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meros días y a los dcxe o yuince, hajas de remolacha, ace-


dera, diente de león, patatas cocidas, etc., etc., son exce-
lentes alimentos.
Lon el &n de que los polluelos se críen en buenas condi-
ciones se utilizan unas jaulas polleras de mimbre o made-
r•a con sus correspondientes espacios entre los mimbres R
listones que les permita salir y entrar en ellas con faci-
lidad, lo que no podrá verificar la gallina.
Estas jaulas polleras pueden ser de uno o dos depar-
tamentos.
La comida de la gallina se la dispone en un comedero
colgado de la pared interior de la jaula a una altura que
la permita comer, cosa que no podrán hacer los polluelos.
A la gallina se la pondrá comida tres veces al día y consis-
tirá en una buena ración de grano compuesta de partes
iguales de maiz y trigo.
A las diez semanas, o tan pronto como se distingan los
sexos, conviene separar los machos y las hembras gara
que sea más rápido su desarrotlo.

Incubación y cría artificial


Incubación y cría artificial es el arte de producir y
desarrollar polluelos por medio de artefactos conocidos
con el nombre de incubadoras y criadoras, sin utilizar eT
calor ni el instinto maternal de la gallina.
EI origen de.la incubación artificial es antiquísimo. Ei
pueblo indio suplió el ca.lor animal por otro artificial que
desarrollara y diera vida al embrión en las aves utili-
zando ciertas substancias orgánicas en descotnposición.
Este sistéma está bastante generalizado en China para la
incubación de huevos de pato.
En Egipto se empleaban hornos de incubación. Los hue-
vos se colocaban en grandes canastas hechas de repilla y
se les rodeaba de estiércol en fermentación para que pra-
dujera ei calor necesario. Método muy primitivo, pero daba
buenos resultadas.
' I.a incubacidn artificial era patrimonio de determinadas
familias que, pasando de generación en generación, lle-
garon a dominar este arte.
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Egipto ha sida el país que más extraurdinario impul,u


dió a la avicultura con el empleo de hornos de incuba-
ción, que con el nombre de rnarnals han venido consra--
vándose y funcionando hasta nuestros días.
Los ntamals egipcios son construcciones pur lo general
rectangulares, de la longitud que se desee, de seis a ocho
tnetrus cíe anchos y de dos y medio a tres de altos.
Constan de dos pisos muy bajos de techo, y el piso i^t-
ferior enterrado en el suelo, de suerte que la puerta cle
entrada está a la altura del piso superior. El objeto cle
estar medio enterrados es el conseguir que la tempera-
tura interior sca estable y no esté sujeta a las variacton^s
del exterior. Consta de ^ una nave central, y a los dos
lados se hallan los hornos en 1os dos pisos, cuyas dimen-
sionrs son tres metrus de largo, uno de alto y cíos de an-
cho. En los lados tienen dos pequeñas abertura^, cui o
únicu objeto es que circule el calor de unos hornos a
otros. I.^s techos son abuvedados, co:r un agujero en la
parte alta para la salida del humo. 1?n la nave central se
instalan ventiladores para la renovación del airc.
La incubación principia a mediados de enero y termina
a hn: s de abril.
Un mcs antes de que funcione el ma^nal, los encarga-
clc^s caldean los hornos con grandes fuegos de paja de
habas, con oUjeto de que puedan recibir los huevos en
cundiciones apropiadas. Esta operación dura de tres a
cuatro semanas. Estos hornos pudían contener hasta tres-
cientus mil huevus y se instalaban por lo general en el
centro de uná zona agrícola.
Después de construirse en Francia hornos pareci<ios a
lns egipcios y de una serie de inventus de máquinas más
o menos ingeniosas, unas producturas de calor por agua
y otras por aire, llegamos al año r845, en que se inventó
la válvula automática regttladora de la temperatura. Este
invento fué el precursor de la incuhadora automática
moderna.
Desde el año i87o se ha perfeccionado mucho la cons-
trucción de incuhadoras e inventores y constructores han
encarninado sus esfuerzos a producir una máquina que
por su sencillez pueda ser instalada en cualquier parte,.
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^nanipulada con gran facilidad y que requiere pocos cui-


