternidad. Esto no signi- morir en la Orden". Puede parecer un a ambición peque-
fica que debamos ponernos de pie en el refectorio y pro- ña, pero es esencial. Había dado su palabra y su vida. Se
clamar nuestros pecados, pero no podemos crear u na regocijaba, a pesar de todo lo vivido, de no haber recla-
máscara detrás de la cual nos ocultamos. Osamos abra- mado el don que había hecho.
zar tal vulnerabilidad porque Cristo lo hizo antes que En segundo lugar, significa que nuestra misión común
nosotros. Esto nos prepara para predicar u n a palabra tiene prioridad sobre mi agenda privada. Tengo mis talen-
fiable y honrada. tos, mis preferencias y sueños, pero me he dado yo mismo
a nuestra predicación compartida de la buena nueva.
Fidelidad y amor a los hermanos Esta misión común puede requerir de mí que acepte por
un tiempo algún cargo no deseado, como ser síndico,
Finalmente, hay una cualidad en la fraternidad que maestro de estudiantes o novicios, o Maestro de la Orden,
es esquiva y difícil de describir; la llamaría fidelidad, de por el bien común. Un autobús puede parecerse mucho
acuerdo con Peguy, "la más bella de las palabras". En el a una sala común. Está lleno de personas que se sientan
corazón de nuestra predicación está la fidelidad de Dios. juntas, hablan o leen, comparten un espacio común. Pero
Dios nos obsequió con esta palabra, y es u n a Palabra cuando la ruta del autobús se desvía de la dirección de
hecha carne. Es una palabra en la que podemos confiar; mi proprio viaje, puedo dejar el autobús y continuar por
una palabra que hace de la historia de la humanidad una mi propia cuenta. ¿Miro la Orden más bien como un
historia que avanza hacia un punto determinado, y no
autobús, en el cual permanezco sólo cuando me condu-
una historia de acontecimientos fortuitos. Es la palabra
ce en la dirección en que deseo ir?
fuerte y sólida de Alguien que dice: "Yo soy el que sov".
Fidelidad también exige defender a mis hermanos: su
Es la fidelidad que deberíamos ambicionar encarnar en
reputación es la mía. En las Constituciones Primitivas, y
nuestras vidas. El matrimonio es un sacramento de la
hasta hace poco, una de las tareas del maestro de novi-
fidelidad de Dios, que se ha unido con nosotros de mane-
cios era enseñar a los novicios a "intuir el bien" ". Se debe
ra irrevocable en Cristo. Pertenece también a nuestra pre-
dicación del evangelio el ser fieles unos a los otros.
11. Tugwcll op. cit. p. 145.

48 49
siempre interpretar de la mejor manera posible lo que el no fuera mi responsabilidad. Pero debo hacerlo de fren-
hermano hizo o dijo. Si un hermano regresa regularmente te y no por detrás. Puede darme miedo hacer esto, por-
tarde por la noche, en vez de pensar en los terribles peca- que espero una reacción de hostilidad y de rechazo. Pero,
dos cometidos, deberíamos suponer que, por ejemplo, ha según mi experiencia, si tenemos claro que estamos
estado visitando a un enfermo. Savonarola escribió al hablando con franqueza por amor a la verdad y a un her-
novicio crítico: "Si tú ves algo que no te gusta, piensa que mano, se llega siempre a lograr una profunda amistad y
fue hecho con buena intención. Muchos son, en el fondo, entendimiento.
mejor de lo que tú imaginas". Es más que el optimismo He aquí, por tanto, algunos de los elementos de la for-
de los idealistas. Pertenece a aquel a m o r que mira el mación de un fraile: hablar y escucharse unos a otros;
mundo con los ojos de Dios, como bueno. En una oca- aprender a ser fuerte y débil; crecer en mutua fidelidad.
sión Santa Catalina escribió a San Raimundo de Capua, Todo esto pertenece a lo que es más fundamental: apren-
asegurándole que él debía confiar en el amor que ella le der a amar a los hermanos. Nosotros, los dominicos, con
tenía, y cuando a m a m os a alguien interpretamos de la nuestro acercamiento vigoroso a los otros, p o d e m o s
mejor manera lo que esa persona hace, confiando que dudar en usar tal lenguaje. Podría sonar meloso y senti-
siempre busca nuestro bien: "Más allá del amor general, mental. Sin embargo está en la base esencial de nuestra
existe un amor particular, el cual se expresa a sí mismo fraternidad. Es lo que nos pide hacer quien nos llama:
como fidelidad. Y se expresa a sí mismo de tal manera "Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los
que no puede creer o imaginar que el otro pudiera que- otros como yo os he amado" (Jn 15,12). Este es el man-
rer algo distinto de nuestro bien" '2. damiento fundamental de nuestra fe. La obediencia a él
Si mi hermano es condenado como malo o heterodo- nos forma como cristianos y como frailes. Santo Domingo
xo, la fidelidad, en este caso, significa que haré todo lo que dijo que había aprendido "más en el libro de la caridad
esté de mi parte para apoyarlo y dar la mejor interpreta- que en los libros de los hombres" 13. Por último, esto sig-
ción a sus opiniones o acciones. Por esta mutua fidelidad nifica que debemos vernos unos a otros como un regalo
el prefacio de las Constituciones de 1228 establecía, para de Dios. Mi hermano o hermana me pueden contrariar;
que se observase "inviolable e inmutablemente a perpe- puedo oponerme totalmente a sus opiniones, pero voy a
tuidad", que ninguno podía apelar fuera de la Orden con- deleitarme en ellos y descubrir su bondad.
tra las decisiones hechas por la Orden. Por eso, sería vir- Hay una relación fundamental entre el amor y la voca-
tualmente inimaginable que un fraile pudiera acusar en ción, que a muchos os ha traído hasta nosotros. Jesús
público o hacerse insolidario de otro hermano. miró al joven rico y lo amó, y lo invitó a seguirle, de la
Esta fidelidad implica no sólo defender a mi herma- misma manera que miró a María Magdalena y la llamó
no, sino aconsejarlo. Si es mi hermano, debo tener cui- por su nombre. Esteban de España nos cuenta que fue a
dado de lo que piensa y atreverme a no estar de acuerdo confesarse con Domingo, y "él me miró c o m o si me
con él. No puedo dejar esto para los superiores, como si amara" l 4 . Posteriormente, esa misma noche, Domingo lo

13. Gerald de Frachet 82.


12. Mary O'DRISCOLL, OR, CalJierine of Siena: Passion for ihe 14. Testimonio de Fr. Esteban de España en el Proceso de Cano-
tíiruíh, Compassion for Humanity New City 1993, p. 48. nización de Domingo.

50 51
figurando a Isaías como a alguien preparado para decir
llamó y lo vistió con el hábito. Amar es, como dice
una palabra profética.
Eckhart, el anzuelo del pescador que atrapa el pez y no
La Orden debe ofreceros más que una capacitación
le deja ir. Debo confesar que decidí hacerme miembro de
teológica. Es un a vida la que os forma como predica-
la Orden, antes de encontrar a un dominico, atraído por
dores. Nuestra vida común, la oración, las experiencias
lo que había leído sobre su ideal. ¡Quizás pueda también
pastorales, las luchas y fracasos, nos capacitan para estar
ser una bendición!
atentos y proclamar la palabra en formas que no pode-
No hay nada de sentimental en este amor. A veces tene-
mos prever.
mos que trabajar este amor, y luchar por superar prejui-
Uno de mis predecesores como provincial era un frai-
cios y diferencias. Es el empeño por llegar a ser uno de
le llamado Anthony Ross. Fue famoso como predicador,
los frailes. Recuerdo que había un fraile con quien me
historiador, reformador de cárceles, e incluso luchador.
era difícil la convivencia. Cualquier cosa que hiciera o
Un día, poco después de ser elegido provincial, fue derri-
dijera parecía que le sacaba de sus casillas. Una tarde
bado por un a apoplejía fulminante y reducido casi al
quedamos en salir juntos al pub, una solución muy ingle-
silencio. Tuvo que dimitir como provincial y aprender a
sa. Hablamos largo y tendido. Nos contamo s nuestra
hablar otra vez. Las pocas palabras que podía pronun-
niñez y nuestras dificultades. Pude, por primera vez, ver
ciar llegaron a tener más poder que todas las que antes
por sus ojos y verme a mí mismo como yo tenía que apa-
decía. La gente iba a confesarse con él, a oír sus palabras
recer ante él. Empecé a comprender. Ese fue el principio
sencillas y curativas. Sus sermones de media docena de
de una amistad y fraternidad.
palabras cambiaron la vida de la gente. Fue como si el
sufrimiento y el silencio formaran a un predicador que
3. " H E VISTO AL SEÑOR" nos obsequiaba con palabras de vida como nunca antes
lo había hecho. Fui a visitarlo antes de parti r para el
María Magdalena va a sus hermanos y les dice: "he Capítulo General de Méjico, después del cual, para mi
visto al Señor". Fue la primera predicadora de la resu- gran sorpresa, no volví a mi provincia. Su última pala-
rrección. Es predicadora porque es capaz de oír al Señor bra fue "coraje". El más grande regalo que podemos brin-
cuando llama y de compartir la buena nueva de la victo- dar a un hermano es una palabra como ésa.
ria de Cristo sobre la muerte.
Llegar a ser predicador es mucho más que aprender Una palabra compasiva
cierta cantidad de información, para tener algo que decir,
y algunas técnicas de predicación para saber decirlo. Es María Magdalena anuncia a los discípulos: "he visto
ser formado como alguien que puede oír al Señor y decir al Señor". No es sólo la afirmación de un hecho, sino el
una palabra que ofrece vida. Isaías dice: "El Señor desde compartir de un descubrimiento. Compartió su pérdi-
el seno materno me llamó; desde las e n t r a ñ a s de mi da, su angustia, su llanto, y ahora puede compartir con
madre recordó mi nombre. Hizo mi boca como espada ellos su encuentro con el Señor resucitado. Puede com-
afilada, en la sombra de su m a n o me escondió" (Isaías partir la buena noticia con ellos porque es buena noti-
49, lb-2a). Toda la vida, ya desde el principio, fue con- cia para ella.

53
52
La Palabra que nosotros predicamos es un a palabra culpa, porque me preparó como alguien que puede decir-
que comparte nuestra humanidad, "pues no tenemos un una palabra de compasión y esperanza para los que están
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nues- viviendo la misma derrota. Puedo compartir con ellos la
tras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, salida del sol.
excepto en el pecado"(Hebreos 4,15). Predicar nos exi- En otras áreas, necesitamos una formación en la com-
girá que nos encarnemos en mundos diferentes, tales pasión, un a educación del corazón y de la mente que
como la cultura joven contemporánea, o en una isla de rompa todo lo que en nosotros es corazón de piedra, arro-
Micronesia, el mundo de los drogadictos o de los hom- gancia y crítica. Una de las cosas más útiles que hice
bres de negocios. Necesitamos entrar en el m u n d o , durante mi insólito noviciado fue visitar regularmente a
aprender su lenguaje, ver a través de los ojos de sus habi- los delincuentes sexuales en la cárcel local. Ellos son qui-
tantes, estar en su piel, entender sus debilidades y espe- zás la gente más despreciada en nuestra sociedad.
ranzas. Debemos, en algún sentido, llegar a ser ellos. Descubrí que no eran realmente diferentes a las otras per-
Después podremos ofrecer la palabra que es buena noti- sonas. Podemos escuchar el evangelio juntos. Por lo tanto
cia para ellos y para nosotros. Esto no quiere decir que nuestra formación podría despojarnos de las defensas
tenemos que estar de acuerdo con ellos. Con frecuencia contra aquellos que son diferentes y nada atractivos, aque-
hemos de desafiarlos; pero necesitamos pulsar su huma- llos que nuestra sociedad rechaza: los mendigos, las pros-
nidad antes de poder hacerlo. titutas, los criminales, la clase de gente con la que la
Es tradición de la Iglesia cantar las alabanzas de Dios Palabra de Dios pasó su tiempo. Aprendemos a recibir
al amanecer. Seguimos siendo vigías que esperan el alba, los regalos que ellos pueden darnos si nuestras manos
por lo tanto podemos compartir nuestra esperanza con están abiertas.
aquellos que no tienen signos del sol naciente. En la medi- El predicador ideal es aquel que se hace todo con
da en que he vislumbrado su oscuridad, incluso puede todos los seres humanos: gentiles o judíos; perfectamente
que la haya reconocido como mía, puedo entonces com- humano. No conozco a ningún dominico así, y debemos
partir una palabra acerca de "las entrañas de misericor- admitir nuestras limitaciones. Durante varios años, una
dia de nuestro Dios, que hará que nos visite una luz de noche a la semana, iba a un refugio para los sin techo
lo alto" (Lucas 1,78). en Oxford, a p r e p a r a r la sopa y charlar con ellos. Re-
A menudo, podemos hacer esto por lo que somos y conozco aún hoy que no me entusiasmaba. Me disgus-
por lo que hemos vivido. María Magdalena buscó el cuer- taba el olor y me aburrían las conversaciones de borra-
po del Señor con una ternura que había aprendido en su chos; sabía que mi sopa no era un éxito y soñaba con
vida marcada, según la tradición, por sus propios fraca- quedarme en casa leyendo libros. Pero no me pesan estas
sos y pecados. La vida la preparó para ser la persona que horas. Tal vez el muro entre mis hermanos v hermanas
buscó al hombre que ella amó y reconoció cuando él la de la calle y yo fue en parte derribado.
llamó por su nombre. Uno de los regalos más preciosos La compasión formará nuestras vidas en caminos que
que traéis a la Orden es vuestra propia vida, con sus fra- nunca planeamos. Cuando Santo Domingo fue un estu-
casos, sus dificultades y sus momentos de oscuridad. diante en Palencia se dejó tocar por la compasión hacia
Puedo mirar un pecado del pasado y verlo como una feliz los hambrientos y vendió sus libros. Se quedó en el sur

54 55
de Francia y fundó la Orden, sólo porque se dejó con- La palabra del predicador es fértil. Cuando María
mover por la situación apremiante de la gente sumergi- Magdalena encuentra a Jesús lo confunde con el jardi-
da en una herejía destructiva. Su vida entera fue molde- nero. No es un error, porque Jesús es el nuevo Adán de
ada por la respuesta a situaciones imprevisibles para él. la vida, donde la muerte es destruida y el árbol muerto
Este hombre misericordioso estuvo a merced de los otros, de la cruz está cargado de fruto. Por lo tanto, los aliados
vulnerable a sus necesidades. AI aprender la compasión naturales para el predicador son la gente creativa de nues-
arrancaremos de nuestras manos un control estricto de tra sociedad. ¿Quién es la gente que está luchando por
nuestras vidas. dar sentido a la experiencia contemporánea? ¿Quiénes
son los pensadores, los filósofos, los poetas y los artistas
Una palabra de vida que pueden enseñarnos una palabra creadora para nues-
tro tiempo? También ellos pueden ayudarnos a formar-
"He visto al Señor". Es más que el informe de un acon- nos como predicadores.
tecimiento. María Magdalena comparte con sus herma-
nos el triunfo de la vida sobre la muerte, la luz sobre la
Una palabra que hemos recibido
oscuridad. Es una palabra que ofrece el amanecer del que
ella había sido testigo "muy de madrugada". ¿Cómo p o d e m o s encontrar esta palabra creadora,
Catalina de Siena dice a R a i m u n d o de Capua que compasiva y nueva? Confesé al principio de esta carta
debemos ser "creadores más bien que destructores o agua- que cuando ingresé en la Orden temí no poder ser nunca
fiestas" 15. Somos formados como predicadores por medio capaz de predicar. Es un miedo que todavía permanece.
de las conversaciones corrientes que tenemos con los Es embarazoso para un dominico confesar que, cuando
otros, las palabras que intercambiamos en la sala comu- m e piden predicar, mi p r i m e ra reacción todavía es a
nitaria y los pasillos. Descubrimos cómo compartir una menudo: "Pero si no tengo nada que decir". Se nos dará
palabra de vida en nuestra predicación, al formarnos lo que tenemos que decir, a u n q u e sea en el último
como hermanos que se ofrecen m u t u a m e n t e palabras momento. Para recibir la palabra que se nos da, tenemos
que comunican esperanza y ánimo, construyen y sanan. que aprender el arte del silencio. En el estudio y la ora-
Si somos gente que habitualmente ofrece a los otros pala- ción aprendemos a ser tranquilos, atentos, para poder
bras que hieren, socavan, arruinan y destruyen, por muy recibir del Señor lo que vamos a compartir: "Porque yo
inteligentes y eruditos que seamos, nunca seremos pre- recibí del Señor lo que os he transmitido" (1 Cor 11, 23).
dicadores. Hay un dicho polaco que reza: "Wystygl mis- P a r a muchos, permanecer tranquilos es el aspecto
tik; wynik cynik", que significa: "El místico se ha calma- m á s duro de la formación. Pascal escribió: "He descu-
do; el resultado es un cínico". Nosotros debemos ser los bierto que la infelicidad de los seres humanos llega por
"perros del Señor", pero nunca los 'cínicos' 16 . un solo motivo: no saber cómo permanecer tranquilos en
su cuarto" ". En definitiva, el predicador debe a m a r "las
delicias de la soledad", porque es cuando recibimos los
15. Mary O'DRISCOLL, OP., op. cit., p. 48.
16. Por favor olviden este pobre chiste y busquen la etimología
de "cínico". 17. Pensées, n" 205.

56 57
dones. Tenemos que estar clavados a la silla, no para de los sacrificios, y que sacrificar, por ejemplo, cinco o
adquirir un conocimiento magistral, sino para poder estar seis años de su vida, llenos de fervor juvenil, al duro y
listos y alerta cuando "llegue inesperadamente, como el difícil estudio, si fuera sólo para incrementar diez veces
ladrón en la noche". Al final llegaremos a amar este silen- más su capacidad de servicio a la verdad y de esta mane-
cio como el centro profundo de nuestra vida dominica- ra llevar a cabo un magnífico trabajo, alimentando sus
na. Es el tiempo de los regalos, bien sea en la oración o corazones para sacarlo adelante, tal sacrificio estaría
en el estudio. casi más allá de la resistencia de muchos de ellos".
Exige disciplina. "Es verdad, tú eres un Dios escon- Está bien que, desde el principio, encontremos modos
dido" (Isaías 45,15). Para detectar la presencia de Dios de compartir el evangelio con otra gente, pero el pacien-
necesitamos oídos agudos, como los de un cazador. te aprendizaje del silencio es inevitable si queremos comu-
Eckhart pregunta: "¿Dónde está este Dios, a quien todas nicar más que nuestro proprio entusiasmo. La memoria
las criaturas buscan, y de quien tienen su ser y su vida? de Domingo era una "especie de granero para Dios, lleno
Como un hombre que se esconde, y que se insinúa y que hasta rebosar con cosechas de toda clase"1S. Necesitamos
se revela, así es Dios. Nadie es capaz de descubrir a Dios, muchos años de estudio para llenar el granero. Es ver-
si El no se revela". Pero Dios está allí, "tosiendo" discre- dad que Mateo 10,19 nos dice que no pensemos por ade-
tamente para llamar la atención, dando pequeñas pistas lantado en lo que vamos a decir, pero H u m b e r t o de
a aquellos que son capaces de oír, si estamos en silencio. Romanis indica, a los que están en la formación, que este
A menudo, más adelante, a su debido tiempo, en tu vida texto sólo se aplica a los apóstoles" ".
dominicana, estarás abrumado de peticiones. Ahora es
el tiempo de establecer un hábito de silencio regular en
la presencia de Dios, al que deberás aferrarte toda tu vida. Una palabra compartida
Puede marcar la diferencia entre el simple sobrevivir y el Hace un año, c u a n d o caminaba por las d i m i n u t as
florecer como dominico. calles de la ciudad de Ho Chi Minh, Vietnam, atravesé
Con frecuencia la gente llega a la Orden con un nuevo u n a pequeña plaza, d o m i n a d a por la estatua de San
entusiasmo para compartir la buena nueva de Jesucristo. Vicente Ferrer. De pie, en su pedestal, parecía el predi-
Tú puedes desear ir inmediatamente a las calles, hacer cador modelo, el orador solitario que se levanta sobre la
estremecer el pulpito, compartir tus descubrimientos del multitud. Podemos estar tentados a ser predicadores de
evangelio con el mundo. Puede ser frustrante entrar en este estilo, estrellas individuales, el centro de atención y
la Orden de Predicadores y e n c o n t r a r que d u r a n t e admiración.
muchos años estás atado a horas de estudio aburrido, La palabra del predicador no es suya. Es una palabra
leyendo libros áridos de autores ya muertos. Quizás año- que no sólo la hemos recibido en el silencio de la oración
ramos estar en los caminos predicando el evangelio o y del estudio, sino también los unos de los otros. Y por
ser enviados a las misiones. Podemos ser de esos jóve-
nes de quienes Dostoíevsky escribió en Los Hermanos
Karamasov "que no entienden que el sacrificio de una 18. Jordán de Sajonia, Libellus, 7.
vida es, en la mayoría de los casos, quizás el más fácil 19. "Treatise on the Formation oí" Preachers", en Early Domi-
nicans: Selected Writings, trad. Simón Tugwell, OR, ibid, p. 205.

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lo tanto, una comunidad de predicadores debería ser Cuando un fraile predica, lo hace en n o m b r e de la
aquella en la que compartimos nuestras convicciones pro- comunidad. El ejemplo más famoso fue en los primeros
rundas, como María Magdalena compartió con los her- tiempos de la conquista de las Américas. Cuando Antonio
manos su fe en el Señor resucitado. Los frailes del Consejo Montesino predicó contra las injusticias hechas a los indí-
Genera] nos reunimos cada miércoles para leer juntos el genas, las autoridades civiles buscaron al prior para acu-
evangelio. Nuestros sermones son el fruto de una refle- sarlo. Pero el prior contestó que, cuando Antonio predi-
xión común. Las concepciones modernas sobre derechos caba, era la comunidad entera la que hablaba...
de autor nos pueden hacer poseedores de nuestras pro- Todo esto va en contra del principio de individualis-
pias ideas y podríamos pensar que el hermano que las mo, que es característica tanto de la modernidad como
utiliza está cometiendo un robo. Pero son los ricos quie- a menudo de los dominicos. Ciertamente, el individua-
nes creen firmemente en la propiedad privada. Nosotros lismo es a veces reclamado, con algún orgullo, como una
compartimos lo que hemos recibido y como frailes men- característica típicamente dominicana. Es verdad que
dicantes no deberíamos avergonzarnos de suplicar a cual- tenemos una tradición que aprecia la libertad y los talen-
quiera una idea. tos peculiares de cada hermano. Demos gracias a Dios.
Nuestra formación debiera prepararnos también para Planificar proyectos comunes puede ser u n a pesadilla
predicar juntos, en una misión común. Jesús envió a sus en la Orden. Pero somos frailes predicadores y nuestros
discípulos de dos en dos. Es una tentación hacer del apos- hermanos más famosos, aunque a menudo los pintamos
tolado mi propiedad y protegerlo celosamente de los otros solos, por lo general trabajaron en la misión común. Fray
frailes. Es mi responsabilidad, mi preocupación, mi glo-
Angélico no fue un artista solitario, sino que adiestró
ria. Si lo hago, quizá me estoy convirtiendo en objeto de
frailes en su arte; Santa Catalina estuvo rodeada de frai-
mi predicación. Humberto de Romanis nos advierte que
les y hermanas; Bartolomé de Las Casas trabajó con sus
tengamos cuidado con la gente "que piensa que predicar
frailes de Salamanca por los derechos de los indígenas.
es una clase de trabajo especialmente espléndido y pone
Congar y Chenu florecieron como m i e m b r o s de u n a
sus corazones en ello porque quieren ser importantes" 20 .
comunidad de teólogos. El mismo Santo Tomás necesi-
Si caemos en esa tentación llegaríamos a pensar que noso-
tó un equipo de frailes amanuenses.
tros somos la buena noticia de la que están hambrientos.
Por lo tanto, nuestra formación debe liberarnos de los
La docencia más gozosa que realicé fue cuando enseñé
teología en Oxford con otros dos frailes. Preparábamos efectos debilitantes del individualismo contemporáneo y
juntos el curso y estábamos presentes en las clases de formarnos como frailes predicadores. Seremos verdade-
cada uno. Tratábamos de enseñar a los estudiantes intro- ramente más auténticos y vigorosos si osamos hacer esto-
duciéndolos en nuestros debates. La idea era que, al par- En algunas partes del mundo, que han estado más afec-
ticipar en nuestra conversación, pudieran descubrir que tadas por el individualismo, éste podría ser el gran desa-
tenían su propia voz, más que ser receptores pasivos de fío para vuestra generación: inventar y lanzar nuevos cami-
instrucción. nos para predicar juntos el evangelio. Esto lo podéis hacer.
Hay muchos jóvenes en formación, uno de cada seis frai-
les, y más de mil novicias este año entre monjas y herma-
20. Earlv Dominicans, op. cit., p. 23.
nas. Juntos podéis hacer más de lo que ahora imaginamos-

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CONCLUSIÓN 3
En 1217, poco después de la fundación de la Orden, Homilías
Santo Domingo dispersó a los frailes, porque "el grano
almacenado se pudre". Los envió por los caminos sin
dinero, como a los apóstoles. Pero uno de los frailes, Juan
de Navarra, rehusó viajar a París sin tener dinero en su
bolsillo. Discutieron y finalmente Domingo cedió y le dio
algo. Este incidente escandalizó a algunos frailes, pero
es quizás una buena imagen de nuestra formación. No
estoy sugiriendo que los formadores deben ceder ante
cada petición vuestra, pero sí que nuestra formación debía Las Ordenes religiosas conocen una institución de su
ser al mismo tiempo exigente y compasiva, idealista y gobierno, de la que los textos primitivos hablan como la
realista. Domingo invita a Juan a confiar, no con una arro- "Santa Visita Canónica". Hoy el uso ha impuesto las mi-
gante confianza en sí mismo, sino en el Señor, que cui- núsculas y ha quitado solemnidad a la expresión: las cons-
dará de él durante el viaje, y en su hermano que lo envía. tituciones de los dominicos se limitan a indicar que el
Cuando Domingo ve que todavía está lejos de conseguirlo, Maestro de la Orden "cada seis años está obligado a visi-
tiene misericordia de él. tar la Orden entera, por sí mismo o por otros" (LCO 398,
2). Esta escueta prescripción apenas deja entrever la im-
Pido para que vuestra formación os ayude a crecer en portancia que tiene tal práctica para una institución com-
la confianza y felicidad de Domingo. La Orden necesita pleja, plural y descentralizada, como la Orden de Pre-
hombres y mujeres jóvenes, valientes y gozosos, que nos dicadores.
ayuden a fundar en nuevos lugares, refundarla en otros,
Durante los meses de enero a abril de 1999, Timothy
y crear nuevos caminos de predicación del evangelio.
Radcliffe realizó la visita a los dominicos de España y
Algunas veces, como a fray Juan, puede faltaros con-
Portugal, y con tal motivo celebró varios encuentros con
fianza. Podéis dudar de vuestra fortaleza para avanzar
sectores de la Familia Dominicana de determinadas zonas.
en el camino, e incluso si merece la pena hacerlo. Que
En todos los casos el encuentro comprendía la celebración
estos momentos de indecisión y oscuridad lleguen a ser
eucarística. Ofrecemos a continuación las homilías que el
parte de vuestro crecimiento como cristianos, predica-
Maestro de la Orden dirigió en cada caso a los asistentes.
dores, frailes y hermanas. Cuando os sintáis perdidos e
Todas tienen, como no podía ser de otro modo, un aire de
inseguros, que podáis oír una voz, inesperadamente cer-
familia. Pero su interés trasciende las circunstancias del
cana, que os dice: "¿A quién buscas?".
acto concreto. Es norma en él no cambiar nunca las lec-
turas que señala la liturgia para el día. Prefiere dejarse sor-
prender, como él mismo dice. El lector comprobará por sí
mismo lo que en esta actitud hay de exigencia y de res-
ponsabilidad para con la palabra.

