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EDUCACIÓN RELIGIOSA

ACTIVIDAD Nº 2

SINCERIDAD: EL VALOR
DE LA CONVIVENCIA
COMPETENCIA
Construye su identidad como persona humana, amada por Dios, digna,
libre y trascendente, comprendiendo la doctrina de su propia religión,
abierto al diálogo con las que le son cercanas:

CAPACIDAD Conoce a Dios y asume su identidad religiosa y espiritual como persona


digna, libre y trascendente.
Cultiva y valora las manifestaciones religiosas de su entorno
argumentando su fe.
DESEMPEÑO(s) Actúa de acuerdo con las enseñanzas del evangelio y de la Iglesia ante
las necesidades del prójimo y de su entorno.
CRITERIOS DE - Elabora un organizador gráfico de tu preferencia, con la
EVALUACIÓN información dada.
- Hacer tres propósitos: uno a corto, a media y a largo plazo de
practicar la SINCERIDAD para mejorar la convivencia familiar .
- Crea un lema en relación a la sinceridad y compártelo con tus
familiares.
- Da gracias a Dios por la oportunidad de corregir nuestros
errores con una oración sincera.

Observan la imagen y escriben lo que aprecian:

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A continuación, debes hacer una lista de las mentiras que más se dicen en la casa, en el colegio
y en tu entorno familias.

Lista personal Lista del Aula


Recuperación de Saberes Previos

Responde las siguientes interrogantes:

1. ¿Qué es un valor?
2. ¿Para qué sirven los valores?
3. ¿Qué valores conoces?

Generación del Conflicto Cognitivo

Se cuestiona ¿Es necesaria la práctica de valores en nuestra sociedad? ¿Por qué la gente dice
que los valores se han perdido? ¿Serás cierta esa afirmación?

• En plenario se elabora la lista de las mentiras más frecuente en nuestro entorno.


• Copia en tu cuaderno una mentira difundida por los medios de comunicación ya sea
escrita o televisiva.

• A continuación, lee la información presentada, subraya ideas principales y


elabora un organizador gráfico de tu preferencia.

Sinceridad: el valor de la convivencia

Sinceridad: “Modo de expresarse libre de fingimiento”: así define la RAE a la


sinceridad. Si hay un valor fundamental que nos ayuda a vivir en sociedad, es la
sinceridad.

Es necesario creer de antemano en la sinceridad de las personas para que la


convivencia sea posible.
Es imposible convivir si creemos que todo lo que nos dicen, escuchamos o leemos,
es mentira, o aún peor, que nos quieren engañar. El sufrimiento sería nuestro día
a día.
Ser sincero también se asocia a otros valores. Si eres sincero confían en ti y
promueves la convivencia y una mejor resolución de los conflictos, ya sea en el
entorno personal como familiar.
Cuando mientes o engañas, sea con la intención que sea, repeles a la gente y luego
es muy difícil que confíen en ti.
En el mundo animal, el engaño es un mecanismo de defensa que ayuda a la
supervivencia: engañar al depredador supone seguir viviendo.
Pero en nuestro día a día, aunque podemos encontrar una situación extrema en la
que, por supervivencia, tengamos que mentir, se espera vivir en la sinceridad.
La realidad es otra: se miente a padres, a hijos, a la pareja, a amigos, a conocidos,
a compañeros de trabajo, a las encuestas…
“Mejor que con palabras, la
Si tan perjudicial es mentir, ¿por qué se hace? sinceridad se muestra con
..por el miedo al qué dirán, acciones”.
…por el miedo a las consecuencias de una acción u omisión, William Shakespeare
…por comodidad,
…por presumir y alardear de lo que se tiene y de la imagen,
…por envidia,
…por venganza,
…por interés,
…por proteger al otro,
…por proteger los intereses propios,
…por la deseabilidad social y por querer complacer y quedar bien,
…por gustar a otra persona y parecer atractivo,
…por evitar críticas y conflictos,
…por falta de autoestima,
…por no tener habilidades sociales para afrontar esa situación,
…para desprestigiar y
…para evitar responsabilidades.

¿Qué se siente cuando te mienten?