dados. •
. Se conocen muchísimos sistemas o modelos de incuba-
cloras modernas, pero siendo imposible describir cada
uno de ellos, nos limitaremos a mencionar los tres gru-
pos de incubadoras principales. Estas son:
Hidro;ncubadoras,' Aeroincubadora,r y las modernas
f^lectroincubadoros, según que la calefacción se verifique
par agua caliente, aire caliente o la electricidad.
Antes de detallar las características de cada grupo de
incubadoras, daremos unas ligeras noci^,nes de la regula-
ción automática de la temperatura.
Existen dos clases de regulación automática: la que
actúa sobre elfoco o corriente de calor y la que actúa so-
bre la cámara de íncubación proporcionándola ventilación
cuando es precisa.
Los reguladores del calor y de la ventilacián son apara-
tos que actúan unas veces sobre el foco de calor y bajan
o suben la llama, según conviene, o actúan simple-
mente como propulsores de un obturador y dan o no en-
trada al calor abriendo y cerrando el conducto por el que
penetra éste en el aparato. Otrós reguladores abren y
,cierran un ventilador y sólo regulan la temperatura má-
.xima, pero no la mínintia de la cámara de ventilación.
Entre los reguladores automáticos corrientes están : El
regulador a base de líquidos y báscula directa; el regu-
lador termostático; el regulador por dilatación a impulso
de alguna substancia volatilizable, ,y el regulador electro-
térmico, o de alarma a una temperatura ádecuada.
Los combustibles más empleados en hidroincubadoras
y aeroincubadoras son el gas y el petróleo• También se
emplea el carbón. EI gas acetileno puede emplearse, pera
produçe mál olor y ensucia las tuberías.
La electricidad puede emplearse cuando actúa directa-
mente sobre la cámara de incubación por medio de ma-
ter;tales diversos o calentando el agua de las hidroincu-
badoras.
` Hidromcubadoras.-$u base es la calefacción por me-
_dia,de agua contenida en un depósito, cuya temperatura
se ^ostie^e por medios diversos, petróleo, gas y hasta
eTectricidad.
La estabilidad de la temperatura se consigue con poco
gasto, pues llegando la temperatura del agua a 4o grados
centígrados dentro de la cámara de incubación, puede
•estar varias horas sin combustible.
Existen mucllos tipos de incubadoras a base de cale-
facción por agua caliente; una sin regutador automático-
las m^ís antiguas-y otras, las que se emplean moderna-
mente, con regulador automático, por ser las que ofrecen
mayores garantías de éxito y menos atención, pues el
mccanismo regulador impide la elevación exeesiva ^le las
tempe ratu ras.
[hio de los m^d^^lr,s más conocidos lleva una caldera

1•igura ^^^. Sección dc una incubadora.

euadrangular muy baja y de p^rca c^+lrida---diez ]it


agua para roo huevos-y c•on objeto de
enfríe el agua tiene en su interior la cal
calefactores quc reciben el calor de una
petróleo, etc., que arde '^constantemen
caldera se halla la cámara de incubac
para colocar lus huevos. La vc•ntilacir'%tj^[s^ c
unos agujeros que tiene el aparato en li}á,^re
les del mismo ^^ el aire viciado tiene la sa
que es de doblc 1>ared, L2 humedad sc p
me^iio de un piatillo de cinc a^lurado debaj<r del cajón
Fwrtzthuevo^. El aparato sr rr^,rula autrnuáticamrnte por
medio de una cápsula tlilrrtaltle a hase de éter.
Coincidirndo en lo fundamental con este sistema, se
eonocen una gran cantidad de modelo; cuadranguia-

Figura 26.-Inrubxdora de petróleo para pequeñas


esplotaciones.

res, rirrulares, rtc., to^(os a base cle cairfacción por agua


taliente.
I_as n^•roi^r^cTrbodnras o incubadoras de aire caliente, no
tienen caldera, pero todos los cicmás órganos de Ia rná-
quina son idénticns, ínclusn el an,tr^ttn re^ulador de tem-
5y

pc•ratura, que es indispensable tuncione con toda perfec-


ción, pues de esto depende el éxito.
La constancia térmica y la recuperaeión del calor per-
dido en estos apai•atos se veri•fica por la renovación y
sustitución parcial del aire de la cámara por el procedente
delexterior y que ^netra, calentándose a su paso por el
calefactor. EI calefactor está construído por tres tubos
concéntricos en que el más interno y el más e;cterno están<
cerrados por su parte superior y se comunican entre sí._

Figura 27.-Incubadora para grandes explotaciones.