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Como luz del alba
Mientras se imprime esta edición, Timothy Radcliffé se
encuentra por tierras sureñas de América, de nuevo en visi-
ta canónica. Gracias a la amabilidad de Paco Quijano,
socio para América Latina, hemos podido incluir aquí sus
dos primeras inten'endones del mes de junio en Asunción
y en Río del Plata. Agradezco igualmente a Juan José de
León Lastra, socio para la Península Ibérica, su diligente
sewicio al facilitarnos el texto escrito de las pronunciadas
en Portugal y en España. Oporto, 23 de enero de i 999
Lecturas: Is 8, 23b - 9, 3 y Mt 4, 12-23

En esta nueva edición se incluyen cinco homilías más, "El pueblo que habita en las tinieblas vio una gran
pronunciadas todas ellas con ocasión de la visita a los luz. Para aquellos que vivían en sombras de muerte ama-
dominicos de México. Agradezco de nuevo al P. Juan José neció la luz". La predicación de Jesús al pueblo es como
de León Lastra el haber podido contar con estos textos. el amanecer después de la noche. Me temo que con esta
predicación en mal español ustedes no encuentren el ama-
B. FUEYO necer tras la noche. Pero la imagen es maravillosa. La
venida de Dios es como el amanecer del sol después de
la oscuridad de una larga noche.
Pensemos en primer lugar en la noche y lo que signi-
fica vivir en oscuridad. En el evangelio oscuridad ha sido
la prisión de Juan Bautista. Él había sido el símbolo de
la esperanza. Había p r o m e t i d o u n m u n d o nuevo más
justo. Y entonces fue arrestado. Tuvo que ser un momen-
to de oscuridad para el pueblo. Cada uno de nosotros ha
tenido experiencias de noche oscura. Son situaciones en
las que percibimos que no podemos seguir adelante. El
futuro se presenta oscuro. Viene la tentación de la deses-
peranza. No podemos ver hacia dónde va nuestra vida.
Es una experiencia personal como cuando la vida matri-
monial entra en crisis, se pierde el empleo, o los hijos
comienzan a causar problemas. Todos pasamos por expe-
riencias semejantes.

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En Angola, al reavivarse la guerra, se puede decir que
luego fue algo magnífico. Una riqueza para toda la Orden.
ha llegado la noche. El pueblo vive en oscuridad. Es el
He escrito a los presos y cada uno me contesta hacién-
momento de rogar que aparezca la aurora. Como hace el
dome partícipe de su propia historia, y cómo han llega-
salmista: "Mi alma espera en el Señor más que el centi-
do a encontrarse con Cristo y a hacerse dominicos. La
nela la aurora. Aguarde Israel al Señor como el centine- luz del alba ha aparecido en la oscuridad. El mes pasa-
la a la autora". do ha sido ejecutado en Texas, acusado de asesinato, un
He de hacer una confesión: hasta que fui elegido hombre que se había hecho dominico seglar.
Maestro de la Orden, raramente había visto el amane- El Dios que viene a nuestras vidas como la aurora es
cer. Me gustaba estar en la cama el más tiempo posible. siempre un Dios nuevo y joven. En Navidad vemos a Dios
Ahora veo muchos amaneceres. El más extraordinario como Niño. Pero Dios permanece siempre joven, niño,
que he visto ha sido el salir del sol sobre el Himalaya, en como continua promesa de un nuevo comienzo. El escri-
la India. He observado cómo el monte Everest, el más tor inglés G. K. Chesterton dice: "Hemos pecado y nos
alto del mundo, iba adquiriendo lentamente tonalidades volvemos viejos, pero nuestro Padre es más joven que
rosas, con la luz solar. Parecía un milagro, como si fuera nosotros".
el momento de la creación del mundo. Hace dos sema- En el evangelio Jesús dice al pueblo: "Arrepentios, el
nas he contemplado el amanecer en África. Era asom- Reino de Dios está cerca". En estos días es raro oír un
broso. Sentí como si Dios dijera: "hágase la luz y la luz sermón sobre el arrepentimiento. Quizás porque pensa-
fue hecha". mos que el arrepentimiento va unido ¿\\ sentimiento de
Dios viene a nuestras vidas como el alba. Su venida culpabilidad, al sentimiento de vernos malos a nosotros
es un comienzo fresco, hace todo nuevo. El alba es pre- mismos. Frecuentemente tenemos una débil confianza
cisamente la luz que viene, como si en una habitación en nosotros mismos. Por lo que no podemos convivir con
oscura encendiera la luz. Es el milagro del nacimien- la idea y el sentimiento de culpabilidad.
to, de la nueva creación, un fresco comienzo. Como se Pero la expresión original griega de arrepentimiento
dice en el libro de la Revelación: "Hice todas las cosas es algo diferente. Es "metanoia", es decir: nueva mente.
nuevas". Arrepentirse es permitir que la luz de la aurora ilumine
Puede ser una experiencia personal, como la de la nuestros corazones. Es comenzar de nuevo, con nuevas
reconciliación después de una riña. La experiencia de los esperanzas, con nuevas ideas. Es romper el poder de la
esposos que se perdonan mutuamente y dan a su vida un oscuridad, de su desesperanza y de su cinismo.
aire nuevo, como si fueran recién casados. He sido testi- Tengo un primo que viene a verme de vez en cuando
go hace poco de un pequeño amanecer, que me ha impac- a Roma. Maravillosa persona, llena de vida y alegría. Pero
tado profundamente. Un grupo de prisioneros en la pri- cuando tenía 18 años fue expulsado de la escuela por
sión estatal de Norfolk, en Estados Unidos, han querido tomar drogas. Comenzó a desesperarse y a tomar más y
hacerse laicos dominicos. Eran hombres duros, homici- más drogas. Finalmente sus padres decidieron enviarle
das, en prisión por delitos de violencia. Formaron un a África de vacaciones. Mientras su madre adquiría el
grupo y pidieron unirse a la Orden. En un principio fue billete se tiró al vacío desde un séptimo piso. Se rompió
algo sorprendente para los laicos dominicos del lugar, todos los huesos de su cuerpo.

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Me telefoneó para decirme que estaba m u ñ é n d o s e.
Fui inmediatamente al hospital. El doctor me dijo que Bienaventurados los pobres de espíritu
quizás le quedase media hora de vida. Comencé a rezar
alrededor del lecho. De repente me habló muy serena-
mente. Dijo: "¿puedo rezar?". Se produjo un cambio radi-
cal. Después de un año ha podido abandonar el lecho,
aunque ha perdido una pierna. Ahora es feliz. Ha llega-
do a ser un escultor conocido. ¿Qué sucedió? En medio
de la oscuridad apareció la aurora. Dios rompió el poder
de la noche. Fue un fresco comienzo.
Valladolid, 30 de enero de 1999
Que nuestras vidas, nuestros matrimonios, nuestras
Lecturas: So 2, 3; 3, 12-13; 1 Cor 1, 23-31 y Mt 5, 1-12a
familias, nuestra tierra, se llene de la luz de la aurora.
"Los que estaban en tinieblas vieron una gran luz". Que
Dios, eternamente Niño, haga nuevos y jóvenes nuestros
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de
corazones.
ellos es el Reino de los Cielos". La palabra más impor-
tante es la primera, "Bienaventurados", es decir "felices".
Hoy Jesús nos muestra el secreto de la felicidad. De ordi-
nario pensar en la religión no lleva a pensar en felicidad.
Más bien pensamos en deberes, obediencia, leyes. Sin
embargo nuestra fe lo que nos m u e s t r a es un camino
hacia la felicidad. ¡Dios nos quiere felices!
Es una maravillosa noticia. Porque si Dios, el creador
de cielos y tierra, desea que seamos felices, nosotros lo
seremos. Nuestra felicidad está asegurada: es una pro-
mesa de Dios. Podemos estar tranquilos. Por muy dura
que sea la vida a veces, por mucho que haya que sufrir,
nosotros estamos en el camino de la felicidad. Si fir-
memente lo creemos, podemos ser felices desde ahora.
Se ha disipado la niebla de nuestra vida. Sabemos hacia
dónde vamos.
Existe una segunda consecuencia. Como predicadores
estamos llamados a predicar esa b u e n a noticia. A un
m u n d o crucificado por la pobreza, la violencia, el de-
sempleo, y otros males, nosotros p o d e m o s llevar la
buena nueva de la promesa de felicidad que Dios ofre-
ce. Lo que implica que hemos de construir comunidades

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de hermanos y hermanas, de monjas y laicos en los que profundos. No son la riqueza, el status social, los obje-
todos juntos han de ser felices. Debemos preocuparnos tos caros. Deseamos mucho más. No deseamos nada que
unos de la felicidad de los otros. Si mi hermano está tris- sea menos que Dios mismo. Y Dios nos es dado. Des-
te, eso me concierne. ¿Cómo podemos ser predicadores cubrir esto exige vernos pobres y necesitados. "Bien-
de buenas nuevas si estamos tristes? aventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el
Es extraordinaria la proclamación de Jesús "Bien- reino de los Cielos".
aventurados los pobres porque de ellos es el Reino de los ¿Qué pensar de esa gente pobre, cuyas casas estoy
cielos". Eso presenta una dificultad mayor. Mientras pien- viendo desde mi ventana en Lisboa? Saben que son
so qué decir sobre esto, veo, a través de mi ventana, en pobres. ¿Eso les hace felices? Evidententemente no. La
nustro convento de Lisboa, un barrio pobre de la ciudad, dura y real pobreza, la pobreza de la gente que vive en la
lleno de emigrantes. En mi paseo por el barrio ayer no vi calle, en los barrios periféricos de nuestras ciudades, no
muchos signos de felicidad. Decir que es feliz el que es enseña a ansiar el Reino de Dios. Si no tienen bastante
pobre, puede resultar escandaloso, además de una excu- para comer, se imaginarán un cielo que llene sus estó-
sa para mantener al pueblo atrapado en la miseria. magos. Si les falta el trabajo, no ansiarán otra cosa que
Hemos de decir que el pobre de espíritu es feliz, por- un buen salario. Si están enfermos, su preocupación será
que sabe que la verdadera felicidad es un don. Los seres cómo pagar al médico.
humanos sólo podemos encontrar nuestra felicidad en Una pobreza tan aguda no hace feliz a la gente. La
aquello que está más allá de nuestro alcance. Un gato atrapa en pequeños deseos. No siempre. Cuando traba-
puede sentirse plenamente feliz sólo con ser gato. Su ple- jaba con los "sin techo", me encontré con gente que vivía
nitud y satisfacción consisten en ser gato. Basta con obser- en la más extrema pobreza y mantenía vivo en su cora-
varle para ver que es así. Supongo que sucederá lo mismo zón el deseo del Reino de Dios. Pero lo ordinario es que
con una vaca, o un caballo, aunque no parece tan obvio. reduzca al ser h u m a n o a anhelar satisfacciones inme-
Estamos hechos para alcanzar la plenitud de vida. En el diatas. Así la extrema pobreza puede producir los mis-
centro de nuestro ser existe un ansia de ser más que un mos efectos que la riqueza: empequeñecer el corazón
sei" humano. humano.
Podemos recordar en este momento cómo, en la tarde Finalmente, si somos los predicadores de la felicidad
anterior a su muerte, Jesús congregó en torno a él a sus prometida por Dios, tenemos que aprender a vivir en ver-
discípulos y les dijo: "Esto es mi cuerpo que será entre- dadera pobreza. Creo que es uno de los desafíos más gran-
gado por vosotros". Ese es el regalo que nosotros ansia- des de la Orden hoy.
mos. La eucaristía es el sacramento de la felicidad. Pero Tenemos q u e aprender en primer lugar la pobreza
para tener conciencia de ello, previamente tenemos que de espíritu, que ansia más que lo que nosotros mismos
vernos pobres, limitados, insatisfechos. podemos conseguir. Hemos de ser hombres y mujeres
Nuestra sociedad promete satisfacer todos los deseos. que ansian lo que Dios nos ofrece, Él mismo.
Se puede comprar todo lo que se quiera, si se tiene dine- Esto quiere decir que tenemos que aprender a llevar
ro. Pero esto es una ilusión. Jesús nos enseña cómo ser una vida sencilla. Tenemos que ser signo visible de que
felices invitándonos a descubrir cuáles son los deseos más confiamos en que Dios nos dará lo que necesitemos. Si

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estamos bajo el peso del deseo de los bienes materiales, Pasar a la otra orilla
no sabremos lo que es la pobreza de espíritu.
Los frailes más felices que me he encontrado son fre-
cuentemente los realmente pobres. Recuerdo mi visita al
superior de la Orden en Sufáfrica, Albert Nolan. Él y los
miembros del equipo, su socio, el síndico y otros, vivían
de una manera más simple que el resto de hermanos a
los que visité. Dormían en una habitación sencilla, en una
especie de choza situada sobre el tejado de un depósito.
Madrid, 8 de febrero de 1999
No había ni alfombras ni lujos. Ellos cocinaban, ellos
Lecturas: Gn 1, 1-19 y Me 6, 53-56
hacían la limpieza. Era un lugar de felicidad. Nuestra
pobreza de espíritu encuentra su expresión en una real
sencillez de vida.
Cuando los frailes me preguntaron qué lecturas había
He percibido lo mismo en otros lugares. Cuando visi-
escogido para esta eucaristía, respondí que las del día.
té a los frailes en el Congo, Perú o Colombia, he visto
comunidades viviendo en barrios pobres, con justo una Odio escoger yo mismo los textos. Prefiero tomar los
cortina para conseguir un poco de intimidad en torno del día y ver qué me dicen. Me ocurre lo mismo con las
a su cama. Pero allí he percibido realmente felicidad. Navidades. Con frecuencia me preguntan qué regalo me
He comprendido entonces lo que quiere decir "Bien- gustaría recibir. Nunca sé responder. Prefiero ser sor-
aventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es prendido. Lo mismo sucede con las lecturas: las de cada
el Reino de los Cielos". día se nos ofrecen como un regalo. No sabemos de ante-
m a n o con qué nos encontraremos, qué hay de relevan-
te en ellas. Es u n a sorpresa. Pero serán siempre más
apropiadas que cualquier texto que nosotros hayamos
elegido.
¿Qué dice el evangelio de hoy a la Familia Domi-
nicana? Jesús y sus discípulos atraviesan el lago de
Genesaret y, cuando pisan tierra, el pueblo le reconoce y
le llevan todos los enfermos para ser curados.
Al atravesar el lago, Jesús abandona su propio país.
Genesaret es tierra de Gentiles, si recuerdo bien. Jesús
sale de su ámbito familiar, donde ha mantenido relacio-
nes de familia y amistad, para acercarse a los extraños.
Pero ellos le reconocen en seguida.
Ese fue el primer deseo de Domingo. Abandonar un
mundo agradable y seguro de devotos católicos e irse a

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los que estaban lejos: paganos, herejes, indiferentes. nidos del evangelio. Lo reconocemos como las abejas
¿Cómo podemos hacer hoy esto nosotros? La provincia reconocen el néctar. Santo Tomás - h e de mencionarle al
del Rosario existe para llevar el evangelio a Asia. Una de menos una vez en mi s e r m ó n - dice que desear entender-
las experiencias que más me han impresionado es encon- es el más profundo deseo del ser h u m a n o . E s t a m o s
trarme con jóvenes dominicos españoles trabajando lejos hechos para la verdad. A veces dudamos de compartir
de su país en Corea, Japón, Taiwan, Macao, en la Amazo- nuestra fe porque ella puede parecer algo extraño. No
nia peruana o en tantos países de América Latina. Pienso deseamos imponer algo tan personal a los otros. Pero el
en los cuatro frailes de Macao que viven en un pequeño pueblo enseguida reconoce a Jesús como a alguien que
piso, teniendo a la vista la China Continental. Uno de estaba anhelando.
ellos, Javier, ha sido ordenado sacerdote hace unas sema- Leí una vez sobre un misionero que durante muchos
nas. Luchan con lenguas extrañas, tratando de entender años estuvo trabajando con los Masáis en Kenya. Cómo
también extrañas culturas, de modo que puedan llevar- edificó escuelas, mejoró la atención sanitaria, les ense-
les la buena nueva. Del resto de las provincias salieron ñó nuevas técnicas de cultivos, pero nunca dijo u n a sola
los primeros evangelizadores de América y siguen pre- palabra sobre su fe. No quería imponer nada. Un día se
sentes en ese continente. He a d m i r a d o su coraje, s u juntó con varios de los nativos en una aldea y les habló
paciencia, su constancia. Espero que otros jóvenes espa- sobre Jesús. Empezaron a reírse. Dijeron: "Siempre nos
ñoles se animen a trabajar con ellos. hemos preguntado por qué estabas tú aquí. Sabíamos
Pero también existe Genesaret en España. El m u n d o que tenías algo i m p o r t a n t e que decirnos. ¿Por qué no
de la cultura joven, del rock duro, de las tribus urbanas, nos lo dijiste antes?"
de las drogas. Un mundo que me es tan extraño como el ¿En qué se basa este reconocimiento? Creo que la
de Japón. Con sus canciones, sus modos de hablar, su cul- primera lectura del Génesis sugiere el porqué. Nos mues-
tura. ¿Cómo introducirnos en ella? Hemos de atrevernos tra cómo Dios, tras crear el mundo, vio que era bueno.
a dejar el mundo de los convencidos, donde nos sentimos Estamos creados para ver y captar la bondad y la ver-
valorados, y lanzarnos a la aventura de encontrar a esos dad. Por muy corrompida que pueda estar la sociedad
millones de jóvenes que, incluso aquí, en España, saben h u m a n a por la violencia, la pobreza, la mentira, en lo
muy poco de Jesucristo. Otros muchos más Genesaret más profundo se mantiene que somos creados para el
existen en España: el mundo de la Universidad con fre- bien y la verdad. Esa es la fundamental orientación y
cuencia distanciado de la Iglesia, el mundo del desem- ansia del ser humano . Por eso, si nuestras palabras son
pleo, etc. Hemos de atrevernos a cruzar el lago y dirigir- verdaderas y nuestro vivir bueno, la gente lo reconoce-
nos a Genesaret.
rá inmediatamente como reconocieron a Jesús.
Cuando Jesús desembarcó junto con sus discípulos,
fue reconocido de inmediato. Pienso que el coraje d e l Veo a menudo que se critica a los jóvenes como si fue-
misionero en Corea o en la selva peruana crece c u a n d o ran de otra raza. Cuando veis a los skinheads en la calle,
tiene la creencia fundamental de que aquellos a los q u e con la cabeza rapada y el cuerpo convertido en un aceri-
se dirige son capaces de reconocer a Jesús. Todo s e r co, es verosímil afirmar eso. Sin embargo, mi experien-
humano tiene una natural inclinación hacia los conte- cia me dice que estos jóvenes tienen una capacidad tan
profunda para reconocer lo que es bueno y verdadero

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como nosotros. Son como el pueblo que esperaba a Jesús
El signo de Jonás
en Genesaret, que reconoció a Jesús en seguida. Hemos
de encontrar caminos para llevarles la Buena Noticia. No
es suficiente acercarnos con palabras superficiales. Ellos
tienen que ver en nosotros la sencilla, la nada pretencio-
sa bondad del Señor. Si vivimos de acuerdo con esa bon-
dad de Dios y hablamos lo que realmente es verdad, sere-
mos reconocidos. Quizás no inmediatamente, pero sí a
través del tiempo. Bilbao, 24 de febrero de 1999
Una última y rápida consideración. Lo bello del evan- Lecturas: Jon 3, 1-JO; y Le 11, 29-32
gelio es que Jesús se encuentra con los enfermos y los
cura. Podemos olvidar que son muchos los que han con-
tribuido a que esto suceda. Los discípulos conducen a Cuando prediqué a la Familia Dominicana en Madrid
Jesús a través del lago, la gente lleva a los enfermos adon- a principios de este mes, se me pidió que escogiera los
de Jesús pueda tocarlos. Cada uno aporta algo. Si no textos que considerara más oportunos. Pero pensé que
fuera por todos ellos, Jesús hubier a permanecid o en sería mejor atenerse a los textos de ese día. Predicar es
Galilea y los enfermos en sus casas. como recibir un regalo de Navidad. Yo prefiero no decir
Con seguridad esto es verdad en la familia Domi- lo que quisiera que me regalasen, sino descubrir el rega-
nicana. Podemos pensar que predicar el evangelio es lo. ¡Vale más que sea una sorpresa! El Evangelio de hoy
asunto de una concreta persona, de un fraile, una reli- es también un regalo. No sabemos qué nos dirá ni por
giosa o un laico, que realiza en solitario su tarea. No, qué lo que hallemos será importante: es sencillamente
nosotros nos necesitamos mutuamente para predicar el un regalo para el día de hoy. El placer de predicar está
evangelio. Cada persona tiene su misión, el fraile, la en descubrir un regalo inesperado.
monja, la religiosa, el laico, las mujeres y los hombres. ¿Qué querrán decir, pues, las lecturas de hoy a la
Fantásticas cosas pueden suceder si trabajamos juntos. Familia Dominicana? Jesús decía a la gente que se api-
El evangelio llegará a los alejados. Si no colaboramos, ñaba a su alrededor: "Esta generación es una generación
los frailes se quedarán junto a sus libros, los laicos en perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que
sus familias, y el pueblo, ansioso de verdad y bondad, el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habi-
seguirá insatisfecho. Por ello, h e r m a n a s y h e r m a n o s , tantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para
hemos de sentarnos a planificar juntos nuestra común esta generación". Ciertamente yo no hubiera escogido
misión, de lo contrario la barca quedará en una orilla, y este texto. Pero como los regalos más preciados, ¡tene-
el lago y la gente en otra. mos que abrirlo poco a poco para descubrir qué sorpre-
sa nos depara!
La gente quería que Jesús realizara un signo. Querían
u n a p r u e b a contundente de que Jesús era un h o m b r e

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poderoso. Querían que hiciera algo extraordinario. Pero dominicos, que viven muy cerca de Nínive y predican a
Él no les ofrece sino el signo de Jonás en Nínive. Jonás los kurdos de las montañas. Es un ejemplo maravilloso
había sido enviado a la inmensa ciudad de Nínive, y se de predicación a cargo de los laicos. Un joven de Nínive
puso sencillamente a predicar la palabra de Dios. Llegó me dijo que había huido de Irak porque no soportaba un
a pensar que eso era perder el tiempo. De plano no que- sufrimiento tan terrible. Quería buscar un futuro en otro
ría ir y huyó. Pero lo extraordinario es que esa inmensa sitio. Huyó hasta Marruecos. Y entonces le vino a la mente
ciudad escuchó su palabra y se arrepintió. ¡Hasta los ani- la historia de Jonás, y descubrió que no debía haber
males se vistieron de sayal y se arrepintieron de sus peca- abandonado a su gente. Y decidió regresar a casa con los
dos! No sé cuáles puedan ser los pecados de las ovejas y suyos en estos tiempos tan duros para compartir con ellos
las vacas. Quizá robar los mejores pastos. El caso es que la palabra de Dios. Este gesto pudo parecerle quizá una
se arrepintieron. El milagro fue que la palabra de un hom- locura, una decisión absurda. No podría hacer nada extra-
brecillo de nada tuvo su efecto. ordinario, tan sólo compartir la palabra de Dios. Pero eso
Este es un signo muy sugestivo para nosotros, la fue lo que hizo. Nosotros podemos también arriesgarnos
Familia Dominicana. Porque nos hallamos de cara a una a compartir la palabra de Dios a los ninivitas de España.
sociedad que a menudo no parece estar muy interesada ¿Por qué la gente de Nínive reaccionó de manera tan
por el Evangelio. En otras ocasiones en que he charlado dramática? ¿Qué era lo que Jonás tenía para ofrecerles,
con la Familia Dominicana, me habéis hablado del desa- qué fue lo que desató esta reacción? Lo diría con u na
fío de predicar el Evangelio a una sociedad que muestra palabra: les ofreció sabiduría. Jesús apunta hacia esta
su indiferencia y está harta del cristianismo. ¿Qué pode- interpretación cuando dice: "Cuando sea juzgada la gente
mos esperar en este caso? El lunes pasado volé de Roma de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará
a Madrid. Desde el avión, contemplé esta enorme ciudad que los condenen; porque ella vino desde los confines de
de cuatro millones de habitantes. ¿Qué efecto podrán tener la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí
para esa gente las palabras de un pequeño grupo de pre- hay uno que es más que Salomón".
dicadores? Bien podríamos desanimarnos como Jonás y Jonás fue enviado a la civilización más poderosa y
pensar que no vale la pena ni siquiera hacer el intento. avanzada de su tiempo. Pensó que nadie le haría caso.
Lo que el Evangelio nos dice hoy es que no tenemos Pero acabaron escuchándolo porque les ofreció una pala-
por qué ser muy distinguidos. No se nos pide que haga- bra de sabiduría . La sabiduría nos recuerda quiénes
mos milagros. Lo único que tenemos que hacer es ofre- somos, para qué hemos sido creados. La sabiduría nos
cer la palabra de Dios, y entonces podrán suceder cosas ayuda a ver todo a la luz de nuestro destino último, de
extraordinarias. No puedo garantizaros que todo Bilbao, nuestra meta final. Jonás sacudió a la gente inmersa en
no digamos ya las ovejas y los toros bravos, lleguen a los afanes cotidianos, y los invitó a buscar la sabiduría.
arrepentirse. ¡Pero quien quita que suceda! Pienso que vivimos en una sociedad hambrienta de
Hace justo un año estuve de visita en Irak. Fui al nor- sabiduría. Nuestros conocimientos son vastísimos.
te del país y visité las ruinas de Nínive. Son majestuo- Nunca antes en la historia humana se había sabido tantas
sas. Quedé con la impresión de que fue una ciudad vas- cosas. Infinidad de conocimientos científicos, médicos,
tísima. Tuve allí un encuentro con un grupo de laicos tecnológicos. Nuestras bibliotecas están a reventar de

