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PROTOCOLO DE ATENCIÓN INTEGRAL EN SALUD CON ENFOQUE PSICOSOCIAL A

VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO

Documento de alcance, objetivos e indicaciones

Bogotá, 2016
TABLA DE CONTENIDO
Información general..................................................................................................................... 3
OBJETIVOS ................................................................................................................................ 5
Objetivo general....................................................................................................................... 5
Objetivos Específicos............................................................................................................... 5
Alcance ....................................................................................................................................... 5
Usuarios del protocolo ................................................................................................................. 6
Población y grupos que se consideran ........................................................................................ 6
Ámbito asistencial ....................................................................................................................... 6
Aspectos abordados por el protocolo ......................................................................................... 6
Aspectos no cubiertos por este protocolo .................................................................................... 6
INDICACIONES DEL PROTOCOLO DE ATENCIÓN INTEGRAL EN SALUD CON ENFOQUE
PSICOSOCIAL A VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO (vERSIÓN PRELIMINAR) ................ 7
1.1 MARCO NORMATIVO Y PREMISAS: ............................................................................. 7
1.2 Conceptos Técnicos ...................................................................................................... 12
1.2.1 Enfoque Psicosocial ...................................................................................................... 12
1.2.2 Salud mental.................................................................................................................. 14
1.2.3 Enfoque diferencial ........................................................................................................ 15
1.2.4 Enfoque de derechos ..................................................................................................... 17
1.2.5 Problema y trastorno mental .......................................................................................... 20
INDICACIONES PARA LA INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE PSICOSOCIAL ...................... 21
INDICACIONES PARA LA INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE DIFERENCIAL ....................... 23
CARACTERÍSTICAS para la conformación del equipo básico de atención ............................... 25
INDICACIONES DE LA ATENCION EN SALUD ....................................................................... 27
CANALIZACIÓN A LOS SERVICIOS DE SALUD .................................................................. 27
INFORMACIÓN GENERAL

Un protocolo es un documento que describe las etapas, fases, pautas y formatos necesarios
para desarrollar actividades o tareas específicas relacionadas con un tema de salud, que
responden a puntos críticos o no claros en la atención de pacientes. Dado lo anterior, se
considera que un protocolo es una herramienta adecuada para dar respuesta a preguntas
específicas en el marco de atención integral a víctimas del conflicto.
El conflicto armado interno en Colombia, ha generado consecuencias en diferentes niveles y
sectores del país, afectando e involucrando la población civil en la confrontación armada. Las
personas que habitan en las regiones en las cuales se adelantan enfrentamientos armados,
están en constante peligro y expuestas a violaciones del derecho internacional humanitario. Lo
anterior tiene como consecuencia explicita, el desplazamiento de la población, en búsqueda de
lugares más seguros. Pero esta no es la única consecuencia derivada del conflicto armado,
también se ha evidencio que la población presenta dificultades en términos de acceso a
servicios básicos como salud, saneamiento básico y educación entre otros (1).
La exposición de las poblaciones e individuos a esta situación y la convivencia con estas
consecuencias, genera problemas en salud, y de manera particular en la esfera de salud
mental. En 2008, la sentencia T-760 de la Corte Constitucional amplió el concepto de salud
hacia el ámbito psicológico y psicosomático, estableciendo una conexión entre la salud mental y
el derecho fundamental a la vida digna (2). Por otro lado la Ley de Víctimas y Restitución de
Tierras de 2011 contempla la implementación de programas de atención psicosocial y de salud
integral a las víctimas del conflicto y más recientemente (3), la Ley 1616 de 2013 ratificó la
salud mental como un derecho fundamental en sí mismo (4).

Con la normativa anterior la ley hace una diferenciación de necesidades de la población común,
a las necesidades de las personas víctimas del conflicto, de forma que tengan una atención
ajustada a sus afectaciones. También es importante resaltar la importancia de la atención
oportuna para que las lesiones no se vuelvan crónicas. Siguiendo la línea de atención en salud,
es necesario aclarar que las formas de abordar la atención en términos de salud, deben ir más
allá del concepto jurídico que asigna la salud como un derecho, y promover un acercamiento
más directo, que tenga presente las condiciones de vulnerabilidad de las víctimas y se dirija a
entender sus afectaciones específicas, así como la forma en que estas influyen inciden en el
desarrollo personal y social para la reestructuración de sus vidas, de forma que la reparación no
solo contribuye a mitigar las afectaciones y la recuperación física y mental de las víctimas, sino
al restablecimiento de proyectos de vida, en resumen una atención que incluya aspectos
psicosociales y diferenciales (5, 6).

El enfoque diferencial, de acuerdo a lo expuesto por la unidad de víctimas es ―el reconocimiento


de que hay poblaciones que por sus características particulares, en razón de su edad, género,
orientación sexual, grupo étnico y situación de discapacidad, deben recibir un tratamiento
especial en materia de ayuda humanitaria, atención, asistencia y reparación integral”. De esta
manera se considera que en el tema de reparación a víctimas, existen enfoques diferenciales
de acuerdo a las poblaciones: pueblos indígenas, comunidades negras y comunidades Rrom,
niños, niñas y adolescentes, mujeres y personas con discapacidad (7).
Entendiendo este contexto, la Ley 1448 de 20111, o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, le
confiere al Ministerio de Salud y Protección Social, la competencia de diseñar e implementar la
medida de rehabilitación, definida como ―(…) conjunto de estrategias, planes, programas y
acciones de carácter jurídico, médico, psicológico y social, dirigidos al restablecimiento de las
condiciones físicas y psicosociales de las víctimas…‖ (Capítulo VIII, artículo 135). Dichas
medidas de rehabilitación deberán garantizarse mediante el ―Programa de Atención Psicosocial
y Salud Integral a Víctimas‖ (Artículo 137). El artículo 163 del Decreto reglamentario 4800 de
2011, define el Programa como: ―… el conjunto de actividades, procedimientos e intervenciones
interdisciplinarias diseñados por el Ministerio de Salud y Protección Social para la atención
integral en salud y atención psicosocial. Podrán desarrollarse a nivel individual o colectivo y en
todo caso orientadas a superar las afectaciones en salud y psicosociales relacionadas con el
hecho victimizante (…)‖; al mismo tiempo este mismo decreto le confiere al Ministerio de Salud
y Protección Social la obligación de diseñar y/o ajustar el protocolo de atención integral en salud
con enfoque psicosocial y diferencial (7).
Dado lo anterior se hace necesaria la construcción de un protocolo que oriente el programa de
atención integral a víctimas, sustentado en un proceso metodológico de alta calidad y
trasparente, que permita brindar a la población víctima del conflicto acciones efectivas que
redunden en un impacto positivo en la salud y calidad de vida.

1
La Ley 1448 de 2011, según su artículo 208 tiene una vigencia de 10 años a partir de su promulgación.
OBJETIVOS

Objetivo general

Desarrollar indicaciones basadas en evidencia que orienten la atención integral en salud con
enfoque psicosocial, como medida de rehabilitación, para la población víctima del conflicto
armado en el marco del Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas del
Conflicto Armado – PAPSIVI-

Objetivos Específicos

 Identificar las afectaciones físicas y/o mentales en la población víctima del conflicto
armado, como parte de la atención integral en salud con enfoque psicosocial.
 Orientar a los profesionales de salud y agentes comunitarios para la atención integral en
salud con enfoque psicosocial como medida de rehabilitación a víctimas del conflicto
armado.
 Establecer los mecanismos para la incorporación del enfoque psicosocial y diferencial en
la atención integral en salud como medida de rehabilitación a víctimas del conflicto
armado.
 Definir el equipo básico de atención que desde el sistema general de seguridad social
realizará la atención integral en salud con enfoque psicosocial a las personas víctimas
del conflicto armado.
 Definir la ruta integral de atención que orientará las acciones sectoriales e
intersectoriales en el marco del modelo integral de atención en salud y el Programa de
Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas del Conflicto Armado – Papsivi.

ALCANCE
Este protocolo no abordará tratamiento clínico especializado de trastornos mentales,
tratamiento farmacológico de trastornos mentales, no abordará indicaciones clínicas
relacionadas con terapias e intervenciones específicas en el ámbito de la psiquiatría; este
protocolo no abordará el manejo de condiciones o afectaciones físicas determinadas, no
abordará el manejo de urgencias médicas físicas o mentales.
El Protocolo de Atención Integral en Salud con Enfoque Psicosocial orientará las atenciones en
salud como medida de rehabilitación a las víctimas del conflicto armado, sus familias y
comunidades, incorporando acciones de promoción, prevención y rehabilitación con enfoque
psicosocial y diferencial, en el marco del sistema general de seguridad social en salud.
El protocolo orientará la identificación de afectaciones físicas y mentales, así como el desarrollo
de un plan de manejo y seguimiento interdisciplinario, de manera articulada con el componente
de atención psicosocial del PAPSIVI
USUARIOS DEL PROTOCOLO

Este protocolo está dirigido al prestador primario de atención en su componente ambulatorio.


Este protocolo está dirigido a profesionales de la salud en medicina general, medicina familiar,
enfermería, psicología, trabajo social, terapia física, psiquiatría, agentes comunitarios y
personas víctimas del conflicto armado y sus familias. De igual manera está orientado a las
empresas administradoras de planes de beneficios y entidades territoriales.

POBLACIÓN Y GRUPOS QUE SE CONSIDERAN

El protocolo toma en consideración los siguientes grupos:


 Personas víctimas del conflicto armando definidas en el marco de la Ley 1448 (artículo 3) y
beneficiarias de sentencias y órdenes judiciales.

ÁMBITO ASISTENCIAL

Las indicaciones y pautas propuestas en este protocolo están dirigidas al prestador primario de
atención, prestador complementario y equipos de la atención psicosocial del PAPSIVI.
ASPECTOS ABORDADOS POR EL PROTOCOLO

El protocolo aborda los siguientes aspectos:


1. Premisas, marco normativo, legal y jurídico.
2. Incorporación del enfoque psicosocial
3. Incorporación del enfoque diferencial
4. Aspectos de la prestación
5. Indicaciones para la atención integral en salud con enfoque psicosocial como medida
rehabilitación

ASPECTOS NO CUBIERTOS POR ESTE PROTOCOLO

Este protocolo no incluye:


 Técnicas específicas de tratamiento como terapias, medicamentos, dispositivos.
 Manejo de traumas o de afectaciones físicas
 Acciones del componente de atención psicosocial del PAPSIVI

INDICACIONES DEL PROTOCOLO DE ATENCIÓN INTEGRAL EN SALUD CON ENFOQUE


PSICOSOCIAL A VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO (VERSIÓN PRELIMINAR)

Las indicaciones propuestas en este protocolo están inmersas en un marco normativo y


conceptos técnicos que se describen a continuación:

1.1 MARCO NORMATIVO Y PREMISAS:

1.1.1 Modelo Integral de Atención en Salud

El presente protocolo está enmarcado en la Política Integral de Atención en Salud (PAIS) y


en su Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS). Esta política tiene como objetivo
general orientar el Sistema hacia la generación de las mejores condiciones de la salud de la
población mediante la regulación de las condiciones de intervención de los agentes hacia el
―acceso a los servicios de salud de manera oportuna, eficaz y con calidad para la
preservación, el mejoramiento y la promoción de la salud‖ (Ley 1751, Estatutaria de Salud),
para así garantizar el derecho a la salud, de acuerdo a la Ley Estatutaria 1751 de 2015.
La PAIS establece un modelo operacional que, a partir de las estrategias definidas, adopta
herramientas para garantizar la oportunidad, continuidad, integralidad, aceptabilidad y
calidad en la atención en salud de la población, bajo condiciones de equidad, y comprende
el conjunto de procesos de priorización, intervención y arreglos institucionales que
direccionan de manera coordinada las acciones de cada uno de los integrantes del sistema,
en una visión centrada en las personas. La implementación del modelo de atención exige
poner a disposición de los integrantes un conjunto de herramientas (políticas, planes,
proyectos, normas, guías, lineamientos, protocolos, instrumentos, metodologías,
documentos técnicos) que integran los objetivos del Sistema de Salud con los del SGSSS,
orientan la respuesta del Sistema y alinean su regulación.
De igual manera el Protocolo de Atención Integral en Salud con Enfoque Psicosocial a
Víctimas del conflicto armado estará alineado con los 10 componentes del MIAS, los cuales
se describen en la Resolución 429 de Febrero de 2016.

1.1.2 Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas (PAPSIVI)


Este se reglamenta a través de la ley 1448 de 2011, articulo 137 en el cual ―El Gobierno
Nacional, a través del Ministerio de la Protección Social, creará dentro de los seis (6) meses
siguientes a la expedición de la presente ley, el Programa de Atención Psicosocial y Salud
Integral a Víctimas, el cual se implementará a través del Plan Nacional para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas, comenzando en las zonas con mayor presencia de
víctimas‖. Así como el decreto 4800 de 2011, artículo 164 en el cual se define el PAPSIVI
como ―el conjunto de actividades, procedimientos e intervenciones interdisciplinarias
diseñados por el Ministerio de Salud y Protección Social para la atención integral en salud y
atención psicosocial. Podrán desarrollarse a nivel individual o colectivo y en todo caso
orientadas a superar las afectaciones en salud y psicosociales relacionadas con el hecho
victimizante‖.

1.1.3 Integralidad en la atención

Se entenderá en este protocolo a la luz de la definición de la Política Integral de Atención en


Salud, la cual comprende la igualdad de trato y oportunidades en el acceso (principio de
equidad) y el abordaje integral de la salud y de la enfermedad, consolidando ―las actividades
de promoción, prevención diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación para todas las
personas‖ (Ley 1751 de 2015).
1.1.4 Atención integral en Salud con enfoque psicosocial a víctimas del conflicto armado

Actividades esenciales para satisfacer las necesidades de salud de la población víctima,


brindadas por las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) e incluye la totalidad
de las actividades, intervenciones y procedimientos en sus componentes de promoción,
prevención, tratamiento y rehabilitación, que permitirá a la población afectada recuperar o
mejorar su integridad física, emocional y psicológica. (Fuente: PAPASIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado
27 de agosto 2016)

1.1.5 Actores para la implementación de este protocolo

Para la implementación de este protocolo concurrirán diferentes actores (Direcciones


Territoriales de Salud -DTS, Empresas Promotoras de Salud –EPS, Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud –IPS, entre otros) quienes en forma coordinada
brindarán la atención por el daño causado por el conflicto armado en las víctimas, y de
manera preferente y diferenciada según las particularidades de las víctimas, haciendo
énfasis en el efecto reparador que deben tener todas las atenciones en salud como se
especifica en este Programa. (Fuente: PAPASIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado
27 de agosto 2016)

1.1.6 Rehabilitación como medida de reparación

La rehabilitación como medida de reparación integral que toda persona víctima del conflicto
armado puede reclamar, engloba el concepto de la rehabilitación integral y va más allá de
las competencias del sector salud. Por lo anterior el alcance de este protocolo está dirigido a
brindar herramientas a los profesionales de la salud, IPS y EAPB que contribuirán en el
proceso de rehabilitación integral de las víctimas del conflicto armado, materializado esto en
cómo lograr la rehabilitación física y mental, es decir su rehabilitación funcional. (Fuente:
PAPASIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado
27 de agosto 2016)

1.1.7 Rehabilitación funcional


Aquellas acciones a desarrollar por el sector salud para recuperar la máxima funcionalidad
posible de las víctimas. (Fuente: PAPASIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado
27 de agosto 2016)
1.1.8 Rehabilitación integral
Establece la visión multidimensional y biopsicosocial de las personas con discapacidad, lo
que implica la provisión continua y coherente de acciones dirigidas al individuo, a su familia
y a su comunidad, desarrolladas en corresponsabilidad por los diferentes sectores: salud,
educación, trabajo, cultura, recreación y deportes, comunicaciones y transporte, entre otros,
con el objeto de facilitar la promoción, prevención, recuperación, rehabilitación e inclusión
social de la población.
(https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/DisCAPACIDAD.aspx)

1.1.9 Víctima
Para el desarrollo de este protocolo, se entenderá por victima la conceptualización que se
da en la Ley 1448 de 2011, en su artículo 3 y los parágrafos correspondientes, así:
El Art. 3 de la Ley 1448 de 2011, define que ―Se consideran víctimas, para los efectos de
esta ley, aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por
hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al
Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas
internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.

También son víctimas el cónyuge, compañero o compañera permanente, parejas del mismo
sexo y familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa,
cuando a esta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida. A falta de estas, lo
serán los que se encuentren en el segundo grado de consanguinidad ascendente.

De la misma forma, se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al
intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.
La condición de víctima se adquiere con independencia de que se individualice, aprehenda,
procese o condene al autor de la conducta punible y de la relación familiar que pueda existir
entre el autor y la víctima.

Parágrafo 1°. Cuando los miembros de la Fuerza Pública sean víctimas en los términos del
presente artículo, su reparación económica corresponderá por todo concepto a la que
tengan derecho de acuerdo al régimen especial que les sea aplicable. De la misma forma,
tendrán derecho a las medidas de satisfacción y garantías de no repetición señaladas en la
presente ley.