El grado de implicación emocional y confianza


depositada en las personas condiciona la intensidad
de los sentimientos y las reacciones posteriores.
Si escaneamos a la persona engañada,
encontraremos que se sorprende y tiene
pensamientos de incredulidad.
Puede que se sienta triste, engañada y traicionada,
confusa y perdida. Puede incluso pensar que es
responsable o culpable de ser engañada.

La humillación también es una emoción propia de


“En los tratos entre los quien ha sido engañada. Muchas son las personas
hombres, la verdad, la que, ante la vergüenza, justifican al otro. Y a
sinceridad y la integridad otras personas la mentira les derrumba, les genera
son de mayor importancia rabia, impotencia, ánimo de venganza y enfado.
para la felicidad en la vida”. Si escaneamos a la que miente, y según sus
Benjamín Franklin intenciones, podemos encontrar sentimientos de
culpabilidad, arrepentimiento, vergüenza, disfrute,
alivio o calma.

Consecuencias de ser engañado

Cuando nos engañan o así lo percibimos, tendemos a generalizar y estar más alerta
y a la defensiva en el futuro.
Es evidente: no quieres que se vuelva a repetir ni volver a tener las emociones y
sentimientos por los que has pasado.
En ocasiones, la mentira hace que te vuelvas desconfiado y paguen justos por
pecadores. Pero no todos son iguales: las personas no van con malas o
rebuscadas intenciones. Si piensas así no das lo mejor de ti, no disfrutas del trato
con las personas, cierras tus puertas a nuevas oportunidades con otras personas…y
ni vives ni dejas vivir.
No es un pensamiento útil, sino generalista, y te restará calidad en tus relaciones
personales y profesionales.
¿Cómo actuar después de una mentira?

En relación a la persona que te miente o engaña, valora si esa persona comparte tu


escala de valores. Si es así, escúchala y atiende sus argumentos.
Dile cómo te has sentido. Puedes hasta entender sus razones. Si decides darle otra
oportunidad, empieza de cero y no eches en cara lo sucedido a la mínima ocasión.
Si no es así, cada uno por su camino. En el fondo, pensar “me lo volverá hacer”
no te permite avanzar. De esta forma se vive con la conciencia más tranquila. No
permitas acumular callos en tu corazón o acabarás sin sentir.
No etiquetes y llames mentirosos a alguien por una sola situación. Esto se da mucho
en los niños y lo que se consigue es que, de tanto llamarle mentiroso, mienta más.

No confundamos sinceridad y honestidad con transparencia


Ser sincero no es ser transparente. Nadie necesita sinceridad extrema. Hay cosas
que no se dicen, así que no presumas de ser sincero porque igual estás siendo
grosero.
Tampoco hay que recibirlo como un jarro de agua fría. Ciertas noticias también
necesitan un momento, un lugar y unas formas y no un “aquí te pillo, aquí te mato”.
Antes de hablar piensa si decir lo que tú quieres decir sirve para algo a la otra persona
o si sólo se trata de un desahogo personal para liberarte tú.
El autocontrol y morderse la lengua de vez en cuando –o, en tiempos de redes
sociales, recoger tu dedito- hacen la vida más fácil a todos. ¡Pruébalo y verás!

El autoengaño
Pero como somos tan especiales… el ser humano también se miente a uno
mismo, no reconoce la propia realidad o se la inventa, se la cree y la transmite.
Uno también se engaña cuando siente que su autoestima va a ser amenazada con
lo que la otra persona le dice o cuando tiene problemas relacionados con su
autoconcepto.
Por falta de habilidades sociales, las personas recurren a la mentira y a la
exageración.

Mentiras piadosas
Las mentiras piadosas se dicen porque el mal que supone decir la verdad produce
un mal mayor.
No olvidemos que una mentira también puede garantizar el bienestar de una
persona. También las mentirijillas o esas llamadas “verdades a medias” que se
escuchan y aprenden en la infancia entre risas y que alimentan el hábito de la mentira
-el famoso “di que no estoy” de un padre a un hijo con una llamada de teléfono-.
Mintiendo no sólo engañas a los demás, sino que te engañas a ti mismo. No hay
nada peor que inspirar poca confianza en los demás. La mentira erosiona la
confianza, así que busca el momento y las palabras y sincérate con las personas.
¿Y tú por qué mientes, a quién mientes, cómo mientes, cuándo mientes, para qué
mientes?
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Porque mentir, mentimos todos, ¿no? ¿O no?