78 79
informaciones y datos. Pero vivimos en una sociedad Milagro de la vida
que reflexiona muy poco acerca de las metas últimas de
nuestras vidas. ¿Para qué hemos sido creados? ¿Cuál es
la meta última de nuestra vida? ¿Dónde está nuestro des-
tino definitivo?
La razón por la que mucha gente se siente atraída
hacia las religiones orientales, el budismo y el hinduis-
mo, hacia sectas estrafalarias y creencias irracionales, es
porque tienen hambre de sabiduría. Si no mira hacia la
Iglesia, es quizá porque a veces no tenemos palabra de Zaragoza, 31 de marzo de 1999
verdadera sabiduría que ofrecerles. Lecturas: Is 50, 4-9 y Mt 26, 14-25
Éste es tal vez el principal desafío para nosotros, domi-
nicos, hoy en día. No que demos una gran impresión, que
El evangelio nos presenta hoy la escena más triste de
seamos poderosos o muy inteligentes. El asunto es que
seamos sabios. Lo cual significa que debemos ser gentes la historia de la humanidad: Judas dirigiéndose al sumo
que vivimos nuestras vidas en términos de nuestro des- sacerdote para entregar a Jesús. Es el acto de fría trai-
tino último, el Reino de Dios. Lo que hemos de ofrecer ción que Dante puso en el corazón de su helado infierno.
es esa visión clarividente de todas las cosas a la luz de Apenas se puede uno imaginar algo más terrible que la
nuestro propósito y nuestra meta últimos, aquello por lo traición del amigo. ¿Qué pensaba Judas? ¿Sentía ver-
que hemos sido creados. Debemos ser gente cuyas vidas güenza? ¿Estaba convencido de que cumplía con su deber
apuntan hacia el Reino. Si lo hacemos, la gente respon- precisamente por acabar con un peligroso rebelde?
derá y nuestras palabras cambiarán sus vidas. El hecho ¿Cómo reacciona Jesús ante este horrible acto? En el
de que seamos un grupo pequeño de gente c o m ú n y evangelio podéis sentir su profunda tristeza, su desola-
corriente no importa. Los demás encontrarán en estas ción. "El que ha mojado conmigo su p a n en el plato me
palabras de sabiduría lo que saciará su hambre. va a entregar". Está totalmente apenado por la amistad
A las puertas del nuevo milenio, el desafío es descu- traicionada. Pero más que huir de la traición, reacciona
brir juntos una sabiduría nueva. Por importante que sea, con el milagro de la creatividad.
no basta para ello leer un montón de libros y ser exper- Judas pone a Jesús en manos de sus enemigos. Jesús
tos en teología y Sagrada Escritura. Esta sabiduría nueva convierte la traición en un regalo. Se ofrece a sí mismo
tenemos que aprenderla unos de otros. Los mayores a sus amigos, los discípulos. Judas le entrega a la muer-
podrán ayudarnos a alcanzar sabiduría en virtud de su te. Jesús se entrega a sus discípulos. Acepta un acto de
experiencia, y los jóvenes porque les gusta soñar. muerte y lo convierte en dador de vida.
Juntos así, mujeres y hombres, laicos y religiosos, es Judas vende a Jesús por dinero, treinta monedas de
como podremos llegar a la verdadera sabiduría del plata. Hace de él un artículo de mercado que se ofrece al
Evangelio. mejor postor. Jesús convierte su venta en una libre ofren-
da. "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros".

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Judas conduce a Jesús a la prisión. Le priva de su Es más fácil ver esto en nuestras vidas personales.
libertad. Jesús agarra este momento y lo convierte en Recuerdo que hace bastantes años el ministro de defen-
m o m e n t o de s u p r e m a libertad. Libremente toma su sa de Inglaterra fue sorprendido en el lecho con un a
muerte y la hace fértil. Así es como Dios irrumpe en nues- mujer, que era una espía de la Unión Soviética. Esto le
tras vidas, como un milagro de creatividad, transfor- llevó a la dimisión y a la humillación. Su vida quedó total-
mando lo que está muerto, lo atroz, haciendo de la muer- mente destruida. Pero a causa de ello aprendió a tener
te una fuente de vida. compasión de los humillados, y entregó su vida a traba-
Todos hemos tenido que enfrentarnos con el sufri- jar por los pobres. Es ahora un hombre más honrado y
miento. Yo puedo estar sufriendo una enfermedad. Aquel respetado que cuando era miembro del gobierno. La des-
puede estar sufriendo por el desempleo y sintiéndose gracia ha sido transformada en fuente de vida. Le ha con-
una persona inútil. O bien estar sufriendo nuestros fra- vertido en una buena y gran persona, que es más que ser
casos personales. Incluso puede que lleguemos a expe- un hombre poderoso y lleno de éxitos.
rimentar el sufrimiento más horrible, la traición de los A veces no somos capaces de discernir cómo actúa la
amigos. creatividad de Dios en nuestras vidas. A veces sólo pode-
¿Cómo hacer frente a este sufrimiento? Ha habido mos ver en la noche. El actual sistema económico actúa
espiritualidades en la Iglesia que han intentado glorifi- traicionando a muchos pueblos de nuestro mundo, ven-
car el sufrimiento, casi como algo que debíamos buscar. diéndoles en el mercado mundial del dinero. Proclama
Nunca me ha gustado esa espiritualidad. Me parecen espi- que ofrece libertad, pero lo que ofrece es esclavitud.
ritualidades depresivas, casi masoquistas. Puede que yo Proclama que aporta la riqueza, pero en realidad impo-
sea un cobarde, y siempre quiera huir del sufrimiento en ne la pobreza. Cuando observamos a nuestra sociedad,
la medida que me es posible. Aunque lo cierto es que no parece que esté en camino hacia el Reino de Dios. Sin
todos nosotros hemos de afrontar momentos de sufri- embargo, no hemos de tener miedo. De algún modo, por
miento si queremos seguir a Cristo. medios que no imaginamos, la gracia creadora de Dios
Ante el sufrimiento podemos pedir a Dios huir de él. transformará nuestra historia y la irá conduciendo al
Ante la enfermedad podemos solicitar una curación mila- Reino de Dios. Si Dios consiguió resucitar a Jesús de la
grosa. Ante el peligro podemos suplicar a Dios que inter- muerte, puede conducir a la humanidad hacia la justi-
venga para rescatarnos. Esto puede suceder. Yo creo en cia del Reino.
los milagros. Pero el mayor de los milagros es la total cre- En la primera lectura Isaías dice: "El Señor me ha
atividad de Dios que, tomando lo que hay de negativo, lo dado una lengua de discípulo para que sepa qué palabra
destruye y consigue que dé fruto. de aliento decir al abatido". Creo que este evangelio nos
Frente al sufrimiento nos sentimos liberados del ofrece a la Familia Dominicana la palabra que puede sos-
miedo. No porque Dios sea un superman que vaya a des- tenernos cuando estemos cansados.
cender del cielo para rescatarnos de la desgracia; sino Estamos en un m o m e n t o histórico de la Familia
porque estará con nosotros, incluso en la peor de las Dominicana. Todos sabemos y decimos que es el tiempo
situaciones de dolor, y hará de ellas un camino hacia la de trabajar juntos, de tener una misión común. Pero con
vida eterna. frecuencia no sabemos cómo hacerlo. Todo ello supone

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más reuniones, más compromisos. Y, lo que es más duro, Dios en el vacío
puede que, a veces, más sufrimientos. Al trabajar juntos
podemos herirnos unos a otros. Es algo nuevo y maravi-
lloso, pero también a veces doloroso. En pequeñas cosas
podemos traicionarnos unos a otros. Las hermanas me
han comentado en mis viajes cómo a veces son heridas
por los frailes. Los hombres podemos ser paternalistas y
condescendientes al mismo tiempo, sin pretenderlo.
Podemos los frailes tratar a las hermanas y a los laicos
como si fueran miembros de segunda clase de la Familia Valencia, 4 de abril de 1999
Dominicana, sin auténtica igualdad. Lo he visto a menu- Lecturas: Hch 10, 34.37-43, Col 3, 1-4 y Jn 20, 1-9
do. Sé que hiero, estoy seguro de que alguna vez lo he
hecho. Y también sé cómo los frailes pueden ser heridos,
a su vez, por otros miembros de la Familia Dominicana. ¡Felices Pascuas! La mañana nos comunica la alegría
Esto nos lleva a vacilar antes de arriesgarnos a trabajar de los discípulos que corren hacia la tumba y la encuen-
juntos. Nos puede parecer más seguro continuar sepa- t r a n vacía. Una extraña alegría. Su fuente está en la
rados, cada uno con su propia misión. ausencia. Nosotros -con ellos- nos sentimos felices por-
que el cuerpo de Cristo no está allí. Son necesarios ojos
Mas el evangelio de hoy nos invita a no tener miedo. como los del discípulo amado para percibir que ese vacío
Hemos de arriesgarnos a aprovechar la oportunidad de está lleno de promesas. Han visto en el vacío la victoria
trabajar juntos. Nos heriremos y nos desanimaremos. de la vida sobre la muerte.
Pero creemos que el Dios de la vida, cuya eucaristía cele-
¡Cuántas veces e n c o n t r a m os a Dios como espacio
bramos en estos momentos, está con nosotros. Su infi-
vacío lleno de gloria! Cuando el general r o m a n o que
nita creatividad trabaja entre nosotros. Puede, incluso,
saqueó Jerusalén entró en el templo en el Santo de los
transformar nuestras heridas, convirtiéndolas en fuentes
Santos, se sorprendió de no encontrar nada allí. Quedó
de vida y de luz.
asombrado por el hecho de que el lugar más santo estu-
viera vacío. Fueron los ojos del profeta Isaías los que des-
cubrieron que era un vacío lleno de la gloria de Dios, con
los ángeles cantando: "Santo, Santo, Santo".
Cuando los discípulos reconocieron a Jesús en Emaús,
al partir el pan, desapareció de su vista. Se abrieron sus
ojos, le vieron, pero no hcibía nadie allí. No podemos ver la
gloria de Dios del mismo modo que vemos una bella pues-
ta de sol. No podemos ver a Dios. Lo que de algún modo
percibimos es un hueco, un espacio vacío, que los ojos del
amor pueden ver como lleno de vida y de promesa.

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Somos predicadores de la buena noticia de la tumba Finalmente están los frailes y sobre todo las religio-
vacía. No está ahí el cuerpo de Jesús. ¿Cómo comunicar sas entregadas totalmente al trabajo con los pobres, los
al pueblo esta explosión de gloria, la victoria del a m or marginados. Siempre que visito comunidades que com-
sobre el odio? No es suficiente hablar sobre la Re- parten su vida con la de los pobres, quedo sorprendido
surrección. No bastan las palabras. Hemos de vivirla y por su alegría. ¿Qué hay en esas vidas que produzca feli-
mostrarla. Se puede hacer de muy diversas maneras, por cidad? Lo que podemos ver es miseria, sufrimiento, lucha
ejemplo a través del arte, de la belleza de la liturgia. Otro por sobrevivir. Como una tumba, todo eso puede apare-
modo será quizás teniendo un hueco en nuestras vidas, cer como un lugar de muerte. Pero para los ojos de la fe
un espacio que sólo puede ser llenado por la gloria del es una tumba vacía, llena de la gloria del Señor. Dios ha
Señor, percibida por "los que tienen ojos para ver". puesto su hogar aquí, en la vida del pobre.
Esto puede sonar extraño a muchos. Permitidme que Tres espacios vacíos plenos de gloria de Dios. Pero
os muestre tres ejemplos: el celibato para los que son reli- para percibirlos así necesitamos los ojos del discípulo
giosos, la oración, y nuestra solidaridad con el pobre. amado, que llega a la tumba, ve el sudario y cree. En el
Una de las más s o r p r e n d e n t es p e c u l i a r i d a d es de convento de Santo Domingo el Real de Madrid hay una
nuestro ser de religiosos es que no podemos casarnos. Es preciosa vidriera. La ha hecho Fray Domingo Iturgáiz.
un hueco en nuestras vidas, la ausencia de marido o espo- Todos los discípulos se apiñan en torno a la mesa de la
sa. Es incomprensible para muchos con los que nos encon- Última Cena, y sus ojos están cerrados. Están ciegos. Pero
tramos en la vida. ¿Cómo podemos vivir sin otra persona en un extremo está el discípulo amado, cuyos ojos están
al lado? También nosotros nos lo preguntamos. Puede ser abiertos, ve y entiende.
un hueco terrible, un espacio que anhelamos llenar con Uno de los modos como nosotros, la Familia Domi-
un esposo o una esposa. Podemos sentir que arrastramos nicana, podemos ayudarnos, es viendo cada uno la pre-
un profundo vació en el centro de nuestro ser. sencia de Dios en la vida del otro. Como el discípulo
Ahora bien, este espacio puede ser colmado de luz y amado ante la tumba vacía, podemos ver y alegrarnos. Es
de vida. Pero sólo si vivimos esa ausencia con amor, una delicia descubrir a Dios en la vida de mis hermanos
podremos convertir el vacío en plenitud de vida. Del y hermanas. Es esto muy importante, porque a veces pode-
mismo modo que el espacio entre las alas del querubín mos sentir vacía nuestra vida, ver sólo oquedad, nada. Es
en el templo estaba lleno de la gloria de Dios. entonces cuando necesito a mi Familia Dominicana para
Tenemos la oración contemplativa. Una de las extra- alegrarme de que Dios está ahí, incluso en mi vaciedad,
ñas cosas de nuestro modo de vida es que en su corazón en mi nada. Una comunidad religiosa no es un grupo de
está el silencio. A muchos esto les tiene que parecer raro. hombres o mujeres que viven juntos. Será comunidad en
¿Qué hacemos sentados en silencio, sin hacer nada, sin la medida en que nosotros descubramos a Dios en el otro
decir nada, en actitud de espera? Ni conversación, ni pen- y en aquellos con los que nos encontremos.
samientos, nada. Es un hueco en nuestras vidas. Y, sin Por ejemplo, he de soportar el espacio hueco en mi
embargo, ese es un vacío lleno de vida. Como el de la vida que p r o d u c e la ausencia de u na esposa. Pero al
tumba vacía. A primera vista no hay nada, pero está lleno mismo tiempo ese hueco es una magnífica ventana abier-
de la presencia de Dios. ta a Dios. Otras veces lo siento como un terrible vacío.

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Puedo vivir no estar casado como un dolor y una pérdi- Peligroso Dios
da, como una tumba vacía. Es el momento de necesitar
a mis hermanos y hermanas, reconocer en el vacio la pre-
sencia del Dios del amor. Necesitamos mirarnos a los ojos
y ver unos en otros el sentido de nuestras vidas.
Necesitamos disfrutar de la presencia de Dios que des-
cubrimos en cada uno y también en aquellos con los que
nos encontramos en nuestra vida.
Esto es verdad de modo especial en la oración con-
Barcelona, 11 de abril de 1999
templativa. Puede parecer una pérdida de tiempo per-
manecer sentado en silencio cuando hay tanto que hacer. Lecturas: Hch 2, 42-47, 1P 1, 3-9 y Jn 20, 19-3,1
Este puede ser incluso un sentimiento de las monjas. Sin
embargo necesitamos compartir entre nosotros la alegría
de que ahí, en el silencio, nos vemos con el Señor de la Los discípulos estaban encerrados en la habitación
Resurrección. superior de la casa por miedo a los judíos. Y Jesús apa-
rece en medio y dice: ¡La paz sea con vosotros!, y ellos se
Pienso también en las religiosas que viven entre los
llenaron de alegría.
pobres. A veces pueden sentir que es una obstinación en
el vacío, vivir con aquellos cuya existencia aparentemente Los discípulos se habían encerrado en la casa porque
no tiene esperanza. A veces necesitan nuestros ojos para deseaban la paz. Deseaban la paz que es producto de la
mirar con amor y ver allí la presencia de Dios. seguridad. Pensaban que podrían construir una paz basa-
da en la exclusión de los enemigos. Su deseo era, sobre
¡Felices Pascuas de Resurrección! Esta es la felicidad
todo, sobrevivir. Pero irrumpe Jesús y les ofrece otra paz,
que predicamos. Ayudémonos unos a otros a vivirla. Cada
que es su propia paz. ¡Mi paz os dejo, mi paz os doy!
uno de nosotros arrastra en su vida espacios huecos, vací-
Todos deseamos la paz. Pero nosotros, como los discí-
os. Podemos ver unos en otros que nuestras vidas son
pulos, la buscamos cerrando las puertas y dejando fuera
tumbas vacías; lugares de resurrección y de gloria. Y así
a aquellos que podían molestarnos. Es u na frágil paz,
podemos juntos celebrarlo alegremente.
pues nos obliga a estar siempre en guardia para repeler
a quienes puedan invadir nuestro castillo. Es una paz de
muerte. Es la paz de las tumbas.
Ahora bien, sólo existe una paz que en definitiva nos
puede satisfacer, la paz de Dios. Pero para conseguirla
tenemos que arriesgarnos a abrirnos a los demás, ser heri-
dos. Es la paz del vulnerable Cristo: ¡La paz esté con vo-
sotros!, dijo Jesús, ¡y les mostró sus manos y su costado!
Claro está, la persona a la que dejamos fuera es Dios.
Es Dios quien aguardará a irrumpir en nuestras vidas,

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para alterar nuestra agradable, tranquila paz de muer- Estamos demasiado ocupados en asuntos muy impor-
tos. ¡Por mucho que cerremos las puertas y bloqueemos tantes para poder atender la invitación de Cristo a aban-
con barras las ventanas, Dios se las arreglará para entrar donar las habitaciones de arriba, y ponernos en camino.
y ofrecernos su inquietante paz! Pensemos en la Palabra Podemos incluso utilizar la oración como medio para
de Dios que tranquilamente leemos. Es peligrosa en extre- mantener a Dios afuera. Podemos dedicar horas a la ora-
mo. Está llena de pequeñas bombas que pueden dar un ción, recitando muchas palabras, sin ofrecer a Dios u n
vuelco a nuestras vidas. ¡Vende todo lo que tienes y dáse- momento de silencio, cuando cabe la posibilidad de decir-
lo a los pobres! ¡Ofrece la otra mejilla! ¡Bienaventurados nos algo que altere nuestra paz.
los pobres! La Biblia debería incluir el aviso sobre la Cristo se aparece a los discípulos y les dice: ¡La paz
salud, que aparece en los paquetes de cigarrillos: Este sea con vosotros!, y ellos se llenan de alegría. La buena
libro puede producirle serios trastornos. Si desea una paz nueva del evangelio de hoy es que por muchas barras y
tranquila, ¡no lo abra! cerraduras que pongamos para mantener afuera a Dios,
Cristo irrumpe en la habitación, donde nos hemos él entra en nuestras vidas y nos ofrece la paz. La paz que
encerrado, de modos muy diversos. Viene a nosotros en anhelamos y nos llena de alegría.
aquel que golpea nuestra puerta para pedirnos nuestro Regocijémonos con este regalo de Pascua, la p a z
tiempo. Viene a nosotros en el pobre que, como Cristo, propia de Dios. No ofrece la supervivencia de nuestras
nos muestra sus heridas. Viene en el fraile de la puerta instituciones. Nuestros proyectos favoritos, nuestros
de al lado, que llama a la nuestra solicitando diez minu- monasterios, nuestras comunidade s pueden morir. Si
tos de nuestro tiempo, para poder mostrarnos sus heri- convertimos en prioridad el mantener lo que hacemos o
das. Viene en nuestras hermanas religiosas y en los lai- lo que somos, no conoceremos la paz de Cristo. Él no
cos dominicos, que nos invitan a nuevos modos de sobrevive. Él muere y resucita. No nos ofrece la protec-
predicar el evangelio. Viene Cristo en el joven que quie- ción para evitar ser heridos, pues nos muestra sus heri-
re cambiar nuestras vidas y en el anciano que necesita das. Esa paz nos abre al otro, a sus necesidades y dese-
nuestros cuidados. Viene a nosotros en el extranjero, en os. Nos invita a salir, sin saber hacia dónde vamos a ir.
el enfermo de sida... La paz más profunda que he encontrad o entre los
Los discípulos habían echado la llave a la habitación frailes y las hermanas es la de aquellos y aquellas que
por miedo: miedo a ser heridos, a ser perturbados, miedo se han atrevido a abrir las puertas y se han expuesto a
al cambio. Y sobre todo por miedo al otro. ser golpeados. Tienen heridas que mostrar, pero son tes-
Nosotros podemos desarrollar toda una serie de tác- tigos de la paz de Dios. Pienso en alguno como el her-
ticas para cerrar nuestras vidas a ese peligroso Dios. Una m a n o Pedro Claverie, obispo de Oran, que fue asesina-
es echar literalmente la llave a nuestros conventos y casas, do. Doy gracias a Dios porque antes de su asesinato pasé
de modo que nadie pueda acercarse a perturbar nuestras tres días con él visitando su diócesis. Sabía que muchos
vidas, con sus insistentes peticiones, sus invitaciones, sus deseaban matarle. Cada día que salía, conduciendo su
interpelaciones. Otra es el duro trabajo. Tenemos tanto coche por la diócesis, era consciente de la posibilidad
trabajo que hacer, que no tenemos tiempo para escuchar de no volver a casa. Cuando estuve allí, unos terroris-
la palabra de Dios o a aquellos que Dios nos envía. tas entraro n en u n a librería y dispararo n contr a dos

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religiosos que trabajaban en ella. Inmediatamente un Dios de vivos
dominico francés se ofreció a sustituirles. Pedro y este
fraile sabían que nunca podemos encontrar la paz ence-
rrados en nuestros pequeños castillos.
Antes de comulgar nos ofrecemos m u t u a m e n t e un
signo de paz. Si fuerais ingleses (debo de ser yo el único
inglés aquí), el signo podía ser un tímido darse la mano,
pero es signo de la paz de Cristo. Lo es de la paz que per-
mite introducir al otro en nuestras vidas, que quita las
barras y cerraduras que le mantienen fuera. Es el signo Asunción (Paraguay), 2 de junio de 1999
que nos permite abrir nuestras vidas al peligroso Dios. Lecturas: Tb 3, 1-1 la. lb-J7ayMc 12, 18-27
Nos invitará a dejar atrás la seguridad, la protección, y
vivir con la vulnerabilidad propia de Cristo.
Los saduceos se acercan a Jesús con una historia muy
extraña: u n a mujer que tuvo siete maridos y los siete
murieron. ¿Con cuál de ellos estará casada en el cielo?
Nuestra primera reacción al escucharlo es que no tiene
nada que ver con nosotros. Después de todo, los frailes y
las hermanas no podemos tener ni siquiera un marido o
una esposa, ¡ni qué decir siete!
Pero la clave de esta historia es que los saduceos no
entienden lo que Jesús quiere decirles. Ha venido para
hablarles de la b u e n a nueva, de u n a vida eterna. Les
habla del Padre de los cielos, que ofrece a todos vida
sobreabundante, incluso la resurrección de los muer-
tos. Los saduceos no pueden entenderlo porque no tie-
nen la menor idea de lo que es estar vivos. Piensan que
la vida es hacer lo que se pueda para sobrevivir. Por lo
cual, la resurrección no es sino continuar como se esta-
ba, malviviendo, eso sí, por mucho tiempo. Si se pien-
sa así, esa mujer tendrá por supuesto un montón de pro-
blemas con siete m a r i d o s. ¡Imagínenlo! Como esas
gentes que quieren conservar sus cuerpos muertos refri-
gerados, para que recobren vida algún día. Pero Jesús
no está ofreciéndonos una mera sobrevivencia, sino vida
en plenitud. Su Padre es "el Dios de los vivos".