Parágrafo 2°. Los miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley no
serán considerados víctimas, salvo en los casos en los que los niños, niñas o adolescentes
hubieren sido desvinculados del grupo armado organizado al margen de la ley siendo
menores de edad.
Para los efectos de la presente ley, el o la cónyuge, compañero o compañera permanente, o
los parientes de los miembros de grupos armados organizados al margen de la ley serán
considerados como víctimas directas por el daño sufrido en sus derechos en los términos
del presente artículo, pero no como víctimas indirectas por el daño sufrido por los miembros
de dichos grupos.

Parágrafo 3°. Para los efectos de la definición contenida en el presente artículo, no serán
considerados como víctimas quienes hayan sufrido un daño en sus derechos como
consecuencia de actos de delincuencia común.

Parágrafo 4º. Las personas que hayan sido víctimas por hechos ocurridos antes del 1° de
enero de 1985 tienen derecho a la verdad, medidas de reparación simbólica y a las
garantías de no repetición previstas en la presente ley, como parte del conglomerado social
y sin necesidad de que sean individualizadas.

Parágrafo 5º. La definición de víctima contemplada en el presente artículo, en ningún caso


podrá interpretarse o presumir reconocimiento alguno de carácter político sobre los grupos
terroristas y/o armados ilegales, que hayan ocasionado el daño al que se refiere como
hecho victimizante la presente ley, en el marco del Derecho Internacional Humanitario y de
los Derechos Humanos, de manera particular de lo establecido por el artículo tercero (3º)
común a los Convenios de Ginebra de 1949. El ejercicio de las competencias y funciones
que le corresponden en virtud de la Constitución, la ley y los reglamentos a las Fuerzas
Armadas de combatir otros actores criminales, no se afectará en absoluto por las
disposiciones contenidas en la presente ley. (1)

1.1.10 Definición de registro

De acuerdo con el Art. 16 del Decreto 4800 de 2011, ―El Registro Único de Víctimas es una
herramienta administrativa que soporta el procedimiento de registro de las víctimas.

La condición de víctima es una situación fáctica que no está supeditada al reconocimiento


oficial a través de la inscripción en el Registro. Por lo tanto, el registro no confiere la calidad
de víctima, pues cumple únicamente el propósito de servir de herramienta técnica para la
identificación de la población que ha sufrido un daño en los términos del artículo 3° de la Ley
1448 de 2011 y de sus necesidades, y como instrumento para el diseño e implementación
de políticas públicas que busquen materializar los derechos constitucionales de las víctimas.
El Registro Único de Víctimas incluirá a las víctimas individuales a las que se refiere el
artículo 3° de la Ley 1448 de 2011 e incluirá un módulo destinado para los sujetos de
reparación colectiva en los términos de los artículos 151 y 152 de la misma ley.

Artículo 17. Entidad responsable del manejo del Registro Único de Víctimas. La
Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas será la
encargada de la administración, operación y funcionamiento del Registro Único de Víctimas.

Artículo 18. De los miembros de la Fuerza Pública víctimas. Los miembros de la Fuerza
Pública que hayan sido víctimas en los términos del artículo 3° de la Ley 1448 de 2011
podrán solicitar ante el Ministerio Público su inscripción en el Registro Único de Víctimas
según lo estipulado en el presente decreto.

Artículo 19. Principios que orientan las normas sobre Registro Único de Víctimas. Las
normas que orientan a los servidores públicos encargados de diligenciar el Registro, deben
interpretarse y aplicarse a la luz de los siguientes principios y derechos:

1. El principio de favorabilidad.
2. El principio de buena fe.
3. El principio de prevalencia del derecho sustancial propio del Estado Social de Derecho.
4. El principio de participación conjunta.
5. El derecho a la confianza legítima.
6. El derecho a un trato digno.
7. Hábeas Data.

Parágrafo. La Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las


Víctimas adelantará las medidas necesarias para que el Registro Único de víctimas
contribuya al conocimiento de la verdad y la reconstrucción de la memoria histórica.

1.1.11 Hecho víctimizante

Se entenderán los hechos victimizantes definidos por la ley 1448 del 2011, los cuales son:
• Desplazamiento forzado
• Homicidio
• Amenaza
• Desaparición forzada
• Acto terrorista
• Abandono o despojo de tierras
• Delitos sexuales
• Secuestro
• Tortura
• Minas antipersonales
• Reclutamiento forzado
1.1.12 Población sujeto de atención del Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral
a Víctimas –PAPSIVI-

El Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral –PAPSIVI– brindará atención integral


en salud y atención psicosocial a las víctimas que se encuentran en el Registro Único de
Víctimas –RUV- contemplado en el Título 2 de la Parte 2 del Libro 2 del Decreto 1084 de
2015. De igual modo lo hará frente a las personas cuyos derechos a la atención o
rehabilitación en salud hayan sido reconocidos o protegidos en decisiones administrativas o
en medidas cautelares, sentencias u cualquier otra decisión judicial de carácter nacional e
internacional. (2)

1.1.13 Enfoque psicosocial

El decreto reglamentario 4800 de 2011, establece en su Art. 163 ―Directrices de enfoque


psicosocial en las medidas de reparación. La Unidad Administrativa Especial de Atención y
Reparación Integral a Víctimas diseñará las directrices del enfoque psicosocial como
componente transversal el cual contendrá los lineamientos que respondan a la necesidad de
materializar el enfoque psicosocial desde una perspectiva de reparación integral en todas
las acciones, planes y programas de atención, asistencia y reparación integral que se
implementen en el marco de la Ley 1448 de 2011.

Estas directrices deben ser adoptadas por las entidades que conforman el Sistema Nacional
de Atención y Reparación Integral a Víctimas, de acuerdo a sus competencias.‖ (1)

1.1.14 Atención Psicosocial

Se entenderá para este protocolo como una medida de rehabilitación así: ―se define como el
conjunto de procesos articulados de servicios que tienen la finalidad de favorecer la
recuperación o mitigación de los daños psicosociales, el sufrimiento emocional y los
impactos a la integridad psicológica y moral, al proyecto de vida y la vida de relación
generados a las víctimas, sus familias y comunidades, como consecuencia de las graves
violaciones a las DDHH y las infracciones al DIH. Mediante la atención psicosocial se
facilitarán estrategias que dignifiquen a las víctimas, respetando el marco social y cultural en
el que han construido sus nociones de afectación, sufrimiento, sanación, recuperación,
equilibrio y alivio. Dicho así, se desarrollarán procesos orientados a incorporar el enfoque
psicosocial y diferencial en la atención‖. (Fuente: Estrategia de atención psicosocial a
víctimas del conflicto armado en el marco del programa de atención psicosocial y salud
integral –PAPSIVI-; mayo de 2016, Oficina de Promoción Social).

1.2 CONCEPTOS TÉCNICOS

1.2.1 ENFOQUE PSICOSOCIAL

Desde este enfoque se privilegian siempre las acciones tendientes a contribuir en la


reparación de la dignidad humana, generar condiciones para la el ejercicio autónomo de las
personas y las comunidades en la exigencia de los derechos, y devolver a estas la
independencia y el control sobre sus vidas y sus historias. Reconoce y valida las
potencialidades y capacidades con las que cuentan las personas y las comunidades para
recuperarse y materializar sus proyectos de vida. (3)

Es así que en el desarrollo del Papsivi, se considera que un enfoque psicosocial debe ser
transversal a todas las acciones adelantadas en pro de la salud física y mental, según lo
plantea la Corte Constitucional:

―Una atención en salud mental que permita su recuperación, dentro de la que debe
contemplarse la necesidad de romper el aislamiento, reconocer sus experiencias de miedo,
identificar sus enfermedades, permitirles hablar de sus sentimientos de vergüenza y de
culpa y romper los tabúes que los alimentan. Y, lo más importante, permitirles hablar de lo
que vivieron y facilitar la reflexión en la comunidad, combatiendo la estigmatización y
promoviendo actitudes positivas que permitan el reconocimiento de las víctimas”
Organización Mundial de la Salud (OMS) (2004) (citado en Sentencia T-045, 2010). (Corte
Constitucional, 2010)

Cuando se habla de atención psicosocial, el centro es el impacto de las violaciones graves a


los DDHH e infracciones al DIH. En esa medida la atención de estas víctimas implica formas
diferentes del accionar o de la atención psicosocial, pues, si bien es cierto, se debe
continuar con la estrategia de atención integral en salud y salud mental, también se hace
necesario dar una connotación diferente a ese accionar.

En este orden de ideas, el MSPS definió el concepto de Enfoque psicosocial como una
―perspectiva que reconoce los impactos psicosociales que comprometen la violación de
derechos en el contexto de la violencia y el desplazamiento en Colombia. Sustenta el
enfoque de derechos por lo que debería orientar toda política pública, acción y medida de
reparación a víctimas‖. (4)

Finalmente en el ámbito de la atención a víctimas, se llevan a cabo múltiples acciones


dirigidas a necesidades derivadas de las violaciones a los DDHH y al DIH, dentro de las
cuales existen aquellas de orden de salud física, mental, jurídica, laboral administrativa,
dentro de muchas, ordenadas en la Ley 1448 de 2011 y los decretos con fuerza de ley 4634
y 4635 del mismo año, las que deben estar enmarcadas en una comprensión o enfoque
psicosocial.

Ello implica vincular una serie de supuestos sobre los cuales se debe orientar toda acción
en el ámbito de atención a víctimas. Es así como la Unidad para las Víctimas, según lo
dispuesto en los artículos 168 de la Ley 1448 de 2011, propuso un conjunto de seis
premisas (5), orientadas a los funcionarios que atienden víctimas con el fin de prevenir
acciones con daño y promover una postura ética. Para efectos de la Estrategia de atención
psicosocial se adoptan en su conjunto:

“Primera: Contemplar que las expresiones del sufrimiento han sobrevenido como formas de
respuesta natural ante eventos anormales como los que han ocurrido en el contexto del
conflicto armado, en ese sentido la fijación de la atención al considerar la condición de
anormalidad no está en la persona, sino en los hechos de violencia, de manera que se
naturalizan y validan las respuestas frente a las violaciones que han sufrido las víctimas,
como respuestas naturales”.

“La segunda premisa es considerar que las personas que han sido afectadas por el conflicto
armado interno no sólo están sufriendo, en su historia existen otros elementos como
supervivencia, resistencia, heroísmo, desarrollo frente a la adversidad, reorganización
psicológica, familiar y social. Cuentan también con recursos para afrontar la vida actual y la
perspectiva de futuro. …

“La tercera premisa considera que todas las personas podemos hacer algo frente al
sufrimiento de los otros…. Cuidar y acoger el dolor de quien ha sufrido graves violaciones a
los Derechos Humanos o al Derecho Internacional Humanitario, no es tarea sólo de
profesionales en psicología.”

“La cuarta premisa está orientada a comprender que el sufrimiento tiene diferentes formas
de expresión, lo cual, quiere decir que hay diferentes formas de sufrir. No todas tienen
expresión a través del llanto o de la tristeza; ni todas, a través de la enfermedad.” (5)

“La quinta premisa: Se debe permitir el paso por el dolor. En ese sentido permitir el
sufrimiento de lo que se ha perdido”2. Con ella se quiere señalar que los hechos
victimizantes ocasionan sufrimientos y dolor que requieren de un tiempo para su
comprensión y superación, momentos que son particulares para cada individuo (7).

“Sexta premisa busca subrayar que la representación permite la recuperación. Representar


significa poner en el espacio público el dolor que ha sido invisibilizado o que no ha
encontrado un lugar simbólico que cuente además con un testigo de este. En ese sentido,
se puede representar en la palabra, se puede representar a través de las diferentes
expresiones artísticas o en las diferentes formas de simbolización que funcionan como
formas dialógicas en el espacio colectivo.” (5)

Complementando estas premisas, se destaca que las acciones en el ámbito psicosocial


requieren además:

 Adoptar prácticas y procedimientos que eviten la re experimentación del maltrato, el


sufrimiento o estado de indefensión en las victimas.
 Promover acciones que protejan la integridad psicosocial y mental de las víctimas,
sus familias, comunidades y colectivos étnicos.
 Favorecer la autonomía, inclusión y participación que merecen las victimas en
cualquier acción con y para ellas. (6)

1.2.2 SALUD MENTAL

Esta propuesta es cercana a lo desarrollado en el documento Política Nacional del Campo


de Salud Mental:

2
Esta última premisa fue incluida recientemente y se presentó y discutió en encuentro de trabajo en el Ministerio de
Salud y Protección Social en Marzo de 2016
“Para esta Política, la salud mental representa un bien colectivo e individual de naturaleza
simbólica, emocional y relacional, y por lo tanto, un deseable social e individual que
contribuye al desarrollo humano y social, que genera capital social, cultural, simbólico y
económico (capital global) y que hace posible el reconocimiento, la garantía, el ejercicio y la
restitución de los derechos.

La salud mental es una construcción dinámica y multidimensional, determinada y


determinante; es, a la vez, fin, medio y producto: un fin, en cuanto bien con el que se
cuenta; un medio para el desarrollo individual y colectivo, el incremento de capitales y el
ejercicio de los derechos, y un producto de lo que ella misma ha contribuido a desarrollar,
incrementar y garantizar.

Así mismo, constituye una fuerza transformadora que contribuye a modificar condiciones y
situaciones de vida a partir de acciones orientadas a cambiar e incrementar los capitales
simbólicos, culturales y sociales, los cuales inciden también en el capital económico,
generando en conjunto mayor capital global y desarrollo humano y social.” (8)

El enfoque psicosocial y de salud mental en la atención a víctimas se soporta también en lo


propuesto en la Ley 1616 de 2013 de Salud Mental, en cuanto a promover la garantía de la
satisfacción de los derechos fundamentales mediante las acciones oportunas de promoción
y prevención que impacten los factores de riesgo de quienes están en condición de
vulnerabilidad como es el caso de las víctimas en el marco del conflicto armado. (9)

El enfoque psicosocial y en salud mental está integrado al Plan Decenal de Salud Pública,
en particular con las acciones de la Promoción de la salud, cuando se señala como
objetivos

“… a. Fomentar la cultura del autocuidado y la corresponsabilidad social en torno a la salud


mental. b. Incidir en la transformación de los imaginarios sociales y culturales que generen
comportamientos y entornos protectores para la salud mental y la convivencia social. c.
Promover factores protectores de la salud mental y la convivencia social en individuos y
poblaciones con riesgos específicos, y d. Intervenir de manera positiva los determinantes
psicosociales de la salud y la calidad de vida de la población víctima del conflicto mediante
procesos de acción transectorial…‖ (9)

1.2.3 ENFOQUE DIFERENCIAL

El Enfoque diferencial es un método de análisis que permite comprender la situación de


derechos y de vulnerabilidad de la población. El Sistema Nacional de Atención Integral a la
Población en Desplazamiento –SNAIPD, señala que el enfoque diferencial es un ―método de
análisis, actuación y evaluación, que toma en cuenta las diversidades e inequidades de la
población en situación o en riesgo de desplazamiento, para brindar una atención integral,
protección y garantía de derechos, que cualifique la respuesta institucional y comunitaria.‖
(10)
A partir del Enfoque diferencial se da un escenario de reconocimiento, en la acción y la
gestión pública y política, de la necesidad de aceptar la diversidad que caracteriza a la
condición humana y así dar respuesta de forma integral a las necesidades específicas de
estas poblaciones en el goce de sus derechos, el acceso a los servicios públicos y en
general a las oportunidades sociales.

El Enfoque diferencial en la acción y gestión pública es una herramienta para potenciar la


emancipación de los grupos sociales estructuralmente oprimidos, vulnerados o
invisibilizados. En este sentido, se sustenta en un principio de no discriminación y equidad
los cuales son fundamentales para el diseño, implementación, evaluación y seguimiento de
la política pública que garantiza el goce efectivo de los derechos. (11)

Desde lo normativo, el enfoque diferencial se articula con el Enfoque de derechos


apelando a los principios de no discriminación, de inclusión social y de dignidad humana.
Reconoce a los DDHH como universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El
punto de partida es que las personas son el centro de atención sobre el cual se articula y
promueve la respuesta institucional (12)

En Colombia, tanto el enfoque de derechos como el diferencial, tienen un antecedente en el


artículo 13 de la Constitución de 1991 en cuanto al Derecho a la igualdad y la no
discriminación al establecer que ―Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley,
recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica‖ (13)

Es así como el enfoque diferencial desarrolla la noción de igualdad desde la diversidad,

“Todos los seres humanos deben ser respetados en su infinita singularidad, biológica,
personal y cultural. Atender esta singularidad es el valor universal que está en los anhelos
de justicia que creen lograrse con el respeto de las diferencias y sus convergencias entre
los seres humanos, y en consecuencia, un indicador central en las tendencias que podrían
llevar cambios esenciales en el modo de regir los destinos de los Estados Sociales de
Derecho” (14)

En el contexto de conflicto armado que ha vivido este país, el enfoque diferencial fue
nombrado por vez primera en el marco de la Sentencia T-025 de 2004 en razón de la
multiplicidad de derechos fundamentales afectados por el desplazamiento forzado interno,
reconociendo que la mayor parte de estas víctimas atienden a poblaciones de especial
protección como son las mujeres cabeza de familia, la niñez y la adolescencia, los grupos
étnicos, y las personas mayores, entre otros. Es así como el mencionado instrumento,
destacó que la atención a la población desplazada debe partir del reconocimiento a la
diversidad étnica, de género y de edad, instando a la inclusión de una atención con enfoque
diferencial como una medida que permite el Goce Efectivo de Derechos -GED.

