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Mucopolisacaridosis
F. Feillet, A. Wiedemann, E. Jeannesson, R. Jaussaud, P. Journeau

Las mucopolisacaridosis (MPS) forman un grupo de enfermedades lisosomales causadas por un déficit
de las enzimas de degradación de los glucosaminoglucanos (GAG) o mucopolisacáridos. En función de
la enzima deficitaria, el catabolismo del dermatán-sulfato, el heparán-sulfato, el queratán-sulfato, el
condroitín-sulfato o el ácido hialurónico puede bloquearse de manera aislada o combinada. Los GAG se
excretan por la orina y permiten sospechar el diagnóstico, que después se confirma mediante los estudios
enzimáticos y de biología molecular. Existen siete tipos de MPS, que se deben a 11 deficiencias enzimá-
ticas diferentes. La acumulación progresiva de GAG en los diferentes tejidos produce una enfermedad
de sobrecarga. La presentación clínica es la de una afectación progresiva con visceromegalia, disostosis
múltiple y facies anormal. Pueden completar el cuadro una sordera, una afectación oftalmológica, car-
díaca y neurológica, en función del tipo de MPS. El tratamiento incluye un control sintomático, que es
muy importante. El trasplante de médula ha sido durante mucho tiempo el único tratamiento etiológico
(MPS I y VI principalmente). El tratamiento enzimático sustitutivo ofrece un tratamiento etiológico para
las MPS I, II, IV y VI.
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Palabras clave: Mucopolisacaridosis; Glucosaminoglucanos; Enfermedad genética;


Enfermedad de sobrecarga lisosomal; Tratamiento multidisciplinario; Trasplante de médula;
Tratamiento enzimático sustitutivo; Terapia génica

Plan  Introducción
■ Introducción 1
Las mucopolisacaridosis (MPS) son un grupo de enfermedades
■ Glucosaminoglucanos 2 de sobrecarga lisosomal causadas por deficiencias de las enzimas
■ Enzimas y biología molecular 2 implicadas en la degradación de los glucosaminoglucanos (GAG)
■ Epidemiología 2 o mucopolisacáridos [1] . En función de la enzima responsable, el
catabolismo del heparán-sulfato, el dermatán-sulfato, el queratán-
■ Clínica 2 sulfato, el condroitín-sulfato 4 y 6 y el ácido hialurónico puede
Déficit de ␣-L-iduronidasa o MPS I (MIM 607014) 2 ser deficiente de manera aislada o combinada. La acumulación
Mucopolisacaridosis II: enfermedad de Hunter (MIM 309900) 6 de los GAG da lugar a una disfunción de las células y los órga-
Enfermedad de Sanfilippo (MPS III) 6 nos afectados. Las diferentes MPS son enfermedades progresivas
Mucopolisacaridosis IV: enfermedad de Morquio 7 y degenerativas que afectan a múltiples órganos. Tienen numero-
Mucopolisacaridosis V 7 sos signos en común en grados variables: son la visceromegalia,
Mucopolisacaridosis VI: enfermedad de Maroteaux-Lamy una disostosis múltiple y una facies tosca. La audición, la visión,
(MIM 253200) 8 la función cardiovascular, el sistema neurológico y el conjunto
Mucopolisacaridosis VII: enfermedad de Sly (MIM 253220) 9 del esqueleto óseo habitualmente se ven afectados. Las MPS se
Mucopolisacaridosis VIII (MIM 253230) 9 transmiten de manera autosómica recesiva, excepto la enferme-
Mucopolisacaridosis IX (MIM 601492) 9 dad de Hunter (MPS II), que es recesiva ligada a X. El diagnóstico
■ Diagnóstico 9 se sospecha ante la detección de los GAG urinarios y después se
Glucosaminoglucanos urinarios 9 confirma con estudios enzimáticos y genéticos. Hoy día es posi-
Enzimología 9 ble el diagnóstico neonatal sistemático para la mayoría de MPS.
Biología molecular 9 Los tratamientos han sido durante mucho tiempo sintomáticos;
■ Tratamiento 9 el trasplante de médula y después el tratamiento enzimático sus-
Tratamiento sintomático 9 titutivo han aportado un tratamiento etiológico a algunas de
Tratamiento etiológico 10 estas enfermedades (MPS I, II, IV, VI, VII). El tratamiento de estos
pacientes requiere equipos multidisciplinarios que sean capaces

EMC - Pediatría 1
Volume 51 > n◦ 3 > septiembre 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1245-1789(16)78912-8
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H2COH COOH H2COH
 Enzimas y biología molecular
O sO O O O O
COOH O O O O ...etc. Las enzimas y los genes implicados en las MPS se resumen en
2 4 5 el Cuadro 1. Estas enzimas están implicadas en la degradación de
O s NAc NAc uno o varios GAG. Por eso se encuentra un exceso de heparán y el
1 A
dermatán-sulfato en las MPS I y II, mientras que sólo el queratán-
2 H2COH COOH 5 H2CO s 10 sulfato está aumentado en la MPS IV. Se conocen todas las enzimas
O O 8 O O cuyo déficit es responsable de las MPS y sus genes. La última MPS
COOH O O
O O ...etc.
descrita se debe a un déficit de hialuronidasa (MPS IX) [2] , y el
7
último gen descrito es el de la MPS IIIC [3] .
O s N s O s NAc
1 6 9 B De manera general, existe una continuidad fenotípica en todas
estas MPS, y la gravedad del fenotipo depende esencialmente de
H2CO s 12 H2CO s 13 CH2OH H2CO s
O O O O
la actividad enzimática residual y del genotipo. Existen formas
11
O O O O ...etc. graves y moderadas en la mayoría de estas MPS (ejemplo de la
MPS I, que va de la forma grave [Hurler] a la forma moderada
4
NAc NAc [Scheie]). Se han descrito gran número de variantes de estas MPS
C (más de 160 para la MPS I). Algunas mutaciones permiten deter-
H2COH COOH H2COH COOH minar la gravedad más o menos importante del fenotipo. Como
s O O O sO O O en la mayoría de enfermedades metabólicas, la correlación geno-
O O O O O ...etc. tipo/fenotipo no es perfecta.
Es posible el diagnóstico prenatal de todas estas enfermedades,
NAc NAc
D por determinación enzimática o por biología molecular cuando
se conocen las mutaciones del caso índice.
H2CO s COOH H2CO s COOH
O O O O O O
O O O O O ...etc.

