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Sumario

03 EDITORIAL
06 NOTICIAS & AGENDA
10 LIBROS
12 CINE
92 LA ANÉCDOTA MEDIEVAL 54
¿Una mujer en el trono papal?

16 LA ESCLAVITUD EN LA EDAD MEDIA


Pervivencia de una herencia grecorromana.

29 EL CAMINO DE SANTIAGO
El clásico camino francés y su incidencia
en las estructuras socioeconómicas y
culturales de la época.
80
40 EL MITO DEL REY ARTURO
La crónica, la novela, la pintura y el cine
en la construcción y pervivencia de lo
Artúrico.

54 LA MEZQUITA DE CORDOBA
Origen y evolución de la Mezquita
más bella del mundo.

66 ARQUEOLOGÍA DE LA MUERTE
Un estudio de los funerales y el tratamiento
del cuerpo a través de la arqueología.

80 CARCASONA Y LOS CÁTAROS


La ciudadela medieval mejor conservada
de Europa y sus habitantes más ilustres:
los bogomiles perseguidos por el Imperio 40
Bizantino.
LA “1392, AG O STO, 21, 28. BARC E LO NA. VENTA DEL ESCLAVO PUIG, NEÓFI-

ESCLAVITUD
TO, ANTES SARRACENO, NEGRO, DE 25 AÑOS, POR EL PRECIO DE 36
LIBRAS, ENTRE PERE MALLOL, MERCADER, CIUDADANO DE
BARC E LO NA, VENDEDOR, Y FRANCESC MUNTORNÉS, BARQUERO, CIU-
DADANO DE BARC E LO NA, COMPRADOR, MEDIANTE GUILLEM CA LAF,
CORREDOR PÚBLICO DE LA CIUDAD DE BARC E LO NA”. ESTE TIPO DE

EN LA D O C U M E N TONOTARIAL SE ENCONTRABA EN CASI CUALQUIER CIUDAD


EUROPEA O AFRICA NA DURANTE LA EDAD MEDIA: ES LA CERTIFICA-

EDAD MEDIA
CIÓN DE LA VENTA DE UN ESCLAVO. INSTITUCIÓN HEREDADA DEL
IMPERIO ROMANO, LA ESCLAVITUD PERDURARÁ EN ESTOS SIGLOS EN
EL MUNDO MEDIEVAL, AUNQUE CON ALG U NOS CAMBIOS IMPORTAN-
TES, COMO LOS MERCADOS EN DONDE SE CONSEGUÍAN ESCLAVOS O
LAS OCUPACIONES A QUE SE LES SOMETÍA. FINALMENTE, EN LA ANTE-
SALA DEL MUNDO MODERNO, LOS CAMBIOS PRODUCIDOS NOS LLEVA-
RÁN A LA IMAGEN DE LA ESCLAVITUD QUE TODOS CONOCEMOS: LA DE
Oscar de la Torre LOS ESCLAVOS AFRICA NOS EN LAS GRANDES PLANTACIONES.
Licenciado en Historia

Recolectando canela, miniatura del s. XV, Tractatus de Herbis de Dioscoride. Biblioteca Estense
de Módena.

L
a esclavitud ha sido una institu- común: al esclavo o esclava siempre se le
ción presente en casi todas las considera una posesión, prácticamente
culturas complejas del mundo, “un objeto” con algunos derechos, un
en una fo rma u otra. Desde el nacimien- ente del cual el amo puede disponer casi
to de las sociedades urbanas, la encon- sin limitaciones para la actividad qu e
tramos casi siempre presente y con dife- más le plazca.
rencias más o menos imp o rtantes en Los esclavos fueron una de las mer-
Mesopotamia, en Siria, en la India, en la cancías con la que más se comerció
China Imp e rial, en la Grecia clásica y en durante la Edad Media en todo el
Extracto de una miniatura del libro la Roma Imp e rial, en los Estados africa- Mediterráneo, África y Oriente Medio.
de las Maravillas de Marco Polo. nos, en el Islam y en la Europa Medieval, Las zonas en donde se capturaban
Biblioteca Nacional de París aunque siempre con una característica para el comercio europeo cambiaron,

