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¿Que tipo de piel tengo?

Guía para saber cuál es mi tipo de piel


Hoy os traigo un post profundizando en el tema de la piel, ya que he hecho un sondeo de lo que más
ha gustado, y quitando los 10 mandamientos que os encantó e hizo reir, lo que más os ha ayudado y
que habéis empezado a seguir a rajatabla es el cuidado diario de la piel . Tengo que decir que me ha
sorprendido la cantidad de gente que me ha dado las gracias por ese post, y que se han puesto
manos a la obra con ello. Por tanto viendo el interés en los conocimientos básicos, que parece que
mucha gente olvida mencionar, vamos a ver si sabemos realmente cuál es nuestro tipo de piel.
¡Empezamos!

BUSCANDO EL EQUILIBRIO
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué una piel es seca, grasa, o mixta? No es porque sí… La
piel necesita un equilibrio entre agua y grasa, y ambos elementos son necesarios para el buen
funcionamiento de la misma. De hecho, en la superficie de la piel tenemos la barrera
hidrolipídica (el PH), que es lo que nos protege del entorno y sella nuestra piel asegurándonos que
no se deshidrate. Está compuesta por esa mezcla de agua y lípidos (grasa, pero vamos a llamarle
lípidos, que suena mejor) y si dejamos a la piel sin uno de los dos componentes estaremos
desprotegidos. Por tanto nuestro objetivo siempre será buscar ese equilibrio. Veamos los
diferentes tipos de pieles y cómo podemos encontrarlo.

PIEL SECA
Una piel seca está desequilibrada, tiene más parte de agua que de grasa, con lo cuál el objetivo es
darle esa parte de lípidos (repito, es la forma bonita de llamar a la grasa) de la que carece. Para
hacerlo más fácil os dejo las principales características y sensaciones de este tipo de pieles, a ver si
os sentís identificadas.

 Características: Si están bien cuidadas son las pieles más bonitas. El poro lo


tienen mínimo e imperceptible con lo cuál se ven más luminosas. Destacan por
la ausencia de brillos, por tanto  el maquillaje les aguanta perfecto todo el día, no
suele moverse (a las que el maquillaje les desaparece normalmente es porque están
deshidratadas y la piel se nutre de lo que puede, pobrecilla…). Suelen ser finas, a
veces con sensibilidad, y pueden verse rojeces. Son las que sufrirán antes que las
demás el paso del tiempo, ya que si no están suficientemente hidratadas, al ser tan
finas, se marcan con mayor facilidad las líneas de expresión (No se puede tener
todo en la vida chicas…). Al envejecer su tendencia natural es la arruga ( que
duro suena escribirlo, jaja)
 Sensaciones:  Al recomendar cosmética siempre hay unas preguntas que debes
hacer, y una de ellas es ¿Qué sientes en tu piel?. En las pieles secas las respuestas
son : tirantez al despertar o salir de la ducha y sensibilidad ocasional.
 Equilibrio: Es de lógica, si a una piel seca le falta la parte de lípidos (o grasa), ¿que
habrá que darle? Pues eso mismo. Buscaremos texturas ricas en todos los
productos de tratamiento, desde desmaquilladores en aceite, en crema o leches
limpiadoras para pieles secas, tónicos suavizantes, mascarillas hidratantes o
nutritivas… Las cremas serán de textura normal a rica dependiendo del grado de
sequedad, pero claro tenemos que se evitarán los geles y los fluidos libres de
aceites.

PIEL NORMAL O MIXTA


La piel normal no suele existir, es decir, no hay piel que este perfectamente equilibrada de
forma natural (aunque parezca que los ángeles de Victoria’s Secret sí la tengan). Lo habitual son
las mixtas, que en la zona T (frente, nariz, mentón) tienen exceso de lípidos mientras que las
mejillas suelen ser secas, es decir, les faltan lípidos. Estas son las más complicadas porque
encontrar una rutina diaria para tenerlas en perfecto equilibrio es una tarea que lleva mucho tiempo.
Vamos a analizarlas rápidamente.

 Características: Estas pieles normalmente tienen brillos y un poro más dilatado y