NAc NAc
 Epidemiología
E
Figura 1. Diferentes glucosaminoglucanos y las enzimas de su catabo- La prevalencia de estas enfermedades es muy variable en fun-
lismo. ción de las poblaciones estudiadas. Los datos son escasos, pues los
A. Dermatán-sulfato: 1. Iduronato sulfatasa; 2. ␣-L-iduronidasa; 3. N- estudios epidemiológicos sólo se han realizado en un pequeño
acetilgalactosamina-4-sulfatasa o arilsulfatasa B; 4. ␤-hexosaminidasa; número de países: Australia, Irlanda del Norte e Israel [4–7] . El
5. ␤-glucuronidasa. recuento global de las MPS es objeto de un estudio específico
B. Heparán-sulfato: 1. Iduronato sulfatasa; 2. ␣-L-iduronidasa; 5. ␤- en Francia (proyecto Radico). La MPS I tiene una prevalencia de
glucuronidasa; 6. heparán-N-sulfatasa; 7. acetil-CoA-acetiltransferasa; alrededor de 1/100.000 en Francia, y esta prevalencia es similar
8. ␣-N-acetil-glucosaminidasa; 9. glucuronato sulfatasa (ausencia de défi- en los demás países industrializados (Australia: 1/88.000, Irlanda
cit conocido); 10. N-acetilglucosamina-6-sulfatasa. del Norte; 1/100.000-144.000 en función de los estudios). En
C. Queratán-sulfato: 4. ␤-hexosaminidasa; 11. galactosa-6-sulfatasa; cambio, también en Irlanda del Norte, la forma más benigna de
12. ␤-galactosidasa; 13. N-acetilgalactosamina-6-sulfatasa. MPS I (enfermedad de Scheie) es mucho más rara: 1/600.000.
D, E. Los condroitín-sulfatos 4 y 6 se degradan en oligosacáridos mediante La prevalencia de la MPS II es relativamente idéntica en los
la hialuronidasa; los oligosacáridos se degradan secundariamente gracias diferentes estudios (alrededor de 1/130.000), y un estudio mos-
a la N-acetilgalactosamina-4-sulfatasa o 6-sulfatasa, la ␤-hexosaminidasa traría una frecuencia particular en la población israelí [7] . Las
y la ␤-glucuronidasa. MPS IIIA y IIIB tienen una prevalencia respectiva en Australia
de 1/114.000 y de 1/211.000, las MPS IIIC y IIID son mucho
más raras [5] . La MPS IV tiene una prevalencia de 1/169.000, la
de enfrentarse a todos los retos que plantean. La eficacia de los MPS VI de 1/235.000 y la MPS VII de 1/2.000.000. La prevalencia
tratamientos depende de la precocidad del diagnóstico, lo cual de esta última enfermedad probablemente esté subestimada, por-
plantea el problema de insertar estas enfermedades en el panel de que no tiene en cuenta los fallecimientos in utero en la anasarca
las enfermedades que hay que descartar en período neonatal. fetoplacentaria [8] .

 Glucosaminoglucanos  Clínica
Los GAG o mucopolisacáridos son productos de degradación Déficit de ␣-L-iduronidasa o MPS I
de los proteoglucanos, que son sustancias macromoleculares de
la matriz extracelular. Existen cinco GAG: el dermatán-sulfato,
(MIM 607014)
el heparán-sulfato, el queratán-sulfato y el condroitín-sulfato 4 Enfermedad de Hurler (MPS IH)
y 6. Se esquematizan en la Figura 1. La descripción más reciente
de la MPS IX (un paciente) comporta una acumulación de ácido Cuadro clínico
hialurónico. El cuadro característico de la MPS está representado por la
El análisis de los GAG urinarios es la base del diagnóstico de las enfermedad de Hurler o MPS IH. Los primeros signos clínicos apa-
MPS. Las MPS se caracterizan por un aumento cuantitativo de los recen en los primeros meses de vida, pero pueden no conducir al
GAG urinarios (este aumento disminuye con la edad); el análisis diagnóstico hasta el segundo año. El cuadro comprende una sobre-
cualitativo permite determinar el tipo de MPS (Fig. 1). carga visceral evolutiva con afectación neurológica, una disostosis
Las enzimas necesarias para el catabolismo de estos GAG son múltiple y una dismorfia [1, 9] .
numerosas, algunas son específicas de un GAG y otras son indis-
pensables para el catabolismo de varios de ellos (Fig. 1). Además, Dismorfia
una enzima (la ␤-galactosidasa) es indispensable para el catabo- No existe o es poco evidente al nacer; se vuelve cada vez más
lismo del queratán-sulfato, pero también del gangliósido GM1. El grave con el tiempo a medida que se establece la sobrecarga. Los
déficit de esta enzima puede producir o bien una gangliosidosis rasgos de la cara se vuelven toscos, los labios, las orejas, la len-
GM1, o bien una MPS IVB. El análisis de los GAG realizado des- gua y las encías se engruesan, las narinas son anchas y abiertas
pués de una sospecha clínica permite llegar al diagnóstico de MPS hacia delante. El sistema piloso está muy desarrollado, el cabello
(Fig. 2). es grueso y lacio, las cejas aparecen enmarañadas (Fig. 3).

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Figura 2. Proceso diagnóstico. Sólo la muco-


Signos sugestivos polisacaridosis (MPS) IX (déficit de hialuroni-
Dismorfia, hepatoesplenomegalia, disostosis, cifosis, limitaciones articulares, dasa) no se detecta mediante el estudio de los
opacidades corneales, sordera, retraso de desarrollo ... glucosaminoglucanos (GAG) urinarios; debe
detectarse mediante la determinación de ácido
GAG urinarios (determinación y cromatografía) hialurónico plasmático. Las diferentes enzimas
se describen en el Cuadro 1. Asterisco: la MPS IV
sólo se detecta mediante cromatografía, pues
Dermatán S+ Heparán S Queratán S* Dermatán S Condroitín S
la determinación cuantitativa de las MPS se
Héparane S Dermatane S
basa en la determinación de los ácidos urónicos
Héparane S
que no comprenden el queratán-sulfato. HSS:
HSS Gal 6 S Aril sulfatasa B heparán-sulfato sulfatasa; NA␣DG: N-acetil-␣-
NAαDG β Gal D-glucosaminidasa; A ␣GNAT: acetil-CoA-␣-
A αGNAT
L-iduronidasa β-glucuronidasa glucosamina N-acetiltransferasa; NAG6S: N-
NAG6S acetilglucosamina-6-sulfatasa; Gal 6 S: galacto-
samina 6-sulfatasa; ␤-Gal: ␤-galactosidasa.
Iduronato
sulfatasa

MPA IIIA
MPS IIIB
MPS IIIC MPS IVA
MPS I MPS II MPS IIID MPS IVB MPS VI MPS VII

Cuadro 1.
Diferentes mucopolisacaridosis (MPS).
Nombre Enzima GAG urinarios Gen (nombre Número
y localización) de exones
MPS I H Hurler A-L-iduronidasa Heparán-sulfato IDUA 14
MPS I HS Hurler-Scheie Dermatán-sulfato 4p 16.3
MPS I S (V) Scheie
MPS II Hunter Iduronato sulfatasa Heparán-sulfato IDS 9
Dermatán-sulfato Xq27.3q28
MPS IIIA Sanfilippo A Heparán-sulfato sulfatasa Heparán-sulfato SGSH 8
17q25.3
MPS IIIB Sanfilippo B N-acetil-␣-D-glucosaminidasa Heparán-sulfato NAGLU 6
17q21
MPS IIIC Sanfilippo C Acetil-CoA: ␣-glucosamina Heparán-sulfato Chr 14
N-acetiltransferasa
MPS IIID Sanfilippo D N-acetilglucosamina-6- sulfatasa Heparán-sulfato GNS 14
12q14
MPS IVA Morquio A Galactosamina-6-sulfatasa Queratán-sulfato GALNS 14
Condroitín-sulfato 16q24.3
MPS IVB Morquio B ␤-galactosidasa Queratán-sulfato GLB1 16
3p21.33
MPS VI Maroteaux-Lamy Arilsulfatasa B Condroitín-sulfato ARSB 8
5q11 q13
MPS VII Sly ␤-glucuronidasa Dermatán-sulfato GUSB 12
Heparán-S 7q21.11
Condroitín-sulfato
MPS IX Déficit de Hialuronidasa Hialuronán-sulfato HYAL1 4
hialuronidasa 3p21.3-p21.2

Sobrecarga visceral dorsales y de las primeras lumbares presentan una hipoplasia de