ARQUEOLOGA, HISTORIA Y VIAJES SOBRE EL MUNDO MEDIEVAL 17


El Camino de
Santiago

LAS PEREGRINACIONES A SANTIAGO DE CO M P O ST E LA CO N STITUYEN UNO DE LOS ACO N-


TECIMIENTOS QUE MÁS PROFUNDA Y PRO LO NGADA INFLUENCIA HAN TENIDO EN LA CO N-
FIGURACIÓN DE LAS EST RUCTURAS SOCIOECONÓMICAS, LOS MARCOS INST I T U C I O NALES,
LAS ACTITUDES MENTALES Y LA VIDA CULTURAL DE LOS TERRITORIOS DE LA ESPAÑA
NORTEÑA A PARTIR DEL SIGLO XI.
Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar
Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo

P orque si las romerías a Santiago


fueron, en principio, un hecho
religioso, muy pronto a ese carác-
ter originario se sumarán otros factores
e ingredientes ajenos a las piadosas
habría por tanto que analizarla como
“un fenómeno colectivo de la Europa
cristiana medieval”.
El culto jacobeo creó el Camino de
S a n t i a g o. La marea de peregrinos,
reinos cri stianos peninsulares en la
Edad Media.
Aunque ya en época temprana tene-
mos noticia de peregrinos a Santiago
procedentes de los confines de la
motivaciones iniciales que explican el comerciantes y aventureros, continua- Península e incluso más allá de los
nacimiento y difusión del culto jaco- mente renovada y especialmente nume- Pirineos, se trata de referencias ocasio-
beo. Y la peregrinación se convierte así, rosa en los “Años Santos” o “Años de nales y habrá que esperar hasta finales
sin perder nunca sus íntimas raíces Perdonanza”, hizo la historia de ese del siglo XI y principios de la siguiente
espirituales, en vehículo de fecundas C a m i n o. Una hist o ria entretejida a centuria para ver cómo el Locus
aportaciones demográficas, institucio- veces de leyenda, en la que las realida- Sanctus ejerce una atracción capaz de
nales, económicas, culturales... actuan- des, aprehensibles en las noticias de los producir un ve rd a d e ro mov i m i e n t o
do muy pronto el Camino de Santiago textos cronísticos, de los relatos de los masivo de gentes venidas de los más
de cauce de una intensa corri e n t e v i aj e ros, de las fuentes litera rias y diversos países de Europa e incluso de
migratoria que expresa la efervescencia diplomáticas; perceptibles todavía hoy más lejanas tierras, a visitar la ciudad
de una sociedad europea en expansión en el arte civil y religioso de las ciuda- del Apóstol.
creciente desde la undécima centuria. des y pueblos de la ruta jacobea, en las En ese tránsito de los siglos XI al XII
Para esa sociedad, la movilidad geográ- evocaciones de la toponimia, componen se sitúa la época germinal de la inter-
fica, orientada por motivaciones del la verdadera imagen de un fenómeno nacionalización de las peregrinaciones
signo más diverso, se ofrece en última social –un fenómeno de masas– de jacobeas, de la gran expansión europea
instancia como una promisoria expec- importancia fundamental a la hora de del culto a Santiago, que se asocia
tativa de elevación de su condición reconstruir e interpretar el sentido de estrechamente a la acción tutelar y a la
social y económica. Y la peregrinación muchas de las transformaciones que ge stión política re p o b l a d o ra de dos
compostelana, se ha dicho con razón, experimenta una amplia parcela de los monarcas hispanos coetáneos: Alfonso