En cuanto al enfoque diferencial, el artículo 13 de la Ley 1448 de 2011 señala lo siguiente:


“El Estado ofrecerá especiales garantías y medidas de protección a los grupos expuestos a
mayor riesgo de las violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente Ley tales
como mujeres, jóvenes, niños y niñas, adultos mayores, personas en situación de
discapacidad, campesinos, líderes sociales, miembros de organizaciones sindicales,
defensores de Derechos Humanos y víctimas de desplazamiento forzado” (15).

Por lo tanto, esta ley establece que las políticas de atención, asistencia y reparación deben
adoptar criterios diferenciales que respondan a las particularidades y grado de
vulnerabilidad de cada uno de estos grupos poblacionales. En cuanto a los grupos étnicos,
los decretos-ley 4634 y 4635 de 2011 reconocen sus formas y costumbres propias frente a
los daños producidos con ocasión del conflicto armado interno, como son los daños
colectivos y daños individuales con efectos colectivos.

1.2.4 ENFOQUE DE DERECHOS

En el ámbito internacional, particularmente desde la Organización de las Naciones Unidas,


se ha construido el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que está constituido
por la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) (16), el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (1966) (17), los protocolos facultativos del mismo (18) (19) y
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (20) (1966).

En este marco y con la intención de crear condiciones que tengan mayor efectividad para la
promoción y protección de los derechos, se han creado los tratados con sus respectivos
comités. Son de particular significación para esta Estrategia los relacionados con el enfoque
diferencial como la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación racial (1965) (21), la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (1979) (22), la Convención sobre los derechos del niño (1989)
(23), y la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad
(2006) (24).

En relación con las violaciones que pueden cometerse en el marco del conflicto armado son
importantes la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes (1984) (25), la Convención internacional para la protección de todas las
personas contra las desapariciones forzadas (1984) (26), y el Protocolo Facultativo de la
Convención contra la tortura -OPCAT (2002) (27).

El DIH es entendido como el marco que regula la confrontación armada internacional y los
conflictos armados internos. Es el intento por generar protección a personas y bienes que
no intervienen en un conflicto armado y tiene efecto vinculante para los Estados y para los
grupos irregulares. Esta normatividad es promovida por el Comité Internacional de la Cruz
Roja -CICR que es su guardián principal.

Finalmente hay que tener presente que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos -
SIDH es un órgano regional que se basa en la Convención Interamericana de Derechos
Humanos de 1969 y cuenta con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y con la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Este sistema también cuenta con diversas
convenciones que vinculan a los Estados en la protección y promoción de los derechos
particulares como la erradicación de la discriminación contra la mujer (1994) (28), contra las
personas con discapacidad (1999) (29), y contra la discriminación y la intolerancia (2013)
(30). También se ha desarrollado una convención contra la desaparición forzada (1994) (31)
y para prevenir y sancionar la tortura (1985) (32).

Ahora bien, para el tema que es competencia de este capítulo, es pertinente tener en cuenta
que existe un gran desarrollo de resoluciones e informes referidos a la impunidad y la
reparación a las víctimas de graves violaciones de los DDHH, en el marco de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Entre ellos cabe mencionar el informe y los
principios Joinet (1996), así como el trabajo de Diane Orentlicher que permitió en 2005
acoger las directrices sobre impunidad. En el campo de la reparación el informe de van
Boven (1993), y posteriormente el elaborado por Cherif Bassiouni (1999), que son los
antecedentes del documento acogido por la asamblea general de la ONU en 2005 (33).

Una reparación adecuada, efectiva y rápida tiene por finalidad promover la justicia,
remediando las violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos
humanos o las violaciones graves del derecho internacional humanitario. La reparación ha
de ser proporcional a la gravedad de las violaciones y al daño sufrido. Conforme a su
derecho interno y a sus obligaciones jurídicas internacionales, los Estados concederán
reparación a las víctimas por las acciones u omisiones que puedan atribuirse al Estado y
constituyan violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos o
violaciones graves del derecho internacional humanitario. (34)

En este sentido la efectividad, la proporcionalidad y la responsabilidad del Estado son


elementos que hacen parte del enfoque de derechos que aquí se expone y han de estar
presentes en el diseño e implementación de esta Estrategia.

En el ámbito nacional la Constitución Política de 1991 ha dado origen a la transformación


más fundamental del Estado – Nación colombiano en el siglo XX, al otorgar a los
ciudadanos y ciudadanas la titularidad de los derechos y al Estado la obligación primera y
esencial de su garantía.

El primer artículo de la Carta Política, define a Colombia como un ―Estado social de derecho
y una República democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad
humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del
interés general‖ (17)

En este sentido, la Constitución establece una jerarquía en la que impone como principio
rector sobre cualquier otro objetivo de la actuación del Estado, la obligación de la vigencia
real de los derechos humanos para todos los asociados. “Toda otra finalidad que pueda
perseguir el Estado de manera legítima debe estar acompañada, e inclusive subordinada a
la búsqueda de tal fin.” (18). Y así lo ha desarrollado la Corte Constitucional en múltiples
sentencias y jurisprudencias en las que ha tutelado reiterativamente la condición inalienable
de los derechos de todas las personas y particularmente de quienes han sido vulnerados y
despojados de los mismos como consecuencia del conflicto armado interno en Colombia.
Contar con un enfoque de derechos en las políticas de atención a las víctimas, no es sólo
un deber ético de las instituciones y servidores públicos, sino una obligación que atañe a la
esencia del ordenamiento jurídico y político. De esta manera este enfoque es una guía de
acción ética, política, jurídica y fundamentalmente humana que protege de la violencia y la
barbarie y orienta en la consecución del logro superior como especie: la dignificación de la
vida humana.

En tal sentido, el espíritu del Papsivi es contribuir a la vigencia y goce de los derechos a la
vida, salud, igualdad, libertad, honra, participación y a la paz, entre otros derechos
fundamentales consagrados en la Carta Constitucional y actualizados por la voluntad
política y social de reconocer los efectos y daños directos del conflicto armado interno, en
un amplio sector de la población.

De igual manera, incorporar en el actuar del Papsivi este enfoque significa la comprensión
de las víctimas como sujetos de derechos (tanto individuales como colectivos), que a través
de la política de asistencia, atención y reparación, pueden tener acceso a la verdad, la
justicia y la reparación integral, principios que se empezaron a reconocer a partir de la Ley
975 de 2005 (35); el derecho a la verdad sobre las circunstancias, razones de los hechos
de victimización, el paradero de sus seres queridos muertos o desaparecidos; la
investigación de los delitos, el posterior juicio y condena a sus responsables, así como las
medidas de reparación, que incluyen la restitución, la rehabilitación, la indemnización, las
medidas de satisfacción y las garantías de no repetición, que por ende suponen ―la
mitigación del daño, el reconocimiento de la dignidad de las víctimas, la compensación por
las pérdidas, la ayuda a la reconstrucción de la vida y la implementación de medidas para
que no vuelvan a repetirse las violaciones‖ (19)

Así, en cuanto a la verdad, se asume en este documento que la competencia de la atención


psicosocial al respecto es el reconocimiento de la dimensión subjetiva de esa verdad, es
decir, de aquello que las víctimas han vivido y de su legitimidad, que no está dada por los
elementos jurídicos o históricos de la misma, sino que es una experiencia emocional,
racional y relacional que se ha generado a partir de los hechos que han vivido.

Por otro lado en relación con la justicia, el trabajo de la atención psicosocial tiene que ver
con los efectos que genera la impunidad de las graves violaciones a los DDHH y al DIH. En
esta perspectiva es fundamental que en el proceso de atención, se pueda contar con la
información sobre el estado de los procesos judiciales, si es posible y valorar la manera en
que estos resultados están afectando el proceso.

Las garantías de no repetición en la perspectiva psicosocial se manifiestan en cuanto se


desarrollen procesos de empoderamiento y autonomía3 de las organizaciones y

3El derecho a la autonomía en el caso de los colectivos étnicos está amparado por la Constitución de 1991 y ha sido desarrollado por la Corte
Constitucional como un derecho colectivo que refiere auto-gobernarse según sus usos y costumbres. Es un derecho fundamental y necesario
para la reproducción étnica y cultural. Su pleno ejercicio permite que los grupos étnicos no se asimilen a la sociedad mayoritaria. Comprende la
garantía de las normas comunitarias que regulan la convivencia: el rol de las autoridades propias (familia extensa, consejos de ancianos,
autoridades tradicionales, etc); las formas propias de resolución de conflictos internos, la forma de contraer alianzas matrimoniales, las fechas
sagradas, entre otras.
comunidades victimizadas para que puedan realizar el acceso a sus derechos e incidir en la
pervivencia cultural.

De este modo, el enfoque de derechos es un referente ético para la acción, así como una
orientación que guía a los responsables de la atención, para realizar acciones que
promueven los derechos a la verdad, la justicia y la reparación.

1.2.5 PROBLEMA Y TRASTORNO MENTAL

Problema mental se refiere a alteraciones en el funcionamiento mental del individuo, que


suceden en la vida cotidiana y que no tienen consecuencias significativas para la
adaptación ocupacional, familiar, de pareja o social del individuo.
Trastorno mental se a alteraciones mentales que afectan la funcionalidad y la adaptación
social, familiar, ocupacional y/o de pareja del individuo.
INDICACIONES PARA LA INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE PSICOSOCIAL

Se consideran las siguientes acciones para incorporar el enfoque psicosocial en el sistema


general de seguridad social en salud como parte de la reparación integral a las víctimas,
para alcanzar la rehabilitación funcional de las víctimas del conflicto armado:
1. Valoración inicial o de base: esta deberá ser construida a través de la participación
activa del sector salud, la comunidad, el gobierno local y organizaciones no
gubernamentales, y pretende identificar la demanda de servicios, las necesidades de la
comunidad, las familias y los individuos, así como las limitaciones o barreras para la
prestación de servicios de salud y los recursos existentes.
2. Realizar una planificación de la prestación de servicios de salud, en la cual se
especifiquen los objetivos, la metodología, los resultados esperados, los actores
involucrados y la responsabilidad de cada uno de ellos. Esta planificación deberá
identificar grupos poblacionales vulnerables e incorporar el enfoque diferencial, así
mismo esta planificación deberá realizarse con participación activa de la comunidad.
3. La atención en salud deberá ser brindada a través de una atención multinivel, que
incorpore en el nivel básico un equipo psicosocial, en el nivel intermedio un equipo
básico de atención y en el nivel superior atención clínica especializada.
4. Se deberá contar con un plan de formación y fortalecimiento orientado a: 1) recurso
humano en salud, y 2) comunidad. La formación deberá estar orientada en el enfoque
psicosocial, enfoque diferencial, rehabilitación funcional y atención integral a víctimas del
conflicto armado, así como estrategias de reducción del estigma. Lo anterior permitirá
empoderar a la comunidad y los actores del sistema de salud, de tal manera que se
fortalezca la atención y las redes de apoyo.
5. La atención integral en salud con enfoque psicosocial como medida de rehabilitación
deberá contemplar procesos de participación de líderes o autoridades comunitarias, que
permitan la incorporación y compresión de procesos de adaptación cultural de las
intervenciones propuestas tanto a nivel individual, familiar y comunitario.
6. La atención integral en salud con enfoque psicosocial deberá articularse con el
componente de atención psicosocial del PAPSIVI e incorporar intervenciones basadas
en la comunidad.
7. Se deberán incorporar estrategias intersectoriales que contemplen: la entrega de
servicios de salud, actividades de educación, recreación, cultura, entre otros; que se
acerquen a los individuos, familias y comunidades, a través de recursos extramurales,
recursos portátiles, centros y locaciones alternativas.
8. Incorporar la atención en la salud mental en la estrategia de atención primaria en salud.
9. Se deberá contemplar un plan de estímulos y protección al equipo básico de atención, lo
que reducirá la deserción y rotación del personal de salud, priorizando aquellas zonas de
difícil acceso.
10. Se deberá establecer un sistema de inspección, vigilancia y control, que permita realizar
seguimiento a la prestación y la calidad de los servicios de salud para las personas
víctimas del conflicto armado.
11. Uno de los insumos para la inspección, vigilancia y control, será el plan operativo de
sistemas de información (POSI)
12. Se deberán planear y ejecutar estrategias de difusión, comunicación e información, que
promuevan procesos de movilización social y de sensibilización orientados a la
comprensión y el entendimiento de la salud mental, el enfoque psicosocial, la promoción
de la salud, la prevención de la enfermedad y la reducción del estigma.
13. Promover acciones intersectoriales y trasnsectoriales, con el fin de establecer acuerdos
o asociaciones orientadas a mantener las sostenibilidad de las intervenciones dirigidas a
la población víctima del conflicto armado, para alcanzar la rehabilitación funcional y
contribuir a la reparación integral desde las acciones que competen al sistema general
de seguridad social en salud.
14. Promover y ejecutar las siguientes estrategias para el fortalecimiento de acciones
intersectoriales para garantizar el enfoque psicosocial:
a) Movilizar a la clase política y a los tomadores de decisión del sector a través de
estrategias comunicativas y de educación sobre la problemática de las víctimas y sus
necesidades; así como una orientación acerca de la respuesta que se da desde el
sector salud para contribuir con la reparación integral a través del protocolo de
atención como una de las medidas que contribuyen a la rehabilitación integral y de
esta manera promover la generación de marcos normativos que garanticen los
derechos de las víctimas.
b) Promover la gestión de recursos humanos, financieros y de infraestructura para la
atención integral en salud con enfoque psicosocial de las víctimas en otros sectores.
c) Movilización de recursos financieros para financiar acciones y proyectos que
fortalezcan la atención integral en salud con enfoque psicosocial como medida de
rehabilitación desde otros sectores del estado.
d) Participar en acciones colectivas con otros sectores para mejorar la infraestructura y
mejorar la oferta de atención integral en salud con enfoque psicosocial como medida
de rehabilitación.
e) Proporcionar orientación técnica a los organismos de otros sectores sobre el
programa de atención psicosocial y atención integral en salud a víctimas del conflicto
armado, para mejorar la colaboración intersectorial.
f) Proporcionar apoyo en los procesos de financiamiento y recursos humanos como
estrategia para la colaboración intersectorial.
g) Iniciar estudios intersectoriales y proyectos piloto para guiar el desarrollo de las
mejores prácticas y modelos adecuados para la incorporación del enfoque
psicosocial y la atención integral en salud con enfoque psicosocial y diferencial para
las víctimas del conflicto armado, en el marco del Modelo Integral de Atención en
Salud.
INDICACIONES PARA LA INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE DIFERENCIAL

 La incorporación del enfoque diferencial no se deberá realizar desde la mirada del otro
como un ser ―exótico‖, lo que implica que se vea al sujeto desde una imagen muy lejana
de sí mismo. Lo anterior genera procesos deslegitimación de personas, comunidades o
grupos sociales que se reconocen diferentes.

 Se recomienda para la incorporación del enfoque diferencial, realizar un proceso de


reconocimiento enmarcado en el contexto en el cual se está realizando la atención. Este
proceso comprenderá el reconocimiento del mismo profesional que realiza la atención
en salud, así como el reconocimiento de la persona víctima del conflicto armado que
está siendo atendida. Este reconocimiento busca identificar las capacidades y los
conocimientos propios y del otro con el fin de articularlos, y de esta manera afianzar las
capacidades existentes, lo que se traduce en un dialogo, un proceso reflexivo, en el que
haya una puesta en común de experiencias diferentes. Así se abre la posibilidad a
nuevas maneras de entender y comprender la complejidad de lo que sucede en una
persona víctima del conflicto armado, que además tiene una característica diferencial.

Este proceso de reconocimiento incluirá:


 Reconocimiento del mundo cultural
 Reconocimiento del contexto histórico y socio político

 Se recomienda que como parte integral de la atención psicosocial se incorpore el


enfoque diferencial, a través de un dialogo que posibilite la construcción de la diferencia
y no considerarla pre existente, así como la comprensión de las relaciones existentes
entre la familia, comunidad, territorio, ancestros, espíritus y la no fragmentación del
individuo; de esta manera es posible evidenciar la afectación y fortalecer los elementos
propios y culturales que le permitan afrontar el mismo y continuar adelante.

 Se recomienda que la atención integral en salud con enfoque psicosocial para población
víctima del conflicto armado se realice a través de un enfoque diferencial, el cual
comprende todas aquellas medidas que buscan el reconocimiento de las necesidades y
vulnerabilidades particulares de cada grupo poblacional. Las condiciones de
vulnerabilidad pueden ser individuales o múltiples, de tal forma que entre más grupos
poblacionales sean asociados a una persona víctima, más susceptible es esta de ser
vulnerable y, por ende, será necesario tener en cuenta un enfoque diferencial para su
tratamiento o atención (15), en el marco de la interseccionalidad (figura 1).
Figura 1 Interseccionalidad.
Fuente: documento de estrategia de atención psicosocial a víctimas del conflicto armado en el marco del programa
de atención psicosocial y salud integral PAPSIVI. Marco conceptual para la atención psicosocial individual, familiar,
comunitaria y colectiva étnica.