Existe una hepatoesplenomegalia, una hipertrofia gingival y la parte anterosuperior responsable de una cifosis toracolumbar
una obstrucción de las vías aéreas superiores. Las hernias inguina- creciente con aspecto característico de la vértebra en «rostro», en
les y umbilicales se deben a la protrusión abdominal secundaria a «cuña» o en «martillo» (Fig. 5). Las costillas están ensanchadas en
la visceromegalia y la hipotonía. «remo». Las alas ilíacas son pequeñas, cuadradas, los cotilos hipo-
plásicos presentan un riesgo de displasia de cadera [11] (Fig. 6).
Disostosis múltiple Las diáfisis de los huesos largos son cortas y anchas, y las epífisis
Las lesiones óseas constituyen la forma principal de la disosto- mal desarrolladas. Las falanges y los metacarpianos son cortos y
sis múltiple observada en las MPS [10] . Existe una rigidez articular trapezoidales, y sus extremos proximales son cónicos (Fig. 7). El
progresiva, a la vez por infiltración sinoviocapsular y también por cráneo está aumentado de tamaño, escafocéfalo; la silla turca es
deformación más o menos marcada de las superficies articulares, alargada en J. Es extremadamente frecuente observar el desarrollo
que afecta a los hombros, los codos, las caderas y los dedos, que de un síndrome del túnel carpiano [12] . Debe buscarse sistemá-
se encuentran flexionados en garra (Fig. 4). Se observa una cifosis ticamente en cada evaluación clínica, pero también mediante la
dorsolumbar de radio corto. Los cuerpos de las últimas vértebras realización anual de un electromiograma, porque su instalación es

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Figura 3. Dismorfia facial en el marco de una mucopolisacaridosis


(MPS) I.

Figura 5. Forma típica de la segunda vértebra lumbar en «rostro de


pescado», responsable de una cifosis dorsolumbar a veces muy impor-
tante. También se puede observar el aspecto ensanchado de los arcos
costales.

Figura 4. Aspecto engrosado de la mano y los dedos, que están rígidos


y en garra.

insidiosa y los signos clínicos con frecuencia son incompletos. La


compresión es a menudo particularmente importante, y el nervio
mediano puede estar completamente atrofiado (Fig. 8).

Crecimiento
Se afecta en dos tiempos. Inicialmente, existe un avance estatu-
ral durante el primer año de vida, después se instaura un retraso
estatural entre los 12-18 meses. Puede ser grave; la estatura defi-
nitiva no supera los 110 cm en las formas más graves.
Figura 6. Displasia cotiloidea bilateral. Las epífisis femorales superio-
Afectación sensorial res son pequeñas, pero el pronóstico epifisario en la mucopolisacaridosis
Se desarrollan opacidades corneales, aparece secundariamente (MPS) I es relativamente bueno, a poco que la cobertura cotiloidea sea
una retinopatía y, de manera no excepcional, un glaucoma. La reti- satisfactoria. Por lo tanto, a veces es necesario realizar intervenciones
nopatía puede ser evolutiva a pesar de los tratamientos, incluido quirúrgicas en la pelvis para mejorar la protrusión de la cabeza femoral.
el trasplante celular. Se desarrolla una sordera, de tipo mixto; con-
tribuye a limitar la capacidad verbal de estos niños.
temáticamente, hace sospechar una compresión medular, casi
Afectación neurológica siempre al nivel de la charnela craneocervical. Esta compresión
Es específica de la forma grave de la MPS I [1] , mientras que es se debe en parte a la estrechez del conducto vertebral y del
moderada en la forma Hurler-Scheie y está ausente en la forma foramen magnum (agujero occipital), pero también al engrosa-
Scheie [13] . El deterioro mental se vuelve evidente en el segundo miento de la duramadre, que puede ser considerable. La otra
año y el cociente intelectual máximo no supera los 2-4 años. anomalía observada es a veces la existencia de una inestabi-
Sin tratamiento, la afectación central genera una discapacidad lidad atlantoaxoidea por hipoplasia de la apófisis odontoides.
múltiple grave. Un síndrome piramidal, que debe buscarse sis- Estas complicaciones neuroortopédicas requieren un tratamiento

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Figura 9. Compresión medular detectada por resonancia magnética,


un examen que debe realizarse sistemáticamente en el estudio de control.
Figura 7. Alteración de los metacarpianos y las falanges, que son cortos,
rechonchos y se asocian a una displasia epifisaria de la parte inferior del
radio y del cúbito.

Figura 8. Compresión del nervio mediano, completamente destruido,


con interrupción de su vascularización epineural.

quirúrgico [14, 15] (Figs. 9 y 10). La hidrocefalia se desarrolla fre-


cuentemente debido a la infiltración de las meninges; parece
desempeñar un papel no despreciable en el deterioro mental y
debe tratarse precozmente [16] . Se observan con frecuencia anoma-
lías del comportamiento: miedo, ansiedad, trastornos del sueño y Figura 10. Hipoplasia de la apófisis odontoides, responsable de una
trastornos de la alimentación [17] . inestabilidad C1-C2 (flecha). Esta lesión requiere una descompresión
medular asociada a una artrodesis vertebral de estabilización.
Afectación respiratoria
La infiltración de las mucosas respiratorias se acompaña de obs-
trucción nasofaríngea progresiva con infecciones rinofaríngeas
frecuentes. Los pacientes tienen una respiración ruidosa, en parti- mitroaórtica y miocárdica. La afectación miocárdica puede ser pre-
cular durante el sueño, cuando las pausas respiratorias nocturnas coz y grave, con fibroelastosis endomiocárdica que puede poner
obstructivas son frecuentes [18] . de manifiesto la enfermedad. Puede desarrollarse una coronario-
patía, raramente detectada mediante la clínica por accesos de
Afectación cardíaca ángor. La aparición de una hipertensión arterial es frecuente, pro-
Es frecuente observar soplos en la auscultación cardíaca, y bablemente secundaria al estrechamiento del calibre de las arterias
el ecocardiograma muestra una afectación valvular, sobre todo renales [19, 20] .

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Afectación digestiva moderada, MPS IIB, en la que no existe afectación neurológica y