ARQUEOLOGA, HISTORIA Y VIAJES SOBRE EL MUNDO MEDIEVAL 29


EL MITO
ARTÚRICO HISTORIA Y PERVIVENCIA

DESDE HACE CIENTOS DE AÑOS NOS ACOMPAÑA, INCORPORADO YA AL ENORME


BAGAJE DE MITOS Y LEYENDAS DE LA CULTURA EUROPEA, EL NOMBRE DEL REY
ARTURO. JUNTO A ÉL, ASOCIAMOS OTROS NOMBRES QUE TAMBIÉN EVOCAN TODA
LA FUERZA DE LO MÍTICO: CAMELOT, GINEBRA, LANZAROTE –O LANCELOT-, LA
ESPADA EXCALIBUR O LAS INTRIGANTES PRESENCIAS DE MERLÍN Y MORGANA.

Juan Miguel Reyes Licenciado en Historia

E
l mito de Arturo ha sido, con caballerescas de Arturo y sus compa- proseguir encantando a las generaciones
probabilidad, uno de los aspec- ñeros de la Tabla Redonda. futuras. A este respecto, podemos cali-
tos más estudiados de la histo- Cuando nos aproximamos a este tema brar mejor lo que repre s e n ta el mito
ria cultural medieval, un fenómeno en concreto, la pri m e ra pregunta qu e art ú rico encuadrándolo en una época, la
que ha atraído por igual a estudiosos y nos viene a la mente es la de si existió medieval, que otorgaba un gran valor al
especialistas así como al gran público. realmente la figura de un rey Art u ro . poder de los símbolos y las alegorías,
En el siglo XX la irrupción del cine y Pa rece que nuest ro tiempo no se con- viendo en ellos una especie de “dicciona-
el auge de la novela histórica han tenta con saber de la existencia, sin rio” que enlazaba la realidad material y
difundido en gran escala la presencia más, del mito y su significado: quiere tangible con el mundo de las imágenes y
de todos estos personajes llegando a indagar, hasta donde sea posible, en la valores trascendentes.
formar parte de la cultura popular. ve racidad hist ó rica del mismo. Sea cual Somos, sin embargo, hijos de nuestro
Para muchos, la puerta de entrada a sea la respuesta que se de, hemos de tiempo, y qu e remos saber si más allá de
este fantástico universo que conoce- tener presente que por encima de todo la bruma que envuelve al mito, hay una
mos como Edad Media la ha propor- queda el arquetipo, el símbolo, qu e raíz histórica que nos ayude a interpretar
cionado la lectura de las aventuras sobrev i ve al vaivén de la edades para mejor la const rucción de este personaje.

ARQUEOLOGA, HISTORIA Y VIAJES SOBRE EL MUNDO MEDIEVAL 41


LA
MEZQUITA DG
LA PA LA BRA MEZQ UITA , PROV IE NE D E MA SY ID (LUGA R D OND E EL C REYE NT E SE P ROS TERN A) Y ES EL ED I-
FICIO MÁ S CA RAC TERÍS TICO DE L M UND O IS LÁM ICO Y D E SU ART E. LA MORFOL OGÍA DE LA ME ZQUIT A CON -
S IS TE E N UN RE CINTO REC TA NGULA R, COM PA RTIME NTA DO EN UN PA TIO (SA HN ) C ON PÓRT IC OS O GA LE -
RÍAS Y UNA FUE NTE D E A GUA PA RA AB LUC IO NES (M ID A ), Y UNA SA LA C UBIE RTA PA RA LA ORA CIÓN
(HARA M), QUE E N LA M AY OR P ART E D E LOS CA SO S ES HIP ÓS TILA , E S DEC IR, LL EV A FILA S DE CO LUMN AS .
E ST E M ODE LO S E BA SÓ EN LA PRIME RA M EZQ UITA QUE CON ST RUYE RON E N M ED IN A, EN EL SIGLO VII EL
P ROFETA D EL ISLA M Y E L PRIMER NÚC LEO DE S US SE GUIDORE S, GENT ES D E L A MEC A QUE HAB ÍAN EM I-
GRA DO A ME DINA EN EL A ÑO 62 2 D. C/ I D E LA HÉGIRA.