visible en la zona T como he dicho anteriormente, mientras que las mejillas suelen
ser secas y de textura más fina. Algo importante en estas pieles es que suelen
deshidratarse con facilidad por nuestra rutina facial, ya que se tiende a confundir, y
al ver brillos se intenta quitar grasa con productos astringentes o matificantes, por lo
que al final, las mejillas acaban deshidratadas.
 Sensaciones: Al desmaquillar o salir de la ducha, por ejemplo, la tirantez sólo se
nota en las mejillas y no en la zona T (Frente, nariz y mentón). A lo largo del día el
maquillaje tiene menos duración en esta misma zona a consecuencia del exceso de
grasa, que ocasiona los brillos.
 Equilibrio: Lo primero que necesitamos es paciencia. Después
intentaremos limpiarla con productos equilibrantes, que son los que quitan la
grasa de las zonas dónde la haya, y aportan confort a las mejillas. Si os molesta
mucho los brillos yo siempre aconsejo un gel o mousse limpiadora, por ejemplo,
para quitar ese exceso de grasa, combinado con un tónico hidratante para la zona de
las mejillas, así atiendes las necesidades de ambas. Aquí, por ejemplo, utilizar un
sérum controlador de la grasa en esa zona es buena idea, y encima poner una
hidratante en textura crema gel o crema. Suelo aconsejar poner la crema
principalmente en las mejillas, y cuando nos quede el resto en los dedos, en vez de
limpiarnos con agua, aprovechemos para hidratar la zona T con menos producto. Lo
más importante es no obcecarnos en quitar grasa por encima de todo, porque sé
que odiáis los brillos, los poros, y en general la zona T, (yo también) pero pensad
que vuestras mejillas no tienen la culpa, ella son secas y moninas, cuidadlas.
PIEL GRASA
Al contrario de la piel seca, la piel grasa tiene un desequilibrio en la parte lipídica. Las glándulas
sebáceas (luego me quejo yo de llamarme Ana María) trabajan más de lo que deben, por lo tanto
hay un exceso de grasa que odiamos en la juventud y madurez, pero que agradeceremos en una edad
más avanzadita. Veamos sus rasgos principales.

 Características: Principalmente se diferencian por los brillos, los poros son


visibles, normalmente dilatados y a veces el acné está presente. Estas pieles
luchan diariamente contra la poca duración del maquillaje, y sus principales
aliados deben ser los primers (que ya expliqué aquí) controladores de grasa y los
polvos fijadores. Son pieles más gruesas y menos luminosas. La luminosidad es
cúando tu piel refleja la luz, por tanto una piel con poro cerrado, casi imperceptible,
la reflejará mejor que una piel gruesa con poro dilatado. (Imaginad una mesa lacada,
lijada, bien lisa y una mesa de madera, sin lijar… ¿Cuál creéis que será más
luminosa? ¿Cuál reflejará mejor la luz?) Al envejecer no sufren las arrugas, sino la
pérdida de firmeza, ya que es una piel que pesa más y tiende a descolgarse (odio
utilizar estas palabras, pero quiero que sea lo más gráfico posible).
 Sensaciones: Normalmente adoran el agua, les gusta la sensación de limpieza
refrescante… No saben lo que es la tirantez. La sienten oleosa, les molesta el
brillo (yo lo he sufrido y es horrible) y su maquillaje desaparece en cuestión de
minutos si no lo fijan con los productos adecuados.
 Equilibrio: ¡Por favor os ruego que no vayáis a muerte con ella! Yo también he
estado hasta el moño de los brillos, y hablo desde la experiencia. Me pasé años
quitándole la grasa. TODO lo utilizaba oil-free, todo astringente, todo matificante, y
no ponía hidratante porque pensaba que me la engrasaría más. ¿Que conseguí? Un
brote de acné, y más grasa. El efecto rebote existe, y es que subestimamos la
inteligencia de nuestra piel. Si os digo que necesita agua y grasa es porque es cierto.
Y cuando detecta que le falta grasa empieza a producir más, a veces en cantidades
desmesuradas, y veo cientos de casos de pieles acnéicas que sólo hacen que secar,
secar, secar y secar, y cada vez tienen más granitos y la piel en peores condiciones.
¡Cuidado con deshidratar la piel! Y de verdad, yo estuve luchando contra ella cuatro
años, y en el momento que decidí equilibrarla e hidratarla, fue cuando mejor la tuve
y los granitos mejoraron considerablemente. Por tanto, como rutina facial, geles y
mousses limpiadoras (adoro las mousses, o espumas), tónicos equilibrantes... y en
cuestión de tratarla hay muchas combinaciones. Para las que tienden a deshidratarse
yo recomiendo sérum hidratante para asegurarme esa parte, y encima cremas en
texturas gel o fluidas con el tratamiento que queramos (preventivo, antimanchas,
etc). Para las muy muy grasas, sérums matificantes para controlar el problema y
puede que cremas oil-free pero muyyyy hidratantes, que aporten mucha agua.
Odio todo lo oil-free pese a que los dermatólogos se empeñen en ello. (De hecho
estoy con Roacutane y me pongo cremas super hidratantes, el dermatógo dice que
jamás ha visto una piel que sufra tan poco los efectos secundarios, y me pidió el
nombre de lo que estoy usando).
Intento que cada post sea claro y no se alargue, pero hoy me dejo tantas cosas en el tintero que si
queréis, y os interesa ver cada piel y sus productos recomendados más en profundidad, decídmelo y
las veremos una a una.
Para que la explicación sea un poco más gráfica, tengo un esquemita que espero os ayude a ver las
diferencias algo mas claras, y poder decidir, si no lo sabíais ya, que tipo de piel tenéis. A partir de
ahí, a cuidarla como toca.

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