 Se sugiere que el promotor social del Equipo Básico de Atención, sea una persona de la
comunidad, y que en zonas geográficas donde se identifique la presencia de grupos
étnicos este deberá ser el interlocutor entre la medicina tradicional y la medicina
occidental. Este agente comunitario, promotor social, deberá en el caso de zonas con
grupos étnicos conocer la lengua de dicha comunidad para garantizar la adecuada
comunicación y poder adoptar las indicaciones descritas en este protocolo.

 Se sugiere que en zonas geográficas del país donde la concentración de indígenas,


población afro o ROM sea mayor al 70% las entidades territoriales y las instituciones
prestadoras de servicios de salud deberán adecuar la atención en términos de servicios
interculturales.

 Se sugiere que en zonas geográficas del país donde la concentración de población


indígena, población afro o ROM sea menor del 30%, las instituciones prestadoras de
servicios de salud deberán adaptar el protocolo de manera intercultural que incorpore las
atenciones psicosociales como medida de rehabilitación y el enfoque diferencial,
teniendo en cuenta la medicina tradicional propia del grupo étnico víctima del conflicto
armado y que requiera atención en salud.
 Se recomienda durante la atención integral en salud con enfoque psicosocial a personas
víctimas del conflicto armado que pertenezcan a grupos étnicos, reconocer las
particularidades de cada individuo, teniendo en cuenta las comunidades a las cuales
pertenecen y su manera de relacionarse con el mundo. Para esto se sugiere caracterizar
tres ejes fundamentales que son: 1) vínculo comunitario, 2) arraigo territorial y 3)
referencia ancestral.

 Se recomienda que la atención integral en salud para personas víctimas del conflicto
armado con discapacidad, se oriente de acuerdo a las rutas integrales de atención,
modelos, guías de práctica clínica, protocolos y lineamientos de los que disponga el
Ministerio de Salud y protección social, de una manera articulada con el Equipo Básico
de Atención, ejemplo de ello los Lineamientos de Rehabilitación Basada en la
Comunidad.
(https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/PS/lineamientos-
nacionales-rbc.pdf)

 Se beberán orientan las atenciones a las personas víctimas del conflicto armado con
discapacidad para lograr la inclusión social, entendida esta como ―el adecuado acceso a
bienes y servicios, procesos de elección colectiva, la garantía plena de los derechos de
los ciudadanos y la eliminación de toda practica que conlleve a marginación y
segregación de cualquier tipo. Este proceso permite acceder a todos los espacios
sociales, culturales, políticos y económicos en igualdad de oportunidades‖ (Fuente:
MSPS)

CARACTERÍSTICAS PARA LA CONFORMACIÓN DEL EQUIPO BÁSICO DE ATENCIÓN

 Se recomienda que la atención integral en salud con enfoque psicosocial a víctimas del
conflicto armado se realice a través del Equipo Básico de Atención (EBA), interdisciplinario,
el cual está conformado por un equipo interdisciplinario así: medicina, enfermería,
psicología, trabajo social y un miembro de la comunidad denominado promotor social.

 Se recomienda que el equipo de profesionales que será el Equipo Básico de


Atención (EBA) para personas víctimas del conflicto armado esté capacitado en
temas relacionados con derechos de las víctimas del conflicto armado, enfoque
diferencial (formas de relacionamiento con el mundo y el ambiente, caracterización
de ejes fundamentales como vínculo comunitario, arraigo territorial y referencia
ancestral) y enfoque psicosocial.

 Se recomienda que el equipo de profesionales que será el EBA para personas


víctimas del conflicto armado esté capacitado en el reconocimiento de las
afectaciones físicas y mentales, así como en procesos integrales de atención en
salud.

 Se recomienda que los procesos de capacitación para los EBA cuenten con una
metodología mixta: procesos presenciales y virtuales, los cuales permitirán la
resolución de dudas derivadas del que hacer en la práctica habitual.

 Se recomienda que los miembros del EBA cuenten con habilidades conversacionales de
primer, segundo y tercer nivel.

Habilidades de primer nivel: habilidades para la escucha activa, las de facilitación de la


actividad narrativa y las de facilitación de la generación de narrativas alternativas

Habilidades de segundo nivel: habilidades para mantener ritmos y acentos en la


conversación que generen la sensación de acompasamiento.

Habilidades de tercer nivel: habilidades para el uso de herramientas conversacionales


para generar narrativas alternativas y que con frecuencia implican señalamientos e
interpretaciones para resignificar el dolor y transformarlo a través de la conversación,
movilizar las ideas, significados, emociones, creencias, experiencias y vivencias frente al
sufrimiento.

 Se recomienda que el promotor social esté capacitado en la identificación de condiciones


de riesgo, detección de síntomas físicos y/o mentales y caracterización básica de
necesidades en salud para poder canalizar a una institución prestadora de servicios de
salud que garantice la atención integral en salud con enfoque psicosocial.

 Se sugiere que los profesionales que hagan parte del equipo básico de atención cuenten
con experiencia en acompañamiento psicosocial, intervención clínica, prevención de la
revictimización, experiencia en atención a población vulnerable, preferiblemente a víctimas
del conflicto.

 Se recomienda que los integrantes del EBA tengan conocimiento de las características de la
población y del territorio (características culturales, sociales, demográficas, económicas,
aspectos socio políticos, características del conflicto armado) en el cual se va a prestar la
atención integral en salud con enfoque psicosocial.

 Se recomienda que los profesionales que hacen parte del EBA estén familiarizados con las
respuestas esperadas a experiencias traumáticas y con respuestas mal adaptativas o
indicadores de los trastornos más frecuentes que se pueden generar en esta población.
Los profesionales podrán hacer uso de herramientas como el DSM-V, la Guía para superar
las brechas de salud mental de la OMS, módulo de trastornos relacionados con estrés y
trauma (http://www.who.int/mental_health/mhgap/mhgap_spanish.pdf), para familiarizarse
con las respuestas esperadas o no esperadas de los individuos posterior a un hecho
victimizante.

INDICACIONES DE LA ATENCION EN SALUD

CANALIZACIÓN A LOS SERVICIOS DE SALUD

Las personas víctimas del conflicto armado podrán acceder a la atención integral en salud con
enfoque psicosocial a través de:

 Demanda espontánea a consulta externa


 Demanda inducida
 Servicios de urgencias
 Servicios de hospitalización
 Acciones extramurales de salud
 Remisión del componente psicosocial del PAPSIVI: las personas víctimas del conflicto
armado que están siendo intervenidas a través del PAPSIVI, podrán ser remitidas a los
servicios de salud (prestador primario) cuando se identifiquen las siguientes condiciones:
1. Síntomas persistentes y/o complejos que no se han aliviado con las medidas iniciales
(terapia individual o la puesta en escena de sus recursos de afrontamiento y de la red de
apoyo social). 2. Intensidad de los síntomas persistentes y/o complejos que genera gran
sufrimiento (desborde emocional caracterizado por llanto fácil, desespero, emociones de
ira, rabia, agresividad, dificultad en el manejo de emociones y/o en la toma de
decisiones, entre otros). 3. Dificultades marcadas en la adaptación y respuesta a la vida
familiar, laboral y/o social que requieren atención individual 4. Poco reconocimiento de
los recursos y pérdida del sentido de vida que pueden llevar a la ideación o intento
suicida. 5. Problemas coexistentes al alcoholismo u otras adicciones que puedan
perjudicar el funcionamiento global del Grupo Colaborativo, como la negación de su
situación, respuestas de rechazo, discriminación y agresividad hacia ciertos grupos,
presencia de síndrome de abstinencia. 6. Trastornos mentales en tratamiento o con
activación de síntomas como: Esquizofrenia, Trastorno Afectivo Bipolar, Fobias, Estrés
Postraumático.
 Referencia desde los entornos: educativo, laboral, comunitario, hogar.
 Referencia desde otras instituciones como ICBF, Fiscalía, Programas de atención a
Víctimas, UARIV, Plan de Atención Asistencia y Reparación Integral – PAARI, entre
otras, Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Alta Consejería para los Derechos
de las víctimas la paz y Reconciliación,
 Referencia desde otras Rutas Integrales de Atención: RIA de salud mental, violencia,
víctimas de abuso sexual, discapacidad, Victimas de Minas Antipersonal o Municiones
Sin Explotar (MAP/MUSE) o artefactos explosivos improvisados (AEI) y demás RIAS
donde se identifiquen víctimas del conflicto armado.

 Se recomienda en el entorno educativo, comunitario, hogar e institucional cuando se


identifique la presencia de signos de alarma relacionados con la salud mental, tales
como cambios en el comportamiento (alteraciones emocionales marcadas y
persistentes, conductas extrañas o mal adaptativas, consumo de SPA, problemas de
sueño y de apetito, agresividad, conductas auto lesivas, entre otros); bajo rendimiento
académico, deserción escolar, sospecha de alteraciones en el desarrollo, signos de
maltrato físico o de violencia sexual o la salud física en personas víctimas del conflicto
armado, se realice canalización al sistema de salud con el objetivo de iniciar la atención
integral en salud de la persona víctima del conflicto armado a través del EBA.

 Los funcionarios de planteles educativos pueden consultar el Manual para apoyar a los
niños y niñas escolares en situaciones de conflicto violento
(http://www.coalico.org/archivo/Manual_escuelas_FINAL.pdf)
 A continuación se presentan signos y síntomas que se pueden presentar en niños como
consecuencia del conflicto armado y que son signos de alarma para consultar al sistema
de salud:

Edad Signos y Síntomas


 Aumento del llanto e irritabilidad
 Respuesta exagerada de sobresalto
 Ansiedad de separación (Dificultad para separarse de sus
padres o cuidadores o temor persistente a perderlos)
 Aferramiento excesivo a padres o cuidadores
 Conductas regresivas: volver a orinarse en la cama o en la
ropa después de haber alcanzado un período de continencia de
0 a 5 6 meses. Reaparición de succión del pulgar. Aumento en las
Años pataletas, miedo a la oscuridad
 Otros miedos persistentes no directamente relacionados
 con el trauma
 Comportamientos agresivos.
 Recuerdos intrusivos y formas de re experimentación
traumática: en los niños preescolares pueden expresarse a
través del juego, actividad en la que se recrean y repiten temas
traumáticos. Dibujos repetitivos del trauma. Terrores durante el
sueño, pesadillas.
 Problemas de atención y del rendimiento escolar.
 Signos de ansiedad que incluyen: evitación de la escuela,
quejas somáticas (cefaleas, dolores de estómago) sin
explicación médica, temor a separarse o perder a sus padres,
familiares o cuidadores o a que éstos sufran daños o lesiones.
Miedos irracionales, excesivos o injustificados, problemas de
sueño, pesadillas.
 Irritabilidad y descargas de rabia.
6 a 11  Signos de depresión (tristeza frecuente, apatía, limitación o
incapacidad para disfrutar actividades usualmente placenteras
Años
y aislamiento, baja autoestima, pueden aparecer ideas de
muerte y de suicidio, problemas en apetito y en sueño)
 Obsesiones con detalles del desastre en un intento de
anticipación que les permite prepararse para potenciales
peligros futuros.
 Juego y conductas agresivas.
 Problemas de somatización
 Pensamientos intrusivos, hipervigilancia, insensibilidad
emocional.
 Pesadillas, alteraciones del sueño y evitación.
 Uso de sustancias psicoactivas y riesgo de abuso y adicción
 Problemas de interacción con pares
 Signos y síntomas de depresión: en esta edad, además de
sentimientos de tristeza e irritabilidad persistentes y de
disminución o pérdida de la capacidad para experimentar
placer, son comunes las cogniciones depresivas acerca de sí
Adolesce mismos, del mundo y del futuro, que caracterizan a la
ntes depresión en la edad adulta, por ejemplo ideas de muerte,
ideas suicidas más elaboradas e incluso intentos de suicidio.
 Sentimientos intensos de humillación y vergüenza, resultantes
del sentido de impotencia asociados a los eventos traumáticos,
que pueden llevar a un sentido de distanciamiento y evitación.
 Problemas de somatización, aislamiento y apatía
 Conductas sexuales de riesgo, especialmente cuando hay
antecedentes de abuso o violencia sexual

Fuente: Ortiz, D. y Chaskel, R. (s.f.). El impacto en niños y adolescentes de los eventos ligados
al conflicto armado. Programa de Educación Continua en Pediatría (PRECOP), 8 (3), 41-52.
https://scp.com.co/precop-old/precop_files/modulo_8_vin_3/Imp_ninos_adol_conf_armado.pdf

Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y en la


Adolescencia. Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión Mayor en la Infancia y en la
Adolescencia. [serial on the Internet]. Ministerio de Sanidad Política Social, Galicia. Ministerio
de ciencia e Innovación; 2009, [cited September 6, 2015]. Available from:
http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_456_depresion_inf_adol_avaliat_compl.pdf
 Las personas víctimas del conflicto armado pueden presentar afectaciones físicas,
procesos de somatización de enfermedades, como manifestación de experiencias que
rebasan la capacidad de hombres y mujeres para afrontar los hechos. Lo anterior debe
ser tenido en cuenta dado que pueden la presencia de estos síntomas o afectaciones
físicas deberán ser reconocidos como parte integral del proceso salud – enfermedad de
una persona víctima del conflicto armado y de esta manera direccionar a los EBA, para
brindar una atención integral en salud con enfoque psicosocial.

 Se recomienda que toda víctima del conflicto armado sea canalizada a los servicios de
salud desde cualquiera de los entornos (comunitario, hogar, laboral, educativo,
institucional) y desde los otros sectores, para recibir una valoración inicial por medicina
general, quien deberá durante esta consulta:

1. Identificar si es una víctima del conflicto armado. Esta identificación se


realizará a través de la entrevista con el individuo.
2. Si el individuo además de considerarse como una persona víctima del
conflicto armado (de acuerdo a la definición establecida por la ley),
deberá estar registrado en el Registro único de Victimas o Registros
especiales (sentencias de la corte y órdenes judiciales) para poder
acceder a la atención por el Equipo Básico de Atención (EBA) del
Protocolo de Atención Integral en Salud con Enfoque Psicosocial a
personas Víctimas del Conflicto Armado.
Para realizar esta deberá realizar una consulta dirigida a identificar si la
persona se encuentra en Registro Único de Victimas (RUV) a través de la
consulta del sistema VIVANTO, o si la persona aparece en los registros
especiales (sentencias de la corte y órdenes judiciales).
Nota: Es importante recordar que el proceso de acceso a VIVANTO se
realiza a través de un usuario y una contraseña. Para que las IPS o las
EAPB tengan acceso a este sistema, se deberá seguir el procedimiento
establecido para tal fin en el Documento XXXXX.
Para facilitar el acceso a VIVANTO y facilitar la verificación de
información, se sugiere que el usuario y la contraseña sean administradas
por el referente PAPSIVI de la IPS o la EAPB.
Nota: El proceso de verificación en VIVANTO o Registros espaciales,
determinará la posibilidad de ingreso al protocolo y atención por el EBA,
pero NO LIMITARÁ la atención por otros servicios de salud a la cual
deben acceder las personas como población general beneficiaria del
sistema general de seguridad social en salud.
3. Una vez se realice el proceso de verificación en VIVANTO y registros
adicionales y se identifique que la persona víctima del conflicto armado se
encuentra registrada, el profesional en medicina procederá a identificar
las necesidades en salud que tenga la persona víctima del conflicto
armado de acuerdo con la ruta de promoción y mantenimiento, de
acuerdo al curso de vida y ciclo vital en el que se encuentra la persona.
4. Se establecerá un diagnóstico y un plan de manejo de acuerdo a las
características individuales y necesidades identificadas. Como parte
integral del manejo se deberá informar acerca de la atención que se
realiza a las personas víctimas del conflicto armado, a través de un
Equipo Básico de Atención en Salud (EBA), en el marco del Protocolo de
Atención Integral en Salud con Enfoque Psicosocial para Víctimas del
Conflicto Armado.
Se deberá informar a la persona el objetivo de esta atención: ―Esta
atención buscar brindar una atención integral en salud con enfoque
psicosocial, en el marco del Programa de Atención Psicosocial y Salud
Integral a Víctimas del Conflicto Armado – PAPSIVI-―. Esta atención será
brindada por un equipo de salud capacitado para prestar una atención y
seguimiento adecuado.
Esta información deberá brindarse en el marco de un espacio de
comunicación amable, en el cual se oriente y resuelvan las inquietudes
que la persona víctima del conflicto pueda tener.
Una vez se explique al individuo el objetivo y las características de la
atención por el Equipo Básico de Atención (EBA) y se resuelvan u
orienten sus inquietudes, se deberá indagar acerca de la disposición y
aceptabilidad de ser atendido por este equipo en el marco del Protocolo
Integral de Atención en Salud con Enfoque Psicosocial a Víctimas del
Conflicto Armado.
Si la persona accede a ser atendida por el EBA, se deberá realizar el
proceso de remisión para el EBA. Esta remisión deberá contener un
resumen de la consulta médica inicial y se deberá dejar escrito en la
historia clínica del consentimiento verbal que la persona día para recibir
esta atención.
5. Si el individuo no se encuentra registrado en VIVANTO o en registros
adicionales, el profesional en medicina que está realizando la atención,
deberá brindar una atención integral y humanizada, en la cual se
identifiquen las necesidades en salud que tenga la persona víctima del
conflicto armado de acuerdo con la ruta de promoción y mantenimiento,
de acuerdo al curso de vida y ciclo vital en el que se encuentra la
persona, así ofrecerá el manejo adecuado de acuerdo a la condición
actual y considerará la pertinencia de realizar remisión a la o las rutas de
atención de acuerdo a las necesidades en salud identificadas.
De igual manera se deberá brindar la orientación necesaria para que la
persona realice el registro en el RUV.
6. En cualquiera de las dos situaciones, (que la persona sea o no remitida a
EBA), deberá realizarse un reporte al equipo de PAPSIVI componente
psicosocial. Este reporte lo realizará el Referente PAPSIVI de la IPS y la
EAPB.