Los trastornos del tránsito intestinal son habituales, con diarrea en la que la afectación visceral y ósea permite una vida hasta la
o alternancia de diarrea y estreñimiento. edad adulta [26] . La particularidad genética de esta MPS es su trans-
misión, que es recesiva ligada a X, con el gen situado en Xq28 [27] .
Evolución Como en todas las afecciones ligadas a X, se han descrito pacientes
Sin tratamiento, el fallecimiento tiene lugar en general antes de de sexo femenino afectados por la enfermedad de Hunter [28, 29] ,
la adolescencia, debido al agravamiento de las afectaciones respi- pero estas afectaciones son muy raras comparado con lo que se
ratoria y cardíaca. Actualmente, el pronóstico se ha transformado observa en otras enfermedades metabólicas ligadas a X (déficit de
con el trasplante de médula [21] y con el tratamiento enzimático ornitina transcarbamilasa, enfermedad de Fabry).
sustitutivo (TES), que sólo es eficaz sobre los síntomas no neuro- La semiología es, en general, parecida a la observada en la MPS I.
lógicos. Empieza entre los 2-4 años con una degradación neurológica y una
Tratamiento sintomático afectación visceral. El cuadro comprende una disostosis generali-
zada prácticamente superponible a la observada en la enfermedad
Hay que insistir sobre la importancia de los tratamientos
de Hurler, una estatura baja y, sobre todo, una facies especialmente
sintomáticos respiratorio (kinesiterapia, fluidificantes, adenoi-
típica, con rasgos toscos, una macrocefalia, cabello grueso y difícil
doamigdalectomía, tratamiento de las apneas obstructivas, etc.),
de peinar. También se observa una hepatoesplenomegalia debida
cardíaco (antihipertensores, vasodilatadores coronarios, tónicos
a la sobrecarga de mucopolisacáridos, anomalías cardíacas y una
cardíacos), otorrinolaringológico (ORL) (ventilador transtimpá-
sordera. En los pacientes jóvenes, se produce una diarrea crónica
nico, prótesis), oftalmológico (protección de las luces intensas,
debida a una disfunción del sistema nervioso autónomo y a una
tratamiento del glaucoma), digestivo (reguladores del tránsito
afectación de la mucosa intestinal. No existe infiltración corneal.
intestinal) y neurológico (tratamiento quirúrgico de la hidrocefa-
La afectación neurológica es más tardía que en la MPS I, pero es
lia, del túnel carpiano, de la mielopatía cervical compresiva), que
muy grave, en particular con trastornos del comportamiento inva-
pueden ser necesarios en estos niños aparte de los tratamientos
lidantes. Por desgracia, esta afectación neurológica no responde al
específicos (cf infra). Hay que proscribir una kinesiterapia dema-
tratamiento enzimático [30] . La forma moderada (mucho más rara)
siado agresiva por estiramientos pasivos, que sólo pueden dañar
se parece a la enfermedad de Scheie, con una esperanza de vida
más las articulaciones y aumentar el dolor. Puede aliviarse con
prolongada y una afectación visceral de evolución lenta [31] .
masajes, calor y analgésicos. Los zapatos ortopédicos y un corsé
Se ha observado una afectación cutánea característica de la
para reducir la cifosis pueden aportar una ayuda significativa [22] .
MPS II en la región sacra, los glúteos y los miembros superiores.
Anestesia Esta afectación cutánea, a veces presente al nacer, está formada
Cuando es necesaria una anestesia general, debe aplicarla un por lesiones nodulares de color marfil compuestas por melano-
anestesista informado de las dificultades de intubación debidas a citos que contienen melanosomas en número importante; estas
la brevedad y la rigidez del cuello y a la infiltración mucosa de la células están rodeadas de una vaina extracelular y de tejido elás-
faringe, la laringe y la tráquea por los GAG [23] . También debe estar tico [32] . Estas lesiones son típicas de la MPS II y pueden permitir
informado sobre el riesgo relacionado con la inestabilidad atlan- un diagnóstico precoz. En cambio, no desaparecen después de un
toaxoidea, que habitualmente se examina antes de una anestesia tratamiento con trasplante de médula [33] .
general. Los signos biológicos urinarios son una excreción anormal de
GAG: (heparán y dermatán-sulfato como en la MPS I [Fig. 1]).
Enfermedad de Hurler-Scheie (MPS IHS) El diagnóstico se confirma por el déficit enzimático y la biología
Se trata de una forma de gravedad intermedia cuya frecuencia molecular.
sería de 1/115.000 nacimientos [1, 10] . La inteligencia de estos niños
puede ser normal, pero pueden sufrir una deficiencia intelectual. Enfermedad de Sanfilippo (MPS III)
Las manifestaciones físicas, óseas y viscerales son más graves que
en la enfermedad de Scheie, y su tratamiento es similar al de la La MPS de tipo III o enfermedad de Sanfilippo corresponde
enfermedad de Hurler. Tienen un desarrollo puberal normal, aun- a un fenotipo clínico y bioquímico idéntico en relación con
que la edad de la pubertad puede retrasarse. El desarrollo de una cuatro deficiencias enzimáticas diferentes que afectan todas al
mielopatía cervical compresiva por infiltración y engrosamiento catabolismo del heparán-sulfato. La MPS III se describió inicial-
de las meninges es frecuente [1] . mente como una oligofrenia polidistrófica porque la afectación
neuropsíquica es importante. La heterogeneidad clínica existe
Enfermedad de Scheie (MPS IS) menos en la forma Sanfilippo que en las otras MPS, quizá a
causa de una mayor dificultad de reconocer las formas meno-
Se describió inicialmente en 1962 [24] , como MPS V, y en realidad res. Las enzimas deficientes en los cuatro subtipos son la
es la forma moderada del déficit de ␣-L-iduronidasa. Su frecuencia heparán-sulfato sulfatasa [34] (MPS IIIA; MIM 252900), la N-acetil-
se estima en menos de 1/500.000 nacimientos, pero puede estar ␣-D-glucosaminidasa [35] (MPS IIIB; MIM 252920), la acetil-CoA:
subestimada. Los primeros signos aparecen después de los 5 años ␣-glucosamina N-acetiltransferasa [36] (MPS IIIC; MIM 252930) y
y el diagnóstico suele sospecharse mucho más tarde, en la segunda la N-acetilglucosamina-6-sulfatasa [37] (MPS IIID; 252940).
o tercera década. Se caracteriza por el desarrollo de rigideces arti- La MPS III se presenta esencialmente por un deterioro neurop-
culares invalidantes, un síndrome del túnel carpiano, opacidades síquico, que domina el cuadro clínico. Se observa un retraso del
corneales, a veces afectación vascular y compresión medular. Las aprendizaje psicomotor, en particular del lenguaje, que a veces
afectaciones viscerales, broncopulmonar, hepática y esplénica son nunca se adquiere. A partir de los 3 o 4 años, el comportamiento
discretas y pueden estar ausentes. No existe afectación neuroló- de estos niños se vuelve difícil, con agresividad, cólera, accesos de
gica, y el desarrollo intelectual es normal. El aspecto físico y la pánico e insomnio prolongado, todo lo cual hace muy difícil la
distrofia ósea recuerdan, aunque mucho menos marcados, a los vida familiar [17, 38, 39] .
de la MPS IH. La pubertad es normal, y la estatura definitiva es del El diagnóstico es a menudo tardío y puede producirse desde el
orden de 150 cm. Los pacientes pueden tener una vida conyugal año a los 16 años [40] , a causa del retraso en la aparición y la dis-
y social normal, y su esperanza de vida es superponible a la de la creción del síndrome dismórfico (engrosamiento de los rasgos de
población general [1, 12] . la cara, cabello grueso enmarañado, hirsutismo). La hipoacusia
es frecuente. Algunos signos clásicos de las MPS están ausen-
Mucopolisacaridosis II: enfermedad tes (ausencia de opacidades corneales, de retraso estatural precoz
[posibilidad de estancamiento del crecimiento estatural después
de Hunter (MIM 309900) de los 4-6 años de edad]) o moderados (lesiones óseas, hepa-
La MPS de tipo II se debe a un déficit de iduronato sulfatasa [25] . toesplenomegalia). Entre las manifestaciones viscerales, hay que
Se distinguen dos formas: la MPS IIA es la más grave, con una insistir sobre los trastornos de la motricidad digestiva con diarrea y
afectación neurológica y una afectación visceral y ósea grave que las infecciones respiratorias altas (rinofaringitis, otitis). Es posible
da lugar al fallecimiento antes de los 20 años, y una forma más la afectación miocárdica y valvular.