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La pregunt a que nos plantea el Evangelio es ésta: Recuerdo mi visita a un hermano, Albert Nolan, hace
¿Comprendemos bien lo que es estar vivos, gozar de una muchos años. Es un teólogo famoso. Era entonces supe-
vida plena, sobreabundante ? El Dios de los vivos nos rior de los dominicos en Sudáfrica. Destacaba por su
ofrece esta vida. ¿Aceptamos su don o queremos tan sólo rechazo al Alpartheid. Tuvo que esconderse porque el
sobrevivir? gobierno lo había amenazado de muerte.
La primera lectura del libro de Tobías nos muestra Él y su equipo de gobierno vivían en la casa más sen-
que la mera sobrevivencia no vale la pena. Para este cilla y pobre que puedan ustedes imaginar. Tenían una
anciano que perdió la vista, para esta mujer joven cuyos sola cama para todos. Pero eran felices y contagiaban
maridos van muriendo, el mero hecho de sobrevivir veja- vida. Abrazaron su pobreza con entusiasmo, como pren-
dos y ridiculizados habría sido un tormento. Preferirían da de la libertad de Dios mismo. Pienso que la pobreza
morir en vez de sólo sobrevivir. Pero el Dios de la vida de Albert y su rechazo al Apartheid eran dos aspectos de
escucha sus plegarias y les ofrece mucho más que sólo una misma realidad. Ambas cosas eran expresión de un
sobrevivir. Les envía un ángel portador de vida, felici- Sí al Dios de la vida.
dad, fecundidad y gozo. Hace que vuelvan a la comuni- Podemos vivir nuestros votos como si fueran obstá-
dad de los vivos. culos que hay que sortear. Podemos rehuirlos tratando
Este pasaje me recuerda mi visita a Albania hace poco de que nuestra pobreza, castidad y obediencia resulten
más de una semana. Fue un viaje relámpago, pero logré lo menos molesto posible. En vez de vivir una pobreza
ver a las hermana s y a los frailes que trabajan con los radical, podemos, por ejemplo, conseguir tantos bienes
refugiados kosovares en los campamentos y las aldeas. cuanto sea posible. Pero si lo hacemos, no seremos feli-
Estos campamentos son lugares de muerte. Muchos lo ces. Habremos escogido tan sólo sobrevivir en nuestra
han perdido todo: sus familias, sus hogares, sus patrias. vida religiosa, en vez de florecer.
No basta ofrecerles pan para que sobrevivan, aunque hay Vivir en plenitud no es cosa fácil y lleva tiempo. Con-
que comenzar por esto. Nuestros hermanos y hermanas lleva muchísimas muertes pequeñas. Hay que despo-
son como el ángel Rafael enviado por Dios: curan las heri- jarse de cosas superfluas, liberarse de deseos mezqui-
das, dan vida y esperanza, ofrecen el calor de una comu- nos. Trae consigo m u c h í s i m a s renuncias p e q u e ñ a s .
nidad humana. Nuestro Dios es un Dios de vivos, quiere Tengo que despojarme de mi tendencia a dominar a los
algo mucho mejor que la mera sobrevivencia de sus hijos. demás y adueñarm e de ellos. Desasirme de mis esfuer-
Quiere que florezcamos y que compartamos unos con zos por ser alguien importante por encima de los demás.
otros el gozo de vivir. Tengo que liberarme de luchar siempre a mi favor, por
Si nosotros, dominicos, hemos de anunciar al Dios de mi r e n o m b r e . Tengo que dejar de ser el c e n t r o del
los vivos, estamos llamados a buscar esta vida en pleni- m u n d o . El Maestro Eckhart dice que quien deja t o d o
para seguir a Jesús, pero no se deshace de sí mismo, n o
tud, a no contentamos con la mera sobrevivencia. Quienes
ha dejado absolutamente nada. La renuncia, con todo,
somos religiosos, hermanas y hermanos, hemos abraza-
no tiene valor de por sí; vale porque forma parte de u n a
do nuestros votos para manifestar por ellos que vivimos
vida en plenitud. Es ir viviendo ya la resurrección de los
en plenitud. Nuestra vida religiosa es un Sí a esta vida
muertos.
sobreabundante.

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Si logramos hacerlo, podremos ir a esos lugares de
muerte que hay en nuestra sociedad, los sitios donde la La ley de la libertad
gente lucha por sobrevivir, y anunciarles la buena nueva
del Dios de los vivos. Podremos ir a los que no tienen
casa, a los que están desesperados, a los que no ven un
futuro, y ofrecerles esta buena nueva. Seremos como el
arcángel Rafael, que trajo felicidad, vitalidad a torrentes,
vida eterna.

Mar del Plata, Argentina, 9 de junio de 1999


Lecturas: 2 Cor 3, 4-11 y Mt 5, 17-19

Jesús nos dice en el Evangelio de hoy que debemos


obedecer toda la ley, cada uno"de los mandamientos. "Si
alguno descuidase uno de esos preceptos menores y ense-
ñare así a los demás, será tenido por el menor en el Reino
de los cielos".
A primera vista esto es muy desalentador. Nos suena
como si Dios fuese un director de escuela muy estricto,
que controla todo para asegurarse de que todos cumpli-
mos las normas, y que nos castiga cuando cometemos el
mínimo error. Ésta es la imagen de Dios que muchos tení-
amos cuando éramos chicos, nos provocaba angustia y
nos hacía sentir culpables. Así es como se crean actitu-
des religiosas neuróticas, hasta quedar obsesionados por
nuestras faltas. Esta imagen de Dios ha alejado a mucha
gente de la Iglesia, hasta de la fe en Dios.
¿Será esto lo que Jesús quiere decirnos? No lo creo.
Porque es el m i s m o Jesús quien proclama nuestra li-
bertad de hijos de Dios; es él quien destruyó la ley y
quien predicó la misericordia incondicional del Padre.
Lo crucificaron porque era libre. ¿Qué nos dice, pues,
el Evangelio?
Jesús dice que la ley toda debe cumplirse. Pero ¿qué
entiende El por ley? Podemos caer en el error de pensar

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que la obediencia a la ley consiste en nuestra sumisión que es un abogado experto y porque comprende qué es
a la voluntad de otra persona. Tenemos que hacer lo que de veras ser libre.
Dios quiere y no lo que nosotros queremos. Así, u n a Quiero, pues, decir que la ley es un camino para lle-
obediencia total equivaldría a una esclavitud total. gar a una liberación profunda. Por eso debemos apren-
Tenemos que refrenar nuestros deseos y someternos der a obedecer toda la ley, como Jesús nos enseña. Si
completamente a otra persona. Esto es terrible, aun en creemos que Dios es igual que un director de escuela
el caso de que esta persona sea Dios. Significaría que estricto, tendremos que obedecerlo a toda costa. Pero a
j a m á s p o d r í a m o s ser nosotros mismos. No seríamos la vez nos las arreglaremos para seguir haciendo lo que
más que un robot moral. q u e r e m o s , c o m o hacen los chiquillos en la escuela.
La ley de Dios no es así. Cuando Moisés bajó de la Trataremos de burlar las normas sin romperlas, con tal
montaña con los diez mandamientos, venía -nos dice san de lograr nuestros propósitos. ¡Les garantizo que no
Pablo- con el rostro radiante de gloria. La aceptación de robaré la radio de Paco, pero estaré encima de él hasta
la ley no convirtió a Moisés en un esclavo, sino que lo que me lo regale!
hizo partícipe de la gloria de Dios. La razón de esto es Pero si actúo así, seguiré pensando que Dios es un ser-
que la ley no es la voluntad de alguien que es ajeno a ajeno a mí, alguien invisible y todopoderoso. En cambio,
nosotros, menos aún de alguien que está en contra nues- si Dios es el misterio que late en el corazón de mi liber-
tra. Dios no es una persona que está a mi lado, como un tad, resulta que estas ideas mías son una tontería. Lo que
Paco invisible y todopoderoso. Dios es el misterio en el realmente debo hacer es buscar con toda mi alma cum-
corazón de mi propio ser. Como dijo san Agustín: "Dios plir la voluntad de Dios siempre y en todas partes. Sé que
está más dentro de mí que yo mismo". Y la ley no es sino voy a fallar, que cometeré pecados, ¡pero sé también que
la libertad de Dios que burbujea en nuestro interior. necesito que Él me perdone! Y así es como iré creciendo
Obedecer la ley es aprender a ser libre. Es una educación como una persona libre.
en la libertad. Jesús fue la persona más libre que jamás El signo más claro de que obedecemos de veras a Dios
haya habido, justo porque cumplió hasta lo último la es la espontaneidad. Una persona que es espontánea tiene
voluntad de su Padre. un corazón único. Estas personas viven de tal manera en
A veces esto no parece ser así. Si de verdad quiero consonancia con Dios que les hace sencillamente querer
robarle a Paco su radio portátil que me gusta muchísi- lo que es bueno. Gozan en la libertad de tener un cora-
mo, quizá debo decirme: "Timothy, no lo hagas, está zón indiviso.
prohibido. Eso no se vale: no debes robar". La ley me Abrigo la esperanza y oro a Dios para que la Familia
prohibe hacer lo que yo quiero. Pero esto es así porque Dominicana sea para todos nosotros una escuela de liber-
todavía no he aprendido a ser completamente libre. En tad. Cada uno de nosotros ha logrado captar un aspecto
realidad, estoy apenas aprendiendo a saber lo que real- de esta libertad, y puede compartirlo con los demás. Los
mente quiero. Uno de los placeres de vivir con Carlos frailes debemos aprender a veces a ser libres como las
Azpíroz, que fue prior aquí, en Mar del Plata, es que él h e r m a n a s : tener la libertad de dar nuestra vida a los
es un abogado que de verdad comprende para qué sir- pobres, o la libertad de no preocuparnos de si somos o
ven las leyes. Carlos es un gran regalo para la Orden, por- no gente importante, o la libertad de estar sencillamente

98 99
a merced de la gente. Hay frailes que pueden enseñarnos Morir para vivir
a gozar de libertad de pensamiento, y otros la libertad de
la compasión. Y los laicos pueden enseñarnos la libertad
que disfrutan en su hogar y con sus hijos.
Que la voluntad de Dios se haga en el cielo y en la tie-
rra, y así seremos en verdad libres y espontáneos.

León, México, 26 de junio de 1999


Lecturas: Rom 6, 3-4. 8-11 y Mt 10, 37-42

La segunda lectura, de San Pablo, y el evangelio tra-


tan del sufrimiento y de la muerte. San Pablo nos dice
que tenemos que morir con Cristo. En el Evangelio se
nos dice que tenemos que cargar con la cruz y seguir a
Jesús. La mayoría de ustedes son jóvenes. Están en los
comienzos de sus vidas. ¿Qué les pueden decir estos pasa-
jes? Confío en que la muerte se haga esperar mucho tiem-
po. Se entiende que a mi edad empecemos a pensar en
la muerte. ¡Para ustedes es demasiado pronto!
De hecho a lo que nos invita Jesús es a vivir. Pero ir
llenándose de vida implica morir un poco. Permitidme
el ejemplo del nacimiento. El niño se ve caliente y feliz
en el seno materno. Vive en un mundo seguro, totalmen-
te encerrado en el cuerpo m a t e r n o . Llega entonces el
momento de nacer. Debe despertarse, abandonar su cáli-
do hogar y entrar en el mundo. No nos puede sorpren-
der que los niños entren en este m u n do llorando y pro-
testando. El nacimiento es una especie de muerte.
En los primeros años de su infancia, alimentándose
del pecho materno, se ve a sí mismo como el centro del
m u n d o . Los entendidos nos dicen que lo primero que
reconoce el niño en su madre no es una persona, sino la
fuente de su alimentación. Sólo lentamente el niño irá

100 101
descubriendo que no es el centro del universo. Existen Pero hay acontecimientos históricos de cómo el indi-
los otros. Tras el pecho existe una persona. Esto es parte viduo llega a la vida. La mayoría pertenecen a la historia
del camino hacia la vida. Pero a la vez es una suerte de de una pequeña familia. Pero ello es parte de una más
ir muriendo. Despertamos al niño a un gran descubri- maravillosa historia, la del nacimiento de la humanidad.
miento: existen los demás. El evangelio nos promete mucho más que el hecho de
Años más tarde se produce una de las experiencias crecer y aprender a amar. Nos promete el nacimiento de
más dolorosas y a la vez más maravillosas que podamos una sociedad estructurada por el amor. El reino de Dios.
tener: el enamoramiento. Puede que algunos de ustedes Para que yo esté plenamente vivo, con la vida propia de
estén pasando ahora por esa experiencia, ¿no? Enamo- Dios, no es suficiente que crezca, que me enamore, que
rarse es morir a sí mismo. Es la otra persona la que se tenga hijos. Necesito contribuir a construir la sociedad
convierte en el centro de la propia vida. Ustedes se pre- del amor.
guntarán día a día: ¿dónde está?, ¿me quiere?, ¿qué está Puede sonarnos un poco extraño. Permitidme que lo
haciendo en este momento?, ¿con quién estará hablan- explique un poco más. Cuando ustedes caminan por la
do? Lo más probable es que nunca hemos sido tan feli- ciudad de León, van a ver a sus amigos y familia, y atra-
ces, y a la vez nunca hemos sufrido tanto. He ahí otra viesan la ciudad para estar con ellos, tienen conciencia
muerte y otro nacimiento. de ellos. Si ellos son felices, usted es feliz. Cuando sufren,
El evangelio nos invita a llegar a vivir, en plenitud, en ustedes sufren. Pero León esta llena de gente de la que
ebullición, a alcanzar una vida vibrante. Pero, amigos, ustedes apenas tienen noticia. Gente pobre, sin trabajo;
esto nos exige siempre morir un poco. El morir que supo- mendigos, prostitutas, enfermos de SIDA. ¿Les vemos?
ne quebrar nuestros egoísmos; dejar de creernos el cen- ¿Nos dejamos impactar por sus vidas?
tro y abrirnos a los demás. Recuerdo que un escritor Si estuviéramos realmente vivos, con la vida de Dios,
inglés llamado Noel Conward se encontró con una per- nuestros ojos estarían abiertos a ellos. Es un modo de
sona en una fiesta. Le dijo: "mire, no tenemos tiempo morir. Ello cambia nuestras vidas, voltea nuestros pla-
para hablar de usted y de mí; así que hablemos de mí". nes. Ustedes no estarán contentos con ser felices en el
Es la actitud típica de quien se siente el centro de todo, pequeño mundo de su familia. Ustedes anhelarán, lucha-
de los que están medio muertos. rán p o r algo más, por un m u n d o en el que llegue a ser
Jesús nos invita a tomar su cruz y seguirle. Pero no feliz este mundo sufriente. No puede haber felicidad en
porque el sufrimiento sea algo bueno. El sufrimiento siem- un m u n d o injusto.
pre es algo malo. Lo que nos está pidiendo es que sigamos El primer enamoramiento es fantástico y terrible. Es
el camino que nos lleva a la vida, a la plenitud de vida. un gozo y un sufrimento. Es un gran paso hacia una vida
Los ejemplos que les he expuesto manifiestan cómo más plena. Hay que atreverse a dar el siguiente paso.
se alcanza la vida muriendo. El niño abandona el seno Llegar a a m a r a (enamorarse de) los olvidados y sufrien-
materno, y descubre la existencia del otro; un día se pro- tes de este m u n d o . Esto es un morir, pero también el
duce la gran irrupción en la vida y se enamora. Llegará gozo mayor que podáis imaginar.
un día en que físicamente morirá, y Dios le tomará en
sus brazos.

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Servidores de la palabra

Noviciado de México, 7 de julio de 1999


Lecturas: Gn 41, 55-57y Mt 10, 1-7

Los primeros dominicos hablaban a menudo del modo


"apostólico" de nuestra vida. Estamos llamados a vivir la
vida de los apóstoles. El evangelio de hoy relata como
Jesús nombra a los apóstoles y les envía a predicar. Ello
nos ayuda a entender qué significa ser dominico.
Lo primero que observamos es que Jesús elige a un
grupo de hombres bien sin relieve y sin embargo les con-
cede autoridad para predicar el evangelio. Elige a Pedro,
que ante su muerte le negará; elige a Tomás, que en un
principio no creerá en la resurrección. Elige a unos dis-
cípulos que, llenos de miedo, huirán en el momento de
su detención. Elige incluso a Judas, que le traicionará.
Hombres vulgares, débiles hombres.
Los que de ustedes están en el noviciado pueden des-
cubrir que los frailes dominicos no son precisament e
perfectos. Cuando llegamos a la Orden nos encontramos
con frailes pecadores normales. Ello puede suponer un
shock. Porque es posible que antes de entrar ustedes en
la Orden tengan la impresión de que somos santos. So-
mos la gente a la que el Señor llama a predicar su Reino.
¿Podemos nosotros, gente vulgar, atrevernos a pre-
dicar el evangelio, si no somos mejores que el resto de
los hombres y mujeres? El evangelio de hoy nos ayuda

105
entender por qué el Señor ha elegido a personas como poco tiempo Jesús se levantaría en armas y expulsaría a
ustedes a ser predicadores. los romanos. Pero los romanos no fueron expulsados.
En primer lugar, los apóstoles se lanzan a predicar Después de la Resurrección entendieron algo más. Pero
porque han sido llamados para ello por el Señor. No por- posiblemente pensaron que Jesús llegaría entre las nubes
que sean más inteligentes o mejores o porque crean que dentro de uno o dos años. Pero Jesús no vino. El predi-
es una magnífica tarea. Son enviados. Durante el novi- cador está siempre procurando entender mejor la Palabra
ciado la cuestión fundamenta] que han de plantearse que ha recibido.
ustedes y sus formadores, no es si ustedes son excepcio- De ahí que, si nosotros hemos sido llamados a ser pre-
nalmente inteligentes y buenos. Ustedes no vienen a la dicadores, lo primero que hemos de aprender es a tener
Orden para desarrollar sus capacidades humanas o para u n a actitud humilde ante la Palabra de Dios. Somos ser-
sentirse realizados como ser humano. Este los pregun- vidores, no dueños de la Palabra. Cada vez que predi-
ta: ¿He sido llamado a ser dominico? Lleva tiempo res- quemos hemos de abrirnos a esa Palabra y estar atentos
ponder a esa pregunta. No se ha dejado oír una voz en a lo que nos dice. Hemos de hacernos vulnerables a ese
la noche diciendo: "ven Timothy". Pero si ustedes son lla- mensaje. La primera pregunta que ha de hacerse el pre-
mados por Dios tienen que estar seguros de que Dios dicador no es: ¿Qué diré en mi sermón al pueblo?, sino:
busca su felicidad y les dará lo necesario para ser predi- ¿qué me dice el evangelio a mí?
cadores. Dios sabe lo que ustedes necesitan para ser feli- Si el predicador tiene como alimento diario la Palabra
ces. Si confían en Dios les otorgorá más felicidad que la de Dios, descubrirá que no la (domina) obedece. Es una
que puedan imaginar. palabra que me invita a seguir hacia adelante. Si no escu-
En segundo lugar los apóstoles pueden predicar por- cho la palabra como dirigida a mí, mi sermón será una
que Jesús les comunica las palabras que han de decir. serie de palabras dirigidas a nadie.
Cómo ustedes pueden ir y proclamar la gran noticia: "El Hace unos días en Argentina estaba preparando mi
Reino de Dios está cerca". Y ellos irán y compartirán esta sermón, cuando llegó un fraile a hablar conmigo. Na-
palabra que les ha sido dada por el Señor. Llegar a ser turalmente le dije que hablaríamos, pero le sugerí que
predicador no consiste en aprender mucha información. esperaba que no tuviera tanta prisa y esperar otro momen-
Es aprender el modo cómo hemos de acoger las palabras to, porque en ése estaba muy ocupado. Sin embargo el
que Dios nos da. El centro de su formación es aprender sermón que estaba preparando trataba de que debemos
a amar la Palabra de Dios que se les ha entregado. ser generosos con nuestro tiempo: cuando un hermano
Una Palabra que nosotros no entendemos perfecta- m e necesita, mi tiempo es suyo. Iba a predicar exacta-
mente. No somos dueño s de la Palabra de Dios. Es mente lo que no hacía. Yo era la primera persona a la que
m u c h o más profunda que lo que p o d a m o s imaginar. tenía que dirigir el sermón.
Somos predicadores en la medida que nos a b r a m o s a Lo primero, pues, que han de hacer en su noviciado
esta siempre nueva Palabra. Y nos dejemos sorprender es aprender a vivir con la Palabra de Dios. Es peligroso.
por ella. Cuando los discípulos fueron a predicar que "el Puede exigirles hacer algo que ustedes no desean. Les sor-
Reino de Dios está cerca" no entendían plenamente lo prenderá siempre. Les conducirá a lo más profundo del
que decían. Probablemente entendieron que dentro de misterio. Cuando ustedes crean que ya han entendido,

106 107
les conducirá más allá. Confío -y lo pido- en que su vida Sabiduría eterna
será un continuo crecer en la comprensión de la Palabra
de Dios. Y que nunca cometerán el error de creer que
ya la h a n perfectamente entendido . Somos siempre
aprendices.
Tengo ahora la tentación de comenzar otro sermón,
sobre la maravillosa y preciosa primera lectura sobre
José y sus hermanos. Pero he de recordar la importante
lección del predicador: "no predicar demasiado largo".
Coapa (México), 9 de julio de 1999
Lecturas: Gn 46, 1-7. 28-30 y Mt 10, 16-23

"Miren, que yo les envío como corderos en medio de


lobos. Sean, pues, sabios como las serpientes e inocen-
tes como las palomas". Y Jesús describe, entonces, las
terribles persecuciones que los discípulos tendrán que
soportar. Serán encarcelados, traicionados por sus ami-
gos y familiares. Pero el que permanezca hasta el fin, se
salvará.
Cuando Jesús envía a sus discípulos a este mundo hos-
til, se asemeja más bien a un buen Maestro de estudian-
tes que p r e p a r a a sus discípulos para su vida futura.
Muchos dominicos hoy tienen que enfrentar la persecu-
ción, la amenaza de prisión y la muerte. Algunos de nues-
tros hermanos y hermanas en lugares como Brasil, Arge-
lia, Vietnam y China viven en peligro, quizás también en
Chiapas. La mayor parte de nosotros no. Pero nuestra
formación tiene, sin embargo, que prepararnos para un
mundo que será hostil al evangelio y a nuestro estilo de
vida. El m u n d o moderno es cruel y competitivo; hay poco
espacio p a r a la h u m a n i d a d y la comunidad. Nosotros,
dominicos, hacemos votos de pobreza, castidad y obe-
diencia. Estos carecen de sentido para el mundo moder-
no, y comprometerse con ellos será a veces duro. Ustedes
a menudo pueden sentirse como ovejas en medio de lobos.