M ar gar i ta Ló pez
Di recto r a de Es tudio s e Inv esti gaci ó n de l a Funda ció n de Cu ltur a Is lá mi ca.
Li cencia da en Hi sto ri a M edieva l y en Cie ncia s Pol íti cas y So cio l og ía

Fotos: Rosmi Duaso


DE CORDOBA
GÉNESIS DE UNA NOSTALGIA
C on e l t ie mp o y la e xp an sió n d e l
Isla m e st e m i sm o fo rm at o se
m ant u v o c o n l a m ay o r v e ne ra -
c ió n, agr e gánd o se e l mi hra b , e l alm i -
d o so s d e a q u e lla é p oc a , m u y ale j ad a
d e la se nc i lle z y au s te r id ad ini c ial.

L A P RIME RA M EZ QUIT A A LJ AM A
lar (año 71 7 d. C/9 9 Hé gira). Qu izá esta
ele cc ió n se d eb ió a las se me janzas o rográ -
ficas y c limátic as q ue encontraron con
Damasco, c ap ital política d el mundo islá -
nar y la m aq su ra , y e nr iq u e c ié nd ose C ORDOBE SA mico y se de de l calif at o Ome ya. Para rea -
c on m ate ria le s co st o sos , c om o m ár - L a historia d e la Me zqu ita de C órdob a liz ar su s ple garias, adqu iriero n p or capi -
m ole s, m osa ic o s, ala b ast ro s y m a de r as e st á u ni da ind isolu b lem e nte a la d e tu lación, a los cristianos, la mitad d el
t alla da s. C o n e ll o se q u i so d ar ta m - C órdob a mu su lm ana, com o la de C órdob a re cinto de la Igle sia v isigo da de San
b ié n la i m age n de la e xte nsió n d e l e te rna está u nida a su Me zqu ita. De sd e los Vice nte, q ue e staba intramu ros de la c iu -
or b e is lám ic o , y l a asi mi lac i ón p o lít i - p rimero s años de la lle gad a de los mu su l- dad. Lu gare s de oración tan u nidos qu e ,
c a d e l C a lif at o a lo s gra nd e s im p e ri os m ane s a la P enínsu la Ibé rica, a la qu e lla- segú n cu entan los cro nistas, p or u na pu er -
d e la é p o c a. m aro n al-A nd alu s, eligieron la c iud ad de ta lateral e ntrab an lo s cristianos a oír misa
I ma ge n, p ar a m u c ho s h om b re s p ia - C órdob a c omo se de de su c apital p eninsu - y, por la pu erta de l lado opu esto, musulma-
La descomposición de los cuerpos tras
la muerte, pintura de autor anónimo
atribuída a Matias Grünewald.
Estrasburgo, Museo de L´OEuvre
Notre-Dame.
ARQUEOLOGíA DE
LA MUERTE
Desde tiempos prehistóricos el hombre ha pensado y asimilado la
muerte según parámetros culturales propios, elaborando ritos que,
mediante los funerales y el tratamiento del cuerpo, estaban destina-
dos a asegurar al difunto un armonioso traspaso al Mas Allá.

