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DEL PIB A LA FIB (FELICIDAD INTERNA BRUTA)

24 mar. 2018 Por: José Manuel Restrepo – DIARIO EL ESPECTADOR

Como se ha expresado en este espacio, por mucho tiempo hemos concentrado la atención
de la educación en los indicadores objetivos (ránquines, notas, evaluaciones, exámenes,
datos, entre otros), descuidando lo que históricamente ha sido el propósito esencial de
formar o de educar, es decir, los indicadores subjetivos (felicidad, pasión, motivación,
responsabilidad, ética, valores, compromiso, empatía, solidaridad, entre otros).
Afortunadamente, en los más recientes debates sobre el tema, lo subjetivo empieza a cobrar
más importancia y hoy la tendencia recupera el rumbo ideal.
Algo similar empieza a suceder en economía. Por muchos años nos concentramos sólo en
su medición cuantitativa, y particularmente creímos que el dato del PIB y su crecimiento era
suficiente para explicar el desarrollo humano y el bienestar de una sociedad. Hoy
comprobamos que existen caminos complementarios mucho más potentes como
descriptores. Aparece, por ejemplo, el Reino de Bután, que desde hace 45 años tiene en
cuenta la felicidad en sus decisiones de política pública y se atreve a medir la FIB (Felicidad
Interna Bruta), incluyendo temas como la calidad de vida de sus ciudadanos. De forma
similar, hay también avances en la evaluación comprehensiva del bienestar de las personas,
y se entiende que este tema tiene que ver no sólo con las condiciones materiales de vida
sino con aquello que las personas pueden hacer con dichas condiciones.
El Espectador, por ejemplo, se preguntaba hace algunos días en su sección de actualidad
porqué Finlandia es el país más feliz del mundo y concluía que dicha felicidad no sólo
depende de su PIB, sino también de los programas sociales, de la libertad de los
ciudadanos, de la ausencia de corrupción, de la calidad de la educación y la salud, de la
disponibilidad de recursos naturales y de la calidad de vida de los migrantes.

Yo francamente celebro hoy ver tres palabras reunidas en los debates de futuro de sociedad:
política, economía y felicidad, que en mi opinión redefinen la idea de desarrollo y de progreso
y que son coherentes con expresiones de hace muchos años. Como lo expresara el célebre
Thomas Malthus, “el profesado objeto de la investigación de Adam Smith fue la naturaleza y
riqueza de las naciones. Pero existe otra investigación, quizás más interesante, que
ocasionalmente se mezcla con la anterior y que es la causa que afecta la felicidad de las
naciones”.

Justo por ello es de celebrar el reporte How is Life 2017, de la OCDE, que intenta medir la
riqueza de la experiencia humana más allá de las cifras duras de la macroeconomía. Eso
significa ver el bienestar basado en la calidad de vida (que incluye salud, el equilibrio trabajo-
vida, educación, relaciones sociales, compromiso cívico, calidad del ambiente, seguridades
personales y bienestar subjetivo), las condiciones materiales (que incluyen ingresos y
riqueza, trabajo y vivienda) y finalmente los recursos que bien preservados hacen sostenible
lo anterior a largo plazo (el capital natural, capital humano, capital social y capital
económico).

El caso colombiano, con base en este esfuerzo de evaluación, indica áreas de fortaleza en
comparación con otras naciones del mundo en acceso a vivienda, calidad del agua y el aire,
tasas de empleo, esperanza de vida al nacer y ciertos estándares básicos de seguridad
urbana, como caminar tranquilo en la noche. Sin embargo, se identifican asuntos en los que
es urgente trabajar para mejorar, como el exceso de carga laboral con baja productividad del
país, los bajos estándares de cobertura de la educación (en especial la superior) y los pobres
avances en competencias y la capacidad de análisis que demuestran nuestros estudiantes
en ciertas pruebas internacionales de educación. Capítulo aparte por ser una gran debilidad
es la baja participación electoral, que siguió siéndolo en la última contienda democrática.

Viendo la importancia que este avance tiene para la humanidad, es reconfortante ver que el
DNP haya decidido medir ese bienestar subjetivo en Colombia, asunto que significará un
nuevo capítulo de la política pública, mucho más aterrizada a las necesidades de las
personas, en lugar de quedarnos en los fríos números del PIB.

En hora buena damos el primero paso para pasar del PIB a la FIB (Felicidad Interna Bruta) y
nos preparamos para una revolución en nuestra idea del desarrollo.