108 109
¿Cómo puede prepararles su formación para esto? del Hombre venga". Esta sabiduría es necesaria hoy. Hace
¡Espero que el Maestro de estudiantes les esté enseñan- veinte años luchábamos con más confianza por un mundo
do a ser sabios como la serpiente e inocentes como las nuevo y justo. Ahora nos parece que muy poco ha sido
palomas! No hay duda de que algunos de los hermanos conseguido. En muchos lugares hay más pobreza e injus-
son sabios como las serpientes y otros inocentes como ticia que antes. Parece como si nuestros sueños hubie-
las palomas. El secreto es ser ambas cosas. ¿Pero qué ran t e r m i n a d o . Parece que se acabó la utopía de un
significa esta inquietante expresión? Les daré mi inter- m u n d o justo. Ahora es cuando necesitamos la sabiduría
pretación. de la serpiente, recordar que la humanidad está en cami-
"Sabios como las serpientes". Frecuentemente pode- no hacia el Reino, suceda lo que suceda.
mos pensar que las serpientes son seres, arteros mali- Así, el secreto de esta sabiduría es confiar en Dios.
ciosos y falsos, como la serpiente en el Jardín del Edén. Dios quiere nuestra felicidad. Dios nos trae a casa a pesar
Pero no era esa su principal imagen en el mundo de Jesús. de lo que suceda. Como dice el salmo: "Confía en el
En todo el Medio Oriente la serpiente era el símbolo de Señor y haz el bien. Alégrate en el Señor y Él cumplirá
la eternidad. Se desprende de su piel y de ese modo vuel- los deseos de tu corazón". ¡Dios comparte su felicidad
ve de nuevo a ser joven. La sabiduría de la serpiente era con la h u m a n i d a d tal y c o m o nosotros lo deseamos!
la sabiduría de ver las cosas a la luz de la eternidad. Esa Tengan confianza.
es la sabiduría que ustedes deben aprender aquí. Y después está "la inocencia de las palomas". En las
A menudo nos dejamos atrapar por los pequeños dra- parábolas de Jesús los pájaros son aquellos que viven al
mas de cada día. ¿Pasaré mis exámenes?, ¿conseguiré un día. No se preocupan por el mañana. Los pájaros viven
trabajo?; ¿me hablará el hermano equis?, ¿dónde me asig- el momento presente sin pensar en el futuro. Como dice
nará el provincial? Todas estas son cuestiones impor- Jesús: "miren los pájaros del cielo, que no siembran ni
tantes. No las minusvaloro. Pero la sabiduría de la ser- siegan... , pero su Padre celestial los alimenta".
piente nos recuerda que todos los drama s de hoy son También nosotros tenemos que aprender esa capaci-
simplemente parte de una larga historia que conduce al dad de no preocuparnos por el futuro y de vivir el ahora.
Reino. A pesar de los terribles desastres de hoy, sabemos Ahora es el tiempo en el que debo vivir mi vida. Ahora es
que mi vida y la historia de la humanidad están siendo el tiempo en el que debo volverme hacia mi hermano,
dirigidas al Reino. Que puedo fallar hoy, pero mi vida que necesita mi tiempo y está esperando una palabra mía.
está siendo conducida a la felicidad. No es bueno dejarlo para mañana o para el mes siguien-
Así, cuando Jesús dice a sus discípulos que deben ser te. Ahora es el tiempo en el que debo responder a la per-
sabios como la serpiente, no les está diciendo que sean sona que llamó a mi puerta para pedir ayuda. Ahora es
arteros y maliciosos. Les está diciendo que vean todo a el tiempo de volverme a Dios y abrir mis oídos. Tenemos
la luz de la eternidad. Nuestras vidas están en el camino que arriesgarnos a vivir el momento presente como si no
hacia el Reino de Dios, aún cuando seamos traicionados h u b i e r a m a ñ a n a . Tenemos que a p r e n d er la libertad y
por nuestros amigos, puestos en prisión y sorprendidos espontaneidad de aquellos que viven el hoy.
con alguna falla. 'Yo les aseguro que ustedes no habrán Sin embargo, puede parecer que hay contradicción
recorrido todas las ciudades de Israel antes de que el Hijo entre la sabiduría de la serpiente, que piensa en térmi-

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nos de eternidad, y la ingenuidad de las palomas, que Compartir la palabra
viven el momento presente. Pero pienso que no la hay.
Únicamente la persona que tiene la sabiduría de la ser-
piente, puede actuar espontánea y libremente en el mo-
mento presente.
Si sé que mi vida está en las manos de Dios, y que Él
atrae a toda la humanidad hacia su Reino, puedo tomar
el riesgo de actuar ahora. Si confío en que Dios nos atrae
hacia la felicidad, a pesar de lo que suceda, puedo ser
espontáneo ahora. Si mi hermano viene a mí para pedir- Monasterio Federal de Lago de Guadalupe,
me algo, entonces no hay por qué decirle: "Bien, vere- 11 de julio de 1999
mos, puede ser la próxima semana". Puedo responder: Lecturas: ls 55, 10-11; Rm 8, 18-23 y Mí 13, 1-23
"ahorita". Ahora es el único tiempo de vivir, ahora es el
tiempo de abrir mis ojos al vecino. Ahora es el tiempo de
volver a Dios. En el que no hay sino ahora y eternidad. En la segunda lectura Pablo nos dice que toda la crea-
Vivan con confianza en la eternidad, y entonces serán ción es como una mujer dando a luz a un niño. "Sabemos
libres para vivir plenamente el ahora. que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolo-
El evangelio añade: "el que permanezca hasta el final res de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los
se salvará". Cuando hacemos nuestra profesión solemne que poseemos las primicias del Espíritu". Nace ahora el
esta debería ser nuestra pregunta: ¿Cómo puedo perse- Reino, aquí en México, aquí en este mismo monasterio.
verar hasta el final? El secreto de la perseverancia no es Pero si somos sinceros, hermanas, es difícil de creer.
el empeño de la voluntad. Es no ser fuerte. Es confiar: En la periferia de todas las grandes ciudades del mundo
confiar en Dios, que quiere, que procura mi felicidad, y hay una gran sombra de personas que viven en la mise-
confiar en nuestros hermanos. Que Dios les conceda la ria, las más de las veces sin esperanzas. Si les pregunta-
sabiduría de la serpiente para que confíen en el Dios que mos nos responderán que no ven muchos signos de que
guarda su futuro en sus manos. Que Dios les dé la ino- el Reino está naciendo. Al final del mes iré a Ruanda y
cencia de las palomas, para que tengan la confianza de Burundi, donde la guerra civil se prolonga año tras año.
vivir plenamente en el presente y entreguen sus vidas a Voy a visitar a fray Qscar Mayorga, que ha tomado la
todos aquellos que les necesitan. Entonces perseverarán valiente decisión de ayudar a los hermanos de allá. Todo
hasta el final. el centro de África está en ebullición. Rusia se desliza al
caos. ¿Dónde están los signos de que el Reino viene? ¡Aun
en el propio monasterio, luego de una dificultad con la
priora, se podría preguntar si de veras el Reino está
naciendo aquí!
La primera lectura de Isaías fue escrita a personas
que vivían justamente la misma crisis de esperanza que

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nosotros. Esperaban al Mesías y no llegaba. Dios les dice: misión". Dios nos llama a pronunciar palabras que dan
Tengan confianza, ya envié mi palabra: "No volverá a mí vida, que dan a luz, que recrean al mundo. Es la voca-
sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su ción h u m a n a . En el AT estaba por encima de todos los
misión". profetas como Isaías, que pronunciaba la palabra de Dios.
La palabra de Dios está aquí en medio de nosotros. Sin embargo, todos estamos llamados a hacerlo. Los
Es como levadura que nos transforma lentamente y hace padres hablan a sus hijos palabras que dan vida y amor,
al m u n d o nuevo. Como bomba de tiempo, que deja oír esperanza y felicidad. Políticos y periodistas, obispos y
solamente su tic-tac y explota sorprendiendo a todos. obreros, monjas y maestros, todos hablamos unos a otros
Tengan confianza. El Reino está naciendo. palabras que pueden edificar a las otras personas y dar-
El principal papel del monasterio de Dominicas es ser les vida, o destruirlas. Dios nos comparte un poco de su
un oasis de esperanza. Las vidas de ustedes están cen- poder creador. Podemos hablar, ya sea para construir el
tradas en la Palabra de Dios. Están aquí para escuchar Reino o para tratar de destruirlo.
esta palabra en silencio, para estudiarla, compartirla, ¿Cómo puedes vivir esta vocación en el monasterio?
meditarla. El corazón de su formación es aprender a amar La gente que no conoce la vida monástica imagina
esta palabra que Dios les ha concedido. Por eso espero que viven en perpetuo silencio, comunicándose ocasio-
que algunas de ustedes aprenderán griego, para poder nalmente por medio de signos. Quienes queremos a nues-
leer el Nuevo Testamento en su lengua original. Algunas tras monjas sabemos que comparten muchas palabras
pueden aprende r Hebreo, a u n q u e debo confesar que unas con otras. Es central en la formación de las jóvenes
todos mis intentos por aprenderlo han fracasado. aprender a decir palabras unas a otras y unas de otras,
La Orden necesita los monasterios de Dominicas, que edifiquen el Reino aquí. ¿Aprenden a decir palabras
como lugares que mantengan viva la esperanza del Reino. que valoran a las hermanas o meramente las critican?
Su papel es permitir que esa palabra crezca en sus vidas ¿Hablan palabras que animan a las otras monjas, o las
y las transforme, que nazca en ustedes. Entonces podrán hacen sentir depreciadas? ¿Hablan con palabras que están
compartir su esperanza con nosotros. He visto la impor- llenas de esperanza o de cinismo?
tancia de los monasterios como lugares de esperanza La parábola en el evangelio de hoy muestra cómo Dios
especialmente en África. Cuando nos acercamos a nues- c o m p a r t e su palabra. Es como el sembrador que dise-
tro monasterio en el norte de Burundi, notamos que está mina la semilla por todos lados. Dios es salvajemente
construido en la única colina verde de toda el área. Todas generoso con la buena semilla. No calcula si el terreno
las demás están secas y áridas. La población no se atre- merece la semilla. La esparce en todo lugar, sobre las
ve ya a cultivar los campos. Pero la colina de nuestro rocas y en medio de las espinas. Esta es la generosidad
monasterio está verde porque es un lugar de paz. Las insensata y salvaje a la que estamos llamados. Debemos
monjas mantienen viva la palabra de Dios y su esperan- aprender a hablar bien de las personas a quienes no les
za en el Reino. importamos. Podemos aprender a hablar bien de quie-
Dios no sólo promete el Reino. Nos llama a colaborar nes nos critican. Quizás sepamos que la hermana "equis"
en su edificación. Dios da su palabra, y "no volverá a mí me ataca siempre a mis espaldas. No te preocupes. ¡Riega
sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su también buenas palabras sobre ella!

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Si eso haces, entonces la semilla tendrá fruto, ciento Descansar con el Señor
por uno. Edificarás el mundo aquí. El monasterio será
una verdadera casa de predicación. Será un lugar en
donde la gente halla esperanza y confianza.

Misa de Clausura - 14 de julio de 1999

"Vengan a mí todos los que están fatigados y agobia-


dos, que yo les proporcionaré descanso". El tiempo mejor
para preparar homilías en una visita es el trayecto entre
una comunidad y otra. Viajando en automóvil, decidí que
estas palabras de Jesús son el mejor don a la Provincia
en la conclusión de la visita. Luego descubrí que son del
evangelio de mañana, pero ¡no importa!
Los discípulos están exhaustos de predicar el evan-
gelio y de atender a las demandas de la gente. Así, Jesús
promete compartir con ellos el descanso de Dios. 'Vengan
a mí todos los que están cansados y agobiados, que yo
les proporcionaré descanso". Esta promesa es también
para nosotros. Muchos de los hermanos de la provincia
trabajan e x t r e m a d a m e n t e duro, con total dedicación.
Como los apóstoles muchos de ustedes están cansados,
y necesitan compartir el descanso de Jesús.
Santa Catalina de Siena invita a descansar en Dios,
como en el mar o en una cama grande. ¿Por qué nos es
tan difícil? ¿Será porque estamos a menudo atrapados
en el quehacer sinfín de las actividades? En parte es por-
que están conmovidos por las necesidades de la gente y
no se atreven a decir "no". Están ocupados por su gene-
rosidad. Pero a veces, cuando podemos descansar, se nos
hace difícil. Buscamos actividades. Es porque pertene-

117
116
cemos a una cultura que valora la actividad. La gente Solos, y en actividad incesante, nunca podremos conse-
importante trabaja duro. El teléfono siempre llama, los guir la realización individual. Esa se nos da solamente si
faxes llegan sin cesar, todo el mundo los desea. La gente descansamos en Dios. Lo contrario seria un girar inútil.
ocupada importa. Si dejamos de trabajar corremos el ries- El séptimo día Dios descansó. Es el sábado del cum-
go de descubrir que nuestra vida carece de sentido. El plimiento. Todo lo que Dios planeó llegó a su cumpli-
temor más grande es el no tener trabajo. Los desemplea- miento. El sábado es un signo de nuestra confianza en
dos no tienen valor a los ojos de la sociedad. ¿Tememos que la voluntad de Dios se cumplirá. Es la buena nueva
el descanso? que predicamos al pueblo de Dios. Descansamos porque
Jesús, sin embargo, ofrece u na participación en el tenemos fe en que a pesar de todas las injusticias del
mismo descanso de Dios. Porque en el mundo antiguo, mundo, a pesar de la victoria de los ricos y de los pode-
era privilegio de dioses el no hacer nada. Los dioses se rosos, estamos en camino al Reino. Descansar es el signo
reclinaban sobre divanes a comer y a beber. Según los de nuestra confianza en que el Reino llegará.
mitos del mundo antiguo, los humanos fueron creados Nadie nos creerá a menos que vean que los predica-
para ser esclavos de los dioses, prepararles sus tacos y dores se atreven a descansar ya. Me doy cuenta de que es
tequilas para el festejo. No hacer nada era signo de la dig- una doctrina peligrosa. Como escribí en una carta a la
nidad de un dios. Orden, tuve un hermano al que se le llamaba el "signo
Las revolucionarias nuevas de la Biblia es que Dios escatológico", pues ¡nunca se le veía hacer nada!
quiere compartir su descanso con nosotros. El descanso Finalmente cuando Dios descansó se gozó en su crea-
del sábado era el signo de nuestra dignidad de amigos de ción. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era
Dios. También nosotros podemos descansar con Dios. muy bueno. Permaneció en la contemplación de la bon-
Predicamos la dignidad de cada ser humano. Dignidad dad de la creación.
que a veces mostramos descansando. Los predicadores Cuando Jesús nos invita a compartir su descanso, nos
debemos rechazar la esclavitud del trabajo. invita a permanecer en contemplación de la bondad de
Quizás haya también otra razón por la cual nos resis- la creación. No sabremos nada de paz y descanso, hasta
timos a la invitación de Jesús a descansar. Vivimos en que no aprendamos a miramos unos a otros y al m u n d o
una cultura de realización individual. La sociedad nos que Dios ha hecho y gozarnos de su bondad. Esto signi-
dice que debemos desarrollar nuestras potencialidades. fica que solamente serán lugares de descanso, los con-
A menudo en las visitas escucho a hermanos que dicen ventos en los que superamos nuestro agobio y cansancio,
ser felices porque el trabajo realiza sus potencialidades, y aprendemos a ver lo bueno de cada uno.
o infelices cuando no lo hace. Y así estamos atrapados Esto es duro. Vivimos en una sociedad de acusacio-
en una actividad incesante, enseñando, escribiendo, via- nes y sospechas. La cultura contemporánea nos enseña
jando, de manera a poder realizarnos. a descubrir las debilidades y defectos del otro. Apren-
Dios, sin embargo, es el único completamente reali- demos a etiquetar y a desautorizarnos unos a otros. Pero
zado. Es quien dice a Moisés: "Yo soy el que soy". Es el a menos que nos gocemos en la bondad de nuestros her-
Dios que nos invita a participar de la plenitud de su ser. manos, nunca nos hallaremos en casa y estaremos siem-
En Él encontramos satisfacción, descanso y realización. pre cansados e insatisfechos.

118 119
"Vengan a mí todos los que están cansados y agobia-
dos, y yo les proporcionaré descanso". Vamos a gozarnos
4
en la dignidad de quienes participan del descanso de Dios. Intervención en el Sínodo
Reposemos en la confianza de que el Reino viene.
Tomemos nuestro descanso en la bondad de los herma-
de obispos para Europa
nos que Dios nos ha dado.
¡Mañana, hermanos, descansaré en casa de mi madre!

En el proceso de los que planearon matar a Hitler en


julio 1944, el juez dijo: "Nosotros, nacionalsocialistas, y
vosotros, cristianos, tenemos una sola cosa en común:
ambos reivindicamos la persona entera". El cristianismo
reclama a Cristo de modo absoluto. Él es el Alfa y la
Omega. Pero en nuestra sociedad cualquier pretensión
absoluta parece totalitaria y sospechosa.
En este siglo Europa ha estado crucificada por ideo-
logías que han hecho reivindicaciones absolutas: el comu-
nismo, el fascismo, el nazismo. Una sociedad multicul-
tural rechaza tales demandas. Las personas, incluidos los
cristianos, encuentran sentido en una variedad de fuen-
tes: en su vida familiar, en la política, en su identidad
nacional o étnica, en su equipo de fútbol, en la misma
religión. Aun muchos católicos convencidos se muestran
recelosos ante cualquier reclamo absoluto. Por ejemplo,
algunos católicos aceptarán la doctrina social de la Iglesia,
pero protestarán por cualquier intrusión en su vida pri-
vada. Otros aceptarán la autoridad de la Iglesia en con-
ducta sexual, pero estarán desconcertados cuando criti-
ca el capitalismo. En una sociedad multicultural, elegimos
determinados valores que se nos presentan como en los
estantes de un supermercado. Por tanto, ¿cómo podemos
hacer una opción absoluta por Cristo?

120 121
La crisis de autoridad que experimentamos en el seno recurrir a las mentes de hombres y mujeres, mostrándo-
de la Iglesia es un mero síntoma de una crisis de autori- les en el Evangelio el significado de su experiencia.
dad más amplia en nuestra cultura europea desde la Debemos apelar a la razón. Pero esto no basta. Pues,
Ilustración. Para simplificarlo demasiado: se tiene la idea como ha mostrado la Encíclica Fides et Ratio, nuestra
de que cualquier autoridad externa que me diga qué debo sociedad se caracteriza también por una crisis de con-
creer o hacer es sospechosa. Someterse a la palabra de fianza en la razón. Por tanto, debe haber algo más.
otro significaría perder la propia libertad y autonomía. Jesús camina con los discípulos cuando ellos se van.
Esta es una sospecha que obsesiona también a muchos Huir de Jerusalén es, para Lucas, un acto de desespera-
cristianos de Europa. No podemos responder a este temor ción. Como mucha gente en la Iglesia de hoy, están defrau-
simplemente afirmando la autoridad de la Iglesia con dados, desilusionados. Jesús no los detiene, ni impide su
más firmeza todavía. La gente podría o resistir o no hacer camino. Camina con ellos, acepta su hospitalidad y entra
caso. Y, como dijo Santo Tomás, una gran autoridad, el en su casa, come su pan. Con esto se acaba su Jornada
argumento de autoridad es el más débil. lejos de la fe.
Entonces, ¿qué tenemos que hacer? Cuando prepa- Para tener autoridad convincente debemos compar-
raba estas palabras, me di cuenta de que es más fácil tir los caminos de las personas, entrar en sus temores,
hacerse la pregunta que hallar la respuesta. Pero el epi- estar atentos a sus desilusiones, sus demandas, sus fallos
sodio de Emaús nos ofrece algunas claves, pues nos dice y dudas. Con frecuencia hablamos de las personas: las
cómo se supera una crisis de autoridad. mujeres, los pobres, los inmigrantes; los divorciados, los
Los discípulos huyen de Jerusalén. Ellos habían oído abortistas, los prisioneros, la gente con SIDA, los homo-
el testimonio de las mujeres, pero no están convencidos. sexuales, los drogadictos. Pero nuestras palabras por
Como sucede a menudo, ¡los hombres no escuchan a las Cristo no tendrán crédito real a no ser que, de alguna
mujeres! "Algunos de los nuestros fueron a la tumba, y lo forma, demos autoridad a su experiencia, entremos en
encontraron todo como habían dicho las mujeres, pero a sus casas, recibamos su hospitalidad, aprendamos su len-
Él no lo vieron". Las mujeres proclamaron su fe sin resul- guaje, comamos su pan, aceptemos sus dones. Esto es
tado. Esta es a veces nuestra experiencia en E u r o p a . peligroso. La gente no nos entenderá y nos acusará de
Proclamamos nuestra fe con toda confianza, como debe mezclarnos con gente pecadora. Pero existe un buen pre-
ser, pero nuestro testimonio a veces no tiene autoridad. cedente de esto.
"A El no lo hemos visto". Por último, los ojos de los discípulos se abren cuan-
Jesús empieza intentando hacerles comprender: "Co- do lo ven en la fracción del pan. Nuestras palabras ten-
menzando por Moisés y todos los profetas, les hizo saber drán autoridad si acogemos a los desconocidos, si nos
lo que se refería a El en toda la Escritura". A la vista de su juntamos con las personas en su camino hacia el Reino.
ceguera, El explica las escrituras. Lucha con sus mentes. Uno de nuestros frailes dominicos, que vive en la zona
Intenta dar sentido a su experiencia. Observamos de guerra en Colombia, adquirió gran autoridad entre
aquí la autoridad de la razón. Es un primer paso: "¿No todas las partes del conflicto. Invitó a todos a ir a la parro-
ardían nuestros corazones en nuestro interior, cuando nos quia los sábados: los terroristas, el ejército, los parami-
hablaba en el camino?". Nosotros en la Iglesia debemos litares, la gente. Todos podían comer y beber y jugar al

122 123
fútbol, con tal de que dejaran fuera las armas. Tuvo auto-
ridad porque los reunió a todos. 5
Y la culminación de la historia de Emaús es que los
discípulos vuelven a Jerusalén a proclamar lo que han El trono de Dios ]
visto. La crisis de autoridad se resuelve no sólo con su
sumisión sino con su proclamación. Ellos mismos se con-
vierten en autoridades. Es una palabra que tiene auto-
ridad sobre nosotros, y que también nos da autoridad
a nosotros.
Lo mismo que las mujeres, nosotros debemos cierta-
mente proclamar nuestra fe con confianza. Pero no pode-
Es un honor para mí haber sido invitado a hablar a
mos responder a la crisis de autoridad afirmando sin más
este Congreso de Abades. Quiero decir algo sobre el
nuestra fe aún con más fuerza e insistencia. Para muchas papel de los monasterios en este nuevo milenio. Me
personas esto confirmará sus temores sobre la naturale- siento tan poco indicado para hablar sobre esto que me
za de la autoridad de la Iglesia, como si fuese opresora y pregunto si debería haber aceptado la invitación. Lo
destructiva de su propia libertad. Debemos demostrar hice únicamente como un acto de gratitud a san Benito
que la Palabra que proclamamos no está sólo sobre y con- y a los que siguen su regla. Fui educado - m á s o m e n o s -
tra nosotros. Está más íntima a nuestro ser que cualquier por los benedictinos durante diez años, en las abadías
palabra que podamos decir; ella nos hizo y penetra en las de Worth y Downside, y de aquellos años tengo los
profundidades más oscuras del corazón humano, y nos recuerdos más felices. Sobre todo recuerdo la humani-
ofrece una morada. Entonces podremos hablar de opción dad de los monjes, que rae ayudaron a creer en un Dios
absoluta por Cristo con autoridad, y mostrar que nos da que era bueno y misericordioso, ¡aunque muy inglés!
la verdadera libertad. Probablemente debo mi vocación religiosa a un tío
abuelo benedictino, Dom John Lañe Fox, cuya vitalidad
y entusiasmo por Dios fue un gran don. Y finalmente,
me gustaría dar gracias a Dios por ese benedictino
bueno y amigo, el cardenal Basil Hume.
Las abadías benedictinas han sido como oasis en el
peregrinar de mi vida, en las que pude descansar y reno-
varme antes de proseguir el camino. Hice el retiro para
mi diaconado en la abadía de Buckfast, y mis ejercicios
para la ordenación de presbítero en Bec-Hellouin, en
Normandía. Pasé unas vacaciones en La Pierre qui vire,

1. Intervención en el Congreso de Abades Benedictinos (Roma,


San Anselmo, septiembre 2000).

124 125
y en Einsideln, y celebré la Pascua en Pannenhalme, en son totalmente disparatadas, y prueban que un domini-
Hungría. He visitado Subiaco, Monte Casino, Monte co no entiende nada de la vida benedictina. Si es así, os
Olivetti y muchas otras abadías. pido perdón. Deseo afirmar que vuestros monasterios
En todos los lugares donde he ido, he encontrado revelan a Dios no por lo que hacéis o decís, sino quizá
multitudes de gente que visitaban los monasterios. ¿Por porque la vida monástica tiene en su centro un espacio,
qué están allí? Algunos son sin duda turistas que han un vacío, en el cual Dios puede revelarse. Deseo sugerir
ido a pasar la tarde, esperando tal vez ver a un monje, que la regla de san Benito ofrece a vuestras vidas una
como a un mono en el zoo. Podríamos esperar encon- especie de vacío central, en el cual Dios podría vivir y
trarnos con letreros que digan: "No echéis comida a los dejarse entrever.
monjes". Otros llegan por la belleza de los edificios o La gloria de Dios se revela siempre en un espacio
por la liturgia. Muchos lo hacen esperando encontrarse vacío. Cuando los israelitas salieron del desierto, Dios
con Dios. Hablamos de la "secularización", pero vivi- vino con ellos sentado en el espacio entre las alas del
mos en un tiempo marcado por una profunda búsque- querubín, encima del trono de la compasión. Este
da religiosa. Hay un hambre por lo transcendente. La hueco era el trono de la gloria. Era sólo un pequeño
gente lo busca en las religiones orientales, en las sectas espacio, el ancho de una mano. Dios no necesita
de la nueva era, en lo exótico y en lo esotérico. Con fre- mucho espacio para manifestar su gloria. Aquí en el
cuencia hay un recelo hacia la Iglesia y toda religión Aventino, a no más de doscientos metros de distancia,
institucional, exceptuados tal vez los monasterios. está la basílica de santa Sabina. En su puerta se
Todavía existe la confianza de que en los monasterios encuentra la primera representación conocida de la
podamos vislumbrar el misterio de Dios, y descubrir un cruz. Vemos en ella un trono de gloria que es también
indicio de lo transcendente. un vacío, una ausencia, pues un hombre muere gritan-
Seguramente el papel del monasterio es acoger a do a Dios que parece haberlo abandonado. El trono
estos extraños. La Regla nos dice que se debe acoger al último de gloria es una t u m b a vacía, donde no hay
extranjero como a Cristo. Se le debe saludar con reve- ningún cuerpo.
rencia, lavarle los pies y darle de comer. Esta ha sido Mi esperanza es que los monasterios benedictinos
siempre mi experiencia. Recuerdo cuando fui a visitar continúen siendo lugares donde brille la gloria de Dios,
Santa Otilia, siendo abad el obispo Viktor Dammertz. tronos para el misterio. Y esto, por lo que no sois, y por
Yo era un estudiante dominico inglés, pobre, sucio, lo que no hacéis. En años recientes los astrónomos han
autoestopista. Y estos limpísimos benedictinos alema- estado buscando nuevos planetas por los cielos. Hasta
nes me hicieron pasar, me lavaron, me restregaron, me hace poco nunca pudieron ver planetas directamente.
cortaron el pelo. Parecía casi una persona respetable Pero pudieron detectarlos por un balanceo en la órbita
cuando me despedí para ponerme nuevamente en cami- de la estrella. Quizá con los que siguen la regla de san
no. ¡No por mucho tiempo! Benito sucede algo similar, vosotros sois precisamente
los planetas que desvelan la estrella invisible que está en
¿Por qué los monasterios atraen tanto a la gente?
el centro del monasterio. La órbita regulada de vuestra
Hov me gustaría compartir con vosotros algunas ideas
vida apunta al misterio que no podemos ver directa-
sobre el porqué de esto. Podríais pensar que mis ideas

126 127
mente. "Es verdad, tú eres un Dios escondido, Dios de escondido de vuestras vidas. Dios se revela como el cen-
Israel" (Is 45. 13). tro invisible de nuestras vidas cuando no intentamos
Me gustaría sugerir, entonces, que el centro invisible dar ninguna otra justificación de quiénes somos (nues-
de vuestra vida se revela en vuestro modo de vida. La tra identidad). La finalidad de la vida cristiana es justa-
gloria de Dios se muestra en un hueco, un espacio vacío mente estar con Dios. Jesús dice a los discípulos:
en vuestras vidas. Voy a insinuar tres aspectos de la vida "Permaneced en mi amor" (Jn 15.10). Los monjes están
monástica que abren este vacío y hacen un espacio para llamados a permanecer en este amor.
Dios: En primer lugar, vuestras vidas no tienen una fina- Nuestro mundo es un lugar de mercado. Cada uno
lidad especial. En segundo lugar, no llevan a ninguna lucha por llamar la atención, e intenta convencer a los
parte, y por último porque son vidas de humildad. Cada demás de que lo que vende es necesario para una buena
uno de estos aspectos de la vida monástica nos abre un vida. Continuamente se nos está diciendo lo que necesi-
espacio para Dios. En cada caso es la celebración de la tamos para ser felices: un microondas, un ordenador,
liturgia la que da sentido a este vacío. Es el canto del unas vacaciones en el Caribe, un nuevo jabón. Y es ten-
Oficio varias veces al día lo que muestra que este vacío tador para la religión venir al lugar del mercado y tratar
está lleno de la gloria de Dios. de gritar junto con los otros competidores: "Necesitas la
religión para ser feliz, para tener éxito y hasta para ser
rico". Una de las razones de la explosión de las sectas en
ESTAR AHÍ
América Latina es que prometen riqueza. De ahí que el
El hecho más evidente acerca de los monjes es que cristianismo esté allí, proclamando que es relevante
no hacéis nada de particular. Cultiváis la tierra, pero no para tu vida. El Yoga esta semana, la aromaterapia la
sois granjeros. Enseñáis, pero no sois profesores. Puede próxima. ¿Podemos convencerlos que prueben con el
incluso que dirijáis hospitales o puestos de misión, pero cristianismo? Recuerdo unos lavabos en un pub de
no sois primariamente doctores o misioneros. Sois Oxford. Había una frase escrita en letras diminutas, en
monjes que siguen la regla de san Benito. No hacéis un ángulo del techo. Decía: "Si lo has mirado desde tan
nada de particular. Los monjes normalmente son perso- lejos, es que debes estar buscando algo. ¿Por qué no lo
nas muy ocupadas, pero el negocio no es el propósito e intentas con la Iglesia Católica?"
intención de vuestras vidas. El cardenal Hume escribió Necesitamos a los cristianos ahí fuera, gritando
en una ocasión que, "no nos vemos a nosotros mismos junto con el resto, sumándose al bullicio del lugar del
teniendo una misión particular o función en la Iglesia. mercado, tratando de llamar la atención de la gente. Ahí
No nos proponemos cambiar el curso de la historia. es donde los dominicos y los franciscanos, por ejemplo,
Sencillamente estamos ahí casi por casualidad desde un deberíamos estar. En cambio los monasterios encarnan
punto de vista humano. Y, afortunadamente, seguimos una verdad más de fondo. En definitiva alabamos a
'sencillamente estando allí'" 2 . Es esta ausencia de un fin Dios, no porque sea relevante para nosotros, simple-
explícito lo que revela a Dios como el fin secreto y mente porque es. La voz de la zarza ardiente proclamó
"Yo soy el que soy". Lo que importa es no que Dios sea
relevante para nosotros, sino que en Dios encontramos
2. In praise of Bencdict p. 23.

