Está en la página 1de 2

1) En El caballero Inexistente, Bradamante forma parte del ejército y es una importante guerrera en el

mismo. Los otros soldados dan por hecho su posición y la tratan no sólo totalmente como parte, sino que
hasta superior a ellos. Aparece por primera vez al rescatar a Rambaldo quien no puede conocer su
identidad y luego este se enamora de ella al verla desnuda. Ella se enamora de Agilulfo y lo persigue a
pesar de que este no corresponde sus sentimientos o no es capaz de hacerlo. Luego, Bradamante resulta
ser quien había estado contando la historia y había quedado en una iglesia, acabando su historia con
Rambaldo cuando Agilulfo no puede existir más, definitivamente.
En el Barón Rampante, Viola es el principal personaje femenino. Encuentra a Cósimo cuando este cruza a
su casa y lo convence de no bajar nunca de los árboles o iba a tener que obedecerla. Cósimo, vemos más
adelante, está fundamentalmente opuesto a la obediencia y las jerarquías y este evento que incita la
historia sirve de puntapié para las temáticas introducidas. Viola, en cambio, está constantemente
manipulando y usando a las personas por un motivo u otro que parece ser su propio entretenimiento.
También está la hermana del Cósimo que es un monja al comienzo y cocina por vocación. Luego se casa
y no aparece hasta más tarde.
En El Vizconde Demediado está Pamela que es una campesina de quien tanto el vizconde bueno y el
malo se enamoran. Ella no está particularmente interesada en ninguno, pero sus padres quieren que se
case. El final es su boda, donde se enfrentan ambas partes y al unirse puede casarse.
2) La cultura tiene un rol muy importante en relación con los personajes ya que en otros países existía un
amplio canon literario de caballeros que era muy importante para la identidad nacional, pero Italia no tenía
nada después de la literatura de la antigua Roma que se parezca al Mio Cid o a Roldan o al rey Arturo.
Estos personajes toman el lugar que deja esta ausencia ya que, si bien están contados en el estilo
fantástico del momento en el que los escribió, funcionalmente habitarían esos lugares desocupados en la
historia de la literatura italiana, especialmente el Caballero Inexistente y también el Vizconde Demediado.
También el Barón Rampante lo presenta desde el hecho que la tradición revolucionaria que definió a
Francia no tuvo una fuerte manifestación en Italia.
3) Los inventos de los nobles de los que hay varios tienen distintos fines, generalmente se idean en
función de crear conocimientos sobre el mundo y otros asuntos esotéricos. Esto se puede comparar con
los inventos de Cósimo, que al abandonar de cierta forma su nobleza inventa cosas con fines más
prácticos y útiles para todos en el pueblo.
4) La nobleza y la religión, y el poder que estas ejercen, es dado por hecho por los personajes de las
novelas. En estas encontramos generalmente complacencia y aceptación de este estado, en muchos
casos son miembros de la nobleza los que hablan. Cuando libra una batalla republicana extendiendo los
ideales franceses liderada por Cósimo, los nobles no ven nada del terror que cuenta Batista y simplemente
observan desde lejos. Se trae al frente las frágiles premisas sobre las que se sostiene aquel estatus,
particularmente en el caballero inexistente, donde los conceptos que hacen, por ejemplo, a un caballero, o
a alguien noble, son muy fáciles de demoler y al ser eso lo único que permite su existencia,
inevitablemente no puede continuar sólo a partir de las creencias por mucho tiempo, así se diluye la
conformidad con ese estado. Un cuestionamiento real entonces puede decirse que es el pueblo que
Torrismundo libera de los templarios y donde luego no puede regir como gobernante. Justamente es de los
templarios que se liberan ya que personifican tanto la parte de la religión encargada de enforzar su
dominio y la nobleza que injustificadamente quiere cobrar tributos.
5) Un hombre preso habla de su suerte con el ánimo de un desgraciado, me dijo el occitano cuando le
pregunté por qué cantaba. Para consolarse, prosiguió, sólo podía componer canciones y aquello había
hecho en todas las cárceles donde el camino a Génova se interrumpía. Resultaba ser que este occitano,
un poco sombrío y taciturno, al que no le hubiera sacado nada de información sin insistencia, quería