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Un tratamiento paidopsiquiátrico adecuado, algunos trata-


mientos medicamentosos con tioridazina o haloperidol a dosis
progresivamente crecientes pueden aportar una ayuda decisiva
a estos niños [40, 41] . Un tratamiento de los trastornos del sueño
(melatonina, antihistamínicos por su efecto sedante de tipo
hidroxizina) también puede ser necesario. En la adolescencia, la
espasticidad y los trastornos del equilibrio, junto con la rigidez
articular, los conducen progresivamente a una pérdida de auto-
nomía que llega hasta la pérdida de la marcha y a un estado de
postración. Los trastornos de la deglución y los atragantamientos
obligan a recurrir a la alimentación por gastrostomía. Evoluciona
hacia un estado demencial y el fallecimiento se produce hacia los
20 años de edad. En las formas menos graves, sobre todo descritas
en el tipo B, las alteraciones morfológicas son más discretas, y la
evolución hacia el estado demencial no tiene lugar hasta la 3.a o
4.a década [1] .

Mucopolisacaridosis IV: enfermedad


de Morquio
La MPS de tipo IV, descrita en 1929 por L. Morquio [42] y des-
pués por J.-F. Brailsford [43] , se debe a un defecto del catabolismo
del queratán-sulfato. La presencia preferente del queratán-sulfato
en el aparato osteoarticular explica una semiología muy diferente
de la de las otras MPS. No existe infiltración cutaneomucosa, la
inteligencia es normal y la dismorfia facial y la disostosis son de
un tipo diferente. Existen dos tipos enzimáticos:
• en la enfermedad de Morquio de tipo A (MIM 253000), el défi-
cit afecta a la N-acetilgalactosamina-6-sulfatasa (GAL NS) [44] ;
ésta libera el grupo sulfato en los extremos no reductores del
condroitín-6-sulfato y el queratán-sulfato. El gen se ha locali-
zado en el cromosoma 16 (q24) [45] ;
• en la enfermedad de Morquio de tipo B (MIM: 253010), el déficit
afecta a la ␤-galactosidasa [46] . Se trata de la misma galactosi-
dasa que la implicada en la gangliosidosis por GM1, cuyo gen
de estructura está situado en el brazo corto del cromosoma 3
(p21-3pter) [47] . En la MPS IVB, el déficit sólo afecta a la zona
catalítica relacionada con el queratán-sulfato y no altera el cata- Figura 11. Enfermedad de Morquio de tipo A: baja estatura, genu
bolismo del gangliósido GM1. Sin embargo, se ha descrito una valgo.
mutación que puede producir a la vez una MPS IVB y una gan-
gliosidosis GM1 [48] . Comúnmente se encuentra una mutación
(Trp273Leu) en la MPS IVB, pero no es constante, y ya se han
(Fig. 13). Las demás anomalías raquídeas están situadas en la
descrito otras mutaciones [49] .
charnela craneocervical. El riesgo de compresión puede deberse
Sea cual sea el tipo, el niño es normal al nacer. Entre 1-3 años
a varias causas: la hipoplasia de la odontoides es prácticamente
de edad [43] es cuando aparecen los primeros síntomas, con mar-
constante y responsable de una inestabilidad, el conducto
cha contoneante, caídas frecuentes y genu valgo [1] . La aparición
raquídeo se estrecha, y las meninges, así como los tejidos peri-
de un tórax en «quilla» también es muy sugestiva (Figs. 11 y 12).
durales, están infiltrados, lo que añade un factor suplementario
El cuadro se agrava progresivamente, con retraso estatural grave
de compresión. Esto supone que el control neurológico es impe-
(estatura definitiva inferior a 120 cm), tronco y cuello muy cortos,
rativo anualmente, tanto clínicamente como con ayuda de una
cifosis dorsal grave, escoliosis, desviación cubital de las manos e
RM;
hiperlaxitud articular. La dismorfia facial es moderada, con prog-
• en la zona del fémur y la cadera, las metáfisis son irregulares, el
natismo, inclinación de la cabeza hacia atrás, boca demasiado
cuello femoral está deformado en coxa valga y los cotilos están
ancha, dientes pequeños con hipoplasia del esmalte y caries fre-
ensanchados. Las epífisis son pequeñas y distróficas, en parti-
cuentes. Secundariamente, aparecen opacidades corneales finas,
cular en la zona de las cabezas femorales. La morfología de las
una hepatoesplenomegalia y, a veces, lesiones valvulares cardía-
epífisis femorales superiores sigue un proceso de deterioro que
cas [50] . Una amenaza evolutiva importante es la aparición de
nada puede parar y conduce a una desaparición radiológica pro-
una compresión medular cervical aguda por subluxación atlan-
gresiva de las cabezas femorales, con una repercusión sobre la
toaxoidea debida a la hipoplasia de la apófisis odontoides y a la
motilidad y la función global de las caderas (Fig. 14);
hiperlaxitud ligamentosa o compresión medular cervical lenta por
• el síndrome del túnel carpiano es excepcional en la MPS IV, al
estrechamiento progresivo del conducto raquídeo cervical. Esta
revés que en los tipos I, II y VI, en los que es frecuente.
mielopatía compresiva puede aparecer precozmente en las for-
Esta forma grave, muy invalidante, evoluciona hacia el falle-
mas graves, y debe asegurarse anualmente un control neurológico
cimiento en la segunda o tercera década de la vida debido a
atento completado con una resonancia magnética (RM) para no
complicaciones cardiorrespiratorias, a la cifoescoliosis y a la com-
dejar pasar el momento del tratamiento quirúrgico [51] . Por otra
presión medular. Existen formas moderadas que repercuten poco
parte, en caso de anestesia general, debe informarse al aneste-
sobre la estatura, poco invalidantes y compatibles con una vida
sista de esta inestabilidad de la articulación cervicooccipital que
social y una longevidad normales [53] .
comporta un riesgo de compresión medular [52] .
Las anomalías radiológicas son numerosas, y algunas de ellas
son características:
• en las vértebras, la platispondilia se vuelve importante a par- Mucopolisacaridosis V
tir de los 2-3 años, con una prolongación anterior en lengüeta
de los cuerpos vertebrales en las placas de perfil y, en las dos Corresponde a la forma moderada de MPS I (enfermedad de
vértebras lumbares, una hipoplasia anterior característica [10] Scheie); este término ya no se utiliza actualmente.

EMC - Pediatría 7
E – 4-059-V-20  Mucopolisacaridosis

Figura 14. Aspecto evolutivo habitual de las epífisis femorales superio-


res en la enfermedad de Morquio, que se vuelven pequeñas e irregulares,
con una clara repercusión funcional.

Figura 12. El mismo niño de la Figura 11. Proyección anterior del


macizo facial inferior, tórax en «quilla», genu flexo primitivo y también
secundario al flexo de las caderas. Figura 15. Aspecto de dismorfia facial en la enfermedad de Maroteaux
y Lamy (mucopolisacaridosis VI).