128 129
la revelación de toda relevancia, la estrella polar de podrían descubrir que este no hacer nada es una reve-
nuestras vidas. Creo que este fue el secreto de la autori- lación de Dios? ¿Por qué no piensan sencillamente en
dad única del cardenal Hume. Él no intentó poner la los monjes como personas ociosas, o sin ambición, fra-
religión a la venta y mostrar que el catolicismo era el casados al no competir en la carrera alocada de la vida?
ingrediente secreto para la vida feliz. Fue sencillamente ¿Cómo podrían vislumbrar que es Dios quien está en el
un monje que recitaba sus oraciones. En lo profundo, la centro de sus vidas? Sospecho que es escuchando vues-
gente sabe que un Dios que debe demostrar que es útil tros cantos. La fuerza de esta atracción se halla en la
para mí no mei_ece la pena que se le dé culto. Un Dios belleza de vuestra alabanza a Dios. Las vidas que no tie-
que tiene que ser relevante no es Dios en absoluto. La nen objetivo especial son ciertamente un misterio y un
vida del monje es testigo de la irrelevancia de Dios, por- problema. "¿Por qué y para qué están aquí estos mon-
que todo es relevante sólo con relación a Dios. Las vidas jes? ¿Cuál es su cometido?" Es la belleza de la alabanza
de los monjes dan testimonio de eso, sin hacer nada de de Dios lo que muestra por qué estáis aquí. Cuando yo
particular, excepto permanecer en Dios. Vuestras vidas era un joven en la abadía de Downside, debo confesar
tienen un vacío en su centro, como el espacio entre las que no era muy religioso. Fumaba detrás de las aulas, y
alas del querubín. Aquí podemos vislumbrar la gloria de me escapaba por la noche a los pubs. Casi me expulsan
Dios. de la escuela por leer un libro famoso, "El amante de
Quizás el papel del abad es ser la persona que obvia- lady Chatterley", durante la Exposición. Si algo me
mente no hace nada especial. A otros monjes se les mantuvo anclado en mi fe, fue la belleza que encontra-
puede elegir para el puesto de administrador, o enfer- ba allí: la belleza del Oficio cantado, la luminosidad de
mero, o dirigir la granja o la imprenta, o la escuela. Pero las primeras horas de la mañana en la abadía, el silen-
tal vez mi osadía llega a tanto como para sugerir que el cio radiante. Fue la belleza lo que no permitió que me
abad podría ser la persona guardián de la identidad más fuera.
profunda de los monjes, que es la de no tener nada espe- Seguramente no es coincidencia que el gran teólogo
cífico que hacer. Había un dominico inglés llamado de la belleza, Hans Urs von Balthasar, recibiera su pri-
Bede Jarret, que fue provincial durante muchos años, mera educación en Engelberg, un a escuela benedictina
predicador famoso, escritor prolífico de libros. Pero famosa por su tradición musical. Balthasar habla de la
nunca parecía hacer nada. Si ibas a verlo, me dicen que "auto-evidencia" de la belleza, "de su intrínseca autori-
normalmente no estaba haciendo nada. Si le pregunta- dad" 3. No puedes argumentar con la atracción de la
bas qué estaba haciendo, entonces me dicen que solía belleza ni rechazarla. Y esta es probablemente la forma
contestar: "Esperando a ver si llega alguno". Perfeccionó más clamorosa de la autoridad de Dios en esta época, en
el arte de hacer mucho aparentando hacer poco. La la cual el arte se ha convertido en una forma de religión.
mayoría de nosotros, yo incluido, hacemos lo contrario; Es posible que pocas personas vayan a la iglesia los
aseguramos aparentar siempre que estamos extremada- domingos, pero millones van a conciertos y a los museos
mente ocupados, incluso cuando no hay nada que hacer.
Cuando la gente acude en masa a los monasterios, y
3. AÍDAN MicilOLS OP, The Word lias been abroad. Edinbursjh
mira a los monjes, y se quedan a las Vísperas, ¿cómo 1998 p. 1.

130 131
y galerías de arte. En la belleza podemos entrever la glo- medida, ritmo, vidas que tienen una configuración y
ria de la sabiduría de Dios, que jugueteaba mientras una forma. Es posible que lo que sugiere sea la discipli-
creaba el mundo, "más bello que el sol" (Sabiduría 7). na de la música. San Agustín pensaba que el vivir vir-
En los LXX, cuando Dios creó el mundo, vio que era tuosamente era vivir musicalmente, estar en armonía.
kalos, bello. La bondad nos convoca en forma de belle- Amar al vecino era, decía, "guardar el orden musical" 6 .
za. Cuando la gente oye la belleza del canto, entonces La gracia es atractiva y la vida agraciada es bella.
puede de verdad adivinar por qué ios monjes están ahí De ahí que una vez más el canto de la liturgia es el
y cuál es el secreto de sus vidas, la alabanza de gloria. que revela el significado de nuestras vidas. Santo Tomás
Era típico de Dom Basil que cuando hablaba de los decía que la belleza en la música estaba esencialmente
deseos más profundos de su corazón, lo hacía desde el unida a la temperantia. Nada debería ser nunca en exce-
punto de vista de la belleza: "qué experiencia sería si yo so. La música debe mantener el ritmo adecuado, ni
pudiera saber cuál es entre las cosas más hermosas la demasiado rápido ni demasiado lento, conservando la
más hermosa de todas. Esa sería la más grande de todas medida recta. Y Tomás pensaba que la vida moderada
las experiencias de gozo, y la total realización. A la más nos mantiene jóvenes y hermosos. Pero lo que la Regla
bella de todas las cosas yo la llamo Dios" 4 . pretende ofrecernos es sobre todo una vida mesurada,
Y si la belleza es verdaderamente la revelación del con nada en exceso, ¡aunque no sé si los monjes se man-
bien y de la verdad, como creía santo Tomás, entonces tienen más jóvenes y más hermosos que cualquier otro!
tal vez parte de la vocación de la Iglesia es ser un lugar La Regla admite que en el pasado los monjes no bebían
de la revelación de la verdadera belleza. Mucha música nada, pero puesto que no podemos convencer a los
moderna, también de la Iglesia, es tan trivial que es una monjes de que no beban, al menos debe hacerse con
parodia de belleza. Es kitsch, que se ha definido como moderación. Nada en demasía.
la "pornografía de la insignificancia"'. Quizá sea porque Me acuerdo de mi tío abuelo benedictino que disfru-
caemos en la trampa de ver la belleza en términos utili- taba con el vino. Estaba seguro de que era necesario
tarios, útil para entretener a la gente, en lugar de ver para su salud. Como vivió hasta la edad de casi cien
que lo que es verdaderamente bello revela la bondad. años, quizá tuviera razón. El persuadió a mi padre y tíos
Espero que no lo juzguéis demasiado estrafalario si para que le mantuvieran bien abastecido de una botella
digo que yo creo que la forma de vida monástica es bella de clarete al día, lo cual supongo podría considerarse
en sí misma. Me fascinó al leer la regla y ver q u e dice al moderado y de acuerdo con la Regla, una hemina
principio que "Se llama regla porque regula las vidas de (Capítulo 40). Cuando él las pasaba de contrabando al
los que la obedecen". La regula regula. En principio monasterio, los monjes siempre se preguntaban qué
todo ello suena muy controlado para un dominico. causaría el tintineo de su bolsa. ¡Con la ayuda de sus
Según mi experiencia, ¡es muy difícil regular a los frai- sobrinos había preparado con antelación complicadas
les! Pero quizeí regula sugiere no tanto control como explicaciones!

4. To be a Pilgrim Slough 1984 p. 39.


5. Georsie Steiner Real Pirsciices, London 1989, p . 145. 6. De Música VI. xiv 46.

132 1 33
Cuando oímos cantar a un monje, vislumbramos la ción, y que los seis niños hicieran la genuflexión y besa-
música que son vuestras vidas, siguiendo el ritmo y ran el anillo abacial, en el andén cuatro. Esta reverencia
compás de la melodía de la Regla de san Benito. La glo- quedó tan profundamente arraigada en mi familia que
ria de Dios está entronizada en las alabanzas de Israel. un primo mío tuvo fama de hacer a menudo la genufle-
xión antes de ocupar su localidad en el cine. Cada vez
que el abad de nuestra familia venía a quedarse, se pro-
SIN IR A NINGUNA PARTE
ducía la lucha anual de los candelabros. Él mantenía
Las vidas de los monjes dejan perplejo al que las ve fuertemente que como abad tenía derecho a cuatro can-
desde fuera no solamente porque no hacéis nada de par- delabros de plata, pero mi padre siempre insistió en que
ticular, sino también porque vuestras vidas no van a en su casa todo sacerdote tenía el mismo número de
ninguna parte. Como todos los miembros de las órdenes candelabros.
religiosas, vuestras vidas no tienen configuración y sig- Para la mayoría de las personas en nuestra sociedad,
nificado en el hecho de escalar puestos. Nosotros somos una vida sin promoción no tiene sentido, porque vivir es
simplemente hermanos y hermanas, frailes, monjes y estar en competición por un éxito, avanzar o morir. Y
monjas. Nunca podemos aspirar a ser más. Un soldado así nuestras vidas desconciertan, son un problema.
o universitario con éxito va escalando posiciones. Se Aparentemente no conducen a ningún sitio. Uno se
demuestra que su vida tiene valor porque es promovido hace monje o fraile, y no necesita ya ser más. Recuerdo
a profesor o general. Pero eso no es así entre nosotros. que cuando m e eligieron Maestro de la Orden, un cono-
La única escalera en la Regla de san Benito es la de la cido periodista escribió un artículo en el NCR, que con-
humildad. Estoy seguro de que los monjes, como los cluía observando que al término de mi mandato como
frailes, acarician a veces deseos secretos de promoción, Maestro, yo tendría sólo 55 años. "¿Qué hará Radcliffe
y sueñan con la gloria de ser el cillerero o incluso abad. entonces?", preguntaba. Cuando lo leí, me quedé pro-
Estoy seguro que muchas veces un monje mira al espe- fundamente intranquilo. Sentí como si me hubieran
jo e imagina cómo le sentaría una cruz pectoral o inclu- quitado el significado de mi vida e introducido a la fuer-
so una mitra, y esboza una bendición cuando nadie está za en otras categorías. ¿Qué haría Radcliffe entonces?
mirando -¡eso espera!- Pero todos nosotros sabemos Daba a e n t e n d e r que mi vida tendría sentido a través de
que nuestras vidas se configuran realmente no por un otra "promoción". Pero ¿por qué tendría que hacer otra
ascenso personal sino por el camino hacia el Reino. La cosa que segui r siendo un fraile? Nuestras vidas tienen
Regla se nos da, dice san Benito, para acelerar nuestro sentido a c a u s a de una ausencia de progresión, lo cual
caminar hacia la patria celeste. apunta a Dios c o m o el fin y meta de nuestras vidas.
Recuerdo a un abad muy querido que solía venir a Una vez m á s , deseo proclamar que es en el canto del
estar con nuestra familia por las Navidades. Era admi- Oficio donde esto tiene sentido, en él se articula esta
rable en todos los sentidos, excepto por una ligera ten- larga historia ele redención. A primeros de año entré en la
dencia a tomarse el ser abad demasiado en serio, no iglesia catedral de Monreale en Sicilia, al lado de la vieja
como ninguno de los presentes aquí, estoy seguro. El abadía benedictina. Tenía poco tiempo libre pero me
esperaba que toda la familia fuera a recogerle a la esta- habían dicho q u e ¡todo el que va a Palcrmo y no visita

134 135
Monreale llega hombre y marcha cerdo! Y fue una expe- que se acerca la Navidad con las grandes antífonas "O".
riencia asombrosa. Todo el interior es deslumbrante En la Semana Santa son las Lamentaciones de Jeremías.
rompecabezas de mosaicos, que narran la historia de la Debemos vivir el ritmo del año litúrgico como el ritmo
creación y la redención. Entrar en la iglesia es encon- más profundo de nuestras vidas. La liturgia monástica es
trarte a ti mismo dentro de la historia, de nuestra histo- un recordatorio de que es al Reino adonde nos dirigimos.
ria. Esta es la historia verídica de la humanidad, no la No sabemos qué sucederá mañana o en el próximo siglo;
lucha por encaramarse a lo más alto del árbol. Esta es no tenemos predicciones que hacer, pero nuestra sabidu-
una revelación de la estructura del tiempo real. La histo- ría es vivir para ese final último.
ria verdadera no es la del éxito individual, de promoción Quizá añadiría un pequeño matiz. Es fácil decir que
y competición; es la historia del viaje de la humanidad al el religioso vive para la llegada del Reino, pero de hecho
Reino, celebrada todos los años en el ciclo litúrgico, a veces no vivimos así. Los años litúrgicos diseñan el
desde Adviento a Pentecostés, que tiene su culminación camino real a la libertad, pero no siempre vamos por él.
en el verde del tiempo ordinario, nuestro tiempo. Según santo Tomás, la formación, sobre todo la forma-
Este es el tiempo auténtico, el tiempo que abarca ción moral, es siempre formación en libertad. Dios nos
todos los pequeños sucesos y dramas de nuestras vidas. saca de Egipto a la libertad del desierto, pero nos entra
Este es el tiempo que recoge todas las pequeñas derrotas miedo y nos esclavizamos a nosotros mismos con bece-
y victorias y les da sentido. La celebración monástica del rros de oro, o intentamos escabullimos otra vez hacia
año litúrgico debería ser una revelación del tiempo ver- Egipto. Este es el auténtico drama de la vida diaria del
dadero, la única historia importante. Los diferentes monje, no si consigue ser promovido a la escala de car-
tiempos del año -tiempo ordinario, Adviento, Navidad, gos, sino la iniciación en la libertad, con frecuentes caí-
Cuaresma y Pascua- deberían sentirse diferentes, con das de vuelta a la puerilidad y esclavitud. ¿Cómo pode-
diferentes melodías, diferentes colores, como diferente mos dar sentido a nuestra lenta ascensión a la libertad
es la primavera del verano y el verano del otoño. Tienen de Dios, y a nuestros frecuentes regresos a la esclavitud?
que ser suficientemente distintos para impedir ser anu- Una vez más es quizá en la música donde podemos
lados por los otros ritmos, el año financiero, el año aca- encontrar la clave.
démico, los años que contamos al hacernos mayores. San Agustín escribió que la historia de la humanidad
Uno de nuestros hermanos, Kim en Joong, el pintor es como una partitura musical que ofrece un lugar para
dominico coreano, ha hecho maravillosas casullas, que todos los desacordes e inarmónicos del fracaso huma-
estallan con los colores de las estaciones. no, pero que al final lleva a una resolución armónica, en
A menudo la liturgia moderna no comunica esto. el cual todo tiene su sitio. En su maravillosa obra, De
Cuando uno acude a Vísperas, podría ser cualquier tiem- Música, escribió que "La disonancia se puede redimir
po del año. Pero en nuestra comunidad de Oxford, donde sin ser aniquilada" 7 . La historia de la redención es como
viví veinte años, componíamos antífonas para cada esta-
ción del año. Todavía las oigo cuando viajo. Para mí el
Adviento significa determinadas melodías de los himnos, 7. CATIIERINE PICKSTOCK, "Music: Soul, and city and cosmos ai'tcr
Augustine" in Radical Orlliodoxv, ed John Millbank, ct al.. I.ondon
de las antífonas del Benedictas y del Magníficat. Sabemos 1999, p. 276, íootnote 131.

136 137
una gran sinfonía que abraza todos nuestros errores, resurrección, y elegimos la esclavitud. Necesitamos
nuestras notas desafinadas, y en la cual al fin triunfa la encontrarnos a nosotros mismos cada día en la música
belleza. La victoria no es que Dios borre nuestras notas de la Eucaristía, en la cual no hay ninguna desarmonía
desafinadas, o pretenda que nunca hayan existido. Él tan cruda como para estar más allá del propósito crea-
halla un lugar para ellas en la partitura musical que las dor de Dios.
redime. Esto sucede sobre todo en la Eucaristía. En
palabras de Catherine Pickstock, "la música más subli- E L ESPACIO INTERIOR
me en el mundo caído, la música redentora... no es otra
que el sacrificio repetido del mismo Cristo que es la Finalmente, llegamos a lo que es más fundamental
música de la Eucaristía por siempre repetida" s . de la vida monástica, lo más hermoso y difícil de des-
La Eucaristía es la repetición del momento culmi- cribir, la humildad. Es lo menos inmediatamente visible
nante del drama de nuestra liberación. Cristo libremen- a las personas que vienen a visitar vuestros monaste-
te nos da su cuerpo, pero los discípulos lo rechazan, lo rios, y sin embargo es la base de todo. Es, dice el carde-
niegan, lo abandonan, pretenden no conocerlo. En la nal Hume, "una cosa maravillosa de ver, pero el intento
música de nuestra relación con Dios, encontramos las de ser humilde es ciertamente doloroso" 9 . Es la humil-
más profundas desarmonías. Pero en la Eucaristía son dad la que hace para Dios un espacio vacío donde Dios
asumidas, abrazadas, y transfiguradas en belleza en un puede morar y ser vista su gloria. En último término, es
gesto de amor y donación. En esta música eucarística la humildad la que hace de nuestras comunidades el
nos hacemos un todo y encontramos armonía. Esta es trono de Dios.
una resolución armónica que no borra nuestro rechazo Es difícil hoy para nosotros hallar palabras para
de amor y libertad, ni pretende que nunca hayan existi- hablar de la humildad. Nuestra sociedad casi nos invi-
do, sino que las transforma en etapas del caminar. En ta a cultivar lo contrario, una autoafirmación, un a
nuestras celebraciones nos atrevemos a recordar a autoconfianza descarada. La persona con éxito se
aquellos débiles apóstoles. empuja a sí misma agresivamente hacia adelante.
Por eso el significado de la vida del monje es que Cuando leemos en el séptimo grado de la humildad que
camina hacia el Reino. Nuestra historia es la historia de debemos aprender a decir con el profeta: "Yo soy un
la humanidad en su camino al Reino. Esto lo celebra- gusano, no un hombre", nos acobardamos. ¿Es porque
mos en el ciclo anual del año litúrgico, desde la somos muy orgullosos? ¿O es porque estamos muy
Creación hasta el Reino. Pero el drama diario de la vida inseguros de nosotros mismos, muy desconfiados de
del monje es más complejo, con nuestras luchas y fra- nuestra valía? Quizás no nos atrevemos a proclamar
casos por llegar a ser libres. La sinfonía anual del cami- que somos gusanos porque nos obsesiona el miedo a
no hacia el Reino necesita ser puntuada con la música ser peor que inútiles.
diaria de la Eucaristía, que reconoce que constante- ¿Cómo debemos construir comunidades que sean
mente rehusamos caminar a Jerusalén, a la muerte y signos vivientes de la belleza de la humildad? ¿Cómo

8. Ibid, p. 265. 9. Jo be a Pilgrim Slough 1984 p 67.

138 139
podemos mostrar el profundo atractivo de la humildad Una vez más, creo que es en la liturgia donde pode-
en un mundo agresivo? Sólo vosotros podéis responder. mos hallar manifiesta esta verdad. Dios está entroni-
Benito fue el maestro de la humildad. ¡No estoy seguro zado en las alabanzas de Israel. Cuando la gente ve a
que ésta haya sido la virtud más evidente de todos los los monjes cantar la alabanza de Dios es cuando vis-
dominicos! Pero me gustaría compartir un breve pensa- lumbramos la libertad y la belleza de la humildad. En
miento. Cuando pensamos en la humildad, quizá pen- la Edad Media se creía que la buena música armonio-
semos en algo muy personal y privado: me miro a mí sa tenía que ver con construir un a comunidad armo-
mismo v veo lo inútil que soy, inspecciono mi propia niosa l0. La música sana el alma y la comunidad. No
interioridad, contemplo mis cualidades, propias de podemos cantar juntos si cada persona se afana por
gusano. Lo menos que se puede decir es que esto es un cantar más alto, compitiendo por ser el foco de aten-
panorama deprimente. Quizá Benito nos invita a hacer ción. Hacemos la música juntos. De modo semejante,
algo mucho más liberador, cual es construir una comu- estoy seguro que cantar juntos en armonía, aprendien-
nidad en la que nos liberamos de la rivalidad y compe- do a cantar la propia nota de uno, a encontrar el lugar
tencia y lucha por el poder. Es una nueva forma de de uno en la melodía nos forma como hermanos, y
comunidad que se estructura por la deferencia mutua, muestra a los demás cómo es vivir juntos sin compe-
la mutua obediencia. Una comunidad en la que nadie tencia ni rivalidad.
está en el centro, sino que existe el espacio vacío, el ¿Cuál es el papel del abad en esto? Estoy dudando en
hueco que se llena con la gloria de Dios. Esto implica un decirlo, puesto que en la Orden Dominicana sólo tuvi-
reto profundo a la imagen moderna de uno mismo que mos un abad, un tal Matthew, y fue más bien un desas-
es la del yo solitario, autoconcentrado, el centro del tre, así que desde entonces no hemos tenido más aba-
mundo, el centro alrededor del que gira todo. En el des. Pero acaso el abad debería ser la persona que
corazón de su identidad está la autoconciencia: "Pienso, mantiene abierto el espacio para que Cristo sea el cen-
luego existo". tro. Para decirlo musicalmente, él rechazará ahogar las
La vida monástica nos invita a salir del centro, y a voces de los otros monjes, apropiarse el papel principal,
entrar en la fuerza gravitatoria de la gracia. Nos invita ser el Pavarotti de la abadía. Dejará que reine la armo-
a descentrarnos. Una vez más encontramos a Dios nía. Podéis ver cómo una comunidad vive unida cuando
revelado en un vacío, una vaciedad, esta vez en el cen- oís su canto. ¡Y podéis ver inmediatamente qué diferen-
tro de la comunidad, espacio vacío reservado para tes son los benedictinos y los dominicos en nuestro
Dios. Tenemos que hacer una casa para la que la modo de cantar!
Palabra venga a habitar entre nosotros, un espacio El apogeo de la humildad es cuando uno descubre
para que Dios esté. Mientras estemos compitiendo por que no sólo no es el centro del mundo, sino que ni
el centro, no hay espacio para Dios. La humildad no siquiera es el centro de sí mismo. No sólo hav un vacío
es, pues, que yo me desprecie a mí mismo, y piense en el centro de la comunidad donde Dios habita, sino
que soy horrible. Es vaciar el corazón de la comunidad que hay un vacío en el centro de mi ser, donde Dios
para hacer un espacio donde la Palabra pueda plantar
su tienda. 10. Cf. PICKSTOCK. op cil., p. 262.