 La atención que brinda por medicina general como punto de captación para ingreso al
EBA deberá realizarse en el marco de los siguientes principios:
 Acción sin daño
 Dignidad
 Buena fe
 Igualdad
 Enfoque diferencial
 Participación conjunta
 Respeto mutuo
 Progresividad y gradualidad
 Complementariedad
 Colaboración armónica
 Derechos de las víctimas
 Protección integral
(Fuente: PAPSIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado 27
de agosto 2016).

 Cuando la persona víctima del conflicto armado sea remitido al EBA, será función del
referente PAPSIVI de la IPS o EAPB realizar seguimiento y verificar que se dé el acceso
de la persona al protocolo.

 Se recomienda una vez el individuo sea remitido a la atención integral en salud con enfoque
psicosocial que se brindará a través del EBA, esta atención se realice orientada en los
siguientes principios:
 Acción sin daño
 Dignidad
 Buena fe
 Igualdad
 Enfoque diferencial
 Participación conjunta
 Respeto mutuo
 Progresividad y gradualidad
 Complementariedad
 Colaboración armónica
 Derechos de las víctimas
 Protección integral
(Fuente: PAPSIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado 27
de agosto 2016).

 Se recomienda que en la consulta de primera vez a través del EBA para una persona
víctima del conflicto armado, se realice valoración por parte de todos los miembros del EBA.

 Se recomienda que la atención que se realice por cada uno de los miembros del EBA se
realice de manera individual y que cada profesional establezca el diagnóstico y el plan de
manejo.

 La atención que brinde cada uno de los miembros del EBA deberá tener las
características que se exponen más abajo.

 Se recomienda que posterior a las consultas individuales se realice una consulta


interdisciplinaria en la cual el EBA realice una valoración integral del individuo. Esta consulta
deberá garantizar un espacio de comunicación efectiva entre los miembros del equipo de
atención, que permita la discusión del caso y el establecimiento conjunto de un plan de
manejo, seguimiento y metas a alcanzar, a través de una sesión técnica periódica que será
liderada desde la perspectiva técnica por medicina y desde la perspectiva logística y
administrativa por enfermería. Para ello se recomienda establecer un registro de historia
clínica unificado por parte del equipo.

 La periodicidad de la consulta interdisciplinaria deberá ser: una inicial para toda victima
que ingrese por primera vez, y posteriormente el tiempo lo determinará el EBA de
acuerdo a las necesidades identificadas en cada caso.

 Se recomienda que el EBA tenga en cuenta en el momento de brindar atención integral a


una persona víctima del conflicto armado:

 La violencia por el conflicto armado es un escenario en el cual se producen eventos


intensos e inesperados, en donde los mecanismos psíquicos habituales no se
establecen, dado lo anterior se produce una fractura en la vida cotidiana del sujeto lo
que se denomina Evento Disruptivo.
 La repetición de eventos disruptivos, o la generación de entornos disruptivos, pueden
tener como consecuencia la pérdida del valor de la experiencia acumulada en el
individuo, lo que se puede traducir en la reducción de la posibilidad de registrar la
experiencia, significar lo vivido y calcular las acciones siguientes, produciendo trauma al
no poder metabolizarlo.
 El trauma no se establece de forma simple, ni se determina directamente por el tipo de
hecho victimizante sufrido, sino por la posibilidad o no de elaborar un significado, que le
permita desarrollar un proceso de entendimiento de lo que pasó y de esta manera seguir
adelante con la vida.
 La experiencia será traumática no tanto por lo penosa o dolorosa en sí, si no en la
medida en que la situación con potencial disruptivo, haga emerger de forma masiva y
repentina, angustia automática sin permitir el desarrollo de defensas psíquicas que
permitan su metabolización, es decir cuando fallan los procesos de integración
entendida como el proceso de transformación de lo no propio en propio, de lo
heterogéneo en homogéneo (P. Aulagnier).
 La vivencia puede comprenderse básicamente conformada por tres tipos de
dimensiones: 1) Vacío, 2) Desvalimiento y 3) Desamparo.
 Tenga en cuenta que los sistemas de creencias que más se afectan en una persona
víctima del conflicto armado son:

1. Creencias respecto a uno mismo:


a) Sentido de seguridad.
b) Confianza en uno mismo.
c) Sentido de plenitud y bienestar.
d) Sentido de responsabilidad.
e) Sentido de control sobre la propia vida.
2. Creencias respecto al mundo:
a) Sentido de orden en un mundo predecible.
b) Sentido en una vida con significado y propósito.
c) Sentido de protección en relación al garante de los derechos.
3. Creencias respecto a los otros:
a) Confianza en la bondad de los demás.
b) Sentido de intimidad.
c) Sentido de que es posible comunicarse con otros.
Fuente: ALFONSO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ. Psiquiatra. Profesor Titular. Director
Área Psicosocial – Facultad de Medicina - Universidad El Bosque. Trabajo
psicoterapéutico en trauma y emociones complejas.
 Se recomienda que la atención integral en salud con enfoque psicosocial que se brinde por
el EBA se realice a través de la narración y el relato de la experiencia biográfica. Esta
herramienta sirve para construir una adecuada agenciación. La narración tiene además
otras funciones:

 Una adecuación entre lo vivido y su evocación.


 Es un relato reflexivo que invita a quien lo hace a seleccionar los episodios significativos.
 Permite hacer catarsis, poniendo la historia en el umbral y haciendo ver el sufrimiento
como mediación.
 Permite viajar para entender el propio viaje.
 Hace público el dolor y busca re-conocimiento y reconocimiento

Fuente: ALFONSO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ. Psiquiatra. Profesor Titular. Director Área


Psicosocial – Facultad de Medicina - Universidad El Bosque. Trabajo psicoterapéutico en
trauma y emociones complejas.

 La comunicación es la principal herramienta de la intervención, por lo anterior los


procesos y productos de la conversación no pueden estar pre diseñados, son
temporales, emergentes y provisionales
 No se debe hablar sobre las vivencias traumáticas en forma inducida en los momentos
recientes a la exposición al trauma,
 No está indicado forzar un relato pormenorizado de los hechos

 Se recomienda que la intervención psicosocial que el EBA brinde a la persona víctima del
conflicto armado adopte una postura reflexiva. Reflexividad para esta intervención significa
un tipo de consciencia corporal a desarrollar, consciencia in-corporada.

 Los miembros del EBA, que hacen el trabajo psicoterapéutico quedan involucrados al
convertirse en testigos del dolor de otro y escuchar su relato.

 Se recomienda que el EBA establezca conversaciones desde una posición humilde de


curiosidad, conversaciones que sean dignas, respetuosas del otro y de sí mismo, que sean
pertinentes, relevantes, éticas, estéticas.

Fuente: ALFONSO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ. Psiquiatra. Profesor Titular. Director Área


Psicosocial – Facultad de Medicina - Universidad El Bosque. Trabajo psicoterapéutico en
trauma y emociones complejas.
 El principal instrumento para sanar es la misma persona que ha sido víctima del conflicto
armado.

 Se recomienda realizar un proceso de movilización en la persona víctima del conflicto


armado, para ello el principal instrumento es la relación psicoterapéutica.
 Se recomienda que la atención por el EBA, tenga como foco la construcción de una relación
de acogimiento para la escucha y la transformación de la experiencia, para superar el dolor,
para servir como testigos del dolor, y para promover la construcción y organización de
nuevos significados que posibiliten mayor control sobre la vida.

 Se recomienda que la atención integral en salud con enfoque psicosocial que se brinde a
través del EBA para las víctimas del conflicto armado cumpla con las siguientes
características:

 No se forzará nunca un relato de los hechos.

 Deberán los miembros del EBA tener condiciones de autoconciencia y capacidad de


introspección para poder ayudar sin violentar.

 Deberá brindarse el tiempo necesario a la persona víctima del conflicto para expresarse,
así como acompañar su ritmo, esto permitirá el manejo de la fluida e intensa
transferencia y contratransferencia presente en estos casos.

 Deberá ser una atención humanizada que garantice la no re victimización de la persona


víctima del conflicto armado.

 Deberá mantener un ambiente propicio que garantice la confidencialidad, seguridad y


protección a las personas víctimas.

 Establecerá un proceso de comunicación que sea informado y reflexivo.

 Permitirá y promoverá un relato de la experiencia por parte de la persona víctima del


conflicto armado. A través de este relato se puede dar la descripción de los hechos, así
como de la percepción y el afecto que se la persona tiene de ellos. Se indagará por la
implicación y el significado de lo que le ocurrió, sin pensar que esto estimula una
posición pasiva, quejumbrosa o resignada.

 Deberá enmarcar la narración en las dimensiones biográfica, motivacional y temporo –


espacial.

 Deberá identificar las características sociales, culturales, educativas y familiares. (nivel


educativo, pertenencia a grupos diferenciales, estructura familiar)
 Fomentará el cuidado y autocuidado a través de la participación activa de las personas y
las familias en todo el proceso y en la toma de decisiones.

 Deberá emplear un lenguaje claro y sencillo, nunca usar lenguaje peyorativo, ni


expresiones que hagan sentir a la persona víctima del conflicto armado como si fuera
culpable o responsable de lo que le sucedió.

 Deberá indagar por las necesidades y expectativas de las personas víctimas del
conflicto. (Tener en cuenta la situación actual de la víctima y sus posibilidades)

 Identificará el hecho victimizante, sin que esto implique el individuo tenga que contar la
situación, como ocurrió y detalles de la misma, dado que hacer esto generará procesos
de re victimización. La re victimización hace que se reviva la experiencia traumática o
que indirectamente sugiera situaciones que atenten contra la dignidad del individuo.
Siempre se orientará a través de un dialogo que permita a la persona contar lo que
significa para él o ella lo que le sucedió y las acciones que ha hecho para seguir
adelante (identificación de recursos).

 Deberá evitar la patologización y la estigmatización de las personas víctimas del


conflicto. Recuerde lo que le paso a la persona víctima del conflicto armado es una
situación anormal, pero la persona víctima es normal.

 Permitirá la expresión de las emociones de las víctimas y sus familias, en una actitud de
escucha, comprensión y aceptación del dolor libre de juicios.

 Entenderá que alteraciones en los sistemas de creencias pueden hacer que el duelo se
manifieste de manera compleja, a veces incomprensible para las personas del entorno e
incluso para el EBA, lo que puede generar que inicialmente la persona víctima del
conflicto armado rechace la atención.

 Comprenderá que las personas víctimas del conflicto armado tienen habitualmente otros
recursos como redes de apoyo, empleo de recursos autóctonos, rituales, rescate de las
creencias o asunción de otras, que deben hacerse visibles durante las conversaciones y
validarse como afrontamientos efectivos contra los impactos producidos por las
pérdidas. (ALFONSO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Trabajo psicoterapéutico en trauma y
emociones complejas)

 Deberá promover:

o La sensación de seguridad
o La calma.
o La sensación de auto eficacia y de eficacia colectiva.
o La conectividad.
o La esperanza.
 Propenderá por reducir el sufrimiento emocional, asegurar la satisfacción de las
necesidades básicas (que no son las mismas para todo individuo) y la exploración y
concientización de las circunstancias que ayuden a comprender que la situación
traumática se presentara.

 Ofrecerá información clara a las personas víctimas del conflicto sobre su situación de
salud, el plan de atención y el seguimiento.

 Se recomienda durante la atención por el EBA, realizar una historia clínica completa que
aborde:

 Identificación de la persona víctima del conflicto armado, la cual debe incluir, número de
identificación, edad, raza, pertenencia a un grupo étnico, identidad de género,
orientación sexual, lugar de nacimiento, lugar de procedencia, estado civil, nivel
académico, profesión y oficio, ocupación actual, EPS, datos de localización (dirección,
teléfono). En caso de ser menor de edad, o persona con discapacidad que requiere de
acudiente o cuidador, realizar la identificación del cuidador o acompañante.
 Hecho victimizante (sufrido por el individuo o su familia): se deberá identificar el tipo de
hecho victimizante sufrido, evitando la re victimización del individuo.
 Antecedentes personales: indagar por todos los antecedentes usuales en una historia
clínica, identificando afectaciones físicas y mentales, consumo de sustancias
psicoactivas, antecedentes farmacológicos, actividad sexual, hábitos de sueño, entre
otros. En caso de menores de edad, indague por los antecedentes materno-perinatales.
En casos en los cuales se identifiquen antecedentes de trastornos mentales indague por
eventos de hospitalización, tratamiento actual, e historia de seguimiento y control.
 Características de la familia y del entorno: se sugiere realizar ecomapa y APGAR
familiar. Se debe también indagar por ¿quiénes son las personas que representan para
la víctima figuras de confianza y protección?, ¿cuáles son las fortalezas y recursos que
han hecho que la persona resista?, ¿Qué otras situaciones de vulnerabilidad presenta la
victima?
 Se sugiere que el abordaje de la consulta se realice a través de áreas de ajuste
(individual, familiar, social, escolar, afectiva).
 Motivo de consulta y anamnesis: es relevante poder identificar si el motivo de consulta
pudiese estar relacionado con el hecho victimizante. De igual manera es importante
identificar si pudiese existir otro motivo de consulta subyacente.
 Examen físico completo: en caso de menores de edad, valore el neurodesarrollo.
 Examen Mental: conciencia, porte y actitud, orientación, atención, afecto, pensamiento,
lenguaje, conducta motora (conación y ejecución), memoria, inteligencia, juicio y
raciocinio, introspección, prospección.
 Impresión diagnóstica
 Plan de manejo
 Seguimiento
 Se recomienda realizar las siguientes acciones durante la consulta:

 Establecer un dialogo reflexivo en el cual se puede contrastar lo que el individuo puede y


lo que se quiere hacer. Para ello será necesario identificar las características y
restricciones conductuales, las necesidades y los deseos de los individuos. Esto
permitirá orientar el plan de atención y el alcance del mismo.

 Recordar que cada persona víctima del conflicto armado tiene una vivencia y una
respuesta a esta particular, que se ve influenciada por su entorno y las redes a las que
pertenece. Esta individualidad determina el tipo de afrontamiento y de adaptación a la
experiencia vivida y su conducta. Esto determinará en la perpetuación de una afectación
o en su modificación.

 Indagar a cerca de tres preguntas orientadoras que permitirán plantear el trabajo


psicoterapéutico :

a) Quién o quienes hace(n) la petición o demanda de cambio.


b) De quién o quienes se dice que sufren con el problema.
c) Quién o quienes tienen manifestaciones del problema

 En el momento de la atención se debe establecer el qué, cuándo, desde cuándo de la


queja, qué aspectos de la queja son modificables, expectativas del interlocutor y factores
limitantes del trabajo.

 Las atenciones iniciales del EBA tienen como propósito hacer preguntas que permitan
convertir las desgracias en problemas, estos en objetivos y luego los objetivos en
acciones que puedan transformar estos problemas, ubicando indicadores o metas que
permitan constatar cambio sin idealizar las expectativas.

 Establecer los alcances de un posible trabajo psicoterapéutico para concretar si es


oportuno, viable, si está indicado y si es preferible iniciar un trabajo psicoterapéutico a
otro tipo de acciones.

 Se recomienda en relación a los elementos no verbales, tales como la postura física del
entrevistador, conocer previamente los patrones culturales presentes, ya que estos
pueden determinar qué tan cerca o tan lejos se puede estar de la persona víctima del
conflicto armado. Se recomienda ubicarse en un ángulo de 90 grados respecto a la
persona para que esta en un momento dado pueda concentrase en su narración sin
encontrar una mirada confrontadora. (Fernández & Rodríguez, 2002).

 Los miembros del EBA que estén el proceso de atención a la víctima del conflicto
armado, deben respetar los silencios sin atropellarse, ni angustiarse, mantener su
atención flotante para detectar momentos narrativos significativos sobre los cuales
trabajar, atender y entresacar lo que no está explícito, los discursos interrumpidos y el
contenido latente detrás de lo dicho, registrar los momentos en que el discurso se torna
evasivo, repetitivo o se omite, atender a la comunicación no verbal que acompaña el
relato, emplear su voz para marcar énfasis o transmitir ritmos y emociones, igualmente
detectar lo que dice el tono y ritmo de voz de los interlocutores (Fernández & Rodríguez,
2002).

 Estrategias para facilitar las narraciones: parafraseo o repetición de lo último que haya
dicho el entrevistado, resúmenes sobre lo entendido hasta el momento, silencios,
intervenciones mínimas o gestos que promuevan la iniciativa de la persona entrevistada,
empatía (interés por escuchar y acompañar) más que simpatía (deseo de agradar).
Hacer preguntas cerradas alternadas con preguntas abiertas, clarificar, de vez en
cuando informar y muy pocas veces interpretar o confrontar.

 Se recomienda durante la atención a la persona víctima del conflicto armado, identificar


las narrativas dominantes, algunas con las que se puede trabajar se describen a
continuación:

Trabajar con narrativas de tristeza.