WIKIPEDIA

La Felicidad Nacional Bruta (FNB) o Felicidad Interna Bruta (FIB) es un indicador que


mide la calidad de vida en términos más holísticos y psicológicos que el producto interno
bruto (PIB).
El término fue propuesto por Jigme Singye Wangchuck, rey de Bután, en 1972, como
respuesta a las críticas de la constante pobreza económica de su país. Este concepto se
aplicaba a las peculiaridades de la economía de Bután, cuya cultura estaba basada principal-
mente en el budismo.
Mientras que los modelos económicos convencionales observan el crecimiento económico
como objetivo principal, el concepto de FNB se basa en la premisa que el verdadero
desarrollo de la sociedad humana se encuentra en la complementación y refuerzo mutuo del
desarrollo material y espiritual. Los cuatro pilares de la FNB son: la promoción del desarrollo
socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la
conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno.
La medición se realiza a través de un cuestionario de 180 preguntas que considera 9
dimensiones:

1. Bienestar psicológico
2. Uso del tiempo
3. Vitalidad de la comunidad
4. Cultura
5. Salud
6. Educación
7. Diversidad medioambiental
8. Nivel de vida
9. Gobierno

BUTÁN. Así se llama uno de los países más pequeños y menos poblados del mundo.
Situado en el sur de Asia, entre China e India, cuenta con unos 800.000 habitantes y sus
gobernantes establecieron como su máxima prioridad para el desarrollo y el bienestar de su
población mantener un buen índice de Felicidad Nacional Bruta (FNB), frente al Producto
Interior Bruto (PIB), por el que se rigen la práctica totalidad de las naciones para establecer
su progreso social y desarrollo.
TE CONTAMOS CÓMO SE MIDE EL FIB: FELICIDAD
INTERIOR BRUTA
Se mide la relación con la comunidad, si posees una casa, si cuidas a niños o
personas mayores, si confías en tu gobierno, si hay corrupción, cómo se cuida
el medio ambiente… son algunos de los indicadores.

Por Laura Martin Sanjuan – Agosto 15 de 2018

La idea del índice FIB, Felicidad Interior Bruta, nace en Bután, una población de 700.000
habitantes que vive a 2.000 metros de altitud. Muy influenciados por la vida en el Tibet y el
budismo, son una de las zonas del mundo donde más se cultiva la vida interior y han
desarrollado este índice de felicidad para valorar la vida.
“Los indicadores de la FIB comprenden tanto las dimensiones objetivas como las subjetivas
de la vida”, afirma Karma Ura, presidente del Centro para los Estudios sobre Bután y la
Felicidad Interior Bruta, que desarrolla sus indicadores que incluyen hasta 72 variables. Uno
de los profesionales de esta temática es Tobias Pfaff, especialista en estadística y la FIB,
que centró en ello su doctorado en la Universidad de Westfalia en Münster, Alemania, y
conoció de cerca el FIB en Bután.

INDICADORES DE LA FIB SE DIVIDE EN NUEVE ÁMBITOS


Bienestar mental
“La felicidad colectiva es el principal objetivo de una sociedad FIB”. Desde los celos, la
frustración o el egoísmo, a la generosidad, la compasión y serenidad.
Uso del tiempo
El valor del ocio y tiempo libre es muy importante. Qué hacemos con nuestra vida es lo que
nos aporta felicidad. Desde ese tiempo fuera del trabajo, al cuidado de niños o personas
enfermas, hasta el trabajo en casa no remunerado.

Vida en comunidad
Confianza, la pertenencia, la seguridad en casa y en la comunidad, el trabajo voluntario y el
hecho de hacer donaciones.

Diversidad y resistencia cultural


La diversidad y la importancia de las tradiciones culturales contribuyen a potenciar los
valores y la identidad del país, desde dialectos, deportes tradicionales y la artesanía.
Salud
En esta área, se hace hincapié en el estado de salud de la población. Igualmente, los
indicadores evalúan el sistema sanitario y los diferentes factores que influyen en la salud. El
índice de masa corporal (IMC) conocido en Occidente también se mide.
Educación
Desde los conocimientos, los valores, la creatividad y las habilidades a los que contribuye el
sistema educativo, hasta la consecución de los objetivos educativos.

Diversidad y resistencia ecológica


La biodiversidad y la degradación son dos temas de vital importancia en el índice de
Felicidad Interior Bruta. Se trata de analizar la huella dejada en la naturaleza por la actividad
humana.

Estándares de vida
Desde ser propietarios de una casa, mirar los ingresos, la seguridad alimentaria…

Buen gobierno
El análisis del gobierno y los gobernantes se centra en términos de eficiencia, honestidad y
calidad, derechos humanos, corrupción, la confianza en los medios, el sistema judicial y la
política.

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