NOTA TIPO A SER ENTREGADA EN INSTITUCIONES EDUCATIVAS
DE NIVEL INICIAL, PRIMARIO, SECUNDARIO Y SUPERIOR PARA QUIENES NO DESEEN QUE SUS HIJOS MENORES DE EDAD LLEVEN BARBIJOS TAPABOCAS O MASCARILLAS *Se recomienda su firma por varios padres (grupos de padres) de la institución para lograr mayor eficacia. Lugar: .....................................................fecha: …………………….. …......................... Institución: ................................. A quien corresponda: Por la presente solicitamos se nos notifique en forma fehaciente, fundamentada y con la debida antelación (48 hs) sea por escrito o mediante uso de medios de comunicación en caso de solicitar que nuestro/a hijo/a/s lleve/n a las clases presenciales de la institución algún tipo de elemento externo (verb. "tapabocas", "barbijos" o "mascarilla"), que tenga el aparente objetivo de protegerlo de alguna enfermedad respiratoria o de la entrada de algún potencial virus que pudiera dañar su organismo. Para ello se solicita encarecidamente -aprovechando el carácter profesional de la institución de enseñanza- se brinde fundamento científico y legal de por qué tal medida ayudaría, de qué forma, y con qué alcances, a prevenir enfermedades respiratorias (las que fueran) cuando la propia Organización Mundial de la Salud ha desmentido o ha incurrido en contradicción sobre su uso, en varias oportunidades desde que se inició este contexto denominado de Emergencia Sanitaria por Pandemia. Asimismo numerosos médicos y científicos nanopatólogos (Dr. Stefano Montanari) han puesto en duda su eficacia por el rango de acción de las fibras de tela de algodón -que componen la supuesta red de protección de estos elementos- ya que los virus se encuentran en una dimensión exponencialmente menor (en el rango de micrones) lo que los hace absolutamente inútiles para impedir el paso de cualquier virus. Por todo ello manifestamos expresamente nuestra NEGATIVA a que nuestro hijo/a ........................................, titular del D.N.I. ........................., lleve algún tipo de tela o plástico colocado en su cara, nariz o boca, en el establecimiento escolar, durante las clases presenciales, dado que tal acción dará lugar a un efecto absolutamente opuesto al que se busca, generando (por acción u omisión) el cultivo de bacterias y hongos que encontrarán un hábitat ideal en las humedades generadas por estos elementos, y un aumento desmesurado del dióxido de carbono, originando asfixia, hipoxia y otros efectos no deseados. De haber un aspecto positivo en la salud para emplear estos elementos, el mismo no ha sido probado, y no se ha expuesto en ámbitos científicos de manera concluyente, sino que se trata de una medida con apariencia de eficacia, dudosa o "mágica" , por lo que resulta absolutamente inaceptable, que sea establecido como "natural", "necesario" u "obligatorio" en un ámbito fundamental del saber y de transmisión del valor verdad, como es la escuela, siendo la institución profesional más importante de la sociedad y la encargada de cultivar el pensamiento crítico. Lo expuesto se fundamenta en la Constitución Nacional, ya en el Preámbulo: "Promover el bienestar general", en la que se resguarda el derecho a la vida (art 4) derecho a la libertad (art 24) el derecho a la adecuada prestación del servicio de salud (arts 33, 41 y 75) y a recibir un trato digno (42). Dentro del Código Civil y Comercial el art 958 resguarda el principio de la autonomía de la voluntad y al consentimiento informado, el que en todo caso debe ser parte de la información sobre la total eficacia de este medio para impedir algún contagio y de esa forma supere sus aspectos negativos. Todo esto contemplado -dentro de la materia de Salud- en el Código de Nüremberg, la Declaración de Helsinki adoptada por la 18ª Asamblea Médica Mundial, la Declaración de Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO (art. 6), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 7), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art.5), la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 37), la Constitución Nacional (arts, 33, 41 y 42), junto a normativa de nuestro derecho común: Código Civil (arts. 59, 1198 y cc.), la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, Odontología y Actividades de Colaboración, la ley 24.240 de Defensa del Consumidor (art. 2), la ley 26.529 de Derechos del Paciente (arts. 2, 5, 6, 7, 9 y 21), y demás leyes específicas. Se deja constancia que existen cada vez más países que no aceptan la aplicación de este tipo de medidas coercitivas de aparente eficacia sanitaria como Suecia, Suiza y Madagascar. De no ser tenido en cuenta nuestro derecho a la vida, voluntad, y derecho a la libertad, y el deber que como padres tenemos de proteger a nuestros hijos, hacemos responsables civil y penalmente a la institución y a todos los intervinientes en acciones no consentidas por los daños ocasionados a la vida, a la salud e integridad de nuestro/a hijo/a, en los términos de los arts. 1737 y ss. del Código Civil y Comercial de la Nación, arts. 83, 94, 248 y 249 del Código Penal, título VIII de la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, Odontología y Actividad de Colaboración de las Mismas. y cc. Se hace saber a las autoridades del establecimiento que se le otorga de manera expresa y en este mismo acto, a nuestro/a hijo/a la total voluntad de resistirse a ser forzado a llevar algún elemento que potencialmente lo puede ahogar o dañar por asfixia, hipoxia u otra posible enfermedad respiratoria. Sin más, y esperando que el contenido de esta nota sirva de inspiración para que se lleven a cabo medidas de información sobre estos elementos, saludamos a Ud. muy atentamente. ................................................ ................................................ Firma de Padres ................................................ ................................................ Aclaración ................................................ ................................................ D.N.I. D.N.I · 5), la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 37), la Constitución Nacional (arts, 33, 41 y 42), junto a normativa de nuestro derecho común: Código Civil (arts. 59, 1198 y cc.), la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, Odontología y Actividades de Colaboración, la ley 24.240 de Defensa del Consumidor (art. 2), la ley 26.529 de Derechos del Paciente (arts. 2, 5, 6, 7, 9 y 21), y demás leyes específicas. Se deja constancia que existen cada vez más países que no aceptan la aplicación de este tipo de medidas coercitivas de aparente eficacia sanitaria como Suecia, Suiza y Madagascar. De no ser tenido en cuenta nuestro derecho a la vida, voluntad, y derecho a la libertad, y el deber que como padres tenemos de proteger a nuestros hijos, hacemos responsables civil y penalmente a la institución y a todos los intervinientes en acciones no consentidas por los daños ocasionados a la vida, a la salud e integridad de nuestro/a hijo/a, en los términos de los arts. 1737 y ss. del Código Civil y Comercial de la Nación, arts. 83, 94, 248 y 249 del Código Penal, título VIII de la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, Odontología y Actividad de Colaboración de las Mismas. y cc. Se hace saber a las autoridades del establecimiento que se le otorga de manera expresa y en este mismo acto, a nuestro/a hijo/a la total voluntad de resistirse a ser forzado a llevar algún elemento que potencialmente lo puede ahogar o dañar por asfixia, hipoxia u otra posible enfermedad respiratoria. Sin más, y esperando que el contenido de esta nota sirva de inspiración para que se lleven a cabo medidas de información sobre estos elementos, saludamos a Ud. muy atentamente.