Trabajar con narrativas de autodestrucción.
Trabajar con narrativas de rabia.
Trabajar con narrativas de vergüenza y humillación.
Trabajar con narrativas de miedo.
Reacciones desde la posición de víctima.

Fuente: Fernández y Rodríguez. Intervención en crisis. 2002. Págs. 101 – 132.

 Se recomienda que los miembros del EBA hagan uso de cuatro tipo de preguntas, las
cuales desarrollan las habilidades conversacionales de primer, segundo y tercer
requeridas para la atención a víctimas del conflicto armado; estas preguntas son:
Preguntas Lineales:
Invitan generalmente a una respuesta concreta, ya que va en una sola dirección y
de esta manera es muy sencillo asociar una idea con la otra y dar una respuesta
que no implica mayor elaboración y permite al acompañante conocer datos
básicos de la persona. Su propósito es predominantemente descriptivo, sirven
para obtener información básica, más no deben usarse de manera exclusiva para
comprender la situación, ya que se pueden convertir en un interrogatorio
intimidante.
Preguntas reflexivas:
Pretenden influenciar a la persona de una manera indirecta o general. Su
propósito es predominantemente facilitador, el entrevistador se comporta como
un guía o entrenador que anima a movilizar los propios recursos de resolución de
problemas, abriendo espacios para que las personas vean nuevas posibilidades y
evolucionen más libremente de forma espontánea.
Preguntas circulares:
Tienen propósito predominantemente exploratorio y orientador. Se asume que
todo está conectado con todo lo demás. Ponen de manifiesto los patrones que
conectan, personas, objetos, acciones, percepciones, ideas, sentimientos,
eventos, contextos, etc.
Preguntas estratégicas:
Se usan para influenciar a las personas o familia de una forma específica. Su
intención es predominantemente correctiva. Se asume que es posible la
interacción constructiva. El entrevistador se comporta como un maestro con base
en las hipótesis que va formulando y trata mediante preguntas estratégicas de
generar un cambio, es decir, trata de que piensen o se comporten de una forma
que el entrevistador considera más [correcta]

Fuente: ALFONSO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ. Psiquiatra. Profesor Titular. Director Área


Psicosocial – Facultad de Medicina - Universidad El Bosque. Trabajo psicoterapéutico en
trauma y emociones complejas.

 Para el caso de menores de edad o personas en condición de discapacidad se deberá


estimular en los padres, acudientes o cuidadores de las personas víctimas del conflicto
el reconocimiento de su propio bienestar emocional.
 Fomentar el fortalecimiento de las redes sociales y las relaciones emocionales entre los
miembros de la familia.
 Generar pautas comportamentales a nivel social e individual.
 Fomentar la construcción de un proyecto de vida acorde a la etapa del ciclo vital,
analizando el ambiente familiar, social y cultural. Para la construcción de este proyecto
de vida es necesario reflexionar acerca de la vida actual y plantearse objetivos o metas.
 Promover las relaciones sociales, la creación de nuevas redes de apoyo o el
fortalecimiento de las ya existentes.
 Promover la comunicación abierta en las familias, la reorganización y redistribución de
roles.
 Se deberá estimular la inclusión escolar y laboral.
 Se deberá explicar la importancia de la planeación de tareas cotidianas, de establecer
rutinas compartidas con la familia y metas positivas.
 Realizar fase psicoeducativa a los padres, familiares o cuidadores de niños víctimas del
conflicto armado o personas con discapacidad acerca de la importancia de hacer el
diagnóstico y del proceso de atención interdisciplinar.
 En caso de identificar una persona con afectaciones físicas, recuerde explorar signos y
síntomas de una posible afectación mental, dado que la mayoría de afectaciones físicas
se relacionan con alteraciones mentales.
 Estimular a las personas víctimas del conflicto o a los padres, acudientes o cuidadores,
que padezcan trastornos psiquiátricos a usar los servicios de salud y cumplir con el plan
terapéutico.
 En caso de identificar una persona con discapacidad cognitiva, recuerde explorar signos
y síntomas de una posible afectación mental, dado que hay casos donde existe
presencia de alteración mental asociada a la discapacidad cognitiva.
 Como parte integral del análisis para la impresión diagnóstica tanto en niños como en
adultos es necesario evaluar a la persona con respecto a su grupo de referencia o grupo
social originario, para descartar que su condición tenga una raíz cultural o
socioeconómica.
 En los casos de menores de edad, donde se identifique negligencia de los cuidadores o
ausencia de ellos, informar a las autoridades competentes para realizar el estudio
correspondiente, de acuerdo a los protocolos establecidos para tal fin.

 Los registros de las atenciones sean claros, con información relevante y que
perduren en el tiempo; así se mitiga el riesgo de re victimización.

 Se recomienda que el EBA siga el siguiente proceso de entrevista psicosocial familiar:

 Presentación del entrevistador y de los miembros de la familia


 Presentación del programa, la forma en que está estructurado, quienes lo conforman
y como funciona.
 Conocimiento de la familia: Quienes la conforman, dinámicas internas, estados
emocionales, situación económica, perspectivas actuales, estados de salud, entre
otras.
 Motivos que causaron la consulta o referencia.
 Explicar los pasos a seguir para brindarles apoyo, incluyendo los procedimientos que
se aplicarán (APGAR familiar, genograma, etc.).

Los elementos a tener en cuenta durante la entrevista son:

 Observación de la expresión no verbal de la persona.


 Respetar las diferentes expresiones culturales.
 Evitar emitir juicios de valor que puedan provocar una respuesta defensiva.
 Facilitar la expresión de sentimientos.
 Enfatizar los aspectos más relevantes en cuanto a estados emocionales, de salud,
relaciones intrafamiliares y con la comunidad a la que pertenecen.
 Realizar entrevistas en forma interdisciplinaria cuando existe mayor complejidad.
 Frente a situaciones planteadas por la familia, realizar aportes precisos, gestionar
apoyo de otras instituciones y remitir.
 Ser flexibles en el tiempo límite.
 Nunca perder de vista la necesidad de un abordaje humano y empático que respete
los silencios y la negativa de las personas de hablar sobre temas particulares.
 Programar visitas domiciliarias a las familias cuando se observe la necesidad, con el
fin de brindar un acompañamiento más personalizado.
 Que la comunicación se establezca en el lenguaje materno, ya sea por manejar el
idioma o a través de traductores capacitados en el tema de salud mental.

 Se recomienda para la determinación del funcionamiento y estructura familiar:

 Con los elementos recogidos en la entrevista, evaluar el funcionamiento familiar y


determinar la estructura familiar con los modelos propuestos (APGAR y
GENOGRAMA). De ser necesario, considerar una nueva entrevista para completar la
información precisa.
 No olvidar que estos instrumentos, únicamente pretenden ser material de apoyo y
sistematización, pero no sustitutos de la entrevista y la intervención directa y humana
con las familias.

● Evaluación del funcionamiento familiar.

Se considera el funcionamiento familiar como la dinámica interactiva y sistémica que se


produce entre los miembros de la familia y se evalúa a través de diversas categorías que
pueden ser, entre otras, armonía, cohesión, rol comunicación, afecto, permeabilidad y
adaptabilidad.

 Se recomienda la utilización del APGAR familiar para identificar el funcionamiento familiar

 Se recomienda para la atención psicoterapéutica familiar:

 Luego de establecer el diagnóstico familiar y de haber completado los instrumentos


propuestos y la visita domiciliaria, el equipo podrá decidir el tipo de intervención que
podrá, eventualmente, beneficiar a la familia. Es necesario, nuevamente, insistir en que
las intervenciones psicoterapéuticas a este nivel precisan de entrenamiento y
experiencia, capacidad que deberá generarse, reforzarse y actualizarse constantemente
entre los miembros del equipo de atención básica. El abordaje seguirá los conceptos,
metodología, y práctica del abordaje familiar sistémico.
 La terapia sistémica se basa en la idea de que todos formamos parte de un sistema, una
familia, pero cada sistema es parte de otro sistema mayor cuyos elementos determinan
su estabilidad en el marco de una coevolución recíproca. Toda unidad puede verse
como un sistema, y esto da como resultado una jerarquía entre los sistemas; es un
sistema que no está aislado; los actos que como individuos, familia o estado se realizan,
tienen una repercusión en terceros. Por eso todos, de alguna manera, tienen
responsabilidad sobre los otros.
 En el tema de afectaciones por hechos victimizantes relacionados por el proceso del
conflicto armado y las relaciones familiares, existen varios fenómenos comunes que
unen a los miembros de la familia:

 La exposición a eventos traumáticos de diversa índole e intensidad pero con el


mismo origen. Las consecuencias psicosociales ocasionadas por los hechos
victimizantes crean una especial necesidad respecto a la responsabilidad de las
decisiones para afrontar dichas secuelas. Si estas se orientan hacia la violencia, los
futuros ciudadanos, padecerán los destinos de sus antecesores. Los hijos de los
perpetradores se identificarán con los destinos de sus víctimas, y el dolor, rencor, ira,
desconfianza de las víctimas se transmitirá a las siguientes generaciones.

 En el caso que no se tenga experiencia ni capacitación en terapia sistémica, se propone


plantear una atención terapéutica familiar corta y centrada sobre el impacto causado por
los hechos victimizantes en la dinámica familiar. Se sugiere trabajar técnicas de
orientación familiar a partir de un espacio de escucha activa y apoyo, tendientes a la
recuperación emocional y a brindar pautas de autoayuda. Para el seguimiento se
recomienda limitar el caso a dos o tres sesiones y luego si es necesario, remitir el caso
al nivel comunitario, para abordarlo a partir de grupos donde se realicen talleres
psicosociales con temáticas específicos (grupos de reflexión o apoyo).

 Se recomienda seguir el siguiente modelo de entrevista familiar:

 Luego de presentarse con la familia y de conocer la integración, estructura y dinámica


de la familia, abordar los siguientes temas observando las pautas para entrevista
descritas en el protocolo.
 Indagar:

Origen de la familia (donde nacieron y de qué grupos étnicos son; describir):

 ¿Cómo era la vida familiar antes del hecho victimizante?: indagar sobre estructura,
interacciones, conflictos, estilo de vida, situación socioeconómica, roles y
comunicación intrafamiliar.
 ¿Cómo era la vida familiar durante el tiempo en que se presentó el hecho
victimizante? Indagar sobre cambios en la estructura, interacciones, conflictos, estilo
de vida, roles y comunicación intrafamiliar. echos de violencia ocurridos en la
familia, en qué año ocurrió?
 ué significó para ellos
 ¿Efectos del hecho victimizante en los miembros de la familia?, los miembros de la
familia identifican quienes de sus miembros son víctimas?
 ¿Efectos de los hechos victimizantes y sus afectaciones en la economía familiar,
quien asumió la responsabilidad?
 ¿Efectos del hecho victimizante en las costumbres y pautas culturales (idioma,
religión, reuniones, ritos, ceremonias, otras)?
 ¿Efectos del desplazamiento (si los hubo)?
 ¿Algún miembro de su familia fue sometido a tortura, parentesco, nombre?
 ¿Algún miembro de su familia fue sometido a violencia sexual, parentesco, nombre?
 ¿Algún miembro de su familia está desaparecido, parentesco, nombre, qué edad
tenía la víctima al momento de la desaparición, cómo fue?
 ¿Cómo se sitúan las personas frente a lo vivido?

 Se recomienda usar instrumento para valoración de disfunción familiar (apgar)


 Se recomienda usar el genograma para identificar los tipos de relaciones entre los miembros
de la familia, por lo menos tres generaciones

 Se recomienda seguir las siguientes características para la atención individual en adultos

Evaluación inicial

Aun cuando la evaluación inicial pretende establecer el estado de salud mental del individuo, se
convierte también en un primer intento terapéutico y de registro por lo que deberá ser conducida
profesional y humanamente desde el principio.

 Presentación y acercamiento inicial. El profesional de la salud que haga parte del equipo
básico de atención se presentará con su nombre y apellido y tratará de propiciar un
primer acercamiento cordial, amable y humano que permita a la persona sentirse
cómodo y confiado.
 Información general. Se indagaran los datos generales incluyendo nombre, edad, estado
civil, religión, escolaridad, ocupación u oficio, etc.
 Escuchar la historia. Aunque se tratará de generar el relato de los hechos, se deberá
evitar el presionar de ningún modo a la persona o re victimizarla. En el proceso se
deberá proveer de un ambiente amable, con atención al lenguaje corporal del individuo.
La atención al tono y volumen de la voz así como al flujo del discurso es importante.
Practicar la escucha responsable y reflexiva. Si se hace necesario aclarar algún punto,
se deberá ser amable y empático con el relato. Permitir la extensión de la historia hasta
un punto razonable.
 Identificar reacciones y emociones detectadas durante el relato de la historia y
nominarlas con palabras de la persona.
 Identificar síntomas, con un acercamiento sencillo y no amenazador, investigar sobre
síntomas particulares que permitan orientar la atención o la necesidad de referir a un
especialista clínico. Específicamente se debe indagar evidencia escrita sobre síntomas
físicos actuales y pasados, síntomas psicológicos actuales y pasados y ser
particularmente sensible al preguntar sobre intentos o ideas suicidas o de muerte, sobre
patrones de consumo y violencia familiar, entre otros.
 Explicar los síntomas referidos. Abordar con la persona el origen o significado de la
sintomatología descrita. Explicar cómo el cuerpo y la mente reaccionan a los eventos
traumáticos, e igualmente al estrés producido por este. Explicar cómo la mente y el
cuerpo se relacionan entre sí. Remarcar el hecho que algunas personas expuestas a
eventos anormales (trauma) pueden presentar estos síntomas.
 Despedir la primera ofreciendo disponibilidad pero estableciendo la fecha para la
siguiente sesión.

Abordaje individual

El vínculo terapéutico por sí mismo, es ya reparador en un primer momento, el profesional —o


la institución— que atiende a estas personas, debe brindar un marco de empatía frente a los
atropellos vividos, esto constituye también un reconocimiento del sufrimiento y del horror vivido,
lo cual usualmente, no sucede en el entorno social.

Las intervenciones de acompañamiento terapéutico co-reparatorio, tendrá como objetivos


mínimos:

 Elaborar el trauma y los sentimientos de rabia, dolor, odio e impotencia.


 Reconocer sus dificultades y conflictos como productos de la violencia y diferenciarlas
de sus dificultades previas.
 Generar un nuevo vínculo de manera positiva con el entorno a fin de abrirse nuevas
formas de relación humana
 Proveer herramientas para manejar la frustración cotidiana y las dificultades que la
reinserción social genera.
 Reconstruir la confianza en sí mismo y en los demás
 Reconocer el miedo y enfrentar de forma activa el estigma y la negación de este.
 Recobrar las habilidades sociales y la capacidad de logro.
 Recuperar el potencial de empoderamiento individual
 Reelaborar el proyecto personal de vida. Cada intervención tendrá características e
implicaciones distintas que deberán definirse al inicio con el equipo básico de atención y
que se redefinirán a lo largo del proceso psicoterapéutico.

Se debe realizar una historia completa de los hechos victimizantes y las posibles afectaciones
físicas y/o mentales que sirvan para comprender y resignificar la experiencia traumática vivida,
romper el silencio, socializar lo vivido, recuperar el sentido de la vida, identificar afrontamientos
y redes efectivas, etc.

Se plantea realizar un proceso terapéutico basado en 4 etapas, que son:

Etapa 1: Contacto con el individuo

Se recomienda que se realice en dos sesiones presenciales.

El contacto se inicia con la presentación de la víctima y la persona que lo apoya en el proceso


de acceso al sistema general de seguridad social en salud, tiene como propósito aplicar la
primera entrevista, que permita obtener información precisa, generar un espacio de confianza,
establecer el motivo por el que la víctima del conflicto armado está asistiendo, establecer el
estado de funcionamiento general del individuo, evaluar la existencia y funcionalidad de la red
de apoyo con la que cuenta, elaborar una historia clínica detallada y establecer acuerdos
conjuntos del proceso con él o la víctima para establecer compromisos mutuos.

