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1.- INTRODUCCIÓN.
Según la OMS:
• Universalmente aplicable
sencillamente ¡no aparecemos!. Pero algo de todo esto tendrá que ver, sin
duda, con nuestra –ya larga- práctica en el campo sanitario.
La finalidad del Trabajo Social no es, sin embargo, el mero conocimiento sino la
intervención psicosocial dirigida a prevenir la aparición de esos conflictos
psicosociales y a ofrecer medios de tratamiento que permitan superar, o
cuando menos aliviar, el padecimiento personal del malestar psicosocial.
“La actividad profesional que tiene por objeto la investigación de los factores
psicosociales que inciden en el proceso salud --- enfermedad, así como el
tratamiento de los problemas psicosociales que aparecen en relación a las
situaciones de enfermedad, tanto si influyen en su desencadenamiento como si
derivan de ellas”. (Ituarte, A., 1994: 277).
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REALIDAD PSICOSOCIAL (O INTERPERSONAL): es la realidad vivencial dialéctica del
sujeto o lugar de encuentro de la intersubjetividad. Y se refiere a la forma estrictamente
individual y particular en que una persona determinada, a partir de las primeras relaciones
objétales, ha introyectado su contexto interpersonal o social (el otro, los otros) y a la manera en
que, consiguientemente, se relaciona con ese contexto. (Ituarte, A., 2002:42).
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CONFLICTO PSICOSOCIAL: es el que se produce por la colisión entre las demandas y
expectativas del sujeto y las del contexto que, respectivamente, no pueden satisfacerse. El
origen último del conflicto psicosocial puede radicar en factores intrapsíquicos, interpersonales,
o de cualquier otra índole (culturales, religiosos, económicos ...), pero siempre se manifiesta en
el terreno de las relaciones interpersonales. (Ituarte, A., 2002: 42).
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MALESTAR PSICOSOCIAL: es el correlato vivencial del conflicto psicosocial, que casi
siempre precede a cualquier conciencia de ese conflicto y con frecuencia lo enmascara
totalmente. (Ituarte, A., 2002: 42).
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Pero la función hace al órgano y eso no sólo tiene que ver con lo somático. Si
el trabajador social se hace presente en un servicio, en un departamento,
abierto a los demás y dispuesto a ofrecerles sus conocimientos, es decir su
saber y buen hacer profesional, en forma que resulte útil para la más adecuada
atención al paciente (atendiendo, por ejemplo, a las familias; sirviendo de nexo
de unión entre éstas y el equipo sanitario que, muy a menudo, las perciben
como una dificultad añadida ...) y sirva de apoyo profesional ante situaciones a
menudo muy difíciles y estresantes a los miembros del equipo sanitario, me
atrevería a afirmar que, en un plazo relativamente corto, su labor se entendería
y se aceptaría como un elemento importante del conjunto de la intervención
sanitaria.
Y a partir de ese momento, todo su desarrollo, en todas sus fases, está basado
en intrincados y particulares juegos relacionales. Sólo así llegará a ser un ser
humano. Es a través de las relaciones especiales del feto con su madre –que a
su vez, están mediatizadas con las que ésta mantiene con su entorno- como
éste va creciendo. Después de su nacimiento, será también a través de la
relación con el otro (la madre u otra figura significativa) como el niño empezará
a percibir la existencia de ese otro (primero en forma parcial, más adelante
como otro total) y de un mundo externo, que finalmente le permitirán percibirse
a sí mismo. Su crecimiento y desarrollo físico y mental están inextricablemente
ligados a sus relaciones. Como dice Tizón: “La génesis pues de la realidad
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1) “Los problemas a los que los trabajadores sociales se dirigen son sociales
en su naturaleza y conllevan un alto grado de probabilidad de ser aliviados
por medio de modificaciones en los acuerdos sociales. Social significa que
sus causas tienen que ver con comportamientos que implican a más de una
persona, tanto en el momento presente como en el futuro. Acuerdo significa
acción/es de varias personas en relación con cada una de las otras.
3) El trabajador social aporta los recursos que [él] tiene disponibles y es parte
de su función ponerlos a disposición de sus clientes, mediante el uso que
clientes y trabajador social hacen de ellos en la relación profesional. Estos
son algunos de esos recursos:
Todas estos aspectos son descriptivos de la práctica del Trabajo Social [y]
ayudan a esclarecer por qué son necesarios los trabajadores sociales en los
contextos sanitarios”. (Falck, H.S., 1990: 68).
Lo que este autor hace no es más que explicar algo que forma parte esencial
de los principios del Trabajo Social: la consideración de que los principales
recursos en el proceso psicosocial de ayuda son el cliente (o los
clientes), el trabajador social y la relación (o lugar de encuentro de la
intersubjetividad – Ituarte, A.: 2001, 2002) que se produce entre ellos y que
es la que propicia el cambio. Algo aparentemente tan evidente –tan claro en
la teoría- pero sin embargo tan poco inserto en la praxis profesional de muchos
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• Ello implica que sus objetivos y los objetivos sanitarios deben de ser
coincidentes, aunque siempre revisados a la luz de los principios y
conocimientos del Trabajo Social, desde donde puede –y debe- hacer
propuestas enriquecedoras para una mejora de la atención en salud
(tanto desde el punto de vista epidemiológico como clínico-asistencial).
4.- CONCLUSIONES.
Un par de ideas más para terminar esta exposición. Para lograr que el Trabajo
Social en Salud ocupe realmente el lugar que le corresponde en el campo
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sanitario y para que los trabajadores sociales sanitarios (TSS ?)puedan ejercer
y ser reconocidos plenamente como tales, considero imprescindible:
Y aquí termino esta presentación. Como ya dije antes no soy yo quien debe
plantear conclusiones. Son los ponentes, a los que ahora cedo la palabra,
quienes van a aportarnos su pensamiento, sus reflexiones, sus argumentos...
que nos abrirán caminos nuevos o diferentes por los que transitar en la
búsqueda de ese Sentido del Trabajo Social en Salud. Ellos, por supuesto, y
todos Uds. con su participación activa en la discusión posterior.
BIBLIOGRAFÍA CITADA:
1.- FALCK, Hans S. (1990). “Social Work in Health Settings”. DAVIDSON, K.W.
y CLARKE, S.S., eds. (1990). Social Work in Health Care. A Handbook for
Practice. Part I (63 – 73).New York. The Haworth Press.
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3.- ITUARTE, Amaya (1994). “El papel del trabajador social en el campo
sanitario”.Trabajo Social y Salud nº 20. Marzo 1995 (275 – 290).
5.- ITUARTE, Amaya (2002). “El acontecer clínico en Trabajo Social”. Trabajo
Social Hoy nº. 35. Primer Cuatrimestre 2002- Quinta época.(42 – 59).
7.- SAN MARTÍN, Hernán (1981). Salud y Enfermedad. México, DF. La Prensa
Médica Mexicana, S.A.
8.- TIZÓN GARCÍA, Jorge L. (1988). Apuntes para una Psicología basada en la
Relación. Barcelona. Hogar del Libro.