Mucopolisacaridosis VI: enfermedad


de Maroteaux-Lamy (MIM 253200)
Se describió en 1963 y se debe a un fallo en el catabolismo de
dermatán-sulfato por déficit de N-acetil-galactosamina-4-sulfatasa
o arilsulfatasa B [54] . La frecuencia de esta enfermedad sería de
1/100.000 a 1/1.300.000 en función de las poblaciones estudia-
das [4–6, 55] . En Francia, existen actualmente unos 20 pacientes
vivos. El diagnóstico se hace habitualmente entre los 6-24 meses,
cuando el niño presenta una disminución de la velocidad de
crecimiento, deformaciones esqueléticas, una facies tosca y una
obstrucción de las vías aéreas superiores (Fig. 15).
Opacidades corneales, ceguera, hidrocefalia comunicante o
afectación cardíaca [56] pueden completar el cuadro clínico en
las formas graves. Como en el tipo IV, no existe deterioro neu-
ropsíquico en los pacientes con una MPS VI [1] ; sin embargo,
los problemas sensoriales y la limitación motora a veces pueden
repercutir sobre el aprendizaje.
Existe una gran variabilidad clínica en la MPS VI en función del
grado de actividad enzimática residual. En los pacientes que pade-
cen una forma grave, la actividad enzimática residual sería más
baja (0-1,4%) que en las formas moderadas (2-3%), mientras que
una actividad enzimática del 5% bastaría para evitar el desarro-
llo de manifestaciones patológicas [57] . El fallecimiento se produce
habitualmente en la segunda década de la vida, debido a compli-
Figura 13. Platispondilia característica de la enfermedad de Morquio. caciones cardiorrespiratorias. La forma moderada es muy similar

8 EMC - Pediatría
Mucopolisacaridosis  E – 4-059-V-20

a la enfermedad de Scheie. Las manifestaciones mucho menos gra- Mucopolisacaridosis IX (MIM 601492)
ves explican que estos pacientes puedan llegar a la séptima o la
octava década de la vida [57, 58] . La MPS IX es la última descrita y tiene relación con un déficit
El gen de la arilsulfatasa B se localiza en el cromosoma 5 de hialuronidasa [2] . El ácido hialurónico es uno de las principales
(q11-q13) y se han identificado varias mutaciones [58, 59] . La diver- mucopolisacáridos de la matriz extracelular. Sólo existe una des-
sidad de las mutaciones es importante, y no existe una mutación cripción clínica, de 1996. Este paciente (adolescente de 14 años)
principal en esta enfermedad. Algunas mutaciones permitirían presentaba una estatura baja con múltiples masas periarticulares
determinar el fenotipo [60] . en los tejidos blandos. Estas masas (tomadas inicialmente por gan-
glios) se observó que tenían relación con el almacenamiento de
ácido hialurónico. Se demostró el déficit de hialuronidasa, y las
Mucopolisacaridosis VII: enfermedad mutaciones del gen HYAL 1 (situado en 3p21.3-p21.2) se publi-
caron en 1999 [71] . En el plano bioquímico, el análisis de los
de Sly (MIM 253220) mucopolisacáridos urinarios era normal, así como el de los oli-
La enfermedad de Sly debida a un déficit de ␤-glucuronidasa gosacáridos. El diagnóstico se hizo mediante la determinación del
se describió en 1973 [61] . Esta enfermedad, cuya heterogeneidad ácido hialurónico plasmático (918-2.118 ␮g/l frente a 10 en los
es extrema, puede presentarse en formas muy moderadas, des- padres). La determinación enzimática de la hialuronidasa mostró
cubiertas en la adolescencia, o bien en formas muy graves que una actividad nula en el niño y del 30 y el 53% de la normalidad
se manifiestan en la vida intrauterina por una anasarca feto- en ambos progenitores.
placentaria [61] . El déficit de ␤-glucuronidasa produce un fallo
del catabolismo del dermatán-sulfato, el heparán-sulfato y el
condroitín-sulfato 4 y 6. Curiosamente, la naturaleza de los  Diagnóstico
GAG excretados en exceso es variable: condroitín-sulfato 4 y
condroitín-sulfato 6 en la observación original de Sly, dermatán- El diagnóstico se orienta de entrada por la clínica. Debe sos-
sulfato y heparán-sulfato en las otras observaciones. En algunos pecharse ante las formas típicas, pero también ante las formas
casos, los GAG urinarios pueden ser normales. menores, que son paucisintomáticas.
El gen se ha localizado en el cromosoma 7 (7q21-11) [62] . Por
otra parte, ya se han publicado diferentes mutaciones [63] .
En las formas más graves, la manifestación es neonatal, e incluso
Glucosaminoglucanos urinarios
prenatal. Estas últimas se presentan con un cuadro de anasarca El diagnóstico pasa siempre por el análisis de los GAG urinarios,
fetoplacentaria, entre las 18-26 semanas de embarazo [64] . La que están aumentados (excepto en algunas formas de MPS IV y
MPS VII representa el 34% de las anasarcas debidas a una enfer- en la MPS IX). El análisis cuantitativo precede a un análisis cuali-
medad de sobrecarga lisosomal (que representan el 1,4% de las tativo que determina el tipo de GAG en exceso. Cabe señalar que
anasarcas no inmunitarias) en una serie de Lyon [65] . la excreción de los GAG disminuye con la edad e incluso puede
En las formas neonatales [66] , la dismorfia es evidente de entrada: negativizarse cuantitativamente en la edad adulta. La orientación
cara aplanada, rasgos toscos, aspecto amorcillado y edematoso de diagnóstica en función de los resultados de los GAG urinarios se
las manos y los pies, pie zambo equinovaro; se pueden observar resume en la Figura 2. En la MPS IV, no existe aumento de los
hernias inguinales y una hepatoesplenomegalia. Existe una afecta- GAG porque su determinación cuantitativa se basa en la deter-
ción neurológica grave con hipotonía, dificultad de alimentación minación de los ácidos urónicos (idurónico, glucurónico) y no
y trastornos respiratorios. Pueden existir rigideces articulares, hay en el queratán-sulfato; en este caso, el diagnóstico se hace
ictericia e hidrocefalia. Las radiografías del esqueleto muestran mediante cromatografía de los GAG, que demuestra la presen-
imágenes de disostosis múltiple y a veces calcificaciones punti- cia de queratán-sulfato. El diagnóstico de MPS IX se basa, como
formes de algunas epífisis. La evolución puede ser rápidamente hemos visto, en la determinación específica del ácido hialurónico
fatal, pero puede ser compatible con una supervivencia de varios plasmático.
meses o años, durante los cuales se agravan la dismorfia facial, las
afectaciones viscerales y el retraso psicomotor. Secundariamente,
aparecen opacidades corneales. En un caso, descrito por Guibaud Enzimología
et al [67] , a pesar de la expresión neonatal evidente, la evolución
El diagnóstico debe confirmarse por enzimología y después por
fue mucho menos grave, con desarrollo ponderoestatural y psico-
biología molecular. Las actividades enzimáticas se pueden medir
motor normal y ausencia de hepatoesplenomegalia a los 18 meses
en leucocitos. Este proceso se resume en la Figura 2.
de edad.
El grado de actividad residual no siempre correlaciona con el
La forma clásica corresponde a la descripción inicial de Sly et
fenotipo; en particular, algunos pacientes tienen un grado de acti-
al [61] . Bernsen et al [68] añaden formas de inicio neonatal cuya
vidad nulo con un fenotipo moderado.
evolución es compatible con una supervivencia de algunos años.
El cuadro es prácticamente superponible al de la enfermedad de
Hurler. Biología molecular
La forma moderada se diagnostica en la adolescencia o en la
edad adulta; se detecta por manifestaciones óseas, cifoescoliosis Este análisis confirma el diagnóstico. Debe realizarse sistemá-
y displasia de cadera. En cambio, habitualmente no exis- ticamente. Se conocen un gran número de mutaciones para la
ten hepatoesplenomegalia, opacidades corneales ni deficiencia mayoría de las MPS [59, 72–74] , algunas de las cuales permiten definir
mental. el fenotipo del paciente. La detección de las mutaciones permite
una información familiar, en particular para un diagnóstico pre-
natal en caso de nuevo embarazo si la familia lo desea. Éste se
Mucopolisacaridosis VIII (MIM 253230) realiza por biología molecular cuando la mutación o mutaciones
son conocidas [75–79] .
Esta enfermedad parece deberse a un déficit de glucosamina-
6-sulfato sulfatasa. Sólo se ha descrito un paciente, en 1978 [69] .
Este paciente presentaba un cuadro clínico que combinaba los
signos de las MPS III y IV, con estatura baja, retraso mental, hirsu-
 Tratamiento
tismo, hepatomegalia, disostosis múltiple moderada e hipoplasia Tratamiento sintomático
de la odontoides. No existía afectación corneal. Las exploraciones
bioquímicas permitieron encontrar a la vez heparán y queratán- Este tratamiento requiere una estructura multidisciplinaria,
sulfato en la orina. Después, la realidad de este cuadro fue muy que debe poder evaluar el estado clínico inicial, detectar y
discutida [70] , y actualmente se admite que este síndrome no tratar las complicaciones cuando aparecen. Este tratamiento
existe. debe hacerse en el seno de un equipo especializado en las