 Si se trata de experiencias de violencia sexual debe ser tratada por otra mujer.
 De preferencia el terapeuta debería hablar el idioma de la víctima, de no ser así es
posible el uso de un traductor que sea discreto y que no constituya una amenaza para la
víctima.
 Considerar a la víctima como un sujeto con capacidad y poder de decisión sobre sí
mismo y sobre el proceso de atención.
 Fortalecer en todo el proceso el desarrollo de habilidades para la toma de decisiones.
 Respetar los tiempos del o la víctima para expresar su experiencia y su significado,
permitirá que la atención sea adecuada sensible y humana. Abrirse a otro ser humano
cuando ha sido violentado es una tarea difícil que requiere paciencia y respeto del
terapeuta, este debe respetar también el silencio.
 No centrar a la persona y su identidad en su ser víctima, es decir etiquetarlo por su
experiencia traumática y contribuir a fijarla en ella, sino centrarse en el rol de
sobreviviente activo, sujeto de cambio.
 El sitio del diálogo debe ser tranquilo, privado y agradable.
 Respeto a sus características particulares tales como edad, sexo, etc.
 Mantener un respeto profundo a las creencias de la persona y de su grupo cultural.
 Se debe utilizar un lenguaje sencillo y comprensible para el sobreviviente.
 Generar un proceso de confianza es una condición absoluta para que la atención tenga
éxito. Puede pasar mucho tiempo antes de que el sobreviviente hable sobre la
experiencia traumática y las vivencias experimentadas alrededor de la misma.
 Controlar las emociones personales propias.
 Evitar cualquier clase de prejuicios, no regañar, no divulgar, ni culpar al sobreviviente.
 No dudar ni cuestionar lo que se está relatando.
 Escuchar en forma activa el testimonio del sobreviviente, no solo las palabras, sino su
significado y su impacto, permitir que se exprese dando el tiempo necesario para que
hable de lo ocurrido, estar atento a todo lo referente al sobreviviente y no interrumpirlo.
 Exprese su voluntad de escuchar mediante el contacto ocular y la postura abierta al
diálogo y actitud comprensiva.
 Seguir detenidamente la secuencia del testimonio e identificar pensamientos,
sentimientos y actitudes presentadas por la persona en la experiencia traumática y
después de ella.
 Cuidar el lenguaje no verbal del prestador de apoyo, es decir cuidar que sea empático y
respetuoso en cada momento del proceso.
 Respetar y comprender afrontamientos defensivos o resistencias que le hay ayudado al
sobreviviente a sobrellevar la situación traumática y su vida personal.
 No hacer señalamientos sobre estos afrontamientos ni comentarios valorativos sobre la
situación del sobreviviente, para no acrecentar las resistencias dificultando el proceso de
confianza.
 Mientras el sobreviviente cuenta su historia, el profesional de la salud recibe, comprende
y pondera la información, orientando la entrevista pero no interrumpiendo el relato del
sobreviviente.
 La posibilidad de hablar y dar un sentido social a la experiencia puede ser reparador.
 Cuando el testimonio ha concluido se pueden hacer preguntas que complementen la
información y que le faciliten a la persona expresar otras dimensiones de la experiencia
vivida: ué sucedió después? ué pensó usted respecto a lo ocurrido ué
sentimientos experimentó durante o luego de lo ocurrido ué siente ahora respeto a
la experiencia ué problemas físicos y o mentales le provoca todavía lo vivido,
gravedad, frecuencia etc.? ¿Cómo enfrentó la situación ué hizo durante y después
del hecho? ¿Cómo cambio esto su vida? ¿Hay alguna otra cosa de la que desee hablar
ahora? ¿Cómo ha tratado sus problemas físicos y/o mentales?
 Hacer un cierre del proceso dando ánimo y esperanza al sobreviviente, normalizando
sus problemas y ubicándolos en la situación problemática y no en el cómo enfermo.
 Al finalizar se debe tener una comprensión clara de la experiencia traumática, de sus
impactos a nivel de pensamientos, emociones y actitudes, de los malestares físicos y
emocionales derivados de tal experiencia y definir una estrategia para abordarlos, que
debe quedar por escrito en la historia clínica
 Es necesaria la supervisión profesional para elaborar los propios pensamientos,
sentimientos y actitudes del terapeuta.

Etapa 2: Identificación de problemas

Se recomienda destinar dos o tres sesiones para el desarrollo de esta etapa:

 Recapitular lo ocurrido en la primera etapa para enlazar con el proceso de contacto.


 Renovar el proceso de confianza iniciado, y los acuerdos y compromisos asumidos por
ambos.
 Evaluar con el sobreviviente las expectativas que se derivaron de la etapa anterior.
 Dialogar con el sobreviviente los problemas identificados y su posible abordaje.
 Hacer una reflexión con el sobreviviente de como era su vida antes del hecho
victimizante y como ha sido después de dicho evento. Ya que algunos sobrevivientes
podrían considerar el miedo, las molestias, las pesadillas, etc., como parte natural de
sus vidas.
 Normalizar los sentimientos del sobreviviente ante situaciones anormales.
 Identificar los diferentes estilos de afrontamiento positivos o negativos del sobreviviente.
 Fomentar afrontamientos positivos o alternativos a los afrontamientos negativos.
 Indagar los efectos de la primera sesión ya que al rememorar la experiencia traumática,
pueden haberse agravado los síntomas o aparecer otros, los cuales tienen que ser
abordados en este momento.
 Puede ser útil brindarle algunas herramientas de relajación y respiración que permita ir
gradualmente abandonado la tensión originada por la ansiedad y el estrés, de tal
manera que sentirá menos dolor corporal y dormirá más relajado.
 Se debe evaluar la necesidad de medicación, si es así, referir al psiquiatra para una
atención especializada y prescripción de medicamentos.
 Trabajar el sentido y los significados dados por el sobreviviente y dialogar sobre
significa- dos complementarios.
 Hacer un cierre del proceso dando ánimo y esperanza al sobreviviente, normalizando
sus problemas y ubicándolos en la situación problemática y no en el cómo enfermo.
Etapa 3: reforzar afrontamientos

Se recomienda que duren 3 sesiones:

 Enfocar la afectación y dialogar sobre su causalidad.


 Dejar que el sobreviviente se exprese libremente sobre el hecho victimizante u otros
aspectos de su vida o de sus preocupaciones.
 Trabajar con el sobreviviente los sentimientos de culpa, miedo, ira, rememoración del
hecho victimizante y la afectación.
 Explorar más a fondo el significado del acontecimiento y sus consecuencias.
 Evaluar con el sobreviviente los afrontamientos positivos y las fortalezas con las que
cuenta, para fortalecerlos.
 Abordar con el sobreviviente la revalorización del sentido de la vida y sus fuentes de
esperanza: su persona, familia, pareja, amigos, trabajo (red de apoyo), etc. Que le
permitan dejar de centrarse en la parte negativa de lo vivido.
 Evaluar con el sobreviviente los afrontamientos negativos y trabajar en estos, con la
intensión de superarlos.
 Determinar si el sobreviviente experimenta alguna mejoría de sus afectaciones mentales
y/o físicas.
 Hacer un cierre del proceso dando ánimo y esperanza al sobreviviente, normalizando
sus problemas y ubicándolos en la situación problemática y no en el cómo enfermo.

Etapa 4: Trabajar en la recuperación de su autoestima y el autocontrol sobre su vida y su


proyecto de vida

Se recomienda que esta etapa dure 8 sesiones:

 Evaluar con el sobreviviente si se siente más seguro, menos vulnerable y si siente más
control sobre su vida y sobre los síntomas.
 Dialogar con el sobreviviente sobre su valoración acerca de su capacidad de haber
afrontado lo vivido, si se considera no una víctima sino un sobreviviente de la
experiencia vivida.
 En esta etapa se construye una explicación más amplia y contextual de lo ocurrido y la
reintegración de lo vivido.
 Revalorar todas aquellas formas positivas de afrontar que le permitieron ser un
sobreviviente y no solamente una víctima de lo ocurrido, esto ayuda a acrecentar el
sentimiento de control por ello hay que reforzarlas constantemente.
 Evaluar la mejoría y comenzar a dialogar sobre su visualización del futuro y de su
proyecto de vida, que pasos dar para desarrollarse, crecer y superar los malestares.
 Hacer un cierre del proceso dando ánimo y esperanza al sobreviviente, normalizando
sus problemas y ubicándolos en la situación problemática y no en el cómo enfermo.
 Se recomienda que el equipo básico de atención al identificar y brindar atención a una
persona víctima del conflicto armado, explore si se presentan los siguientes problemas
entre otros: (problema se refiere a alteraciones en el funcionamiento mental del individuo,
que suceden en la vida cotidiana y que no tienen consecuencias significativas para la
adaptación ocupacional, familiar, de pareja o social del individuo)

 Historia personal de conductas auto agresivas


 Estigma y discriminación, consumo de tabaco, consumo de alcohol (trastornos
relacionados con sustancias)
 Extremadamente emocional, confusión de la fantasía, tendencia a evitar la gente,
tendencia a evitar las actividades, conducta inmadura, dependencia, falta de
concentración, falta de atención, problemas de memoria, irritabilidad, enfermedad
psicosomática, indiferencia, problemas de aprendizaje, distracción, gritos, hostilidad,
sobre dependencia, labilidad emocional, infelicidad, retraimiento, dificultad para dormir,
desafío persistente.
 Problemas de sueño: insomnio, pesadillas, temor a dormir solos/ dormir con los padres
en niños.
 Percepción de estigma, discriminación y exclusión social
 Problemas de autoestima
 Desesperanza
 Comportamientos agresivos
 En niños y adolescentes actitudes negativistas y desafiantes
 Consumo de alcohol, tabaco o de otras sustancias psicoactivas (SPA).
 En niños y adolescentes problemas de aprendizaje, fallas en atención y concentración,
desmotivación o deserción escolar, problemas o regresión en el control de esfínteres,
indicadores o historia de maltrato, violencia intrafamiliar y/o violencia sexual
 Sensación de inseguridad.
 Recuerdos intrusivos y repetitivos de experiencias traumáticas
 Problemas de apetito y del comportamiento alimentario.
 Disminución o aumento sensible de peso (marcador importante en trastornos de la
conducta alimentaria, se asocia con frecuencia con depresión, ansiedad o trastornos
psicóticos)
 Quejas somáticas: dolor epigástrico, dispepsia, cambio en los hábitos intestinales, dolor
osteomuscular, dolor lumbar, cefalea, entre otros.
 Sensación de cansancio y agotamiento
 En menores de edad valore el desarrollo psicomotor a través de la herramienta de
identificación de signos de alarma para sospechar alteraciones del desarrollo.
 Es importante tener en cuenta que en los niños menores de 10 años, por aspectos del
desarrollo cognoscitivo es posible que no reconozcan la presencia de algunos síntomas
o no puedan verbalizarlos.
 Se sugiere considerar que la presencia de alguno de los problemas previamente
mencionados puede relacionarse con la aparición de alguna o varias de las siguientes
condiciones en salud o trastornos de la salud física o mental:

AFECTACIONES FISICAS

AFECTACIONES FISICAS EN ADULTOS

Estudios que mostraron asociación para:

 Enfermedades endocrinas (E00-E35): diabetes (separación de los padres


durante la guerra)
 Enfermedades del sistema circulatorio (I00-I99): enfermedad cardiaca
(atentados terroristas, separación de los padres durante la guerra), HTA
(ataques terroristas).
 Trastornos metabólicos (E70-E90): síndrome metabólico (Si hay TEPT).
 Enfermedades del aparato digestivo: (K00-K93): trastornos
gastrointestinales: colon irritable (si hay TEPT)
 Embarazo, parto y puerperio (O00-O99): complicaciones del embarazo:
aborto y embarazos ectópicos (si hay pensamientos suicidas), cesáreas de
urgencia, bajo peso.
 Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, no
clasificados en otra parte (R00-R99): dolor crónico (trauma psicológico), dolor
pélvico y fistulas (abuso sexual), fibromialgia (si hay TEPT y síndrome
somático)

Estudios de prevalencias que no reportan asociación:

 Enfermedades nutricionales (E40-E68): malnutrición


 Enfermedades del sistema nervioso (G00-G99): apnea obstructiva del sueño
 Enfermedades del sistema circulatorio (I00-I99): enfermedad cardiovascular,
enfermedad cerebrovascular, enfermedad cardiaca.
 Enfermedades del aparato genitourinario (N00-N99): infección de vías
urinarias, ciclo menstrual irregular
 Embarazo, parto y puerperio (O00-O99): complicaciones en el embarazo:
parto prematuro, mortalidad materna e infantil.
 Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, no
clasificados en otra parte (R00-R99): dolor crónico generalizado, dolor de
espalda.
 Traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causa
externa (S00-T99): trauma físico y discapacidad

Estudios que no mostraron asociación:

Trastornos metabólicos (E70-E90): Alteraciones del perfil lipídico


AFECTACIONES FISICAS EN LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

Se encontraron estudios que mostraron asociación para:

 Enfermedades endocrinas (E00-E35): diabetes (Si hay TEPT)


 Enfermedades nutricionales (E40-E68): malnutrición ( si no hay lactancia
materna)
 Enfermedades del sistema circulatorio (I00-I99): enfermedad cardiaca y
cardiovascular.

Estudios de prevalencias que no reportan asociación:

 Obesidad y otras hiperalimentaciones

AFECTACIONES FÍSICAS EN VETERANOS Y MILITARES


** La identificación de afectaciones en personas veteranas o militares, no modifica de
ninguna manera la definición de victima que estable este protocolo como premisa y la
cual se orienta a través de la Ley 1448 de 2011.

Estudios que mostraron asociación para:

 Enfermedades del sistema circulatorio (I00-I99): enfermedad cardiovascular


(prisioneros de guerra), enfermedad cardiaca (si hay TEPT), hipertensión
arterial (si hay TEPT), síndrome metabólico (si hay TEPT)
 Enfermedades del aparato genitourinario (N00-N99): infección de vías
urinarias(si hay TEPT)
 Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, no
clasificados en otra parte (R00-R99): dolor crónico generalizado

Evidencia que no mostró asociación:

 Enfermedades del sistema circulatorio (I00-I99): Infarto del miocardio

Estudios de prevalencias que no reportan asociación:

 Enfermedades endocrinas: diabetes


 Enfermedades nutricionales (E40-E68): obesidad y otras hiperalimentaciones
 Enfermedades del sistema nervioso (G00-G99): síndrome de fatiga crónica
 Enfermedades del sistema circulatorio (I00-I99): enfermedad
cerebrovascular, enfermedad cardiaca, enfermedad vascular periférica,
enfermedad renal
 Enfermedades del aparato respiratorio (J00-J99): enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC)
AFECTACIONES MENTALES

AFECTACIONES EN LA SALUD MENTAL EN ADULTOS

Estudios que mostraron asociación para:

 Trastornos depresivos: depresión


 Trastorno de ansiedad: ansiedad
 Trastorno de pánico
 Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés

Estudios de prevalencias que no reportan asociación:

 Espectro de la esquizofrenia y otros desordenes psicóticos


 Trastornos depresivos
 Trastorno de ansiedad
 Trastorno del sueño y vigilia

AFECTACIONES EN LA SALUD MENTAL DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTES

Estudios que mostraron asociación para:

 Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés – Trastorno de


estrés postraumático
 Trastorno del desarrollo neurológico: pobre funcionamiento social

Estudios de prevalencias que no reportan asociación:

 Trastorno del desarrollo neurológico


 Trastornos depresivo
 Trastorno de ansiedad
 Trastorno de la eliminación
 Trastorno del sueño y vigilia

AFECTACIONES EN LA SALUD MENTAL DE LOS MILITARES


** La identificación de afectaciones en personas veteranas o militares, no modifica de
ninguna manera la definición de victima que estable este protocolo como premisa y la
cual se orienta a través de la Ley 1448 de 2011.

Estudios que mostraron asociación para:

 Trastornos depresivos
 Trastorno del sueño y vigilia: pesadillas frecuentes
 Disfunción sexual
 Trastornos neurocognitivos: demencia
 Otras factores de riesgo: consumo de alcohol

Estudios de prevalencias que no reportan asociación:

 Trastorno bipolar y trastornos relacionados:, episodio maniaco


 Trastornos depresivos: distimia
 Trastorno de ansiedad: fobias
 Trastornos neurocognitivos: disfunción cognitiva
 Trastorno de la personalidad: trastorno antisocial de la personalidad,
trastorno de conducta.

Calidad de la evidencia: moderada calidad

 Se recomienda indagar por ideación suicida, ideas relacionadas con la muerte o ideación
de desesperanza en todas las víctimas del conflicto armado, especialmente cuando son
mayores de 10 años y presentan uno o más de los siguientes problemas o trastornos:

 Crisis: (Una crisis es la reacción conductual, emocional, cognitiva y biológica de una


persona ante un evento precipitante, que se constituye en un estado temporal de
trastorno, desorganización y de necesidad de ayuda, caracterizado principalmente por la
disrupción en la homeostasis psicológica del individuo y que aparece cuando una
persona enfrenta un obstáculo a sus objetivos o expectativas vitales. En la crisis se
pierde temporalmente la capacidad de dar una respuesta efectiva y ajustada al problema
porque fallan los mecanismos habituales de afrontamiento y existe incapacidad para
manejar las situaciones y/o dar soluciones a los problemas)
 Dolor crónico
 Epilepsia/Crisis epilépticas
 Depresión (Remitirse a la Guía MhGAP, adaptada para Colombia para consultar las
definiciones)
 Problema relacionado con consumo de alcohol y otras SPA.
 Problemas de concentración, inquietud motora, impulsividad, conductas negativistas,
rebeldía, crueldad, rechazo de normas de convivencia, conductas destructivas.
 Psicosis
 Retraso del desarrollo del lenguaje, del desarrollo motor, de las habilidades de
comunicación y socialización, discapacidad intelectual o del aprendizaje
 Antecedentes de autolesiones y/o intentos de suicidio

NOTA: Para explorar adecuadamente comportamiento suicida en niños y adolescentes


consultar: WHO. MhGAP intervention guide for mental, neurological and substance use
disorders in nonspecialized health settings [monograph on the Internet]. [place unknown]:
Ginebra WHO 2010; 2010. [cited June 16, 2015]. Available from: Catálogo Bibliotecas
Universidad Nacional de Colombia. WHO. Public health action for the prevention of suicide: a
framework. [serial on the Internet] Ginebra WHO 2012; 2012. [Cited June 16, 2015]. Available
from: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/75166/1/9789241503570eng.pdf

 Se recomienda que el EBA realice el siguiente esquema de atención y referencia:

1. Si se identifica un problema en la esfera mental (se refiere a alteraciones en el


funcionamiento mental del individuo, que suceden en la vida cotidiana y que no tienen
consecuencias significativas para la adaptación ocupacional, familiar, de pareja o social
del individuo), el EBA deberá orientar un plan de manejo de psicoterapia y seguimiento
por el EBA.
2. Si se identifica o se sospecha un trastorno mental (se refiere se refiere a alteraciones
mentales que afectan la funcionalidad y la adaptación social, familiar, ocupacional y/o de
pareja del individuo) la persona víctima del conflicto armado deberá ser remitida para
valoración y manejo por especialista en el nivel complementario, psicoterapia +
psicofarmacología, de acuerdo a la necesidad de la persona y las consideraciones del
especialista.