140 141
puede plantar su tienda. Yo soy una criatura, a quien silencio en la música lo ve san Agustín como una mani-
Dios da la existencia en cada momento. En los mosai- festación de la alternativa de venir al ser y pasar al no
cos de Monreale, vemos a Dios creando a Adán. Dios da ser, que debe caracterizar a un universo creado de la
a Adán su espíritu y lo mantiene en el ser. En el corazón nada" n. Nosotros oímos en la música, citando de
de mi ser no estoy solo. Dios está ahí insuflándome a la nuevo a Steiner, "el siempre renovado vestigio del ori-
existencia en cada momento, dándome el ser. En mi ginal, nunca totalmente accesible, momento de crea-
centro no hay un yo solitario, ningún ego cartesiano, ción... el inaccesible primer fiat" u . Esto es el eco del
sino un espacio que se llena con Dios. gran bing-bang, o como dijo Tavener, el pre-eco del
Quizás esta es la vocación última del monje, mostrar silencio divino.
la belleza de ese vacío, ser individual y comunitaria- En el corazón de la vida monástica está la humil-
mente templos para que la gloria de Dios more allí. No dad. No, supongo, la agobiante humildad deprimente
os sorprenderéis de que piense que esto se manifiesta a de los que se odian a sí mismos. Es la humildad de
través del canto de las alabanzas de Dios. Y en este aquellos que reconocen que son criaturas, y que su
momento estoy yendo en realidad más allá de lo que soy existencia es un don. Por eso es realmente lógico que
competente para hablar, y sólo lo intentaré porque es en el centro de vuestra vida esté el canto. Porque es en
fascinante. Si creéis que estoy diciendo tonterías, pro- el canto donde mostramos que Dios llama a todo a ser.
bablemente tengáis razón. Cantáis a esa Palabra de Dios, por medio de la cual
Toda creación artística es un eco de la primera crea- todo fue hecho. Aquí podemos ver u na belleza que es
ción. En el arte conseguimos vislumbrar más de cerca más que algo agradable. Es la belleza que celebra el
lo que significa que Dios haya hecho el mundo de la estallido de la creación.
nada. Su originalidad remite al origen de todo lo que Para concluir, he razonado en esta conferencia que
existe. Cada poema, cada pintura, escultura o canción, la gloria de Dios necesita siempre un espacio, un vacío,
nos indica qué significa para Dios crear. George Steiner si debe mostrarse a sí misma: el vacío entre las alas del
escribió que "En lo profundo de cada 'acto artístico' des- querubín en el Templo; la tumba vacía; un Jesús que se
cansa el sueño de un salto absoluto desde la nada, de la desvanece en Emaús. He sugerido que si dejáis que
invención de una forma enunciativa tan nueva, tan sin- estos espacios vacíos se mantengan así en vuestras
gular para su creador, que literalmente prescindiría el vidas, siendo personas que no estáis ahí por una razón
mundo anterior" ". particular; cuyas vidas no llevan a ninguna parte, y que
En la tradición cristiana esto ha sido especialmente afrontáis vuestro ser criaturas sin miedo, vuestras
verdadero en la música. San Agustín dijo que es en la comunidades serán tronos para la gloria de Dios.
música, en la cual el sonido sale del silencio, donde Lo que deseamos vislumbrar en los monasterios es
podemos ver qué significa para el universo no estar más de lo que podemos decir. La gloria de Dios escapa
apoyado en nada, ser contingente, y por tanto para a nuestras palabras. El misterio rompe nuestras peque-
nosotros ser criaturas. "La alternancia de sonido y
12. PlCKSTOCK, op cit., p. 247.
11. Opcit., p202. 13. STEINER, op cit., pp 210. 202.

142 143
ñas ideologías. Como santo Tomás de Aquino, vemos
que todo lo que podemos decir es paja. ¿Significa eso
6
que hemos de estar siempre en silencio? No, porque los Misión en un m u n d o prófugo:
monasterios no son sólo lugares de silencio sino de
canto. Tenemos que hallar modos de cantar, en los lími- futuros ciudadanos del Reino !
tes del lenguaje, al borde del significado. Esto es lo que
san Agustín llama el canto del júbilo, es el canto de este
año del Jubileo.
"Tú preguntas ¿qué es cantar en júbilo? Quiere
decir darse cuenta de que las palabras no bastan para
expresar lo que estamos cantando en nuestros corazo-
nes. En la cosecha, en la viña, cuando los hombres
deben trabajar duramente, empiezan con canciones Se me ha pedido reflexionar sobre una espirituali-
cuyas palabras expresan su gozo. Pero cuando su ale- dad de misión para nuestro mundo globalizado. ¿Qué
gría rebosa y no dan abasto, faltan las palabras, y se significa ser un misionero en Disneylandia? Cuando se
entregan al alegre sonido de la música. ¿Cuál es este me pidió dar esta conferencia estaba encantado, porque
júbilo, este canto exultante? Es la melodía que signifi- es un tema fascinante, pero tenía también mis dudas,
ca que nuestros corazones están estallando con senti- porque yo nunca he sido un misionero en el sentido
mientos que no pueden expresarse en palabras. ¿Y a habitual del término. En el Capítulo General electivo de
quién pertenece sobre todo este júbilo? Sin duda a México hace ocho años, los hermanos identificaron los
Dios, que es indecible" 14 . criterios para los candidatos a ser Maestro de la Orden.
En todo caso debería haber tenido una experiencia pas-
toral fuera de su propio país. Luego me eligieron a mí,
que había estado siempre de profesor en Inglaterra. Yo
no sé si todas las congregaciones actúan de forma tan
sorprendente, pero se entiende por qué me siento algo
inadecuado para dar esta conferencia.
¿Qué hay tan nuevo en nuestro mundo, para que
d e b a m o s b u s c ar una nueva espiritualidad de la
misión?¿Qué tiene de diferente respecto del mundo al
que fueron enviadas generaciones anteriores de misio-
neros? Podríamos responder de manera precipitada

1. "Mission to a Runuway World: Futuro Ciüzens oí tho


Kingdom". Conferencia pronunciada en la Asamblea del SEDOS.
Roma, 05 de Diciembre del 2000. Traducción de ir. Daniel Wankun
14. On Ps32, Sermón 1.8. Vigil (Misión de Koribeni. Perú).

144 145
que lo nuevo es la globalización. Los correos electróni- los conquistadores, pero existía un sentido compartido
cos fluyen en nuestras oficinas desde todas partes de la de hacia dónde iba la historia, hacia la dominación
tierra. Trillones de dólares circulan alrededor de los occidental del mundo. Aquello daba el contexto de
mercados del mundo cada día, ¡aunque no alrededor de misión. En la segunda mitad de este siglo, la misión se
la Orden Dominicana! Como se dice con frecuencia, llevaba a cabo en un nuevo contexto, el del conflicto
vivimos en una aldea global. Los misioneros ya no van entre los dos grandes bloques del Este y de Occidente,
enviados en barco a países desconocidos; casi ningún del comunismo y el capitalismo. Algunos misioneros
lugar queda más allá de un día de viaje. Pero yo me deben haber rezado por el triunfo del proletariado, y
pregunto si la "globalización" identifica realmente el otros por la derrota del comunismo ateo, pero este con-
nuevo contexto para la misión. La aldea global es fruto flicto era el contexto de misión.
de una evolución histórica que se ha ido concretando Ahora, con la caída del muro de Berlín, no sabemos
en los últimos quinientos -si no cinco mil- años. hacia dónde vamos. ¿Estamos yendo hacia el bienestar
Algunos expertos afirman que en muchos modos el universal, o está el sistema económico a punto de colap-
mundo, hace un siglo, estaba tan global izado como lo sar? ¿Tendremos una larga prosperidad (Long Boom) o
está en la actualidad. una gran explosión (Big Bang)? ¿Dominarán los esta-
Quizás lo verdaderamente distintivo de nuestro dounidenses el mundo económico durante siglos, o
m u n d o es un fruto específico de la globalización, y es estamos al final de una corta historia donde Occidente
que no sabemos hacia dónde va el mundo. No tenemos fue el centro del mundo? ¿Se expandirá la comunidad
un sentido compartido de la dirección de nuestra histo- global hasta incluir a todos, incluso al continente olvi-
ria. El gurú de Tony Blair, Anthony Giddens, lo llama "el dado, África? ¿O la aldea global se contraerá, y dejará a
mundo huidizo" 2. La historia aparece como estando la mayoría de la gente fuera? ¿Es una aldea global o un
fuera de control, y no sabemos hacia dónde nos dirigi- pillaje global? No lo sabemos.
mos. Para este mundo huidizo debemos descubrir una No lo sabemos, ya que la globalización ha alcanzado
visión y una espiritualidad de misión. una nueva etapa, con la introducción de tecnologías
Las primeras grandes misiones de la Iglesia fuera de cuyas consecuencias no podemos determinar. No lo
Europa estaban vinculadas con el colonialismo de los sabemos porque, según Giddens 4 , hemos inventado un
siglos XVI y XVII 3 . Los españoles y los portugueses tra- nuevo tipo de riesgo. Los seres humanos siempre han
jeron consigo a sus frailes mendicantes, mientras que tenido que vérselas con el riesgo, el riesgo de plagas,
los alemanes y los ingleses tomaron sus misioneros pro- malas cosechas, tormentas, sequía, y las ocasionales
testantes. Los misioneros podían sostener o criticar a invasiones de los bárbaros. Pero eran, con mucho, ries-
gos externos que estaban fuera de control. No se sabía
nunca cuándo un meteorito podría golpear la tierra o
2. Runawav World. How globalisation is reshaping our Uves.
una rata portadora de pulgas podría llegar con la plaga
Londres 1999.
3. Sobre las dos primeras etapas de misión, cf. ROBERT J.
SCHREITER, The New Catliolicity. Theoíosy between the global and the 4. Runawav World. How globalisation is reshaping our Uves.
local. New York 1997. Londres 1999.

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de la peste bubónica. Pero ahora estamos principal- través de la presencia, de la epifanía y de la proclama-
mente en riesgo de lo que nosotros mismos hemos ción. En algunos lugares todo lo que podemos hacer es
hecho, lo que Giddens llama "riesgos manufacturados": estar presentes, pero hay una confianza natural en
el calentamiento global, superpoblación, contamina- hacer visible nuestra espera y explícita nuestra sabidu-
ción, mercados inestables, las consecuencias imprevis- ría. La palabra se hizo carne y ahora, en nuestra misión,
tas de la ingeniería genética. No sabemos los efectos de la carne se hace palabra 5 .
lo que hoy estamos haciendo. Vivimos en un mundo
huidizo. Esto produce una profunda ansiedad. Los cris- PRESENCIA
tianos no tenemos un especial conocimiento acerca del
futuro. No sabemos más que cualquier otro sobre si El misionero es un enviado. Este es el significado de
estamos en camino a la guerra o a la paz, a la prosperi- la propia palabra. Pero ¿a quiénes son enviados los
dad o a la pobreza. Estamos también con frecuencia misioneros en nuestro mundo huidizo? Cuando estu-
tan perseguidos por la ansiedad de nuestros contempo- diaba en el colegio con los benedictinos, vinieron misio-
ráneos. Yo suelo ser profundamente optimista acerca neros a visitarnos de lugares muy alejados, como el
del futuro de la humanidad, pero ¿se debe esto a lo que África o el Amazonas. Nosotros dimos nuestro dinero
he heredado de la convicción de Santo Tomás acerca de para niños que fuesen bautizados con nuestros nom-
la bondad de la humanidad, o de los genes optimistas de bres. Deberá haber cientos de Timothy de mediana edad
mi madre? alrededor del mundo. Así los misioneros fueron envia-
En este mundo huidizo, lo que los Cristianos ofrece- dos de Occidente a otros lugares. Pero, en estos días,
mos no es conocimiento sino sabiduría, la sabiduría del ¿desde dónde son enviados los misioneros? Ellos solían
destino último de la humanidad, el Reino de Dios. venir especialmente de Irlanda, España, Gran Bretaña,
Podemos no tener idea de cómo el Reino vendrá, pero Bélgica y Québec. Pero hoy muy pocos misioneros son
nosotros creemos en su triunfo. El mundo globalizado de esos países. El misionero moderno es más probable
es rico en conocimiento. En verdad, uno de los retos de que venga de India o Indonesia. Yo recuerdo el alboro-
vivir en este mundo cibernético es que estamos inunda- to en la prens a inglesa cuando llegó el primer misione-
dos con información, pero hay poca sabiduría. Hay ro a Escocia proveniente de Jamaica. Así pues, en una
poco sentido de un destino último de la humanidad. Es aldea globalizada, no hay centro desde el cual los misio-
tal nuestra ansiedad sobre el futuro que es más fácil no neros sean enviados. En la geografía de la red de inter-
pensar en él en absoluto. Apropiémonos del momento net no hay centro, al menos en teoría. De hecho, sabe-
presente. Comamos, bebamos y divirtámonos, que mos que en Manhattan hay muchos más teléfonos que
mañana moriremos. De este modo nuestra espirituali- en el África subsahariana.
dad misional debe ser sapiencial, la sabiduría del fin al Como inicio de una respuesta, sugeriría que, en
que somos llamados, una sabiduría que nos libera de este n u e v o m u n d o , los misioneros son enviados a
nuestra ansiedad.
En esta conferencia deseo sugerir que el misionero 5. ¡Estoy seguro de que ésta es una cita de alguien, sólo que no
debe ser portador de esta sabiduría en tres formas: a recuerdo de quien!

148 149
aquellos que son otros, que están distantes de nosotros creencia y a los que no tienen ninguna, blanco y
ya sea por su cultura, su fe o su historia. Están muy negro. El misionero está llamado a ser el portador de
alejados, pero no necesariamente distantes de manera u n a sabiduría, del propósito de Dios "que él ha mani-
física Son extraños, a pesar de que puedan ser nues- festado en Cristo como un plan en la plenitud de los
tros vecinos. La expresión "aldea global" suena fami- tiempos, para reunir en él todas las cosas, las del cielo
liar e íntima, como si todos perteneciésemos a u na y las de la tierra" (Efesios 1, 10). Y esta sabiduría la
gran y feliz familia humana. Pero nuestro m u n do glo- representamos estando presentes con aquellos que
bal está atravesado por grietas y fracturas, que nos están separados de nosotros por las murallas de la
hacen extranjeros los unos a los otros, incomprensi- división.
bles e incluso, algunas veces, enemigos. El misionero Pero debemos dar un paso más allá. Ser misionero
es enviado a estar en esos lugares. Pierre Claverie, no es lo que yo hago, es lo que yo soy. Del modo como
obispo dominico de Oran en Argelia, fue asesinado por Jesús es aquel que ha sido enviado (Heb 3, 1). Estar pre-
u n a bomba en 1996. Poco antes de morir, escribió: "La sente ante el otro, vivir en las líneas de fractura implica
Iglesia lleva a término su vocación cuando está pre- una transformación personal. Al estar con y para otra
sente en las rupturas que crucifican a la humanidad en persona, descubro una nueva identidad. Pienso en un
su carne y en su unidad. Jesús ha muerto suspendido anciano misionero español a quien conocí en Taiwán,
entre el cielo y la tierra, con los brazos extendidos para que había trabajado en China por muchos años y había
reunir a los hijos de Dios dispersos por el pecado que estado encarcelado. Ahora es anciano y está enfermo, y
los separa, los aisla y los enfrenta los unos contra los su familia quería que regresara a España. Pero él dijo:
otros y contra Dios mismo. Está puesto sobre las líne- "Yo no puedo regresar. Yo soy chino. Sería un extranje-
as de fractura nacidas de ese pecado. En Argelia, noso- ro en España". Cuando Juan XXIII se encontró con un
tros estamos en una de esas líneas sísmicas que atra- grupo de líderes judíos estadounidenses en 1960, les
viesan el mundo: Islam/Occidente, Norte/Sur, asombró al acercarse a la reunión y decirles: "Yo soy
ricos/pobres. Allí estamos bien en nuestro sitio, pues José, vuestro hermano". Éste es quien yo soy, y no
es en ese lugar en el que se puede entrever la luz de la puedo ser yo mismo sin ti. Por tanto, ser enviado impli-
Resurrección" 6 . ca un morir a aquel que uno era. Uno deja una pequeña
Estas líneas de fractura no sólo corren entre partes identidad. A Chrys Me Vey, uno de mis amigos estadou-
del mundo: el norte y el sur, el m u n d o desarrollado y nidenses que vive en Pakistán, le preguntaron cuánto
el así llamado mundo en vías de desarrollo. Atraviesan tiempo le gustaría permanecer allí, y respondió: "hasta
cada país y cada ciudad: Nueva York, Roma, Nairobi que esté cansado de morir". Estar presente para el otro
y Sao Paulo, Nueva Delhi y Tokio. Dividen a los que y con el otro es una especie de morir a una vieja identi-
tienen agua potable y a los que no, a los que tienen dad, y de esa forma ser un signo del Reino en el que
acceso a Internet y los que no, a los letrados de los ile- nosotros seremos uno.
trados, la izquierda de la derecha, a los de diferente Nicholas Boyle escribió que "la única respuesta
moralmente defendible y conceptualmente consistente
6. Leí tres ct Messages d'Algeñe. Paris 1996. a la pregunta de ¿quiénes somos ahora? es 'futuros ciu-

150 151
dadanos del mundo'" 7. Nosotros no sólo somos gente fuerza vital de continuar estando ahí, algunas veces no
que trabaja por un nuevo orden mundial, que tratamos siendo apreciado. El heroísmo del misionero está en
de vencer la guerra y la división. Lo que ahora nos toca atreverse a descubrir quién soy yo con estos otros y para
es ser futuros ciudadanos del mundo. Uno podría adap- estos otros, incluso si ellos no desean descubrir quienes
tar las palabras de Boyle y decir que ahora somos noso- son ellos conmigo y para mí. Es permanecer allí fiel-
tros los futuros ciudadanos del Reino. El Reino es mi mente, aunque esto pueda costar la propia vida, como
país. Ahora descubro quién soy estando cerca de los que lo hicieron Pierre Claverie y los monjes Trapistas en
están alejados. Es precisamente nuestro catolicismo el Argelia.
que nos impulsa más allá de cada identidad pequeña y Yo dejé Roma justo antes del Día Mundial de la
sectaria, de cada reducido y pequeño sentido de mí Juventud. Pero en mi encuentro allí con algunos de los
mismo, hacia aquello que apenas podemos vislumbrar. laicos de la juventud dominicana, me quedé impacta-
Esta es la encarnación de nuestra sabiduría. do por su gusto en estar con aquellos que son diferen-
Esto no es fácil, y sobre todo requiere fidelidad. El tes, que son distintos a ellos mismos. Alemanes y fran-
misionero no es un turista. El turista puede ir a luga- ceses, polacos y paquistaníes, hay una asombrosa
res exóticos, tomar fotografías, disfrutar de la comida apertura que traspasa las fronteras de raza y cultura,
y el paisaje, y regresar a casa llevando orgullosamente de generación y de fe. Este es el regalo de los jóvenes
camisetas de recuerdo. El misionero es sólo un signo a la misión de la Iglesia, y un signo del Reino. Quizás
del Reino estando allá. Tal como me dijo uno de m i s el reto para el joven misionero es aprender esa fuerza
hermanos, "tú no sólo desempacas tus maletas, tú las vital, esa paciente fidelidad al otro, encarada con nues-
arrojas". tra propia fragilidad y ansiedad. Nuestras casas de for-
No quiero decir que cada misionero deba permane- mación deberían ser escuelas de fidelidad, donde
cer ahí hasta la muerte. Puede haber muy buenas razo- aprendamos a persistir, continuar, incluso cuando cae-
nes para irse: un nuevo reto a ser encarado en algún mos, o cuando hay incomprensiones, crisis en las rela-
otro lugar, enfermedad o cansancio, y así otras más. Lo ciones personales, incluso cuando sentimos que nues-
que estoy sugiriendo es que la misión implica fidelidad. tros hermanos o hermanas no son fieles a nosotros. La
Es la fidelidad de un misionero español que conocí e n respuesta no es entonces dejarlos, para empezar de
la Selva peruana, que continúa estando allí solo año t r a s nuevo, para ingresar en otra Orden o casarnos.
año, visitando a su gente, haciendo sus viajes alrededor Tenemos que desempacar nuestras maletas y arrojar-
de pequeños asentamientos, permaneciendo fielmente las. Presencia no es meramente estar allí. Es permane-
aun si al parecer no sucede mucho. Con frecuencia el cer allí. Se cumple como u na vida vivida a través de la
dolor del misionero es descubrir que uno no es deseado. historia, la condición de una vida que apunta al Reino.
Quizás la gente local, o incluso las vocaciones locales d e La presencia paciente del misionero es verdaderamen-
la propia Orden, esperan de él o ella, que se vaya. Es la te un signo de la presencia real del Señor que nos dio
su cuerpo para siempre.

7. Wlio are \ve now? Clirislian Immcmism and tlie global market
Iraní Hc°el 1o Heanex. Edinburgh 1998, p. 120.

152 153
EPIFANÍA calles y en nuestras pantallas de televisión. Pero noso-
tros creemos que toda la humanidad ansia ver otro ros-
En muchas partes del planeta, todo lo que pueden tro, el rostro de Dios, la visión beatífica. ¿Cómo pode-
hacer los misioneros es estar allí. En algunos países mos manifestar ese rostro?
comunistas o islámicos no es posible hacer nada más, No sería suficiente sólo con añadir el rostro de
sólo ser un signo implícito del Reino. Algunas veces en Cristo a la muchedumbre. Sería bueno, pero insuficien-
nuestras íntimas ciudades o trabajando con jóvenes o te para Walt Disney hacer una película animada de los
alienados, la misión debe comenzar anónimamente. El evangelios. Poner el rostro de Jesús en la pantalla al
sacerdote obrero está simplemente allí en la fábrica. lado del de Mickey Mouse o el Pato Donald no realiza-
Pero nuestra fe anhela tomar una forma visible, ser ría la epifanía. Muchas Iglesias protestantes en Gran
vista. Este año Neil MacGregor, el Director de la Galería Bretaña tienen imágenes en el exterior de sus templos
Nacional de Londres, organizó una exposición llamada con las palabras del Evangelio compitiendo con los avi-
"Viendo la Salvación". Para la mayor parte de la histo- sos en las calles. Esto puede ser admirable, pero yo lo
ria europea, nuestra fe se ha hecho visible en cristal, encuentro siempre un tanto embarazoso. Recuerdo
pintura y escultura. La celebración del nacimiento de nuestras risitas cuando de niños pasábamos delante de
Cristo solía comenzar con la Epifanía, la revelación de la imagen de una Iglesia local que preguntaba "si vela-
la gloria de Dios entre nosotros. Cuando Simeón recibe ríamos con las vírgenes prudentes o dormiríamos con
al niño Jesús en el templo, él se alegra, "porque mis ojos las vírgenes necias".
han visto tu salvación, que has preparado para presen-
El reto es este: ¿cómo podemos revelar la gloria de
tarla ante todos los pueblos" (Le. 2, 31). Tal como lo dice
Dios, la belleza de Dios? En este m u n d o lleno de imá-
Juan, nosotros proclamamos "lo que hemos oído, y lo
genes, ¿cómo puede ser manifestada la belleza de
que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mira-
Dios? Von Balthasar habla de la "auto-evidencia" de la
do y tocado con nuestras manos" (i Jn 1,1). La misión
belleza, de su "intrínseca autoridad" s. Reconocemos
nos impulsa más allá de la presencia, hacia la epifanía.
en la belleza un emplazamiento que no podemos igno-
Desde la controversia iconoclasta en el siglo IX, la rar fácilmente. C. S. Lewis dijo que la belleza despier-
Cristiandad siempre ha tratado de mostrar el rostro de ta el deseo de "nuestra propia patria remota" 9, el
Dios. En la Europa de la Edad Media, la gente rara- hogar que ansiamos, nunca visto hasta ahora. La
mente veía la imagen de nadie, excepto aquellas de belleza revela nuestro fin último, para el que hemos
Cristo y los santos; pero en nuestro m u n do estamos sido creados, nuestra sabiduría. En este m u n d o que
bombardeados por rostros. Tenemos nuevos iconos en huye, con su futuro desconocido, el misionero es el
nuestras paredes: Madonna, la Princesa Diana, Tiger portador de sabiduría, la sabiduría del destino final
Woods, las Spice Girls. Ser alguien importante en nues-
tros días significa conseguir el "status de icono" por
todos lados hay rostros: políticos, actores, futbolistas, 8. AIDAN NlCHOLS, O.P. Tlie Word has been abroad. Edimburgo
los ricos, gente que es famosa no más que por ser famo- 1998, p. 1.
sa. Ellos nos sonríen desde las carteleras en nuestras 9. Citado por R. HARRIES, Art and tlie Beauly of'God: A christian
understauding. Londres 1993, p. 4.

154 155
de la humanidad. Este destino final es vislumbrado en una carencia, una pobreza, que sólo puede ser llenada
la belleza del rostro de Dios. ¿Cómo podemos mos- por Dios. El Cardenal Suhard escribió que ser misione-
trarlo ahora? ro "no consiste en ocuparse en propaganda ni siquiera
Esta pregunta es más fácil hacerla que responderla; en conmover a la gente, sino en ser un misterio vivien-
¡yo espero que ustedes sean capaces de dar con algunas te. Esto significa vivir de tal modo que si Dios no exis-
respuestas más estimulantes que la que tengo! Voy a tiese, la vida de uno no tendría sentido" 10. Vemos la
sugerir que necesitamos presentar imágenes, rostros belleza de Dios en Francisco, porque su vida no tendría
que son de un tipo diferente que los rostros que vemos sentido si Dios no existiera.
en nuestras calles. En primer lugar, la belleza se revela No menos importante, Francisco fundó una nueva
no en los rostros del rico y el famoso, sino en el del imagen de la pobreza del propio Dios (¡No puedo ima-
pobre y en el desvalido. Y segundo, las imágenes de la ginar por qué estoy haciendo toda esta propaganda a
aldea global ofrecen entretenimiento, distracción, los franciscanos!). Neil MacGregor dice que fue
mientras que la belleza de Dios es revelada en la trans- Francisco quien inventó el pesebre, el signo de Dios
formación. abrazando nuestra pobreza. En 1223, escribió al Señor
Las imágenes de la aldea global muestran la belleza de Greccio: "Yo quisiera representar el nacimiento del
del poder y de la prosperidad. Es la belleza del joven y Niño Jesús tal como tuvo lugar en Belén, de tal modo
la presencia del que todo lo tiene. Es la belleza de una que la gente vea con sus propios ojos las aflicciones que
sociedad consumista. Ahora bien, no piensen que estoy Él padeció cuando era niño, cómo Él fue tendido en
celoso de la juventud y de su porte, aunque sí quizás paja en un pesebre rodeado con el buey y el burro" ".
nostálgico, sino que los evangelios colocan la belleza en En el mund o del Renacimiento del siglo XIII, con sus
un lugar diferente. La revelación de la gloria de Dios es nuevos frescos, sus nuevos exóticos bienes de consu-
la cruz, un hombre moribundo y abandonado. Es una mo, su nueva civilización urbana, su miniglobaliza-
idea tan escandalosa que parece haber tomado cuatro ción, Francisco reveló la belleza de Dios con una nueva
siglos antes de ser representada. Posiblemente la pri- imagen de pobreza.
mera representación de Cristo crucificado esté en las Éste es nuestro reto en la aldea global, mostrar la
puertas de Santa Sabina, donde vivo, que fueron hechas belleza del pobre y desvalido Dios. Es especialmente
en el año 432, después de la destrucción de Roma por
los bárbaros. La belleza irresistible de Dios brilla a tra- difícil porque con frecuencia nuestra misión se encuen-
vés de la más absoluta pobreza. tra en los lugares de la más terrible pobreza, en África,
Esto puede parecer una idea descabellada, hasta que América Latina y partes de Asia, donde la pobreza es
uno piensa en uno de los santos más atractivos y bellos evidentemente horrible. Los misioneros construyen
de todos, San Francisco de Asís. Yo hice una pequeña escuelas, universidades y hospitales. Manejamos insti-
peregrinación a Asís este verano. La Basílica estaba
lo. Citado por S. HAUERWAS, Sanlifv tlieni in íhe tnüh.
llena de gente, atraída por la belleza de su vida. Los fres-
cos de Giotto son encantadores, pero el encanto más Edimburgo 1998, p. 38.
profundo es el del poverello. Su vida está penetrada por 11. NEIL MACGREGOR, Seein» Salvaíion. BBC Londres 2000,
p. 49.