EMC - Pediatría 9
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Cuadro 2.
Composición de la consulta multidisciplinaria necesaria para el tratamiento de las mucopolisacaridosis.
Especialidad Función
Especialista en metabolismo pediátrico o internista Referente de la enfermedad, centraliza la información, coordina el tratamiento
Anestesista Asegura la anestesia (siempre de riesgo) de estos pacientes
Biólogo Realiza el diagnóstico bioquímico y enzimático
Cardiólogo Controla y estudia una posible afectación cardíaca, valvular o miocardiopatía
Exploraciones funcionales respiratorias Estudio de la función respiratoria, oximetría nocturna
Gastroenterólogo Tratamiento de los trastornos digestivos y nutricionales
Genetista Diagnóstico molecular e implicación en el posible diagnóstico prenatal
Hematólogo Trasplante de células madre hematopoyéticas
Neurólogo Evaluación y tratamiento del retraso mental, tratamiento de la discapacidad y la epilepsia, control
de la hidrocefalia, de las compresiones medulares, etc.
Odontólogo Control y tratamiento de los problemas dentales y gingivales
Oftalmólogo Evaluación de la visión, estudio corneal, retiniano, glaucoma y afectación del nervio óptico.
Otorrinolaringólogo Control de la función auditiva, de las vías aéreas superiores y los senos, realización de una posible
traqueotomía
Ortopedista en colaboración con un neurocirujano Estudio de la disostosis, detección y tratamiento de las complicaciones esqueléticas de los miembros
si es necesario inferiores y superiores, cifosis, túnel carpiano, compresión medular, etc.
Neumólogo Tratamiento de las infecciones respiratorias y de la insuficiencia respiratoria crónica
Psiquiatra Tratamiento de los trastornos psiquiátricos y de los trastornos del comportamiento
Radiólogo Estudio de extensión de la visceromegalia, control neurorradiológico (compresión medular,
hidrocefalia, etc.), evolución de la disostosis, etc.
Rehabilitación funcional Estudio motor y funcional, asegura el tratamiento de la rigidez articular y de la cifosis en
colaboración con el ortopeda, tratamiento de los diferentes aspectos de la discapacidad
Estomatólogo Tratamiento de las afectaciones bucales relacionadas con la disostosis

enfermedades metabólicas que coordine todas las especialida- La terapia celular es ineficaz cuando la afectación cerebral ya
des indispensables para el tratamiento de estos pacientes [22] . La está presente, como en la enfermedad de Hunter (MPS II a). Se
lista de especialistas y sus papeles específicos se describen en el han podido obtener algunos éxitos cuando el trasplante se ha rea-
Cuadro 2. lizado de manera ultraprecoz [84] . El trasplante es ineficaz en la
Cabe señalar la importancia del tratamiento ortopédico, que enfermedad de Sanfilippo (MPS III) [85] , y ya no está indicado en
es necesario incluso después del tratamiento etiológico, tanto las MPS de expresión osteoarticular importante, como en las enfer-
mediante terapia celular como enzimática sustitutiva, porque las medades de Morquio y de Maroteaux-Lamy [86] (MPS IV y VI), que
deformaciones esqueléticas tienen una progresión propia a pesar disponen ahora de un tratamiento enzimático.
del tratamiento médico. La determinación y el tratamiento de las En la MPS VII, el trasplante de médula sólo se ha realizado en
afectaciones sensoriales son fundamentales para el pronóstico. un modelo animal [87] .
Todas estas evaluaciones, así como los diferentes tratamientos
que pueden desprenderse de ellas, deben realizarse lo más pre-
cozmente posible, antes de que las lesiones sean definitivas e Tratamiento enzimático sustitutivo
irreversibles (síndrome del túnel carpiano, sordera, afectación El tratamiento enzimático sustitutivo apareció hace unos años
visual, etc.). en el tratamiento de las enfermedades lisosomales. Después de la
enfermedad de Gaucher [88] y la de Fabry [89] , surgieron los tra-
tamientos de la MPS I [90] , de la MPS VI [91] , de la MPS II [92] y
más recientemente de la MPS IV [93] . El TES de la MPS VII se ha
Tratamiento etiológico publicado en el animal y actualmente en estudios clínicos en el
ser humano [94] .
Terapia celular En la MPS I, los primeros ensayos en el animal se publicaron en
De todas las enfermedades lisosomales, los mejores resultados 1994, pero el primer estudio en el ser humano se debe a Kakkis
del trasplante se han obtenido en la enfermedad de Hurler [80–82] . en 2001 [90] . Después de un tratamiento en 10 pacientes, los auto-
El trasplante celular está indicado en los pacientes de Hurler res observaron una disminución de la hepatoesplenomegalia con
menores de 2 años y que tienen un coeficiente de desarrollo normalización del tamaño del hígado, una recuperación del cre-
superior a 70 [22] . Las dos complicaciones principales (el fra- cimiento en los seis pacientes en período prepuberal, una mejora
caso del trasplante y la toxicidad debida al acondicionamiento) de las amplitudes articulares en el codo y el hombro, una dismi-
están disminuyendo gracias a la mejora de los protocolos de tras- nución del 61% del número de apneas del sueño y una mejora de
plante [83] , en particular con la utilización de sangre de cordón. la función cardíaca. Los parámetros biológicos también se corri-
Las mejoras debidas al trasplante son múltiples y conciernen a gieron, como la reducción de los GAG urinarios, que se produjo al
las afectaciones visceral, cardíaca, pulmonar, hepática, esplénica cabo de 3-4 semanas de tratamiento. En general, las perfusiones se
y apariencia física; se observa una flexibilización de las arti- toleraron bien, puesto que solamente se observaron cinco episo-
culaciones y también una mejora del pronóstico intelectual y dios transitorios de urticaria a lo largo del estudio. Por desgracia,
neurológico si el trasplante se realiza de manera muy precoz y esta clara eficacia no concierne ni al estado neuropsíquico ni a la
antes de que las lesiones neurológicas estén demasiado avanza- disostosis. Además, el tratamiento enzimático es un tratamiento
das. En cambio, tiene poco impacto sobre las deformaciones óseas de por vida que requiere una perfusión a la semana; las molestias
constituidas, y éstas a menudo continúan agravándose, sobre de este tratamiento pueden plantear problemas de cumplimiento
todo en las caderas, la columna o el eje frontal de los miem- terapéutico.
bros inferiores, que en ocasiones requiere recurrir a intervenciones El conjunto de estos resultados hace que el tratamiento enzi-
quirúrgicas. mático sustitutivo se reserve por ahora a las MPS sin afectación

