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ESTRATEGIAS PARA MANEJAR LA RESISTENCIA DE BEMISIA TABACI

Bemisia tabaci (Gennadius 1889)

Bemisia tabaci (Gennadius) fue descrita hace más de 100 años y desde entonces se ha
convertido en una de las plagas más importantes en la agricultura del trópico y del
subtrópico. Esta especie se adapta fácilmente a las plantas hospederas y a nuevas
regiones geográficas y sus biotipos se han identificado en diferentes áreas del mundo, lo
cual sugiere que se trata de una especie compleja que cuando es sometida a estrés puede
evolucionar. Estos biotipos pueden presentar diferencias en la eficiencia y transmisión
de virus, en las tasas desarrollo, en endosimbiontes y en el aprovechamiento y daños
fisiológicos causados al hospedero (Oliveira et al., 2001).

1. Métodos de control de Bemisia tabaci

1.1. Control etológico

Existen varias prácticas culturales que han venido siendo recomendadas y utilizadas
para el manejo de problemas relacionados con moscas blancas como plaga directa o
vector de virus:

 Manejo de la época de siembra

La eficiencia del control químico depende de varios factores, siendo el más


importante el nivel de población de moscas blancas virulíferas durante el primer
mes de vida de las plantas anuales. Esto se debe a que los insecticidas no actúan
lo suficientemente rápido para matar los adultos virulíferos, antes de que la
mosca blanca pueda inocular una planta susceptible. Con una alta población de
moscas blancas, la probabilidad de infección de una planta susceptible aumenta
considerablemente. Por estas razones, es importante evitar la siembra de
especies vegetales susceptibles en épocas de alta presión de mosca blanca y
virus.

 Rotación de cultivos

Una de las prácticas culturales más perjudiciales para los cultivos susceptibles,
es la siembra continua de la misma especie vegetal o de especies igualmente
susceptibles al virus y que son buenos hospederos de la mosca blanca. Se debe
hacer una rotación con cultivos que no sean atacados por la mosca blanca como
maíz, cilantro, repollo, cebolla, ajo, arracacha, remolacha y zanahoria. Otra
práctica que se debe evitar, porque favorece el aumento de las poblaciones de
mosca blanca, es la de hacer siembras escalonadas que proveen a las poblaciones
de este insecto de una fuente continua de alimento.

 Manejo del agua

El manejo del agua en épocas secas, puede influir en la incidencia de virus. La


adecuación de tierras con déficit hídrico mediante proyectos de irrigación, puede
incrementar las poblaciones de mosca blanca al crear un micro-clima favorable.
Este insecto requiere de cierta humedad relativa para reproducirse y cumplir su
ciclo biológico. Si bien es cierto que las poblaciones de mosca blanca aumentan
en los períodos secos, las sequías prolongadas pueden reducir eventualmente las
poblaciones por falta de humedad. Sin embargo, el riego por aspersión tiene un
efecto negativo en los adultos de mosca blanca, igual que la lluvia, al
impactarlos directamente; dificulta su alimentación en plantas susceptibles;
desprenderlos de las hojas; o ahogarlos. De hecho, las aplicaciones de agua sola,
pueden eliminar tantos adultos de mosca blanca como una aplicación de
insecticida de contacto al cual la mosca blanca ya ha hecho resistencia.

 Manejo de malezas

Esta práctica es obviamente importante porque las malezas son frecuentemente


hospederas de virus transmitidos por mosca blanca, principalmente por B.
tabaci. Sin embargo, la erradicación de malezas como práctica de control de
fuentes de virus o moscas blancas continúa siendo un tema controversial,
especialmente por el aumento en los costos de producción. Inclusive, algunos
investigadores argumentan que la erradicación de malezas hospederas de B.
tabaci, provoca una mayor migración de mosca blanca hacia el cultivo, también
algunas investigaciones han demostrado que muchos de los virus y moscas
blancas que afectan las plantas silvestres, no son patógenos o plagas de los
cultivos de interés.

Excepcionalmente, existen casos como el del mosaico enano del fríjol, donde la
principal fuente del virus son malváceas silvestres del género Sida, muy
frecuentadas por B. tabaci, el vector del Virus del mosaico enano del frijol.
 Destrucción de residuos de cosecha

Mucho más importante que el control de malezas, es el manejo de residuos de


cosecha o socas, particularmente si el cultivo ha sido colonizado por mosca
blanca. Estos residuos deben ser destruidos, quemados o incorporados al suelo,
inmediatamente después de la cosecha, antes de que actúen como fuente de
mosca blanca para los nuevos cultivos.