El tul^o interu^edio aislado de los otrus dos, tiene dos aber-


turas, tma lateral, con tubo horizontal adosado que pene-
tra en la incul>adura v otra aberhira sul^crior accionada
por el platill^^ del reguladrn- de tcmperattn-a.
La construcción de estos aparato^ ha transformado los-
métodos de incubación. Ha disminuíd^ el peso y volumem
del aparato y ha producido un abaratamiento del mísmo
muy estimable.
5e construyem m^delos cuadran^ulares y cilíndricos y
con cámara abierta y cerrada, segím que el cajón porta-
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^uevos sea preciso sacarle o no para el volteo de Ios


snismos.
También se fabrican aeroincubadoras de polluelos, vi-
sibles los huevos y el termómetro, etc., etc.
^ Sé eonocen incubadoras mixtas, es decir, que partici-
pan de las características ventajosas de los dos tipos, o
_sea inCUbadoras de agua y aire caliente a la vez.
„ I,as ixcubadoras eléctricas son la última palabra en esta
rlase de aparatos, por ser más limpias y cómodas que las
de petróleo o gas. Tienen las desventajas de las dificul-
tades de reparación de una, avería; la intermintencia de la
producción de flúido eléctrico en la mayoría de los pue-
blos, casas de campo, etc., y uno muy importante, la ca.res-
tía de la energía eléctrica.
Pueden ser de agua o aire caliente, y la calefacción en
_ambos sistemas se produce por resistencias dispuestas con-
venientemente que elevan la temperatura del agua o del
aire de la cámara de incubación.
El regulador de temperatura funciona como un conmu-
^ tador que establece o rompe el circuito y da o no paso
a la corniente, según la temperatura interna de la incu-
^adora.
Entre tantos sistemas y n^odelos de incubadoras como
se construyen no es posible manifestar cuál de ellos es
-el mejor. Lo será aquel que por sus resultados, baratura
y comodidad en su manejo facilite al avicultor la tarea
4de críar aves domésticas en las mejores condiciones ima-
ginables y con el mayor prnvecho pecuniario.
Las incubadoras es necesario instalarlas en local apro-
piado y de forma que permíta al encargado de Ia máqui-
na conservar las temperaturas deseadas. La habitación
.debe reunir los siguientes requisitos: temperatura unifor-
,ri^e, mucha ventilación y abundancia de humedad.
La temperatura tiene que ser constante y unifonne,
pues las fluctuaciones no son convrnientes, por afectar a
aa. temperatura de la máquina.
^ El sitio más apropiado para instalar las incubadoras
,es un sótano cuya temperatura no baje de io°, que se pue-
da ventilar por completo y con frecueneia-evitando las
.corrientes de aire-,.con objeto de que no haya malos
±olores de las lámparas. Si se ^onsigue por algún medio
aumentar la humcdad atmosférica a voluntad, mncho me-
jor, pues es cosa probada que la humedad ayuda grande-
mente a la incubación. ^
La incubadora debe tenerse constantemente en las me-
jores condiciones de funcionamiento y limpieza. Coma^
la lámpara es la fuente de calor, requisito indispensable,
es neeesario que esté en perfecto estado y su funciona-
miento sea exacto para evitar que se apague, produzca
humareda, etc., etc. El encargado de la incubadora procu-
rará cumplir las instrucciones que las casas constructoras
envían con el aparato respecto a limpieza, conservación
y puesta en marcha. Durante la incubaci"ón sólo será pre-
ciso voltear los huevos dos veces al día, hasta llegar al
d^cimonoveno cíía, en que ya no abriremos la máquina
hasta el vigésimoprimero día.
Los huevos elegidos para incubar no serán pequeños
ni estarán mal formados, ni tendrán cinturas, ni cascarón
con puntuaciones, ni otros dcfectos. Además se lavarán
los huevos con agua templada y se marcarán para darse
cuenta del vulteo. A los seis días serán séparados los nv
fecundados, que podrán comerse o guardar para ali-
mento de los pollos que nazcan.

Cría de polluelos
Los polluelos criados artificialmente están rnás expues-
tos a enfermedades principalmente por su aglomera-
ción. Cuando se sacan mu^chos pollos no pueden de-
jarse al cuidado de nas gallinas, que sería lo mejor,.
sino que hay que dispóner las cosas de manera que
se críen el mayor número de aves posible, cosa que
guede conseguirse con xa finstalación de criadoias en
casetas apropiadas, L:as casetas pueden ser permanen-
tes y portátiles o de colonia. En unas y otras lo inte-
resante es mantener una temperatura uniforme y cons-
tante, bien por medio de tuberías de agua caliente, por
medio de lámparas de petróleo, etc., estación central de
calefacción, etc., ete.
La criadora debe constar de un departamento limpio,
accesible, bien ventilado, semiobscuro, al cual puedan en-
trar los polluelos a calentarse cuando quieran; un depar-
tamcnto protegido de torttientas, sol y aire, dentro cle la
caseta, y un espacio con hierha verde donde puedan ^a-
lir los polluelos los días agradables..
Antes de llrvar los polluelos a la criadora se la limpia-
sá perfectamrnte y se la regará con un desinfectante. Se