156 157
tuciones poderosas y absolutamente vitales. Somos vis- ce la oportunidad de ser espectadores, que miremos el
tos como ricos. Pero en muchos países el sistema sani- m u n d o sin ninguna obligación. Nos entretiene y nos
tario y educativo colapsaría si no fuese por la Iglesia. permite momentáneamente escapar de la inquieta ciu-
¿Cómo entonces podemos mostrar la belleza de la glo- dad. Es un buen símbolo de cuan frecuentemente inten-
ria de Dios, visible en la pobreza? ¿Cómo podemos ofre- tamos sobrevivir en este mundo que se escapa. Estamos
cer estos irremplazables servicios, y no obstante guiar satisfechos con ser entretenidos, con escapar por un
unas vidas que son un misterio y que no tienen sentido rato. Y esto es lo que muchas de nuestras imágenes
sin Dios? ofrecen, diversión que nos permite olvidar 13 . Juegos de
Ahora presentaré rápidamente un segundo camino computadoras, teleseries, películas nos ofrecen una
por el que podemos manifestar la belleza de Dios y que amnesia frente a un futuro desconocido. Imagínense,
es a través de actos de transformación. Comencé esta ¡aún estoy esperando que una de mis sobrinas me lleve
conferencia sugiriendo que quizás lo propio de nues- a subir a la Rueda del Milenio!
tro m u n d o no es tanto que sea global, sino q u e no Este escapismo está expresado sobre todo en este
sabemos hacia adonde está yendo. No tenemos idea de último fenómeno del siglo XX, el "happening". Existe
qué tipo de futuro estamos creando para nosotros mis- incluso la palabra francesa para ello: "Le happening".
mos. Incluso el polo norte se ha derretido y se ha con- Cuando Francia celebró el Milenio con un desayuno de
vertido en una piscina de agua. ¿Qué viene después? mil kilómetros, ¡fue "un increíble happening"! Un
Esta incertidumbre provoca una profunda ansiedad. hapenning puede ser una discoteca, un partido de fút-
Difícilmente nos atrevemos incluso a contemplar el bol, un concierto, una reunión social, una fiesta, los jue-
futuro, y así es más fácil vivir sólo para el ahora. Ésta gos Olímpicos. Un happening es un momento de exube-
es la cultura de la gratificación al instante. Como rancia, de éxtasis, donde somos transportados de
Kessler escribe, "la mayoría de la gente vive hoy menos nuestro aburrido e inmanejable mundo, y así poderlo
de las grandes esperanzas y perspectivas ultra terre- olvidar. Cuando Disneylandia construyó una nueva ciu-
nas, que de las intenciones a corto plazo y de m e t a s dad en Florida, en la que la gente podría intentar esca-
tangibles. 'Experimenta tu vida - a h o r a' es el imperati- par de la ansiedad de la moderna América, fue llamada
vo de una cultura secundaria que ahora atraviesa todo Celebración.
el globo. Es suficiente vivir la vida así, en el p r e s e n t e - El Cristianismo encuentra su centro también en "un
sin un a meta" l2. increíble happening", que es la Resurrección. Pero es
Cuando vuelo a Londres, veo con frecuencia la un tipo de happening absolutamente diferente. No
Rueda del Milenio, el orgullo de la ciudad por la cele- ofrece huida, sino transformación. No nos invita a olvi-
bración de los dos mil años desde el nacimiento de dar el mañana, sino que es el futuro apareciendo ahora.
Cristo. Pero todo lo que hace es dar vueltas y vueltas, ¡y
esto en los días buenos! No va a ningún lado. Nos ofre-
13. Cf. ALBERTO MOREIRA, "The dangereous Memory of Jesús
Christ in a post-Tradilional society" y Ferdinand D. Dagmang
12. HANS KESSLER, "Fulfilmcnt - Experienccd f'or a m o m e n t yct "Gratiiieation and ínstantaneous Liberalion", ambos en Concilium,
Painfully Lacking?" Concilium, Setiembre 1999, p. 103. Setiembre 1999.

158 159
Los cristianos no pueden responder ni con amnesia ni ¿Cuáles podrían ser las imágenes explícitamente
con predicciones optimistas sobre el futuro. Pero pode- religiosas? Quizás una comunidad de monjas domini-
mos encontrar signos de Resurrección apareciendo en cas en el norte de Burundi, tutsis y hutus viviendo y
gestos de transformación y de liberación. Nuestras orando juntas en paz en una tierra de muerte. El peque-
celebraciones no son un escape sino una degustación ño monasterio, rodeado del verdor de campos cultiva-
del futuro. Ellas no ofrecen opio, como pensaba Marx, dos en una campiña incendiada y árida, es un signo de
sino promesa. Dios, que no deja que la muerte sea la última palabra.
Un dominico inglés llamado Cornelius Ernst escri- Otro ejemplo podría ser una comunidad ecuménica que
bió una vez que la experiencia de Dios es lo que llama- visité en Belfast, en Irlanda del Norte. Católicos y pro-
mos "el momento genético". El momento genético es testantes viviendo juntos, y cuando alguien era asesina-
transformación, novedad, creatividad, en la que Dios do en los combates sectarios, entonces un católico y un
irrumpe en nuestras vidas. Escribió: "Cada momento protestante iban de la comunidad a visitar a sus parien-
genético es un misterio. Es amanecer, descubrimiento, tes y a orar con ellos. Esta comunidad era una encarna-
primavera, nuevo nacimiento, salida hacia la luz, des- ción de nuestra sabiduría, un signo de que nosotros no
pertar, trascendencia, liberación, éxtasis, consentimien- estamos condenados a la violencia; una pequeña epifa-
to nupcial, regalo, perdón, reconciliación, revolución, nía del Reino. Nosotros no sabemos si la paz está al vol-
fe, esperanza, amor. Puede decirse que el Cristianismo tear la esquina o si la violencia será mayor, pero ahí
es la consagración del momento genético, el centro estaba una palabra hecha carne que hablaba del propó-
viviente desde el cual revisamos las infinitamente varia- sito último de Dios.
das y cambiantes perspectivas de la experiencia huma-
na en la historia. Esa es al menos, o desea ser, su pre-
PROCLAMACIÓN
tensión, que es la fuerza para transformar y renovar
todas las cosas: ¡He aquí que yo hago todas las cosas Hemos ido avanzando de una misión como presen-
nuevas! (Apoc. 21, 5)" 14 . cia a una misión como epifanía. Nuestros ojos han visto
De este modo, el reto para nuestra misión es cómo la salvación del Señor. Pero debemos dar un paso más,
hacer visible a Dios a través de gestos de libertad, libe- que es la proclamación. Nuestro evangelio debe conver-
ración, transformación, pequeños "happening" que son tirse en palabra. Al final del evangelio de Mateo, los dis-
signos del final. Necesitamos pequeñas irrupciones de cípulos fueron enviados a todas las naciones para hacer
la libertad incontenible de Dios y su victoria sobre la discípulos, y enseñar a todos lo que Jesús nos ha man-
muerte. De forma bastante extraña, yo he encontrado dado. La Palabra se hace carne, pero la carne igual-
más fácil pensar en obvias imágenes seculares que en mente se hace palabra.
religiosas: la pequeña figura delante de un tanque en la Aquí nos tropezamos con la que es quizás la más
Plaza de Tienanmen, la caída del muro de Berlín. profunda crisis en nuestra misión hoy. Hay una profun-
da sospecha sobre aquel que pretende enseñar, a menos
que ellos vengan del Oriente o tengan alguna extraña
14. The Theology oj'Grace. Dublín 1974, p. 74. doctrina New Age. Los misioneros que enseñan son

160 161
sospechosos de adoctrinamiento, de imperialismo cul- 28), y esta búsqueda no es en vano. Nosotros tenemos,
tural, de arrogancia. ¿Quiénes somos nosotros p a r a tal como lo dicen las Constitución de nuestra Orden,
decirle a alguien qué debería creer? Enseñar que Jesús una "propensio ad veritatem" (LCO 77 & 2), una incli-
es Dios es visto como adoctrinamiento, ¡mientras q u e nación hacia la verdad. Cualquier espiritualidad para la
enseñar que Dios es un sagrado champiñón es parte del misión debe incluir una pasión por la verdad.
rico telar de la tradición humana!. De todos modos , Al mismo tiempo, es central a la enseñanza tradicio-
nuestra sociedad es profundamente escéptica a cual- nal de la Iglesia el que nosotros permanezcamos en el
quier proposición sobre la verdad. Vivimos en mismo límite del lenguaje, vislumbrando apenas el filo
Disneylandia, en donde la verdad puede ser reinventada del misterio. Santo Tomás dice que el objeto de fe no
según queramos. En la era virtual, la verdad es lo q u e son las palabras que hablamos, sino el Dios a quien no
ideamos en nuestra pantalla de la computadora. Leí podemos ver ni conocer. El objeto de nuestra fe está
acerca de un piloto que despegó de un aeropuerto en más allá de la sujeción y el dominio de nuestras pala-
Perú, con todos sus controles alterados. Cuando giraba bras. Nosotros no poseemos la verdad ni la dominamos.
a la izquierda, los controles decían que iba a la derecha; Enfrentados con las creencias y las afirmaciones de los
cuando subía, indicaban que bajaba. Sus últimas pala- otros, nosotros debemos tener una profunda humildad.
bras grabadas fueron: "Es todo una ficción". La m o n t a - Como Claverie escribió "yo no poseo la verdad, tengo
ña con la que se estrelló no lo era. necesidad de la verdad de los otros", soy un mendigo tras
En Cristiandad redescubierta Vincent Donovan cuen- la verdad.
ta que, durante muchos años, trabajó como misionero En el corazón de una espiritualidad de misión está
con los Maasai, construyendo escuelas y hospitales, por supuesto una comprensión de las correctas relacio-
pero nunca proclamando su fe. No había sido alentado nes entre la confianza que tenemos en la revelación de
por sus superiores a hacer eso. Finalmente no p u d o la verdad y la humildad que tenemos ante el misterio. El
reprimirse por más tiempo y reunió a toda le gente, y les misionero debe buscar esta correcta integración entre
habló de su fe en Jesús. Y después (si recuerdo bien, ya confianza y humildad. Ésta es una fuente de inmensa
que perdí el ejemplar de ese libro) los ancianos dijeron: tensión en la Iglesia, entre la Congregación para la
"Siempre nos preguntábamos por qué estabas aquí, y Doctrina de la Fe y algunos teólogos asiáticos, y cierta-
ahora por fin lo sabemos. ¿Por qué no nos lo dijiste mente dentro de muchas órdenes religiosas. Puede ser-
antes?" Para esto hemos sido enviados, para hablarle a una fructuosa tensión en el corazón de nuestra procla-
la gente sobre nuestra fe. Nosotros no tenemos siempre mación del misterio. Recuerdo un Capítulo General de
la libertad para hablar, y debemos escoger bien el los dominicos en el que se produjo una intensa disputa
momento, pero a la larga será amparar y condescender entre los que ligaban su vida entera y su vocación a la
si no proclamamos lo que creemos que es cierto. proclamación de la verdad, y los que acentuaban lo
Realmente es parte de la buena nueva el que los seres poco que, según Aquinas pensó, podíamos saber noso-
humanos están hechos para la verdad y pueden alcan- tros de Dios. ¡Acabó en el bar, con un seminario sobre
zarla. Como dice Fides et Ratio, "Se puede definir al ser un texto de la Sunima contra gentiles, consumiendo
humano...como aquel que busca la verdad" (parágrafo abundante cerveza y cognac! Para vivir bien esta ten-

162 163
sión entre proclamación y diálogo, creo que el misione- proclaman conocer más de lo que verdaderamente pue-
ro necesita una espiritualidad de veracidad y una vida den; entre la humildad frente al misterio y un relativis-
de contemplación. mo ligero que al final no se atreve a hablar. La discipli-
Podría parecer extraño hablar de una espiritualidad na es parte de nuestra asimilación a aquel que es la
de la veracidad. Obviamente el predicador debe decir Verdad, y cuya palabra: "es viva y eficaz, más tajante
sólo lo que es verdadero. Pero creo que uno solamente que espada de doble filo. Penetra hasta la raíz del alma
sabrá cuándo hablar y cuándo guardar silencio, ese y del espíritu, sondeando los huesos y los tuétanos y
equilibrio entre confianza y humildad, si se ha entrena- discerniendo los pensamientos y las intenciones del
do en la aguda disciplina de la veracidad. Éste es un corazón" (Hebreos 4,12)
ascetismo lento y doloroso, al que se llega estando aten- En segundo lugar, nosotros solamente seremos pre-
to al propio uso de las palabras, prestando atención a lo dicadores confiados y humildes si llegamos a ser con-
que dicen los otros, tomando conciencia de todas las templativos. Chrys Me Vey dijo que "la misión comien-
formas en las que utilizamos las palabras para dominar, za en humildad y concluye en el misterio". Sólo si
trastocar, manipular en vez de revelar o descubrir. aprendemos a permanecer en el silencio de Dios podre-
Nicholas Lash escribió: "Entregados como minis- mos descubrir las palabras correctas, palabras que no
tros de la Palabra redentora de Dios, somos interpela- sean ni arrogantes ni vacías, palabras que son a la vez
dos, pública y privadamente, en el trabajo o en el juego, verdaderas y humildes. Sólo si el centro de nuestras
en el comercio y en enseñanza, a practicar y promover vidas es el silencio del propio Dios, conoceremos cuán-
esta filología, este cuidado-de-la-palabra, esta meticu- do acaba el lenguaje y cuándo comienza el silencio,
losa y consciente preocupación por la calidad de la cuándo proclamar y cuándo callar. Rowan Williams
conversación y la veracidad de la memoria, que es la escribió que "lo que deberíamos redescubrir es la disci-
primera causa del pecado. La Iglesia por consiguiente plina del silencio - n o una inarticulación absoluta, inin-
es, o debería ser, una escuela de filología, una academia terrumpida, sino la disciplina de alejarnos de nuestra
del cuidado-de-la-palabra" l5. La idea de teólogo como fácil charla acerca del evangelio, de modo que nuestras
un filólogo suena muy seco y empolvado. ¿Cómo puede palabras puedan venir nuevamente procedentes de una
un misionero tener tiempo para este tipo de cosas? profundidad o fuerza nueva y diferente, de algo más allá
Pero ser un predicador es aprender el ascetismo de la de nuestras fantasías" 16. Es la dimensión contemplativa
veracidad en todas las palabras que pronunciamos, la que destruye las falsas imágenes de Dios que estamos
cómo hablamos acerca de los otros, de nuestros amigos tentados a adorar, y la que nos libera de los lazos de la
v nuestros enemigos, de la gente cuando deja la habita- ideología y la arrogancia.
ción, del Vaticano, de nosotros mismos. Sólo si apren-
demos esta verdad en el corazón seremos capaces de
decir la diferencia entre una buena confianza en la pro-
clamación de la verdad y la arrogancia de aquellos que

15. ¡bid., p. 166. 16. Opcu to Judgmcnl. Londres 1996, p. 268.

164 165
FUTUROS CIUDADANOS DEL REINO tendemos hacia el otro, hacia aquellos más distantes,
incompletos hasta que seamos uno con ellos en el
Quisiera concluir ahora uniendo los hilos. He suge- Reino. Nos extendemos para una plenitud de verdad, la
rido que el comienzo de toda misión es presencia; es cual sólo vislumbramos confusamente; todo lo que pro-
estar ahí como signo del Reino, con aquellos que son los clamamos está perseguido por el silencio. Estamos
más diferentes, separados de nosotros por su historia, penetrados por un anhelo de Dios, cuya belleza puede
cultura o fe. Pero esto es sólo el comienzo. Nuestra vislumbrarse en nuestra pobreza. Ser un futuro ciuda-
misión nos impulsa hacia la epifanía y finalmente a la dano del Reino es estar dinámica, radiante y alegre-
proclamación. La Palabra se hace carne, y la carne se mente incompletos.
hace palabra. Cada etapa en el desarrollo de n u e s t r a Eckhart escribió que, "en la medida en que te alejes
misión demanda del misionero diferentes cualidades: de todas las cosas, en esa medida, ni más ni menos, Dios
fidelidad, pobreza, libertad, veracidad y silencio. ¿Estoy entrará con todo lo que Él es -si realmente dejas com-
ofreciendo un cuadro de un imposible santo misionero, pletamente todo aquello que es tuyo" l7 ¡La belleza de
diferente de cualquier misionero verdadero? ¿Ayuda Eckhart está en que, cuanto menos uno sabe de qué
esto a una coherente "Espiritualidad de misión"? habla, más maravilloso suena! Quizás nos está invitan-
He indicado que en esta etapa en la historia de la do a ese éxodo radical de nosotros mismos que hace un
misión de la Iglesia, debemos pensar mejor en el misio- vacío para que Dios entre. Nosotros tendemos a Dios en
nero como el futuro ciudadano del Reino. Nuestro nuestro vecino, Dios que es el completamente otro, así
mundo huidizo está fuera de control. No sabemos hacia como descubrir a Dios en el centro de nuestro ser, Dios
dónde está yendo, si hacia la felicidad o la miseria, a la como el más íntimo. Dios es el absolutamente otro y el
prosperidad o a la pobreza. Nosotros los cristianos n o absolutamente íntimo. Por lo cual para amar a Dios
tenemos información privilegiada. Pero creemos que al debemos amar a nuestro vecino y a nosotros mismos.
final el Reino vendrá. Ésta es nuestra sabiduría, y es ¡Pero esto es otra conferencia!
una sabiduría que los misioneros encarnan en sus mis- Este amor es muy arriesgado. Giddens dice que en
mas vidas. este peligroso mundo, moviéndose rápidamente hacia
San Pablo escribe a los Filipenses que, "olvidando lo un futuro desconocido, la única solución es correr ries-
que dejó atrás y lanzándome hacia lo que está delante, gos. El riesgo es la característica de una sociedad que
corro hacia la meta por el premio para el cual Dios m e mira al futuro. Dice que "una positiva aceptación de
llamó desde arriba en Cristo Jesús" (Fil 3, 13). ¡Ésta es riesgo es la fuente misma de esa energía que crea el
una imagen dinámica maravillosa! San Pablo está esti- bienestar en u na economía moderna... El riesgo es
rado, empujado hacia adelante como un atleta olímpico el dinamismo mobilizador de una sociedad inclinada al
en Sidney yendo por el oro. Ser un futuro ciudadano del cambio, que quiere determinar su propio futuro en vez
Reino es vivir en este dinamismo. Es estar estirado, de dejarlo a la religión, la tradición o los caprichos de
extendido, empujado hacia delante. El misionero sufre
inacabamiento; él o ella está a medio hacer hasta la lle-
gada del Reino, donde todos seremos uno. Nosotros 17. Maestre Eckhart, Sermons and Treaüses, vol. IV, Londres,
p. 14.

166 167
la n a t u r a l e z a " 1S. Él ve c l a r a m e n t e a la religió n c o m o u n
refugio a n t e el riesgo, p e r o n u e s t r a m i s i ó n n o s invit a a
índice
u n r i e s g o q u e va m á s lejos de lo q u e él i m a g i n a . É s t e es
el r i e s g o del a m o r . E s el riesgo de vivir p a r a el o t r o , q u e
p o d r í a n o q u e r e r m e ; el riesgo de vivir p a r a u n a p l e n i -
t u d d e v e r d a d , q u e n o p u e d o c a p t u r a r ; el riesgo de
d e j a r q u e u n o m i s m o sea p e n e t r a d o p o r el a n h e l o de
Dios c u y o R e i n o v e n d r á . E s t o es m á s a r r i e s g a d o , y n o
obstante más seguro.
1. E L OSO Y LA MONJA. E L SENTIDO DE VIDA RELIGIOSA HOY 7
1. A la búsqueda de una historia 7
2. La trama y el tiempo 10
3. La acción 17
4. El actor 22
5. Conclusión 25

2. CARTA A NUESTROS FRAILES Y HERMANAS EN FORMACIÓN


INCIAL 31
1. "¿A quién buscas?" 32
2. "Vete a mis hermanos" 37
Diferentes visiones de ser fraile 38
Hablar y escuchar 43
Ser tuertes y débiles 45
Fidelidad y amor a los hermanos 48
3. "He visto al Señor" 52
Una palabra compasiva 53
Una palabra de vida 56
Una palabra que hemos recibido 57
Una palabra compartida 59
Conclusión 62

3. HOMILÍAS 63
COMO LUZ DEL ALBA 65
BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPÍRITU 69
PASAR A LA OTRA ORILLA 73
E L SIGNO DE JONÁS 77
MILAGRO DE LA VIDA 81
18. Ibicl, p. 23. DIOS EN EL VACÍO 85

168 169
PELIGROSO DIOS 89 H O R I Z O N T E D O S M I L - TEXTOS Y MONOGRAFÍAS
D i o s DE VIVOS 93
LA LEY DE LA LIBERTAD 97
Serie dirigida p o r Esteban Pérez Delgado, Catedrático de la Uni-
versidad de Valencia, y Bernardo Fueyo Suárez, Director de
M O R I R PARA VIVIR 101 Editorial San E s t e b a n
S E R V I D O R ES DE LA PALABRA 105

SABIDURÍA ETERNA 109 1. JESÚS ESPEJA PARDO, Para comprender mejor la fe. Una intro-
COMPARTIR LA PALABRA 113 ducción a la teología, 178 págs.
2. FELICÍSIMO MARTÍNEZ DÍEZ, Teología fundamental. Dar razón de
DESCANSAR CON EL S E Ñ O R 117
la je cristiana, 280 págs.
3. MARTÍN GELABERT BALLESTER, Jesús, revelación del misterio del
4. INTERVENCIÓN EN EL S Í N O D O D E OBISPOS PARA E U R O P A 121
hombre. Ensayo de Antropología Teológica, 266 págs.
4. SEBASTIÁN FUSTER PERELLÓ: Misterio Trinitario. Dios desde el
5. E L TRONO DE D I O S 125
silencio y la cercanía, 298 págs.
Estar ahí 128 5. ABELARDO LOBATO CASADO, Dignidad y aventura humana, 21A págs.
Sin ir a n i n g u n a p a r t e 134 6. JOSÉ LUIS ESPINEL MARCOS, La Eucaristía del Nuevo Testamento,
El e s p a c i o i n t e r i o r 139 300 págs.
7. MIGUEL IRIBERTEGUI ERASO, La belleza de María. Ensayo de teo-
6. M I S I Ó N EN UN MUNDO PRÓFUGO: FUTURO CIUDADANOS logía estética, 454 págs.
DEL R E I N O 145 8. ELADIO CIIÁVARRI LÓPEZ DE DICASTILLO, Nuestro arquetipo huma-
Presencia 149 no. Trazos de su razón soberana, 282 págs.
Epifanía 154 9. GERARDO SÁNCHEZ MIELGO, Claves para leer los evangelios sinóp-
Proclamación 161 ticos, 274 págs.
F u t u r o s c i u d a d a n o s del R e i n o 62 10. JESÚS GARCÍA TRAPIELLO, Introducción al estudio de los salmos,
232 págs.
11. JOSÉ LUIS ESPINEL MARCOS, Evangelio según San Juan. Intro-
ducción, traducción y comentario, 288 págs.
12. ÁNGEL GARCÍA SANTOS, El Pentateuco: historia y sentido, 292 págs.
13. J O S É J. FERNÁNDEZ CASTAÑO, La vida religiosa. Exposición leo-
lógica-jurídica, 180 págs.
14. GREGORIO CELADA LUENGO, Tomás de Aquino, testigo y maestro
de la je, 308 págs.
15. CLAUDIO GARCÍA EXTREMEÑO, Eclesiología. Comunión de vida y
misión al mundo, 350 págs.
16. RAFAEL LARRAÑETA OLLETA, Tras la justicia. Introducción a una
¡ilosojía política, 236 págs.
17. JORGE ARTURO CHAVES, De la utopía a la política económica.
Necesidad y método de una ética de las políticas económicas,
280 págs.
18. MIGUEL DE BURGOS, Pablo, predicador del evangelio. El anun-
cio de la salvación y la gracia en el mundo, 370 págs.
19. VICENTE BOTELLA CUBELLS, El Vaticano II en el reto del tercer
milenio. Hermenéutica y teología, 276 págs.

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