Está en la página 1de 1

Los Jóvenes y la Participación Política

Lejos de la experiencia de politización de los 80, los jóvenes actuales visualizan la política en
términos prácticos, más asociada con las posibilidades de logros individuales que con ideales o
identificaciones colectivas. Los temas relacionados a la ciudadanía se revelan como una carencia
clave en la cultura política juvenil. La participación política no reviste mayor relevancia para los
jóvenes, como resultado de su propia socialización, pero también de los estrechos límites del
sistema de representación política.

Una forma de reflejar el grado de integración institucional de los jóvenes consiste en revisar su
grado de confianza en instituciones públicas. La legitimidad que los jóvenes otorgan a estas
instancias revela de que forma vivencian los jóvenes su participación en la vida pública. En una
encuesta realizada en 1997 no parece haber cambiado mucho pues las instituciones que concitan
el mayor grado de confianza entre los jóvenes pertenecen al ámbito de la cultura: la iglesia con un
84% y los medios de comunicación masiva con un 83%. Los jóvenes otorgan la mayor legitimidad,
casi de forma unánime, a instituciones culturales que median hacia la vida pública y que generan
una imagen de participación pública por medio de la pertenencia a un colectivo mayor.

Las instituciones que median la participación de los jóvenes en la vida pública pertenecen más al
ámbito de la cultura que al sistema de representación política. En estos aspectos existe casi
unanimidad entre los jóvenes. En los últimos años crece más la confianza hacia los medios de
comunicación o a la iglesia que a los partidos políticos o los parlamentarios. Las organizaciones
gremiales, así como la administración estatal ocupan un punto intermedio en la confianza por lo
que constituyen un aspecto que diferencia las opiniones de los jóvenes. Ahora bien La
participación de los jóvenes en organizaciones sociales es un aspecto clave de su vida pública, por
cuanto establece su grado de organicidad social, las organizaciones sociales responden a diversas
motivaciones y objetivos, pero sin duda reflejan una voluntad de uso del tiempo libre de manera
integradora.

Hoy los jóvenes asignan a la política finalidades vinculadas principalmente con el ámbito
económico y en menor medida con el ámbito normativo. Para los jóvenes la política no parece
operar como un fin en sí misma, sino como un medio para facilitar el logro del progreso o el
desarrollo de nuestra sociedad. Dicho desarrollo iría acompañado de una disminución de las
brechas sociales y, en menor medida, por un proceso de regulación normativa que garantice el
orden público el acceso a la justicia.

Finalmente el poco interés de los jóvenes por la actividad política es lo que ha llevado a construir
el estereotipo del joven apático. No obstante, desde el punto de vista de su participación social
resulta destacable su alta participación organizada. Si su participación social no se dirige al campo
político, ello no tiene que considerarse una desventaja. Agreguemos su exposición a los medios de
comunicación masiva para inferir que su interés por los asuntos públicos esta mediada por este
aparato cultural. Si sus intereses en asuntos públicos no van más allá de la propuesta de los
medios de comunicación, esta es tampoco una falencia que se les deba achacar a los jóvenes.

También podría gustarte