F+gura 23 -Cri+dora para grandes explotaciones,

pundrá sohre el piso arcnilla limpia y paja cortada. Se


cuidará de encender la calefacción, la ]ámpara, ete., con
objeto cíe que la temperatw•a sea la convcniente. Es muy
interesante, al trasladar los polluelos de la incubadora a
la criadura, que no se enfríen, y dcspués que no haya
grandes tluctuaciones en la temperatura, pues esto es la
causa de una ^•ran mortandad.
Se extrrmarán los cuidados y la vil,rilancia de las }>o-
lladas, pues ]a alimentación de los polluelus criados arti-
^hcialmente c^ti importantísima.
A los pollurlos no drbe foicárseles a que coman hasta
pasadas las primeras cuarenta y ocho horas. A1 trasladar-
los a la criadora se les dará agua fresca y limpia y se les
pondrá arenilla. No se les debc dar de comer hasta pa-
sacias doce horas que est^ín en la criadora.
A los polluclos criadus artificialmcntr hay que enseñar-
los a comer _^^ pructn•arles alimrntos, cosa que les enseña
la macíre en la incuhación nattn-al.
La arcnilla, con oUjetu de que cl aparato digestivo llcne
sus funciones, _^- las conchas de tnar para suministrarles
la cal necesaria para la formación de los huesos, son muy
conveni entrs.
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Debe dárseles agua fresca y lirnpia con trecuencia, pues


ganan en peso; granos triturados y salvados cuando ten-
gán de seis a diez días de nacidos los polluelos. Hojas
de lechuga, repollo o pulpa de zanahorias, nabos, etc., son
alimentos excelentes.
La comida se les dará con frecuencia y en la cantidad
que consuman en el acto, con objeto de que no ensucien
^os alimentos, etc.
El plan de alimentación consistirá en no darles cosas
que difículten la digestión.
En los primeros días se les dará huevos cocidos (los
que se desecharon a lo ^ seis días por infecundos), mez-
clados con migas de pan.
Hasta los siete días se les echará en el piso de la cria-
dora una mezcla de grano triturado consistente en maíz,
trigo, avena y cisco. A los siete días se les puede dar sal-
vado y grano triturado cuatro veces al día.
A la tercera semana, grano tres veces al día y harina de
maíz y avena y piltrafas de carne, etc.

Puesta de huevos y selección de ponedoras


Es problema esencial para el avicuitor que los huevos
que hayan de poner al año sus gallinas lo hagan en la
época de escasez o cuando éstos andan más caros, en oto-
ño e invierno.
Para conseguir este objeto basta con hacer crías tem-
pranas, de diciembre a marzo, según los climas, y así las
gallinas obtenidas empezarán su puesta en octubre.
Además, én los días cortos del invierno, convendrá
echarles una ración en el gallinero al acostarse, pues así
las aves, pasando menos horas de ayuno, aumentarán su
postura. De aquí la influencia de la iluminación del g^a-
llinero en la puesta.
Si trata de obtener huevos para el consumo, no se aéce-
sita poner gallo a las gnllinas ; pero si se tratase, de hue-
vos para mcubar precisará un gallo por cada io gallinas,
o por cada seis si se trata de razas de carne. No se con-
servarán aves de más de tres años.
Influye también en la puesta de huevos la aptitud de
las gallinas para esta función, la cual se transmite pór
herencc,iaa. lle aquí la importancia de la selección de las-
aves en la obtención de ra^^s o famil'as muy pon^doras.,
Ni el gallo ni las gallinas que dediquemos a la reproduc-
ción serán hijos de malas ponedoras de invierno, rti de
gallinas que pongan huevos pequeños o en ca,ntidad me-
nor de i5o en su primer año de puesta.
Para conocer estos datos en las explutaciones de im- .
portaacia y bien montadas, cada gallina lieva un ntímero
en una sorti ja de aluminio colocada en una pata, y valién- ^
dose además de los nidales registradores o de trampa, se
llevan registros completos. En las pequeñas explotacio-
nes, cada campesino conoce perfectamente las ^gallinas- .
que ponen y las que no, y sólo debe íncubar los huevos
de las que más se distinguen en este aspecto. Si a la vez. ,
que esta selección hacemos también la del ptumaje, pron- .
to tendremos razas tan buenas como los que admiramos-
del extranjero.
Esta selección de la parte externa no se debe exagcrar ,
al extremo de fijarse en si la cresta tiene un diente máa
o menos o si en la cola tiene la gallina una o más plumas
negras o blancas, o si el subcolor es el exacto marcado^
por el standar y otros detalles de este estilo, como lo ha-
een los avicultores de sport, verdaderos desocupados, que
en modo alguno son los verdaderos avicultores a quienes .
estas líneas se dirigen.
El problema de la selección de gallinas entraña proble-
mas científicos muy complejos, que sólo los centros dedi-
cados a ellos pueden abordar. A1 avicultor bástale con
las nociones dadas.