 Protección física de semilleros

La primera medida para prevenir una enfermedad viral en cultivos susceptibles


como el tomate o chile, es asegurar que las plántulas para los trasplantes no
estén ya infectadas por virus. Esto se logra si el productor de las plántulas toma
la precaución de cubrir el semillero con malla anti- insectos y trata las plántulas
con un insecticida sistémico antes del trasplante. Para este efecto se pueden
construir pequeños recintos encerrados con malla o anjeo de bajo costo.

 Protección física del cultivo

El período más crítico de un cultivo susceptible a virus ocurre desde la


emergencia o trasplante de las plántulas hasta el momento de la formación de los
primeros frutos. En el caso del tomate, unos 45 días después de la siembra. La
estrategia aquí es defender las plantas después de su trasplante y, como mínimo,
hasta el momento de la floración. Para lograrlo, se cubren los surcos donde se
han colocado las plantas trasplantadas con una tela sintética contra insectos (e.g.
Agribon o Agril). Esta tela se coloca sobre arcos de alambre grueso espaciados
cada 3 metros y unidos entre sí con cuerda de fibra sintética o natural.

 Otras prácticas culturales

Existen otras medidas de control integrado que son recomendadas


frecuentemente para impedir o disminuir el acceso de moscas blancas a los
cultivos susceptibles, tales como la siembra de barreras vivas con plantas como
el maíz o el sorgo, la siembra de cultivos asociados, el establecimiento de
cultivos ‘trampa’, ‘cobertura’ o ‘repelentes’, el uso de trampas amarillas
pegajosas y la utilización de materiales reflectivos como cobertura del suelo. En
general estas prácticas no se consideran efectivas y en algunos casos pueden ser
perjudiciales para el control biológico [ CITATION Fra06 \l 10250 ].
1.2. Control biológico

La aplicación del control biológico de moscas blancas en cultivos hortícolas está


fuertemente influida por el clima, los ciclos de cultivo y las especies vegetales
cultivadas.

Hay una gran diversidad de organismos que actúan como: parasitoides, predatores, a
estos se suman especies de hongos entomopatógenos que son capaces de
reproducirse y realizar su ciclo biológico, colonizando al insecto plaga, lo que
permite que el entorno suministre un aporte continuo de fauna útil a los cultivos. De
hecho, la mayor parte de los enemigos naturales de moscas blancas que actualmente
se están comercializando e inoculando en los invernaderos (Castañé et al. 2008).

La importancia económica de la mosca blanca Bemisia tabaci en la región


Neotropical, principalmente como vector de varios cultivos agrícolas, y los
problemas surgidos del uso de insecticidas sintéticos, han motivado la investigación
sobre control biológico de esta plaga. Se han realizado estudios para conocer los
enemigos naturales de esta plaga, existentes en la mayoría de los países y como
resultado se han identificado diversas especies de parasitoides de los géneros E n c a
r s i a , Eretmocerus ( H y m e n o p t e r a : Aphelinidae) y A m i t u s ( ( H y m e n o
p t e r a : P l a t y g a s t e r i i d a e ) ; depredadores de los géneros C h rysopa,
Nodita (Neuroptera: Chrysopidae), Coleomegilla, Cycloneda, Hyppodamia,
Delphastus, Nephaspis, Scymnus (Coleoptera: Coccinellidae), Cyrtopeltis,
(Hemiptera: Miridae), Orius (Heteroptera: Anthocoridae), Condylostillus (Diptera:
Dolichopodidae), Syrphidae (Diptera), además de Ácaros como Amblyseius
(Typhlodromips) swirskii y entomopatógenos de los géneros Paecilomyces,
Verticillium, Metarhizium, Aschersonia, Cladosporium y Beauveria [ CITATION
Mor15 \l 10250 ]. Los más estudiados para su utilización en programas de control
biológico han sido los parasitoides de los géneros E n c a r s i a y E r e t m o c e r u
s, predatores del género C h r y s o p a y entomopatógenos de los géneros
Paecilomyces, Verticillium, Beauveria y Lecanicillium lecani; como nematodos
entomopatógenos se han hecho ensayos con Steinernema feltiae mostrando una
eficacia relativamente elevada [ CITATION Mor15 \l 10250 ]

1.3. Control Genético


Si pudiéramos reemplazar una variedad susceptible por una resistente, no
tendríamos que preocuparnos por la presencia de plagas o virus. Es por esta sencilla
razón que el mejoramiento genético de plantas por su resistencia a virus, debería ser
la principal estrategia de control de estos y otros problemas fitosanitarios. La
resistencia genética es la estrategia más efectiva, económicamente viable y
respetuosa del medio ambiente y de la salud de agricultores y consumidores.