 En todo caso para establecer el diagnóstico de trastornos mentales se usará el


MhGAP o el DSMV, pero para efectos de registro en la historia clínica se usará
CIE10.

 Es fundamental reconocer que hay personas víctimas del conflicto armado que
pueden requerir tratamiento psicológico o psiquiátrico debido a su alto grado de
daño, pero este no debe ser el punto de partida de la atención psicosocial que
requieren todas las personas víctimas del conflicto armado, si no que hará parte
del repertorio de opciones que pueden requerirse en el proceso de atención para
casos particulares, de acuerdo a la valoración individual.

 Se recomienda que la atención integral en salud con enfoque psicosocial para personas
víctimas del conflicto armado expuestas a violencia sexual como hecho victimizante,
deberá contar con las siguientes características:

a) Apoyo emocional
b) Atender a todas las condiciones generales de salud relacionadas con la violencia sexual
como los son: emergencias médicas / psicológicas – trauma, intoxicaciones, cuidado
general de la salud, etc., así como los cuidados médicos específicos, tales como
anticoncepción de emergencia, profilaxis de ITS y VIH, hepatitis B, Interrupción
Voluntaria del Embarazo - IVE, etc.
c) Realizar la toma de evidencias forenses cuando sea necesario.
d) Aplicar todas las medidas de protección para las víctimas.
e) Realizar el tratamiento y rehabilitación a la víctima para su salud mental.
f) Orientación a nivel familiar
g) Realizar la denuncia, reporte y documentación de la violencia sexual
h) Activar las distintas redes de apoyo institucional, comunitario y familiar que permitan su
atención integral.
i) Desde la institucionalidad, se debe garantizar que las víctimas de violencia sexual NO
sean nuevamente vulneradas durante el proceso de atención.
(Fuente: PAPASIVI 2013
https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/Victimas_PAPSIVI.aspx consultado 27
de agosto 2016)

 Se recomienda que el establecimiento del plan de manejo y seguimiento se realice de forma


concertada con la persona víctima del conflicto, buscando mejorar la adherencia al proceso
terapéutico, teniendo en cuenta las características de la persona, sus necesidades y
expectativas.

 Se recomienda aplicar los criterios diagnósticos DSM-5 y mhGAP en las personas víctimas
del conflicto armado en quienes se sospechen las siguientes condiciones (entre otras):

 Trastornos relacionados con trauma y estrés: trastornos de Estrés Agudo, Trastorno de


Estrés Postraumático y Trastornos de Adaptación
 Duelo prolongado (Diagnóstico CIE-10)
 Trastornos depresivos: depresión Mayor, distimia
 Trastornos de Ansiedad: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad de
separación, trastorno de pánico, fobias
 Trastornos destructivos del control de los impulsos y de la conducta (trastorno negativista
desafiante y trastorno de conducta)
 Trastornos por síntomas somáticos
 Trastornos de la conducta alimentaria.
 Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos.
 Trastornos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
 Trastorno Bipolar.
 Trastornos del sueño

 Se sugiere realizar el seguimiento a las personas víctimas del conflicto armado así:

Personas mayores de 18 años de edad:


 Durante la atención por EBA las personas menores de 18 años deben ser atendidas de
acuerdo a la ruta de promoción y mantenimiento, y realizar todas aquellas acciones en
salud que promuevan una adecuada salud.
A toda persona víctima del conflicto armado que sea mayor de 18 años de edad se
realizará seguimiento durante 2 años por el EBA, independientemente de que este
siendo valorado y manejado por el especialista, derivado de un trastorno mental o de
una patología física.
Se sugiere realizar vigilancia mensual por el equipo básico de atención a todas las
víctimas durante el primer año de atención, incluidas aquellas personas que tienen un
trastorno mental o una condición física que han requerido ser remitidas al sistema de
salud para manejo especializado.
Se sugiere que durante el segundo año se continúe el seguimiento con controles
mensuales por parte del equipo básico de atención a aquellas víctimas que aunque han
presentado signos y síntomas de afectación, estos no han derivado en patologías o
trastornos que ameriten manejo especializado.
Si la persona durante los dos años de seguimiento presenta una patología física, deberá
ser atendido por el EBA, identificando y valorando la necesidad de remisión a nivel
especializado de acuerdo a las condiciones del individuo y el concepto clínico,
remitiendo de acuerdo a las GPC y las Rutas Especificas.
Si la persona durante los dos años de seguimiento no presenta ningún trastorno mental
o patología física, podrá ser dado de alta por el EBA.
El alta por EBA deberá realizarse brindando una orientación a la persona en relación a
signos y síntomas de alarma y los mecanismos de consulta en el sistema de salud. De
igual manera deberá remitirse a la ruta de promoción y mantenimiento y todas aquellas
rutas específicas de acuerdo a la necesidad de cada persona.

Si la persona durante los dos años de seguimiento presenta un problema mental, que ha
sido atendido por el EBA, se recomienda que el cierre de caso y el alta por parte del
EBA, se determine a través un estudio de caso en el que los profesionales del EBA
determinen su estado, con el fin de realizar cierre de caso y alta.
Si la persona durante los dos años de seguimiento presenta un trastorno mental, el cual
requirió atención por un servicio especializado, el cierre de caso y el alta por parte del
EBA, se determine a través un estudio de caso en el que los profesionales del EBA y el
especialista determinen su estado.
Si la persona durante los dos años de seguimiento presenta una patología física, podrá
ser dado de alta por el EBA, siempre asegurando la remisión y atención a través de las
Rutas Especificas.
Se sugiere que al terminar los dos años de seguimiento se evalué la necesidad de
mantener la vigilancia por parte del EBA a través de un estudio de caso a aquellas
personas víctimas del conflicto armado a quienes se les haya determinado un trastorno
mental y deben permanecer en tratamiento clínico especializado. La frecuencia será
establecida por el EBA.
 Al margen de lo anterior se debe tener en cuenta que algunos cuadros clínicos, por
ejemplo el Trastorno Afectivo Bipolar pueden presentar recaídas por muchos años
y en la esquizofrenia el tratamiento es de por vida.

 Se recomienda orientar durante las consultas a la víctima sobre los posibles síntomas que
pueden aparecer y recomendar que en el caso en el cual se presenten deberá asistir al
servicio con el equipo básico de atención inmediatamente.

 Se recomienda que sean los profesionales del equipo básico de atención quienes realicen
en el marco de la atención integral en salud con enfoque psicosocial como medida de
rehabilitación, la atención integral de las afectaciones físicas que pueda presentar la
persona víctima del conflicto armado, basados en las GPC y rutas integrales de atención.

Personas menores de 18 años de edad:


 Durante la atención por EBA las personas menores de 18 años deben ser atendidas de
acuerdo a la ruta de promoción y mantenimiento, y realizar todas aquellas acciones en
salud que promuevan una adecuada salud.

Se sugiere realizar seguimiento hasta que el menor cumpla los 18 años edad, dado que
en este periodo del curso de vida es cuando existe riesgo de aparición de problemas o
trastornos mentales posterior a la vivencia de un suceso vital en el curso de vida.
Se sugiere realizar seguimiento mensual a toda persona menor de 18 años de manera
mensual por el EBA, de acuerdo al plan te atención considerado y establecido en la
primera atención.
Se recomienda brindar atención por parte de EBA a través de psicoterapia a toda
persona menor de 18 años en quien se identifique un problema mental.
Se recomienda que en el caso en el que se identifiquen afectaciones físicas en una
persona víctima del conflicto armado, se realice el diagnóstico y plan de manejo de
acuerdo a las GPC y rutas establecidas para cada una de las condiciones.
Si la persona menor de 18 años durante los dos años de seguimiento presenta una
patología física, deberá ser atendido por el EBA, identificando y valorando la necesidad
de remisión a nivel especializado de acuerdo a las condiciones del individuo y el
concepto clínico, remitiendo de acuerdo a las GPC y las Rutas Especificas.
Se recomienda remitir a toda persona menor de 18 años a un servicio médico
especializado si se identifica o se sospecha un trastorno mental.
Si la persona durante los dos años de seguimiento presenta una patología física, podrá
ser dado de alta por el EBA, siempre asegurando la remisión y atención a través de las
Rutas Especificas.
Se recomienda que la persona menor de 18 años continúe en seguimiento por EBA así
este siendo tratada por el especialista. La frecuencia de este seguimiento deberá
establecerse de acuerdo a las necesidades del individuo a través del EBA y del
especialista.
Se recomienda que en el momento en el cual el individuo cumpla los 18 años de edad,
se realice un análisis de caso con el objetivo de que el EBA determine si el sujeto puede
ser dado de alta.
 El alta por EBA deberá realizarse brindando una orientación a la persona en relación a
signos y síntomas de alarma y los mecanismos de consulta en el sistema de salud. De
igual manera deberá remitirse a la ruta de promoción y mantenimiento y todas aquellas
rutas específicas de acuerdo a la necesidad de cada persona.

 Se recomienda orientar durante las consultas a la víctima sobre los posibles síntomas que
pueden aparecer y recomendar que en el caso en el cual se presenten deberá asistir al
servicio con el equipo básico de atención inmediatamente.

 Se recomienda que sean los profesionales del equipo básico de atención quienes realicen
en el marco de la atención integral en salud con enfoque psicosocial como medida de
rehabilitación, la atención integral de las afectaciones físicas que pueda presentar la
persona víctima del conflicto armado, basados en las GPC y rutas integrales de atención.

 Se recomienda remitir a servicios especializados (prestador complementario) a las personas


víctimas del conflicto armado quienes cumplan con los criterios diagnósticos de trastorno
mental de acuerdo al DSM-V y mhGAP, o en quienes haya duda respecto al diagnóstico.

 Se recomienda realizar remisión a servicios clínicos especializados a la persona víctima del


conflicto armado, si durante la consulta se identifica que tenga antecedente diagnóstico de
trastorno psicótico o trastorno bipolar, y algún signo de alarma para presentar una
afectación, para su control y seguimiento.

 Se recomienda remitir a una persona víctima del conflicto armado a servicios especializados
(prestador complementario) cuando se identifique:

 Signos o síntomas de depresión o ansiedad


 Víctimas con antecedentes de intento de suicidio o autolesiones que no hayan sido
valoradas por psiquiatría o psicología clínica.
 Víctimas con antecedentes de hospitalización o tratamiento psiquiátrico interrumpido.
 Antecedente familiar de trastorno psiquiátrico en primer grado.

 Se recomienda realizar remisión a un servicio de urgencias cuando se identifique en una


persona víctima del conflicto armado los siguientes signos y síntomas:

 Intento de suicidio de cualquier tipo


 Ideación suicida estructurada que constituya un plan
 Ideación delirante es decir fuera del contexto de realidad que no atienden a
razonamientos lógicos
 Conductas bizarras, fuera del contexto de realidad
 Agitación psicomotora
 El individuo que por su condición mental alterada coloca en riesgo a los demás o a sí
mismo
 Síndrome de abstinencia

 Se recomienda que en los casos en que se requiera derivación a servicios especializados,


se explique a las víctimas y a sus familiares las ventajas de la intervención psicoterapéutica
y eventualmente psicofarmacológica, y la importancia de la adherencia a las mismas.

 Se recomienda que el equipo interdisciplinario básico siga las GPC y las RIAS para definir
los criterios de remisión a prestador complementario para cada una de las afectaciones
físicas que se identifiquen en las personas víctimas del conflicto armado.

 Se recomienda que cuando se identifique una persona víctima de conflicto armado en quien
se sospeche violencia sexual, se siga el modelo de atención integral en salud para víctimas
de violencia sexual.

 Se recomienda que cuando se identifique una persona víctima de conflicto armado en quien
se sospeche consumo de alcohol, tabaco y sustancias psicoactivas, se siga la ruta integral
de atención para trastornos asociados al consumo de SPA.

 Se recomienda la generación de un proceso de remisión efectiva a servicios especializados


que contenga los siguientes aspectos:

 Sistema de alerta de remisión: el líder del equipo básico de atención notificará al


coordinador de la IPS la necesidad de referencia para que se realice el proceso de
seguimiento y asignación de la cita.
 Diligenciamiento de formulario de remisión del estado de salud del paciente que
contenga:
 Datos de identificación: personales, de contacto y de aseguramiento.
 Datos clínicos: resumen completo de historia clínica que contenga
antecedentes, motivo de consulta, examen físico, presunción diagnóstica,
tratamiento brindado y motivo de remisión.

 Se recomienda que en los casos en los cuales se observe mejoría en los signos y síntomas
del trastorno mental o condición física, el médico especialista realice el proceso de contra
remisión de la víctima del conflicto armado al equipo básico de atención en el prestador
primario, de acuerdo a su criterio médico.

 Se sugiere que en los casos en los cuales el médico especialista (psiquiatra entre otros)
considere que el trastorno mental o condición en salud física pueda ser manejada por el
equipo básico de atención, realice un proceso de contra referencia a este equipo, en el cual
de manera clara y explícita se establezca el diagnóstico confirmado, el plan de atención,
seguimiento y signos de alarma.

 Se sugiere incorporar en la atención integral en salud con enfoque psicosocial tanto en el


prestador primario como complementario atenciones psicosociales que de acuerdo a criterio
medico puedan beneficiar a la persona víctima del conflicto armado y que puedan realizadas
de acuerdo a las condiciones del contexto en el cual se presta la atención.

 Se recomienda evaluar el estado emocional de la víctima del conflicto armado antes de


realizar atención familiar y comunitaria, para identificar la pertinencia de la intervención
grupal, esto con el fin de disminuir el riesgo de aparición o recaída de síntomas individuales
con la evocación de experiencias negativas grupales.

 La familia tiene que considerarse como un agente activo e indispensable en el proceso


de atención, por esta razón se sugiere que la atención se oriente a:

 Atenciones dirigidas al grupo familiar con el objetivo de facilitar la permanencia del


paciente en sus ambientes familiar y escolar (si aplica), donde se empodere a la familia
y cuidadores para que puedan realizar un acompañamiento adecuado del mismo, con
tiempos de atención definidos por el equipo de manejo y evaluaciones periódicas para
determinar la evolución y el alcance de metas.

 Atenciones acompañadas con redes de apoyo de pacientes con estas mismas


afectaciones y casos de éxito.

 Se recomienda que en las víctimas del conflicto armado en quienes se confirme el


diagnóstico de: depresión moderada-grave, psicosis, trastorno bipolar, epilepsia /crisis
epiléptica, trastornos del desarrollo, trastornos conductuales, demencia, uso de alcohol y
trastornos por el uso de alcohol, uso de drogas y trastornos por el uso de drogas,
autolesión/ intento de suicidio; se implemente el esquema propuesto en la Guía de
intervención MhGAP para los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en
el nivel de atención de la salud no especializada (adaptado para Colombia).

 Se recomienda en caso de requerir tratamiento farmacológico como parte del manejo de la


afectación mental, remitirse a la guía de práctica clínica correspondiente.

 Se sugiere que durante la atención se proporcione al paciente y su familia estrategias de


afrontamiento4de sus síntomas físicos.

 Se sugiere que durante las atenciones se establezcan las sesiones correspondientes


teniendo en cuenta los tiempos de evolución de cada individuo, se utilice una estrategia de
atención acorde a sus conocimientos pero también se identifique el enfoque de la atención
con el que considera puede lograr cambios y estabilidad en el individuo, su familia y la
comunidad es importante no improvisar dentro de las sesiones, se debe contar con un plan
de trabajo claro y real.

 Se recomienda en las personas víctimas del conflicto armado con afectación física tipo
discapacidad brindar atención de acuerdo a la ruta integral de atención en salud para
personas con discapacidad física desarrollada por el MSPS.

 Se recomienda en las personas víctimas del conflicto armado con afectación física y/o
mental secundaria a minas antipersonas brindar atención de acuerdo a la ruta integral de
atención en salud para personas víctimas de minas antipersonas.

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Las estrategias de afrontamiento son formas de manejar situaciones que puedan generar estrés en el individuo,
con las que busca tolerar, minimizar, aceptar o ignorar aquello que sobrepasa sus capacidades, ya sea
resignificando el estímulo, a través de las acciones, pensamientos, afectos y emociones que el individuo utiliza a la
hora de abordar la situación desbordante. Por tal motivo el afrontamiento forma parte de los recursos psicológicos o
psicosociales que el individuo utiliza para hacer frente a situaciones estresantes, y en la cual ejerce un efecto de
mediación los rasgos de personalidad (Burgos, Carretero, Elkington, Pascual-Marssetin & Lobaccaro 2000; Hesselink
et al., 2004).

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