Natalia Salazar
Licenciada en Historia y Arqueología

E
n las sociedades cristianas del prehistóricos, período que da origen a rior vieron la luz los mitos, en manos
Medievo el interés de estos los primeros tratamientos rituales de de la recién aparecida figura del sacer-
ritos radica en la normaliza- artefactos, pinturas rupestres y restos dote quedó la celebración de los ritos
ción de una actitud temerosa ante la humanos, siendo los neandertales y se empezaron a registrar y a trans-
muerte. Los vestigios arqueológicos considerados los primeros en dar mitir, mediante el arte de la escritura
representados por las necrópolis, las sepultura a sus muertos. Con la apari- recién conquistado, cuestiones cuyo
sepulturas, las ofrendas rituales com- ción en el Neolítico de la agricultura y misterio solo podía desentrañar la
ponen un universo material dotado de la ganadería hace unos 10 000 años, el religión: el sufrimiento, el sentido de
una simbología funeraria que encierra hombre se adaptó a una vida sedenta- la vida, la muerte y el más allá.
una mentalidad donde la vida repre- ria en poblados. Los mitos y símbolos Durante los siglos V y IV a.C. sólidos
senta la penitencia necesaria para, lle- que se encerraban en los rituales del liderazgos religiosos propiciaron la
gada la hora, obtener la salvación eter- hombre neolítico estaban estrecha- aparición de las cuatro grandes tradi-
na mediante el perdón divino. mente relacionados con la naturaleza ciones religiosas, de las que se consi-
a la que acababan de aprender a dera nacieron algunas de las religiones
LA DIME NSIÓN RELIGIOS A D E LA domesticar para sus fines vitales. clásicas. En Grecia, los filósofos jóni-
MUE RTE Tras el sometimiento del entorno cos fueron los predecesores del pensa-
Durante largo tiempo la muerte se ha natural vino la eclosión de la civiliza- miento grecorromano, que se caracte-
interpretado como una maldición o un ción urbana en Oriente hacia el 3.500 rizó por la importancia de la razón y el
castigo de origen divino, cuya adminis- a.C., donde convergieron factores discurrir filosófico de su religión. En
tración recaía única y exclusivamente como la generalización de los viajes la India con Buda aparece la idea de la
en manos de lo eterno, universo total- marítimos, el desarrollo de la metalur- salvación vinculada a un ciclo de reen-
mente ajeno al control del ser vivo. No gia o la invención de la escritura. La carnaciones. En China Confucio daba
será hasta ya entrado el siglo XVIII conjunción de todo ello desembocó en inicio a la tradición taoísta, basada en
cuando asistiremos al receso del con- la diversificación y especialización de un humanismo de fuerte carga ética.
cepto de muerte como penitencia, gra- las sociedades a partir del desarrollo Paralelamente la tradición profética
cias a la transfusión de razonado natu- de las actividades cotidianas que des- vio la luz en Oriente Medio, gracias al
ralismo que aporta la Ilustración a la empeñaban sus miembros, entre ellas pensamiento de personajes como
anquilosada mentalidad occidental. la religiosa. En este contexto, la edifi- Zoroastro y los profetas hebreos Isaías
La dimensión religiosa de la muerte cación de los primeros templos supuso y Jeremías, quienes introdujeron los
nació para el hombre ya en tiempos la creación de un espacio en cuyo inte- primeros síntomas monoteístas abo-

ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y VIAJES SOBRE EL M U N D O MEDIEVAL 67


CARCASONA Y

Eduardo Chehin Licenciado en Historia

80 ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y VIAJES SOBRE EL M U N D O MEDIEVAL


LOS CÁTAROS

EN POCOS LUGARES COMO EN CARCASONA EL VIAJERO CURIOSO PUEDE EXPERIMENTAR LA PRE-


SENCIA Y VITALIDAD DE UN PERÍODO QUE, COMO LA EDAD MEDIA, AÚN HOY INVITA A LA ENSO-
ÑACIÓN. LOS ECOS DEL PASADO RESUENAN VIBRANTE EN EL CASCO DE LA CIUDAD ANTIGUA,
JUNTO A SUS MURALLAS CIRCUNDANTES, EN EL CASTILLO CONDAL, EN EL ROMÁNICO DE LA BASÍ-
LICA DE SAINT-NAZAIRE... PERO LA SIGNIFICACIÓN DE LA CIUDAD EXCEDE EL HECHO MATERIAL
DE SUS IMPORTANTES MONUMENTOS MEDIEVALES –DECLARADOS EN 1997 PATRIMONIO
CULTURAL DE LA HUMANIDAD- PARA CENTRARSE EN SU RICA HISTORIA MILENARIA.

ARQUEOLOGÍA, HISTORIA Y VIAJES SOBRE EL M U N D O MEDIEVAL 81

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