Castración y cebo de aves


Para el cebo de las aves se elegirán los animales jó-
venes que depositan la grasa en sus tejidos, en vez de
hacerlo bajo la piel como los viejos.
A los cinco o seis meses seleccionai-emos para^ cebo los ^
más grandes y comedores, que se colocarán en jaulas si-
tuadas en locales templados, de poca luz y de ambiente ^
reposado.
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En Galicia colucan las jaulas en la ^ucina. Alljl sc les


administrará comida abun^ante, que nunca les faltará
del buche. Esta comida es a base de granos cocidos o
pasta de harinas de maíz y cebada con leche deseremada;
ordinariamente puede admínistrárseles por medio de apa-
ratos que tienen una cánula que Ilega hasta el buche, qut
actúa por un pedal y que cada vez dejan salir igual can-
tidad <íe comida.
Está muy indieada para el cebo de aves la castración
de los pollos, operación clue deberá hacerse a los cuatro
meses, sujetando al pollo patas y alas y arrancando pre-
viamente las plumas entre la última y penúltima. costillas,
lavando la piel con sublimado o yoda

^___- - -

^ .
^d

Figura 29.-La línea de trazos marca 1a incisión


necesaria para la castración.

Entre estas dos costillas, y cerca de la espina dorsal, há-


gase una incisión de dos centímetros,' llegando a perforar
el peritoneo, y sin tocar el intestíno, con un algodón se
seca la sangre para que na cairil durtro, y con unas pin-
zas especiales se arrancan los testículos, teniendo abierta
la herida con otras pinzas adecuadas.
Si los dos no pueden extraersc por e1 mismo orifi^io, se
repite la operación por el otro lado, se cose la herida y
se desinfecta con flor de azufre, agua hervida, sublima-
do, etc. Después se cortan la cresta y barbillas, detenien-
do la •emorragia si fuera muy intensa con un hierro in-
candescente.
Si íus cortes de la piel y del músculo no cc^ir^ciónt es
inneccaario el cosido de la herida. .
Se colocan los capones en locales donde no puedan su-
birse a parte alguna y se les da de comer a las cíoce horas,
Antes de la operación estarán los animales a dieta vein-
ticuatro horas. El comercio expendr estuches para el cas-
trado, yue son muy útiles.

Enfermedades de las galllnas ,


Si t^onsideramos que la gallina pruduce en huevos anual-
mente cuatro veces su valor, se comprenderá la enorme
importancia que tiene para el avicultor y lo que afecta a
la economía doméstica el conocimiento de las varías en-
fermedades que padecen y los mcdios más prácticos y
eficaces para evitar su propagacibn y las cuantiosas pér-
didas que producen.
Existen enfermedades cn las gallinas que afectan a
su szstcn:a ncrvioso: apoplegía, congestión cerebral y epi-
lepsia.
Enfermedades del sistema digestivo: inflamación del
buche, inHamación del estómago, gastritis, diarreas sim-
ples, enteritis, indigestión y constipación.
Enfermedades del sisterraa res¢^iratorio: catarro, bron-
quitis, influenza, coriza, moquillo, congestión puimonar,
y pulmonía.
Enferniedades del aparato genital de la hembra: tumo-
res del ovario, absorción de los huevos, agrandamiento de
las yemas, in$amación del oviducto, proiapso del oviduc-
to, obstrucción del oviducto, rotura del oviducto y cloa-
citís.
Fnfersnedades de los polluelos: diarrea blanca y debi-
lidad cle las patas.
Todas estas enfermedades son muy interesantes, y su
descr^pción y tratamiento propios de libros especiales; sin
embargo, mencíonaremos una enfermedad bastante gene-
ralizada y que afecta al sistema digestivo, cual es infda-
marión y dureza del buche. Se produce la dureza del bu-
che por ingerir alimentos duros muy gruesos o por co-
mer larvas de insectos y algunos parásitos ^iel buche,

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