reclamar unas tierras cerca de Génova que le correspondían tras la muerte de su padre, pero las cuales su
hermano menor había usurpado con la buena gracia que tenía con todos los nobles de la zona. Desde que
logró huir de la corona de Aragón, incesantemente algún soldado consigue atraparlo con una orden u otra,
pero siempre un invento del hermano. Según su hermano, el occitano era un líder hugonota que había
estado en contacto directo con Martín Lutero.
En lo que respecta a mí, me encuentro en esta cárcel hace un tiempo ya. Mi misión falló, pues, y no sé si
volveré a ver a mi tío. Quizás deba empezar desde el comienzo. Varios años luego de que mi tío se unificó
de nuevo en uno solo, el doctor Trelawney regresó a Terralba pues había sido exiliado (según él) o se
había escapado (según otros) luego de que uno de sus tratamientos resultó en la violenta muerte de un
paciente suyo. Este era un importante noble ya viejo que para muchos estaba demente, algo que
Trelawney aseguraba que podía curar. Pero a esa altura, ya no era médico, aunque seguía refiriéndosele
con ese título. Más bien, era, efectivamente, un hechicero cuyas recomendaciones no funcionaban jamás.
En sus viajes, se había interesado tanto por las tradiciones curativas de los nativos que hallaban en las
islas que describían que olvidó cualquier precepto de la medicina que había practicado siempre. Para el
noble aquel, diseñó un tarro de vidrio lleno de agua del atlántico cubierto de metal en el interior y en el
exterior. Para él, la causa del problema estaba en los pies, así que el noble los puso en la jarra y luego
consiguió una barra de ámbar la cual frotó con un gato que el noble sostenía, pero la barra calló contra el
metal que sobresalía del medio del tarro y tanto el gato como el noble cayeron muertos hacia atrás vueltos
cenizas.
Una vez de nuevo en Terralba, tras un buen recibimiento donde contó todas sus experiencias con gran lujo
de detalles, pasó a hablar con mi tío. Este contó de su problema: los hilos que lo ataban no estaban sanos
y sentía que se desprendía en dos partes de vez en cuando. Por eso no salió a recibirlo y Trelawney lo fue
a ver en la torre, estaba atado por sogas entre la silla y su torso para no dividirse nuevamente.
Inmediatamente supo que debía venir aquí, a Curvaldia, donde había escuchado al volver se encontraba
una armadura que puede sostener al portador con la fuerza de voluntad de este y que mientras esta
persevere también lo hará su existencia. Mi tío dio la orden de buscar inmediatamente y Trelawney,
ansioso por seguir navegando se lanzó a un barco hacia aquí, y esa vez me dejó acompañarlo.
Durante el viaje, Trelawney agarró una infección y sus tratamientos cada vez más experimentales no
previnieron su muerte y la necesidad de lanzarlo por la borda a pesar de mi oposición. Llegué aquí, y
buscando información sobre esta mítica armadura me enteré de su historia. La leyenda contaba que quien
poseía esta hace ya mucho tiempo había sido el gran Rambaldo, muy conocido en nuestra tierra, quien
huyendo de la destrucción de su tierra pidió a la comunidad amiga de esta tierra que la protejan, pero el no
pudo volver jamás a reclamarla. Cuando quise tomarla fue cuando me enteré del valor que poseía aquí e
inmediatamente fui preso, ahora quedan pocos días para que me ahorquen.
Este hombre que me acompaña no parece preocupado por el destino que nos toca, ahora me responde a
mis dudas sobre los motivos de su interés en la tierra aquella.
-No, no. No me interesa en absoluto el poder que pueda tener sobre esas tierras. No considero de
importancia el título que el dominio de aquella tierra pueda darme en lo más mínimo. Quiero evitar muchas
muertes. Terribles. Terribles. Es lo que mi padre quería. Mi hermano quiere cortar todos los abundantes
árboles de la tierra que me robó. La umbrosa, le dice, porque es tan frondoso que apenas puede verse
entre los árboles, y quiere que sea sólo luz. No puedo dejar que eso suceda, de ninguna manera.
Yo no comprendí muy bien de que iba, pero al comunicarle mi preocupación sobre nuestro destino me dijo
-No hay de qué preocuparse, yo tengo experiencia en estos lugares. Esta noche conseguiremos escapar y
te llevarás la armadura para tu tío, y yo, te aseguro, salvaré a todos los árboles de la umbrosa porque sé,
sé que en el futuro serán esenciales para nuestra patria y para el mundo.

También podría gustarte