10 EMC - Pediatría
Mucopolisacaridosis  E – 4-059-V-20

neurológica (enfermedad de Hurler-Scheie y enfermedad de


Scheie). En las MPS IH, el trasplante medular sigue siendo el
tratamiento de elección, que casi siempre se enmarca por el tra-
tamiento enzimático sustitutivo (inicio desde el diagnóstico y
“ Puntos esenciales
detención cuando el trasplante es eficaz en términos de sustitu- • Las MPS son enfermedades de sobrecarga lisosomal que
ción enzimática), lo cual disminuiría sus complicaciones. En los
casos intermedios en los que la afectación neurológica no es pre- comprenden una afectación multisistémica evolutiva de
dominante, hay que valorar los riesgos (incluida la mortalidad) del pronóstico grave.
trasplante de médula y los riesgos de la degradación neurológica • Son enfermedades genéticas de transmisión autosómica
con TES. recesiva, excepto la MPS II, que tiene una transmisión
En las MPS II y VI, actualmente los autores de este artículo ligada a X.
tienen una experiencia de varios años y los resultados son simi- • Como en la mayoría de enfermedades lisosomales,
lares a los observados en la MPS I: en estas dos enfermedades, existe una continuidad fenotípica que va de las formas
el TES es eficaz sobre la afectación visceral y sobre la excreción infantiles graves a las formas atenuadas que se manifiestan
de GAG urinarios. Se produce una mejoría moderada del perí- en la edad adulta.
metro de marcha y de las funciones respiratorias. En cambio, no • La presencia de una afectación neurológica es muy
es eficaz, o poco, sobre la disostosis, y carece de efectos sobre la
afectación neurológica, puesto que ninguna de las enzimas atra- negativa (necesidad de un trasplante de células madre
viesa la barrera hematoencefálica. Una revisión reciente muestra precoz en la MPS I; ineficacia de los tratamientos por el
que no hay pruebas actuales del efecto del TES sobre el creci- momento en las MPS IIA y MPS III).
miento, las apneas, la afectación cardíaca, la calidad de vida y • El diagnóstico se sospecha por la clínica y debe confir-
la mortalidad [95] . Esto plantea el problema del interés del trata- marse por la biología.
miento enzimático en las formas graves de MPS II con afectación • El análisis de los GAG urinarios permite orientar el diag-
neurológica, por ejemplo [96] . Actualmente se están realizando nóstico, que se confirma mediante enzimología y biología
ensayos sobre la administración de TES por vía intratecal en la molecular. La actividad enzimática no permite predecir
MPS II. la gravedad de la MPS y no existe correlación genotipo-
La enfermedad de Morquio se beneficia de un TES desde
fenotipo.
2014 [93] . En esta enfermedad, el TES mejora la función
• El diagnóstico diferencial se hace con otras enfermeda-
motora en los pacientes que caminan. La perspectiva todavía
es insuficiente para saber si un tratamiento muy precoz per- des lisosomales, en particular las mucolipidosis y algunas
mitiría mejorar el pronóstico óseo y el crecimiento de estos oligosacaridosis.
niños. • El tratamiento multidisciplinario es esencial para el tra-
Finalmente, conviene señalar que el coste de estos tratamien- tamiento específico de las diferentes afectaciones.
tos es extremadamente elevado, puede llegar hasta 600.000 D • La disostosis representa una afectación importante de
al año para un paciente adulto con una MPS II. La impor- las MPS y requiere un tratamiento prolongado, porque
tancia de este coste justifica unas indicaciones cuidadosamente ni el trasplante ni el tratamiento enzimático impiden la
establecidas y un seguimiento muy riguroso de estos pacien- aparición de la afectación ósea y sus complicaciones.
tes para poder evaluar la eficacia a largo plazo de estos • El tratamiento etiológico se basa en el trasplante de célu-
tratamientos.
las madre precoz (antes de los 2 años si el coeficiente de
desarrollo es superior a 70) en la MPS I de tipo Hurler o
Terapia génica en el tratamiento enzimático (que carece de eficacia en
la afectación neurológica) en las MPS I (HS y S), MPS IIB,
Como en numerosos ámbitos de las enfermedades metabóli-
cas, la terapia génica ha sido objeto de múltiples trabajos en
MPS IV y MPS VI. El tratamiento enzimático de la MPS VII
las diferentes MPS (I, IIIA, IIIB, VI, VII). Estos trabajos aportan está en curso de evaluación.
esperanza, porque la afectación neurológica mejora en algunos • Se están realizando ensayos de terapia génica en la
modelos animales con tratamientos neonatales [97, 98] . Los ensayos MPS III.
clínicos realizados en el ser humano conciernen a la enfermedad • Un diagnóstico precoz es garantía de un mejor pro-
de Sanfilippo A y a la enfermedad de Sanfilippo B. Los resul- nóstico; actualmente, las capacidades técnicas permiten
tados todavía son preliminares, pero este tipo de tratamiento proponer un diagnóstico neonatal para las MPS. Por el
parece el único actualmente capaz de prevenir la afectación momento, éste sólo se realiza en estudios pilotos en
neurológica degenerativa, a condición de que los tratamien- Europa, pero ya se ha puesto en marcha en algunos esta-
tos se realicen antes de la aparición de secuelas neurológicas
dos de Estados Unidos.
definitivas.

Detección neonatal sistemática


La necesidad de tratar lo más precozmente posible a los pacien-  Bibliografía
tes con una MPS ha generado la necesidad de un diagnóstico
presintomático, que idealmente se realiza gracias a la detección [1] Neufeld E, Muenzer J. The mucopolysaccharidosis. The online
neonatal sistemática. Éste es técnicamente posible gracias a téc- metabolic and molecular bases of inherited disease [Internet].
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decisión terapéutica (TES o trasplante de células madre hematopo- [3] Fan X, Zhang H, Zhang S, Bagshaw RD, Tropak MB, Callahan JW,
yéticas) en situación presintomática. En la MPS II, un diagnóstico et al. Identification of the gene encoding the enzyme deficient in
neonatal quizá permitiría mejorar el pronóstico a través de un mucopolysaccharidosis IIIC (Sanfilippo disease type C). Am J Hum
trasplante muy precoz. La situación es más simple en las MPS IV Genet 2006;79:738–44.
y VI, en las que la afectación neurológica está ausente y se podría [4] Nelson J, Crowhurst J, Carey B, Greed L. Incidence of the
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F. Feillet, Professeur des Universités, praticien hospitalier (f.feillet@chu-nancy.fr).


A. Wiedemann, Interne des Hôpitaux.
Service de médecine infantile, Hôpital d’Enfants, Centre hospitalier universitaire de Nancy, 5, allée du Morvan, 54500 Vandœuvre-les-Nancy, France.
Centre de référence des maladies métaboliques, Centre hospitalier universitaire de Nancy, 5, allée du Morvan, 54500 Vandœuvre-les-Nancy, France.
E. Jeannesson, Praticien hospitalier.
Service de biochimie métabolique (Pr Guéant), Hôpital d’Enfants, Centre hospitalier universitaire de Nancy, 5, allée du Morvan, 54500 Vandœuvre-les-Nancy,
France.
R. Jaussaud, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
Service de médecine interne, Centre hospitalier universitaire de Nancy, 5, allée du Morvan, 54500 Vandœuvre-les-Nancy, France.
P. Journeau, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
Service d’orthopédie infantile, Hôpital d’Enfants, Centre hospitalier universitaire de Nancy, 5, allée du Morvan, 54500 Vandœuvre-les-Nancy, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Feillet F, Wiedemann A, Jeannesson E, Jaussaud R, Journeau P. Mucopolisacaridosis.
EMC - Pediatría 2016;51(3):1-14 [Artículo E – 4-059-V-20].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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