Una de las razones para que la resistencia genética no haya recibido la atención que
merece en América Latina, es la inversión relativamente alta en recursos humanos y
materiales, más el tiempo necesario para desarrollar variedades mejoradas. A estos
factores se le agrega la tendencia de los productores a tratar de solucionar
rápidamente los problemas de plagas mediante el uso de productos químicos, a pesar
de que la mayoría de los insecticidas utilizados no controla mosca blanca.

La importancia de buscar genotipos resistentes a mosca blanca ha tomado


importancia en los últimos tiempos, La incidencia de mosca blanca se correlacionó
negativamente con la densidad de tricomas, lo que sugiere que los tricomas impiden
o limitan el establecimiento de Bemisia spp. Lo cual puede constituir un
componente de la resistencia de las plantas contra la mosca blanca [ CITATION ELI18 \l
10250 ].

1.4. Otras Alternativas

Una estrategia para el control de Bemicia tabaci tiene que ver con el manejo de la
mosca blanca vector. Hasta el momento, la seriedad del problema que representa B.
tabaci ha dado lugar a una cantidad de investigación que provee métodos de manejo
aceptables. En países de América Central y del Caribe se han utilizado con éxito
medidas específicas de control. Sin embargo, según Ellsworth y Martínez-Carrillo la
estrategia más efectiva ha sido la combinación coordinada de las medidas existentes
en los programas agrícolas. Entre las revisiones más recientes sobre las diferentes
estrategias de manejo de B. tabaci, se encuentran: Ellsworth y Martínez-Carrillo,
Faria y Wraight , Gerling . Según Oliveira, el común denominador de la mayoría de
los programas de control de B. tabaci es el uso de insecticidas solos o en mezclas.
Afortunadamente, el problema de la resistencia ha sido en parte evitado con la
implementación de umbrales de acción y de programas de manejo de la resistencia.
Adicionalmente, se han realizado grandes esfuerzos para incorporar el control
cultural, el biológico y métodos no químicos dentro de los sistemas de manejo en los
cuales, la base del control son los insecticidas. Los avances logrados en el control
biológico indican que el aumento y conservación de los enemigos naturales pueden
ser factores fundamentales en el manejo de este insecto. Sin embargo, la acción de
los agentes de control biológico solo será realizada cuando se aprenda a usar
racionalmente los productos químicos (Morales y Anderson 2001). Finalmente, se
ha adoptado el uso de mallas, coberturas, plantas trampa y otras formas de
exclusión, al igual que materiales reflectivos para repeler B. tabaci y han sido
parcialmente efectivos en algunos sistemas agrícolas (María Elena Cuéllar, 2016)

Bibliografía
Francisco J. Morales, C. C. (2006). Manejo integrado de enfermedades de plagas causadas por
virus transmitidos por moscas blancas. Colombia.

María Elena Cuéllar, F. J. (2016). La mosca blanca Bemisia tabaci (Gennadius) como plaga y
vectora de virus en frijol común (Phaseolus vulgaris L.). scielo.org, 1-9.

Moreno, L. L. (2015). Avances del control biológico de Bemicia tabaci en la región neotropical.
Habana - Cuba: Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV).

Bibliografía
Francisco J. Morales, C. C. (2006). Manejo integrado de enfermedades de plagas causadas por
virus transmitidos por moscas blancas. Colombia.

María Elena Cuéllar, F. J. (2016). La mosca blanca Bemisia tabaci (Gennadius) como plaga y
vectora de virus en frijol común (Phaseolus vulgaris L.). scielo.org, 1-9.

Moreno, L. L. (2015). Avances del control biológico de Bemicia tabaci en la región neotropical.
Habana - Cuba: Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV).

PÉREZ, E. F. (2018). EVALUACIÓN DE CYANTRANILIPROL PARA CONTROL DE MOSCA BLANCA


(Bemisia tabaci) EN TOMATE, NUEVA CONCEPCIÓN, ESCUINTLA. Escuintla.

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