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En este momento vamos a recordar el cuento del Pastor y el Lobo, luego de haber leído

resuelve el cuestionario

EL PASTOR Y EL LOBO
Un día, un pastor que cuidaba su
rebaño en los prados pensó:
-¡Qué aburrimiento! Estoy cansado
de vigilar el rebaño yo solo desde la
mañana hasta la noche.
¡Ojalá ocurriese algo divertido!
Entonces se le ocurrió una idea y
corrió al pueblo dejando al rebaño
solo.
- ¡Socorro! ¡Los lobos están atacando mi rebaño! -gritó.
Los habitantes del pueblo, al oír los gritos del pastor, se reunieron a su alrededor
armados con hoces, azadas y palas.
- ¿Dónde están los lobos? ¿Te han herido? -preguntaron los aldeanos.
El pastor les contó la verdad con una sonrisa: -Me aburría tanto que me lo he
inventado todo. Ha sido divertido ver vuestra reacción.
Los aldeanos muy enfadados, regresaron a su trabajo.
Al día siguiente, el pastor volvió a gritar:
- ¡Socorro! ¡Los lobos están atacando! ¡Esta vez es verdad!
Los aldeanos volvieron a acudir a la llamada con sus hoces, hachas, y demás
aperos, pero el pastor les había mentido de nuevo.
Esta vez, los aldeanos se enfadaron más aún con él, y volvieron a su trabajo.
Cuando el pastor regresó a los prados, se encontró con que los lobos estaban
atacando de verdad su rebaño. Los hambrientos animales comenzaron a comerse
a las ovejas una por una. El sorprendido pastor, corrió hacia el pueblo tan desprisa
como pudo:
- ¡Socorro! ¡Los lobos están atacando a mi rebaño! ¡Por favor, ayudadme! -imploró
pidiendo la ayuda de los aldeanos uno por uno.
Pero los aldeanos respondieron entre risas.
- ¡Cada vez eres mejor actor! ¡Estamos demasiado ocupados para perder el
tiempo con tu actuación!
- ¡Oh, no! ¡Esta vez es verdad! Por favor, ayudadme a echar a los lobos -suplicó.
Nadie le hizo el menor caso. Los lobos se comieron a todas las ovejas y el pastor
se quedó sin nada.

Moraleja: Si siempre dices mentiras, los demás no confiaran en tí.

1. ¿De qué trata el cuento?


2. ¿Qué beneficios le trajo al pastor decir tantas mentiras?
3. ¿Cómo lo perjudicó el ser mentiroso?
4. ¿Cuántas veces has actuado como el pastor mentiroso y has sufrido las
consecuencias?
5. ¿Cómo remediar esta situación? ¿Qué debes hacer para recobrar la
confianza de las personas?

- A continuación, leemos las citas bíblicas de Jn. 8,31-32; 14,6; Ef. 4,24-27; Rom. 9, 1 y
responden
1. ¿Qué es lo que nos hace libres?
2. Decir la verdad ¿a dónde nos conduce?
3. ¿Estás dispuesta a revestirte del hombre nuevo? ¿Qué implica revestirse del hombre
nuevo, qué actitudes debemos tomar?
4. ¿Qué nos invita a hacer el Espíritu Santo?
5. ¿En qué momentos o situaciones has sido más sincera?
6. ¿Qué sientes cuando eres sincera con los demás? ¿Vale la pena ser sincera?

- Ahora debes hacer tres propósitos: uno a corto, a media y a largo plazo de practicar
la SINCERIDAD para mejorar la convivencia familiar .
- Crea un lema en relación a la sinceridad y compártelo con tus familiares.
- Da gracias a Dios por la oportunidad de corregir nuestros errores con una oración
sincera.

Metacognición y evaluación
¿Que aprendí?

¿Cómo lo aprendí?

¿Para qué me sirve lo aprendido?

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